Los personajes de esta narración son propiedad de Rumiko Takahashi, yo los utilizo con fines de entretenimiento sin ninguna intención de lucro. La historia es de mi autoria pero está inspirada en una canción cuyo título y autor dejo al final de la obra. Por último aclaro que la imagen de la portada no es mía, créditos a su autor.

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Que dificil es amar a alguien en silencio, que dificil es mirar un rayo de esperanza para después verle marcharse como agua entre las dedos, ¿por qué llegaste a mi vida con tanto ímpetu si no puedo mantenerte a mi lado como quiero?, ¿por qué es tan difícil decirte te amo pero es tan fácil herirte cuando hablo?, quizá sea porque tengo miedo a que te vayas y me dejes solo, quiza es por eso que termino escondiendo mis pensamientos y te digo lo contrario, un día fui feliz al ver tu enojo, hoy no se como transformar todo.

Esa fue la primera carta que Ranma Saotome escribió para su violenta prometida cuando noto que su amor crecia día con dia.

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Antes de pelear con Saffron un sentimiento parecía sincerarse entre Tendo y Saotome, aquel abrazo en los baños reveló algo que luchaban por callar, esa cercanía aumentó exponencialmente cuando Akane casi muere por salvar al azabache en el monte fenix, sin embargo, cuando parecía que el amor llegaba para quedarse basto muy poco para que se escabullera en una boda fallida; desde entonces la relacion y el compromiso de los chicos ha sido una montaña rusa de emociones que por un instante parece estar bien pero al otro segundo cambia para mal.

Al terminar la preparatoria su convivencia no era la mejor pero tampoco la peor, las cosas eran tan normales que no se vislumbraba peligro o avance alguno entre ellos, todo transcurría como siempre, prometidas locas acosando al de trenza e instigando duelos para ganar el derecho de novia legítima, pretendientes despistados y atolondrado cortejando o raptado a Akane, interminables peleas por nimiedades que inician hoy pero se calman mañana, nada fuera de lo común salvo una cosa, la desilusión guardada en ambos al pasar de una declaración de amor en un momento de angustia a un distanciamiento de niños orgullosos; todo ese cúmulo de cosas lograron sembrar duda en la cabeza de Ranma quien se preguntaba porque no podía mantener una relación más firme con la menor de los Tendo pese a ser tan unidos por todas las aventuras que han compartido.

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El día que creí que estabas muerta fue el momento más tortuoso de mi existencia, de lo más profundo afloró la verdad de mi corazón, pense que te marcharías para siempre, dejandome tan solo como antes de conocerte, al oirte respirar sentí inmenso alivio, parecía que regresabas a mi vida para quedarte, pero después de un tiempo nuestro orgullo e inmadurez volvieron a alejarnos, ¿porque no puedo hacer que estes con migo eternamente?

Esa fue la carta que escribió meses después de la boda fallida al sentir el desinterés y desilución con que Akane lo ve.

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Con la llegada de la Universidad muchas cosas comienzan a cambiar, para Ranma cada día es más difícil rechazar y ocultar los sentimientos y sensaciones que le generan mirar a la que un día llamó "marimacho poco fenenina", por mucho tiempo esa defensa de insultos resultó útil para esconder cualquier atisbo de emociones, pero hoy esa infantil actitud es una pesada barrera que les separa y dificulta todo lo que intenta lograr con ella.

La aparición de nuevos compañeros en la cotidianidad de la peliazul han alterado la paz del de ojos celestes, en antaño el chico hubiera usado cualquier medio para hacer rabiar a su prometida burlándose de que alguien puediera creerla bonita, y aunque en realidad siempre le molestó que otros la pretendieran, era relativamente fácil alejarlos de ella, hoy por el contrario esa actitud burlona resulta todo menos efectiva, no solo porque las palabras hirientes terminan alejandola, si no porque ahora ella en lugar de responder con enojo como en otrora, muestra notoria indiferencia, da media vuelta y se marcha en compañía de algún guapo prospecto, es como si supiera como atacarlo porque a Saotome le hierbe la sangre sólo de ver a algún de esos chicos rondarla, esa nueva face de celos excaservados es algo que jamás había experimentado y el de trenza no sabe como afrontarlos para no alejar más a su brava prometida.

