Lo sabido los personajes no me pertenecen...
Abandonado.
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Ranma volvía hacía el dojo, volvía solo, como lo había hecho los últimos tres meses, desde que Akane se fugó con Ryoga.
El chico iba triste, ya no era el chico alegre que se reía de todo. Ahora lo hacía todo por inercia, sin ganas de seguir adelante. La luz que lo había alumbrado durante dos años lo había abandonado, y él no tenía fuerzas para seguir.
Su madre lo llevó a psicólogo, y este le dijo que el chico tenía una depresión muy fuerte, y había que medicarlo, pero el joven no seguía la medicación. Dentro de la cabeza del chico se empezaban a montar negras ideas, muy oscuras. Acabaría con el sufrimiento que le dejó Akane cuando destrozó su corazón y su vida. Pero antes de eso, si se cruzaba con Ryoga, lo mataría, y si iba con Akane, a ella le echaría en cara su falta de lealtad.
No lo entendía, desde poco después de la boda fallida, Akane y él se habían acercado, salían juntos, iban al cine, a tomar un helado. Y el día que habían quedado para ir al parque de atracciones, ella desapareció. Después supo que ella llevaba tiempo engañando, que todas sus citas fueron una comedia, que ella se veía en secreto con el idiota de Ryoga.
La fuga de la chica trajo en principio desesperación, y mal humor al chico. En ese tiempo había alejado a toda las personas que les rodeaban, y los primeros sus rivales y presuntas prometidas, y no de buenas formas.
Akane al traicionarlo había quedado como una mala mujer, y había traído deshonor a la familia Tendo. Todas la buenas palabras que le dijo Akane, todas las promesas que le hizo esa chica, todos sus caricias, sus atenciones, todos sus besos. Todo eso y mucho más… sólo era teatro, mentiras, esa mujer había jugado con él, y había caído en las trampas de Akane, como si fuese un niño. Pero la palabras de su entonces prometida habían sonado tan reales, su miradas, y sus gesto parecían de verdad, Akane había sido tan buena actriz que engañó a todos, y el primero a él.
La gente que se cruzaba con él lo miraba con pena y hablaban de como lo traicionó su mal prometida. ¡Lo compadecían!, ¡A él!, no necesitaba nadie lo compadeciese.
Siguió andando hacía el dojo. No tenía gana de entrar en él, todo allí le recordaba a esa mala mujer llamada Akane. Pensaba marcharse lejos y olvidar el pasado, todo su pasado no sólo olvidar a Akane, si no a todas las personas que había conocido.
Pero algo lo retenía su madre, no quería abandonarla, negó con la cabeza, no era eso, lo que pasaba era que era un cobarde, de no serlo Akane no lo hubiera abandonado por Ryoga.
Triste y consumido por la tristeza llegó al dojo. No saludo al entrar, hacía tres meses que no lo hacía. Fue recibido por su madre y Kasumi.
-¡Hola Ranma!-dijo Nodoka-Yo hemos preparado para ti tu mejor prostre- la mujer esperaba que su hijo mostrarse un poco de interés en esa comida, pero el chico miró esa comida con los ojos vacíos, sin mostrad ningún sentimiento.
-No tengo hambre, subiré a mi habitación y estudiaré, después me bañaré y me iré a dormir.
-¡Hijo reacciona!- dijo con preocupación su madre-¡Ella ya no está!, ¡Debes pasar hoja! ¡Olvidarla! Desmostró que no te merece, te engañó, nos engañó a todos. Come, vuelve a ser tú.
Ranma la miró.
-¡No volveré a ser el mismo!- gritó el chico con desesperación-¡ella me dejó por ese cerdo!, ¡ Por un vil y sucio cerdo!- Nodoka se dio cuenta lo mal que había dejado al chico esa traición- no se lo perdonaré nunca, y a élb lo mataré, lo retaré en a una pelea y no dejaré que se rinda. Y lo haré delante de Akane, para que sufra- y se echó en brazos de su madre llorando como un niño- No lo entiendo, salíamos juntos, me miraba con ojos alegres… y todo era comedia, me estaba engañando con Ryoga.
Kasumi miró al chico, aunque Akane era su hermana, y siempre había sido la más inocente, había demostrado ser peor que Nabiki, ahora sabía que era una sucia mentirosa, que trajo deshonor a la familia. Si hubiese hablado que quería a Ryoga y no a Ranma, se hubiera podido romper la promesa de Ranma y Akane, y arreglar eso de alguna forma. Akane hubiera estado feliz con Ryoga, y nada grave hubiera pasado. Pero huir con Ryoga sin hablarlo con la familia, no era la forma adecuada de hacerlo.
-Ranma, no te maltrates deja de pensar en mí her…- Kasumi rectificó, Akane había dejado de ser su hermana, Soun había renegado de ella, si volvía sería echada de casa-… de Akane, ella ya no existe- esa palabras le costó decirlas, siempre había querido a su hermana pequeña con locura, ahora debía olvidar todos esos sentimientos- deshaz tu vida, tú vales mucho. Encontrarás alguien mejor.
Ranma miró a esa mujer. Durante un segundo sintió rabia, iba a pagarlo con Kasumi, pero vio lágrimas en los ojos de Kasumi. Esa chica tampoco podría olvidar a Akane, la había visto y oído llorar mientras pronunciaba el nombre de su hermana. Kasumi estaba tan destruida como él, pero lo ocultaba detrás de esa mascara de amabilidad. Se dio cuenta que la acción de Akane y Ryoga había dinamitado a toda la familia, que todos habían salido heridos, entonces, ¿ Porque era el único que no podría salir de ese abismo?
-Bueno, comeré de ese prostre, y después me iré a dormir.
El chico se sentó en la mesa y comió lo que le dieron las dos mujeres. Las dos se miraron, Ranma comía eso, como todo, sin gana, sin apreciar la delicia que comía. Tanto Kasumi como Nodoka estaban preocupadas, ese chico apenas comía, lo hacía de mala gana, no tenía voluntad en seguir.
Al acabar de comer el chico se levantó, y sin decir una palabra se fue a su habitación.
-Pobre Ranma, ya no es quien era.- dijo Kasumi- cada vez está peor.- tuvo un temblor- se está volviendo un hikikomori, cada vez más recluido en él y en su habitación.
