T2 - Capítulo 24 – La sonrisa más bella
Dusk Shine se encontraba parado frente a su maestra con una mirada un poco nerviosa. El día anterior, Celestia le había dicho que quería conversar con él luego que la competencia nacional de postres terminara. Sin embargo, luego que Pinkie Pie huyera, Dusk eligió ir tras ella y volver junto a Pinkie a Ponyville. Por esa razón, es que esa mañana Dusk había tomado a primera hora el tren para volver a Canterlot, para disculparse con su maestra.
Al llegar al castillo, Dusk Shine avisó de su llegada a los guardias. Sin embargo, a diferencia de tantas otras veces en que Celestia lo recibía inmediatamente, esta vez Raven Ink, la encargada de la agenda de la princesa, le indicó que tendría que esperar su turno por una audiencia, como cualquier otro pony. De inmediato Dusk pensó que aquella era la forma en que la Princesa Celestia lo castigaba por haberse ido sin avisar el día anterior, lo que hizo que se quedara nervioso a la espera de su audiencia.
Así fue como finalmente, luego de una larga espera, Dusk fue anunciado para entrar al gran salón principal. Allí, se encontraba la princesa Celestia, junto a su hermana, la princesa Luna. Ambas sentadas elegantemente en sus tronos, tal como siempre recibían a todos los que pedían audiencias con ellas.
"Princesa, yo… quería disculparme por no ir a la reunión que acordamos ayer." Dijo Dusk nervioso, haciendo una pequeña reverencia. Después de todo, aunque fuera su maestra, Celestia seguía siendo una princesa, y no había sido correcto hacerle tal desaire. "Ayer, mi nov- eh, mi amiga Pinkie Pie tuvo un problema y volvió a Ponyville. Así que decidí acompañarla." Agregó Dusk, poniéndose aún más nervioso al darse cuenta que aún no estaba seguro de si podía llamar novia a Pinkie Pie, luego de lo sucedido el día anterior. Después de todo, no habían vuelto a hablar luego de volver a Ponyville, y quizás ella no veía a Dusk como su novio.
"Bueno, la ley dice que ofender a una princesa real es un grave delito." Dijo Celestia, con una mirada muy seria. "¡Una que se castiga con exilio al Tártaro!"
"¡Hermana!" Interrumpió Luna, mirando molesta a su hermana mayor.
"¡Pffft! Luna, era solo una broma. Relájate." Dijo Celestia, cubriendo su boca con una pequeña risa. Ya que todo ese acto había sido para molestar a Dusk, pero claro, su hermana no tenía el mismo sentido del humor que ella. Entonces Celestia volvió a mirar a Dusk y sonrió con ternura. "Dusk, no hay por qué disculparse. Cuando una amiga te necesita, debes ir con ella. Me alegra que siguieras tu corazón. De hecho… es algo que me alivia." Agregó Celestia, con una sonrisa un poco nerviosa. Algo que no pasó desapercibido para Dusk.
"¿La alivia? ¿A qué se refiere?" Preguntó Dusk confundido.
Ante la pregunta de Dusk, Celestia desvió ligeramente la mirada, concentrando su vista en el flanco de Dusk. Manteniendo su sonrisa de póker, pero quedándose en silencio por unos segundos.
"Dusk, ¿Has sentido algún cambio en ti recientemente? Me refiero, aparte de tu cutie mark." Preguntó finalmente Celestia, volviendo a mirar a Dusk. Esta vez, con una mirada más seria.
"Bueno… Ahora que lo menciona, sí hay algo. O al menos eso creo." Respondió Dusk, con una mirada insegura. "Cuando descubrí lo de mi cutie mark, pasé días junto a Spike, usando mi magia de distintas formas en distintos experimentos, para intentar averiguar qué ocasionó el cambio en mi cutie mark. Sin embargo, nada de lo que intenté funcionó…" En ese instante Dusk, levitó su casco y lo rodeó con un poco de su magia. "Fue entonces que pensé: No es normal que haya hecho decenas de experimentos mágicos durante días, y que no hubiera sufrido agotamiento mágico."
"¿Dices que tu cantidad de mana mágico aumentó?" Preguntó Celestia con mucha curiosidad.
"Eso creo, pero no estoy seguro, ya que no es como si antes supiera cuál era mi límite antes de agotarme." Dijo Dusk, rascándose la cabeza confundido. "Es algo muy leve, y mi poder como tal no ha aumentado. Pero creo que mi reserva mágica si aumento un poco."
"Hmm, eso tiene sentido. En mis más de mil años gobernando Equestria, solo conozco un caso en que un pony cambió su cutie mark. Y en ese caso, también ocurrió un cambio en la magia de ese pony. Aunque el cambio de su magia fue mucho más radical y peligroso." Dijo Celestia, con una mirada pensativa.
"¿¡Ya conocía un caso similar!?" Dijo Dusk sorprendido. Luego bajando su cabeza pensativo, hablando más consigo mismo que con las princesas. "Entonces mi caso es raro, pero no único… Pero… ¿Qué le sucedió a ese pony?"
"¿Por qué no le preguntas tú mismo?" Dijo Celestia con una triste sonrisa. Mirando hacia su lado.
Al seguir la mirada de Celestia, Dusk se quedó confundido unos segundos al ver que Celestia miraba a su hermana menor. Todo mientras Luna mantenía su mirada gacha, mirando con tristeza al suelo. Sin ser capaz de ver a Dusk a los ojos.
Fue en ese instante, luego de ver la triste mirada de Luna, que Dusk abrió grande sus ojos al comprender lo que decía su maestra.
"Nightmare Moon…" Susurró Dusk sorprendido.
Tal como dijera Celestia, Dusk recordaba haber visto la cutie mark de Nightmare Moon, la cual tenía una forma muy similar, casi idéntica, a la de Luna cuando se deshizo del espíritu malvado de Nightmare Moon. Sin embargo, a pesar de ser similares, ambas cutie mark eran de distintos colores. La cutie mark de Nightmare Moon había sido una luna creciente de color verde azulado, sobre un fondo morado; mientras que la de Luna era una luna creciente blanca sobre un fondo negro.
Toda aquella conversación, era algo que Luna sabía que Dusk y Celestia tendrían en algún momento. Fue por eso que ella decidió asistir a esa audiencia con Dusk. Sin embargo, a pesar de saber que Dusk la miraría con esa mirada de miedo al recordar a Nightmare Mooon, Luna de igual forma sintió culpa y dolor al ver que Dusk recordaba su peor momento, lo peor de ella.
"Entonces… Eso significa que mi cutie mark… que yo…" Dijo Dusk con un leve temblor en su voz. Imaginándose que él podría volverse malvado, tal como Nightmare Moon.
"No necesariamente." Dijo Celestia, haciendo aparecer un viejo pergamino frente a ella. "Hice un poco de investigación en mi biblioteca privada. Y tal parece que en su época, Starswirl también encontró a un pony que sufrió un cambio en su cutie mark." Agregó Celestia, abriendo el pergamino y mostrándoselo a Dusk.
"Este… ¿¡Este pergamino lo escribió Starswirl el Barbado!?" Dijo Dusk con enormes ojos de asombro. Tomando el pergamino con el máximo cuidado posible, como si fuese lo más sagrado del mundo. Por su parte, Celestia simplemente sonrió al ver a su querido alumno con esa mirada infantil de asombro.
"Aunque no menciona nombre alguno, ni lo que sucedió con ese pony, Starswirl menciona que ese pony cambió su cutie mark, pero no se volvió malvado. Al contrario, ese pony cambió de actitud y enderezó su camino para bien, fuera que fuese." Continuó hablando Celestia, mientras Dusk leía embobado el viejo pergamino. "Como sabrás, las cutie marks son una magia muy antigua y poderosa. Ni siquiera yo, con mi magia alicornio, puedo alterar una de forma completa. Es por eso que Starswirl tenía la teoría que habían dos factores necesarios para alterar una cutie mark. Primero, debe existir una poderosa fuente de magia externa. Una lo suficientemente fuerte como para superar la magia de una cutie mark. Y segundo, el pony que experimente esa poderosa magia, debe de sufrir un gran cambio emocional en ese preciso instante. Algo lo suficientemente fuerte como para que altere el sentimiento o ideal que forjó la cutie mark original."
En ese instante, Celestia se quedó en silencio unos segundos. Por lo que Dusk bajó el pergamino y miró a su maestra. Quien ahora lo veía seriamente, directo a los ojos.
"Dusk, ¿Has sufrido de algún shock emocional recientemente? ¿Algo que haya alterado de alguna forma tu personalidad?" Dijo Celestia, mirando fijamente a Dusk. En tanto que a su lado, Luna inclinó su cabeza y cerró con fuerza sus ojos.
No era necesario que su hermana lo dijese, Luna sabía perfectamente lo que pasaba por la mente de Celestia en ese momento. Su hermana tenía miedo que Dusk sufriera la misma transformación que la había llenado de ira y la había transformado en Nightmare Moon.
"Bueno, sí… Es decir, toda la boda fue un carrusel de emociones." Respondió finalmente Dusk, con una sonrisa nerviosa. "Me secuestraron, vi como casi asesinan a mi hermano, me enfrenté a una malvada y poderosa criatura cambia-formas, usé el poder del amor y la amistad para salvar el reino, y por supuesto, mi novia terminó conmigo."
"¿¡Ya no eres novio de Applejack!?" Preguntó repentinamente Luna, casi con un grito. Algo que sorprendió mucho a Celestia y Dusk. Por lo que Luna rápidamente desvió la mirada y bajó su rostro para intentar ocultar su vergüenza.
"Mis informantes tenían razón. ¡El matrimonio con Applejack solo duraría un mes!" Pensó Luna feliz, intentando ocultar una sonrisa en su rostro que comenzaba a crecer. Sintiendo un gran alivio al descubrir que Dusk estaba nuevamente soltero.
Por su parte Celestia miró con curiosidad a Luna, pensando en una loca idea al ver así de emocionada a su hermana, solo por descubrir que Dusk terminó su noviazgo. Una idea tan descabellada que Celestia inmediatamente la descartó y volvió a concentrarse en Dusk Shine.