Pero ese no ha sido el más importante cambio experimentado por el artemarcialista, ese escaño lo ocupa la reacción que su cuerpo sufre ante la apariencia o cercanía de Akane, una falda ligeramente corta, una blusa pegada, un roce con sus manos o su rostro lleno de sudor por el entrenamiento son suficiente leña para despertar el fuego adormecido que vive entre las piernas del joven Saotome.

Shampoo, Kadashi y Ukyo siguen persiguendo a Ranma sin descanso, para colomo nuevas chicas muestran fuerte interés en él, eso desagrada profundamente al ojiazul que se siente ultrajado con tanto acoso, lo que más le estrésa es cuando Akane se percata de sus fans y se aleja dando media vuelta mostrando impasibilidad y desdén, justo eso fue lo que ocurrió aquel día de Otoño.

Flasback

Un año ha pasado desde que Tendo y Saotome asisten a la universidad, todos los días suelen ir y regresar juntos del campus, la rutina cambia sólo cuando una de sus comunes peleas ocurre pero hasta ayer todo parecia ir mejor que nunca. Después de una riña hace un mes causada por Shampoo quien ingresó a la facultad buscando a Ranma mientras pregonaba a todo pulmón ser la futura esposa del chico, la calma volvió cuando finalmente el azabache grito a los presentes que la amazona no era su novia y en un inusual acto en que tuvo que luchando contra si mismo, aceptó frente a todos que la ojicafe era su unica prometida, a Ranma no le quedó más opción que reconocerlo pues solo así podría alejar de Akane a ese odioso compañero que tanto la ronda y al que ella da pauta como cruel venganza, por suerte su valeroso acto de aceptar su compromiso resultó mucho más beneficioso de lo que creía, la peliañil se sintió tan feliz de escuchar aquella declaración que cambió drásticamente su actitud respecto a Ranma, todos los días la chica amanecía de buen humor y lucia una radiante sonrisa, se mantenía más cerca que de costumbre de su prometido y pasaron gran parte del tiempo compartiendo horas de estudio, entrenamientos y comidas, eso hizo a Saotome sentirse extrañamente bien, a diferencia del antiguo Ranma al que le aterraban esas muestras de afecto y trataba por todos los medios no ser visto así en público, a este renovsso joven poco le importaba si alguien se burla de su cercanía con la artemarcialista, el realmente se sentía feliz con aquella situación, sin embargo esa mañana todo volcó cuando dos chicas arruinaron el día.

Primero Kodashi apareció riendo como loca por todo el edificio escolar anunciando que buscaba a su amor y prometido Ranma Saotome, luego se lanzarso descaradamente a los brazos del muchacho en cuanto lo vio, al hacerlo la jovencita se luxo un tobillo por lo que Ranma no tuvo mas opción que ayudarla permitiéndole apoyarse en él, su caballerosidad e incapacidad para alejar a las mujeres solo por no herirlas le metio en aprietos nuevamente, cuando Akane vio la escena solo atino a decirle fríamente.

— Hoy no regresaré con tigo a casa, Yamato hará favor de llevarme —.

Al escucho el nombre del sujeto que escoltaria a su prometida Ranma salió corriendo dispuesto a matarlo por su osadía pero la gelida mirada de la ojicafe le hizo detenerse en seco y doblegando su orgullo trato de explicar lo ocurrido.

— Akane, por favor, ¡creeme, no hice nada, malo!, yo no quería abrazar a Kodashi, ella se torció el tobillo, si la soltaba caería al piso —

— Si como no, ¡acaso crees que soy tonta! —

— Ahora tenemos clase, solo te pido que no te vayas con ese, prometo contarte todo con detalle a la salida —

Con mucho esfuerzo Ranma logró convencer a su prometida de esperarle para poder aclarar todo, eso le dio tranquilidad, sabía que Akane entendería las artimañas de su vieja rival, con lo que no contaba era con el actuar de una de sus nuevas fans que estaba dispuesta a llamar la atención del joven Saotome como fuera.

