CAPITULO 6
"Principio del Fin"
El sol salio anunciando el nuevo día, los rayos del sol entraban por la ventana pegando directamente en el rostro de Willy, el despertó poco a poco y sintió un peso sobre el, bajo la vista y se encontró a Gabby dormida profundamente, lo que mas le llamo la atención fue que la mano de ella estaba apretando fuertemente su pijama, como sino quisiera apartarse de el.
Con cuidado de no despertarla miro su reloj, eran mas de las once de la mañana, se había quedado dormido. Aun con mas precaución comenzó a levantarse, hacia movimientos muy lentos, mientras dejaba a Gabrielle dormida sobre su almohada. Cuando estuvo de pie comenzó a prepararse para salir. Era domingo, el jamás había trabajado los domingos, pero con Gwyn en la fabrica, el trabajo no era mas que un pretexto para estar con ella todo el día.
Cuando estuvo listo se coloco su sombrero de copa y tomo su bastón camino hasta la puerta y tomo la perilla para salir cuando escucho la voz de ella.
-¿trabajaras el día de hoy?
-si – contesto el sin voltear a verla.
-Wess quería que lo llevaras al parque a remar.
-no puedo… debo trabajar, dile a Wallace que lo lleve.
-William… es tu hijo, el quiere pasar tiempo contigo… pero lo único que has estado haciendo desde que llego "esa" a la fabrica es estar encerrado todo el día.
-estamos trabajando.
-si claro… con risas y bromas… que bonito trabajo… además no solo Wess quiere estar contigo… yo también… - Gabby se acostó de nuevo en la cama y tapo con las cobijas. Dándole ahora ella la espalda.
Willy que había permanecido de pie frente a la puerta, dio media vuelta y camino unos cuantos pasos de regreso a la cama lentamente, Gabrielle lo escucho venir y por un momento tuvo la tonta esperanza que el se quedaría con ella, pero no fue así. A la mitad de la habitación Willy dio de nuevo la vuelta camino deprisa fuera de la habitación, tenia que ver a Gwyn, necesitaba hacerlo.
Gabrielle volvió a llorar tomando con fuerza las sabanas, ahora tenia la certeza de que Willy estaba lejos, muy lejos de ella, incluso aun mas que cuando estuvieron separados por diez años.
Ella tomo fuerzas y se sentó de nuevo en la cama, ¿que era lo que iba a hacer? No se iba a quedar con los brazos cruzados y limitarse a observar como otra mujer le quitaba a su esposo… ¿matarla?… ¿desaparecerla?... no era buena opción todo el mundo sabría quien lo hizo. Se puso de pie y comenzó a alistarse no iba a dejarse vencer sin antes dar una batalla.
Salio de la habitación casi al medio día, lo primero que hizo fue buscar a Wesley para decirle que su papa no iba a poder llevarlo a remar, después comenzó a caminar sin rumbo fijo por la fabrica, quería idear un plan, pero su mente estaba en blanco, no sabia de que forma abordar a Willy… en ese momento tuvo una idea, el problema era Gwyn, tenia que hablar con ella. Tan solo tenia que buscar el momento mas oportuno.
Miro a su alrededor dándose cuenta que se encontraba cerca de la Trituradora de cacao, camino unos metros mas por un pasillo blanco de paredes azules hasta llegar a la puerta. Cuando entro no pudo evitar sonreír al recordar lo que había sucedido ahí hacia años.
Los oompas loompas que se encontraban ahí trabajando la miraron extrañados, pues ella no acostumbraba visitar esa parte de la fabrica.
-les ordeno que no digan de mi presencia en este cuarto, ¿entendido? – dijo ella a todos los oompas loompas presentes que asintieron con la cabeza.
Gabrielle se acerco a la maquina y comenzó a teclear unos cuantos datos en la computadora que la controlaba. La trituradora que estaba funcionando perfectamente se detuvo.
-llamen a Willy para que venga a ver el problema y por ningún motivo le digan que estuve aquí – les dijo Gabrielle y salio corriendo del cuarto.
Los oompas loompas no entendieron muy bien el motivo, pero debían hablar pronto con Willy para volver a poner a funcionar todo.
