Hola como estan? Espero que muy bien, lamento el retraso, pero últimamente he estado ocupado, y tengo muy poco tiempo para escribir, agradezco su paciencia, espero que este capitulo este a la altura de ustedes. Muchas gracias.
Capitulo 4: Primer beso. (First Kiss.) (一番のキッス.) (Ichiban no kissu.)
En la vida siempre hay una primera vez para todo, por lo menos eso es lo que dice un viejo dicho; hubo una época en mi vida que creí que ese dicho no servia para mi, o por lo menos me confortaba la idea de que yo era la excepción a esa regla, como ya he dicho, mi vida era gris y triste, mi mejor día era cuando nadie me miraba con lastima ni decían lo triste que debía ser vivir una vida sin poder percibir colores; pero gracias a Tai, todo empezó a cambiar, el se volvió en el proveedor de muchas primeras veces; a el le debo mi primera risa después de muchos años de no haberme reído, el se volvió la primera persona en quien confiar plenamente, el me dio mi primer abrazo, con el llore por primera vez de tristeza y no de rabia, gracias a el cambie mi frió bastón de guía por su cálida mano entrelazada con la mía; gracias a el conocí a nuevos amigos, en realidad eran sus amigos, pero muy pronto se volvieron mis amigos también; el primer partido de fútbol que fui a "ver" fue de el; su mejor amigo, Izzy se sentó a mi lado y me platico todo el partido, recuerdo que brinque de alegría cuando el me dijo que Tai había metido el primer gol, grite lleno de rabia cuando alguien le cometió una falta, y volví a gritar de alegría e incluso abrace a Izzy, y baile con Sora, Joe, Mimi, amigos de Tai y con Kari su hermana, cuando el cobro el penalti y anoto el gol de la victoria; gracias a el regalo de Tai, me pude imaginar todo lo que Izzy me platicaba; cuando acabo el partido no se como lo hice pero corrí hacia el campo, y por extraño que parezca evadí a los jugadores y a todo lo que interponía en mi camino, y llegue a donde estaba Tai, supe que era el porque detrás del olor a sudor, de pasto y tierra, estaba ese suave aroma a chocolate y canela que acostumbra usar, recuerdo que le dije:
"Fue un gran partido, Tai, Izzy me contó todo, y tu estuviste genial."
"Muchas gracias Yama, yo te oí gritar, y te vi bailando, tu me diste ánimos, y en realidad gane el partido para ti."
En ese momento no supe que decir, se me hizo un nudo en la garganta, y se me inundaron los ojos con lagrimas, afortunadamente en ese momento Tai me abrazo, y yo pude ocultar mi cara contra su hombro; no me importo el sudor, ni el olor a pasto de su uniforme, solo me importaba estar con el, sentir su calor rodeándome, sentir que me abraza para protegerme.
Gracias a Tai mi vida cambio por completo, descubrí la alegría, la esperanza, la confianza, la amistad; y entre todas las muchas cosas que Tai fue el primero en darme, atesoro una muy fuertemente, el fue quien me dio mi primer beso, el fue quien me hizo sentir por primera vez amado, y eso no tiene palabras ni imágenes para describirlo.
Todo paso hace poco, tal vez un mes o un poco mas, Tai me había presentado a todos sus amigos, como dije antes me presento a Izzy, el genio de las computadoras, a Joe un adicto al estudio que sufre de preocupación crónica, a Sora, gran deportista, a Mimi experta en la moda; y a su pequeña hermana Kari, la Luz de los ojos de Tai. Ellos me aceptaron de inmediato, aunque el cariño de ellos no se podía comparar al cariño que Tai me brindaba, y aunque yo tampoco les deposite plenamente mi confianza como lo hice con Tai, se puede decir que logramos tener una buena amistad, ellos al igual que Tai, nunca me mostraron lastima ni me miraron con indiferencia, y es algo que les agradezco muchísimo; mis días grises pasaron, y poco a poco con mis nuevos amigos empecé a disfrutar de la vida.
