Capítulo 10: Ironías del destino.

Bulma movía el pie derecho nerviosamente mientras tecleaba en su miniordenador portatil incansablemente. - Vamos... si creen que me van a frenar con ese cortafuegos están listos... - Sus ojos fijados en la pantalla con determinación.

- Venga, venga... ahora una maniobra distractoria. Eso es... han mordido el anzuelo. Vamos... teclea la clave tonto... si, SI, SIIII. - Gritó entusiasmada.

- Te pillé. Ahora se el código del día, jeje. Sólo tengo que arreglar esto para que piense que se está accediendo desde dentro de la nave. Venga... vamos a colarnos en esta terminal. No, no... nada de accesos denegados... Si... he entrado. Eso es... ahora accediendo a la información clasificada... vengaa... No te pongas lento ahora... vamos a distraer a los de seguridad mientras con un pequeño regalito... jajaja. Virus enviado. Eso me dará tiempo para consultar estos ficheros a mis anchas. Perfecto. Soy un GENIO. JA. Perfecto. - Lo que vió en la pantalla la dejó desolada.

- 2 días, tiene previsto venir aquí en dos días. - Realmente Freezer había quedado prendado con la idea de probar sus prácticas "duras" con Bulma. - Tengo que idear algo para retrasar su llegada... Piensa... piensa bulma, piensa... Los guiltianos están siendo muy conflictivos últimamente... Quizás... YA SE. Voy a falsificar una comunicación de la zona, les dejaré incomunicados inutilizando los ordenadores de su sector con un virus, y aprovecharé el incidente para hacerle viajar a ese extremo del Universo. Estoy segura de que Freezer acudirá de inmediato. Tiene muchos intereses económicos allí. Eso me hará ganar al menos un par de semanas... - Siguió tecleando bajo la mirada atenta y preocupada de su amiga.

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Bra despertó aturdida aún. Era noche cerrada. Enseguida reconoció el lugar como el sitio en el que había estado al principio. Se levantó y fue hacia la puerta. primero una, luego otra, ambas estaban cerradas. ¿Cómo podría salir de allí?. Raditz tenía un objeto que metía en un agujero de la puerta y la abría... Quizás podría utilizar algún utensilio de la habitación para ayudarse a forzar la puerta. Miró la cama. Quitó el colchón de un zarpazo. Habían unas barras de metal como armazón. Comenzó a zarandear la cama con todas sus fuerzas y finalmente logró sacar una de las barras. Sonrió torcidamente. Con furia arremetió contra la puerta acertando en la zona de la cerradura. La reventó con aquel golpe y la puerta se abrió. No esperó un sólo segundo y salió corriendo lejos del lugar donde estaba prisionera. Pero lo que encontró al salir distó mucho de ser algo que fuera de su agrado.

Pasó más allá de la zona residencial, y entró en una zona que debía ser la céntrica, llena de bares y de personas. Se sintió casi asfixiada. Aquello era terrible. Habían saiyajins por todas partes y no tardaron en percatarse de su presencia. - Eh preciosa... ¿qué haces sóla?. -

- Mira, parece una esclava de placer. -

- ¿Quién es tu amo?. ¿Buscas a alguien?. ¿Te han enviado como regalo?. - Uno de ellos se acercó y su premio fue un zarpazo que le cruzó la cara arrastrando un ojo en el acto.

El otro se lanzó hacia ella, pero Bra le esquivó y salió corriendo en busca de una zona boscosa o verde donde ocultarse. Guiándose por su olfato, llegó a lo que parecía un jardín bien cuidado, y con todo, lleno de árboles frondosos. Se subió a uno de los árboles. Y entonces la vió.

Bulma estaba tomando el aire, no podía dormir con lo nerviosa que estaba. Había salido al jardín a respirar el olor calmante de la noche. Estaba fascinada con los olores que impregnaban el ambiente de Vegetasei, tan intensos, tan salvajes, tan parecidos a los de la Tierra en algunas cosas, tan distintos a los de la nave de Freezer o a los del planeta 79... Ironías del destino, se acordó de aquel bebé que tuvo en sus manos y que envió para salvarse, para sólo encontrar la perdición absoluta. - Mi bebé. - Susurró desolada sin poder dejar escapar unas lágrimas de desesperación. Habían pasado 18 años casi desde aquel día, ella era apenas una niña... no dejaría de recordarlo jamás.

