En los últimos años las festividades de halloween han cobrado mucha popularidad en Asia, como era de suponer Japón no podía quedarse atrás, las fiestas con disfraces son cada vez más comunes porque resultan muy llamativas para la población, sobretodo para los jóvenes, por este motivo los maestros del Instituto Furinkan dejaron como tarea investigar todo lo referente al tema.

La mayoría de estudiantes están más preocupados por el festival de noche de brujas y el concurso de disfraces que por la tarea, pero una de las mejores alumnas si está interesada en indagar más sobre el asunto, Akane está en su cuarto terminando con los últimos detalles de su trabajo, uno que esta más enfocado en el día de muertos, la razón es simple, la idea de que los seres queridos ya muertos visiten a sus familiares en los primeros días de noviembre le genera mucha ilusión.

— ¡No sé porque pones tanto empeño en esa tarea!, era una investigación breve, no una tesis —

Reclamó Ranma bostezando con pereza al notar la poca atención que su prometida le brindaba.

— ¡Si no estás a gustó puedes marcharte!, venias a estudiar con mis apuntes no a criticarme —

Contraatacó la peliazul molesta por la actitud del chico, ella realmente estaba interesada en el tema y ser interrumpida no era algo que tolerará, pero decidió hacer caso omiso de los comentarios incipidos del azabache, contenta puso punto final a su tarea y se levantó con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¡Valla, al fin terminaste! —

Expresó el de ojos de mar mirando con sopor a la vez que se estiraba un poco para liberarse del aburrimiento.

— ¡No cantes victoria!, terminé mi trabajo pero ahora voy a poner una ofrenda —

Comentó la chica sacando papeles de muchos colores, adornos de esqueletos y flores, Ranma quedó consternado por la intención revelada de su prometida, no comprende porqué está tan obsecionada con el tema, en realidad halloween no le resulta tan interesante, eso de los disfraces e ir a bailes no es lo suyo pero en el fondo no le parece tan ilogico que le guste a la gente de su edad porque se presta para la convivencia y el jolgorio, incluso él no se ha mostrado tan renuente a asistir al evento de su preparatoria, pero le sorprende que la de ojos almendrados muestre mayor inclinación por una tradición de la que sabe muy poco.

— ¡Akane!, ¿no crees que estás exagerando? —

El de trenza interrogó argumentando que su buena calificación estaba asegurada, no era necesario montar aquel altar para sacar la mejor nota, pero la pequeña Tendo le dio una respuesta que recordaría toda su vida.

— ¡No lo hago por una calificación, es por mi mamá! —

Ranma quedó pétreo cuando Akane le explicó sus motivos, el tiene a sus dos padres y aunque mucho tiempo vivió alejado de su madre hoy tiene la dicha de estar junto a su progenitora, pero para la peliazul la cosa es distinta, ella nisiquiera recuerda a su mamá, murió cuando era tan pequeña que le encantaría ser visitada por su espíritu al menos una vez, asi podría decirle cuanto la ama y extraña, además Naoko sabrá que siempre es bien recordada.

Los ojos vidriosos de la chica calan en la conciencia del azabache que traga ondo al comprender que sus comentarios anteriores estaban fuera de lugar, su prometida tenía una razón muy válida para prestar toda la atención y tiempo que quiciera a aquella ofrenda

— ¿En qué te ayudo?, dime que es eso de un altar de muertos —

Ranma solicitó más información y con buen humor comenzó a apoyar a Akane que atónita escuchó lo que el azabache dijo, de inmediato su rostro se iluminó y parloteó sobre cada detalle, el porqué del papel picado que ella misma hizo siguiendo algunos tutoriales de youtube, la importancia de las velas, el agua y la sal para auyentar malos espíritus, los dulces en forma de calaveras que consiguió por Internet para representar al difunto, el pan de muerto lo cambió por algunos tradicionales de su país, colocó algo de sushi, onigiri y sukiyaki ya que era la comida favorita de su madre, agregó algo de frutas e incienso para purificar y por último tomó varios crisantemos que acomodó en floreros.

— En México ocupan las flores de cempasuchitl y terciopelo para adornar asi como para guiar a los muertos —

Narró Akane, después descrubio el parecido de esas flores con los crisantemos blancos y amarillos, no solo en apariencia sino también en simbolismo, por lo que los utiliza para suplir a las flores americanas, por último pone la foto de Naoko y un papel en el que le cuenta todo el amor que siente por ella y lo mucho que la hecha de menos. Aunque sencilla Akane se siente muy feliz con el resultado, sobretodo porque Saotome a accedido a ayudarle de una forma amable y sincera, algo que valora con creces, como muestra de agradecimiento y acto reflejo de su alegría besa en la mejilla al de trenza y lo abraza con simpatía, Ranma se sonroja ante el acto, cuando la oji café cae en la cuenta de lo ocurrido intenta disculparse con vergüenza pero el azabache le devuelve el abrazo junto con una oración que Akane acogerá por siempre.

