¡Aquí me presento con otro capítulo!

Un poco más corto de lo normal, pero abarca todo lo que había pensado para esta parte.

Sin mucho más que decir, es momento de comenzar.

¡Disfruta!

"¿Puedes subir las escaleras?" Le preguntaría el castaño, notando que el estado de ebriedad de Tiamat era incluso más alto de lo que parecía a simple vista.

"No te preocupes, creo que puedo hacerlo. No estoy tan borracha." Ella aclaró con unos ojos un tanto borrosos, indicando que sus palabras eran una total mentira.

"Si, claro." Issei no se creyó ni una palabra, pero no era el momento para discutir con ella. "Voy a prepararte un café. Espérame arriba, y ten cuidado."

"No te preocupes, no te preocupes." Tiamat intentó calmarlo mientras le daba leves palmaditas en su espalda.

La dragona comenzó a subir de una forma un tanto graciosa ante la mirada atenta del castaño, quien al ver que parecía poder arreglarse decidió preparar el café.

Eso no fue muy buena idea, ya que el ruido de un tropiezo no se tardaría en oír. El castaño llegó rápidamente con el café, viendo que en realidad solo había sido un fuerte portazo que había dado la dragona.

"Ella…" Issei no se le ocurrió nada más que decir. Ese momento de distracción fue roto al ver como una figura se alzaba sobre el sillón.

En un principio, Issei estaba tranquilo, pero esa tranquilidad fue rápidamente reemplazada a miedo tras ver como Ophis estaba frotándose los ojos de una manera bastante linda.

"¿Qué fue ese ruido?" Su mirada se enfocó directamente en el castaño, y en ese momento los auriculares mal puestos se cayeron de su cabeza.

"Lo siento, ¿te despertamos?" Preguntó Issei con un sudor que delataba su nerviosismo.

"Mucho ruido…" Fue lo único que dijo Ophis mientras continuaba tallando sus ojos.

"Perdóname, prometo que mañana te lo compensaré con un platillo que nunca antes habías probado." La primera idea de chantaje que cruzó por su mente fue esta, y parece ser que había funcionado, la expresión curiosa y alegre de la Diosa era una prueba de ello.

"¡Es una promesa!" Ella saltó sobre el sillón con una energía sobresaliente, como si todo el sueño que tenía hubiera desaparecido.

"De momento, puedes ir a dormir a un lugar más cómodo. Estoy seguro que dormirás mejor en la cama de mis padres." Declaró Issei mientras sacaba la pequeña caja de su bolsillo, para luego dejarlo sobre la mesa ante la mirada inquieta y curiosa de Ophis.

"¿Qué es eso?" Ophis abrió la pequeña caja sin previo aviso y tomó uno de los anillos que estaban allí. "No es comida." Esa afirmación hizo que Issei estuviera a punto de reírse.

"Por supuesto que no, son anillos de boda." Él le respondió, recibiendo un asentimiento por parte de Ophis.

"Se ven lindos." Ella se colocó uno de los anillos, mirándolo con gran intensidad.

"No creo que deberías utilizarlos. La gente puede pensar que estás casada o comprometida." Declaró el castaño, sentándose a su lado.

"¿Qué es eso?" La pregunta que ha estás alturas ya no era sorpresa llegó.

"Estos anillos simbolizan la unión entre dos almas gemelas. Por eso es que no deben tomarse a la ligera, nunca." Issei intentó explicarlo lo más conciso y fácil posible, sus intenciones parecían haber funcionado.

"Entonces, ¿si tengo este anillo estaré con Issei para siempre?" Issei no pudo evitar palmearse el rostro tras la pregunta.

Era obvio que ella no lo entendería tan fácilmente.

De hecho, el amor podría ser bastante complicado incluso para una persona con emociones, por lo que no era extraño que ella actuara de esta manera.

Pero, teniendo la experiencia que tuvo la última vez, sabía que no debía actuar de una manera coherente con la Diosa si es que no quería herirle los sentimientos. Algo un tanto contradictorio, ya que supuestamente ella era carente de ello.