-si? – dijo Willy cuando un oompa loompa llego corriendo hasta la oficina de Willy, el se puso a su altura para escuchar lo que su trabajador le tenia que decir – de verdad? O rayos!... Gwyn debo ir a checar un problema en el cuarto de trituración de cacao, regreso en un momento, ok?
-claro…
-no te muevas de aquí – dijo Willy tomando su sombrero y bastón de detrás de la puerta y salio en dirección del cuarto en problemas.
Gwyn continuo capturando unos datos en hojas de calculo, es cierto que había estado trabajo mucho en la fabrica, pero no era para estar tantos días ahí, había tardado cinco veces mas del tiempo requerido, pero simplemente no quería dejarlo… esas ultimas semanas habían sido las mejores de su vida, adoraba estar con el en la oficina todo el día, hablando riendo y oliendo el increíble aroma a chocolate y maní que Willy tenia. había veces en las que le enseñaba las nuevas propuestas que podía rozar su aterciopelado saco y sentir su aliento en el rostro, eso era el motivo principal por el que ella desistía de irse de ahí, pero algún día tendrían que terminar y entonces ¿que es lo que pasaría?
Un ruido en la puerta la saco de sus pensamientos y volteo rápidamente a la entrada con la esperanza de que fuera Willy.
-Willy! Que rápido eres! – dijo ella mientras volteaba a la puerta, pero se llevo una sorpresa al ver que no era el, sino su esposa – Gabrielle… lo siento creí que era Willy.
-me imagine, tus ojos brillaron tanto que casi me dejas ciega… - dijo Gabby con sarcasmo.
-Willy no esta aquí, fue a atender un problema con la maquina de cacao.
-no estoy a aquí para hablar con Willy… estoy aquí para hablar contigo… - ella se sentó en el asiento de Willy detrás del escritorio.
-no entiendo… de que quieres hablar conmigo?
-pues… son muchas cosas… veo que William te dio la Vita-Wonka… ¿sabias que esa píldora me la dio cuando tuvimos a Galad?... no lo dudo mucho y también ¿sabias que por tu culpa Willy casi muere? – la cara de Gwyn cambio inmediatamente a un gesto de preocupación.
-porque, no entiendo
-¿no te has preguntado el motivo por el que siempre usa guantes?
-el me dijo que los usaba para cubrir las heridas de unos experimentos que realizo cuando era joven.
-Gwyn… eres mas tonta de lo que pensé, ¿acaso sigues creyendo que esas heridas iniciales aun siguen en sus manos? Claro que no! Willy usa los guantes para ocultar unas heridas efectivamente, pero no de experimentos sino de sus intentos de suicidio…
-¿Qué? Willy trato de quitarse la vida? y yo soy la culpable?
-no te des tanto crédito, fue por muchas otras cosas mas, pero claro eso no lo sabes, porque tan solo te interesa lo exterior de Willy…. Bueno en realidad solo venia a decirte una sola cosa… deja a Willy en paz, esta familia era muy feliz antes que tu llegaras y solo estas aquí porque Willy necesitaba de tu ayuda para salvar la fabrica, pero tu te has aprovechado para querer recuperarlo.
-no es cierto y si así lo fuera seria Willy el que tendría que decidir que hacer, no yo.
-te lo estoy diciendo por las buenas Gwyn, aléjate de Willy, aléjate de nuestra familia.
Ambas mujeres se veían a los ojos y chispas podrían salir de ellos, Gabrielle se puso de pie y salio de la oficina, esperaba que esa conversación con Gwyn hubiera funcionado, de lo contrario podría estar perdiendo la batalla e incluso la guerra, ella lo sabia muy bien.
Gwyn se quedo petrificada y sin aliento después de ese breve encuentro con Gabrielle, había tanto odio e ira en su mirada que podía sentir el desprecio de su parte a pesar de estar separadas por un escritorio.
Willy tardo cerca de una hora en regresar a la oficina, cuando lo hizo contó brevemente a Gwyn que algo muy extraño había ocurrido, pues todo indicaba ser un saboteo, el pregunto a los oompas loompas pero nadie dijo saber algo al respecto.
