SAOTOME

A Ranma se le ha ocurrido invitar a su prometida a algún lugar para tener la oportunidad de acercarsele y conversar sobre su actual situación, desde hace días la jovencita suele irse con sus amigas al salir de clases, ya sea para ir a trabajar con ellas los días que les corresponde o para estudiar juntas en los días de descanso, esto ha propiciado alejamiento entre la pareja, lo que tiene enfadado y preocupado al azabache que poco ha podido hacer al respecto, sin embargo el confía que su marimacho no sería tan grosera para negarse a ir con él a algún lugar como solían hacerlo cuando le pedía acompañarlo por cualquier motivo.

El de cabellera negra guardo sus cosas con rapidez y en cuanto el último maestro terminó de impartir su materia se levantó de su asiento y se dirigió a la de ojos pardos que se disponía a marcharse en compañia de Yuka y Sayuri.

- ¡Akane!, ¿necesito preguntarte algo? - expresó el chico, - ¡hola, Ranma, ¿que necesitas? - cuestionó la peliazul con dulzura, pero al notar la incomodidad del joven al estar en presencia de las otras mujeres, la oji marrón decidió hablar en privado - ¡chicas!, ¿podrían adelantarse?, ¡en un momento las alcanzo! - sus amigas comprendieron el mensaje y sin dudar accedieron a la petición.

Una vez solos el de trenza expuso su deseo, - ¡Akane!, ¿te gustaría ir a comer helados con migo? - las mejillas del chico se encendieron, - ¡dejame adivinar!, ¿te da pena ir tu solo, porque no te convierte en Ranko y de esa forma podrías ir sin problemas? - señaló la chica, - ¡eso ya lo sé!, bueno, en realidad yo..., verás, lo que pasa es que... ¡Yo quiero que me acompañes y después podríamos, no sé, a dar un paseo! - el de trenza rogaba que las palabras fluyeran sin tanto tropiezo, odiaba que fuera tan difícil expresar lo que sentía, - ¡ahh, no tienes dinero!, ¿verdad, por eso quieres que te acompañe? -inquirió molesta la menor de las Tendo mientras Ranma deseaba arrancarse el cabello a causa de la desesperación que le geberaba no ser entendido por su terca prometida.

- ¡No, Akane, nada de eso, yo te invito los helados y lo que... (trago duro) tu... quieras! - rió avergonzado haciendo una mueca de espanto mientras sentía el corazón latir a mil por hora, - ¿algo así como una cita? - la peliazul preguntó emocionada mostrando una facción de ilusión que poco duraría.

- ¡Nooo, bueno, no exactamente, pero si así lo quieres ver yo no... - el joven luchaba con el mismo para decir todo aquello lo más sinceramente posible, para el era la cosa más difícil a la que se ha enfrentado hasta ahora pero recuperar a su amada lo motiva y su estrategia parece surtir efecto, Tendo lo miraba con alegría palpable hasta que la interrupción tenía que llegar como siempre.

- ¡Rancha, querido!, no te preocupes por nada, yo los acompañó a comer helados, ¿que les parece si vamos los tres?, así te sentirás más tranquilo de ir como mujer - Akane miro fijamente a Ranma esperando ver su reacción, el chico desesperado trató de alejar a su amiga de la infancia, pero al notar que este no lograba nada, la peliazul bajo la mirada desilusionada y rechazo la invitación previa.

- ¡Yo tengo mucho que estudiar, será mejor que ustedes dos vayan a comer los helados! -, el azabache no podía creer su mala suerte, molesto y frustrado trató de componer las cosas - ¡no, Akane, espera! - grito con insistencia pero su prometida se marchó sin decir más.

Completamente enojado con la castaña por arruinar su brillante plan que iba marchando perfectamente, el de ojos zarcos lucho para safarse de su asfixiante pretendiente y se fue a casa, no tenía ganas de absolutamente nada, todo fue frustrado rotundamente.

A la hora de la cena la familia se reunió menos Akane que aún no llegaba de la calle, Soun comenzó a preocuparse por su hija y preguntó por su paradero, pero el azabache era el más afectado, no podía evitar que su cabeza elucubrara terribles escenarios de su amada con otra persona, para su fortuna una voz lo sacó de sus cavilaciones.

- ¡Ya llegue, perdón por la tardanza! - la dulce Kasumi le recibió - ¡que bueno que ya estás aquí, comenzábamos a preocuparnos por ti, no debes llegar tan tarde! - regaño con dulcura la mayor mientras la aludida aceptó la reprimenda, - ¡si, hermana, no volverá a pasar! -.