Nodoka asintió, eso mismo creía ella, pero lo que las dos mujeres ignoraba era que ese joven pensaba en huir, internarse en algún bosque y vivir allí como un hombre de los bosques, salvaje y asilvestrado durante el resto de su vida, huyendo de todo el contrato con esa humanidad que tanto daño le había hecho.
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Mientras Ryoga, en una habitación, disfrutaba de esa preciosa mujer que amaba, llevaba haciéndolo durante los tres ultimo meses, iban a ser padres. No sabía que alguien había jurado vengarse de él por llevarse a esa mujer.
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Ranma había subido a su habitación, se tumbó en el suelo y se quedó mirando el techo. Sabía que no había sido bueno con Akane, que la insultaba constantemente, que se reía de ella, pero tenían la suficiente confianza para hablar e intentar arreglar el daño. No comprendía como ella había escapado dejándole sólo una carta, diciéndole que ya no le aguantaba más, que siempre había querido a Ryoga, que él sólo era una diversión. Alguien de quien reírse. En esa carta había palabras realmente crueles e hirientes hacía él, y a su vez idealizada a Ryoga, lo ponía como un hombre entre los hombres, y al él un medio mujer, al que siempre despreció.
Esos pensamientos llenaban su vida de amargura y de odio hacía esa pareja que le destrozó la vida, en segundos.
Recordó el día que ella desapareció, habían cenado, ella conectó la consola y se echaron algunas partidas entre risas y bromas. Era muy tarde y eran los únicos despiertos en la casa. Cuando subieron a dormir, se miraron en el pasillo.
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Y ella lo abrazó como cada noche, se la estaban jugando, si alguien los descubría, a las pocas horas estarían casados.
-Te quiero- dijo ella, y parecía sincera, aunque ahora sabía que ella era una gran actriz- te quiero mucho.
- Y yo a ti- dijo él.
Se besaron varías veces, y se metieron en sus habitaciones, antes de entrar ella se giró.
-¡Recuérdalo!, ¡Mañana nos encontremos en la estación!, y desde allí al parque de atracciones.- y le sonrió con dulzura.
Que hipócrita había sido la chica, como lo engañó. Y que idiota había sido él.
Al día siguiente la esperó durante horas en la estación y ella no apareció. Al volver al dojo supo que ella había huido durante la noche, que se había ido con Ryoga, ese día su vida extrañó en pedazos.
Ya no volvió a verlos, pero ella le mandaba cartas para mortificación, diciendo lo bien que estaba con Ryoga y lo mal que lo había pasado con él. Con el tiempo cuando llegaba una carta de Akane era destruida por Nodoka o Kasumi, esas dos mujeres no querían que el chico sufriera más.
Le dijeron que Akane se debió cansar de mandar cartas, pero estás llevaban casi a diario.
Pero el sufrimiento del joven iba en aumento día tras día. Ese sufrimiento era una enfermedad que iba mermando el cuerpo y la mente del chico.
Ya no entrenaba. No entraba al dojo, le traía recuerdos que quería olvidar. Había tapizado la puerta y la ventana de la habitación de Akane, como queriendo negar la existencia de la que fue su prometida.
Pero cada noche soñaba con ella, esa traidora no le dejaba en paz ni durmiendo. Sólo huyendo de ese sitio se alejaría de los recuerdos de esa mala mujer y al final la olvidaría, negó con la cabeza, sólo la olvidaría con el descanso eterno. Aunque tal vez en el infierno se la encontraría para seguir martirizándolo, por que esa chica había resultado tener el alma de un demonio.
Tenía sed y aunque no quería, bajaría a la cocina a beber y tal vez Kasumi se hubiera olvidado un cuchillo con que poner fin a sus penas.
Bajó a piso inferior y fue a la cocina, sólo pudo beber agua. Kasumi guardaba a buen recaudo sus cuchillos, sabía las intenciones del chico de acortar su vida y no lo permitiría. Eso sería darle el triunfo a Akane, y esta no se merecía esa victoria.
El joven oyó un murmullo en el jardín y salió y vio a su madre, a Kasumi y a Nabiki mirar algo, un visitante que se había colado en el dojo.
-Me ha seguido- oyó que decía Nabiki, que acababa de llegar- no he podido evitar que entrase.
-Parece abandonada, mira que delgada está- dijo Kasumi- le traeré un poco de comida y agua.
Ranma sintió un poco de curiosidad, algo le hizo ir donde estaban las tres mujeres, y miró lo que había seguido a Nabiki.
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Ryoga estaba acostado desnudo, la chica estaba en el baño, se estaba bañando, cuando volviese harían el amor, como llevaban haciendo hacía mucho tiempo. Los tres meses desde que huyó con esa mujer habían sido maravillosos, desde que esa chica había abandonado por él a su familia y a su… En ese momento le vino a la mente Ranma, ¿Por qué tenía que recordar a ese energúmeno?, le importaba poco como estuviese Ranma, él al final era feliz.
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Ranma miró lo que había seguido a Nabiki, y descubrió que era una perrita pequeña, de unos pocos meses, con el pelo oscuro. Ranma sintió rabia, ¿quien podía dejar abandonada a un animal tan guapo?, no se dio cuenta que estaba empatizado con el animal.
Se acercó y se miró al animal, y este a él, los dos se miraron fijamente.
-Hola guapa- dijo Ranma- y acarició la cabeza de la perrita, que retrocedió asustada, e incluso parecía poco avergonzada,.- No te asustes, no voy a hacerte daño- por primera vez en meses ese chico demostró sentimientos, sonrió. La perrita lo miró con mucha tristeza- ¿ Qué te pasa?, ¿ A ti también te han abandonado?- al animal se le escaparon unas lágrimas, Ranma cogió al animal con cuidado- pues ya somos dos. A mi también me dejaron. – la abrazó, ese animal no se resistió. Ranma miró a su madre-¿Me la puedo quedar?- no fue una pregunta, tampoco una orden, fue una petición, el ruego de un corazón destrozado.
Kasumi y Nodoka se miraron, ese animal podía ser la salvación del chico.
-Si, puedes quedártelo,- contesto Nodoka-pero si viene el dueño deberás devolvérselo.
Ranma la miró enfurecido.
