Azabache

La mañana llego y Ranma se levanto en cuanto el alva clareo, el inusual comportamiento se debió a un apabullante insomnio, su descanso fue pésimo a causa de una mezcla entre su indignación por la ausencia de su prometida durante su cumpleaños y por los terribles pensamientos en los que imaginaba a su amada alejarse definitivamente de él.

Ansioso por saber la verdad el de trenza se levantó y bajo a desayunar causando sorpresa en Kasumi pues era muy temprano y el no solía madrugar, poco a poco fueron apareciendo cada uno de los inquilinos de la casa hasta que finalmente la peliazul se dejó ver mostrando una inmensa cara de asombro ante la presencia del azabache, era extraño que su prometido se levantará antes que ella, el semblante de la chica le pareció tan divertido al de ojos celestes que por un instante sintió enormes ganas de decir algún chascarrillo pero optó por evitarlo, aún se sentía molesto con ella y prefería mantener esa apariencia de enfado aunque en el fondo le alegraba verla.

Por primera vez en mucho tiempo la pareja llegó temprano a la escuela, eso causó una gran alegría en la ojicafe que extasiada se dirigió a su prometido.

- No sé qué mosco te pico o que razón te hizo madrugar pero ojalá siempre fuera así, ¡me encanta llegar temprano sin tener que correr! -.

La dulce sonrisa que dibujo el rostro de la peliañil hizo sentir a Saotome algo especial por recibir esa muestra de agradecimiento tan efusiva, no podía creer que algo tan simple como eso causará tanta alegría a su marimacho.

- ¡Probablemente si me merezco su desinterés!, tantos tiempo viviendo bajo el mismo techo, caminando juntos a la misma preparatoria y es la primera vez que entiendo que llegar temprano la hace feliz -.

Ranma analizó aquello con pesar, pero eso no lo detendrá para indagar sobre lo que la ojicafe oculta, hoy es el día para saberlo, si todo sale bien ya habrá tiempo para corregir detalles como la puntualidad, es lo mínimo que puede hacer aunque extrañará verla cada mañana al despertar, sin embargo si vence sus miedos y logra destruir la distancia que los separa tal vez pueda tenerla junto a él de mejor manera.

La pequeña sonrisa que la jovensita le dirigió fue suficiente para empezar las clases con ánimo, ella lo trató con mezura todo el día, no hubo enojos ni gritos, ese tipo de proceder llevaba un tiempo ocurriendo pero al de trenza le molesta que aquello suceda por una causa desconocida en lugar de deberse a una mejoría como pareja; pesé a su enojo él acepta que parte de la situación es su culpa, por un instante estuvo dispuesto a no darle ningún presente a la chica por su cumpleaños pero luego recapacitó, tal vez ella no le dio nada el día anterior por alguna causa importante, además el cálido abrazo que le regalo la noche previa lo aprecio mucho porque pudo sentir sinceridad en el, así que esperará a la salida para pedirle que vayan a algún lugar juntos y ahí le entregará su obsequio, después se armará de valor para afrontar la platica que llevan evadiendo tanto tiempo, le urge saber que es lo que ocurre para que ella se mantenga alejada y con una actitud poco común.

Apesar de que el día transcurrió en calma y el trato entre los prometidos fue muy cordial, en cuanto la campana de la salida sonó Akane salió corriendo en compañía de Sayuri sin darle oportunidad al azabache de expresarle su plan, eso irritó sobremanera al chico que furico arrojó a la basura el regalo que llevaba para su prometida y se marchó exaserbado con el genio de un león acorralado.

En su paso vislumbro a Yuka caminar de la mano de su amigo Daisuke, la escena por un instante le causó tristeza, hasta ellos habían avanzado más en su relación pero lo que más le enfectaba era saber que esa mujer sí abandona a sus amigas para pasar tiempo con su novio, eso definitivamente significaba que Akane no siempre estaba con ella lo que hizo acrecentar sus dudas y celos, con seriedad y porte demandante se acercó a la pareja para interrogar a la castaña.

- ¡Hola, Yuka!, ¿Sabes donde esta Akane?, la estuve esperando pero ella se marchó sin decir nada, eso lleva un tiempo ocurriendo y su pretexto siempre es su trabajo o ustedes, pero por lo que veo hoy no es el caso -.