Los días de escuela ya no eran una tortura dolorosa, si no que yo ahora los esperaba con impaciencia, y sobre todo esperaba expectante los momentos después de la escuela, por que era el tiempo en el que Tai y yo estábamos juntos y a solas; poco a poco nos acostumbramos a yo ir a su casa y pasar el tiempo con el, o viceversa, el venir a mi casa y pasar el tiempo conmigo, esos momentos son inolvidables, a veces nos ayudábamos con nuestras tareas, otras veces solo escuchábamos música recostados en una cama, otras el me leía cosas que el ha escrito, tal ves nunca llegue a ser un gran escritor, pero hay cosas muy originales y llenas de sentimiento que Tai ha escrito, y solo las ha compartido conmigo, otras veces yo le leo uno de los muchos libros que el me ha regalado en braile, a veces practico la guitarra mientras el me escucha expectante, también he tratado de enseñarle braile, y otras, la gran mayoría de las veces, nos acostamos en la cama, yo recargo mi cabeza sobre su pecho, para así escuchar sus latidos, sentir como su pecho sube y baja a la par de su respiración, sentir sus suaves dedos acariciar mi cabello, y a veces intercambiamos una pequeñas frases, pero lo importante de eso es que yo estoy con el rodeándome de su ternura de su calidez.
Todo parecía perfecto, yo estaba muy feliz con mi nueva vida, nunca había sentido esas sensaciones, y poco a poco me fui enamorando de Tai; es curioso como tenemos distintos modos de vivir la vida las personas, si yo pudiera ver, tal vez nunca le había prestado atención a Tai, tal vez nunca hubiera experimentado esta felicidad que experimento hoy, seguramente pensaría como la mayoría de la gente, que un hombre solo puede enamorarse de una mujer; pero para mi todo eso es diferente, para mi no existen diferencias físicas entre hombre y mujer, y ahora agradezco mi discapacidad, ya que gracias a ella, pude conocer a Tai, y gracias a ella lo puedo tener a mi lado. Como decía todo parecía perfecto, pero había un problema, yo deseaba mas, yo deseaba poder decirle a Tai estos nuevos sentimientos, deseaba poder decirle que el se volvió la luz de mi vida, mi esperanza, deseaba tanto poder abrazarlo fuertemente y poder compartir con el un beso, pero eso parecía ser imposible, yo tenia tanto miedo de decirle eso, temía que el pese a su buen corazón, al escucharme decir esas palabras me diera la espalda, tal vez me diría:
"Estúpido ciego, yo solo fui tu amigo por lastima, no esperaba que te enamoraras de mí."
Sé que Tai jamás diría eso, pero aun así yo tenia mucho miedo, no quería perder esta amistad que tanto bien me hacia, prefería quedarme estancado en esta realidad, que arriesgarme por algo mejor y perder todo esto; pero poco a poco esos sentimientos me carcomían por dentro, cada vez mas seguido fantaseaba con Tai en mis brazos, diciéndome que me ama, yo sabia que de seguir así, ese mundo de luz que tanto amaba pronto perdería su fulgor para convertirse en el mundo gris y estéril donde las personas me miran con lastima, y platican acerca de lo desafortunado que debo de ser por no poder ver, se convertiría en ese mundo gris que tanto desprecio.
Por fortuna algo paso, tal vez en ese momento pensé que fue algo malo, pero ahora analizando las cosas en retrospectiva, sé que ese acontecimiento por más funesto que haya sido, sirvió perfectamente para romper esa realidad que estaba viviendo y abrir el camino para una nueva, donde me esperaban mas momento felices.
Todo sucedió un viernes en la escuela; todo pasaba como cualquier otro día, sin ninguna novedad, pero al final de las clases, un compañero de fútbol de Tai, Honooki, nos invitó a una fiesta que él estaba organizando en un salón de fiestas, recuerdo que Joe; Sora, Mimi e Izzy, comenzaron a platicar emocionados acerca de la fiesta, pero Tai seguía callado.
Yo sabia que el se moría de ganas de ir, pero el no decía nada por que sabia que a mi no me gustan esas fiestas, siempre hay mucha gente y la música esta a todo volumen, y el ambiente se inunda del olor a cigarro y alcohol; Sé que a cualquier adolescente normal le gustan ese tipo de fiestas, pero para mí, ese tipo de fiestas solo significa una cosa: Privación de mis demás sentidos, en ese tipo de fiestas necesitas usar tu sentido de la vista, ya que el ruido, los aromas, inhiben tus sentidos, y yo no quería eso, ya que no me gusta sentirme vulnerable; pero por otra parte, Tai tenia muchas ganas de ir, lo sabia, por que extremadamente se quedo callado durante algún tiempo, y siempre que se mencionaba la fiesta, el prefería salir por la tangente; creo que por mi Tai seria capaz de sacrificarme, el me ha dado tanto, ya era hora de que le regresara el favor.