"Si la teoría de Starswirl es correcta, cualquiera de esas fuertes emociones pudo haber desencadenado el cambio emocional requerido para cambiar tu cutie mark. Lo que nos deja el segundo factor, la fuente externa de magia que te afectó. Y al igual que tus emociones, creo que también tengo varias opciones. Cuatro para ser específicos." Dijo Celestia, levitando una daga dorada que Dusk inmediatamente reconoció. La daga dorada con la que Chrysalis apuñaló a Shining Armor y que casi también lo apuñala a él. "Esta daga fue hecha con un antiguo collar, uno que estuvo inmerso en un pozo de magia oscura por muchos años. Además, esta daga también me apuñaló a mí, así que durante la boda, tenía algo de mi sangre… Esta puede ser una de las fuentes externas de magia que te afectó. De hecho, tengo la teoría que la sangre en esta daga salvó a Shining de morir al instante luego de ser apuñalado." Agregó Celestia, con una mirada pensativa. Acertando en aquella teoría.
"No creo que esa daga me haya afectado… Nunca sentí una magia proveniente de ella." Dijo Dusk, mirando con miedo aquella daga, ya que le traía muy malos recuerdos. Entonces Celestia guardó la daga e hizo aparecer un segundo objeto: la corona aplastada de Chrysalis.
"Esta corona tenía gran parte del poder de Chrysalis. Durante la boda, esta cayó y tú la destruiste." Dijo Celestia, entrecerrando ligeramente sus ojos y mirando atentamente a Dusk.
"Sí… Yo fui quien la aplastó…" Dijo Dusk con una mirada asustada. Recordando que a diferencia de la daga, él sí sintió la magia oscura que emanaba de esa corona. Y algo que no le había dicho a nadie, era que creyó escuchar un tenebroso grito, casi una carcajada, cuando la destruyó. "No… ¡No quiero imaginar que una magia así de oscura hubiera cambiado mi cutie mark!" Dijo Dusk temeroso.
"Es una de las opciones, pero la magia oscura no fue lo único que tocó tu corazón ese día." Dijo Celestia. Decidiendo seguir rápidamente con las otras dos opciones, al ver la mirada asustada de su alumno. "La tercera magia poderosa que pudo afectarte ese día, fue la magia de amor de Cadance y Shining. Un estallido mágico de amor puro y único. Uno que incluso pudiste imitar parcialmente con tus amigas, para derrotar finalmente a Chrysalis."
"¿Parcialmente?" Preguntó Dusk confundido.
"Dusk, Cadance es una princesa alicornio. Hay un fuerte linaje mágico corriendo por sus venas, de allí es que vino su poder. Pero en el caso tuyo y de tus amigas, a pesar de usar como combustible el amor, creo que la magia que usaron provino de otra fuente… de la cuarta opción que creo que pudo afectar tu cutie mark." Dijo Celestia, mirando con una pequeña sonrisa a Dusk. Ya que sabía que su alumno era lo suficientemente listo como para adivinar lo que ella pensaba.
"La magia de la amistad… O mejor dicho, los Elementos de la Armonía." Dijo Dusk, terminando de decir lo que Celestia quería. "Cree que la conexión mía y de mis amigas con los Elementos de la Armonía fue la que afectó mi cutie mark."
"Es una de las teorías." Asintió Celestia. "En una de tus cartas indicaste que ya habías logrado usar parcialmente la magia de la amistad sin portar los Elementos de la Armonía. Si no lo hubieras dicho previamente, diría que es imposible. Después de todo, ¿Cómo podrías conectarte a la magia de los Elementos de la Armonía sin tenerlos junto a ti?" Agregó Celestia mirando fijamente a Dusk. Ya que nuevamente quería que su alumno descubriese por sí mismo lo que ella estaba pensando.
En ese instante Dusk puso una mirada pensativa, hasta que abrió grande sus ojos y miró hacia su cutie mark.
"Mi cutie mark… ¿¡Cree que tiene una conexión con el Árbol de la Armonía!?" Dijo Dusk, recordando la estrella grabada en el Árbol de la Armonía. "¿Crees que por eso mi cuti mark cambió?"
"Puede ser, aunque aún no estoy segura." Dijo Celestia con una pequeña sonrisa. "Como te he dicho, hay varias teorías, unas mejores que otras. Lo único que espero, es que el cambio en tus estrellas sea algo positivo para ti, y para todos nosotros." Agregó Celestia, con una cariñosa sonrisa.
Tras las palabras de Celestia, Dusk bajó su cabeza y puso una mirada inquieta. Cuando Dusk había llegado al castillo, pensó que su sabia maestra tendría la respuesta al cambio de su cutie mark. Pero lo cierto era que ahora tenía más dudas que respuestas, y aquello lo puso nervioso.
"La Princesa no quiere decirlo, pero creo que quiere que entienda que estará en mí que este cambio que me afecta sea para bien o para mal…" Pensó Dusk, esperando que si de verdad existía una conexión entre su cutie mark y el Árbol de la Armonía, fuese algo bueno. Entonces Dusk abrió grande sus ojos al recordar algo. "Es cierto, yo no solo vine aquí a preguntar por el cambio en mi cutie mark. Hay algo muy importante que aún no sé y quizás también esté relacionado con mi cutie mark. Algo muy importante que debo saber… sobre el origen de mi familia."
En ese momento Dusk alzó su vista y abrió la boca para hablar. Sin embargo, no alcanzó a hacerlo, ya que repentinamente un pergamino mágico apareció frente a Celestia.
"¿Eso es una carta de Spike?" Preguntó Dusk, reconociendo inmediatamente el sello del pergamino.
"Así es…" Dijo Celestia, abriendo y leyendo rápidamente la carta. Luego ella se la entregó a Dusk con una gran sonrisa. "Es para ti."
Dusk Shine tomó la carta sorprendido y la leyó. En ella, Spike escribió sin muchos detalles que Pinkie Pie necesitaba su ayuda, y preguntaba si podía volver lo antes posible de su reunión con la princesa.
"¿¡Por qué justo ahora!? ¿No podría esperar Pinkie a que termine mi reunión con las princesas?" Pensó Dusk inquieto. Entonces él súbitamente cerró sus ojos y sonrió. "¿Dejar de lado algo que de verdad me importa, o ayudar a una amigo? ¡Je! La respuesta es obvia."
"Lo siento princesas, surgió algo importante. Debo volver a Ponyville de inmediato." Dijo Dusk con una gran sonrisa. Dando una rápida reverencia antes de salir rápidamente del gran salón.
"¿¡Eh!? ¡Oh! E-Espe…" Tartamudeó Luna mientras Dusk se iba. Queriendo detener al potro lavanda para conversar un poco más con él. Sin embargo, rápidamente Luna se dio cuenta que no sería bien visto por su hermana si ella detenía sin razón a Dusk, y se mordió la lengua para no detenerlo mientras se iba.
"Espero Celestia no se haya dado cuenta de lo torpe que actué…" Pensó Luna inquieta, mirando de reojo a Celestia. Esperando ver a su hermana mirándola fijamente, adivinando con su astuta mente por qué ella quería seguir charlando con Dusk.
Para su sorpresa, Luna descubrió que Celestia no se había dado cuenta de su exabrupto. Lo único que hacía Celestia, era mirar con una mirada preocupada la corona aplastada que había perdido Chrysalis. Totalmente perdida en sus pensamientos.
"Lo haces de nuevo, ¿Verdad?" Dijo Luna, mirando molesta a su hermana. "Estás ocultándome algo. Hermana, prometiste que ya no me ocultarías nada." Agregó Luna seriamente.
"No te estoy ocultando nada, Luna." Respondió Celestia, sin dejar de mirar la corona aplastada. "Es solo que siempre trato de pensar en todas las posibilidades ante un hecho extraño que no entiendo."
Luna se quedó mirando la corona que sostenía su hermana y adivinó lo que Celestia debía estar pensando.
"Te refieres a la corona. Cuando luchamos con Chrysalis, lo sentí." Dijo Luna, con una mirada inquieta. "Su corona tenía una magia muy oscura, pero luego que Dusk la aplastara, esa magia se esfumó."
"¿Reconociste esa magia?" Preguntó Celestia, entrecerrando ligeramente sus ojos. En tanto que Luna, abrió con sorpresa sus ojos y desvió la mirada. Quedándose en silencio unos segundos.
"Sí… Esa oscuridad… Se parecía a mi magia, cuando era Nightmare Moon." Respondió Luna, con una mirada triste.
"Cuando éramos solo unas potrancas, Starswirl encontró dos objetos con una poderosa magia oscura." Continuó hablando Celestia. "La antigua corona del Rey Orión y un libro, el libro que liberó la magia que te transformó en Nightmare Moon. Él encerró ambos objetos en un cofre, esperando que nadie jamás lo abriese." Dijo Celestia con una mirada preocupada. "¿Sabes por qué Starswirl guardó esos objetos, sabiendo que eran tan peligrosos?" Preguntó Celestia mirando a Luna.
"¿Para estudiarlos?" Respondió Luna alzando una ceja. Recordando que a su antiguo maestro le gustaba mucho investigar todo tipo de magia.
"Starswirl amaba aprender todo tipo de cosas, incluso él mismo creó hechizos de magia negra. Sin embargo, él sabía lo peligroso que eran esos dos objetos." Dijo Celestia, volviendo a mirar la corona con una mirada preocupada. "Él los guardó… porque no pudo destruirlos."
"¿¡Qué!? Pero entonces, ¿Cómo fue que Dusk pudo aplastar la corona?" Preguntó Luna sorprendida y confundida.
"Luna… ¿Sabes cuantas potrancas tuvo Starswirl como alumnas aparte de nosotras?" Preguntó Celestia mirando a su hermana. Quien quedó confundida ante el súbito cambio de tema. "Ninguna. Starswirl hizo una excepción con nosotras. Él nos enseñó magia siendo potrillas, porque sabía que nuestra magia alicornio necesitaba control. De lo contrario, nuestro propio poder podía destruirnos."