La chica noto la arisca actitud del joven y sin dudar lo encaró.

- ¡No sé porque te enfada que Akane salga con sus amigas, tú ayer saliste con las tuyas!, ¿o no? Ella fue a trabajar con Sayuri, hoy es su último día en la tienda de mis papás, si tanto quieres verla puedes esperar a que llegue a tu casa, según sé Kasumi le hará una merienda por su cumpleaños, pero si tanto te urge hablar puedes ir a buscarla a mi casa, aunque después de lo que hiciste ayer dudo mucho que ella tenga ánimo de oírte -.

La respuesta de la chica no agrado para nada al azabache que furibundo contestó a los cuestionamientos.

- ¡Lo de ayer fue diferente, ellas fueron solo porque esa niña necia no quizo acompañarme, además ¿que fue lo que yo le hice? -. Saotome no se percató de la verdad que reveló hasta que sus compañeros rieron divertidos.

- ¡Tan fácil que sería decirle así las cosas a Akane, en verdad son un par de bobos! - inquirió la mujer, - ¡Si, Saotome, porque no sólo dicen lo que sienten y acaban con esto! - añadió su sincero amigo, - aveces no entiendo a Akane, la hiciste sentir mal y aun así no te odia -, fue lo último que alcanzó a decir la preparatoriana antes de ignorar a Ranma.

El azabache ardió colérico por el desplante de la jovencita pero antes de seguir discutiendo con ella lo mejor sería ir a donde le indico, ahora estaba más confundido que nunca, el ha sido el rechazado y desplazado por Akane pero ahora resulta que ella es quien ha salido lastimada de todo esto, brincando entre los techos el de cabellera negro corrió al negocio de la familia de Yuca.

Peliazul

La noche fue larga para la pequeña Tendo que sollozando pasó la mayor parte del tiempo acurrucada en su cama, aceptar la verdad era doloroso, para su pervertido ella no era más que una niña boba y fea sin ninguna gracia, ver ahí a las otras prometidas llevando hermosos regalos que ella no podría hacer ni en un millón de años le hizo sentir extremadamente derrotada, no había más que hacer salvo una cosa, liberar a su prometido de ese molesto acuerdo para que fuera feliz, almenos ese sería el mejor regalo que podría ofrecerle, suponía ella.

Con pesar la jovensita planeo terminar su relación al día siguiente, sería algo amargo que recordaría cada cumpleaños pero también le esperanzaba saber que almenos él la recordaría con amor en esa fecha especial, agradeciéndole el liberarlo de un acuerdo con el que jamás estuvo cómodo y quizá le perdonaría no haberle obsequiado nada en su aniversario, con melancolía la de cabello zarco fue recordando momentos especiales que vivió junto al azabache hasta que finalmente pudo conciliar algo de sueño y dormitar un poco.

Cuando Akane bajo a desayunar grande fue su sorpresa al toparse con su tormento sentado a la mesa almorzando y listo para partir a la escuela, eso era algo totalmente inusual en el chico que aún mostraba un semblante de enojo por lo ocurrido ayer, pero no haría ningún aspaviento, lo mejor era actuar con tranquilidad, prefería mantener con el una relación amistosa a una de odio.

Por primera vez en mucho tiempo llegaron temprano a clases sin siquiera proponérselo, eso le hizo sentir una tremenda alegría que no puedo evitar compartir con su acompañante agradeciéndole por lo ocurrido, almenos algo bueno pasó en su día de celebración y quería mantenerlo así, su buen humor se extendió por todo el día hasta que la campana de salida la sacó de su emoción.

El cumpleaños de Ranma ya pasó, ya no hay razón para seguir trabajando para obtener plata para los regalos, es momento de dar las gracias a los papás de Yuca y centrar su tiempo en los exámenes finales que pronto tendrán lugar, planea llegar temprano a casa para asistir a la merienda que su hermana le dijo que haría, no tenía muchas ganas de asistir pero no quería causar tristeza en su familia, así que optó por ir y después armarse de valor para hablar con su aun prometido.