"Puedes quedártelo, si es que eso te hace feliz."

"¿Feliz?" Ophis miró al anillo que tenía en su dedo, para luego sonreír levemente. "Si, esto me hace feliz." Issei no pudo evitar impresionarse un poco al sentir como Ophis colocaba una mano sobre la suya. "Gracias por ser mi alma gemela."

Sus palabras fueron acompañadas con una dulce sonrisa. Era obvio que ese momento era realmente entrañable para el castaño.

"¡Espero pasar más momentos divertidos contigo de ahora en adelante!" Él exclamó, frotándole el cabello con energía mientras le entregaba una sonrisa dentuda.

"Yo también." Ophis atrapó la mano de Issei que estaba sobre su cabeza, entregándole una bonita sonrisa. "Es la primera vez en mucho tiempo que siento que cada día nuevo puede ser interesante." Issei simplemente sonrió, compartiendo el sentimiento con la Diosa.

"Sé a lo que te refieres. Pero ahora hay que dormir." Concluiría, levantándose del sillón.

"Llévame." Ophis comentó secamente, posándose sobre la espalda de Issei para que la cargara.

"Si, si…" Fue la simple respuesta del castaño, quien no pudo evitar reírse un poco ante la actitud infantil de la Diosa.

En ese momento, era obvio que él no se esperaba lo que sucedería en su propia habitación…

"Te traje el café…" Fue su comentario al mismo tiempo que abría la puerta.

Cuando dirigió su mirada hacia su cama, su mirada cambió un poco al notar que Tiamat se encontraba sentada en la cama con las mantas cubriéndola.

"Toma esto, va a ayudarte." Issei inclinó su mano para darle el café, ante la mirada impasible de Tiamat.

"No quiero nada." Fue la respuesta de la dragona. "¡Solo te quiero a ti!" Los ojos de Issei no pudieron evitar agrandarse cuando la dragona le jaló de su mano para atraerlo hacia ella, haciendo que la taza de café se callera en el acto.

"¡Oye, espera!" Exclamó el castaño, sintiendo como Tiamat lo cubría con las mantas de una manera juguetona. "¡No es momento para juegos!"

En ese momento, Issei se quedó completamente paralizado al sentir algo extraño. Después de todo, la dragona lo estaba abrazando con gran fuerza y el contacto físico se sentía bastante diferente a lo habitual.

Sus sospechas se confirmaron cuando Tiamat dio un tierno y alegre gemido por culpa de la mano que apretó uno de sus senos por accidente.

"¡¿Estás desnuda?!" Exclamó el castaño con un enorme rubor en sus mejillas.

"¡Hace mucho calor!" Ella se escusó rápidamente, continuó apretándose sobre el cuerpo de su amado sin importarle la gran incomodidad que éste estaba sintiendo.

"¡Pero…!"

"¡¿Pero qué?!" Ella rápidamente le interrumpió, rodeándolo con sus dos manos en un fuerte y afectuoso abrazo. "Ya me has visto desnuda antes, no hay motivos para que estés tan tenso."

"¡Esto es totalmente diferente!" Exclamó con los ojos en blanco, sin poder evitar apartar su rostro, ya que los labios de Tiamat se encontraban demasiado cerca y cada vez que hablaba se podía sentir un aliento a alcohol demasiado fuerte. "Espera un segundo…" La expresión del castaño se tensó de inmediato al notar un dato bastante importante. "Su abrazo me está encerrando por completo."

"No puedo moverme…"

"¿Sabes algo?" El comentario de Tiamat hizo que Issei se sintiera un poco nervioso, especialmente porque su tono demostraba un poco de enojo.

"Recibiste mucho cariño de ellas dos, pero yo todavía no pude agradecértelo como es debido." Tiamat no pudo evitar hacer un gran puchero. "Eso me pone muy celosa."

"¿De que estás hablando?" Issei logró liberar una de sus manos del abrazo de oso de la dragona. "Vamos, estás demasiado borracha. Solo vamos a dormir…" Él declaró, dándole un par de palmaditas sobre la cabeza.