"¡Espera un momento!" Gritó Luna asustada. Finalmente entendiendo hacia dónde quería llegar su hermana. "¿¡Crees que el aumento en la magia de Dusk Shine es peligroso!?"
"No quiero pensar eso. Pero no es normal que haya podido destruir la corona. Una corona que ni Starswirl ni yo pudimos destruir." Dijo Celestia con una mirada preocupada. "Quizás lo estoy pensando demasiado. Quizás con los años, al estar hundida en ese oscuro pozo del que nació Chrysalis, la corona perdió su poder. Pero… siempre debo pensar en todas las posibilidades."
"Pero aunque Dusk hubiera tenido un repentino estallido de magia, eso es bueno." Dijo Luna nerviosa. "Tú misma lo dijiste, su nexo con el Árbol de la Armonía pudo brindarle magia para destruir la magia oscura de la corona. ¡Es magia buena!"
"Luna, no hay tal cosa como magia buena o mala. Una luz puede cegar, y la oscuridad puede ocultarte del mal. Son los ponies quienes deciden cómo usarla." Dijo Celestia, dando un gran suspiro.
"Quizás estoy pensándolo demasiado, pero tantos años cuidando a mis queridos ponies, me han hecho ser demasiado cauta." Pensó Celestia, temiendo por el futuro de su querido alumno. "No dejo de pensar si todo lo que ha ocurrido el último año, solo es coincidencia o es parte de algo más grande y oscuro que no alcanzo a ver…" Pensó Celestia, recordando lo impresionada que estuvo hace años, cuando vio por primera vez la cutie mark de Dusk Shine y el poder que desató ese día.
"No sé lo que nos depara el destino, pero sé que Dusk Shine estará involucrado de alguna forma." Agregó finalmente Celestia, mirando con preocupación a su hermana.
De vuelta en Ponyville, Dusk se apresuró a bajar del tren para ir lo antes posible hacia la biblioteca. Después de todo, si Spike le había escrito una carta, era porque Pinkie Pie de verdad debía de estar en apuros. Sin embargo, apenas Dusk salió del tren, casi choca de frente con los señores Cake, quienes habían esperado atentamente frente a la puerta del tren para ver quién bajaba.
"¡Dusk! ¡Lo lograste!" Dijo la Señora Cake. Dándole un fuerte abrazo a Dusk. Para completa sorpresa del unicornio lavanda.
"Temíamos que no pudieras llegar a tiempo. O peor aún, que nuestra carta no te hubiera llegado." Dijo el Señor Cake, con una cara muy cansada. Suspirando de alivio mientras su esposa seguía abrazando a Dusk.
"¿Qué? ¿U-Ustedes le pidieron a Spike que le enviara esa carta a la Princesa?" Preguntó Dusk muy confundido. Finalmente respirando mejor luego que la Señora Cake dejara de abrazarlo.
"Sentimos haber interrumpido tu reunión con la princesa, pero… ¡Estábamos desesperados!" Dijo el Señor Cake, muy apenado. Apretando su propia cara al recordar lo que habían tenido que pasar desde la noche anterior.
"Hemos buscado ayuda toda la mañana, pero todo el mundo está ocupado." Dijo la Señora Cake, también con una mirada apenada.
"¿Ayuda para qué?" Preguntó Dusk asustado. Preocupado al ver las caras cansadas y agotadas de los señores Cake, pensando que un gran mal debía de estar agobiando a aquella feliz pareja.
En ese momento el Señor y la Señora Cake se miraron preocupados y luego ambos voltearon para mirar a Dusk.
"¡Necesitamos una niñera!" Dijeron ambos señores Cake, con una mirada aterrada. Mientras que Dusk simplemente alzó una ceja confundido. Sin entender que ellos hubieran llegado al extremo de mandar una carta a la mismísima princesa Celestia por algo así.
"Luego que nuestro pastel ganó la competencia de postres en Canterlot, el mismísimo alcalde de Manehattan nos contrató para una importante recepción que tiene hoy en su ciudad." Dijo el Señor Cake, comenzando a explicar mejor la situación para que Dusk entendiera su gran dilema. "Es el trabajo más importante que jamás hemos tenido, así que debemos ir."
"El problema, es que alguien debe cuidar de nuestros pequeños bebés hasta que volvamos." Dijo la Señora Cake muy preocupada. "Le preguntamos a todos los ponies en el pueblo, pero nadie tenía tiempo hoy para cuidarlos."
"Ya veo…" Dijo Dusk con una mirada pensativa. Por un momento Dusk casi olvida que los señores Cake habían sido padres hacía poco, y ahora entendía su gran preocupación. Fue entonces que el peso de lo que realmente le estaban pidiendo los señores Cake le cayó encima a Dusk. "Esperen, ¿¡Quieren que YO sea el niñero!? ¿¡Acaso no hay nadie más disponible!?" Dijo Dusk aterrado, pensando que cuidar de dos bebés de solo un mes de nacidos, ¡Era demasiada responsabilidad! "¡Debe haber alguien más! Fluttershy, Cheerilee, Applejack…"
"Fueron nuestras primeras opciones, pero todas estaban ocupadas." Dijo el Señor Cake triste. "Le preguntamos a todos en el pueblo y nadie estaba disponible… Bueno… Nadie excepto… Pinkie Pie." Agregó el Señor Cake, desviando la mirada preocupado.
"¿Pinkie Pie? ¡Eso es genial! Seguramente ella es una mejor opción de niñera que yo." Dijo Dusk nerviosos. Queriendo por todos los medios evitar ser el niñero.
"Dusk… Nosotros amamos a Pinkie Pie, pero…" Dijo la Señora Cake, mirando preocupada a Dusk. Sin ser capaz de terminar su frase.
"¿Qué tiene de malo Pinkie Pie?" Pensó Dusk, comenzando a imaginarse a la pony rosa cuidando a dos bebés. Entonces Dusk se imaginó a Pinkie Pie malabareando con una motosierra y dos bebés en el aire al mismo tiempo. Luego pasó a imaginarse a Pinkie Pie vaciando un saco de dulces en las bocas de los bebés, llenándolos de azúcar y volviéndolos locos. "¡No! Pinkie Pie jamás haría eso… quizás…" Pensó Dusk algo inseguro.
"Antes de venir acá, dejamos a Pinkie Pie cuidando de los bebés, pero… De verdad quisiéramos que alguien un poco más responsable pudiera… ayudarla con eso." Dijo el señor Cake asustado.
"Pinkie es la pony más amorosa que existe en el mundo, pero cuidar a dos bebés es una enorme responsabilidad. Ella siempre juega con ellos, pero cuidarlos es algo muy distinto, y no estamos seguros si ella podrá sola con toda la responsabilidad." Dijo la Señora Cake, mirando con una mirada de súplica a Dusk. "Por favor, Dusk. ¿Podrías ayudarla?"
En ese momento el silbato del tren sonó, anunciando su próxima partida, hacia Manehattan. Entonces ambos señores Cake se quedaron mirando a Dusk con miradas de súplica, esperando su respuesta. En tanto que Dusk, bajó su cabeza, muy preocupado por la respuesta que estaba a punto de dar.
"Yo… lo haré." Respondió Dusk, suspirando resignado. Entonces él volvió a levantar la vista para ver a los señores Cake, y se sorprendió al ver que ya no estaban frente a él.
Dusk miró hacia todos lados y se sorprendió al ver que los señores Cake ya estaban abordo del tren, despidiéndose desde la ventana, con enormes sonrisas de alivio, despidiéndose de Dusk mientras el tren comenzaba su camino.
"En qué rayos me metí…" Pensó Dusk, viendo cómo el tren se alejaba. Teniendo un mal presentimiento al imaginarse a él mismo cuidando dos pequeños bebés.
Mientras Dusk caminaba hacia Sugarcube Corner, recordó su época de potrillo y cuando Cadance era su niñera. Pensando que él no había sido un mal potrillo y que siempre escuchaba a Cadance. Poco a poco pensando que quizás eso mismo pasaría con los pequeños bebés Cake, y que todo el miedo de cuidar bebés estaba solo en su imaginación. Fue así que Dusk llegó a Sugarcube Corner con una esperanza renovada, y abrió la puerta, listo para tener una agradable tarde con dos tranquilos y tiernos bebés ponies.
En cuanto Dusk abrió la puerta de la pastelería, una cucharada de comida para bebé se estrelló contra su cara, mientras sus oídos se estremecieron al escuchar el llanto de dos bebés llenando el salón. Tras sacarse la comida de la cara, Dusk vio que al fondo del salón principal estaba Pinkie Pie, con una mirada asustada, intentando calmar a dos pequeños bebés sentados en sus sillas, intentando darles de comer.
"Este es tu momento, nadie te ha visto aún… ¡Huye!" Pensó Dusk asustado. Sintiéndose aterrado al escuchar los llantos ultrasónicos de los pequeños bebés. Pensando que no soportaría estar toda una tarde escuchando esos llantos. Sin embargo, al ver la mirada asustada de Pinkie Pie, Dusk bajó su cabeza y suspiró resignado, dándose cuenta que debería dar lo mejor de sí por ayudar a su querida Pinkie Pie.
"H-Hola Pinkie…" Dijo Dusk tímidamente. Acercándose hasta donde estaba la pony rosa con los bebés.
"¿¡Dusk!? ¿Q-Qué haces aquí?" Preguntó Pinkie Pie, muy sorprendida.
Lo primero que llamó la atención de Dusk cuando Pinkie Pie se volteó, fue que ella tenía puesta una falsa nariz de cerdito por alguna razón. Sin embargo, su vista rápidamente se desvió hacia los dos pequeños bebés Cake, ya que era la primera vez que Dusk los veía. Entonces Dusk se sorprendió al ver que uno de los bebés era una potrilla unicornio, de pelaje amarillo y melena naranja; y el otro un potrillo pegaso, de pelaje blanco y melena café.