Su idea es decirle al de trenza que solo irá a entregar su uniforme a la tienda de su amiga y de ahí regresara al dojo, no es necesario que la espere, lo mejor sería que se adelante a casa para no aburrirse, pero al ver al azabache lucir tan radiante el terror y la tristeza de encararlo aparecen, esta dispuesta a romper su compromiso para liberarlo de su atadura pero el dolor que le genera perderlo merma su voluntad y sale huyendo con Sayuri sin decirle nada.

- ¡Bastante tendré con lo que ocurrirá más tarde, no soportaría mirar su varonil rostro en este momento o perderé todo el valor, además el aún está enojado por lo de ayer y sería muy cruel ver como nisiquiera hará mención de mi cumpleaños a manera de desquite desquite por olvidar el suyo - se decía la chiquilla.

- ¡bueno, en realidad me lo merezco, mira que pensar que podía competir contra sus otras pretendientes, eso es de locos! - rio con desdicha tratando de apasiguar sus emociones.

Sayuri notó la tristeza que destilan los ojos de su amiga y con cautela indagó sobre lo ocurrido la noche anterior.

- ¿Como te fue ayer, Akane?, no luces muy feliz, ya le pláticaste a Yuca pero yo no he tenido oportunidad para platicar con tigo -, las palabras de su compañera hicieron quebrar la compostura de la ojiazul que en un mar de llanto narro lo ocurrido.

La castaña no podía dar crédito a lo que oía y ver a su amiga en ese estado le partió el corazón, era tan injusto lo que le ocurrió, tanto esfuerzo para nada y todo por culpa de su tonto prometido, pensó para sí, con cariño la chica abrazo a la ojimarron dándole ánimos para afrontar lo ocurrido y lo que estaba por venir, al final ambas chicas entregaron su uniforme, dieron las gracias a los papás de Yuca y se marcharon al poco tiempo.

¥

Desde lo alto de un techo Ranma pudo notar cuando Akane y Sayuri se despidieron y tomaron caminos diferentes, por lo que alcanzó a escuchar antes de ir a casa su prometida pasaría al consultorio del doctor Tofú para pedirle unos cuantos libros y algunas pastillas para el insomnio que llevaba sufriendo desde hace días, el joven aprovecho el momento para interceptar a la amiga de la peli azul y obligarla a decirle todo lo que sabía, sobretodo para que le develará el nombre de la persona que estaba alejando a su amada de su lado.

- ¡Ranma!, ¿qué haces aquí? - cuestionó la chica con una mezcla de asombro y enojo.

- ¡Necesito que me digas que esta ocurriendo con Akane!, explicame ¿porque de un tiempo para acá nunca quiere verme y finge estar ocupada trabajando o estudiando con ustedes y al final siempre llega tarde? - la molestia del de trenza era notoria y la chica de inmediato se incomodó con su presencia.

- ¡no me digas que te importa lo que ella haga!, no entiendo que quieres saber o para que necesitas que te vea si siempre estas ocupado con tus otras prometidas - la respuesta de la jovensita no hizo más que encender la ya avivada furia del azabache.

- ¡Ustedes siempre quieres sacarse mis preguntas recriminandome lo de Ukyo y las demás pero yo nunca las busco, siempre son ellas las que llegan!, por última vez te pregunto, ¿que ocurre con Akane?, hay alguien más ¿verdad?, y ustedes siempre la incubren para que no lo sepa, por eso se aleja de mi - Ranma no soporto mas y soltó las preguntas directas como navajas.

- ¿cómo te atreves a hablar así de ella?, ¡no cabe duda que eres un egoísta y un patán, no sé cómo Akane te soporta y puede estar enamorada de ti! - las palabras de la mujer nacían de la gran amistad que mantenía con la oji pardos.

- ¡Ahora resulta que yo soy el malo y encima quieres desviar el tema diciendo que me ama cuando claramente está interesada en alguien más! - con sorna el joven se burló de lo dicho.

- ¡Eres un idiota, Ranma Saotome!, Akane jamás haría algo tan vil a escondidas tuya, ella tendría el suficiente valor para decirtelo si ese fuera el caso, no es cobarde como tu que no puedes alejar a las otras chicas, pero ya que estás tan interesado voy a decirte muchas cosas - Sayuri no pudo evitar atacar al azabache y supo muy bien como hacerlo pudiendo notar el aura de ira que crecía a su alrededor.

