- No me da miedo golpear a un anciano.

- Ponte tu traje.

Los demás rodaron los ojos, era al menos la quincuagésima vez que escuchaban esas exactas palabras entre el Capitán y Stark, uno pensaría que, después de 2 años de trabajar en equipo, se acostumbrarian a las peleas de ese par.

Pero también pensaron que en esos años, ellos se llevarían mejor, así que...

- Suficiente.- Dijo Natasha.- Somos un equipo, tienen que encontrar la manera de al menos no matarse entre ustedes.

Acto seguido, salió de la sala de reuniones, los otros tres hombres la siguieron, todos en dirección al quinjet. Tony y Steve se quedaron ahí, avergonzados por haber molestado a sus compañeros.

Voltearon a verse, y sin decir palabra, tomaron rumbo a dónde el resto del equipo, tenían una misión y no podían seguir discutiendo el como se haría, lo importante era hacerlo.

Caminaron sin hablar, si eran sinceros, también estaban hartos, les frustaba no poder convivir entre ellos de otra manera que no fuera peleando. Hacia mucho que a Tony había superado la aversión y los celos al capitán, pero su orgullo no le permitía ser amable. Y Steve había visto todas las cualidades del castaño, se había ganado su respeto, pero cada vez que quería entablar una conversación con el genio, este le saca de sus casillas y terminaban ensarzados de nuevo.

Pero ninguno querían dejar de intentarlo.

Las pocas veces que habían coexistido en paz, habían sido sumamente placenteras. A Tony le gustaba oír de las aventuras que tuvo Steve en la guerra, de como su padre era más como él cuando era joven, que fue el rubio quien lo presento con su madre, ese día nadie podía dejar de reír al escuchar como el gran Howard Stark tartamudeaba delante de una linda chica

Al capitán le asombraba el intelecto de Stark, nunca entendía una palabra de lo que el y Bruce presentaban para el equipo, pero siempre era el primero en llegar y el que mayor atención ponía, se sabía de memoria los gestos del genio, sabía distinguir su seño fruncido cuando era de enojo, a cuando solo era por hambre, o cuando ocultaba su tristeza detrás del sarcasmo.

Llegaron a la nave y subieron, Tony se colocó en el lugar del piloto y Steve se paró justo detrás de él, colocando su mano en el respaldo del asiento, y el genio deseando que fuera en su hombro, asi partieron, a lo que debería ser una simple misión de reconocimiento.


Claro, las cosas no siempre son como deberían.

- Clint está herido, necesitamos una extracción.- Se escucho por el intercomunicador.

- Yo llevaré a Barton a la nave, tu y Stark consigan los archivos.- Le dijo Thor al capitán, antes de girar su martillo y salir volando.

Steve miro a todos lados, tratando de encontrar la armadura de su compañero, solo escuchaba disparos, y los rugidos de Hulk.

Corrió hacia la entrada de la base, llegando justo cuando el genio aterrizaba frente a esta.

- ¿Alguna idea de como entrar?- Pregunto el rubio, tratando de regular su respiración por la pelea.

- Varias, pero supongo que quieres la más pacífica.- Bromeo Tony quitandose solo su casco.- Detrás de mi.- Indico cuando la mirada del capitán lo regaño.

Por alguna razón Steve lo obedeció, colocando su propio escudo en su espalda para cubrirse con el cuerpo de la armadura, en vez de hacerlo por cuenta propia.

El genio disparo a la puerta con sus manos, y está se deshizo en pedazos, dándoles a los dos hombres acceso libre a las instalaciones.

Todo lo libre que puede ser cuando están en un saqueo y hay cientos de soldados disparando.

- No hay tiempo para esto.- Se quejo el capitán, retomando su escudo y preparándose para pelear.- Consigue esos documentos, yo me encargo aquí.

Tony volteo a verlo, olvidando que no tenía su casco, permitiendo ver su expresión de preocupación por una milésima de segundo, antes de colocarselo de nuevo, y salir volando hacia el interior del lugar, dejando al rubio peleando.

"No son tantos" pensaba Steve mientras peleaba, había sido peor en la guerra, esas eran sus palabras de aliento siempre, que ya había pasado situaciones peores.

Pero jamás peores que la batalla de Nueva York, ese era su punto álgido, jamás admitiría el miedo que había sentido al combatir contra esas criaturas, y tampoco el dolor al pensar que el genio no saldria de ahi, mucho menos el alivio cuando este despertó.

No, estaba seguro que nada sería peor que eso.

No hasta que escucho una explosión cerca, y Stark no respondió al comunicador.