"¿Un unicornio y un pegaso?" Pensó Dusk sorprendido. "Si fuera el señor Cake, definitivamente me haría un test de paternidad mágico." Pensó Dusk con una pequeña sonrisa divertida. Aunque la verdad era que ambos bebés tenían varios rasgos faciales que hacían innegable que el señor Cake era su verdadero padre.
"Pinkie, luces muy cansada." Dijo Dusk, volviendo a enfocarse en Pinkie Pie. Notando las pequeñas ojeras que la pony rosa tenía bajo sus ojos.
"¿Eh? ¡Oh, sí! Es solo que pasé toda la noche despierta." Respondió Pinkie Pie con una sonrisa nerviosa. "Ayer en la noche los señores Cake me dijeron que si no encontraban una niñera en la mañana, me dejarían a mí cuidar a los bebés. ¡Así que pasé toda la noche pensando en todos los juegos nuevos que les enseñaría a los pequeños Pound y Pumpkin Cake!" Agregó Pinkie Pie, señalando al bebé pegaso y a la bebé unicornio respectivamente. Entonces una cucharada de comida para bebé salió volando y golpeó la cara de Pinkie, mientras esta se mantuvo sonriendo, apuntando a los bebés. "Pero… No ha resultado como pensé que sería, jeje…" Se rio Pinkie Pie nerviosa, con la cara llena de comida para bebé.
"Ya veo… Supongo que los señores Cake tenían razón." Dijo Dusk, sonriendo al ver a Pinkie sonreír a pesar del desastre que estaban causando los bebés.
"¿A qué te refieres?" Preguntó Pinkie Pie mientras se limpiaba su cara.
"Es solo que los señores Cake me dijeron que podía ser muy complicado cuidar sola a dos bebés, así que me preguntaron si podía venir a ayudarte." Dijo Dusk, sonriéndole a Pinkie. "Sinceramente no sé si seré de mucha ayuda, pero haré mi mejor esfuerzo para estar contigo y ayudarte en todo lo que pueda." Agregó Dusk con una gran sonrisa.
Pese a que Dusk sonrió, Pinkie Pie simplemente se lo quedó mirando con una mirada inexpresiva, mientras muchos pensamientos pasaron por su cabeza. Entonces ella puso una mirada molesta y comenzó a empujar a Dusk hacia fuera de la pastelería. Para completa sorpresa de Dusk.
"P-Pinkie, ¿¡Qué pasa!?" Preguntó Dusk muy confundido.
"No necesito tu ayuda ni la de nadie para cuidar a los bebés." Dijo Pinkie Pie molesta, mientras seguía empujando a Dusk.
Mientras era empujado, Dusk pensó en las razones para que Pinkie Pie hubiera reaccionado de tal manera. Y fue entonces que Dusk bajó su cabeza y puso una triste mirada.
"Esto… ¿Es por lo que sucedió en la competencia de postres?" Preguntó Dusk con tristeza, justo cuando Pinkie lo había empujado casi hasta la puerta. En ese momento Pinkie Pie dejó inmediatamente de empujar a Dusk y lo miró asustada.
"¿Qué? ¡No! ¡No es por eso que quiero que te vayas!" Dijo rápidamente Pinkie Pie, nerviosa y asustada. "Quiero que te vayas porque quiero demostrarle a los señores Cake que puedo cuidar de los bebés por mí misma. ¡Quiero ganarme su confianza para ser su niñera!"
Luego de unos segundos de silencio, Dusk miró tímidamente a Pinkie Pie.
"Pinkie… ¿Sigues enojada conmigo por lo que sucedió en Canterlot?" Preguntó Dusk nervioso. Y entonces fue el turno de Pinkie Pie de quedarse unos segundos en silencio. Desviando la mirada incómoda.
"Dusk, no estoy enojada contigo." Dijo Pinkie Pie nerviosa, sin ser capaz de mirar a Dusk a los ojos. "Es solo… Es complicado." Agregó Pinkie Pie, rascándose nerviosa su costado con su casco.
En ese momento ambos ponies se quedaron con sus cabezas gachas en un incómodo y largo silencio. Un silencio que hizo que ambos se perdieran en sus propios enredados pensamientos mientras sus sentimientos los confundían aún más. Un silencio que segundo a segundo fue llamándoles más la atención, como si poco a poco ambos sintieran que algo extraño faltaba allí.
"¿No está todo demasiado silencioso?" Pensaron Dusk y Pinkie Pie al mismo tiempo. Levantando sus cabezas al darse cuenta de lo que había cesado desde hacía un rato: ¡El llanto de los bebés! Entonces ambos se voltearon para ver al otro extremo del salón, y sus caras se quedaron pálidas y sin expresión al ver que allí solo había dos sillas de bebés vacías.
"¿¡DÓNDE ESTÁN LOS BEBÉS!?" Gritaron Dusk y Pinkie Pie al mismo tiempo. Ambos completamente histéricos.
Rápidamente Dusk y Pinkie corrieron hacia las sillas de bebé y comenzaron a buscar por todos los alrededores del salón principal. Completamente aterrados al ver que solo hizo falta un descuido para que ambos bebés se perdieran de vista. Entonces ambos alzaron sus orejas al escuchar unas pequeñas risitas de bebés provenientes de la cocina.
Ambos corrieron inmediatamente a la cocina, y vieron todos los gabinetes que allí había. Dándose cuenta que tendrían que buscar en uno por uno hasta encontrar dónde se habían escondido los bebés. Además de buscar rápidamente, antes de que los bebés encontraran algo peligroso.
"Yo quería jugar a las escondidas con ellos, ¡Pero no de esta forma!" Dijo Pinkie Pie asustada, mientras habría los gabinetes inferiores de la cocina uno por uno. "Pensé que cuidarlos sería más fácil, ya que siempre juego con ellos. Y ahora, ¡Los dejo de mirar un instante y desaparecen!"
"Tranquila, las risas vinieron de aquí, así que deben estar aquí sin duda." Dijo Dusk mientras habría otra sección de gabinetes inferiores. Levitando un cuchillo, el cual estaba completamente cubierto con un seguro de goma en su filo. "Parece que los señores Cake protegieron todo lo peligroso aquí, así que deben estar bien."
"Aún así, ¡Escogieron el peor momento para jugar a las escondidas!" Dijo Pinkie Pie frustrada. "Desde que los señores Cake se fueron, no pararon de llorar. Hice de todo para calmarlos, pero nada funcionó… ¡Incluso les hice mi mejor baile del cerdito! ¡Mi mejor acto!"
"Oh… Así que por eso tienes una nariz de cerdito." Dijo Dusk mientras seguía buscando a los bebés. "Jeje, eso es muy tú. Recuerdo cuando en la fiesta de una de las amigas de Apple Bloom, hiciste el baile del cerdito y les diste dulce a los potrillos… Siempre haces un baile para alegrar a los demás." Dijo Dusk, sonriendo tiernamente al recordar bailar a Pinkie con esa nariz de cerdito.
Fue en ese momento que Pinkie Pie detuvo su búsqueda y tocó su nariz. Solo entonces ella se dio cuenta que aún tenía puesta la nariz de cerdito que usó para su baile. ¡Ella la había llevado puesta todo ese tiempo! ¡Incluso durante ese tenso momento que ella y Dusk habían tenido segundos antes! Aquello hizo que Pinkie Pie se sonrojara profundamente, y se quitara la nariz.
"Espero que esta vez no les dieras dulces a los bebés luego que vieran tu baile del cerdito." Dijo Dusk mientras seguía buscando a los bebés en los gabinetes. Sin mirar a Pinkie Pie, quien había detenido su búsqueda, mirando avergonzada a Dusk. "Si les diste mucho azúcar, no podremos lograr que se duerman nunca."
"Yo… ya sé eso…" Susurró Pinkie Pie avergonzada. Recordando que ella justamente les había ofrecido caramelos a los bebés, hasta que la señora Cake le advirtió que no debía darles tanta azúcar. Entonces ella miró la nariz de cerdito que tenía en su casco y puso una muy mirada triste.
"Yo sí puedo cuidar de unos bebés, ¿Verdad?" Pensó Pinkie Pie triste, con una mirada seria. "¡Estoy siendo demasiada infantil! No quiero que Dusk piense que soy una irresponsable. ¡No quiero que Dusk piense que solo soy una tonta que bromea todo el día! ¡Yo también puedo ser una yegua digna de confianza como Applejack!" Pensó Pinkie Pie, decidida a que ese día le demostraría a Dusk que ella podía ser responsable, tanto para cuidar bebés, como para ser digna de su amor.
Repentinamente Pinkie Pie y Dusk alzaron sus cabezas cuando escucharon una risita infantil proveniente de uno de los gabinetes superiores. Pinkie Pie se apresuró a ir a ese gabinete para abrirlo. Al hacerlo, dio un gran suspiro de alivio al ver que ambos bebés estaban allí. Completamente llenos de comida de bebé, jugando con una bolsa de harina. Riéndose divertidos al ver que Pinkie Pie los había encontrado.
"¿Cómo fue que llegaron allá arriba?" Pensó Dusk. Sorprendido al ver que los bebés estaban en uno de los gabinetes superiores de la cocina.
"¡Qué bueno que están a salvo! No saben el susto que me dieron…" Dijo Pinkie Pie sonriendo. Tomando a ambos bebés para bajarlos de la alacena. Entonces ella miró de reojo a Dusk y vio que él tenía una mirada confundida. En ese instante, Pinkie Pie se dio cuenta que debía ser más responsable y puso una mirada seria. "¡No debieron escaparse así! Son unos bebés muy malos." Dijo Pinkie Pie seria, reprendiendo a los bebés.
Viendo que Pinkie Pie los reprendía, ambos bebés pusieron miradas llorosas y nuevamente ambos se pusieron a llorar ruidosamente. Algo que hizo que Dusk se tapara un oído y Pinkie Pie pusiera una mirada nerviosa, ya que no quería que los bebés lloraran, pero también quería que Dusk viera que ella podía ser seria si la situación lo requería.
"T-Tranquilos, no quería reprenderlos…" Dijo Pinkie Pie muy nerviosa. Sintiendo el impulso de hacer alguna broma o cara boba para que los bebés dejaran de llorar. Pero inmediatamente deteniéndose al recordar que Dusk la veía.