-es tarde, tal vez sea bueno ir a cenar no crees? – dijo Willy parándose de su lugar y caminando hacia Gwyn.
-claro… - dijo ella indiferente.
-que te sucede has estado así casi todo el día – Willy se paro frente a ella y se recargo levemente en el escritorio cruzando los brazos.
-nada… es solo que… - Gwyn se puso de pie y comenzó a dar vueltas por toda la oficina.
-Gwyn? Que pasa?
-ah… Willy, es que… no se que es lo que ocurre entre nosotros… - el no esperaba esas palabras de ella, sabia que algún día tendrían que hablar de ellos, pero esperaba que nunca llegara – es decir… Willy tu sabes que esta trabajo debió de haber terminado hace días… pero lo hemos prolongado mas tiempo del debido…
-Gwyn…
-pero es que no quiero hacerlo, no quiero terminarlo, porque entonces me tendría que separar de ti…
-Gwyn… - Willy trataba de decirle algo, pero ella no se lo permitía.
-no Willy déjame terminar… - Willy la miro a los ojos dándole el tiempo que necesitaba - … y es que cuando estoy junto a ti siento que la parte de mi corazón que había dejado de latir desde el día que me fui… vuelve a hacerlo… pero entonces veo esa sortija en tu dedo… y me lleno de enojo, pues no puedo soportar que una vez mas he llegado tarde…-dijo ella con el recelo acumulado en su garganta, bajo la mirada y observo la mano de Willy donde estaba el anillo de matrimonio – de hecho… creo que llegue demasiado tarde… aun mas que la otra vez.
Willy no sabia que decir, pues las palabras de ella se le estaban clavando en el corazón.
-tu te fuiste Gwyn…
-y crees que si no lo hubiera hecho algo habría sido diferente? – dijo ella acercándose y tomando la mano de Willy que lucia el dorado anillo y entrelazo sus dedos con los de el.
Era hora de la cena y Gabrielle iba caminando en dirección de la oficina, cuando llego, escucho que Willy y Gwyn hablaban en susurros, desistió de entrar y se limito a escuchar y ver por la ranura entre abierta de la puerta. Ella observo como Gwyn entrelazaba sus dedos con Willy, una profunda tristeza la envolvió, pero no dejo de observar, tenia la esperanza que Willy hiciera algo, pero no fue así.
Willy con su mano libre se quito el anillo y lentamente lo deslizo en el dedo de ella.
-muy diferente…
Gabby que estaba viendo todo desde afuera de la oficina dejo de respirar, verlos mirarse fijamente a los ojos gritándose en silencio los errores que habían cometido, la derrumbo por completo, sus lagrimas amenazaban con salir, cerro lo ojos y las primeras lagrimas recorrieron su rostro, dio unos pasos hacia atrás y camino al ascensor de cristal, no podía seguir mas tiempo ahí.
Gabrielle se fue sin que ninguno de los dos se diera cuenta que ella había escuchado la conversación. Las manos de Willy y Gwyn seguía entrelazadas, Willy tenia su rostro muy cerca del de ella, su respiración rebotaba y regresaba, el comenzó a acercarse mas, quedando a tan solo unos milímetros de los labios de Gwyn, pudo sentir como el aliento de ella salía por sus labios entre abiertos.
-no puedo hacerlo... - dijo Gwyn separándose de inmediato de el y camino a otra parte de la oficina - no puedo... simplemente no puedo.
-porque - pregunto el.
-tu eres de alguien mas, tu corazón ya fue dado.
-pero eso puede cambiar - dijo el caminando de nuevo hacia ella
-No Willy... no puedes hacerlo - dijo ella mientras se quitaba el anillo y se lo ponía de nuevo en su dedo - yo cometí el error de marcharme ahora tengo que pagar las consecuencias.
-pero yo tampoco te busque... ni te detuve... podemos hacer algo - dijo el una vez mas tomando la mano de Gwyn
-¿que Willy... me vas a decir que tan solo diga una silaba? ¿dos letras? y con eso vas dejar todo por mi
-solo tienes que decirlo... lo cumplí una vez... podría hacerlo de nuevo
-lo siento Willy... no puedo seguir haciendo mas daño del que ya he hecho - Gwyn se soltó de la mano de el y camino hacia la puerta saliendo de la oficina, necesitaba pensar en lo que había sucedido.