Esa tarde las clases de Saotome terminaron 15 minutos antes de lo habitual, tranquilo camino al patio donde quedó de esperar a su prometida, tras uno minutos en el lugar una chica delgada de largo cabello negro y pronunciados senos se acercó al joven intentando iniciar una platica.

— ¡Hola!, eres Ranma ¿verdad? — interrogó con excesiva amabilidad la nada timida mujer.

— ¡Si, soy yo!, ¿necesitas algo? — respondió con sequedad el artemarcialista.

— No realmente, sólo quería conocer al popular chico de quien todos hablan por sus habilidades para los deportes — Soltó con sinceridad la chica mientras Ranma torcio la boca en señal de molestia.

— Bien, ya me conoces, ¿puedo ayudarte en algo? — cuestionó tajante el de ojos celestes.

— ¿Te han dicho que eres muy guapo? ¿Porque no me invitas a tomar algo? — la joven era bastante directa con sus intenciones y el azabache no dudo en cortar aquella conversación de inmediato, además Akane estaba por llegar.

— Agradezco tu propuesta pero no puedo, estoy algo ocu... — quizo contestar el de trenza cuando la joven se lanzó a besarlo sin remordimiento justo cuando la peli azul arribaba al lugar sólo para alcanzar a ver la bochornosa escena.

— ¡ Para eso querías que te esperara¡ — Grito molesta la ojimarron y se fue sin decir más.

A Ranma no le dio tiempo de nada, irritado alejo a la atrevida chica recriminandole su proceder, como pudo se deshizo de la mujer y corrió a alcanzar a su prometida que para desgracia suya ya se había marchado en compañía de Yamato.

Fin flasback

Quince días han pasado desde aquel suceso y el rechazo que Akane ejerce sobre Saotome es bastante notorio, molesto ha intentado entablar diálogo con Tendo para esclarecerle lo ocurrido pero todas las respuestas han sido negativas, lo peor es que en ese periodo la de ojos avellana ha prestado enorme atención a sus amigas y amigos, Yuka y Sayuri quedaron en la misma universidad pero en facultades diferentes, sin embargo desde el incidente va y regresa de la carrera en compañía de ellad ignorando a su furioso prometido.

Aquella osca actitud inspiró al azabache para escribir una nueva carta que le permitió liberar el pesar que le genera el malentendido.

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Me está volviendo loco esta situación, te amo con locura pero por mas que he luchado por demostrártelo todo se arruina, por un instante parece que me entiendes, vuelves a mi trayendo tu encanto y tu mágica dulzura, pero despues escapaz del sueño castigandome con tu desprecio y regalando tu hermosa sonrisa a idiotas que no merecen ni un gramo de tu atención.

¿Acaso no puedes ver que muero por ti?, ¡no puedo entender tu actitud!, has logrado que este orgulloso ser se doblegue ante ti suplicando tu atención pero te marchas y me dejas lleno de congoja; ¡como desearía poder encerrarte en una burbuja y tenerte siempre junto a mi! pero se qué no puedo, eres libre como el aire y no me queda mas que esperar a que decidas mirarme, esperar a que este caprichoso amor me brinde un poco de luz, por lo pronto seguiré amándote, deseándote cada día más y ardiendo en furia cada vez que prefieras sonreir a otro, pero no olvides que jamás voy a rendirme, tu eres mi prometida y luchare por ti hasta que mi tiempo acabe.

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El fin de semana los chicos pasaron la tarde en casa, Akane disfrutaba de una cursi película mientras Ranma pasaba aburrido en el comedor, afuera arreciaba una inusual tormenta que les impedia salir, un gran relámpago cayó provocó un corte en el servicio de luz, su estruendo erizo a la pequeña joven que despavorida corrió hasta donde el azabache estaba y le abrazó con fuerza.

— ¿Que sucede, acaso te asustan los trueno? — Saotome rió divertido.