-Si, viene el dueño a buscarla…- puso una cara siniestra, y con un tono que daba miedo - ¡Lo mató!, ¡ Ahora es mía! - miró a la perrita- Ahora es mía, te llamarás- pensó un instante- tu nombre será…¡ Akane!. Pero como me trae malos recuerdos ese nombre, te llamaré Aka-chan
Las tres mujeres lo miraron asustadas, el chico no estaba bien, eso de ponerle el nombre de su ex a su mascota no era de una persona cuerda.
-¡No puedes llamarla así!- dijo Nabiki- sabes que ese nombre está prohibido en esta casa. ¡Ponerle otro nombre!.
Las otras dos mujeres también protestaron
Ranma simuló no escuchar, las ignoró por completo.
-¿ Verdad que te gusta ese nombre?- preguntó Ranma, la perita le lamió la mano- Tomaré eso por un sí.
Ranma la cogió y se la llevó a su habitación, y allí jugó con ella. Se tumbó en el suelo y ella se subió encima de él y el joven la abrazó.
-Ya no estamos solos- dijo el- nos tenemos el uno al otro- y sonrió.
Pero cerró los ojos y se le escapó una lágrima. La perrita lo miró con cara preocupada. El chico se durmió al poco tiempo.
El animal se soltó de su abrazo y se bajó de él, y lo miró.
El chico se movió inquieto y murmuró durmiendo.
-Akane- dijo el chico refiriéndose a su ex- ¿Por qué?, ¿ porque me dejaste?
La perrita se tapó la cara con las patas delanteras y lloró.
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Era la hora de cenar, Ranma bajó a cenar, llevaba en sus manos a la mascota que había adoptado, y se comportó con ella de la misma forma que Akane había hecho con P-chan. Pero si alguien de la familia se dio cuenta prefirió callarlo, no quería problemas, Ranma se deprimía cuando alguien se refería a su ex, nadie quería hundir más al joven.
A Soun no le gustó que esa mascota tuviera el mismo nombre de su hija pequeña, pero no quería enfrentarse al joven. Tal vez esa perrita era lo que necesitaba el joven para salir de la depresión que estaba metido el joven.
El joven le daba de comer de su plato a esa perrita. La cara que ponía Ranma era igual a la que a la que Akane cuándo daba de comer a P- chan.
Esa noche el chico se fue a dormir y durmió con su nueva mascota, aunque su padre le dijo que no era bueno dormir con animales.
-Pues he dormido contigo años y no me ha pasado nada- dijo con ironía el joven.
-,¿ Acaso insinúas que soy un animal?- gritó Gemma.
Ranma lo mojó, y el hombre se transformó en un panda.
-No me hace falta contestar eso, sólo debes mirarte al espejo.
Gemma furioso le quiso quitar a la perrita y Ranma de un puñetazo lo mandó al jardín.
El chico subió a su habitación y la familia miró incrédula al panda tumbado en el jardín.
-Me lo parece a mi o, ¿ Ranma cada vez más se está convirtiendo en Akane?- dijo Nabiki.
Todos asistieron, al desaparecer Akane, Ranma suplía su ausencia haciendo suyo rasgos de la personalidad de su ex.
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Esa noche Ranma durmió en el futón con esa perrita, la abrazó y no soltó. El animal se despertó varías veces y miró al joven, este lloraba en sueños y llamaba a la persona amada que le rompió el corazón.
-Akane, Akane, ¡Vuelve!- decía el chico entre sueños.
La perrita lo miraba, se deshizo de su abrazó y le lamió las lágrimas y las encontró muy amargas. Ese animal se acurrucó al lado del chico se hizo un ovillo y lloró, y en voz muy baja, que no oyó nadie, aulló de pena y de dolor.
El sol entró por la ventana de la habitación del joven, Ranma con sueño se tapó la cabeza para seguir durmiendo, y se giró. Abrió los ojos sorprendido, dentro del futón notó algo, era un bulto, al tocarlo notó que ese objeto era peludo. Levantó la sábanas y vio que era la perrita.
-Eres lista, hace frío y has buscado un sitio calentito para dormir.- el joven sonrió, su primera sonrisa sincera en meses- puedes dormir mientras quieras, después baja al comedor y te daré de comer.
El joven se empezó a desnudar para ponerse ropa limpia. Entonces despertó la perrita y cuando salía del futón se encontró al chico completamente desnudo. Se dio cuenta que salió en el peor momento.
Ranma se giró y vio la perrita, esta abrió mucho los ojos sorprendida, y furiosa se lanzó contra el chico, y con su cuerpo le dio un golpe en el estómago. Ranma cayó al suelo dolorido, miró al animal sin comprender nada. La perrita que Ranma llamaba Aka-chan, para no darle el nombre completo de su odiada ex, se fue a la puerta y mirándola para que el chico le abriese y poder salir.
Ranma se acabó de vestir, y se acercó a la puerta y Aka-chan le gruñó furiosa, el joven la miró sin comprender nada. El joven abrió la puerta y la perrita salió corriendo, estaba furiosa con el joven por desnudarse delante de ella, pero tenía ganas de hacer sus necesidades y no quería que nadie la viese haciéndolas, y fue al jardín y buscó un sitio donde nadie la viese.
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Ryoga y su pareja estaban subiendo al avión que los llevaría lejos, desde que se fugó con esa joven había tenido, suerte, le había traído suerte estar con esa maravillosa mujer de ojos marrones. Hacía tres meses que habían iniciado su viaje, y este duraría mucho tiempo.
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Ranma bajó al comedor, y se sentó en su sitio de siempre. La familia lo miró, parecía que estaba un poco de mejor humor y de ánimo, pero sus ojos seguían reflejando una profunda tristeza. Se puso a comer, pero como siempre tenía la mente en otro sitio, en otro tiempo. Ese joven no superaría nunca que lo habían dejado. Sabía que parte de la culpa era suya, por sus continuos insultos a la chica, pero ella tampoco era inocente, ella había empezado insultándolo, y después riéndose de él mientras salía con Ryoga.
Aka-chan lo miró desde la puerta, vio la tristeza del chico e instintivamente empezó a ir hacía él. Se puso al lado del joven, lo miró ese chico estaba muy triste, aunque lo disimulase y bromease estaba profundamente triste.
La perrita sintió hambre y le dio con el codo al joven, este se volvió y la miró.
