"Rompo Contigo"


A/N: This "chapter" is the first part of two of a two-shot.

Este "capítulo" es la primera parte de un par que van juntos. Ambos en Español.

Por favor escucha Rompo Contigo de Pati Cantú. Todas las letras en este fic son son propiedad de © Boomerang Latin Music S.c., Drama Queen Sa De Cv. Compositores: Patricia Giovanna Cantu Velasco / Angela Davalos Burguete Sitna


Ginny Weasley apagó las velas de la cena que tanto tiempo y esfuerzo le costó preparar. La había dejado plantada de nuevo, nada más y nada menos que en su primer aniversario. Decidió dejar los platos en su lugar, así como el vino y el postre. Suspiró. Esta situación no daba para más. Estaba harta. No se merecía este trato. Jamás habría pensado que el hombre de sus sueños la trataría así algún día ¿Y él dónde estaba? No lo sabía, pero de alguna forma estaba segura de que la maldita Hermione Granger tenía algo que ver con su ausencia. Desde que volvió a Inglaterra, Harry pasaba casi todo su tiempo libre con la castaña.

Harry había aceptado un poco entre dientes cuando ella le propuso vivir con él. Esa idea brillante había terminado con ambos viviendo en Grimmauld. Ella odiaba la casa de los Black. Por más opulenta y costosa que fuera era oscura y triste. Su tamaño la hacía sentir aún más sola de lo que estaba casi todo el tiempo. Afortunadamente habían logrado quitar la pintura de Walburga, sino Ginny habría perdido la razón tiempo atrás. Lo que ella quería, cuando le propuso vivir juntos, era reabrir la mansión de los Potter o que compraran –bueno, lógicamente que él le comprara– un departamento en el Londres mágico... algo que fuera solo de ellos dos. Evidentemente él no terminaba de comprometerse ni hacía esfuerzos significativos para construir un futuro en común. El teléfono que Harry insistió en instalar volvió a sonar. Cada hora sonaba un par de veces. Ginny ni lo volvía a ver porque nadie en su vida usaba teléfonos así que quien quiera que estuviera llamando quería hablar con Harry, no con ella.

Ginny estaba frustrada. Le ardía muchísimo saber que cualquier otro hombre se hubiera sentido dichoso y realizado con tenerla en su vida y en su cama. Harry la hacía sentir que no era suficiente. No importaba cuánto se esforzara era en vano. Ginny no lograba comprenderlo. Hermione Granger era una mujer sin chiste, aburrida y fría con un trastorno obsesivo compulsivo del orden y la perfección. Alguna vez habían sido amigas, pero Hermione se había alejado de todos los demás Weasleys desde que Ron le había gritado que dejara de preocuparse por el señor y la señora Granger, que ellos nunca serían aceptados en el mundo mágico y que cuando se casara con él ellos no serían bienvenidos en su casa.

Su hermano era un reverendo idiota. Obviamente, lo único que logro fue que Hermione lo mandara al demonio y que se fuera en el siguiente vuelo para Australia. Harry había dejado de hablarle a Ron cuando supo lo que pasó y desde eso su relación era distante y muy tensa. Harry iba a La Madriguera cada vez menos. Ahora solía ir los fines de semana a visitar a los padres de Hermione que habían decidido volver a Inglaterra. Hermione estaba estudiando en una universidad muggle. Tres especialidades mágicas no eran suficientes para la Señorita Perfecta. Ginny resopló mientras se quitaba los zapatos de tacón. Decidió acostarse en la lencería que pensaba estrenar hoy. Así, a la hora que Harry llegara, vería su desplante en el comedor y la vería sensual, pero tendría que tragarse sus ganas porque Ginny se haría la dormida.

Ginny sabía que Harry era absolutamente incapaz de serle infiel propiamente. Pero de todas maneras esa maldita mujer le robaba su tiempo, su espacio, sus pensamientos. Ginny tenía dignidad y no estaba dispuesta a seguir viviendo de esta manera. Amaneció y Ginny se sorprendió al ver que Harry no había venido a dormir del todo. Se bañó y se vistió elegantemente. Iría a su oficina a ponerle las cartas sobre la mesa. Le daría un ultimátum. Ya no podía más. O se comprometía a casarse con ella este mes o terminarían definitivamente. En el Ministerio encontró a un Harry amanecido y con los ojos llorosos. Por un momento su determinación flaqueó.

"¿Harry?" lo llamó.