- ¡Akane no ve a nadie más!, nunca tenia tiempo porque pasaba varias tardes trabajando para conseguir dinero para tus regalos de cumpleaños y al salir de laborar así como todos sus días libres los ocupó para aprender a hacer tareas como cocinar o coser para ti, pero ¡no entiendo para que hizo todo eso por alguien que no la valora, que piensa que es fea, poco femenina y violenta! - Sayuri arrojó todo con inmenso enojo.

- ¿De qué estás hablando, cuáles regalos, ella jamás me dio nada?, ¡será mejor que te inventes otra excusa!, además ¿como para que aprendería con ustedes a cocinar cuando tiene a su hermana? y por cierto, nunca ha podido hacerlo bien - se puede notar la burla e incredulidad en las frases de Ranma.

- ¡Cómo puedes ser tan lento para entender!, Akane no te dio nada porque cuando llego a casa para entregártelos tu le restragarte en la cara a tus perfectas novias con sus perfectos regalos, no como los suyos que con mucho amor y paciencia logró terminar como pudo, ella no llegó antes a festejarte porque nos pidió ayuda para hornearte un presente, hace un mes se los pidió a Kasumi pero no pudo apoyarla, por eso nos buscó a nosotras, ella sacrifico todo su tiempo por ti y como recompensa recibió tu burla y la de tus otras pretendientes, ¿como te sentirías si eso te pasará?, lo peor es que dudas de ella cuando tú si tienes otras prometidas, ¡estoy casi segura que ni un felicidades le has dicho hoy porque eres un idiota orgulloso! -.

Lo que Sayuri contó cayo como plomo sobre Ranma que perplejo y sin palabras tan sólo pudo titubear intentando formular alguna frase o palabra, el chico realmente no podía creer lo que escuchaba, sus celestes iris se tornaron cristalinos por la desesperación que comenzó a invadirlo, la castaña observó el vacilar de Saotome así como su sorpresa, entendio que realmente nunca se dio cuanta de nada y en un último consejo sincero le recomendó ir a verificarlo o hablar con la de cabello índigo para corroborar la verdad, sin decir mas el de trenza salio disparado hacia el dojo, si se apuraba podía llegar antes que su prometida, tenía que hablar con ella urgentemente, si lo que Sayuri contó es verdad él cometió un terrible error y disculparse será lo más difícil.

Sigiloso se escabuyo con cuidado por la ventana del cuarto de la oji marron para no ser descubierto, con alivio observó que la dueña de la habitación no se encontraba presente y pensativo medito lo que diría a su prometida cuando llegara, lo cual no tardaría en ocurrir, absorto en sus pensamientos se apoyo sobre el escritorio y miró una caja que si no mal recordaba era la misma que ella cargaba la noche anterior, curioso alzó la tapa para encontrarse con un pastel levemente quemado que en el centro tenía una leyenda escrita con chocolate, por el tiempo ya luce derretida pero aún puede entenderse lo que decía "feliz cumpleaños".

Su asombro no le dejaba respirar, lo que Sayuri dijo parecía verdad, ella pasó la tarde horneandole ese bizcocho que además no sabía nada mal, eso le hizo recordar la tarde en que ella le pidió guiarla en su intento por hacer pastelillos que fueran de su agrado y como él la rechazo remarcando su incapacidad para hacer esa actividad así como la forzó a ver el magnífico pastel que Shampoo eleboró, como si eso no fuera suficiente suplicio al agacharse cabizbajo noto una bolsa grande dentro del cesto de basura, con curiosidad la esculco recordando las palabras de su compañera "regalos".

Una a una fue sacando cajas con moños de su interior, con cuidado abrió el primero envoltorio encontrándose con una bufanda roja, tenía defectos en las puntadas pero era un trabajo bastante aceptable, en ese instante recordó con amargura dos momentos, el primero cuando la encontró tejiendo y el hizo un hiriente comentario al respecto y el segundo fue el momento en que Akane tuvo que ver la perfecta bufanda que Ukyo le hizo, se sintió un verdadero idiota.