-¿Qué te pasa?- preguntó el joven,- Ojalá hablases para saber que quieres- la perrita le volvió a dar con el morro, y lloriqueó con lástima, fue entonces que Ranma comprendió lo que le perdía su mascota-¿Tienes hambre?- la miró y sonrió- SI, tienes hambre y cogió una servilleta y le puso parte de su bol- come, yo no tengo mucha hambre, nos repartiremos la comida.
La familia lo miró asustada. Ranma, aunque últimamente comía poco, nunca compartía su comida con nadie, y ahora compartía su comida con su mascota.
Aka-chan comía lo que le dio Ranma, mientras era mirada con rabia por Gemma. Si alguien debía comerse la comida del chico era él
-No le des esa comida a un perro pulgoso. Soy tu padre, yo soy a quien debes dársela- exigió el hombre.
Ranma miró a su padre de la misma forma que Akane lo miraba a él cuando la hacia enfadar y con el mismo resultado, el padre del chico salió volando del dojo.
Todos miraron asustados al chico, Ranma le había pegado a su padre con el mazo de Akane, lo había hecho aparecer, como hacía la chica cuando Ranma la enfadaba. Todo lo pensaron, incluso Nodoka, si el chico seguía así, pasado un tiempo usaría su maldición todo el tiempo, se cortaría el pelo, lo teñiría de negro azulado y se volvería en un clon de Akane.
Realmente Ranma tenía una idea parecida, conseguiría agua de la Akane ahogada, y sustituiría a la chica pelirroja por su Akane. Así Ranma y Akane estarían juntos.
Pero ahora alimentaba la perrita. Cuando acabó de comer y de darle de comer a su querida mascota, miró a su madre y a la familia Tendo.
-Llevaré a Aka-chan al veterinario, debe hacerle una revisión- nadie dijo nada, si Ranma lograba olvidar a Akane y salir del bache con l ayuda de ese animal, sería algo bueno, pero viendo la reacción del chico un momento antes, la recuperación del joven estaba lejos, o la cosa iría a peor.
Y el chico cogiendo la perrita, salió del dojo hacía el veterinario más cercano.
Cuando entró vio que era un sitio limpio y agradable, la sala de espera era amplia, y aunque era muy temprano ya había varios clientes con sus mascotas, desde perros, hasta algún pájaro, por suerte no se admitían gatos, ese veterinario era alérgico a pelo de los gatos.
-Es un cachorro- dijo el medico- debe tener unos tres meses, aunque está muy delgada, debió pasar mucha hambre- la siguió revisando, a la perrita no le gustó nada que le mirasen su partes intimas-Es muy vergonzosa, no quiere que la miremos. – siguió revisando a la perrita y le tocó el cuello y vio que en el cuello tenía algo extraño, y se preguntó en voz alta-¿ Qué es esto?
Ranma se acercó, y los dos vieron que en el animal en el cuello llevaba una joya incrustada.
-No lo sé, no lo he visto hasta hora, el pelo lo ocultaba.
-Tendré que hacerle una radiografía, no me atrevo a quitárselo sin ver antes el interior.
Y se la hizo, y el resultado no le gustó ni al veterinario ni a Ranma.
-No sé lo que es, pero por dentro se ramifica hacía el cuello. No sé quién se lo puesto, pero no lo ha hecho con buenas intenciones.
-¿No se puede quitar?- preguntó el joven.
-Si lo intentamos extraer puede que provoquemos la muerte del animal, no me atrevo a quitárselo.
Ranma miró a Aka-chan preocupado.
-No me gusta, como coja a quien se lo ha puesto se acordará de mi.
-No es bueno usar la violencia, pero en este caso estoy de acuerdo contigo , aunque me gustaría más quitarle eso a tu perrita y ponérselo a ese desalmado.
Al acabar la revisión.
-Es pronto para vacunarla, si ves algo extraño en ella traerla. Debes llevarla con correa cuando la saques a pasear, alimentarla con comida para perros. Es de una raza pequeña no crecerá mucho más. Cuando tenga un año deberemos operarla.
-¿Por qué?- preguntó el chico. Aka- chan miró al veterinario asustada.
-Debemos esterilizarla- al ver que tanto Ranma como su mascota lo miraban con horror- lo dice la ley. Si no lo cumples te la quitaran y la sacrificarán.
-¡No dejaré que me la quiten!- dijo furioso Ranma- si lo intentan hacer huiré con ella a las montañas y nadie me encontrará. No la perderé como a…- y no siguió, se calló, no quería hablar de eso delante del veterinario.
El hombre lo miró asustado, ese chico cumpliría su promesa, lo conocía, sabía que su prometida lo dejó por otro. Ese joven se había vuelto muy introvertido, parecía no importarle nada, tal vez esa perrita sería la solución para él. Y cambió de opinión.
-No me fío de operarla, con esa piedra conectada a su garganta, no me gusta, si la anestesiamos podría haber problemas, la podemos medicar, no sería tan eficaz como la esterilización, pero si menos peligroso.
Ranma y Aka-chan lo miraron aliviados.
-Deberás venir dentro de un mes-continuó el veterinario – quiero ver si sigue bien, hay algo en esa joya que no me gusta.
-A mi tampoco- dijo Ranma- esto me suena de algo, y por eso no me hace nada de gracia.
Ninguno de los dos vio que Aka-chan se entristecía, y soltaba una lágrima. Ella sí sabía que era esa joya.
Ranma compró en el vetertinario una collar y una cadena para llegar atada a la perrita mientras paseaban por las calles. A Aka-chan no le gustó nada ir atada, pero Ranma le dijo que era necesario, y ella al parecer entendió sus palabras.
En ese viaje de vuelta al dojo varios perros se acercaron a la pequeña perra, pero ella los ahuyentó, desmostró que tenía mucho genio.
También se le acercó un gato, un animal que se enorgullecía de haber asustado a todos los perros del barrio, y a Ranma. Y esa perra pequeña, le demostró que no quería que se acercara ni a ella, ni a Ranma. Cuando Ranma se recuperó del susto el gato estaba en el rio y la perrita le estaba mirando comprobando que estaba bien.
-Estoy bien no te preocupes- dijo el chico- no creía que fueras tan fuerte, eres pequeñita pero valiente, como…- estuvo a punto de decir el nombre de su ex, pero paro a tiempo. Pero los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas.