"No me calmaré hasta que yo tenga cariño." Ella se quejó aun con su puchero.

"De acuerdo, de acuerdo…" Issei decidió seguirle el juego, sabiendo que sería imposible descansar si es que no le cumplía sus caprichos. "Pues, aquí me tienes." Issei inclinó su mejilla sobre el rostro de Tiamat.

"¡Urra!" Ella cantaría alegremente, para luego darle un beso en la mejilla.

Un beso que duró varios segundos.

"¿Ya podemos dormir?" Le preguntó el castaño, notando como los labios de Tiamat se separaban de su mejilla.

La respuesta no tardaría mucho en llegar.

Una respuesta contundentemente negativa.

Los ojos de Issei se ensancharon al notar como Tiamat comenzó a besar su cuello.

"¿Tiamat?" Al ver que pasaron los segundos y ella ni siquiera le respondió, sabía bien que esto estaba lejos de acabar aquí.

"Voy a darte todos los besos que no podré entregarte esas dos semanas que estarás lejos de mí." Declaró la dragona, dándole pequeños besos a lo largo de todo su cuello, dejando unas marcas incontables de sus colmillos y el labial celeste.

"Supongo que va a ser una noche larga…" Pensó el castaño para sí mismo.

CAPÍTULO 51: ¡SEQUITO GREMORY VS SEQUITO SITRI!

El amanecer siempre era algo pesado y tardío para Tiamat. Podría decirse que ella y el concepto de madrugar no se llevaban bien.

Últimamente se debía por culpa de Issei, ya que disfrutaba mucho acurrucarse en él por varios minutos antes de levantarse por completo.

La calidez y el bienestar que le brindaba eran simplemente irresistibles.

Pero en esta ocasión, sería la primera vez que ella se levantaría tan rápido de la cama…

Los ojos de Tiamat se abrieron, y lo primero que pudo notar fue que estaba abrazando a Issei de una manera un tanto posesiva.

Ese pensamiento pasaría a segundo plano tras notar un detalle realmente curioso.

"Buenos días." Comentaría el castaño con una expresión neutra.

"Buenos días. ¿Qué le sucedió a tu cuello?" Le preguntaría la mujer, notando una gran cantidad de marcas rojas combinadas con un color celeste que recorría a lo largo de todo su cuello.

Esas dudas quedaron en segundo plano cuando se separó un poco de Issei.

"¿Por qué estoy desnuda?" Se preguntó a si misma mientras se descubría sus pechos, notando que no llevaba ningún tipo de sujetador.

"¿En serio no recuerdas nada?" Indagó Issei manteniendo su expresión neutra, aunque ahora tenía un gran sonrojo ya que no había podido evitar mirar los senos bien formados de la dragona.

"¿Recordar? ¿Qué debería recordar?" Ella le preguntó, la idea de que tuvieran una noche alocada se descartó al instante, ya que Issei tenía toda su ropa puesta. De hecho, ni siquiera se había cambiado para acostarse.

"Todo está borroso…" Tiamat se frotó la sien al sentir como su cabeza estaba retumbando como un tambor.

Ella no pudo seguir buscando en sus pensamientos por mucho más, ya que su rostro se puso violeta de un segundo al otro.

El castaño observó con cara de palo como una Tiamat desnuda salía a una velocidad casi indistinguible directo hacia el baño.

Ophis se sentó sobre la cama tras escuchar el sonido de varios portazos.

Ella se frotó los ojos mientras escuchaba con completa inocencia como alguien estaba vomitando sin parar en la habitación del frente.

Y así fue como el tiempo trascurrió sin ningún tipo de sorpresas.

Issei fue el primero en retomar su entrenamiento con Tannin, siendo ayudado por sus tres mejores amigas, además de una Ophis que vigilaba todo desde lejos. No hace falta mencionar lo asustado que se encontraba el Rey Dragon al percatarse de la presencia de la segunda entidad más poderosa del mundo. Otra persona que asistió con regularidad a los entrenamientos fue Gasper, quien había decidido seguir el mismo ritmo de su maestro para convertirse en un mejor guerrero en el futuro.