— ¡Callate!, no tengo miedo solo no esperaba ese estruendoso ralampago — la chica de inmediato se apartó molesta de su prometido al notar la burla.

El azabache se arrepintió de abrir la boca y provocar que el deseado acercamiento que llevaba semanas esperando haya sido arruinado por el mismo.

— Akane, espera, yo no quería... — el de trenza intento disculparse con la orgulloso chiquilla cuando un nuevo y potente rayo simbro el lugar provocando que la ojicafe regresará de un brinco a los brazos de su prometido.

Esta vez Saotome penso mejor las cosas, con ternura abrazó y susurró al oído.

— ¡No tienes de qué temer, yo siempre voy a protegerte! —

Akane se sentía mimada y segura junto al fuerte pecho de su prometido, desearía quedarse ahí por siempre, pero al recordar que ese chico es la causa de sus sufrimientos rechazó la amable propuesta y sarcastica respondió.

— A mi y a cualquier otra —.

— Akan, yo... — intentó hablar el chico cuando un vendaval se soltó acompañado de truenos que iluminaron la oscura casa haciendo ver aterradoras siluetas y provocando tétrico sonidos que Tendo no podo resistir, muerta de miedo se sujeto con fuerza a su acompañante.

— Se que estás enojada, pero sin importar que creas lo peor de mi, yo siempre voy a protegerte — Ranma aprovecho el momento para explicar y dusculparse.

— ¡Yo no la besé¡, estaba ahí esperándote, ella se acerco a preguntarme por los deportes de la universidad y quería que la acompañará a algún lugar, yo le dije que no y después se abalanzó sobre mi —.

— ¿Crees que voy a creer eso?, te vi — replicó la joven.

— ¿Porque no le preguntas a Yuka? Ella estaba ahí — Akane abrio los ojos, su amiga ya había intentado hablar de eso pero ella no quería escucharla porque pensaba que estaba cubriendolo.

— Solo hay una persona que me interesa y lo sabes — Resopló enérgico, tomo el menton de su prometida y se atrevió a hacer lo que deseaba desde hacia mucho, beso esos labios que le enloquecian.

Akane quedo helada ante tal atrevimiento — Ranma — fue lo unico que pudo pronunciar, un segundo beso tuvo lugar y esta vez ella no ejerció mucha resistencia, el abrazo que los unia se alargó un poco y se rompió al volver la luz, la penumbra ayudaba a hablar sin tanto peso pero la claridad les obligó a quedar de frente rompiendo todo encanto y la pasibilidad de consolidación, tras unos segundos de mirarse fijamente Akane salió corriendo a su cuarto dejando tras de si a un muchacho que le suplicaba no marcharse.

A la mañana siguiente Tendo actuó como si nada hubiera ocurrido, como si aquel beso no representara nada, fría como de costumbre salió de su casa rumbo a la escuela sin esperar a su prometido que corrió tras ella con una cara llena de tristeza y desilusión.

Así transcurrió la semana, Kasumi y Nabiky notaron la situación y preocupadas trataban de entender lo que ocurría, no podían comprender porque ahora que Ranma comenzaba a dejar de ser el idiota insensible de siempre y mostraba sincero interés por su hermana, está lo despreciaba tan abiertamente.

— ¿En qué momento Ranma comenzó a ser quien sufre por amor y Akane la orgullosa cabeza hueca? — Suspiró Nabiky mirando a su hermana quien también luce desconcertada.

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Tras el fracaso de acercamiento y diálogo con su prometida, Ranma escribe una cuarta carta llena de nostalgia y desespero.

Nunca en mi vida he sentido tanto miedo como el que experimente cuando te creí muerta en China, cuando pensé que te había perdido para siempre, nunca creí pasar por ese terror nuevamente hasta este día en que te siento más lejos que nunca y el temor invade mi ser.

¿Como secuestro tu corazón? Dime como hago para que me mires como antes lo hacias.

