T2 Capítulo 1: Sin dejar morir el pasado
***Nadeshiko***
Cuando decidí estirarme un poco en la silla me di cuenta de que ya era de noche. Las ventanas de la biblioteca mostraban un cielo estrellado y cuando volteé a mi alrededor vi que ya no quedaban muchas personas. Saque mi celular y casi digo una maldición cuando veo que casi es media noche. Recogí las cosas rápidamente y salí casi corriendo del lugar, tenia toqué de queda, una nueva y tonta regla del tío Touya y mi toque de queda terminaba justo a las 12, así que volví a ver el reloj que me mostraba que solo tenia quince minutos para llegar a casa, de nuevo maldije al cielo en el momento que comencé a correr. Estaba en mi tercer año de universidad, estudiando negocios internacionales, desde pequeña lo único que había escuchado hablar era a mis padres de ese tema, así que sin siquiera darme cuenta comenzó a gustarme y además le entendía. Pero en estos momentos en los cuales me encontraba corriendo por mi vida me arrepentía mucho de no haber tomado algo mucho mas sencillo, algo que no requiriera que mi cabeza estuviera hasta estas horas en la biblioteca tratando de hacer un trabajo que realmente no me importaba mucho. Cuando estaba aun a unas cuadras de distancia sonó mi celular, tuve miedo por un momento de ver quien era, pero cuando vi que era el numero de mi hermano conteste mas tranquila.
-Espero sea algo de vida o muerte Ryu- aun estaba corriendo, sabiendo que el tiempo no hacia mas que avanzar.
"Se trata de tu vida hermana, el tío Touya esta a punto de salir a buscarte"- sentí un escalofrió traspasar mi espalda, él nunca hacia eso, al menos que se encontrara realmente molesto o preocupado. Y sabiendo que no es la primera vez que me pasa sabia que la respuesta no era precisamente la segunda.
-No permitas que salga, estoy a unos minutos de estar ahí
"¿Y que ganare yo si lo detengo?- Maldito mocoso sabia que no podía solo llamar para avisarme, estaba divertido torturándome.
-Te llevare a comprarte el juego que papá no quiso comprarte la ultima vez- mi voz comenzaba a sonar casi sin aliento. No importaba que sea una persona atlética, en estos momentos mi cuerpo se encontraba demasiado cansado como para no demostrarlo de una forma.
"Y una comida en el restaurante italiano"- en estos momentos estaba imaginando como lo golpeaba hasta que no quedara nada de él.
-Tu sabes que detesto esa comida
"Puede que no alcance al tío Touya si me tardo mas tiempo en el teléfono"
-¡Esta bien! ¡Esta bien! Te llevare también al restaurante italiano, ahora ve y detenlo- ya podía ver mi casa, que estaba al final de la calle, estaba a tan solo unos segundos de llegar. Tomé de las ultimas reservas de energía que tenia y corrí aun mas rápido que antes.
"Tienes dos minutos"- dicho esto mi hermano colgó la llamada, ahora contaba solo con la fuerza de mis piernas para poder llegar antes de que el tío Touya saliera al patio de la casa. En veces anteriores lo que hacia era esperarme justo en la puerta de la propiedad, para después lanzarme un discurso y un interrogatorio. Tenia decirle casi con segundos donde había estado y con quien, al final siempre era lo mismo, me amenazaba con no dejarme salir el fin de semana y que consideraría el mejor tomar las clases desde casa. Al final me hacia entrenar con él hasta que mi cuerpo no pudiera mas. Así que cuando traspase esa puerta y no lo vi deje caerme en el césped del patio, mi pecho subía y bajaba con mucha rapidez señal de todo mi cansancio.
-12:02 tuviste suerte que Ryu tuviera dudas de la clase de hoy- casi salte del susto cuando escuche esa voz y enderece mi cuerpo hacia su origen.
-¿Papá?- me quede sentada mientras veía como se acercaba mas a mi
-¿Qué fue esta vez?- traía en su mano una botella de agua y me la ofreció, él traía ropa deportiva y su cabello se encontraba un poco húmedo, al parecer acaba de terminar con su entrenamiento.