Ese día pasó y al llegar la noche, mientras Ranma dormía en su habitación Aka-chan huyó a un rincón del jardín y lloró y aulló de pena. Ver al joven así de destrozado le rompía el corazón, haría que ese chico curase su roto corazón.
Aunque aún temía que quien la tuvo encerrada la encontrase y se la volviese a llevar. Esa mujer la tuvo encerrada casi sin alimentarla porque alguien se lo encargó. Fue esa persona quien la capturó, si una de las dos mujeres intentase llevársela delante de Ranma… este no tendría remordimientos al acabar con ellas.
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Los días fueron pasando y se convirtieron en semanas. Cuando paso un mes de la llegada de Aka-chan al dojo, Ranma había mejorado muy poco, pero había vuelto a entrenar, poco a poco volvía a ser el mismo de siempre, pero ese avance era muy lento,
El chico siempre estaba acompañado de la perita, en cuanto llegaba del instituto ella iba a recibirlo, y él la cogía en brazos, sólo se separaban cuando el se duchaba o tenía que ir al lavabo.
Al llevarla al veterinario descubrieron algo extraño ese animal no crecía, y lo mismo paso a llevarla el siguiente mes y el otro. Le hicieron análisis y no descubrieron nada, era una perrita sana, pero no crecía.
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A los seis meses de la huida de Akane, y tres de la llegada de la perrita, Ranma estaba más recuperado, pero aún le quedaba mucho para curarse, si alguna vez lo hacía. Todos sabían que no había olvidado a su ex, y el mal que esta le hizo. Pero con ayuda de Aka-chan, sonreía de vez en cuando, y decidió participar en algún que otro torneo de arte marciales.
De sus antiguos rivales y presuntas prometidas no sabía nada, él mismo había ahuyentado esa gente tal molesta. Sólo quería cruzarse con Ryoga donde fuese, y dejarlo bien lesionado, humillarlo, que no pudiese nunca más volverse a mover, y si lo dejaba así delante de Akane mejor. Matar a Ryoga delante de la chica que lo traicionó sería una justa venganza contra Akane y Ryoga.
Aka-chan como confidente de Ranma sabía de sus planes, era la única que lo sabía. Cada noche encontraba un momento para llorar y aullar, hasta que llegaba Ranma y la cogía en brazos, y la apretaba contra su pecho, allí la perrita seguía temblando, hasta que con el calor corporal del chico lograba tranquilizarse y dormirse.
El dolor de esa perrita cada vez era más profundo.
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Ryoga estaba en la playa viendo a la chica en bikini. Esa mujer era preciosa, un poco bajita, pero a él no le importaba. A la mujer le había crecido el pelo y él la encontraba más guapa. Ya habían pasado seis meses desde que huyó de Nerima con esa chica, deseaba volver, pero no podía, en cuanto volviese… la familia de esa chica iría a por él, y Ranma también lo que le hizo a Ranma fue terrible, pero no se arrepentía, pensó mirando la mujer con una sonrisa.
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Cada mañana al despertar Ranma se cambiaba y dejaba a Aka- chan durmiendo en su futón, al salir de la habitación, la perrita salía de entre las sábanas y bajaba, iba a su escondite a hacer su necesidades y después corría a ponerse al lado de Ranma a comer con él.
A Aka-chan no le gustaba la comida para perros, pero si le encantaba la hecha por Kasumi. Era una perrita muy inteligente.
-No se como esa perrita siempre va contigo- bromeó Nabiki- es más inteligente que tú.
Ranma la miró.
-No se como no te han detenido ya, el sitio para una chantajista como tú es la cárcel.- contestó sin humor Ranma.
A Nabiki se le murió la sonrisa en la boca, ese chico cada vez estaba de peor humor, un paso en falso y sería el fin.
-De tu familia la única que se salva es Kasumi. Akane resultó ser una fresca, y tú eres una chantajista, algún día cometerás un fallo, y encontrarán tu cuerpo frotando en el rio.
Todos miraron a ese chico como si hubiese enloquecido, si eso pasaba, el chico había enloquecido, esa la única explicación que encontraban viendo el comportamiento del chico.
Aka- chan lo miró furiosa, pero después se calmó y siguió comiendo.
Fue entonces cuando se desencadenó el desastre. Algo que nadie había previsto, Algo que todos pensaban que había quedado en el pasado.
De golpe un trozo de la pared estalló y por el agujero que hizo esa explosión entró una pesadilla del pasado, algo que Ranma alejó de su vida poco después de desaparecer Akane.
-¡Ni- hao Airen!, ¡Shampoo venir a búscate!, ¡Nosotros…- dijo esa pesadilla de nombre Shampoo.
-No hay un nosotros- dijo Ranma sin mirarla- nunca lo hubo, ni nunca lo habrá- el tono del chico era apático, esa persona recién llegada no le importara nada, es más para él esa persona no existía.-¿ Cómo puede haber algo entre una persona que no siente nada como yo, y una persona que no existe como tú?- El tono con que habló estaba carente de sentimientos, como si no le importase nada.
-Tú y yo estar unidos, tu querer a Shampoo.
- Yo no querer a nadie- dijo el chico burlándose de la joven- A mi no me importa el resto del mundo, y la gente que conocí en el pasado, son eso, pasado, un pasado que no quiero recuperar, que no quiero recordar, que tarde o temprano olvidaré.
Miró a la chica con desprecio.
-No eres nadie, no me acuerdo de ti, no te he conocido nunca.
Shampoo miró a Aka- chan que se escondía asustada detrás de Ranma. La chica china se asustó.
-Shampoo ser dueña de ese bicho- dijo la chica china.- Airen dar- se puso sugerente- Airen regalar. No saber qué hacer aquí.
Ranma la miró y negó.
-¡Ella es mía!, no llevaba el chip de reconocimiento, yo se lo puse, ahora ella está legalmente a mi nombre.- Ranma por primera vez en meses demostró unos sentimientos, los peores, odio, maldad, rabia-no me la quitarás, hazlo y no sobreviras.
-Yo llamar policías, ellos venir y quitar.
-¿Qué le hiciste a esa perrita?- dijo Nabiki- llegó muy delgada, no la alimentabas bien, llegó muy delgada. Seguro que la maltratabas.