§

Viernes por la noche Akane se dispone a salir de fiesta con amigos y amigas de la facultad, ha avisado en casa que no llegará y se quedará en casa de Yuka, al terminar las clases se marcha con Sayuri para arreglarse en casa de su hermana que se encuentra muy cerca de la universidad, en su trayecto se topa a Ranma de frente, el lleva una rosa y se acerca a las chicas pero la peliazul pasa derecho sin siquiera escuchar su llamado.

— ¡Akane!, ¿Por qué ignoras a Ranma de esa manera?, traía una flor y creo que era para ti — increpó Sayuri.

— ¡Porque lo merece!, hoy no quiero hablar de eso — contestó cortante la artemarcialista dejando impávids a su amiga por su frialdad.

En el campus Ranma yace sentado en una solitaria banca, su rostro luce descompuesto con una mezcla de tristeza y enojo, su orgullo está herido, eso le ayuda a no dejar caer las lágrimas que se encuentran acumuladas en sus ojos, — ¡Ranma Saotome nunca llora — se decía para no quebrarse cuando una conocida voz se escuchó.

— ¡Hola, Ranma!, ¿Por qué estás aquí tan solo? — Yuka le mira con sorpresa.

— Yo... Solo — balbuceo con torpeza el azabache.

— ¿Porque no estas con Akane en la fiesta? — increpó la chica.

— ¿Cual fiesta? — Saotome interroga lleno de sorpresa y exceservada molestia.

— ¡La que será en casa de Yamato!, ¿no te lo dijo? — la castaña respondió y al mirar el estado furico y perdido del chico entendió que algo estaba mal.

— ¿Donde es esa fiesta?, ¡como pudo la muy tonta ir con ese imbécil sin siquiera decirmelo! — gritó el azabache y enseguida salió corriendo para buscarla sin importar tener que alzar cada piedra para encontrarla.

— ¡Espera, Ranma!, no sé porque Akane está actuando así pero no estoy a favor de lo que hace — explicó con preocupación la amiga de Tendo.

— Ese Yamato no me parece buena persona, no entiendo porque ella le habla, yo fui invitada, ven con migo como mi acompañante, asi podrás ir — Yukapropuso con seriedad.

Acorde al plan de la castaña ambos chicos se dirigen a la fiesta, Yuka y Sayuri se percataron del distanciamiento que Akane tenia con Ranma y del peligroso acercamiento que tenía con su nuevo compañero, un joven que no les da buena espina, para proteger a su amiga las chicas pusieron en marcha una estrategia para acercar a los prometidos, mientras una acompaña a Akane a la fiesta, la otra se encargaría de asegurarse que Saotome asista a la fiesta.

La ojicafe disfruta la reunión en compañía de su amiga, todo transcurre tranquilo pero la peliañil comienza a sentirse incomoda cuando varios de sus compañeros la instan a beber en demasía, Sayuri que está al pendiente se percata del hecho y trata de mantenerse cerca de Tendo pero Yamato hace lo posible para alejarla, para conseguirlo a invitado a la reunión a viejos conocidos de las chicas, Daisuke e Hiroshi arriban a la fiesta y la dulce joven no puede evitar sentir emoción de ver a su antiguo novio en el lugar, utilizando la distracción el anfitrión intenta acercarse a Akane por medio del alcohol, la ojimarron no se siente del todo cómoda en la situación y para complicarlo todo la tensión aumenta cuando ve llegar a su prometido en compañía de una de sus mejores amigas, no puede entender que hace Ranma ahí y mucho menos el porque va junto a Yuka, eso despierta celos y molestia en la peliazul pero también un poco de alivio al saber que el está ahi, desafortunadamente ese ultimo sentimiento es superado por los achares y en respuesta acepta las bebidas que había estado evitando.

Cuando el artemarcialista se percata de los desplantes de su prometida y la forma en que permite que Yamato se acerque Ranma despliega una actitud orgullosa que hacia tiempo no mostraba con ella, la ignoró por completo y aceptó la compañía de las chicas que como moscas comenzaron a rondarle, era una clara respuesta a la actitud de Tendo aunque en el fondo sabía que estaba ahí solo para cuidarla.