Harry levantó su cabeza de los papeles que estaba llenando. No esperaba a nadie en la oficina tan temprano, mucho menos a Ginny.

"¡Ginny! ¿Qué haces aquí?"

"¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué mejor no me dices dónde demonios pasaste la noche de nuestro aniversario?" Ginny le alzó una ceja.

"¿Yo? ¿Dónde estuviste tú? Te estuve llamando toda la noche," Harry le contestó molesto.

"¿A mí? ¿Y yo por qué iba a contestar tu teléfono? A mí nadie me llama nunca. ¡Perfectamente pudiste enviar un patronus o una nota con una lechuza!"

"No, Ginny. No podía. ¡Estaba en un hospital muggle! Cualquiera podría haberme visto," Harry le contestó con el ceño fruncido.

Ginny parpadeó y lo vio bien de pies a cabeza, "¿Te pasó algo? ¿Por qué no fuiste a San Mungos?"

"El Señor Granger tuvo un infarto y yo tuve que ayudarle a la Señora Granger y a Hermione," Harry le contestó mientras cerraba una carta y se la daba a su lechuza.

Ginny respiró profundo para calmarse, "¿Sobrevivió?"

"Sí, pero está muy grave. Es probable que necesite una cirugía y después de eso tendrá que tener cuidados muy especiales y costosos en su casa," Harry contestó mientras se volvía a poner su abrigo.

"Potter, recibí tu patronus. Ah, Señorita Weasley," Kingsley le sonrió. Ginny no le devolvió la sonrisa entonces continuó, "No te preocupes, Potter. Yo te cubro... Total, tienes más vacaciones acumuladas que todos nosotros juntos. Madame Bones no tendrá ningún problema, no te preocupes."

"Gracias, Kings," Harry sonrió ligeramente y salió de la oficina. "Ginny, ¿vienes?"

Ginny sintió como si la hubiera ridiculizado en un escenario, "No. Tengo trabajo. Dile a la Señora Granger que espero que su esposo se recupere. Por favor avísame cuando por fin tengas cinco minutos para hablar conmigo. Sé que soy insignificante para ti, pero lo menos que podrías hacer es dedicarme un mínimo de tiempo considerando que me dejaste plantada en nuestro aniversario. Por cierto, la cena sigue en la mesa," le espetó todo esto con furia y se fue rápidamente antes de que le pudiera contestar.

Harry tiró de su cabello exasperado mientras trataba de calmarse.

Kingsley aclaró su garganta, "Potter, sé que tu vida fuera de esta oficina no es asunto mío, pero... los aniversarios son importantes para las mujeres. ¿Siquiera te acordaste de que era su aniversario?"

Harry suspiró, "Sinceramente no... Pero pasé todo el día en un hospital con alguien literalmente entre la vida y la muerte. Un aniversario era lo que menos me preocupaba," Harry se encogió de hombros.

"Te lo dije antes y te lo repito. Vives con esa pobre muchacha como si fuera tu compañera de apartamento, no tu novia. Si no visualizas un futuro con ella, déjala ir. Es joven y hermosa y no es justo de que desperdicie sus mejores años esperándote si al final todo el mundo sabe que tú le perteneces en cuerpo y alma a Hermione, aunque te niegues a aceptarlo," Kingsley le respondió.

Harry se quedó inmóvil y un poco en shock. "Kings... Tengo que irme, disculpa."

Nadie como tú
Que sabes medir
Cómo hacer mi sangre doler hasta hervir
Y es que sólo tú
Me haces sufrir
Casi tanto como me haces reír

Ginny maldijo en un susurro. Se había escondido detrás de una estatua conmemorativa de la guerra. Que Harry no le contestara a Kingsley solo le daba más motivos para terminar con él. No lo vio por tres días más. Sí fue a Grimmauld porque limpió la cena que Ginny se negó a limpiar. Kreacher estaba cuidando de la casa de los Granger según la nota que Harry le dejó en la cocina. Al ver el closet, notó que su novio empacó alguna ropa y se la llevó. Maldita seas, Granger.

El fin de semana llegó y con él Harry volvió a Grimmauld. Aterrizó en su saeta de fuego 3000 y entró a la casa cabizbajo. Ginny no estaba de humor para seguirse haciendo la tonta sobre esta situación.

"Buenos días," Harry intentó sonreírle, pero se vio más como una mueca.

"De modo que recordaste que vives conmigo," le contestó en tono irónico mientras pasaba las páginas de una revista.