Mientras Pinkie Pie debatía consigo misma sobre qué hacer, la bolsa de harina que estaba en el gabinete superior donde habían estado los bebés, se resbaló y cayó directamente sobre la cabeza de Pinkie Pie, causando que la cocina se llenara de una nube de polvo blanco.
Luego que la harina se dispersara, Dusk vio como Pinkie Pie y los bebés habían quedado completamente blancos al caerles encima toda la harina. Aquello hizo que los bebés finalmente dejaran de llorar y comenzaran a reírse, muy divertidos. Algo muy parecido a lo que pasó con Dusk, quien viendo a Pinkie Pie completamente blanca, y contagiándose con la tierna y dulce risa de los bebés, también comenzó a reír.
Mientras todos reían, Pinkie Pie simplemente puso una risita nerviosa. Alegre que los bebés dejaran de llorar, pero sintiéndose avergonzada al ver que Dusk la veía completamente llena de harina. Pensando que una pequeña parte de ella se alegraba que el blanco de la harina evitara que Dusk viera lo avergonzada y sonrojada que estaba en realidad.
"¡No! ¡Esto está mal!" Pensó Pinkie Pie muy nerviosa y asustada. "Nunca me ha molestado que Dusk me vea siendo yo misma, pero solo por hoy, quiero que vea que soy más que una yegua a la que le gusta bromear. ¡Soy una yegua que también puede ser seria y responsable!"
Luego de ordenar un poco el desastre que habían dejado en la cocina, todos juntos fueron al baño del segundo piso para poder bañar a los bebés. Allí, Pinkie Pie se encargó se armar la bañera, ya que no era primera vez que bañaba a los bebés Cake. Poniendo muchas burbujas en la bañera y varios de los juguetes favoritos de los bebés. Así fue como Pinkie Pie entró junto a los bebés a la bañera, para que todos juntos se quitaran toda esa harina que había caído sobre ellos.
"¡Jeje! ¡Esto es muy divertido! ¿Verdad?" Dijo Pinkie Pie con una enorme sonrisa luego de quitar toda la harina de su melena. Divirtiéndose mientras se bañaba junto a los dos pequeños bebés. Poniéndose una barba de burbujas para que los bebés se rieran, algo que siempre funcionaba.
Mientras los bebés reían de las locuras de su divertida 'Tía Pinkie', la pony rosa repentinamente dejó de sonreír al recordar algo importante. ¡Ella se había dejado llevar! ¡Dusk seguía allí en el baño! Rápidamente Pinkie Pie se quitó su barba de burbujas y giró su cabeza para mirar a Dusk. Allí, vio que Dusk ni siquiera la estaba mirando. Por alguna razón, el potro lavanda había desviado la mirada hacia el suelo y tenía una mirada de disgusto. Entonces Dusk se dio la vuelta y salió del baño, dejando a Pinkie Pie con una mirada desolada y su corazón apretado.
"Por supuesto… Él debe sentir tanta amargura al darse cuenta que cambió a la madura Applejack por la tonta Pinkie Pie…" Pensó Pinkie Pie, agachando ligeramente su cabeza en el agua mientras una lágrima caía de uno de sus ojos. "Él no quiere ser mi novio… Soy demasiado infantil para que él me tome en serio…"
Tras terminar de bañar y secar a los bebés, Pinkie Pie salió del baño y llevó a los bebés hasta su habitación. Allí, Dusk Shine se le había adelantado y había aprovechado de ordenar todos los juguetes que los bebés habían dejado tirados por su habitación.
"¡Vaya! Sí que se tomaron su tiempo." Dijo Dusk con una gran sonrisa, terminando de guardar el último juguete en un baúl.
"Sí… Tenía que asegurarme que los bebés quedaran completamente limpios luego de toda la harina que les cayó encima." Respondió Pinkie Pie con una sonrisa nerviosa. Alegre de ver que Dusk seguía allí, pero inmediatamente deprimiéndose al pensar que él seguía allí solo porque los señores Cake se lo habían pedido.
Pinkie Pie se acercó hasta la cuna de los bebés, y acostó a ambos potrillos juntos, abrigándolos con unas mantas. Cosa que los bebés inmediatamente se sacaron de encima y comenzaron a moverse y jugar en la cuna.
"Pensé que luego de un baño, les daría sueño. Pero parece que su energía no se acaba nunca." Dijo Dusk sorprendido. Viendo que los bebés se negaban a quedarse dormidos.
"Así son los bebés… Uaaahh…. Siempre llenos de energía." Dijo Pinkie Pie, bostezando cansada.
En ese momento Dusk recordó que Pinkie no había dormido en toda la noche, y le pareció curioso ver por primera vez a un pony, o en este caso dos, que tuvieran más energía que la siempre inquieta Pinkie Pie.
"Si quieres puedes ir a descansar. Yo puedo cuidar de los bebés hasta que se duerman." Dijo Dusk, mirando con una pequeña sonrisa amorosa a Pinkie. Por su parte, la pony rosa miró a Dusk y luego desvió la mirada. Quedándose en silencio algunos segundos.
"Creo… que lo mejor es que te vayas. Puedo seguir cuidando de los bebés yo misma." Dijo Pinkie Pie. Haciéndosele cada vez más difícil ocultar su mirada triste.
"Pero… aún puedo ayudar." Dijo Dusk muy decepcionado.
"Lo sabía… Ella no quiere que esté a su lado. Sigue molesta conmigo…" Pensó Dusk con tristeza.
"Dusk… Agradezco toda tu ayuda, pero de verdad quiero hacer esto sola." Dijo Pinkie Pie, mirando fijamente a Dusk con una mirada de súplica. "Confía en mí, yo puedo hacerlo. Quiero que todos vean que también soy una pony confiable. En especial… los señores Cake." Agregó Pinkie Pie. Dudando en aquella última frase, ya que lo que realmente pensó, fue: 'En especial, tú.'
Viendo que Pinkie Pie estaba decidida a cuidar de los bebés sola, Dusk bajó tristemente su cabeza y aceptó que Pinkie no lo quería a su lado. Tras eso, Dusk se despidió de Pinkie y de los bebés, y salió de Sugarcube Corner.
Una vez en las calles, Dusk caminó lentamente mientras seguía pensando en todo lo que había sucedido en la pastelería. Por alguna razón, había algo que lo incomodaba. Sentía una extraña sensación de que había olvidado algo. Fue entonces que Dusk se detuvo en seco al darse cuenta de lo que era: la sonrisa de Pinkie Pie.
Desde que Applejack le había hecho ver que la sonrisa más grande y tierna de Pinkie Pie era la que ponía cuando él estaba con ella a solas, fue que Dusk no pudo sacarse eso de la cabeza. Y ahora, habían estado juntos por bastante rato, pero Pinkie Pie nunca había puesto esa sonrisa. La sonrisa que Dusk más extrañaba ver.
"No solo quiero verla. Yo… ¡La necesito! ¡Necesito volver a ver esa sonrisa en Pinkie Pie!" Pensó Dusk, abriendo grande sus ojos ante esa revelación. Él no solo necesitaba ver esa sonrisa de Pinkie Pie para saber que ella estaba verdaderamente feliz, sino también porque él mismo necesitaba esa paz y alegría que irradiaba de Pinkie cuando sonreía verdaderamente feliz.
Sin perder tiempo, Dusk se dio la vuelta y volvió a Sugarcube Corner. Una vez dentro, subió silenciosamente hasta el segundo piso, ya que no quería despertar a los bebés si es que habían caído dormidos.
Al llegar frente a la habitación, la puerta estaba entreabierta, por lo que Dusk pudo asomar parte de su cabeza para ver con cuidado si es que los bebés ya se habían quedado dormidos. Al hacerlo, Dusk vio que los bebés seguían despiertos, de hecho, incluso con más energía que antes, ya que mordían y baboseaban los cascos que Pinkie Pie tenía sobre la cuna para mecerla. Paradójicamente quien parecía estar a punto de caer dormida era justamente Pinkie Pie. Quien había apoyado su cabeza en la cuna, mientras cantaba débilmente una canción de cuna. Con sus ojos semiabiertos, dándo la sensación que se cerrarían en cualquier momento. Mirando fijamente a los bebés, tan soñolienta, que ni cuenta se dio que Dusk había vuelto y ahora los miraba desde la puerta.
"Uaaah…. Yo… Ya no me sé más canciones para dormir…" Dijo Pinkie Pie bostezando, meciendo débilmente la cuna.
"¿Será legal usar un hechizo de sueño para dormir a un bebé?" Pensó Dusk con una mirada pensativa. Pensando en si podría usar ese pequeño truco 'probablemente ilegal' para ayudar a Pinkie Pie sin que lo notara.
En ese momento la pequeña Pumpkin se acercó a la cabeza de Pinkie en la cuna y comenzó a chupar su nariz. En tanto que el pequeño Pound Cake comenzó a golpear la melena de Pinkie con uno de sus juguetes. Por su parte, Pinkie Pie pareció finalmente resignarse y simplemente sonrió débilmente mientras los bebés hacían de las suyas con ella.
"Me pregunto con qué soñarán los bebés…" Dijo débilmente Pinkie Pie, mientras parecía que con cada segundo cerraba más sus ojos, luchando por no caer dormida. "¿Les gustaría saber cuál es mi sueño?" Agregó Pinkie, con una pequeña sonrisa cansada.
