CHAPTER 6

En el gran comedor había un silencio preocupante. Podrían haberse pensado que alguien había muerto ya que sólo se oía la gente al comer.

Sarah miraba, absorta en sus pensamientos, por la ventana. Y Severus la miraba a ella preocupado pero ella no desviaba la vista de allí, con el ceño fruncido por la preocupación. En su interior estaba aterrorizada y una voz en su cabeza gritaba desesperada. Su vida ya era difícil y ahora la muerte le hacía regalos, era una clara invitación...

Las ventanas del techo se abrieron y entró el correo, pero ni eso la sacó de su ensimismamiento.

-Sarah, ¿vienes al lago?- un estremecimiento le recorrió la espalda al recordar el sitio donde se había estado a punto de... Mejor no continuar pensando en eso.

-no grácias, Violet. Prefiero ir a la habitación, hoy no es mi mejor día...-se levantó de la mesa y se encontró con la mirada del Director. La miraba preocupado pero ella le devolvió una mirada indiferente y salió por la puerta principal hacia Slytherin.

Se sentó en la cama con el libro "la historia de los vampiros. La sociedad de Leopoldo"y empezó a leerlo con avidez. Era bastante interesante pero ese hombre estaba como una cabra si realmente hacía todo lo que contaba en el libro. Al cabo de un rato marcó por donde iba y lo dejó en su mesilla de noche. Se recostó y se quedó pensando en sus cosas hasta que se durmió.

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Imágenes sin sentido para ella cruzaban como una ráfaga por su mente...

-¡James y Lily están muertos!-decía una joven de pelo negro llorando.

-...al pequeño Harry...traédmelo por favor...-gemía una chica de pelo cobrizo atada a la cama.

-...Sirius...-sollozaba la misma chica de pelo cobrizo

Un hombre de pelo negro la tenía agarrada de los brazos con fuerza mientras le señalaba una tumba delante suyo con furia: "¡¿VES LO QUE HICISTE!"

"Sarah McFarlane

1969-1984

RIP

Gran amiga, hija y hermana"

-Violet ha muerto...-le decía un chico de pelo castaño sollozando

-...Sirius...-lloraba una chica de pelo cobrizo atada a la cama

-¡Ernest y Sus están muertos!-gritó una chico de pelo negro con desesperación.

-Harry se ha unido a la sociedad de Leopoldo.-le decía con frialdad una joven de ojos liláceos.-soy una vampiro.

-...¡¡¡SIRIUS!-gritaba la chica de pelo cobrizo mientras una gente de blanco le daban unas pastillas para que se calmara.

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Se levantó de golpe con el pelo enganchado a la cara por el sudor. Se volvió a estirar sollozando. Y su mano tocó con un papel. Se lo acercó para leerlo.

"¿Ves lo que te espera en el futuro? No te merece la pena seguir viviendo. Has de morir para volver a ser libre del dolor."

Se levantó por segunda vez y miró en su mesilla. Había tres libros de piel sin titulo con una mariposa plateada en el centro. Palideció mientras que aterrorizada los cogía. Abrió el primero "Memorias. Leopoldo R. J" estaba escrito en rojo en la primera página. Lo cerró. Abrió el segundo "La bruja roja. El resurgimiento de la sociedad de Leopoldo. Leopoldo R. J" y abrió el tercer libro. Escrito en negro estaba una sola palabra "Suicidio". lo cerró de golpe con los ojos abiertos y con cuidado lo metió bajo su almohada al tiempo que se abría la puerta secreta de la habitación y por ella entraban todos sus amigos charlando animadamente. La miraron preocupados.

-has llorado...-afirmó Severus acercándose pero se paró al fijarse en la mesilla- ¿qué ha pasado? ¡Dime que ha pasado! ¡¿ha estado aquí!-los abrió y la miró. Los dejó otra vez y se acercó para abrazarla pero miró detrás de ella, había un papel escrito. Se fijó en lo que ponía mientras palidecía considerablemente. Lo cogió y se lo metió en el bolsillo. Con un poco de suerte ella no lo habría visto.

Severus, Lily, Violet, Ernest, Sus y Kat estaban sentados en una sala en la torre de astronomía mientras se miraban preocupados.

-hemos de hacer algo con ella, no pienso dejar que destroce su vida por un capullo...¡¡Joder es que no se que hacer!-decía Severus agarrándose la cabeza con desesperación. Lily le puso una mano en el hombro con tristeza.

-y no sólo eso...esos libros...que alguien le regala...¿quién es, Severus? Hemos hablado de eso pero yo se que sabéis quien los manda...-preguntó Ernest sentándose a su lado y mirándolo fijamente a los ojos.

-...es...es...la muerte...-murmuró con las manos en la cara. Los demás se miraron entre si. Él sacó del bolsillo el papel que había en la cama y se lo dio a Ernest. Éste lo leyó y lo pasó a los otros.

-...ella...ella está sola...-murmuró Kat mirando a los otros.-y lo va a volver a hacer...sin duda...

Se levantaron con prisas y salieron por un corredor secreto hasta su sala común. Allí no había nadie así que pudieron entrar todos a la habitación.

Estaba todo en silencio. Se acercaron a la cama y miraron. Sarah estaba estirada durmiendo. Respiraron aliviados.

-...dios...sólo está dormida...no hay de que preocuparse...-susurró Susan con lágrimas en los ojos.

