CAPITULO 4
Kagome se encontraba tumbada en una cama, la vieja Kaede intentaba bajarle la fiebre con paños fríos, y no dejaba de observar la picadura. Esta ya no estaba hinchada pero la marca de la araña no desaprecia.
Kagome soñaba, en su mente pasaban imágenes de la vida de Unigumo, incluso sentía como el, cuando lo quemaron, ella pudo sentirlo, incluso su fiebre aumento a nivele q Kaede pensó q la perderían, sintió también el deseo q tenia por kikyo, cuando lo cuidaba en la cueva, pero mayor aun era su deseo por poseer la joya q la sacerdotisa protegía, y mayor aun su deseo de vengarse de Inuyasha por robarle el corazón de kikyo. Pero sobre todas esas cosas sintió el odio q sentía hacia la humanidad en general. Este odio fue el q atrajo a todos esos monstruos de los cuales nació Naraku. En su corazón ya no quedaba amor ni aprecio, ni ilusión por vivir, pero tampoco quería morir, quería hacer sufrir a todos, sobre todo a Kikyo e Inuyasha.
Por un momento Kagome se sintió identificada con el, ella quería a Inuyasha, y la tenia confundida, pq también sabia q Kikyo aun seguía en su corazón, pese a estar muerta en vida, pq siempre q notaba su presencia, la dejaba sola e iba a su encuentro, no, no podía evitar sentir cierto resentimiento hacia kikyo, incluso hacia Inuyasha.
Casi se dejo arrastrar por esos sentimientos, casi se dejo arrastrar por el mismo deseo q consumió a Unigumo, incluso llego a sentir presencias malignas q la llamaban q querían ir con ella, q querían transformarla para q no sufriera, igual q transformaron a Unigumo en Naraku.
Mientras la tarde se iba oscureciendo antes de tiempo, Iuyasha andaba alterado, olía demonios por todas partes, Miroku también lo sentía y puso conjuros alrededor de la cabaña.
Sango entro a ver a Kagome, estaba pálida y el gesto de su cara cambiaba, parecía mas mayor, se parecía a la Kikyo de ahora llena de odio y egoísmo, si su gesto no era el de siempre, q transmitía serenidad en muchas ocasiones, dulzura, no ,no era el de la chica divertida q siempre andaba peleando con Inuyasha. Y q aceptaba a todos tal como eran.
Sango abandonó la cabaña, cuando salio afuera algunos de los monstruos ya asomaban por la maleza.
-Inuyasha, creo q estamos perdiendo Kagome.
-Bah¡ No digas tonterías Kagome es fuerte saldrá de esta.
-Me refiero a q esta dejando de ser ella deberías entrar a verla.
-Y quien se ocupa de las visitas?- Inuysha se negaba a ver a Kagome en esa situación, normalmente era de ella de donde sacaba fuerzas para seguir luchando, se negaba a admitir q algo había cambiado dentro de el desde q la conocía, por eso siempre la hacia rabiar.
-Tranquilo yo me quedo con Miroku.
Inuyasha entro en la cabaña, y se acerco a la cama donde Kagome descansaba, cogió su mano y la observo, la picadura seguía allí, Naraku le estaba arrebatando a Kagome, igual q le arrebato a Kikyo hace 50 años, no lo permitiría, no dejaría q se saldría con la suya.
La miro y deseo q en esos momentos Kagome abriera los ojos y le dijera uno de sus fastidiosos "al suelo".
La observo y sin saber como supo q tenia q hacer.
Kagome en su agonía seguía soñando, se encontraba a lado del árbol donde un día conoció a Inuyasha, delante de ella Naraku.
-Vamos chica, no te resistas mas únete a mi, sabes q somos iguales. Lo has visto lo has sentido, míralos los dos juntos, al fin y al cabo el nunca podrá olvidarla.
Ante Kagome aparecieron Inuyasha y Kikyo, juntos. Kagome pensó q tal vez Naraku tuviera razón, q talvez debería dejarlos si q se sentía dolida en muchas ocasiones, pero recordó q Kikyo no era la misma Kikyo de la q Inuyasha se enamoro, q lo quería arrastrar al infierno con ella.
-No, no le abandonare, no pq esta Kikyo no lo quiere, la verdadera Kikyo esta muerta, no dejare q lo hunda con ella.
-Jajaja, escucha tus palabras el ya sabe eso y aun así te deja sola cada vez q la huele, jajaja. N sientes como el mal te llama, seriamos uno, se acabaría el dolor, el sufrimiento, no tendrías esas preocupaciones.
Kagome pensó q tenia razón, ya sabia como lo había pasado Unigumo, pero ella era diferente, ella si tenia ganas de vivir, si tenia ilusiones, y sobretodo sabia lo q era querer a una persona , quererla de tal manera q con verla era suficiente para ella. Tomo su decisión.
-No me uniré a tu Naraku, no te daré los pedazos de la joya, pq yo tengo ilusiones y ganas de vivir y quiero volver a tenerlas.
-Basta, de tonterías si no quieres a las buenas será a las malas.-Naraku golpeo el suelo con rabia.
Kagome sintió q el suelo desaprecia a sus pies, vio como ante los ojos de Inuyasha,
Kikyo caía también, de repente se quedo quieta en el aire mientras kikyo caía a su lado hasta el fondo, miro hacia arriba, y vio q Inuyasha la sujetaba, en ese momento se desvaneció.