Gabrielle por su parte había tomado el ascensor de cristal para que la llevara al cuarto de chocolate, necesitaba salir de la fabrica, no podía seguir mas tiempo ahí. La escena que había presenciado, en el camino se encontró con Galad y Wallace.
-mama? a donde vas? – pregunto Galad extrañada al ver la actitud de su madre.
-fuera… - fue todo lo que dijo y paso al lado de ellos sin verlos directamente.
-pero… Wallace dile algo… - dijo Galad
-que quieres que le diga, si quiere salir debe salir.
-Wallace son las diez de la noche mama nunca sale de esa forma… algo malo esta ocurriendo y todos sabemos a quien se debe.
-Galad… yo lo se, no soy tonto... – dijo el mientras veía como su madre salía de la fabrica.
-yo no recuerdo nunca a papas tan enojados… apenas se dirigen la palabra, casi nunca están juntos – en ese momento Wallace tuvo un borroso flashback de sus padres, serios, sin sonrisas, sin palabras – Wally? Que te pasa.
-… no estoy seguro… pero una vez hace mucho tiempo también estaban así…
-a que te refieres?
-no lo se, no lo recuerdo estábamos muy pequeños… o talvez es un falso recuerdo…
-vamos a buscar a Wess para cenar.
Los dos hermanos fueron por su hermano menor y se dirigieron al comedor, su padre nunca llego, su madre menos, tan solo estaban ellos cenando en silencio en la gran mesa rectangular.
-Galdy, Wally… donde están papas? – pregunto Wesley
-no lo sa… - Wallace dio un codazo a su hermana antes que siguiera hablando.
-fueron a dormir temprano estaban cansados.
-Oh… - fue todo lo que dijo el pequeño y continuo con su cena.
Al terminar ambos hermanos fueron a acostar a Wesley, cuando lo hicieron se dieron a la tarea de buscar a su padre, pero no lo encontraban por ningún lado.
-donde podrá estar… - pregunto Galad mientras subían al ascensor de cristal.
-no lo se… hemos buscado en todos lo cuartos posibles.
-pero Wallace hay muchos que no revisamos.
-oye! Es imposible visitar todos, para cuando lo hayamos hecho habrán pasado tres días! Lo mejor será que vayamos a dormir.
-pero mama aun no regresa tampoco… que tal si le pasa algo?
-no pasa nada, mira tu ve a dormir y yo iré al cuarto de seguridad ahí podré ver cuando llegue si pasa algo malo te despierto ok?
-esta bien.
Los dos hermanos se despidieron y separaron el piso correspondiente, habían hecho lo posible por encontrar a sus padres pero no habían tenido éxito.
Gabrielle había tomado su auto y comenzó a manejar en dirección de las montañas, necesitaba tiempo para pensar las cosas. Era fin de semana, el trafico era muy poco sin darse cuenta en menos de quince minutos se encontraba en el mirador de la ciudad, estaciono el auto y bajo, de inmediato sintió el frió penetrar por su ropa hasta hacer contacto con su piel, lo que le hizo estremecerse.
Era extraño había vivido en esa ciudad alrededor de 20 años y jamás había ido a esa parte, la noche estaba despejada, las estrellas brillaban en el cielo, desde esa altura la fabrica resaltaba como una enorme edificación al centro de la ciudad, al verla desde la distancia no pudo evitar pensar que Willy estaba ahí, junto a ella. La imagen de el poniendo el anillo en su dedo no se podía despegar de su mente. Se recargo sobre el cofre del auto y bajo la mirada pensando cual seria su siguiente jugada, que era lo que iba a hacer… pero sencillamente no tenia idea.
Subió sus manos hasta su rostro y comenzó a llorar para desahogarse, necesitaba hacerlo, grito, golpeo con todas sus fuerzas el cofre del auto, pateo la defensa, mientras las lagrimas caían de sus ojos.