- Rápido...- Pidió volteando a ver la puerta.

Tony había encontrado la computadora principal rápido. Demasiado rápido.

Había salido de su armadura para poder manipularla mejor, quedándose está en automático, apuntando a la puerta.

El castaño había insertado un disco duro a la computadora y había comenzado a minar información, leyendo lo más rápido que podía, pasando la información de relevancia, evidencia, fotografías, perfiles de soldados, ubicaciones.

Aunque quisieran, la tecnología de Los diez anillos no competía contra la de Stark, ellos eran conquistadores, se dice que su organización se remonta a miles de años en el pasado, así que para Tony no estaba resultando para nada difícil desencriptar los archivos y tomar todo lo que necesitaba.

Estaba seguro que está vez podrían llegar a Wenwu.

Escucho a Hulk bastante cerca, eso podía ser o muy bueno o muy malo, así que se alejo de la computadora un momento, su armadura aún atenta a la puerta, se acercó a la ventana que estaba ahí, el hombre verde corría golpeando tanques, y sacando a sus ocupantes para mandarlos a volar, pero más arriba, oculto por unas rocas, estaba otro cañón el cual disparo, y el proyectil fue directo a Tony.

Volvió corriendo, lanzándose al ordenador para tomar el disco duro, y cuando la armadura se abrió para él, el proyectil impactó justo en el piso de arriba, explotando todo a su paso, haciendo que el techo cayera sobre el genio.


Steve corría todo lo que sus piernas le permitían, pero cuando doblo en una esquina, estás se clavaron al suelo, sintiendo como el frío recorría su columna.

Había un gran agujero en el edificio, abarcaba dos pisos de alto, y algunos buenos metros de ancho, y por los cables y láminas que podía ver colgando o clavados en las paredes, ese había sido el cuarto de control, lo que hizo que se sintiera peor, por qué entonces ahí debía de estar Tony hace unos segundos.

- Jarvis, puedes encontrarlo.- Pregunto al aire.

- No logro reiniciar el sistema de la armadura, Capitán.- Respondió la IA.

Steve se lanzó a los escombros, levantando y empujando lo que se le pusiera enfrente, escucho a Banner rugir cerca, por un segundo temió, pues el descontrol de Hulk podía empeorar todo, pero se convenció de que a Bruce le importaba Tony lo suficiente, como para que el hombre verde pudiera ayudar.

- Cap, ¿Todo en orden?- Escucho la voz femenina en el intercomunicador.

- Romanoff ¿Puedes acercarte? Necesito a Hulk y me vendrías bien cerca.- Respondió levantando un trozo de concreto, que para este punto no sabía si era techo, pared o suelo.

- Entendido.

- ¡Hulk!- Llamo, llegó después de un momento, mirando a todos lados, buscando lo que aplastaria.- Te necesito grandote, hay que encontrar a Stark.- Explicó, quitando más piedras del suelo.

El hombre verde bufo un momento, mirando los escombros, asimilando lo que el capitán había dicho, osea que el hombre de metal estaba bajo las piedras, eso era malo.

Sus manos comenzaron a lanzar escombros a sus espaldas, levantando los más grandes, los tubos torcidos y las vigas pesadas, a Steve se le habían roto los guantes, y sus manos comenzaban a sangrar, su corazón latía tan rápido que parecía que saldría de su pecho, se estaba impacientando, si Tony estaba abajo de todo eso, estaría muy mal herido.

Finalmente Hulk levanto un trozo de pared, encontrando un escritorio bastante aplastado, pero con el espacio suficiente dentro para que el genio se haya metido, suavizando un gran porcentaje del derrumbe.

- ¡Stark!- Grito Steve, quitando el escritorio y lo poco que quedaba de concreto, para poder tomar al genio entre sus brazos.

A sus espaldas escuchaba a Natasha calmando a Banner, devolviéndolo a normalidad, arriba escucho el quinjet, posiblemente pilotado por Jarvis, bajando cerca de ellos para poder extraerlos, alguien le pregunto si habían conseguido la información, pero Steve no estaba poniendo atención a nadie.

Levanto al genio y subió a la nave, colocandolo en la camilla, solo giro a ver a sus compañeros, Clint se tomaba un brazo lleno de sangre, pero se veía bien, la pelirroja estaba subiendo, con sus brazos alrededor de los hombros de Banner, quién se cubría con una manta, Thor cerraba la compuerta.

El capitán ordenó a Jarvis volver al complejo y devolvió la mirada a Stark, para no despegarla de el en todo el viaje de regreso.