"Yo ya sé la respuesta… ¡Es hacer la fiesta más grande del mundo! Ella misma me lo dijo." Pensó Dusk mientras seguía escuchando desde la puerta. Recordando una vez que él y sus amigas se reunieron a desayunar y hablaron sobre sus sueños. "Recuerdo que todo empezó porque Rainbow Dash dijo que su sueño era ser parte de los Wonderbolts. Luego Rarity dijo que su sueño era ser dueña de una boutique en Canterlot. Después yo dije que mi sueño era convertirme en Archimago algún día. Applejack dijo que su sueño era mantener a su familia unida y hacer crecer la granja de su familia... Recuerdo que costó mucho, pero finalmente logramos que Fluttershy nos dijera que su sueño era construir un santuario para animales. Y por último, Pinkie Pie dijo…" En ese instante Dusk abrió con sorpresa sus ojos al recordar bien lo sucedido aquel día. "Espera… Pinkie Pie no fue quien nos dijo su sueño. Fuimos nosotros quienes adivinamos inmediatamente lo que diría Pinkie Pie antes que siquiera ella lo dijera. Ella… Ella solo dijo que sí, que habíamos adivinado, que ese era su sueño…" Pensó Dusk, sorprendido al darse cuenta de ese pequeño detalle que había pasado por alto durante todo ese tiempo.
"Mi sueño es… ser mamá." Dijo Pinkie Pie sonrojándose. Un poco avergonzada al decir su secreto en voz alta, aunque fuera solo a unos pequeños bebés. Una confesión que dejó en shock a Dusk Shine en la puerta. "Me da vergüenza admitirlo, porque no es un sueño tan grandioso como el de mis amigas, pero… creo que es algo que siempre he querido en mi futuro." Agregó Pinkie Pie, mirando con ternura a los dos bebés frente a ella. Mientras Pumpkin baboseaba su casco y Pound Cake le pegaba en su cabeza con un juguete. "Aunque supongo que luego de saber lo difícil que es cuidar a un bebé, me lo pensaré dos veces, jeje…" Se rio Pinkie con ternura.
Por un segundo, al ver la tierna y tristeza sonrisa de Pinkie Pie, mientras la dulce pony rosa abría su corazón, ambos bebés dejaron de hacer lo que hacían, miraron a Pinkie Pie y abrazaron su cara. Al abrir su corazón, los puros y transparentes sentimientos de Pinkie alcanzaron los corazones de los pequeños bebés. Quienes la abrazaron instintivamente al sentir el amor y la pena que la agobiaban. Por su parte, Pinkie Pie abrió con sorpresa sus ojos ante tal gesto. Luego ella sonrió, cerró sus ojos y abrazó a ambos bebés. Derramando una pequeña lágrima.
"Es un sueño tonto… Además, nunca lo lograría… Como siquiera podría soñar con algo así si… el potro que amo ni siquiera quiere estar verdaderamente conmigo…" Dijo Pinkie Pie hablando entrecortadamente. Comenzando a quedarse dormida al cerrar sus ojos y sentir el suave calor de los bebés abrazando su cara. "Dusk cree que estoy enojada con él… Pero no es enojo lo que siento, es miedo… Miedo de no ser como Applejack… Miedo de que él sienta lástima por mí… Miedo de… que él no me ame… eso… eso es… zzzzzz…" Continuó murmurando Pinkie Pie, ventilando sus verdaderos sentimientos. Liberando aquel peso, mientras finalmente caía completamente dormida.
Por su parte, detrás de la puerta, Dusk Shine quedó impactado al escuchar los verdaderos sentimientos de Pinkie. Él sabía que había hecho mal en escuchar a Pinkie a escondidas, pero definitivamente aquello había servido para que Dusk finalmente se diera cuenta del temor que sentía Pinkie Pie.
Por días, Dusk se había lamentado por estar en su situación, de haber terminado su relación con Applejack. Durante ese proceso, él también fue consciente de que Applejack debía de estar pasando por un proceso similar. Pero luego que ambos lo superaran, a Dusk nunca se le ocurrió que su relación no solo los había afectado a ellos dos, sino también a sus amigas. En especial a Pinkie Pie, luego que él imprudentemente pidiera ser su novio de la nada.
Tras meditar un segundo, Dusk cerró sus ojos y recordó todos los momentos que había vivido junto a Pinkie Pie. Momentos en los que ella siempre había sido una de sus amigas que había dejado más en claro que gustaba de él. Un sentimiento que Pinkie no había olvidado, pese a que Dusk fue novio de Applejack. Un sentimiento que ahora Dusk había comenzado a reavivar en él al descubrir cómo extrañaba su bella sonrisa.
Mientras su cabeza se llenaba de los recuerdos de todos los momentos felices que Pinkie y él habían pasado juntos, Dusk levantó su cabeza y miró tiernamente a Pinkie Pie mientras esta dormía. Sintiendo un enorme impulso por correr hacia ella y abrazarla.
"¿Crees que yo no quiero estar contigo?" Susurró Dusk desde la puerta. Sonrojándose un poco al ver lo linda que se veía Pinkie Pie al dormir. "No seas bobita, por supuesto que yo-" En ese momento Dusk se calló y abrió grande sus ojos con miedo.
"¡Espera un segundo! Pinkie Pie está durmiendo sola… ¿¡Dónde están los bebés!?" Gritó en su mente Dusk aterrado. Abriendo despacio la puerta de la habitación y mirando hacia todos lados asustado. No encontrando a los bebés Cake por ninguna parte.
Repentinamente Dusk escuchó una pequeña risita arriba de él, entonces Dusk alzó lentamente la cabeza y su boca se abrió casi hasta desencajarse al ver que los bebés estaban volando sobre él. El pequeño Pound Cake batía las alas velozmente mientras su hermana Pumpkin volaba tras de él usando su magia unicornio para flotar. Ambos bebés volaron lentamente sobre la cabeza de Dusk y salieron por la puerta hacia el pasillo. En tanto que a Dusk, con la velocidad a la que iban, le hubiera sido fácil atraparlos. Sin embargo, tan sorprendido había quedado Dusk al ver volar a ambos bebés, que lo único que pudo lograr hacer fue seguirlos con la mirada con la boca abierta, mientras ambos bebés se mantenían volando en el pasillo.
"¡Así fue como ambos llegaron a la alacena de arriba en la cocina!" Pensó Dusk, saliendo finalmente de su shock. "¿¡Tienen solo un mes de nacidos y ya pueden volar y usar magia!? ¿¡Son unos genios o todos los bebés son así de impredecibles!?"
Dándose cuenta que debía atraer a los bebés antes de hacerlos bajar, Dusk entró en la habitación y tomó algunos de los juguetes de los bebés. Entonces Dusk se dispuso a salir rápidamente, pero antes de hacerlo, dio un vistazo a Pinkie Pie, quien seguía durmiendo plácidamente, apoyando su cabeza en la cuna.
Dusk Shine puso una tierna sonrisa, se acercó a Pinkie Pie y puso una manta sobre su cuerpo para abrigarla. Decidiendo que pese a que Pinkie quería ser la niñera, era justo que descansara un momento luego de desvelarse toda la noche. Entonces, dándole un último vistazo a Pinkie, Dusk se acercó lentamente y le besó tiernamente su mejilla. Un gesto que hizo que Pinkie sonriera débilmente y murmurara algo inentendible.
Al ver que ahora la dulce y tierna pony rosa sonreía en sus sueños, hizo que Dusk se sonrojara y también sonriera. Entonces él salió de la habitación con un espíritu renovado. Levitando unos juguetes mientras aceptaba su siguiente desafío: ser niñero.
En cuanto Dusk salió de la habitación, su renovado espíritu se cayó de las nubes y se estrelló contra el suelo. Viendo que en solo unos segundos sin supervisión, los bebés ya no estaban en el pasillo, y lo que era peor, habían dejado un desastre en el pasillo, botando todo lo que había a su paso. Como si un pequeño huracán hubiera pasado por allí.
"Creo… que estoy comenzando a odiar a los bebés…" Murmuró Dusk asustado. Pensando que si todos los bebés eran tan escurridizos y desordenados como esos bebés, no quería acercarse a otro bebé en un largo tiempo.
Pinkie Pie se encontraba saltando feliz en un campo de cupcakes gigantes, un sueño muy recurrente que ella tenía. Allí, Pinkie saltaba divertida sobre un gran cupcake de arándano, como si fuera una cama elástica, viendo a su alrededor, feliz de ver que todas sus amigas también estaban allí saltando y riendo con ella. Sin embargo, alguien faltaba, y Pinkie miró hacia todos lados hasta que finalmente encontró a quién faltaba a su lado.
"¡Dusk! ¡Ven a saltar con nosotras!" Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa mientras seguía saltando sobre el cupacake. Hablándole a Dusk Shine, quien estaba parado en el suelo, dándole la espalda a ella.
Tras las palabras de Pinkie, Dusk miró hacia atrás y fulminó a Pinkie con una mirada de asco.
"Madura, Pinkie. Eres solo una yegua infantil. ¿Quién querría estar cerca de ti?" Dijo el Dusk del sueño, comenzando a alejarse de Pinkie.
"¿Eh?" Dijo Pinkie Pie muy sorprendida y dolida. Entonces, mientras seguía saltando, ella miró sus propios cascos y vio que ahora eran mucho más chicos. Ella se había convertido en una pequeña potrilla, tal como en su juventud.
Mientras el miedo y confusión comenzaban a adueñarse de Pinkie. Las risas de sus amigas se empezaron a escuchar a su alrededor. Apuntándola y burlándose por ser solo una pequeña potranca. Una potranca que nunca encontraría el amor.
"No…" Dijo Pinkie Pie asustada. Cubriendo su cara con sus cascos.
Repentinamente las burlas y risas callaron cuando Pinkie sintió algo suave y cálido tocando su mejilla. Al abrir sus ojos, Pinkie vio que ahora Dusk Shine estaba a su lado, sonriéndole. Ella había vuelto a ser una pony adulta y ya no estaba en un campo de cupcakes, sino que en un hermoso campo de rosas.
"No seas bobita." Dijo el Dusk del sueño, sonriéndole tiernamente a Pinkie.
Al escuchar esas palabras, Pinkie Pie volvió a sonreír y su sueño volvió a ser uno lleno de felicidad como normalmente lo eran. Soñando con fiestas, cupcakes, sonrisas, amigas y su amado Dusk. Llenándose de felicidad hasta que finalmente despertó.
Lentamente Pinkie Pie fue despertando, estirando sus cascos y levantando su cabeza de la cuna de los bebés Cake. Sonriendo luego del feliz y revitalizante sueño que tuvo. Entonces ella tocó su mejilla, donde el Dusk de su sueño la había besado, y puso una triste sonrisa.