-Gracias- tome un poco del agua y después conteste a su pregunta- tengo un trabajo de una clase y si venia a hacerlo aquí no iba a poder enfocarme como quisiera así que me quede en la biblioteca haciéndolo- le entregue de nuevo el agua y me atreví a hacerle una pregunta- ¿Por qué tengo este toque de queda? Es absurdo tener que correr hasta morir todos los días
-Sabes tu importancia en la familia y en el clan Nadeshiko, son solo acuerdos a los que llegamos todos, incluyéndote
-Lo se Padre, pero, quisiera tener una vida normal como los demás de mis compañeros, quisiera no estarme preocupando por llegar temprano, quiero poder salir con ellos a karaokes, antros, fiestas...
-Si te diéramos la libertad que quieres, ¿realmente lo harías? Mírate hoy llegando tarde por estar en la biblioteca- en cierta manera tenia razón de eso, pero realmente estaba cansada de vivir así.
-Tal vez si no tuviera tan restringido el tiempo no tuviera que matarme por hacer mis deberes entre semana y así tendría mas tiempo de salir
-¿Tus amigos porque no estaban contigo en la biblioteca?- hice una cara de molestia al recordar el porque me encontraba tan sola en la universidad.
-Si no hubiera sido por el tío que ahuyento a la mitad de los que quisieron si quiera saludarme, todo fuera mas sencillo. La única que siempre esta conmigo es Akane y hoy tuvo que ensayar para su presentación de la próxima semana- de pronto me di cuenta lo que estaba haciendo, él estaba desviando mi queja, tal y como lo hacia siempre que intentaba hablarlo con él- Pero eso no tiene mucho que ver aquí, Padre, estoy por cumplir 22, la mayoría de mis compañeros o vive en el campus o renta un departamento cerca, tal vez yo podría...
-No será posible hija- fue corto y directo- los del clan no lo permitirán
-Pero tu también eres el jefe del clan, te escucharan a ti. Tu puedes hablar con el tío Touya y convencerlo de...
-No puedo hacerlo, sabes como son las reglas y ya te dije, recuerda cual es tu lugar aquí, la importancia que tienes y no solo para el clan sino también para tu madre y para mi- sabia que esta conversación terminaría de esta manera, ya lo había intentado innumerable de veces, al menos quisiera tener la valentía que tenia de niña, de poder escaparme sin que ni si quiera notaran cuando lo hice. De no ser porque prometí que no volvería a preocupar a madre de esa manera, desde hace mucho tiempo me hubiera escapado.
-Tenia curiosidad de porque Ryu estaba preguntándole tantas cosas sobre el cuerpo humano a Touya, jamás lo había visto tan conflictuado por tratar de explicar algo- mi mamá rio para después darse cuenta de que el ambiente estaba muy pesado, yo aun estaba sentada en el césped pero al verla me fui levantando- ¿Paso algo?
-¿Hay alguna manera de que yo pueda irme a vivir a los dormitorios de la universidad?- mi padre volteo a verme casi con cara de molestia para después dejar salir un suspiro largo y pesado, mientras que yo me quede viendo a mi mamá esperando la respuesta.
-¿Ya no estas cómoda viviendo con nosotros? Sabes que estamos intentando darles el mayor espacio posible- la cara de angustia de mi madre siempre me hacia dudar y al final lograba que desistiera de lo que fuera que yo hubiera querido decir.
-¿Crees que esto es el mayor espacio posible? Estoy harta de esto mamá
-Nadeshiko habíamos tenido esta conversación hace un año y por lo mismo hicimos que Touya no fuera mas a escoltarte a la universidad, ¿no es eso suficiente?- me tomo de las manos y me hizo verla a los ojos
-¿Qué pasaría si yo no quiero heredar el clan?- sentí como las manos de mi mamá alrededor de las mías temblaron un poco y también sentí como mi papá se tenso mucho al escucharme, poniendo una postura recta.
-Sabes que eso no es una opción- mi mamá muy pocas veces usaba una voz severa, eso casi había formado parte de su pasado, junto con mi papá Yue, pero en ciertas ocasiones ella volvía a hablar así si algo no le gustaba.
-Ella lo entiende Sakura- la voz dulce de mi papá siempre lograba tranquilizarla, era como una especie de advertencia, un ultimo obstáculo antes de que ella perdiera el control.