No todo era solo entrenamientos, ya que Azazel iba todas las noches para comer en conjunto mientras contaban numerosas historias a las que Ophis parecía entregarles bastante de su atención, ya que eran bastante entretenidas según su criterio. Gracias a la presencia constante de la Diosa Dragona, la gran mayoría que aun se sentía incomodo ante su presencia fue disminuyendo hasta casi haberse apaciguado por completo.

También hubo numerosos intentos de Rías para acercarse a Issei, pero la realidad es que nunca pudo hacerlo, ya que siempre se encontraba entrenando o si no se encontraba cerca de Tiamat, y sabia que no era buena idea insinuársele si es que ella estaba cerca.

Issei también le entregó más de su tiempo a Gasper y sus maestros. Quizás solo entrenaban casi en su totalidad, pero siempre se divertían hablando entre sí.

Después de varios días de esta rutina un tanto cansina, finalmente llegó el momento del Rating Game.

La mitad de las gradas del gran escenario estaban completamente llenas, solo la mitad que representaba al Clan Sitri. La que parecía controlar todas las masas era la hermana mayor de Sona Sitri, quien se mostraba muy entusiasmada y eso se veía con gran facilidad.

"¿Por qué somos tan pocas personas aquí?" Preguntó Ophis, quien estaba tapando sus oídos con las manos por el alboroto molesto que había en aquel lugar.

"Eso es porque los Demonios no saben en lo que se ha convertido Issei." La respuesta de Penemue llegaría sin una pizca de dudas. "Aun creen que mantiene un nivel algo mediocre porque Rías se ha llevado gran parte del merito de todas las intervenciones. Supongo que todos pensaran que el nivel de Issei no será mucho más superior a lo demostrado contra Raiser, por lo que la diferencia en el número de piezas y el hecho de que el Clan Gremory aun le falta una torre hace que las cosas estén así ahora." Penemue no pudo evitar apretar los dientes al escuchar como la tribuna rival hacia un escándalo impresionante.

"La única posibilidad real que tuvieron de ver su potencial fue contra ese Demonio que ya ni recuerdo su nombre. Pero ya sabemos que la transmisión se cortó antes de que se pudiera ver la paliza que Issei iba a darles." Declaró Tiamat, recordando los acontecimientos que habían sucedido hace 2 semanas. "¡Que molestos!" La dragona no pudo evitar chasquear la lengua al escuchar como la gente ruidosa se hacia escuchar con tanta fuerza.

"Quizás hubiera sido una mejor idea quedarme en casa como Rossweisse." Ophis cerraría fuertemente sus ojos con gran enfado. "Quiero matarlos a todos." Ella volvió a abrir sus ojos, denotando una expresión adorable que no coincidía con sus palabras.

"Ahora que lo dices…" Penemue llevaría su mirada hacia la entrada de las gradas. "¿Dónde se encuentra ella?"

Las dudas de las tres mujeres serían apaciguadas forzosamente cuando la tribuna rival hizo un gran escándalo, ya que el sequito de ambos bandos apareció en el escenario.

"Bueno, esto está a punto de comenzar…" Pensó Azazel, enmarcando su sonrisa. "Veamos como resulta todo esto." El Cadre estaba siendo acompañado por Sirzechs, quien parecía ser el otro comentarista de lo que estaba por suceder.

Desde las gradas aparecerían dos hombres que resaltaban del resto, uno por ser extremadamente musculoso y el otro por ser muy delgado.

"¿No crees que deberíamos descansar después de haber ganado?" Le preguntó el hombre delgado al que aparentemente era su líder.

"¿Quieres descansar después de la paliza que les dimos a esos tipos?" Aclaró Sairaorg, cruzándose de brazos. "Para serte sincero, no estoy para nada cansado, Ladora."

"Pero, ¿por qué estamos aquí?" El ahora reconocido como Ladora hizo la pregunta, logrando que Sairaorg sonriera.

"Es la primera vez que voy a poder ver al Sekiryuutei de cerca." Una sonrisa hambrienta de batalla y sangre recorrió por su rostro. "Todo el mundo dice que es muy débil, pero no existe mejor criterio que tus propios ojos."