-que fue lo que hice mal… que fue lo que hice mal… - dijo ella derrumbándose por completo cayendo sobre sus rodillas al lado de su auto, continuo llorando hasta que no salieron mas lagrimas de sus ojos, lo que decidiera hacer en el futuro, no dejaría que mas lagrimas fueran derramadas.
Cuando estuvo mas calmada se puso de pie, limpio sus ojos, sacudió su pantalón manchado con un poco de tierra y subió de nuevo al coche para regresar a la fabrica.
Willy después que Gwyn había salido de la oficina se quedo paralizado unos minutos, debía seguirla? debía decirle que la quería? no sabia que hacer. Salio de la oficina y tomo el ascensor, busco el botón que decía "Take a Whisk" un cuarto que no acostumbraba frecuentar mucho, tan solo lo hacia cuando la tensión lo agobiaba por completo, como en este caso.
El ascensor llego en cuestión de segundos, al abrirse las puertas de inmediato el suave y relajante sonido del piano se escucho, Willy salio del ascensor y se dirigió al gran sofá que estaba en el centro de la habitación de color café en su mayoría, alfombrada por una suave textura daba confort al caminar, este cuarto no era como los demás, de forma esférica, en las paredes del cuarto grandes estantes repletos de libros adornaban el lugar, y sobre el techo una simulación de estrellas brillaban.
En el momento que Willy se sentó en el cómodo sofá, un oompa loompa se acerco a el llevando consigo una charola que transportaba un vaso con whisky servido.
-gracias – dijo sin muchos ánimos.
Ese cuarto era uno de los exclusivos de Willy, lo usaba simplemente para estar solo, escuchar música que lo relajara y tomar un vaso de Whisky, normalmente con uno tiene suficiente, pero esa noche necesitaba mas.
El oompa loompa repitió su labor tres veces mas, el mismo estaba asombrado, pues su patrón jamás tomaba tanto en tan poco tiempo.
Willy disfrutaba cada sorbo de delicioso néctar, y conforme el alcohol se iba apoderando de su cuerpo, sentía cada vez la mente mas clara, una sensación bizarra y de falsa serenidad.
La música seguía sonando, siempre eran canciones elegidas al azar de las favoritas de Willy, de pronto comenzó a escuchar una melodía muy conocida y que hasta ese momento no había escuchado en muchos años.
-Leelos Tune… - dijo
Cerro los ojos y se recargo en el sofá recordando la noche que había bailado con Gwyn, la noche que la había tenido entre sus brazos y se había apoderado de sus labios. Tomo el ultimo sorbo de whisky y se puso de pie, sentía en el cuerpo una sensación de libertad y ligereza. Camino sin problemas hasta el ascensor y presiono el botón correspondiente al pasillo del cuarto de huéspedes.
Una vez en el pasillo que se encontraba a media luz camino hasta llegar frente a la puerta de Gwyn donde toco tres veces.
Gwyn escucho que llamaban a su puerta, aun no estaba profundamente dormida, pero sentía que Morpheo estaba cerca. Se sentó en la orilla de la cama y volvió a oír que tocaban la puerta, tenia puesta una ligera pijama de seda color marfil, tomo su bata y coloco mientras caminaba hacia la puerta en medio de la oscuridad, acomodo su cabello un poco con la mano y abrió la puerta, donde se encontró a Willy parado con una mirada fija al frente.
-te tardaste en abrir.
-que esperabas… estaba durmiendo es casi media noche.
-tenemos que hablar – Willy paso a su habitación sin siquiera pedir permiso, Gwyn lo observo entrar sin decirle nada.
-de que quieres hablar… - dijo ella mientras cerraba y recargaba en la puerta.
-de nosotros…
-ya te dije que no hay nada de que ha…
Willy se acerco a ella en dos pasos tomo su rostro entre sus manos y atrapo su labios en un beso fugaz, apenas un contacto entre ellos.
-bien… entonces no hablaremos…
El volvió a besarla solo que ahora no era un simple contacto con sus labios, esta vez Willy la besaba lentamente, tratando que ella respondiera a su beso, bajo sus manos de su rostro a su cintura, al final Gwyn respondió a su beso, algo que había estando deseando hacer desde que llego a la fabrica, de inmediato percibió el sabor del alcohol en su boca, pero no le dio importancia. Willy movió su mano hacia la puerta donde puso el seguro.