-No, no lo entiendo. Yo no pedí esto, no pedí heredar el clan- solté las manos de mi mamá y ella ya estaba mas enojada.
-Nadeshiko, tranquilízate- mi papá trataba de usar la misma voz conmigo, siempre tratando de suavizar las cosas, pero en este momento estaba estallando completamente como para que pudiera hacerle caso.
-Estoy diciendo la verdad, toda mi vida han controlado cada pequeña parte de mi, siempre han decidió lo que tengo o no tengo que hacer. Dime una cosa mamá, ¿a ti te gustaría que te mantuvieran encerrada? Que no te permitieran salir sin tener a mas de diez hombres detrás de ti- mi mamá no decía nada, solo se había quedado observándome y tratando de controlarse.
-Nosotros lo hacemos para protegerte- la mirada de mi mamá estaba comenzando a temblar y cuando mi papá trato de tranquilizarla ella no lo dejo hacerlo.
-¿Esto te decían ellos mamá? ¿Qué lo hacían todo para protegerte?- supe que había dicho algo demasiado fuerte cuando vi la mirada de mi mamá oscurecerse, sabia que lo que mas le dolía era recordar el pasado, era algo que compartíamos, ese mismo dolor.
-Es suficiente Nadeshiko, ve adentro- mi papá me había hablado con un tono mas grave, aun no se encontraba enojado, pero era una ultima advertencia.
-Me voy, pero estén conscientes que yo en este momento estoy viviendo lo mismo que en aquel entonces y que papá Yue no permitiría esto- sin esperar ninguna reacción de su parte me metí rápidamente a la casa. Entre furiosa ni si quiera salude solo pase directo a mi cuarto y cuando llegue ahí llore hasta quedarme dormida.
A la mañana siguiente no tenia que ir a la universidad, era mi día libre, así que era el día que me tocaba entrenar. Cuando me desperté sentí el cuerpo muy pesado, no sabia bien si se debía al ejercicio o a todo lo que había llorado, pero aun así sabia que no tenia mucho tiempo antes de que alguien viniera a tocar mi puerta para decirme que mi tío Touya me estaba esperando para comenzar el entrenamiento. Después de bañarme me vestí con un leggins deportivo y me puse un top y encima de él una sudadera, también recogí mi cabello y le di un vistazo a mi aspecto antes de salir, yo tenia una especie de habilidad, por mas que llorara en mi cara no se mostraba ningún rastro de ello, mis amigas siempre que terminaban con su novio venían al día siguiente casi muertas. Siempre me decían que era imposible que no importara lo que pasara yo siempre iba con un rostro radiante, como si no hubiera ocurrido nada. Cuando baje estaba el tío Touya ya haciendo calentamiento junto con Ryu, yo solo me puse a lado de mi hermano y comencé a estirar mi cuerpo, haciéndolo entrar en calor.
-Espero y recuerdes nuestro trato- Ryu casi dijo eso susurrando, con el objetivo que nuestro tío no escuchara nada. Yo solo asentí y seguí con mi calentamiento.
El entrenamiento estuvo como siempre, no era como si nos enseñara algo nuevo, al menos no a mi. Siempre decía que yo tenia que hacerlo para no perder la practica, pero, sabia que no era algo que iba a usar en algún momento. Habíamos tenido mas de diez años de tranquilidad, los clanes habían progresado al igual que la empresa de mi papá, ya no había conflictos ni intentos de asesinatos, simplemente paz. Cuando habíamos terminado el entrenamiento yo estaba por meterme a la casa y darme un baño cuando Ryu aun en el suelo me hablo.
-Recuerda que iremos de compras- aun le costaba mucho tratar de rendir en los entrenamientos, aun cuando con él Tío Touya era mucho mas considerado debido a su condición física, mala suerte al heredar la misma enfermedad que mi papá.
-Primero tengo que ir a un lugar
-No habías mencionado que saldrías, ¿A dónde iras?- el tío Touya había alcanzado a escucharme y yo casi hice una mueca de molestia.
-Iré al hospital- él sabia a lo que me refería, solo voy al hospital cuando tengo ganas de ver a mi papá Yue.