Después de la escuela llegamos a mi casa, el se acostó en mi cama, como de costumbre, y yo recargue mi cabeza sobre su pecho, todo estaba extrañamente tranquilo, en el ambiente solo se oía la respiración constante de Tai, fue entonces cuando cambie de posición, me acosté un poco arriba del pecho de Tai, justo donde empieza el cuello, y con una mano le acaricie suavemente su cabello y le dije:
"Oye Tai?"
"Hmm." Él contestó medio dormido.
"Tu quieres ir a la fiesta de Honooki, verdad?"
"No, Yama, Por que lo preguntas?" Trato de mentirme, pero reconozco cuando él miente, su voz suena artificial, Tai diría que suena "gris".
"Vamos no me mientas Tai, yo se que quieres ir." Le dije mientras pasaba mis dedos por su cara.
"Yo no te puedo mentir Yama, tienes razón, si quiero ir, pero sé que no te gustan esas fiestas, y prefiero quedarme contigo." En ese momento se me paró el corazón, deje mi mano sobre una mejilla de Tai, mientras saboreaba ese instante, el prefería quedarse conmigo, después de unos segundos, me recupere y le dije:
"Gracias, pero no es justo que te quedes aburriéndote aquí conmigo, así, que yo te acompañare."
"Es cierto Yama?" Pregunto alegremente sorprendido.
"Claro Tai, siempre y cuando tu pagues mi entrada." Le dije entre risas mientras él me abrazaba cálidamente.
"Por eso te quiero tanto Yama, eres el mejor, eres lo mejor que podía pasarme en la vida."
"Yo también te quiero mucho a ti Tai, gracias." Le respondí casi al borde de las lagrimas, y feliz por haber hecho que mi Tai, estuviera contento, sin saber lo que me depararía esa noche.
El tiempo paso rápido y la noche llegó, aunque no puedo ver, puedo reconocer cuando llega la noche, el aire se torna frió y el ambiente se inunda de ruidos nocturnos, como el canto de los grillos.
El plan era ir a la fiesta, y luego volver a mi casa, donde Tai pasaría la noche, ya que para variar, mi papa no estaría en casa; el se puso sus mejores ropas, seguramente se debía de ver muy guapo; yo también me vestí, Tai me escogió mi ropa, él dijo que escogió lo que me hacia verme mejor; por fin llego la hora de irnos; el salón de fiestas que Honooki había rentado estaba a unas cuantas cuadras de mi casa, así que nos iríamos caminando; como siempre Tai me tomo la mano y nos dirigimos hacia la fiesta en medio de la noche; yo sabia que nos estábamos aproximando ya que a cada paso que avanzábamos la música se oía mas fuerte, sabia que iba a ser una noche algo molesta para mi, pero bien valía la pena hacer feliz a mi Tai; no sabia que en si esa noche cambiaria tanto mi vida.
Por fin llegamos, Tai no dejaba de tomarme la mano, como el prometió, o mejor dicho, como yo le hice prometer, el pago mi entrada, recuerdo haber subido unas escaleras en forma de caracol, y fue cuando empecé a marearme y la música tan estridente no ayudaba, cuando por fin acabamos de subir, Tai se detuvo y me susurro en el oído:
"Tómame de la cintura Yama, hay mucha gente, y no quiero que choques."
Yo me sonroje, a decir verdad sentía mi cara ardiendo, sabia que el no me había visto ya que suponía que no había muchas luces, ya que no sentía los reflectores sobre mi cuerpo, así que respire aliviado.
Caminamos entre mucha gente, al principio yo solo lo tome de la cintura, pero a medida de que íbamos avanzando empecé a acercarme mas hasta que mis brazos rodearon por completo el estomago de Tai, y su cabello me hacia cosquillas en la nariz; por fin nos detuvimos, Tai volvió a tomar mi mano, y me dijo:
"Aquí estamos bien, no hay mucha gente, y también esta Sora e Izzy."
Fue entonces que sentí que alguien se ponía enfrente de mi, supuse que era Sora, por su perfume, ella me dijo algo, pero entre la música tan fuerte no pude entenderle, así que le dije:
"No puedo oírte Sora, Que dijiste?"
Ella se acercó a mí, y me dijo al oído:
"Hola Yamato, Como estas?"
Yo asentí mi cabeza esperando que ella me viese, afortunadamente así ocurrió ya que ella contestó, "me da mucho gusto". Después Izzy me saludo, y a los pocos segundos llegaron Mimi y Joe; el tiempo paso, y pese a la estruendosa música, me lo estaba pasando muy bien, Tai me tomaba de la cintura y me guiaba para bailar, en realidad no era gran cosa ya que principalmente estaban poniendo música electrónica, esa que según me había contado Tai, se baila dando brincos y moviendo las manos y los pies al ritmo de la música, pese a que yo podía hacer eso sin ayuda, el hecho de tener a Tai tan cerca de mi era en si una muy buena razón para disfrutar la fiesta.