"Por lo visto, ya tiene a alguien en la mira…" Pensó Ladora para si mismo, para luego fijar su mirada en el castaño, quien se encontraba haciendo movimientos precompetitivos junto a sus compañeros. "Espero que no le llames la atención, o incluso yo tendré que desearte mis condolencias, Hyoudou Issei…" Concluyó, conociendo bastante bien la actitud de su líder.

Una fuerte bocina resonó en todo el lugar, haciendo que los dos sequitos formaban diferentes filas.

"¿Te encuentras bien?" Preguntaría Issei, notando que Gasper estaba realmente agotado.

"Expulsar gran parte de mi poder antes de la batalla siempre tendrá su costo, supongo." Comentaría el medio vampiro con una sonrisa forzada. "¡Por eso debo aprender a dominar mi poder lo antes posible!" Gasper apretó fuertemente su puño, recibiendo un pequeño asentimiento por parte de su maestro.

"Estaremos en grupos separados por un momento, así que cuento contigo para cubrir a nuestra presidenta." Declaró el castaño con una sonrisa dentuda, recibiendo una sonrisa por parte de Gasper.

"Gasper Vladi, de un paso al frente." Comentó un Demonio que llevaba una libreta sobre su mano, a su costado había una gran esfera.

El medio vampiro se acercó, mirando con atención al hombre.

"Coloque su mano sobre el orbe y acumule toda la magia que sea posible. Descuide, esto es solo un medidor mágico, por lo que sus reservas mágicas no se verán afectadas." Afirmó el sujeto mientras veía como Gasper se esforzaba en concentrar su magia.

Finalmente, la pequeña esfera sacaría un resultado que se vería en las diferentes pantallas holográficas.

"Reservas superiores a los Demonios de Clase Alta."

Eso hizo que muchos se quedaran impresionados.

"Es la primera vez que veo a alguien tener unas reservas mágicas superior a los Demonios de Clase alta y que sea un Demonio Reencarnado…" Declaró Sairaorg con un poco de sorpresa.

"Siguiente, Hyoudou Issei."

Cuando Issei colocó su mano sobre la pequeña esfera, Sairaorg prestó una atención que nunca se le había visto hasta el momento.

"Veamos cuanta es la cantidad de magia monstruosa que puede contener un Sekiryuutei…" Declaró Sairaorg con una sonrisa salvaje.

Tanto líder como sirviente alzaron sus miradas para ver una de las pantallas holográficas.

En ese momento, la expresión de ambos cambió radicalmente.

"Por debajo de la media…" Comentaron ambos al mismo tiempo con cara de palo.

Después de la prueba de todos los participantes, el combate finalmente estaba a punto de comenzar.

Solo faltaba una cosa.

Las formaciones.

"¿Dónde creen que estará Sona?" Preguntaría Asia con grandes dudas.

"Es algo que no podemos asegurar. Además, conociendo a ella estoy seguro que tendrá un buen plan para ambas zonas." Declaró Rías con seriedad. "Lo mejor es no dar tantas vueltas y asignarnos a la zona A y que Issei vaya a la zona B."

"Supongo que romperemos su inteligencia con fuerza bruta." Declaró Kiba con su típica sonrisa condescendiente.

"Presenten formaciones." El mismo Demonio que calculo el poder mágico de la nobleza se acercó a ellos.

Los miembros se miraron una vez más antes de asentir con seriedad.

"En un minuto, cada nobleza será transferida a las zonas correspondientes." La voz de Azazel se escucharía sobre todos.

"Seguro que dejará a Hyoudou solo." Pensó Sona, quien se encontraba junto a su Reina. "Sé que él es capaz de derribar mi otra formación por si solo si es que no nos topamos de frente, pero la realidad es que eso no importa." Sona alzaría su mirada, notando el reloj que marcaba 15 minutos. "Después de todo, eso le llevaría tiempo. Si tenemos el tiempo a nuestro favor, tendremos la victoria casi asegurada."