-Iré contigo- iba a protestar cuando la voz de mi mamá se adelanto.
-Ella ira sola- tanto el tío Touya como yo nos quedamos viéndola incrédulos, aunque segundos después mostrar una sonrisa triunfadora.
-Sakura, no creo que sea muy conveniente que ella...
-Creo que ella conoce perfectamente el camino, así que puede ir y regresar sola- casi le di un abrazo a mi mamá de la emoción- y ni se te ocurra poner a alguien a seguirla
-Tío, ¿Hiciste algo para que madre se enojara?- casi me hecho a reír al ver que Ryu y el tío Touya no entendían que pasaba.
-Ve al hospital mientras que Touya y yo hablamos sobre unos asuntos- solo asentí y salí corriendo a arreglarme.
El camino al hospital fue muy tranquilo, había obtado por ir en autobús ya que en raras ocasiones me dejaban hacerlo. Cuando llegue las enfermeras ya me conocían y me dejaron entrar a la habitación de mi papá sin hacer todo el papeleo que deberían. Yo iba a visitarlo mínimo una vez a la semana, al menos así era actualmente por culpa de la universidad, antes venia casi a diario, me senté en la silla que estaba a lado de su cama. Se veía como si estuviera durmiendo, tranquilo, su cabello seguía igual de plateado aunque ya estaba demasiado largo, el Tío Touya había dicho que hubo un tiempo en el que el cabello de papá Yue era muy largo y brillante.
-Me da mucho gusto verte, ni si quiera traje algo. Me sorprendió tanto que me dejaran venir sola que no pude pensar en otra cosa mas que en llegar y poder platicarte como me siento- arregle un poco la sabana en su cuerpo y después volví a sentarme, solo que antes de volver a hablar mi estomago hizo un sonido fuerte- creo que debería de ir por algo de comer, iré rápidamente a la maquina por unas galletas, ahorita vuelvo.
Salí de la habitación y me dirigí a donde estaban las enfermeras ya que ahí había una maquina, una de las enfermeras al verme me saludo alegremente.
-Niña Nadeshiko, no la esperábamos hoy por aquí- la señora era la jefa de enfermeras y me había visto por aquí desde que internaron a mi papá.
-Solo tenia ganas de verlo, por lo visto no ha habido novedades- aun con una sonrisa vi que hizo cierta cara de tristeza.
-Lo siento niña Nadeshiko, todo sigue igual que siempre- me dio unas palmadas en mi hombro y después fue con las demás enfermeras. Compre mis galletas y unas cuantas botanas para los demás y se las deje en el recibidor. Cuando estaba regresando a la habitación vi a unos hombres algo sospechosos ir hacia la salida del hospital, eran mas de cuatro y parecían que estaban escoltando a alguien, no pude ver bien de quien se trataba pero mi corazón se agito cuando un cabello plateado brillo.
-¡Ayúdenme! ¡Necesito ayuda! ¡Llamen a seguridad!- una enfermera comenzó a gritar desesperadamente y yo seguí su voz hasta llegar al cuarto donde se encontraba mi papá, por un momento entre en pánico pensando lo peor. Cuando entré a la habitación la enfermera estaba aun en estado de shock y al ver a la cama supe a que se debía.
-¿Qué paso?- en la cama donde se suponía que debía de estar mi papá ahora se encontraba totalmente vacía y yo definitivamente entre en pánico.
-Había... había hombres con armas y de pronto... ellos...
-Necesito que te enfoques, dime que fue realmente lo que paso- la enfermera estaba tratando de enfocar mis ojos pero se veía que estaba muy fuera de si, aun así trato de poner en palabras lo que había pasado.
-Esos hombres, cuando yo llegue el señor Yue ya estaba despierto, no se que dijeron pero se lo llevaron con él, me amenazaron con hacerme algo si gritaba en ese momento- no escuche mas y casi por instinto salí corriendo hacia donde se habían ido los hombres unos momentos antes, estaba segura de que era él a quien había visto. Cuando estuve afuera vi una camioneta en donde los hombres apenas estaban terminando de subirse, así que de nuevo, sin pensar si quiera la situación corrí hacia donde estaban ellos- ¡Papá!- los hubiera alcanzado si no hubiera sido por una persona que me sostuvo de los brazos y me empujo hacia atrás de unos carros que estaban estacionados, quedando totalmente fuera de la vista de los demás.