Dicho esto la tranquilidad volvió y Ranma intentó entablar conversación con su amada después de la cena, para lograrlo espero a que la peliazul estuviera en su cuarto y después entró por la ventana tomando por sorpresa a la mujer que está muy apurada en su labor y espantada brinca ante la voz que le llama.

- ¿Desde cuando te gusta tejer?, ¡nunca has sido muy buena para esas tareas! - expuso sin mucho tacto el de trenza, - ¡Gracias por tus ánimosas palabras, Ranma!, ¿Necesitas algo o porque entras de esta forma poco cortes? - el ceño fruncido de la chica dejó entrever su molestia por el comentario ácido del varón.

- ¡Akane, siento mucho lo que ocurrió con Ukio esta tarde, en verdad quería que tu me acompañaras¡ - la jovencita lo miró con recelo, dejó su tejido a un lado y con la mirada baja le respondió, - ¡no te preocupes, al final te divertite, no importa si fue con Ukyo! - un grito de enfado fue soltado por el de ojos celestes, - ¡como se te ocurre pensar que iría con ella cuando te invite a ti!, no me acompañó a ningún lugar, te lo juro! -.

Tendo miro a su prometido con un gesto de ternura combinado con nostalgia, - ¡no tienes porqué disculparte, yo entiendo que prefieras ir con una mujer que sea hábil para la cocina o el tejido! - esas palabras cayeron como bomba en el muchacho al recordar la frase dichas por él previamente, eso crispó al azabache que permanece afligido por la amabilidad con la que ella lo tratadesde hace días, parece otra persona.

- ¡Deja de decir esas cosas, a mi no me importa que no sepas hacer nada de eso! - al percatarse de lo que sus palabras significaban, el de trenza intento cambiar de inmediato lo dicho, - !yo no tengo porque preocuparme por esas cosas, eso solo le afectará al valiente que quiera casarse con tigo, marimacho! -.

Listo, como siempre la bocota de Ranma echaba todo a perder, si hubiera aceptado la primera intención con la que pronunció su sentir se abría percatado que la cara de Akane se iluminó como sol, pero no fue capaz de darse cuenta del error que cometió hasta que la cara de la chica se torno oscura y decaída, - ¡ya se que tu nunca te fijaría en alguien como yo, no entiendo para que vienes entonces a disculparte, si no necesitas nada agradeceré que mejor te marche! - concluyó la de ojos cafés.

El chico no puede creer que sea tan torpe y arrogante para sabotearse solo como la he hecho, pero su orgullo no le permite aceptar su derrota, indignado se gira quedando de frente al escritorio de la jovencita y desafiante la cuestiona dándole la espalda - ¿porque te comportas de esa forma, tu no eres así, porque no me mandas a volar por los cielos como siempre haces? - refunfuño con desdén al observar que sobre el escritorio asoman algunas hojas con corazones que parecen tener algo escrito, lo que hizo brotar sus celos - ¿para qué, para que me digas que soy violenta?, ¡tengo una mejor idea, vete y dejame en paz! - reprochó la mujer.

Furicó el azabache regreso a su posición inicial, viendo de frente a la de ojos marrones, que por primera vez en toda la charla la ve directamente sin que ella esconda su mirada, entonces nota ese pequeño delineado en sus ojos y el color azul de sus uñas, ese detalle le hace hervir por dentro, parece que sus sospechas son ciertas y siendo incapaz de controlar sus emociones Saotome estalla con una revelación que recordará con dolor, - ¡ahora entiendo porque siempre estas fuera de casa!, ¡tienes razón, las chicas violentas como tu no son llamativas! - hiriente como siempre se encamina para salir por la ventana sin importarle responder a Akane que con cara de extrañeza le pide que le explique a que se refiere, pero su prometido la deja hablando sola.

TENDO

Yuka y Sayuri miran el semblante triste de su amiga, - ¿estas bien, Akane, te vez desanimada, que quería tu novio? - preguntaron las chicas imaginando lo ocurrido, - ¡no pasó nada, quería que lo acompañará por algo pero Ukyo se hará cargo, no se preocupen, vámonos o se hará tarde! - contestó tajantemente la mujer intentando aparentar su pesar, sus acompañantes notaron su vaga expresión pero optaron por no interrogarla más antes de que su explosiva amiga enfureciera.

La oji café estaba completamente enojada, había sido una tonta por ilusionarse ante la propuesta del azabache, pero estaba más cabreada porque alguna de las prometidas siempre tenía que arruinar los pocos momentos especiales en que Ranma parecía que al fin se portaba amable e intentaba decirle algo importante.

