CPITULO 8
Kagome, se había limpiado la herida en unas aguas termales, q había encontrado en su
huida, y se había refugiado en una cueva cercana a ellas.
Estaba muy cansada, mas q eso estaba agotada.
El brazo le dolía, la cabeza le dolía, el corazón le dolía.
"Pq Inuyasha me ataco, bueno se pq por la joya, pero el no es así, el no me haría eso,
tiene q haber una razón"
Kagome observo la esfera q tenia en su mano, saco el botecillo q llevaba con los
pedazos restantes, lo abrió, las joyas empezaron a bailotear, hasta q se unieron en un
resplandor, q enseguida se apago, la esfera de los cuatro espíritus por fin estaba
completa.
La perla la tenia hipnotizada, era hermosa, ya solo por su belleza Kagome entendía q
todo el mundo, se peleara por ella, y si a eso añadimos q podía conceder deseos o dar
algún tipo de poder….
Se la colgó al cuello, con cuidado de q no se le viera, y aunque ya no podía mas, sabia
q no podía dormirse, pues el poder de la esfera atraería muchos demonios. Aferro su
arco y acerco sus flechas para estar preparada para lo que pudiera pasar.
Sus pensamientos eran los mismos, había algo raro en "Inuyasha" sabia q se le escapaba
algo, no conseguía recordar q era pero algo fallaba."Si supiera q es lo q se me
escapa, aun así se q el no me haría daño, lo se, pero q es lo q falla, q?" se decía a si
misma "Estoy negando lo obvio, era el con quien hable, y era el quien me ataco, no lo
quiero aceptar pq lo quiero, pero fue así aunq no lo quiera admitir," Sus ojos se
empañaron y por ellos resbalo alguna lagrima. Aun habiendo vivido, esta experiencia
sentía q su corazón lo negaba, negaba aquello, simplemente no podía ser, que la persona
en la que más confías, a la q mas amas te traicione de esta manera.
Su corazón trataba desesperadamente de buscar una explicación pq sencillamente
Inuyasha era la ultima persona de la q esperaba ese comportamiento.
Se seco las lagrimas, y se propuso firmemente, descubrir la razón y q cual era el echo q
se le escapaba, y q no conseguía recordar.
Luchaba por no dormirse, pero perdió la batalla y callo rendida en el sueño.
Tres figuras se acercaban desde las aguas termales.
-Mira, Jaken, una cueva, mira mira- Rin iba dando saltitos a la vez q le señalaba la
cueva a Jaken – Mira mira. Señor Sesshomaru una cueva.
-Rin no molestes al señor Sesshomaru- Advirtió Jaken a la niña, mientras esta se
introducía en la cueva. Salio rauda de ella.
-Hay alguien dentro, esta dormida.
-Ves a indagar, Jaken- ordeno el demonio alto q había a su lado.
-Jaken va, jaken va- y Jaken miro dentro de la cueva, volvió a salir
-Creo que es la chica q siempre acompaña a Inuyasha, esta sola.
-Kagome es mi amiga, una vez me protegió- y Rin volvió a la cueva.
Sesshomaru, entro detrás de ella, fuera sintió la presencia de varios demonios malignos.
Miro a la chica dormida, se pregunto q haría ella sola, y donde estaban los q siempre la
acompañaban. Miro a Rin, q estaba contenta de ver a su amiga. Y tomo una decisión
-Pasaremos la noche aquí- se acomodo a la puerta de la cueva. Rin enseguida se quedo
dormida.
Sesshomaru, sabia q su presencia allí, no permitiría a ningún demonio atreverse a
acercarse y efectivamente, los demonios prudentemente se mantuvieron alejados.
Cerca de allí una sombra se acercaba peligrosamente, sesshomaru se asomo fuera de la
cueva, la sombra se quedo como dudando, pero al fin se fue.
Kagome, no tuvo el sueño reparador q se podía esperar, estaba teniendo una pesadilla.
Soñaba q inuyasha la atacaba pero había dos, dos inuyashas, y había algo diferente en
uno de ellos, por fin supo q era, se despertó sobresaltada, y en el momento q despertaba
la imagen de esa diferencia se esfumo de su mente, cuantas veces le había pasado esto,
despertase soñando y olvidar todo en segundos.
Sus ojos se hicieron a la oscuridad, y pudo distinguir tres figuras más en la cueva,
Asustada, cogio su arco y una flecha, apunto a la mas grande.
-Guarda eso, no tengo intención de pelearme contigo, en cuanto amanezca nos iremos.
Kagome reconoció la voz, q hablo en tono firme.
-¡Sesshomaru!
El sol ya empezaba a salir por el horizonte. Sesshomaru despertó a Kagen
-Kagen! Despierta a Rin, nos vamos.
Kagen, raudo despertó a la niña, q saludo a Kagome y salieron de la cueva.
-No se q haces aquí sola, pero a Inuyasha mas le valdría proteger lo q es suyo- sentencio
Sesshomaru.- dile q la próxima vez q nos veamos arreglaremos cuentas.
-Te has quedado aquí para protegerme?- pregunto una Kagome extrañada.
-Yo no protejo a nadie- dijo esto mientras altivo salía de la cueva, sin dar mas
explicaciones. Kagome los observo marcharse.
Se dirigió a las aguas termales para limpiar su herida, no valía la pena cuestionar a
Sesshomaru nunca admitiría, q ya tenia a quien proteger.
Después too la decisión de dirigirse a la aldea de Kaede, así q aunq ignorando la
dirección, empezó a caminar, siempre acompañada de su arco y flechas.