"Ginny, por favor. Hoy no... Estoy exhausto y solo tengo tiempo para bañarme, cambiarme de ropa y salir," Harry le dijo esto en un tono de súplica.

Ginny de verdad lo vio muy cansado, pero tenía demasiado tiempo de esperarlo, "Mira, entiendo que no es un buen momento para ti, pero lo que tengo que hablar contigo no puede esperar."

"Ginny, en serio. Cualquier cosa puede esperar. Yo no tengo la suficiente energía para ponerte atención ahora y-"

"Nunca la tienes."

"¿Perdón?" Harry parpadeó tratando de entender lo que le estaba insinuando.

"Nunca tienes energía para darme atención a mí. Pero basta que Granger se quiebre una uña para que corras a su lado como si se estuviera muriendo. En cambio, cualquier cosa que yo necesite es secundaria. No solo eso... es como si lo que yo te pidiera es un sacrificio terrible que te molesta y te incomoda, pero a ayudarle a ella sí vas feliz de la vida. Sacrificas tu tiempo libre, tu trabajo, tu relación conmigo para ayudarle a ella... Yo soy tu novia. Se supone que vivimos juntos. Tenemos planes de casarnos, Harry, de tener una familia y últimamente casi ni siquiera nos vemos. Si no viviéramos juntos no te vería nunca," Ginny le dijo esto en un tono de queja.

Harry respiró lentamente para no elevar su tono de voz, "Ginny, yo sé que no he sido el mejor novio para ti, pero de verdad aún estoy tratando de procesar los últimos tres años de mi vida... Hermione me necesita. Durante la guerra ella fue la única persona que jamás me abandonó y ahora que su vida está patas arriba no pretenderás que la deje sola."

Ginny volteó los ojos en blanco, "Deja de usar eso como excusa. Te recuerdo que la única razón por la que yo no fui contigo es porque no me lo permitiste."

"No lo hubieras soportado. Ginny, perdón si mi sinceridad de molesta, pero siempre has sido una niña mimada, la princesa de tu familia," antes de que le contestara siguió, "Y eso no tiene nada de malo. Pero yo no hubiera podido encontrar los horrocruxes por la preocupación de que estuvieras segura. Pasamos frío y mucha hambre, Ginny. No dormíamos ni una noche completa. Teníamos que salir huyendo a cada rato. Tus padres no me hubieran perdonado si te expusiera de esa forma y tus hermanos tampoco," Harry suspiró. Su expresión se oscureció, "Ginny... Bellatrix torturó a Hermione por horas por mi culpa. Va a tener esas horribles cicatrices toda su vida y aun así no dijo nada para protegerme."

"Ay sí, Santa Hermione. Por favor, ¡es una víctima profesional y usa todo eso para manipularte!"

"Manipu- Estás mal de la cabeza, Ginny. Hermione no ha hecho nada más que decirme que la deje y venga a estar contigo. Que ella puede sola. Que te vas a enojar conmigo. Que no te debería abandonar tanto tiempo. Que tienes derechos como mi novia," Harry la interrumpió molesto.

"¿Y si es así por qué diablos busca la menor ocurrencia para alejarte de mí?" Ginny le preguntó con rabia.

"No busca nada. El que la busca a ella soy yo... Estoy harto de tener que justificar querer estar con mi mejor amiga... Eres muy injusta con ella. Todo lo que hace es tratar de ayudarme y de defenderte a ti y en cambio tú solo andas buscando cómo ofenderla y dejarla en mal conmigo."

"¡Por favor! No la estoy ofendiendo. Estoy diciendo la verdad. Que te incomode es otra cosa," Ginny le gritó.

"¿La verdad? No insultes mi inteligencia... Sé perfectamente lo que te propones. Estás actuando exactamente igual que cuando odiabas a Fleur. Tratas de rebajarla para verte mejor en comparación. Te conozco perfectamente... Sería bueno que entendieras alguna vez que no hay absolutamente nada en el mundo que puedas decir o hacer que vaya a lograr que cambie el respeto, la estima y la admiración que le tengo a ella jamás," Harry le espetó.

"¡Suficiente!" Ginny golpeó la mesa tan fuerte que le dolió mucho.

Harry se le quedó mirando con el ceño fruncido y no dijo nada.