"Fue solo un sueño…" Dijo Pinkie con un suspiro, aún tocando su mejilla. Entonces ella abrió grande los ojos y miró rápidamente hacia la cuna. "¿¡Dónde están los bebés!?" Gritó Pinkie Pie aterrada. Dándose cuenta que se había quedado dormida intentado hacer dormir a los bebés.
Al mirar por la habitación, Pinkie Pie vio que la puerta estaba abierta, así que rápidamente corrió hacia el pasillo. Luego de buscar en cada habitación del segundo piso, Pinkie corrió asustada hacia las escaleras. Bajando hasta el salón principal a toda velocidad, esperando que los bebés estuvieran bien.
Al bajar las escaleras, a Pinkie casi le da un infarto al ver todo el desorden que allí había. Como si un tornado hubiera arrojado todo por el piso.
"Lo siento, juro que limpiaré este desastre." Dijo repentinamente Dusk Shine desde un lado del salón. Poniéndose un poco nervioso al ver que Pinkie Pie miraba sorprendida todo el desorden que allí había.
Al escuchar la voz de Dusk, Pinkie vio que los bebés estaban junto a él. Lo que hizo que Pinkie Pie pudiera volver a respirar, luego de ver que estaban bien. Entonces ella dio un gran suspiro de alivio y luego miró confundida a Dusk.
"¿Qué haces aquí? Pensé que te habías ido." Preguntó Pinkie Pie, acercándose hasta donde estaban Dusk y los bebés. "¿Y cómo dejaste que esto pasara? ¡Tú eres fanático del oren!" Dijo Pinkie Pie sorprendida, apuntando hacia el salón desordenado. Algo que sería propio de ella, que siempre era muy desordenada, pero que era un extraño comportamiento para Dusk, quien se antenía tranquilo en todo ese desorden.
"Sí, bueno… Cuando te quedaste dormida, cuidé de los bebés para que pudieras descansar." Dijo Dusk un poco avergonzado, rascando su cabeza. "La primera hora fue difícil. No pensé que dos bebés pudieran causar tanto caos. Pero finalmente encontré una manera de calmarlos." Agregó Dusk, apuntando a los bebés que estaban a su lado.
Al ver bien a los bebés, Pinkie Pie vio que ambos seguían haciendo lo que siempre hacían, con la diferencia que ahora lo hacían con instrumentos musicales. Pound Cake, que siempre golpeaba las cosas, ahora golpeaba el suelo con una maraca; en tanto que Pumpkin, que siempre mordía las cosas, ahora mordía una pequeña pandereta, haciéndola sonar mientras agitaba su cabeza.
"No pude hacer que dejaran de golpear y morder las cosas, así que se me ocurrió que podían ayudarme con mi canción." Dijo Dusk, mirando divertido a los bebés. Satisfecho de haber logrado calmarlos finalmente.
"¿Qué canción?" Preguntó Pinkie Pie confundida.
"¡Oh! Es verdad." Dijo Dusk abriendo grande sus ojos al recordar algo importante. Entonces él usó su magia para poner un disco en el tocadiscos de la tienda. "No es la misma melodía, pero se parece, jeje." Dijo Dusk, sonrojándose y poniendo una sonrisa nerviosa.
Al sonar el disco, una suave melodía comenzó a sonar. Una música que se fue haciendo más movida y alegre en unos pocos segundos. En ese momento fue que Dusk comenzó a cantar:
~ ¿Qué es lo que siento? Quisiera yo saber ~ ¿Qué es esta emoción? Que no puedo contener ~
~ Su mirada me hace sonreír, sus labios me hacen soñar ~ Sus besos me hacen sentir, y mi alma no deja de temblar ~
~ ¡Oh, oh! ¡Uh, oh! ~ ¿Qué es lo que será? ~ ¡Oh, oh! ¡Uh, oh! ~ ¿Qué es lo que será? ~
Mientras Dusk cantaba, miraba fijamente a Pinkie Pie, con sus mejillas sonrojadas. No porque tuviera vergüenza de lo que cantaba, sino porque sabía que no era tan buen cantante como Pinkie, además de no ser tan buen bailarín como ella.
Por su parte, los bebés Cake, golpeaban y movían sus instrumentos musicales. Obviamente sin comprender el ritmo de la canción a tan corta edad, pero intentando a su modo ser parte del espectáculo que Dusk estaba dedicándole a Pinkie Pie. En tanto que la yegua rosa, simplemente se quedó mirando anonadada aquel extraño pero tierno show. Escuchando atentamente cada palabra de la canción de Dusk:
~ Con un pequeño gesto nos conocimos ~ Con una mirada nos gustamos ~ Con un abrazo nos quisimos ~ Con un beso nos enamoramos. ~
~ ¿Qué es lo que siento? Quisiera yo saber ~ ¿Qué es esta emoción? Que no puedo contener ~
~ Al fin tengo su amistad, pero ahora busco más ~ Esta es la verdad, y no lo negaré jamás ~
~ Un sentimiento que llega a las estrellas ~ Una emoción que supera lo anterior ~ Quisiera por hoy ser tu caballero ~ Y que tú al oírlo, no sientas temor ~
~ ¿Qué es lo que siento? Lo diré con valor ~ ¿Qué es esta emoción? Esto se llama AMOR ~
Al terminar su canción, Dusk apuntó a Pinkie Pie con su casco y puso una gran y nerviosa sonrisa. Expectante de ver cómo reaccionaría Pinkie. Por su parte, los bebés Cake siguieron haciendo ruidos con las maracas y la pandereta, como si no hubieran sabido que la canción terminó. Divertidos con todo ese show musical.
"Ya terminó la canción." Dijo Dusk volteándose nervioso para mirar a los bebés. Ya que todo el ruido que hacían rompía toda la atmosfera romántica que él había buscado tener. Sin embargo, al ver que los bebés no le hacían caso, Dusk miró nervioso a Pinkie Pie. "Lo siento, ahora que entendí que puedes calmar a los bebés compartiendo tus sentimientos, no logro que dejen de hacer ruido con sus instrumentos."
"¿Compartir tus sentimientos?" Preguntó Pinkie Pie confundida. Aún algo aturdida luego de escuchar la canción de Dusk.
"Sí… Cuando volví aquí y te vi charlando con los bebés, me di cuenta que más que palabras, los bebés entienden los sentimientos." Dijo Dusk, recordando cuando los bebés habían abrazado a Pinkie Pie. Luego mirando con una tierna sonrisa a Pinkie al recordar su primer encuentro en Ponyville con ella. "Cuando nos conocimos, hiciste que todo el pueblo cantara una 'canción del corazón' para mí. Así que pensé que si lograba que los bebés entendieran lo que siento con una canción, se calmarían un poco."
Ante las palabras de Dusk, Pinkie Pie se sonrojó un poco y bajó nerviosa la mirada. Por un momento ella se avergonzó al descubrir que Dusk la había escuchado cuando ella estaba a solas con los bebés. ¿¡Cuánto de lo que ella había dicho había alcanzado a escuchar Dusk!? Pero más importante, Dusk había dicho que logró calmar a los bebés al compartirl sus sentimientos en esa canción. Si sus verdaderos sentimientos eran lo que decía la canción… ¿¡Él estaba confesando su amor!? ¿Ese era el sentimiento que Dusk realmente quería compartir con ella?
"Esa canción… Fue la que yo te canté en la Gran Gala del Galope." Dijo Pinkie Pie sonrojada, mirando nerviosa a Dusk. "Tú… ¿De verdad recordaste toda la letra?" Agregó Pinkie Pie sorprendida.
"Claro. Ese momento fue tan tierno y divertido, ¡Todo un espectáculo! Aún hoy me sorprende que pudieras convencer a todos esos snobs de Canterlot a cantar." Dijo Dusk sonriendo divertido. Luego mirando tiernamente a Pinkie Pie. "Jamás podría olvidar algo tan hermoso."
Escuchar aquello, hizo que Pinkie Pie bajara su cabeza, sintiendo un cálido sentimiento llenando su corazón. Entonces ella alzó su cabeza y puso una enorme y tierna sonrisa. Una sonrisa especial que ella solo tenía para el potro que amaba. Una sonrisa que ella no había usado en más de un mes, pues solo podía usarla cuando su corazón sentía el verdadero amor.
"Esa es… No sabes cómo extrañaba esa sonrisa…" Susurró Dusk, poniendo también una cálida y serena sonrisa. Sintiendo que su corazón se llenaba de felicidad solo con ver sonreír así a Pinkie.
En ese momento, Dusk puso una mirada pensativa. Se acercó a Pinkie y la tocó con su casco. Mirándola con una mirada nerviosa y seria.
"Pinkie, yo… aún no estoy seguro de cómo funciona el amor." Dijo Dusk, mirando nervioso a Pinkie. "Antes de ser el novio de Applejack, pensé que mis sentimientos de amor por ella no cambiarían, pero sí lo hicieron. Durante ese mes, se volvieron más fuertes e intensos. Y ahora que ya no somos novios, no estoy seguro de a dónde irán esos sentimientos. Quizás esa intensidad disminuya con el tiempo, quizás se mantenga igual, no lo sé. Pero lo que sí sé… es que ese amor puede bajar en intensidad, pero nunca lo olvidaré." Dijo Dusk, decidiendo sincerarse completamente.
"Oh… Yo… lo entiendo." Dijo Pinkie Pie, bajando con tristeza su cabeza. Pensando que Dusk le estaba diciendo que él seguía amando a Applejack.