Le presencia del azabache molesto de inmediato a Yamato pues intuia las intenciones del celoso chico, pero notando el comportamiento infantil que tomaron entre los prometidos decidió usar la situación a su favor pidiendo a las interesadas pretendientes que se encargarán de lograr que Ranma tomara lo sufiente como para no ser un estorbo.

Ni a Saotome ni a Tendo les agrada beber demasiado, en primera porque los vicios no son muy buenos para los atletas y en segundo porque odian la resaca, sin embargo cada uno decide bebe como muestra de indiferencia hacia el otro, pero ninguno de los dos sospecha que su actitud orgullosa los hace vulnerables a los planes del dueño de la casa.

El azabache mantiene una sosa platica con una chica, se siente aburrido de estar ahí pero lo hace para vigilar a su prometida, la acompañante nota la indisposición del ojiazul y cambia el tema, trata de saber sobre artes marciales a fin de captar la atención del apuesto hombre, a ella no le interesa en lo más minimo el tema pero con tal de atrapar al joven que tanto le gusta es capaz de aguantar eso.

Por su parte Akane mira la escena con molestia, fuego parece arder a su alrededor pero en lugar de hacer algo que revele su enojo acepta ir al jardín con Yamato, la ojimarron ya comienza a mostrar los estragos del alcohol, en su cabeza solo cabe el hecho de ver a su prometido platicando con una de las resbalozas que tanto odia y no se percata de la cercania que su compañero comienza a tener con ella, el chico le habla y Tendo responde sin mucha importancia, poco a poco la mano del anfitrión se desliza sobre la de Akane, después da ligeros apretones en sus hombros simulando dar apoyo a la chica ante su tristeza, Akane sigue escuchandolo sin interés mientras termina con su bebida, al final da respuestas cortas, su habla ya suena tropezada y se tambalea al caminar, Yamato sin esperar mucho insta a su acompañante a entrar en un cuarto al fondo del patio para que puedan platicar sin el frio que comienza a sentirse, la ojiazul no esta muy animada a hacerlo, pero el chico aprovecha su torpeza al caminar y le hace entrar cerrando tras de si, de inmediato da inicio a sus oscuras intenciones, toma a la chica por sus caderas y con fuerza la acerca a él para besar sus carnosos labios, espantada y enojada la peliañil suelta un puñetazo a la cara de su compañero pero este logra resistir el impacto.

— ¡Es como dicen!, eres extremadamente fuerte, por desgracia para ti yo lo soy más — El tipo rie socorron.

Akane trata de liberarse pero es imposible, el sujeto la atrapa contra la pared, con fuerza detiene los brazos de la chica para limitar sus movimientos, después desabotona su blusa, Tendo le grita e insulta, no deja de luchar pero la diferencia en fuerza es muy grande.

En la sala Sayuri nota la ausencia de su amiga e intuye el peligro, corre a donde Ranma se encuentra para advertirle de la situación pero el estado del chico no es muy favorable, aún así decide confiar en él, se disculpa con la mujer rubia que le acompaña y jala al azabache para contarke todo en privado.

— ¡Ranma!, Yuka y yo estamos muy preocupadas por Akane, hace rato que salió al jardín en compañía de Yamato y aún no regresan, ella no lucia muy bien, ¡Tienes que buscarla! — Suplica la castaña.

Cuando el de ojos zafiro escucho aquello de inmediato corrió al jardín, miró a todos lados pero no encontró señal de su prometido, desesperado entro a la casa y reviso cuarto por cuarto sin tener éxito, desde una de las ventanas de las habitaciones de arriba brinco al jardín y se encaminó al cuarto de servidumbre que se hayaba al fondo, era el ultimo lugar por buscar, al acercarse a la perilla escucho ruido y sollozos ahogados, sin espera abrió la puerta de una patada y en su interior encontró al maldito tratando de aprovecharse de su prometida, ella tenía la blusa rasgada y su boca fue amordazada con cinta, el tipo cínicamente luchaba con la peliañil que con todas sus fuerzas trataba de evitar que le arrancará las bragas.