Bra la miraba desde el arbol. Su pelo azul igual que el de ella. Sus facciones que tanto se asemejaban a las que veía cuando se miraba en el reflejo del lago. Sonrió mirando sus gestos elegantes al caminar y sus poses delicadas. Imitó sus movimientos y sus gestos extasiada. Pero sintió una terrible pena al verla llorar. Cubrió su cara con sus manos imitando su gesto doloroso, y escuchó los pasos corriendo lejos de aquel lugar para entrar dentro del edificio. Se preguntó por qué alguien preferiría estar encerrada en lugar de al aire libre. Deseó que volviera a salir para seguir mirándola, pero su espera fue inutil.

Bulma fue hacia la cámara de gravedad. Golpeó la puerta. el príncipe salió contrariado. - ¿Qué quieres esclava?. -

- Freezer vendrá al planeta dentro de dos semanas. -

Vegeta angostó los ojos. - ¿Por qué?. -

- Para supervisar... - Mordió su lengua antes de hablar demasiado. Una idea torcida entró en su mente. Debía seducir al príncipe para obtener su protección, aprovechando que son muy territoriales según lo que había leido en sus expedientes secretos, aunque de momento no pudiera vencer a Freezer. - Oh, me acuerdo de esa vez. -

- ¿De qué?. -

- Nuestras razas son tan parecidas... -

- No te atrevas a comparar tu raza débil con la de los Saiyajins, mujer estúpida. -

- Aún lo recuerdo... -

- ¿De qué estás hablando?. - La miró de reojo algo intrigado.

- La vez en que perdí mi virginidad... con vos, príncipe Vegeta. Fue algo tan... inolvidable. -

Vegeta sonrió. Así que era inolvidable... - Hmp. -

- Eramos casi unos niños, ahora que somos adultos... me pregunto cómo sería... - Bulma sonrió radiantemente. Vegeta comenzó a arder con aquellas declaraciones.

La peliazul analizó la turbación que ocasionaba. - Aún recuerdo el sabor de vuestra piel... - Se acercó un poco y luego se alejó, en la mejor parte.

Vegeta se sintió decepcionado. - ¿Dónde vas mujer?. No te he dado permiso para retirarte. -

- No quiero seguir interrumpiendo vuestro entrenamiento, Príncipe. Se que llegareis a ser el más poderoso de todo el Universo gracias a él. -

- Estás en lo cierto, humana, pero ahora quiero que vengas aquí. - Bulma se acercó lentamente, contoneandose.

- ¿Qué quiere de mi, alteza?. - Susurró mirándole fíjamente.

Vegeta no aguantó más y la tomó entre sus brazos embriagado. Olía a las flores del jardín y a noche. Respiró su aroma que destilaba excitación. Bulma se felicitó internamente. Había tenido una buena maestra...

Flash.

Una hermosa mujer de piel amarillenta atigrada y ojos de gata charlaba con Bulma. Era la encargada del adiestramiento de las esclavas de placer y acompañamiento nuevas.

- No comprendo por qué quieres que te adiestre, tu eres una científico. -

- Quisiera complacer a mi pareja, Lady Glam. -

- No será gratuito. - Advirtió con ese tono de voz que jamás perdía la sensualidad.

- Dígame el precio. -

La felina sonrió enigmáticamente, y con todo, con algo de tristeza. - Arregla todo para que me sean recuperados mis órganos de reproducción. -

Bulma la miró con compasión. ¿Cómo podría hacer tal cosa?. - Soy científico, no médico, mi Lady. -

La mujer frunció el ceño. - Entonces márchate. - Su voz era desolada.

- Si me adiestra convenientemente podría seducir a uno de los médicos y este cedería a realizar la operación. Tengo acceso a ese departamento. - La esperanza avivó en los ojos de la mujer.