-Yo dejar a amiga, ella cuidar.- se justificó Shampoo.
-No sabía que tenías amigas aquí- dijo Nabiki irónica.
-Yo irme y volver con policía y amiga, y llevarnos a ese bicho.
Shampoo salió del dojo. Aka- chan miró suplicante a Ranma.
-No te preocupes no te llevarán de aquí- dijo Ranma.
-Esa chica no quiere a Aka- chan, la odia- dijo Kasumi- la ha llamado bicho, no la quiere para nada bueno.
El tiempo pasó y Shampoo llegó con su supuesta amiga, unos policías y un hombre de mal aspecto que dijo ser veterinario.
Al poco tiempo llegó el veterinario que cuidaba a Aka-chan, había venido llamado por Nabiki, al llegar y ver a su colega puso mala cara, con seguridad lo conocía y no le caía bien.
-Esa perra pertenecer a Shampoo- dijo la chica china señalando a Aka-chan- Yo pedir devolver, ellos no hacer caso.
-Tú no la cuidaste, ella llegó al dojo hambrienta y sedienta- Nabiki la miró desafiante-estaba muy delgada, como si no hubiera comido en semanas. ¿Seguro que la quieres? Creo que la querías dejar morir.
-Ella había sido muy mala- dijo la amiga de Shampoo- la tuve que castigar.
-Yo se lo aconsejé- siguió el veterinario traído por Shampoo- en China lo hacemos a los perro que desobedecer a sus amos.
Entonces habló el otro veterinario dirigiendo al hombre chino.
-Eso es mentira, en China no se hace eso. Usted no tiene el título de veterinario, ha sido denunciado varias veces, tanto aquí como en China, huyó de allí para que no lo atrapasen las autoridades chinas.
-¡Eso es falso!- gritó el hombre chino.
-Según oí, no es ni chino, sólo sus padres lo son, emigraron fuera de su país. Usted está buscado por varios países por ejercer como veterinario sin título.
El hombre se quedó blanco, lo habían descubierto, pero está vez estaba preparado. Tenía la falsificación perfecta de los documentos de veterinario, nadie los tomaría por lo que eran, falsos.
Fueron mirados por la policía y por veterinario y vieron que supuestamente eran auténticos, pero los cogió Nabiki, los revisó bien, miró al falso veterinario y sonrió con maldad.
-Son falsos- dijo la chica.
Todos la miraron asombrados.
-¿Cómo puede afirmar que son falsos?- dijo ese veterinario, era una copia fiel- te denunciaré por falsedad.
-El tacto del papel no es totalmente el de un documento oficial, el sello es un milímetro más que grande y de un color ligeramente diferente, pero lo que demuestra que es falso es la fecha y la firma.
-¿Que pasar a fecha y firma?- dijo desesperada Shampoo, quería llevarse como fuese a Aka-chan.
-En la fecha que está firmado dice todo- dijo Nabiki- el funcionario que firmó ese documento en la fecha que se firmó ya estaba jubilado.
El falso veterinario trago saliva, y miró a Shampoo, habían tenido un fallo grande.
Shampoo se giró a la policía, dejaría a ese hombre caer, lo haría por salvarse.
-Eso no quita que la perrita es mía.
-Cuando la cogimos no estaba registrada, no tenía el chip, Ranma la registró, legalmente es suya. – Nabiki miró a Shampoo con suspicacia- no te la llevarás, Ranma no te dejará. Ella siempre está con él incluso duerme con él.
Shampoo se enfureció, y miró con cara de asesina a Aka-chan, cuando se la llevase y estuviesen a solas ya la castigará.
-Es extraño quieres llevarte a esa perrita a toda costa- siguió Nabiki- esa perrita esconde un secreto que no quieres que se sepa.
-Yo no esconder nada-contestó Shampoo- yo llevar y vosotros no volver a ver.
-¡Nooo!-gritó Ranma, que no había soltado a Aka-chan, el chico había permanecido callado hasta ese momento- no te la daré, me tendrás que matar, no podrás utilizar ninguno de tus sucios trucos.
Shampoo miró al joven desesperada. Si intentaba coger a Aka- chan Ranma lo impediría, la atacarla con toda su fuerza. No ganaría al joven, intentó seducirlo.
Se acercó al chico de forma seductora.
-Airen, deja de pensar en esa golfa que te dejó. Yo soy mejor que ella, soy mejor que nadie. Vente conmigo y tendremos hija fuerte que...
Ranma la miró con desprecio, esa chica sólo lo quería para que le diese hijas.
-No me iré contigo. No me interesas, ¡ nadie me importa!, no vuelvas a intentar seducirme así. Tú si pareces una golfa.
Shampoo iba a contestar. Pero entró Kasumi, con los utensilios para preparar té, y tropezó. El agua caliente fue directamente contra Aka-chan, ante la mirada aterrada de los presentes sobretodo Shampoo y su amiga.
Al tocar esa agua a la perrita, esta se transformó y la miradas de todos se convirtió en asombro, terror e ira
-¡ Akane!- exclamó Ranma.
Aka- chan se había transformado en Akane, está miró a Ranma con ojos suplicantes. Y de repente se empezó a estremecer. La chica se llevó las manos al cuello, se estaba ahogando.
-Mientras sea humana- contó Shampoo con satisfacción- ella ahogar. Deberá ser siempre perrita-y esa chica se rió.
Kasumi echó agua fría sobre Akane que se volvió a convertir en Aka- chan. Ranma se giró y miró a Shampoo con rabia.
-Ahora lo comprendo todo. Akane no huyó con Ryoga, tú la secuestraste y maldecirte- cada vez estaba más furioso- tú la alejarte de mi.
Shampoo se rió, ya era tarde para ocultar lo que hizo.
-¡Si, yo raptar!, ¡ yo maldecir!, ¡Yo poner joya para no poder ser humana! Si ella volver a ser chica violenta ella morir ahogada- y añadió con maldad señalando a su amiga- ella escribir cartas, hacerse pasar por Akane.
-¿ Y que tiene que ver Ryoga?- preguntó Kasumi- el no está con Akane.
-No, no estar. Yo engañar y regalar viaje a Ryoga y su novia.
Ranma gruñó, seis meses culpando un inocente, para averiguar ahora que dirigía su ira a la persona equivocada.