Todo estaba bien...no había pasado nada...pero una sensación desagradable les oprimía el pecho a todos.

Se sentaron en la cama de Violet y comenzaron a conversar. Normalmente Sarah tenía el sueño ligero pero no se preocuparon porque aún no hubiera despertado, ni por los gimoteos que se oían débiles en su cama.

La puerta secreta se abrió dejándolos sorprendidos, pero detrás no había nadie. Se volvió a cerrar y el cuerpo de James Potter y Remus Lupin se hizo visible.

-¡¡¡Potter, Lupin!¿¡Se puede saber que pintan aquí?- pero los dos no les hicieron el mínimo caso, casi corriendo se fueron a la cama de Sarah y apartaron las colchas a prisa. Todos se pusieron alrededor para observar mejor lo que pasaba. El cuerpo de la chica temblaba con violencia mientras ella sudaba.

-...¿qué le pasa...?-preguntó con miedo, Susan, mientras se apartaba pero tropezó con algo y cayó al suelo. Había un pote en éste, estaba escrito en rojo "Veneno de serpiente milenaria". se levantó de un salto.-¡Veneno!

Todos se giraron ante el grito. Severus cogió el frasco temblando.

-yo no tengo el antídoto...-cogió la colcha y envolvió a la chica con ella. La cogió en brazos y se acercó con decisión a la lar de fuego apagada. Ernest se metió también, cogiéndose a Sarah. Metió la mano en el pequeño saquito colgado en la pared y gritó, tirando un puñado de polvos floo al suelo, "A SAN MUNGO" y desaparecieron tras una llamarada verde.

-nadie se debe enterar de lo que ha pasado.-ordenó Lily.-Porque echarían a Severus por tener el veneno, nosotros tendríamos problemas por estar en una sala común que no nos toca...

-...y no podría aguantar cuando Black comience a reírse.-siguió Violet con odio.-No podemos dejar que se enteren, tienes razón.

-¿qué diremos?-preguntó Kat llorando. Remus intentó consolarla.

-yo voy al despacho del director ahora, a decirle que Sarah ha desaparecido y Severus y Ernest han ido a buscarla. Vosotros os enteraréis mañana. ¿Si?-ordenó Violet. Los otros asintieron y se despidieron de Violet con preocupación. Algo había cambiado en la chica y lo notaron enseguida. Ya nada sería lo mismo. Salieron cabizbajos por el corredor secreto mientras ella salía por la puerta de la habitación.

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Aparecieron en la lar de fuego de la sala de espera de san Mungo y se acercaron a recepción.

-por favor atiéndannos, se está a punto de morir- le dijo Severus a la recepcionista y esta se levanto de su silla para mirar a Sarah. Sacó la varita y aparecieron cuatro hombres con una camilla, pusieron a Sarah en ella y desaparecieron. La chica empezó a escribir en un pergamino.

-¿cuál es sus nombre?-preguntó mientras Severus y Ernest se miraban.

-eeh...-empezó Ernest

-Juliette Mattews-lo cortó Severus. Ella los miró alternativamente pero decidió no preguntar.

-Edad?

-trece -respondió Ernest

-¿dónde estabais?

-en mi casa-respondió Severus rápidamente

-¿no tenéis escuela?

-en realidad sí pero tuvimos problemas familiares por los que nos dejaron irnos a casa.-dijo Ernest convincente.

-entiendo...¿qué fue lo que tomó?

-veneno de serpiente milenaria-la mujer subió la cabeza sorprendida.

-tendremos que llamar a su tutor legal.-enrolló el pergamino y este desapareció acto seguido.-¿cuál es su nombre?

-Lucius Malfoy-dijo Severus rápidamente. Ernest lo miró con sorpresa.

-de acuerdo. ¿podrían llamarlo?-preguntó señalando la chimenea por la que aparecieron. Los dos asintieron.

Cogieron unos polvos de una bolsa granate y los tiraron al fuego gritando "DESPACHO DE LUCIUS MALFOY". apareció la cabeza de Lucius.

-Lucius, buenas noches.-lo saludó Severus y Ernest hizo un gesto con la cabeza.

-buenas noches Severus, Ernest. ¿para qué me necesitáis a estas horas?

-ha pasado algo con Sarah, estamos en San Mungo y necesitamos que te hagas pasar por su tutor.-Lucius los miró con una ceja alzada alternativamente.-Dijimos que su nombre era Juliette Mattews.

-De acuerdo. Pero me deberéis una.-la cabeza de Lucius desapareció para al cabo de unos segundos aparecer de cuerpo entero.-¿dónde está?

-ven-se acercaron a recepción.

-¿dónde está Juliette Mattews?-preguntó con su habitual frialdad.

-¿es usted Lucius Malfoy?- preguntó la mujer mirándolo de arriba a bajo- ¿no es usted muy joven para tener una hija de trece años?

-no es mi hija, soy su tutor. Sus padres murieron hace poco.-dijo con dureza.

-oh...¿le han explicado porqué está aquí?-Lucius negó- la señorita Mattews está ingresada por tomar Veneno de serpiente milenaria.

-¿Qué?-preguntó incrédulo hacia los dos más jóvenes.

-Lucius, Sa...Juliette se ha intentado suicidar...-susurró Ernest.

-...-no sabía qué responder. Había oído sobre lo que pasó en el lago pero...-¿otra vez?

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