Desde que se prometió a sí misma tratar de acercarse a su prometido de una forma más amigable para declararle su amor ella optó por evitar las confrontaciones con el, pero nada ha funcionado para evitar la intromisión de las otras pretendientes, eso la desanima, la verdad es que el de ojo celeste se ha comportado un poco mejor con ella desde que tomó esa actitud, ahora hasta la invitó a comer helados pero sin importar lo que haga para atraer la atención del joven al final todo falla, incluso el maquillaje que ha comenzado a usar para verse más femenina no fue muy eficiente para evitar ser la última opción cuando otra prometida está presente, de lo contrario él haría lo posible por no cambiar de planes pero eso nunca ocurre, esa situación la harta pero mandar a su amado a volar sobre Nerima ya no le resulta algo funcionable.

Pará Akane es bastante cansado estudiar y trabajar al mismo tiempo, peor si los pocos días que no labora los dedica a fabricar el regalo de su prometido, pero no le queda otra opción, ni Nabiky ni Kasumi han querido ayudarla con sus presentes asi que a tenido que recurrir a la ayuda de sus amigas para tener todo a tiempo, ya solo falta una semana para el cumpleaños de su prometido y quiere que el se lleve una buena impresión sin importar que las otras prometidas sean mejor que ella para todo.

Hoy no toca trabajar en la tienda de la familia de Yuka y Tendo quiere aprovechar para descansar un poco de la agetreada semana, además Sayuri estuvo enseñándole como tejer una bufanda, pasó dos días revisándolo su tejido por lo que la peli azul creyó estar segura de poder repetir los puntos sin supervicion y se llevó el material a casa para intentar avanzar en el regalo.

Pesé a la buena actitud que la chica tomó respecto a su tarea, la realidad es que le estaba costando bastante, se comia algunas uniones o hacia puntos de más quedando un tejido poco uniforme pero rescatable y utilizable, con una gota sobre su cabeza se echaba porras pensando en que no se ve tan mal, peor estaba antes de consultar a sus amigas cuando de diez líneas no podía pasar sin que todo se desbaratara o quedara chueco, absorbida por su labor Tendo no se percató de la llegada de su tormento y con gran susto reaccionó a su voz.

En un principio el se presentó para disculparse por lo ocurrido con Ukyo, eso le agradaba pero para evitar crear tensión con su mal carácter, ella prefirió no reprocharle nada y decirle que todo estaba bien, a fin de cuentas ella se concebia como la prometida con menos posibilidades de todas para conquistar a Ranma.

Por desgracia para ella su platica se tornó en una situación muy incomoda en la que todo empezó viento en popa pero terminó hundida en una tormenta que ni ella entiende, no comprende porque la actitud del azabache cambió radicalmente de un trato amable a uno tan ruin, poco podía imaginar que esa actitud tenía su explicación en los celos que emanaron del peli negro al creer que ella comenzaba a interesarse por alguien más y todo a causa de unas hojas que el hombre no distinguía con claridad.

Su nueva imagen maquillada no sólo irritó a su prometido al pensar que ese detalle estába dedicado para alguien más, también movió los cimientos de su cordura, para él ese chiquilla luce hermosamente embriagadora, deseaba tocarla y besarla pero la indiferencia y sumisión de la muchacha le hizo explotar, desafortunadamente para ella las crueles palabras que él azabache le dedico momentos antes de irse la hicieron terminar en lágrimas al saberse la menos agraciada para un chico rodeado de cualidades y enamoradas.

¥

Durante la semana previa al cumpleaños de los prometidos, la pareja a tenido poca interacción, tras lo ocurrido en la habitación de Akane el contacto entre ambos aminoro, la peli añil ha dedicado su tiempo completamente ha terminar los presentes para el azabache, por su parte Ranma se la pasaba pensando quien será el desdichado al que se le ha ocurrido poner los ojos sobre su amada y está tratando de alejarla de su lado, además ha pasar un buen rato entre varias tiendas buscando el regalo más adecuado para ella pues esa será la clave para acercarse o almenos eso pensaba.

El día del aniversario número 18 de Saotome llegó finalmente, apesar de que pasaron una semana distanciados Ranma esperaba que Akane pasara el día junto a él sin importar la serie de altercados que protagonizaron previamente, tenía la certeza que esa especie de unión tácita que existe entre ellos no puede ser borrada rápidamente por otra persona, guarda la esperanza de que las cosas mejores al enfriarse los problemas, además era su cumpleaños y estaba seguro que ella jamás dejaría pasar esa fecha sin por lo menos desearle felicidades.