Al mirar al de trenza Akane le suplico ayuda con zollosos y lágrimas que él supo interpretar, con la furia mas grande que jamás habia sentido se abalanzó sobre Yamato, pese a su estado de ebriedad pudo enfrentarse al desgraciado que tenía delante, el sujeto también era un experto artemarcialista y su estado sobrio le dió cierta ventaja, sin embargo la ira que el ojiazul guardaba era tal que no pudo hacerle frente por mucho.

— ¡Eres un infeliz! Como pudiste intentar tomarla por la fuerza — Gritó colerico y tras darle una paliza estuvo apuntó de matarlo de no ser por la oportina intervención de Yuka, Sayuri, Hiroshi y Daisuke.

Las chicas auxiliaron a Akane que temblaba de miedo, una de ellas le dio un suéter para cubrir la blusa hecha girones, los chicos después de tranquilizar a Saotome le pidieron que se fuera con su prometida a casa de la hermana de Yuka.

— Ten, son las llaves, la casa esta sola, Yuka la ocupa cuando tiene mucha tarea o no le da tiempo regresar a casa, vayan para que se calmen, ¡nosotros nos encargamos de todo! —

Ranma agradeció a sus amigos el apoyo y antes de que los problemas se hicietan más grandes se marchó con la peliazul muerta de miedo y vergüenza.

En la calle Saotome reprendió a su prometida por la forma tan tonta de ponerse en riesgo, la discusión duro el breve transcurso a la casa de la castaña.

— ¿En qué demonios pensabas al asistir a esa fiesta? ¡Tanto me odias! — recriminó el azabache.

— ¡Dejame en paz!, tu eres quien me odia, incluso aquí llegaste a restregarme a tus novias — sollozó la peliazul.

— ¡Si yo no hubiera estado ahí... — Ranma trato de contradecir.

— ¡Ahora también te debo eso!, ya no sólo te burlaras de mi mostrándome a tus millones de perfectas y femeninas novias, también te la pasarás riendo de lo torpe que soy hasta para elegir amigos — los ojos de Akane eran un mar de lágrimas y Ranma no pudo seguir con su reproche.

— ¡Akane, yo nunca me burlaria de algo así!, yo solo fui para cuidarte y si has sabido elegir buenas amigas — Saotome narró como Yuka y compañía le buscaron para protegerla.

— ¡Agradezco tu ayuda! Pero sé que esto lo haces solo por el compromiso, prometo liberarte de esa carga para que puedas andar con chicas listas y femeninas, no como yo — Akane salió corriendo pero fue detenida de inmediato porel azabache.

— ¿Por qué haces esto?, ¿Por qué me alejas de ti?, te he rogado para que me escuches, te he perseguido cada día cuando sales de casa, me he disculpado por haber sido un idiota con tigo por años, he doblegado mi orgullo hasta casi no reconocer quien soy, he corrido a buscarte al creerte en peligro y sigues pensando que prefiero a otras chicas, ¡no entiendes que sólo te quiero a ti, que sólo me importas tu!, hoy sentí un terror inmenso al pensar que te podían lastimar, yo no podria vivir sin ti y a la vez experimente los celos y furia más grande que jamás imagine, el solo ver a ese maldito tocarte hizo que ardiera en ira, ¿No puedes entender que te amo? — el azabache liberó todo lo que había en su interior.

— ¡Ranma, yo...!, no juegues con migo, ya tuve suficiente castigo por hoy — las palabras de la ojimarron reflejaban una profunda amargura.

Ranma tomo a Akane por los hombros y la hizo quedar de frente a él.

— Caprichoso amor, dime como te encierro en un mundo donde solo estemos tú y yo, ¿cómo hago que te quedes con migo por siempre?, ¿cómo hago para que entiendas que te amo solo a ti? — El azabache susurró cada palabra con ternura, su agarre se transformó en un poderoso abrazo y con delicadeza beso a su delirio.

