La noche era oscura, solo la pobre luz de las estrellas se distinguía en el cielo. Era una noche de luna nueva. Pero en la inmensa oscuridad se distinguía una figura, seguramente por la piel de mono blanco que llevaba puesta.
A su lado una especie de insecto, parecido a una abeja, pero algo más grande, zumbaba sin parar.
- Buen trabajo, así q la chica regresara mañana, bien, tendré todo listo para entonces, he llegado muy lejos, ya casi tengo la perla completa, solo tengo q hacerme con los pedazos q ellos poseen. Pronto, muy pronto.- Dicho esto aplasto al insecto contra la corteza de un árbol y, se esfumo.
Quedaban aun muchas horas para el amanecer, cuando nuestro sujeto llego a su destino. Un palacete del estilo japonés, con un gran patio a la entrada.
-Kagura- Llamo sin resultado alguno.
-¡¡¡Kagura!-Llamo más fuerte.
-Si, Naraku-La mujer apareció de detrás de un biombo, medio arrepentida de no haber contestado la primera vez.
- Voy a mandar el insecto esta noche, este es diferente, ya sabe lo q tiene q hacer. Tu solo entretenlos, mañana llega la chica.
-Salgo de camino entonces.
-Si, apresúrate. Tienes q estar allí al amanecer. Para q estés preparada.-Dicho esto la mujer se dio media vuelta y se fue, dejando a Naraku solo.
-"Bien Inuyasha, voy arrebatarte tus fragmentos, de la peor manera posible"