"No tengo por qué soportar esto. Tengo meses esperando que decidas formalizar nuestra relación y todo lo que has hecho es alejarte de mí cada vez más. No sé para qué demonios me trajiste a vivir contigo si no tenías intenciones de casarte conmigo pronto. No soy ninguna mujerzuela para estar viviendo contigo indefinidamente sin casarme," Ginny le dijo. Se levantó para irse.

"¡Ginevra, no te vas a ir de esta forma!" Harry la tomó del brazo. "Te recuerdo que yo no te 'traje' a vivir conmigo. Tú lo propusiste. No me hables como si te tuviera aquí en contra de tu voluntad. Me dijiste que no podías vivir sin mí que querías que experimentáramos viviendo juntos para decidir si nos casábamos. Nunca dijimos que vivir juntos significaba automáticamente que nos casaríamos. Solo que definiríamos si nos convenía casarnos."

"Pues adivina qué... ¡Aprendí a vivir sin ti porque no me quedó otra opción! Tú no me amas, Harry. No me quieres como la quieres a ella. Jamás me vas a ver como la ves a ella. Nunca me vas a priorizar como lo haces con ella y tú sabes que yo merezco más que ser tu segunda opción, especialmente cuando tu novia oficial, por Merlín y Morgana, sigo siendo yo," Ginny lo abofeteó con furia.

Harry trastabilló y la soltó, pero no se cayó. Respiró profundamente varias veces. Estos últimos meses habían sido de mucha confusión. Cada día que pasaba se sentía más cercano a Hermione y le interesaba menos su novia. Él lo sabía, pero su relación con Hermione se había profundizado exponencialmente cuando Ron se fue. Vivir sin ella era incómodo, forzado. Le costaba mucho dormir y a cada instante se volteaba buscándola.

"No sé qué es lo que tú quieres de mí. Pero yo ya tomé una decisión. Te pido... es más, te suplico que no me hagas las cosas más difíciles... Tú eres el amor de mi vida. Pero yo no soy el amor de la tuya. Soñé con casarme contigo desde que era una niña. Planeé nuestra boda, los nombres de nuestros hijos, nuestra casa soñada... y todo fue en vano."

"Ginny, discúlpame... Yo-"

"No. Cállate, por favor. No voy a desperdiciar ni un día más de mi vida tratando de convencerte ni de enamorarte. Esta decisión es muy difícil para mí. Los sueños que tenía contigo eran profundos y verdaderos. En otras ocasiones cuando he tratado de dejarte, te apareces y me das unas migajas de lo que quiero solo para que me ilusione en vano de nuevo. Esta relación no está funcionando. Es muy probable que yo flaquee y te busque otra vez. Solo te pido algo," Ginny le pidió con voz quebrada.

Harry suspiró. Kings tenía razón y Ginny también. Ella tenía derecho a ser feliz con alguien que le diera lo que a él no le nacía darle y que ella ni siquiera debería tener que pedirle siendo su novia, "Pídeme lo que quieras."

Vengo a suplicarte
Vengo a rogarte
Por favor que me digas que no
Cuando yo te busque, cuando yo te hable
No contestes si escuchas mi voz
Demasiado poco, demasiado tarde
Si no eres capaz de dejarme dejarte, te digo
Que esta vez decido
Que rompo yo contigo

"Sé que tú jamás romperías conmigo... así que decidí que rompo yo contigo te guste o no. Lo único que quiero es que me ayudes a alejarme de ti. No me contestes. Trata de no ir a los lugares que sabes que frecuento. Si te busco no me atiendas. Si te escribo no me contestes. Si te llamo por flu no me contestes. Si hay alguna emergencia familiar y te necesitamos, mi madre te va a contactar en mi lugar," Ginny le dijo todo esto tratando de no llorar. Ella se conocía perfectamente y si Harry le daba la mínima esperanza, toda su determinación se iría al diablo.

"Te prometo que voy a poner de mi parte para que puedas pasar la página," Harry le contestó con resignación. "Sé que no vas a poder hacerlo por mucho tiempo, pero espero que algún día puedas perdonarme el no haber sido el Harry que querías y necesitabas."

A Ginny se le salieron las lágrimas, "Lo que más detesto es que voy a tener que volver a la madriguera."

"No, Ginny, por favor. No es necesario. Puedes quedarte aquí mientras tanto. De todas formas, no creo que yo venga mucho. Cuando encuentres un departamento a tu gusto, dime y yo te pago los primeros meses de alquiler mientras te acomodas," Harry le ofreció con una sonrisa. "Sé que usaste tu dinero para reemplazar los muebles a tu gusto y eso te desfinanció. Por supuesto te los puedes llevar contigo. Sé que ningún dinero va a compensar esta situación que es mi culpa, pero no quiero que pases ninguna incomodidad en esta transición. Si puedo hacer algo más, puedes dejármelo escrito en la cocina y con gusto te facilito las cosas."