Sin dejar de besarse se apartaron un poco de la puerta, en medio de la habitación Willy comenzó a deshacer el nudo de la bata de ella.
-no Willy… no lo hagas – le dijo ella tomándolo de las manos.
-porque – el le quito la bata dejándola caer por encima de sus hombros
-por dos razones, la primera estas casado y la segunda, estas borracho.
-no me importa, a ella no le importo cuando… bueno no hace falta decir eso y yo no estoy borracho se perfectamente lo que estoy haciendo – Willy volvió a besar sus labios mientras la abrazaba por la cintura, poco a poco comenzó a descender hasta llegar a su cuello donde paro de besarla un momento para susurrarle unas palabras al oído – … no me digas que no quieres sentir mis manos… que no quieres probar mis besos… que no quieres oírme decir que te amo.
-tu no me amas… - dijo ella también en susurro mientras lo abrazaba.
-eso tu no lo puedes saber.
Ambos caminaron lentamente los pocos pasos que quedaban hasta llegar a la cama, donde cayeron en las sabanas semi revueltas.
Willy se quito su saco y chaleco con rapidez, no quería estar lejos de Gwyn por mucho tiempo. Una vez mas regreso a besarla apasionadamente explorando cada rincón de su boca. La tersa pijama de ella fue despojada por el. Una vez mas ambos estaban juntos, a punto de volver a hacer el amor como aquella noche en el hotel de Londres. Besos y caricias no faltaban, susurros de palabras prohibidas tampoco.
-Mírame… mírame… - le dijo con dificultad Willy cuando estaban a punto de alcanzar el clímax.
-…que?
- lo necesito…
Ella abrió los ojos y se encontró con la profunda mirada de el, sus movimientos se aceleraron y ambos estaban probando un paraíso prohibido. En ese momento Willy al ver lo ojos de Gwyn, supo la verdad… entendió lo que pasaba, ahora todo lo tenia claro.
Willy cerro los ojos apartando la mirada de ella, no podía creer lo que había hecho. El terrible error que había cometido.
-que sucede? – pregunto ella, al ver el súbito cambio de actitud de el.
-nada… nada… - dijo ocultando la verdad, Gwyn se quedo dormida mientras el la abrazaba ¿Que era lo que iba a hacer ahora?
Gabrielle regreso después de las dos de la mañana, la fabrica se encontraba en absoluto silencio, camino por el cuarto de chocolate donde solo el sonido del rió al cruzar la habitación sonaba como suave murmullo. Ella caminaba sin prisa y desgano en dirección al ascensor de cristal. Una vez dentro presiono el botón de su cuarto, tan solo quería llegar a su cama y dormir, tenia un cansancio mental horrible.
Camino por el pasillo que llevaba del ascensor a su habitación a media luz que se encontraba este, noto que la puerta estaba abierta, extrañada entro a la gran habitación donde solo encontró oscuridad y un ambiente frió. Willy no estaba en la cama.
Gabrielle cerro lo ojos e imploro que lo que estaba pensando no fuera verdad.
-Dios… por favor que no sea cierto…
Salio de la habitación y volvió a tomar el ascensor de cristal para dirigirse donde lo había visto la ultima vez, recorrió con paso veloz el laboratorio hasta llegar a su oficina donde estaba la puerta cerrada, dudo en abrir la puerta, temerosa a lo que podría encontrar detrás, suspiro y giro el picaporte. Su sorpresa fue que la oficina estaba vacía. recorrió cada rincón con la vista pero no encontró nada. Se pregunto donde podría estar Willy. Camino al interior y se sentó en el sofá que había a unos cuantos pasos de la entrada.
Coloco sus manos entre su cabello pensando donde podría estar el, si no estaba en su cuarto ni en la oficina… había mas de 500 cuartos en la fabrica, pero subconscientemente ella sabia exactamente en cual de ellos estaba. Mintiéndose a si misma la localización de su esposo, se dejo caer en el sofá y comenzó a llorar una vez mas. Poco a poco el sueño la venció.