El segundo paquete contenía un

pañuelo con un hermoso dragon bordado, apesar de que tenía algunos defectos en su hechura como algunos hilos salidos la verdad es que la prenda era preciosa, un nuevo y desolador recuerdo vino a su memoria, ayer Akane llevaba cuiritas en los dedos, era evidente que esos vendoletes cubrían muchos pinchazos que la peli garzo se hizo bordando aquello, de nueva cuenta el se recordó burlándose airadamente de la joven y como si no fuera poco en su infantil actitud prefirió el pañuelo de Kodashi sin saber lo que su prometida sufrió haciendo otro.

Antes de abrir el último paquete un papel sobre el escritorio llamó su atención, era la hoja con corazones que vio antes, efectivamente fue utilizada como carta pero el destinatario era él: "Muchas felicidades, Ranma, espero te gusten los regalos, se que tienen muchos defectos pero es lo que puedo hacer, aveces me gustaría ser tan bonita como Shampoo, tan elegante como Kodashi o tan buena cocinera como Ukyo, en general me gustaría ser tan femenina, fuerte y habilidosa como ellas pero no puedo, lo único que tengo para ofrecerte es un pequeño maquillaje de vez en cuando y una actitud menos osca para verme menos marimacho, mi lealtad total y amor eterno, porque yo te amo con todo mi ser aunque luche por aparentar lo contrario, pero si tu no sientes lo mismo no te preocupes, a mi me basta con tu amistad. PD, espero que te guste la camisa".

Los ojos de Saotome no pudieron contener las lágrimas, en ese papel estaba la respuesta a todo, el porqué de su nueva actitud hacia él, la razón por la que comenzó a usar maquillaje, la explicación de su ausencia y su tardanza, pero lo que mas le partió el corazón fue ver partes de la carta con la tinta corrida, por la forma de estas manchas pudo deducir que eran debidas a lágrimas que cayeron sobre el papel a causa del mal momento que le hizo pasar la noche anterior.

Sintiendo una enorme vergüenza abrió el último regalo, era una impresionante camisa de seda estilo chino con un tigre bordado, era justamente la que hace cerca de dos meses vieron en el aparador de una tienda cuando acompañó a la menor de las Tendo por unos libros, el se enamoro del diseño y color de la prenda pero al ver el precio se olvido de tenerla, ese fue el momento en que comprendió porque Akane pasó el último mes trabajando tanto tiempo, lo hizo para tener el suficiente dinero para comprar eso que tanto deseaba y que nadie salvo ella sabía.

Lo más difícil estaba por comenzar, esa chica no sólo hizo todo aquello por él, también tuvo el valor de declararle su amor a través de la carta que creyó que era para alguien más, la hermosa mujer logró algo que él jamas pudo hacer y encima de todo dudo de de su prometida que contrario a lo que pensó, ella posee la cualidad más especial de todas, la lealtad.

Su mente no hace más que preguntarse - ¿cómo le diré lo siento?, perdoname por ser un idiota, el mas grande que hay, un bobo que actúa peor que niño cuando los celos lo carcome por pensar que alguien te aleja de mis brazos y todo porque yo también te amo con todo mi corazón -.

El sonido de la puerta abriéndose lo hizo reaccionar de inmediato, por suerte quedó detrás de esta permitiéndole pasar desapersivido para la joven que acaba de entrar con semblante triste, cerró la puerta y tras colocar sus cosas en la cama giro hacia el escritorio notando al intruso.

- ¡Ranma!, ¿qué hac... -

Sin darle opción a nada el azabache se lanzó sobre su prometida, en un rápido movimiento la abrazo y ante la inmensa sorpresa de la joven la beso profunda y apasionadamente, el único secreto que los separa es su inmadurez y el orgullo.

Por fin pude traerles la penúltima parte de esta pequeña historia para celebrar el cumpleaños de nuestros queridos personajes, espero les agrade y disfruten leerla.

Gracias a todos los que me siguen y brindan su apoyo, escribo con mucho cariño para todos ustedes.

Nos vemos en el último capítulo para concluir este fic perteneciente a la dinámica de abril y mayo. Los quiero.