-¿Acaso estas loca? Esos hombres están armados- no reconocía su voz, aun estaba atrás de mi y me tenia agarrada de la cintura y había tapado mi boca. Trate de soltarme pero él mantenía el agarre fuerte, así que como cualquier otro entrenamiento tome una de sus manos y utilice mi cuerpo para voltearme al mismo tiempo que ponía su cara sobre el pavimento.
-¿Quién te crees que eres para detenerme?- el hombre que me había detenido no era mas viejo que yo, tal vez éramos de la misma edad, su cabello era oscuro y su piel demasiado pálida y por su fisionomía estaba segura de que se trataba de un extranjero.
-Alguien que esta tratando de evitar que maten a una mujer, vi a esos hombres subirse solo hice lo que haría cualquier persona- en ese momento escuche el re chinillo de unas llantas y cuando voltee a ver la camioneta ya no se encontraba ahí.
-Eres un idiota, jamás vuelvas a aparecer en frente de mío- dicho eso lo solté de mala gana y me fui rápido por mis cosas mientras tanto marque el numero de mi papá Shaoran.
-Pensé que no llamarías hasta en la noche, tu mamá me dijo...
-¡Papá!- Estoy segura de que se dio cuenta que algo sucedía porque tardo unos segundos en contestar, a juzgar por el ruido que se apago, supuse que se fue a un lugar mas privado para hablar.
-¿Qué paso? ¿Te encuentras bien?
-Yo estoy bien, papá Yue despertó- no podía detener las lagrimas que estaban comenzando a correr por mi rostro
-Deberías de estar contenta, ¿paso algo mas?
-Unos hombres armados se lo llevaron y no pude alcanzarlos a tiem...
-¿Qué? ¿No pudiste alcanzarlos? ¿Acaso intentaste hacer algo?- se escucho un pesado suspiro ahora si se encontraba enojado- ¿Dónde estas en estos momentos? Voy para allá
-En el hospital, aquí todo es un revuelo y...
-Mantente a salvo, no tardare en llegar
-Pero papá, ¿Qué pasara con esos hombres?
-Llevare alguien para investigar, no te preocupes estaré ahí pronto- dicho esto colgó el teléfono y de alguna manera el saber que pronto ya no estaría sola aquí me hacia sentir mejor.
No podía creer lo que acababa de pasar, espere por casi 15 años para que despertara, siempre mantuve la esperanza de que eso pasaría algún día y había soñado miles de situaciones posibles para el momento. Jamás me hubiera imaginado que ni si quiera tuve la oportunidad de verlo, que el momento en el que el despertara estuvieran esos hombres y se lo llevaran de mi lado tan fácilmente. El dolor que ahora se encontraba dentro de mi era demasiado grande para poder soportarlo, sentía como si me hubieran quitado una parte de mi vida y ni si quiera había podido hacer algo, ni si quiera los pude detener solo había dejado que ese estúpido desconocido me detuviera. En este momento tenia ganas de matarlo y podría hacerlo si se aparecía en este momento en frente mío. ¿Y ahora como voy a encontrarlo? ¿Quiénes eran esos hombres? ¿Qué quieren de él?
***Notas de autor***
Este nuevo inicio esta muy intenso, ahora podemos ver a una Nadeshiko ya grande, aun no una adulta, bueno al menos no de mente. También pudimos echar un vistazo a lo que ha sido de la vida de los demás, Sakura, Shaoran, Touya y hasta al hermano de Nadeshiko, Ryu. Todos ellos han cambiado de una manera u otra, aunque hay que dejar en claro que la forma en la que fueron descritos aquí de una forma u otra es desde la perspectiva de Nadeshiko, y ella aun mira con ojos de adolescente y es de alguna forma entendible al ver el estilo de vida que ha tenido y la enorme carga que tiene sobre sus hombros.
Al igual que las historias anteriores tendremos mas perspectivas, ¿cuantas? aun no lo se, pero si habrá de mas de una persona. Todo ira tomando forma conforme avancemos en la historia.
Saludoos y nos leemos pronto n_n :*