Ginny se volteó hacia el fregadero y se mordió el labio para no atacarse a llorar. Este era el hombre del que se enamoró. Considerado, detallista, servicial. Sabía que ya no habría vuelta atrás. Ella creyó por mucho tiempo que sería la Señora Potter y ahora mismo no sabía quién rayos era sin ese futuro soñado, pero no le quedaba de otra más que avanzar con su vida, "Gracias."

Harry se le acercó por detrás y puso su mano sobre la de ella. "No, gracias a ti. Por todo. Te mereces mucho más que esto. Perdóname."

Y quise parar y quise seguir
Y no sé quién soy si se trata de ti
Sabemos caer, ¿y cómo subir?
Si tomas mi mano me vuelves a hundir

A Ginny le tembló el labio inferior, "Por favor vete. No puedo soportar que me toques."

Mi talón de Aquiles siempre has sido tú
Y solo tú
Es mejor que me aniquiles que esta cruz
Es una cruz

Harry quitó su mano inmediatamente, "Disculpa. Solo voy por una ropa y me retiro."


Tal y como prometió Harry se desapareció de su vida en un abrir y cerrar de ojos. La semana siguiente no lo vio ni lo escuchó por la casa. Pero sí venía cuando ella no estaba porque siempre había ropa que de repente no estaba y otra que aparecía colgada en la lavandería. Harry siguió llenando el refrigerador y la alacena, aunque nunca comía en Grimmauld. Ginny buscó el apartamento más lujoso que pudiera pagar una vez Harry no cubriera más sus gastos. Era la mitad de su sueldo actual, pero estaba decidida a convertirse en capitana del equipo y mejorar sus ingresos. Después de todo, estando soltera podría entrenar mucho más.

Le pidió a Harry que Kreacher le ayudara con la mudanza. El día que indicó en su mensaje, sus cosas desaparecieron de Grimmauld y las encontró acomodadas a su gusto en su nuevo apartamento. Su ropa lavada y planchada. Su maquillaje, sus perfumes, sus uniformes colocados en su lugar. Todo estaba ordenado. Harry había comprado las cosas que ella todavía no tenía como un refrigerador y una cocina con horno y le ordenó a Kreacher que llenara su nuevo refri y la alacena con todos los favoritos de Ginny. El elfo inclusive decoró el espacio con sus flores y sus candelas preferidas. Harry hizo que Kreacher dejara una nota suya en la cocina. Ginny respiró profundo. Temía que la nota le diera esperanzas de una reconciliación.

Vengo a suplicarte
Vengo a rogarte
Por favor que me digas que no
Cuando yo te busque, cuando yo te hable
No contestes si escuchas mi voz
Demasiado poco, demasiado tarde
Si no eres capaz de dejarme dejarte, te digo
Que esta vez decido
Que rompo yo contigo


Ginny,

Espero que te hayas acomodado bien en tu departamento. Kreacher dice que es hermoso. Me alegra por ti... Para tu tranquilidad, yo no tengo la dirección y no se la pediré a nadie. Te cumplo mi promesa. Decidí vender Grimmauld. Con esto ni mi dirección ni mi teléfono serán los mismos. Mi nueva casa estará lejos del mundo mágico. No estará conectada a la red flu por un buen tiempo. Si envías una lechuza prometo que no la leeré ni contestaré. Recuerda que tú y tu familia pueden contar conmigo. Le pagué a tu casero un año de renta. Creo que eso te permitirá ahorrar bastante. Si necesitas algo, cualquier persona en tu familia me puede escribir y estaré dispuesto a ayudarte.

Gracias por todo y de nuevo perdón,

Harry


Ginny cayó de rodillas y empezó a llorar por fin. Era oficial. Harry, el amor de su vida, su esposo ideal, su sueño... era su ex. La palabra tenía un sabor amargo y le daba náuseas. Ella sabía que Harry iba a estar bien. Prácticamente ella misma le había dicho dónde estaba su felicidad y él eventualmente tendría que aceptar que estaba enamorado de Hermione y que nadie jamás podría llegar a ocupar el espacio que solo ella tenía en su corazón. Era una batalla perdida.