- Comencemos entonces... No hay nada que vuelva más loco a un hombre, que un halago sabio, una mirada lasciva, y una retirada convenientemente calculada cuando este esté más interesado. Adoran la conquista y los retos. Desean tener algo único en sus camas, presumir de una experiencia asombrosa e inigualable. Se especial. Haz que se obsesionen con tocarte, con besarte, con mirarte... y consigue que no sólo te ansíen en la cama, sino en sus vidas. -

Bulma estaba cautivada. ¿Como podría lograr aquello?.

- Averigua sus puntos débiles, cada hombre tiene un punto por el que atacarles. Pero piensa que no sólo la belleza es importante, sino la inteligencia. Manten la mente fría y el cuerpo caliente. Se calculadora, seductora como una serpiente, encantadora como un hechizo. Primero trabajaremos tus movimientos, tu forma de hablar, la pose, el lenguaje subliminar... Te enseñaré todos los trucos que se a medida que avances en tu conquista de ese médico. Un avance... por una clase... Primera lección. Tienes que observar las reacciones que siguen a tus acciones. Te enseñaré a fijarte en su lenguaje corporal. Pero recuerda una cosa importante... No te entregues fácilmente, juega un poco... haz que la espera le subyugue, que se desesperen por tenerte. -

Fin del flash.

Justo cuando Vegeta iba a besarla... - UN INTRUSOOO. - Se escucharon las voces de los guardias en los pasillos.

- Quédate aquí. - Advirtió saliendo de la habitación airado. Bulma no siguió sus órdenes y sa marchó al laboratorio.

Los guardias seguían por los pasillos a un ser veloz y ágil. Varios guardias fueron arrojados contra la pared por su brutal ataque cuerpo a cuerpo, el cual les pilló desprevenidos. Vegeta se materializó detrás de la intrusa sujetándola por la espalda. La chiquilla se retorcía entre sus brazos gritando y gruñendo como un animal.

El príncipe debía reconocer que esa mujer tenía realmente fuerza. Pero no la bastante como para poder hacerle frente. Sintió curiosidad. Le dió la vuelta inmovilizándola contra la pared mientras sujetaba su cuello privándola de oxígeno. Retiró el pelo azul de su cara. Y entonces quedó congelado. Era... como Bulma. Igual que ella, pero más joven. - ¿Quién eres?. - Interrogó sintiendo la piel de gallina por la impresión.

- Yo... sale... - Masculló de modo ininteligible por la presión de los dedos sobre su garganta. - Raditz. - Alcanzó a decir con la esperanza de que apareciera alguien para sacarla de ese sitio.

- ¿Raditz?. Creo recordar que es el nombre del hijo de Bardok. Hacedle llamar inmediatamente. En cuanto a tí, vas a responder algunas preguntas... -

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Nippo, aquí tienes la actualización.

Pantera, a mi me gusta más que la perversión, el hecho de jugar con tramas parelelas y con sentimientos y pensamientos desatados por situaciones complejas.

Luz, ahí va esto.

Runliney, por Dios, no me había dado cuenta de como sonó la frase, que risa me ha dado, Muajajajajajaahhh

Alina, pues ahora ya veis que se ha complicado el asunto más de lo que esperabais.

Raykal, gracias por considerarlo el mejor de los que tengo, pero personalmente, creo que tengo otros mejores, en cualquier caso, me encanta que pienses así.

Rina, y ahora Bulma hackeando el ordenador central de Freezer, me encantó escribir eso. Asshh.

Buffy, claro, por eso el anterior capítulo se tituló la tela de araña... Todos mis títulos tienen un significado especial.

Karo, ¿cómo fue al final tu examen de fisiología?. Que pregunto... si eres una super empollona, seguro que sacaste matrícula de honor.

Lady, utilicé tu nick para la maestra en seducción, no me di cuenta jaja, espero que no te importe.

Bulnatt, ya tenía este fic olvidadillo, merecía actualizarse...

Son Vegetzu, ¿Qué diálogos se repiten exactamente?.

Shadir, pues la tercera opción ahora mismo es la más viable, veremos que lío se arma, Juas.