"¡Tu puedes, Issei!" Tiamat gritó para intentar darle ánimos a su futuro amante, pero su voz nunca llegó por culpa del gigantesco alboroto que comenzaron a hacer en la tribuna rival. "¡Maldición, son insoportables!" La dragona los maldijo con los dientes apretados.

"Ya veo, ¿así que necesitan un poco de ayuda?"

Las tres mujeres dirigieron su mirada a la entrada de las gradas, sorprendiéndose al ver de quien se trataba.

"¿Rossweisse?" Fue lo único que comentaron al ver como tenía una sonrisa confiada y orgullosa en su rostro.

"¡Entren, chicas!"

Serafall y toda la tribuna rival no pudo evitar callarse al ver la gran cantidad de Valquirias que comenzaban a copar toda la mitad del otro escenario, llevando banderas de Asgard y del Dragón Gales. Los bombos y diferentes gritos de alientos a Issei hicieron que las cosas dieran un giro de 180 grados, y aunque Issei no le gustaba llamar la atención, debía admitir que ser apoyado de esta manera se sentía realmente bien.

"¡Héroe de Asgard!"

"¡Héroe de Asgard!"

"¡¿Qué demonios?!" Tsubaki no pudo evitar maldecir por la situación completamente inesperada.

"¿"Héroe de Asgard"?" Sona se preguntó a si misma, siendo abrumada por todo lo que estaba sucediendo. "Creo que debería haber pensado mejor y revisar las diferentes repercusiones que generó Hyoudou en otras Facciones…" Sona se mordió el pulgar con recelo.

"No te preocupes." Tsubaki la tranquilizó de inmediato. "Quizás sea un poco más fuerte de lo que investigamos, pero el resultado será el mismo." Ella concluyó, ganándose una pequeña sonrisa por parte de Sona.

"Tienes razón." Contestó, entrecerrando sus ojos con gran misterio. "Después de todo, nosotros no somos los únicos que estamos algo desinformados…"

"Las Valquirias realmente te quieren, ¿verdad?" Indagó Kiba con una sonrisa nerviosa.

"Bueno, es una larga historia…" Respondió el castaño, quien se dio media vuelta para saludar a Rossweisse con gran energía, siendo respondido por ella.

"5"

Tras escuchar los segundos restantes, todo el lugar quedó en completo silencio para los participantes, aunque en las gradas se estaba produciendo un festejo impresionante.

"4"

Cada uno activó su propio Sacred Gear o poderes para afrontar lo que estaba a punto de llegar.

"3"

Issei cerró sus ojos para concentrarse.

"2"

El guantelete brilló con gran intensidad, cubriendo todo su cuerpo con una armadura carmesí.

"1"

Todos abrieron sus ojos, notando de inmediato a los rivales que debían someter.

"¡Qué comience el Rating Game!"

"Sona…" Pensó Rías, entrando en una rápida formación con el resto de su nobleza para que funcionaran como una especie de escudo, y la Sitri hizo lo mismo. "Eso significa que Issei…" Rías miró de reojo hacia la zona B, pero rápidamente descubrió que les rodeaba un gran muro de círculos mágicos que no les permitía ver más allá, y de seguro funcionaba como una especie de barrera.

"El espacio es tan reducido como estudié previamente…" Pensó Sona, dando un par de vistazos a su alrededor. "Esto nos llevara a ataques feroces y constantes que intenten romper las líneas de defensa para llegar al Rey." Concluyó, sabiendo que Rías debería estar pensando algo parecido en estos momentos.

El sudor de ambas Reyes rodaría lentamente por sus mejillas, hasta que finalmente se desprendió por sus barbillas.

En el momento que las gotas cayeron sobre el suelo, ambas dieran un gran salto hacia atrás mientras eran rodeadas por dos de sus sirvientes.

"¡Ataquen!"

La primera en moverse fue Tomoe, quien no pudo evitar ponerse sería al ver que Gasper rápidamente comenzó a seguirla para impedir que rompa las defensas.