Sin embargo las cosas no resultaron como esperaba, por la mañana Akane bajo a desayunar y Ranma pudo notar que tenía los dedos cubiertos con curitas, socarron como de costumbre comentó con sarcasmo con la intención de que ella aceptará su propuesta, pero la cosa resultó mal.

- ¡Vaya que eres tonta, para la próxima si necesitas coser algo dime y lo hago por ti! - la oji marron miro con coraje al chico pero después escondió su mano lastimada y reteniendo las ganas de golpearlo se limitó a agachar la cabeza.

Después de la engorrosa escena ambos salieron rumbo a la preparatoria, todo avanzaba con la normalidad de todos los días pero ella no hizo mención alguna respecto a la fecha, el suponía que seguía enojada pero no terminaba de entender porque ya no reaccionaba violentamente como antes, lo extrañaba, por la tarde suponía que ella regresaría con él a casa para celebrar de alguna forma pero eso no ocurrió, la de ojos almendra se despidió y salió corriendo para alcanzar a sus amigas.

- ¿Nos vamos, Akane? - preguntón con seguridad el azabache - ¡lo siento, Ranma, no puedo, tengo que alcanzar a las chicas, te veo mas tarde en casa! - explicó la peli azul y se marchó sin escuchar el reclamo de su prometido - ¡pero Akane, a donde vas, hoy... -.

Irritado, desilusionado y triste se marchó a casa, no entendía que demonios estaba pasando ni que secreto guardaba su marimacho que siempre que le preguntaba la causa de su lejanía evadia el tema de alguna forma. El orgullo pisoteado y el despecho de alguien impulsivo lo obligó a hacer algo que jamás imaginó, llamó a sus otras pretendientes y las invitó a celebrar con él su cumpleaños.

- ¡Nadie se burla de esta forma de Ranma Saotome, si esa chiquilla no quiere acompañarme que no lo haga, un día se arrepentirá¡ - se decía internamente mientras sus ojos se cristalinizaron dejando caer un par de lágrimas que ni el podía creer que se derramaran.

Por su parte Akane estaba frustrada, casi no había dormido terminando los obsequios para su prometido y no se sentía feliz con el resultado, aún así llevaba todo con ella para envolverlo después, tenía que darse prisa, ya era tarde y aún faltaba hornear el pastel que tantos días lleva practicando con la receta que Yuka le mostró, ellas ya deben estar esperándola para guiarla y que su bizcocho resulte comestible. Lo que guardo con más cuidado es un presente que ya está envuelto en una caja decorada elegantemente, sea lo que sea parece ser lo más importante de todos sus regalos pues lo resguarda con mucho sigilo.

Por fin ha llegado a casa de Yuka y como supuso sus amigas ya la esperaban, - ¡Akane!, ¿porque te tardaste?, ¡si no te das prisa el pastel no estará listo para la hora de la cena y no podrás dárselo a Ranma! - reclamaba Sayuri con picardia, - ¡lo siento chicas, no podía deshacerme de Ranma, era insistente con que me fuera con él, cuando lo vea me disculpare pero se que entenderá mis razones al entregarle sus cosas! - rió feliz la menor de las Tendo.

Por fin el bizcocho esta listo, para serciorarse de que todo saliera bien las chicas le recomendaron a la peli azul hacer dos pasteles de la misma masa, así podrían probar uno y saber que tal estaba de sabor, siguiendo el consejo tomo el segundo pan y lo repartió entre sus amigas.

- ¡Chicas, creo que no salieron muy bien, estan un poco quemados! - espetó con tristeza - ¡pero sabe muy bien, Akane, te felicito! - comento Sayuri - ¡su aspecto no es tan malo como crees, es poco lo quemado y su sabor es muy bueno, considera además que tu lo has hecho sola y te quedo bien, no cabe duda que Ranma es muy afortunado, hasta lograste cocinar solo por él! - agregó Yuka y ambas chicas echaron a reír mientras veían a su amiga teñirse de carmín.

A la par que Tendo horneaba el pastel sus compañeras envolvieron los otros regalos con sumo cuidado asegurándose de que se vieron bonitos, para ellas era tan romántico ver como por fin la de ojos chocolates había aceptado el amor que sentía por su prometido y el arduo trabajo que estuvo haciendo todo el mes para darle tantas sorpresas las conmovía.