-¿ Como se le quita esa joya?- preguntó Ranma, y se abalanzó sobre la chica- dímelo, ¡YA! Se me está acabando la paciencia.
-¡No decir!- miró a Ranma y sonrió con maldad.- Si tú casar con Shampoo y prometer no volver nunca a Japón yo quitar joya a Akane.
-De acuerdo- dijo el chico- lo haré, pero tu promete que no harás daño a Akane, que volverá a ser quien era, que…
-¡No la creas!, ¡ Te está metiendo! – todos se volvieron a quien dijo eso, Kasumi no se fiabs de esa chica- es muy claro que no respetará esa promesa, no sea tan tonto.
Ranma miró a Kasumi.
-Ya sé que no cumplirá con lo prometido. La conozco bastante bien.- se giró a Shampoo- estás atrapada, no escaparás. – y gritó-¿ Como se debe quitar la joya a Akane?
-No decir…- entonces Shampoo gritó de dolor. Aka- chan le había mordido- perra del demonio yo castigar.
Y se sacó un colgante y lo apretó, la perrita aulló de dolor, y cayó al suelo.
-Ahora yo matar y…
Ranma saltó sobre ella. Shampoo se enrabió por dos cosas. La primera la habían vuelto a interrumpir mientras hablaba. La segunda su Airen la atacaba.
-Así que con esta piedra controlas a la piedra incrustada en Akane- Ranma se la había quitado- averiguaré como funciona y libraré a Akane de su maldición.
Shampoo se tiró sobre Ranma y a este se le cayó la joya. Todos allí lucharon por el colgante hasta que acabó en manos de Kasumi, Shampoo miró a la chica con horror, si alguien podía quitar la joya a Akane era Kasumi.
-No sé como funciona esto, pero quiero que esa piedra libere a Akane de su poder. Que se le caiga.
Y eso pasó, la piedra que tenía incrustada Aka- chan se cayó, y liberó a Akane de su poder. La herida del cuello se cerró, pero Akane seguía desmayada. El colgante cumplió el deseo de Kasumi, ese colgante hacía lo que quien lo controlarse le pedía
-¡Mamá, Kasumi!, ¡ Tapad a Akane y transformarla en mujer!- gritó Ranma, se giró hacía el padre de la chica- llevarla al hospital.
Todo se cumplió como ordenó el joven. Nadie puso en duda sus órdenes.
-Ahora re castigaré como mereces- dijo el chico.
-Yo ser mujer, tú no poder…
-Eres tonta Shampoo- dijo Nabiki- secuestraste a mi hermana, la maldecirte. Seguro que planeabas matarla a ella, y a Ryoga y Akari cuando dejarán de hacerte falta.
-Y tanto matar, matar a Akane, dictar leyes de mi pueblo. Matar a Ryoga y su novia, ellos ya no hacer falta.
Entonces habló uno de los policías.
-No podrás, has confesado delante de todos. Ahora te detendremos, y contigo a tu amiga y al falso veterinario, tenéis mucho que responder.
Shampoo escapó, dejó a sus dos acompañante solos, ya no le servían, debía huir, se intentó dirigir al lago del jardín, pero Ranma se puso delante y la chica se detuvo.
-Conviértete en gata, ¡ Hazlo!, y ya sabes que me pasará a mí- le advirtió el chico- de ese estado sólo me puede sacar Akane- Ranma se rió- nadie te podrá salvar si entro en estado Neko- ken.
Shampoo retrocedió y chocó con Nabiki.
-Hola, ¿Querías esto?- y la hermana de Akane le enseñó la piedra, y antes que nadie pidiera evitarlo, se la incrustó en la parte trasera del cuello, como la había llevado Akane.
Shampoo se quedó un momento en blanco con los ojos muy abiertos, después intentó quitárselo, pero ya era tarde. La piedra hizo efecto, y Shampoo se empezó ahogar.
-¡Ranma entra en casa!- ordenó Nabiki.
El joven hizo caso, sabría que pasaría después. No debía estar presente cuando Shampoo se volviese gata.
Shampoo corrió al lago y se lanzó al agua, salió convertida en gata. Nabiki la cogió y la mestió en una jaula para gatos. Ka tenía preparada de hacía tiempo potñr si debía utilizarla
-Ahora te toca a ti pasar por lo que hiciste pasar a Akane.- dijo Nabiki, que miró al colgante que le había dado Kasumi- me quedaré con esto si vuelves aparecer, ya sabes lo que te espera.
Nabiki entregó la gata a la policía que se la llevó dentro de la caja para gatos, y a también se llevaron a las dos personas que le habían ayudado.
A los pocos días llegó Cologne y se llevó a Shampoo. En China, gracias a la lejanía con el colgante, y a un truco de su abuela se podría volver mujer, pero no podría salir nunca de China. Al final se tuvo que casar con Mousse, y este consiguió lo que siempre deseó.
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Después de que se llevarán a Shampoo y a sus secuaces. Ranma tuvo que declarar delante de la policía, como toda su familia, aunque al acabar la declaración era muy tarde, el chico salió a ver el estado de Akane.
Cuando Ranma llegó al hospital, entró como un huracán en la habitación de la chica y se la encontró despierta, aunque un poco débil.
Se miraron, todo el odio que tuvo Ranma hacía su prometida desapareció al saberse la verdad. Para los dos esos seis meses fueron horribles.
El joven se acercó a la joven, se sentó a en la cama, miró a la chica y le acarició la cara.
-Perdóname- pidió casi llorando.
-¿Por qué?- contestó Akane.
-Porque creí que de verdad me dejaste por Ryoga. Por que pensé mal de ti. Porque al pensar que me dejaste me deje vencer, por la apatía, la desesperación. Sin ti no me importaba nada, ni nadie.- Le volvió acariciar la cara- me convertí en un Hikikomori, metido en mi mundo, deseé escapar de todo- paró un momento y siguió- por mí culpa has pasado por esto, Shampoo te rapto, te maldijo y te condenó a ser una perrita seis meses. Durante este tiempo he deseado matar a Ryoga pensando que huiste con él- se abrazó a la chica llorando- te he echado de menos, he deseado ir a Jusenkyo y bañarme en la laguna que crearon contigo para tener siempre conmigo una Akane, que no se separarse jamás de mi.