Vengo a suplicarte (vengo a suplicarte)
Vengo a rogarte
Vengo a despedirme
Vengo a dejarte (vengo a despedirme)
Vengo a suplicarte
Vengo a rogarte (vengo a dejarte)
Vengo a despedirme
Vengo a dejarte

Semanas después vio a Harry a la distancia mientras se iba de la madriguera. Había ido a hablar con los Weasley. Cuando entró se encontró a sus padres con los ojos llorosos. Se sentó con ellos en el comedor.

"¿Qué pasó?"

"Nada, Ginny... Es solo que... Sentimos que perdimos a un hijo," Molly se secó las lágrimas con su delantal."

"¿Qué les dijo?"

"Nos pidió disculpas... Dijo que no podía darte lo que tú quieres y que tú le pediste que te ignorara y que no te atendiera, aunque lo buscaras," dijo Arthur con una cara de resignación.

Molly tomó la mano de su hija, "Estamos orgullosos de ti, hija. Nadie quería hacerte sufrir, pero hace tiempo pensábamos que lo mejor que podía pasar era que esa relación terminara, mi amor."

"¿Y por qué no me dijeron nada? Me siento como una tonta."

"Sabíamos que era inútil... Tu amor por Harry siempre te ha cegado a la realidad," Arthur le contestó.

"Ginny... por favor discúlpame. Yo nunca debí alentar tus ilusiones... Creo que de alguna manera es mi culpa que idealizaras a Harry, que te enamoraras sin siquiera conocerlo," Molly empezó a llorar de nuevo e intentó abrazar a su hija, pero Ginny estaba furiosa y se alejó de ella.

Mi talón de Aquiles siempre has sido tú
Y solo tú
Es mejor que me aniquiles que esta cruz
Es una cruz

Ginny se levantó y se fue. Era cierto lo que decían sus padres. Se sentía como la más tonta. Pero realmente, aunque ella se enamoró del Harry Potter de sus libros infantiles de aventuras, luego pudo ver que el Harry de verdad era mucho mejor que el de sus fantasías. Había salvado su vida en la Cámara de los Secretos. Desde ese momento, su corazón le pertenecía. Por eso dejarlo era como arrancarse una parte de su ser. Pero tenía que aceptarlo. Él no la iba a amar nunca como ella quería.

Vengo a suplicarte
Vengo a rogarte
Por favor que me digas que no
Cuando yo te busque, cuando yo te hable
No contestes si escuchas mi voz
Demasiado poco, demasiado tarde
Si no eres capaz de dejarme dejarte, te digo
Que esta vez decido
Que rompo yo contigo

Muchas veces escribió cartas y hasta las envió a Grimmauld pero las lechuzas volvían confundidas y los sobres seguían cerrados. Intentó conseguir su dirección chantajeando a Neville, pero él se negó rotundamente. Le dijo que le había prometido a Harry que no le daría su nueva dirección a nadie. Inclusive, Ginny había ido al barrio de Hermione con la esperanza de verlo, aunque fuera de lejos, pero solo había logrado ver la parte de atrás de su cabeza cuando un auto lujoso y grande echaba reversa saliendo del garaje de los Granger. Si había algo que no podía decir era que Harry no cumpliera su palabra.

Vengo a suplicarte
Vengo a rogarte (vengo a suplicarte)
Vengo a despedirme
Vengo a dejarte (vengo a despedirme)
Vengo a suplicarte
Vengo a rogarte (vengo a dejarte)
Vengo a despedirme
Vengo a dejarte

Que rompo yo contigo

Algún día esperaba verlo y no desbaratarse por dentro. No sentir que todavía lo amaba. Cualquier otro hombre le habría hecho las cosas lo más difíciles posibles. Pero Harry hizo absolutamente todo lo que le pidió y mucho más que eso. Con el año de renta que pagó, Ginny pudo ahorrar y hacerle una propuesta de compra al dueño del apartamento. Logró concentrarse en su carrera profesional en Quidditch. Y por más que esperaba que en cualquier momento le dirían que Harry y Hermione estaban juntos meses después de que se fue de Grimmauld esto no pasó. Le daba rabia pensar que había terminado con Harry para que fuera feliz con Hermione y no parecía que fuera a pasar. Pero bueno, ya no era su problema. Si Granger no era capaz de conquistarlo sin Ginny de por medio no era su problema y si Harry no se arriesgaba por el verdadero amor de su vida... Pues no tendría cuando.