- ¡Anda Akane, ya es tarde, si no te apuras no llegaras a tiempo, nosotras te acompañaremos hasta la puerta para que nada se te estropee! - comunicaron sus amigas cargando los presentes, una vez que llegaron al dojo las chicas entregaron las cosas a su compañera y le desearon buena suerte, la de cabello zarco camino ilusionada cargando una caja común y corriente donde estaba guardado el pastel, aparte llevaba una bolsa blanca de plastico y dentro venían todos los regalos, su primera intención al llegar fue correr con su amado para entregarle aquellos paquetes, pero grande fue su sorpresa cuando al entrar se topo con una escena que derrumbó toda felicidad.

Las otras tres prometidas estaban ahí rodeando a Ranma, el lugar estaba adornado y sobre la mesa rebosa comida, claramente ellas se habían dedicado a preparar todo para celebrar al azabache, lo que no podía creer es que el estuviera en medio de ellas disfrutando plácidamente de la fiesta.

- ¡ah, hola Akane!, ¿como te va? - las palabras de Saotome estaban llenas de reproche, - ¡no ten bien como tú, veo que te diviertes! - espetó la joven, - ¡si, invité a la chicas a mi cumpleaños, también te iba a invitar pero estabas muy ocupada con tus "amistades" (recalcó en tono de duda), pero no importa, de todas formas dudo que tu pudieras hacer algo de lo que ellas me trajeron, pero ven, siéntate a celebrar con nosotros! -.

Akane no pudo evitar sentirse mal por lo que oía, lo que la terminó de destruir fue ver lo que ellas le obsequiaron, además de la deliciosa comida Shampoo le llevó un pastel bellísimo lleno de frutas y chocolate, Ukyo le regalo una bufanda exquisita y Kodashi le entregó un pañuelo con su nombre bordado elegantemente, ella no pudo evitar que sus ojos se llenarán de lágrimas, para garantizar no ser vista en ese estado se disculpo y salió huyendo hacia su cuarto.

- ¿Esas cosas que traer son regalos para Airen? - cuestionó la amazona, - ¡noo, solo son las cosas del proyecto que presentaré mañana en la escuela¡ - perdón que me retire pero me duele mucho la cabeza.

Akane escapó lo mas rápido que pudo ante la atónita mirada de las chicas que no podían creer su actitud. A su alcoba entró sollozando amargamente, coloco el pastel en un rincón del escritorio y aventó la bolsa al bote de basura, la hoja de corazones que sostenía la dejó caer a un lado suyo y comenzó a llorar maldiciendo su suerte, sus rivales son mejor que ella en todo, sus obsequios palidecen ante los de ellas, no sólo por ser lo mismo sino por estar mal hecho, pero lo que más le pesaba era saber que Ranma no está interesado en ella, que no existía manera alguna de competir contra ellas y lo que le dijo en la sala es prueba de ello.

Tras un par de minutos en que pudo desahogarse un poco optó por salir de su habitación, afuera estaba Ranma con su mirada retadora, - ¡veo que fuiste la única que no se acordó de mi cumpleaños! - señaló con disgusto, - ¡lo siento, no lo olvide, solo que estuve ocupada!, pero ¡muchas felicidades, Ranma, espero seas muy feliz! - añadió la chica y sin que nadie lo esperara abrazo a su prometido con fuerza, era su manera de darle algo, aunque sea solo de manera simbólica, también es su forma de dejarlo en libertad pues acepta que ha perdido ante las otras prometidas.

Ranma no logra comprender muy bien las palabras de la chica pero el miedo lo recorre abruptamente, apesar de su enojo no puede oponerse a aquel abrazo que tanto deseaba, pero eso no lo tranquiliza, - ¿ella no puede estar insinuando que se alejará de mi, verdad? - sopesaba con dolor, ya no hay tiempo que perder, mañana no perderá oportunidad para descubrir que es lo que pasa con su amada, que verdad le oculta con tanto fervor al grado de no permitirle estar con él ni el día de su cumpleaños, tiene que saber con urgencia cuál es el secreto que los separa.

Hola de nuevo a todos, espero estén muy bien en este inicio de vacaciones, desconozco si todos tienen este periodo vacacional pero para quienes sí les deseo que lo disfruten mucho saliendo a algún lugar o descansando en casa.

Continuamos con este nuevo capítulo para esta pequeña historia con temática festiva, ojalá les resulte entretenido y sea de su agrado.

Gracias por acompañarme de nueva cuenta, nos vemos en el próximo episodio. Los quiero y leo, adiós.