Ella lo miró y sintió compasión por el chico, aunque ya sabía que el chico estaba destrozado, había estado tres meses a su lado como perrita.
-Perdóname a mi, por dejarme secuestrar, por caer en la trampa de Shampoo, por no haber escapado antes, por a pesar de estar a tu lado y no poder decirte lo cerca que estaba de ti. No poder hablarte. No poder transformarme por culpa de esa joya que me puso Shampoo. Con miedo a tu rechazo por mi maldición. Con miedo a no poder transformarme nunca más en humana- miró a Ranma- cada vez me iba transformando mentalmente en perrita. Si hubiese pasado un mes más no hubiera quedado nada de Akane.
-Eso era lo que quería Shampoo, eso te lo debería hacer esa maldita joya.
Akane lo abrazó y le dijo
-Perdóname por mirar siempre que te cambiabas o te bañabas.
Ranma tuvo un tic en el ojo
-¿ Me mirabas mientras me cambiaba de ropa?- preguntó el joven con adombró
-Si- contestó la chica con timidez.
-Me espiabas cuando me duchaba- Ranma lo dijo en el mismo tono que ella utilizaba cuando creía que él se había comportado como un pervertido. .
Akane tragó saliva, se había equivocado al hablar, estaba metida en un buen lío. Sintió lo mismo que sentía Ranma cuando ella lo perseguía por creerlo pervertido.
La puerta de la habitación se abrió de golpe y por ella salió corriendo Akane, seguida de Ranma armado con el mazo que fue de Akane.
-¡¡Pervertida!!- gritó el joven.
- ¡ No es lo que parece ¡- se justificó la chica.
-Entonces, ¿Qué es lo que parece?.
-Yo, lo hice sin querer- contestó la chica. Esquivó al chico- Ese mazo es mío, ¡ devuélvelo!
-¡ Ahora es mío!, ¡Verás lo que se siente a decidir un mazazo sin merecerlo!
-¡¡¡RANMMAAA!!!- gritó pidiendo ayuda a su prometido sin recordar que quien la debía salvar era la misma persona que la perseguía para castigarla.
Y los dos chicos se perdieron entre las calles de Nerima, mientras eran observados por su familia.
-Esto es nuevo- dijo Nabiki guardando la cámara de fotos- Ranma persiguiendo a Akane para castigarla por pervertida. -Me sacaré por estas fotos un buen pellizco.
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Habían pasado medio año más, la pelea entre los dos jóvenes eran iguales que antes de la desaparición de Akane. Ranma volvía a ser el de siempre.
Aún eso cada semana salían juntos a divertirse los dos, y volvían contentos.
La cómplice de Shampoo fue encarcelada, fue ella la que ayudó a la chica china a mantener secuestrada a Akane, también era ella la que falsificada las cartas, aunque era Shampoo quien las enviaba de varios puntos de Japón. El falso veterinario fue enviado al que se creía su país natal, nunca supieron donde realmente nació.
Shampoo por culpa de la joya no pudo volver a Japón, si volviese actuaría la joya y debía volverse gata.
Mousse estaba eufórico con la chica gata como esposa, pero quería más, no quería ser un hombre más. Y decidió irse a Hong Kong y se llevó a Shampoo, ella tuvo que seguirlo, como contaban sus leyes. Las mujer debían seguir a su marido, y el marido a su mujer. No podían divorciarse. Si uno de los dos se iba al otro extremo del mundo, el otro lo debía seguir.
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Ryoga volvió con Akari de su viaje, el que pagaba sus viaje, el clan de la Cologne, cortó el grifo y volvieron a Nerima.
Allí fueron recibidos por Ranma y Akane.
-Yo no hice nada- suplicó Ryoga mientras los puños de Ranma le daban la bienvenida- Akane, por favor, detenlo.- pidió el joven
Akane lo miró y sonrió.
-¡ Vamos Ranma!, ¡ Duró con él!-gritó la chica. – como pierdas con Ryoga le diré a Kasumi que no te de helado durante una semana.
Los dos prometidos necesitaban vengarse de alguien y su pobre e inocente víctima fue Ryoga, que no tenía culpa de nada, pero recibió una buena, e injustificada, paliza.
A parte Ryoga había robado los pasaportes de Ranma y Akane, y eso le trajo mucho problemas al chico de la trenza, Ranma también lo castigó por eso.
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Una tarde de lluvia, una chica pelirroja y una perrita de pelaje negro volvieron empapadas a casa. Habían salido al cine, pero no llegaron ni a la mitad del camino cuando los pilló la lluvia y los dos se transformaron. Tuvieron que volver corriendo al dojo.
Al verlos llegar la madre de Ranma los miró con el aire de una adulta a dos niños que no le habían hecho caso en un sencillo consejo.
-Os lo dije, que os llevaseis paragua, y no me hicistéis caso. Ahora os tendréis que bañar- le dijo mientras les pasaba una toalla a su hijo transformado en Ranko- ¿Quién se bañará primero?
Ranko miró a Aka- chan, que estaba siendo secada por Kasumi.
-Creo que lo haremos…- dijo Ranma, dejó pasar unos segundos sin decir nada y puso una sonrisa traviesa-… Los dos a la vez- y cogió a su prometida transformada en perrita y se dirigió al baño.
Los dos sabían que después de eso los casarían, y ellos no se iban a negar a ser casados.
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Fin
Notas del autor:
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Este es otra de las historias que tenía en mi lista de hace años. Es otra de las que he recuperado para subirla. He tardado dos semanas en escribirla, tengo poco tiempo para dedicarme a ella.
Por una vez en cambiado la persecución, siempre aparece como el pervertido y Akane como la perseguidora que corre detrás del chico para castigarlo, ahora he invertido los papeles.
Según una página que consulté, Akari, la novia de Ryoga, tiene los ojos marrones y el pelo largo y de color verde. Quise que el posible engaño durase lo máximo.
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Hikikomori: Según Wikipedia, es un término japonés para referirse al fenómeno social que consiste en personas apartadas que han escogido abandonar la vida social; a menudo buscando grados extremos de aislamiento y confinamiento, debido a varios factores personales y sociales en sus vidas. Los dos protagonistas de " No Game No Life" lo son, sacado de Wikipedia. .
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Agradezco a quien ha leído está historia, pido perdón por las faltas cometidas.