"No, Pinkie. Lo que intento decir, es que eso que me pasa ahora, también me pasó cuando estuve con Applejack, ¡Pero contigo! Tú y las demás jamás se alejaron por completo de mi corazón mientras estuve con Applejack." Dijo Dusk, mirando fijamente a Pinkie, para que volviera a mirarlo. "Yo no puedo borrar ni controlar mis sentimientos, y todas ustedes ya tienen un lugar en mi corazón, y ese lugar no desaparecerá jamás. Solo ahora me doy cuenta que aunque estuve con Applejack con todo mi corazón, siempre extrañé esa bella sonrisa tuya que solo guardas para mí." Dijo Dusk sonriendo, luego mirando nervioso a Pinkie Pie. "Ahora que solo estamos los dos, quiero estar contigo. Quiero seguir viendo esa sonrisa. Quiero que mi amor por ti también crezca y que ahora sea mi turno de demostrarte lo que siento por ti… Pinkie, te prometo que mientras sea tu novio, no olvidaré a mis amigas, pero también te prometo que siendo tu novio solo estaré contigo, y mi corazón solo será tuyo." Agregó Dusk, con sus mejillas sonrojadas y una mirada determinada. Queriendo con todo su ser aprender más sobre el verdadero amor, esta vez, junto a la pony más divertida y amorosa del mundo.
Teniendo a Dusk mirándola fija e intensamente, hizo que Pinkie se sonrojara y sus ojos brillaran ante la declaración de amor de Dusk. Esta vez sí era como ella lo deseaba. Ella siempre había querido que Dusk abriera verdaderamente su corazón, y ahora lo sentía. Estos eran los verdaderos sentimientos de Dusk por ella. ¡El de verdad quería estar con ella! No importaba que Applejack no desapareciera del corazón de Dusk, después de todo, ¡Ella también estaba en el corazón de Pinkie! ¡Ella también amaba a sus amigas! Y que Dusk admitiera que jamás olvidaría a sus amigas, solo hizo que Pinkie recordara que esa era una de las razones por las que amaba tanto a Dusk.
Mientras la esperanza comenzaba a crecer en el corazón de Pinkie, una espina de duda hizo que esa esperanza frenara por un segundo.
"Dusk… ¿De verdad quieres estar conmigo?" Dijo Pinkie Pie, mirando nerviosa a Dusk. "Antes, cuando bañaba a los bebés... Tú… pusiste una cara de disgusto al verme." Dijo Pinkie Pie, recordando aquel momento de la tarde.
"¿Eh?" Dijo Dusk confundido. Hasta que repentinamente alzó su cabeza y puso la misma cara de disgusto que había puesto en el baño.
"¡Sí! ¡Esa cara!" Dijo Pinkie Pie, hasta que repentinamente ella arrugó su nariz y puso la misma mirada de asco que tenía Dusk. "¡Yuck! ¿Qué es ese olor?" Dijo Pinkie tapándose su nariz. Hasta que finalmente abrió grande sus ojos al reconocer el olor.
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"Por eso puse esa cara en el baño." Dijo Dusk con su nariz arrugada por el mal olor. Apuntando a los dos pequeños bebés. "Cuando los bañaste, olí los pañales sucios de los bebés."
Con la respuesta de Dusk, Pinkie Pie se lo quedó mirando incrédula durante unos segundos. Entonces ella se tapó su boca con sus mejillas infladas. Hasta que finalmente ella no pudo aguantarlo más y estalló en risa.
"¡Jajaja! ¿Era eso? ¡Jajaja!" Dijo Pinkie Pie, cayendo al suelo por la risa. Dándose cuenta de que todo el desagrado de Dusk por ella, había estado solo en su imaginación. "Entonces, ¿No te desagrado? ¿De verdad quieres estar conmigo?" Preguntó Pinkie Pie, haciendo un esfuerzo por hablar mientras reía.
"No seas bobita." Dijo Dusk con una tierna sonrisa. "Por supuesto que-" Antes que Dusk pudiera terminar de hablar, Pinkie Pie se arrojó sobre él y le dio un enorme beso en la boca para callarlo. Con tanto impulso que ambos cayeron al suelo.
*IMAGEN : bit .ly/ 3i9UZGK
Dusk cayó de espaldas y Pinkie Pie sobre él, aún besándolo. Tras caer, Pinkie alzó su cabeza, y ambos se miraron. Con Dusk sonrojado, sorprendido, pero más que nada, feliz de ver a Pinkie Pie tan sonriente. Sintiéndose emocionado luego de ser besado por su querida Pinkie. En tanto que Pinkie, le sonrió coquetamente a Dusk, y luego bajó su cabeza lentamente. Esta vez para darle a Dusk un beso más lento y apasionado. Algo que el potro lavanda recibió con mucho agrado.
Por unos pocos segundos, ambos se quedaron besando en el piso. Disfrutando los labios del otro, sabiendo que desde ese preciso momento ambos se habían aceptado como novios mutuamente. Y aquello pudo durar mucho más sino hubiera sido porque en medio del beso, Pinkie Pie comenzó a reír. Soltando los labios de Dusk y haciendo un esfuerzo en vano para evitar reírse.
"¿S-Sucede algo?" Preguntó Dusk sonrojado y un poco nervioso. Pensando que quizás Pinkie había dejado de besarlo por tener mal aliento o ser un mal besador.
"¡Jajaja! N-No… ¡Jajaja! No es nada… ¡Jejeje! Es… Es solo…" Respondió Pinkie Pie, intentando controlarse para dejar de reír. "Es solo que, ¡Soy demasiado feliz!" Dijo Pinkie Pie mirando tiernamente a Dusk. Con una renovada nueva sonrisa que nunca antes había tenido. Una sonrisa ganada luego que ella se sintiera en verdad la pony más feliz del mundo. Finalmente estando con el potro que tanto amaba.
Al ver la bella sonrisa de Pinkie, Dusk se sonrojó aún más al darse cuenta de lo linda que era Pinkie Pie. Y entonces él también comenzó a reírse. Dándose cuenta que desde ahora, era el novio de la yegua más divertida y feliz de Equestria.
Luego que ambos rieran, manteniéndose ambos en el suelo, con Dusk de espaldas y Pinkie Pie recostada sobre él; fue que ambos finalmente se calmaron un poco y se miraron amorosamente. Ambos deseosos por continuar con su ronda de besos. Sin embargo, repentinamente toda esa atmósfera romántica se evaporó cuando ambos arrugaron sus narices y pusieron caras de asco.
Al ver que ambos estaban en el suelo riendo, los bebés Cake se acercaron gateando hacia ellos. Y por supuesto, Dusk y Pinkie Pie inmediatamente volvieron a sentir el olor de los pañales sucios, que por poco olvidan por sentirse tan felices al empezar su nuevo noviazgo.
"Es cierto, hay que cambiar a los bebé." Dijo Dusk levantándose. Algo que fue un poco difícil de hacer, dado que Pinkie Pie se agarró a su cuello y no lo soltó.
"Dusk, ¿Me seguirás queriendo aunque nunca te suelte?" Preguntó Pinkie Pie con una tierna sonrisa. Mirando amorosamente a Dusk.
"¿Cuántas veces debo decirlo? No seas bobita." Dijo Dusk sonriendo, mirando de cerca la cara de Pinkie. Sintiendo que no podía evitar sonreír cada vez que veía la bella sonrisa enamorada de Pinkie.
Al oír eso, Pinkie Pie se rio con ternura y finalmente soltó el cuello de Dusk.
"Quédate aquí, yo cambiaré a los bebés." Dijo Pinkie, acercándose a los bebés y guiñándole un ojo a Dusk. "Recuerda, yo soy su niñera, jeje."
Mientras Pinkie Pie cambiaba los pañales de los bebés, Dusk se quedó mirándola fijamente. Disfrutando de ver a su novia con una sonrisa de oreja a oreja, pese a que estaba cambiando pañales sucios.
Durante toda esa tarde, los bebés habían estado inquietos, y Pinkie Pie había estado muy cansada y muy asustada por Dusk. Pero ahora, por primera vez, Dusk pudo ver a Pinkie Pie sonriendo feliz mientras los dos bebés disfrutaban de sus cuidados calmadamente. Aquella fue una bella imagen que Dusk quiso guardar muy bien en su memoria.
"Pinkie Pie sería una gran madre…" Pensó Dusk al verlos. Recordando el sueño de Pinkie. "Quizás yo… no sería un mal padre." Pensó Dusk. Imaginándose a él, a Pinkie y a un pequeño potrillo, juntos. Dándose cuenta luego de cuidar a los bebés Cake, que cuidar a un bebé era agotador, pero también, muy gratificante y divertido.
En ese momento, Dusk abrió grande sus ojos al darse cuenta de lo que estaba imaginando. Entonces él sacudió su cabeza, completamente sonrojado.
"¿¡En qué estoy pensando!? ¡Eso JAMÁS pasará!" Pensó Dusk nervioso. En ese momento Pinkie Pie vio que Dusk estaba inquieto por alguna razón, y desde el centro del salón, le dio una gran y amorosa sonrisa. Algo que hizo que Dusk se tranquilizara, pero se sonrojara aún más. "Quizás… Es apresurado decir 'jamás'…" Pensó Dusk sonrojado. Por primera vez en su vida, pensando seriamente en ser un padre de familia algún día.
Luego de cambiar a los bebés, Pinkie Pie estaba deseosa de volver con Dusk. Sin embargo, los bebés clamaron por atención, queriendo ser consentidos por su querida 'Tía Pinkie'. Así que Pinkie Pie no pudo hacer más que suspirar, sonreír, y dejar sus deseos de lado con tal de alegrar a esos pequeños bebés. Entonces Pinkie Pie se puso nuevamente su nariz de cerdito y se puso a bailar su loco y divertido baile. Uno que los bebés aplaudieron y disfrutaron mucho esta vez.
Mientras bailaba, jugaba y hacía locas caras, Pinkie Pie siempre guardaba un par de segundos para mirar a su querido Dusk y darle una tierna y gran sonrisa. Una que Dusk encontraba más bella cada vez que la veía, incluso con la nariz de cerdito que usaba su novia.
"Esa es mi novia…" Pensó Dusk mientras veía el loco y divertido baile de Pinkie. Con su corazón lleno de felicidad y amor. "La pony más feliz y dulce del mundo… Es mi novia." Pensó Dusk sonriendo incrédulo, como si aún no pudiera creer lo afortunado que era. Feliz con solo pensar en tener a esa bella pony rosa a su lado, besándolo y abrazándolo.
# Fin del capítulo 24