Después de algunas horas, tal vez dos, Izzy y los demás se retiraron, Tai se quejo amargamente, y suplico que se quedaran un rato mas, pero ellos dijeron que no podían, así que se marcharon; Tai y yo seguimos bailando, y el ocasionalmente me narraba lo que sucedía a mí alrededor; fue entonces que Honooki se acerco a Tai para platicar, el me saludo, pero su aliento despedía un leve olor a alcohol; recuerdo bien que cuando paso todo estaban cambiando de canción, y ahora ponían una canción de una película, creo que se llama "Réquiem for a Dream." Pero la versión orquestada; Honooki estaba discutiendo con Tai de algo que en realidad no recuerdo, pero algo hizo enojar a Tai, ya que el actuó de una forma extraña en ese momento; el me abrazo fuertemente, y me dijo al oído:
"Yama, por favor no te muevas de aquí, tengo que arreglar algo con Honooki, ahorita regreso."
Después de decirme eso, el se alejo, seguramente no oyó que le estaba gritando, como era posible que me dejara ahí solo, sin embargo así lo hizo; la música empezó a subir mas de volumen, y empezó, a mi parecer, a volverse mas tétrica, de repente hubo un silencio de 2 segundos para seguir con una explosión de sonidos, todos los que estaban a mi alrededor gritaron y empezaron a saltar siguiendo el ritmo de la música, de repente alguien me empujo y yo perdí el equilibrio, me caí completamente, y al parecer nadie se percato de ello, ya que seguían brincando y gritando al ritmo de la música, sentí mucho miedo y desesperación, y lo único que pude hacer fue cubrirme la cara con mis brazos, y gritar, gritar lo mas fuerte que pudiera, "Tai, Tai!" pero era en vano, sabia que mis gritos no rebasarían el volumen de la música y que Tai no me oiría; no recuerdo cuanto tiempo permanecí tirado, sintiendo que cada brinco de los que estaban a mi alrededor caería sobre mi; tal vez en realidad fueron diez segundos, pero para mi fue toda una eternidad, deseaba que Tai llegara y me rescatara; y así lo hizo, sentí que sus manos se enganchaban con las mías, y como me levantaba del suelo, por unos segundos lo abrace hundiéndome en su pecho, pero luego me solté de el, confundido me pregunto:
"Estas bien Yama?" dijo tratándome de tomar de la mano, pero yo lo rechace gritando:
"Estar bien, estar bien? Cómo se te ocurre dejarme solo, como se te ocurre, preguntarme si estoy bien, cuando parece que no te importa, Sabes Taichi, si estoy bien, y estoy muy bien sin ti!" Ahora estoy seguro que lo que dije realmente no lo sentí, fue solo el calor del momento, después de gritar me aleje de el corriendo, entre tropezones y empellones empecé a avanzar, hasta que algo me detuvo fue Tai que me tomaba de la cintura, yo me di la vuelta, empecé a golpear su pecho con mis puños, gritando, "Suéltame, suéltame." El sin embargo no me soltó y poco a poco comenzó a abrazarme sin decir nada, al final termine cediendo y entregándome a su abrazo, de nuevo, como la mayoría de veces que estoy con él, el mundo desapareció, y solo estábamos los dos.
Después de algunos minutos, él rompió el abrazo, me tomo de la mano y me dijo en tono monótono, "Vamonos a casa Yama, ya es tarde."
Salimos de la fiesta, él seguía tomándome de la mano, pero estaba vez, el se sentía diferente, como si estuviera distante, absorto en sus pensamientos, como si su cuerpo estuviera aquí, pero su mente en otro lado, yo por mi parte, estaba muy confundido, sentía ira contra él por haberme dejado solo, pero también sentía remordimiento por haberle dicho lo que le dije, mis puños me dolían, seguramente por que le había pegado muy fuerte; sentía miedo, miedo por que el no hablaba, porque nunca lo había sentido así, miedo por cualquier cosa que él estuviese pensando en ese momento; por fin llegamos a mi casa.
Lo primero que hice, fue correr al baño, y vomitar, en realidad todo lo que paso me revolvió el estomago, yo esperaba a que Tai, entrase al baño y que preguntara, "Estas bien, Yama?"Pero no fue así, el no entro, y mucho menos pregunto, cuando termine, me enjuague la boca y salí del baño, y de repente me invadió el miedo, ya que no sentí a Tai por ningún lado, con voz titubeante dije, "Tai, donde estas?" Él dijo, aquí, su voz era casi inaudible, sonaba vacía, pero sabia que venia de mi cuarto.