— ¡Estoy seguro que tu mamá estará muy feliz de saber que la recuerdas y que tiene una hija muy valiente! —

El semblante lleno de júbilo que Tendo muestra refleja lo especial del momento, agradecida se despide del chico pues es momento de dormir, temprano hay clases debe entregar su trabajo y por la tarde asistir al halloween que se celebra en la preparatoria.

Todo luce tranquilo en la casa Tendo, el sonido de los grillos es lo único que se escucha en la pasividad de la noche, de repente un aire comienza a soplar en su interior de la residencia y una silueta se dibuja, la mujer espectral que alcanza a divisarse es hermosa, nada tetrica, por el contrario, se mira tranquila y despide un aura de paz y amor, con dulzura observa la carta que su hija le dedicó, cada olor, cada sabor, cada luz y adorno los llevará siempre en el corazón, muestra de eso toma una flor y la coloca en su cabello, antes de partir besa la frente de Akane, de sus otras hijas y de su esposo, la fantasmal figura se dispersa poco a poco pero queda en un sueño.

— ¡Te amo, hija!, siempre estoy con tigo, nos vemos el proximo año —

Por la mañana la familia despierta feliz y cuantan la misma historia, la señora Tendo les visitó mientras dormían, a sus hijas y a Soun les recordó lo mucho que les amo, a su esposo le reveló que siempre esperara por el, Nodoka explica como su vieja amiga le agradeció por cuidar de su familia, Genma con pena y cinismo expone que le pidió aportar mas a la casa, solo Ranma calla y todos le piden saber si el también fue visitado por el espíritu mateiarcal, pero enérgico y burlón acaba con la conversación.

— ¡Yo no la conocí, no puedo caer en su sugestión porque no se como era! —

La cruel expresión hace que Akane deje su plato y salga rápidamente hacia la escuela, Ranma sabe que esta molesta, hastiado decide alcanzarla una vez que esta lejos del dojo.

— No la conocí pero en casa hay varias fotos suyas como para no saber como era —

La peliazul voltea extrañada y enojada, no entiende a qué está jugando ese bobo.

— ¿Qué quieres decir? —

Interroga la de ojos chocolates crispada por el extraño comportamiento de su prometido.

— ¡Que también soñé con ella! —

Ranma agrego con cautela, espera que la de ojos avellana no lo mal interprete por no haberlo aceptado antes sus sueños, el se sentió apabullado con la platica previa, en primera porque tenia razón, soñar con alguien que murió antes de conocerle es algo bastante confuso, pero un motivo más grande le hace sentir nervioso.

— ¿Por qué dijiste entonces que no la viste? —

Seca cuestionó la chica esperando una respuesta sincera.

— ¡Porque ella me dio las gracias por protegerte, pero me pidió hacer algo mas! —

Akane le mira con recelo y duda.

— ¿Y que fue? —

La tensión aumentó entre los jóvenes que se miran con extrañeza.

— ¡Que te dijera el secreto que guardo! —

La incertidumbre que Akane muetra es innegable.

— Un secreto..., ¿cual es? —

El color comenzó a subir en el rostro del azabache que junto todas las fuerzas para revelar lo que guarda, el impulso del más allá le ayuda.

— ¡Que te amo! —

La peliazul quedó paralizada con semejante declaración, pero antes de goloear a Saotome con su mazo, sacarlo volando por los cielos de Nerima o arder en furia por su osadía recuerda que entre sueños su madre le pidió escuchar a Ranma porque tenía algo importante que decirle, ahora sabe de que se trata, es la aceptación de algo que vive en el corazón de ambos.

— ¡Yo también te amo! —

Declaró la jovencita, ese fue el principio de su verdadera relación, su amor creció como espuma gracias a una pequeña ayuda desde el otro mundo, apartir de entonces cada año Ranma y Akane ponen una ofrenda para Naoko, al casarse y pasar el tiempo lo hicieron para otros familiares que comenzaron a partir, Soun, Genma y por ultimo Nodoka, ese altar es un puente que les une, aunque es una tradición extranjera se parece mucho al tributo y remembranza que ellos hacen de sus difuntos, por eso cada año la casa se llena de flores para recibir a los que se fueron, siempre con la promesa de volverse a encontrar el próximo día de muertos.

Un poco tarde llega esta historia, ya todos han de estar preparando el arbolito, pero aún estamos en noviembre y creo que todavía hay cabida para terminar este compendio, esperemos de tiempo para publicar la ultima historia.