— ¡Te amo Akane!, no sé que hubiera hecho si algo te hubiera pasado. — Después de tanto lio Ranma finalmente logró confesar su sentimiento y Tendo dejó de rechazar la cercania de su prometido, lo necesitaba con ansia.

Los chicos se prensaron en un profundo y apasionado beso, el alcohol en la sangre de ambos hacia su aparición incrementando el deseo, eso sumado a la tensión que liberan tras el intento de violación provocó que los prometidos se perdieran en una atmósfera de pasión y desenfreno.

Ranma saca la llave que Daisuke le entregó y entran de inmediato a la casa, el azabache carga a Akane hasta uno de los cuartos y en la penumbra de la habitación comienza a besarla sin tregua mientras pequeños gemidos escapan de la acalorada mujer. Sin soltar sus labios Saotome recorre con sus manos el sensual cuerpo de la chica, su ardiente toque poco a poco despierta lujuria en la pequeña jovencita que no puede resistirse al cúmulo de nuevas sensaciones que le invaden y que desde hace tiempo le queman por dentro, con vehemencia el de trenza baja por el delicado cuello de Tendo llenandolo de besos mientras ella se estremece de placer, un temblor la recorre cuando el azabache desliza con suavidad sus yemas sobre la aterciopelada piel de la peliazul que se eriza con cada caricia.

Pese a su inexperiencia el de ojos zarcos logra encender el fuego de la pasión con cada toque, necesita arrancar de la mente de su amada el mal momento que acaba de pasar, ella es solamente suya y no permitirá que algo turbe su encuentro, está decidido a borrar cualquier rastro que alguien más haya intentado dejar en su inmaculada prometida, en su lugar dejará grabado su olor para que nadie intente volver a mancillarle y ella solo recuerde la entrega de su devoto esclavo.

Poco a poco las manos de Ranma se apoderan de los pronunciados senos de su compañera, primero los acaricia con ternura, después los amasa con dureza, luego abre el suéter que les cubre y los turgentes pecho asoman sobre un coqueto sostén que les aprisiona, el azabache se exista mas al mirar aquellas blancas montañas que lo invitan a perderse entre ellas y sin demora desata el bra que se interpone en su camino, al deshacerse de el se muestran los pequeños y bellos pezones enmarcados por rosadas aureolas que el de trenza lame y muerde son piedad, Tendo se derrite de deseo, fuertes quejidos escapan de su boca al igual que el nombre de su amante a quien le llama desesperada — ¡Ranma! —.

Traviesa desabotona la camisa roja que cubre el bien formado cuerpo de su tormento, gustosa recorre los grandes pectorales que posee el azabache y sin pena devuelve los besos entregados previamente, eso provoca que Saotome grite de placer y salvaje continua con su tarea, suavemente pero con fervor pasea por los fuertes muslos de la ojimarron, mete una mano debajo de la pegada falda y con la otra sube recorriendo la cadera hasta detenerse en la pequeña cintura de la peliañil, con fuerza la toma de esa zona y la gira dejando su espalda desnuda pegada a su pecho.

Gira la cabeza de Akane sosteniendo su barbilla para poder besarla, después cruza uno de sus brazos capturando el fino cuerpo de la jovencita mientras juguetea con sus senos, debajo de la falda pasea sus dedos por la entrepierna de la chica, con delicadeza sube hasta el monte de venus, abre los labios mayores y con cuidado se desplaza hasta el clitoris que comienza a estimular con devoción, Tendo luce chapeada y jadea ante tal acto, es la primera vez que alguien toca esa parte tan privada, nisiquiera el asqueroso de Yamato logró alcanzarla, extasiada se retuerce entre los fuertes brazos que la llenan de placer y la arrastran al umbral del deseo, arquea su espalda por las sensaciones que la invaden y con las manos sostiene la cabeza de su amante dándole control absoluto sobre sus pechos.

— ¡ahh!, no te detengas, Ranma, te amo — el azabache no puede creer lo que escucha, después de tanto padecer al fin suena lo que anhelaba, sus palabras son la magica medicina que cura todos sus males.