Entre a mi cuarto, las luces estaban apagadas, y él estaba sentado sobre mi cama, ya que se oía el sonido de los resortes, me le acerque cuidadosamente, y me senté a su lado, rodeando sus hombros con mis brazos, el no se movió, entonces fue que le pregunte:
"Estas bien, Tai?" Ahora era mi turno de preguntar y la respuesta que recibí fue tan inesperada como la que yo le di, ya que Tai hizo algo que realmente nunca imagine que pudiera ser capaz de hacer; empezó a llorar.
Primero empezó a sollozar, pero poco a poco fue encorvándose, encerrándose en sí mismo, y empezó a llorar realmente fuerte; yo jamás pensé que el llorara, siempre había tenido un concepto de el como el fuerte, el que no se deja amedrentar, pero al verlo así, lejos de decepcionarme, me lleno de ternura, Tai era al fin y al cabo, un ser humano como yo, mi corazón sufrió al oírlo llorar y al sentirlo tan frió, ahora era mi turno de reconfortarlo; lo rodee entre mis brazos, y no encontré resistencia, ahora era el quien enterraba su cara contra mi pecho, ahora yo acariciaba su cabello, ahora yo lo apretaba fuertemente contra mi para que el supiera lo mucho que lo quería.
"Yama, lo siento mucho, soy un tonto." Lo oí decir entre lagrimas.
"Yama, nunca debí dejarte solo, soy un Idiota, un Idiota." Mi corazón no pudo aguantar mas, y lo abrace con mas fuerza que nunca, tan fuerte que me lastime y seguramente lo lastime a el, recargue mi boca contra su cabello, y le decía: "No es verdad Tai, no digas eso." Pero él seguía diciendo, soy un idiota, no merezco ser tu amigo, cada vez que decía eso yo lo apretaba un poco mas contra mí, al punto que nos empezó a costar trabajo respirar, y le decía, no digas eso Tai, no digas eso.
Poco a poco el llanto fue cesando, y conforme yo lo dejaba de apretar, él dejaba de llorar. Después de unos momentos me puse de pie, y Tai conmigo, seguía abrazándolo, y con esa voz débil y cansada que uno tiene después de llorar tanto, me pregunto.
"Me perdonas?"
Le conteste poniendo mis manos sobre sus mejillas húmedas, y limpiando con mis pulgares la humedad que había en sus cuencas de los ojos, "Claro Tai, y tú a mí?" le pregunte un poco titubeante.
"Sí." Fue su respuesta, y luego iba a agregar algo mas, pero puse mi dedo índice sobre sus labios, y luego le dije, "Te quiero mucho Tai."
Él puso sus manos sobre mis mejillas y dijo, "Yo También Yama, yo también te quiero mucho."
Estábamos muy cansados y decidimos irnos a acostar, el plan era que yo me durmiera en mi cama, y Tai en el sofá de la sala, yo ya estaba acostado en mi cama, cuando Tai entro a mi cuarto, a despedirse.
"Buenas noches, Yama" dijo con un dejo de tristeza en su voz.
"Buenas noches Tai, que descanses." Le conteste; y justo cuando el se disponía para ir al sofá y acostarse, le dije, "Tai?"
El volteo y me dijo: "Sí Yama?"
"Hmm, t te podrías d dormir conmigo, es que no quiero dormir solo?" Le pregunte tartamudeando.
"Claro" contesto con su acostumbrado tono alegre, el se metió entre mis sabanas y sentí su calidez rodeando mi cuerpo, me abrazo y me dijo: "Te amo Yama." Y me dio un beso en la frente, yo lo rodee con mis brazos y le respondí: "Yo también te amo Tai." Y le di un beso en la mejilla, y por primera vez en mucho, mucho tiempo me fui a dormir con una sonrisa en mi cara.
A veces tienen que pasar cosas malas para que veamos lo afortunados que somos, y gracias a eso que me paso, mi relación con Tai dio un paso adelante, y aquel tímido beso que Tai me dio en la frente se convirtió en el primero de muchos, y gracias a eso, mi burbuja se rompió, y ese mundo estéril en el que vivía, se lleno de vida.
Bueno, que les parecio? Diciendo la verdad, no se como voy a continuar con esta historia, sus opiniones, son muy valiosas, por favor denme ideas para continuar. Muchas gracias.