"El único obispo que ataca de una manera frontal, Sona estaba en lo correcto." La caballera declaró con una pequeña sonrisa, para luego intentar atacar al medio vampiro, quien rápidamente se defendió cuando creo un círculo mágico que detuvo el tiempo justo donde estaba ella.

Mientras tanto, Koneko fue ayudado por Kiba y Xenovia para detener contener a Tsubasa, Loup y Bennia que también buscaron atacar de frente.

Akeno arrojó uno de sus rayos desde la retaguardia, siendo bloqueado por la misma Tsubaki justo antes de que impactara, generando una pequeña distracción en Kiba, Koneko y Xenovia.

Una distracción que Sona pareció descubrir.

"¡Ahora!" Ella agitó su mano hacia el frente, haciendo que Tsubaki y Saji la miraran, asintiendo rápidamente.

Tsubaki se colocó un anillo mágico al mismo tiempo que comenzaba a crear un gran ataque. Saji invocó su poder de absorción.

"¡Esquiven las cuerdas!' Gritó Rías, sabiendo que es lo que hacia el poder de Saji.

Pero definitivamente no esperaba lo que iba a pasar a continuación.

El anillo que se colocó Tsubaki brilló con una intensidad impresionante, haciendo que la gran bola de magia que estaba creando se agigantara a un tamaño 10 veces mayor, logrando que el grupo Gremory ensanchara sus ojos en completo shock.

"¡Lánzalas!" Le ordenó Tsubaki a Saji, quien ni siquiera rechisto.

Ambos ataques fueron lanzados al mismo tiempo, combinándose entre sí y generando una masa de energía sin igual.

"Esto es lo que sucede cuando hay tanta diferencia de números y fallos en la formación…" Pensó Sona con una sonrisa, viendo que había una gran apertura entre las filas, en donde el gigantesco ataque entró dirigiéndose directamente hacia Rías, Akeno y Asia, quienes observaban esto completamente paralizadas.

Una enorme explosión se alzó por todo el lugar, haciendo que Sona y sus sirvientes más cercanos se cubrieran, mientras que muchos otros salieron volando por la gran inercia del impacto.

El enrome estruendo dejó atrás una gran destrucción y un polvo combinado con el humo que hacia imposible saber lo que había sucedido en el centro de la explosión.

"¿Crees que funcionó?" Preguntó Tsubaki a su rey, viendo como el anillo se rompía en varios pedazos.

"Algo anda mal…" Fue la respuesta de Sona, quien no pudo evitar entrecerrar sus ojos. "El radio de la explosión tendría que haber sido mucho más grande…"

Tras escuchar esas palabras, Saji miraría hacia el frente con completa seriedad.

"¡Que nadie baje la guardia!" Ordenó Tsubaki, haciendo que todos los miembros rodearan a Sona por precaución.

La cortina de polvo lentamente dejó ver a una figura que era rodeada por el resto de la nobleza Gremory, quienes observaban esto completamente estupefactos.

Esa figura lentamente se hizo distinguible, logrando que Sona ensanchara sus ojos con completa incredulidad.

"No…esto no puede ser verdad." Dijo Tsubaki en completo shock.

"¿Cómo…?" Comentó Sona, mirando aquella figura con una intensidad sin palabras.

El brazo con algunas quemaduras de lo que parecía ser un hombre se elevó lentamente, notando una gran cantidad de restos de armadura y sangre, además de que su torso herido y cubierto de quemaduras estaba completamente visible.

"¡¿Cómo es que pudo vencerlos tan rápido?!"

La mano finalmente se estacionaría sobre el rostro de Issei, quien se quitaría la sangre y el cabello que caía sobre su rostro de una manera bastante suspicaz, haciendo sonrojar a más de una mujer.

"Cuatro Peones y un Alfil del clan Sitri han sido eliminados."

¡FINAL DEL CAPÍTULO!

¡Espero que les haya gustado el inicio de esta batalla!

También espero que el concepto les haya agradado, ya que quería hacer una batalla mucho más frontal y directa a lo que nos tienen acostumbrados con los Rating Games.

¡Espero que puedan disfrutar la continuación!

¡Muchas gracias por leer!