Disclaimer: Ninguno de los personajes o nombres de personajes y/o lugares me pertenecen, son propiedad e invención de la ingeniosa J.K.ROWLING.

Hola! Bueno perdón por no haber actualizado antes, ya que los caps de antes no están muy claros en cuando a eventos, sorry jeje xD

Asi q resuelvo dudas! Weno 1ª duda xD

Silviota! muxas gracias! Pues mira, te explico, resulta que (esto ya lo pondre mas adelante, xo como no se cuando ni entre q, te lo explico) se van de "excursión" por asi decirlo, todos los profesores, (menos Snape)…Dumbledore, y los alumnos que quieran a la montaña de Rowlnt, ya explicare como es ese sitio, que pasa allí y porque tantos alumnos van. Bueno si ay alguna cosa mas, solo decirlo! Perdón por las confusiones otra vez!muchos besos!Y dejen rr!

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

3. Comienzo

Durante todo el rato que había estado inconsciente, Draco había sentido sobre su cuerpo (insensible?) el calor de unas manos que frotaban enérgicamente para hacerle entrar en calor y aun metido en un embrollo de pensamientos, había logrado entrever en medio de un soplo de lucidez, a una Hermione llorosa y suplicante.

Se despertó de repente, como un perro al que le ponen un filete en las narices mientras duerme. Se encontraba acurrucado en el interior del enorme árbol que había visto al salir del túnel, estaba tapado con la misma manta que el le había dado a Hermione, y…un segundo… ¿Qué era ese bulto que notaba encima de el?

-¿Hermione?- pregunto con cierta duda. Nada…la muchacha no se movió.

Debía ser ya de día pues el ambiente silencioso(N/A: todo lo silencioso q puede llegar a ser xD) y oscuro que reinaba por la noche se hallaba ahora dominado por multitud de ruidos de animales extraños, y aunque el bosque seguía en plena oscuridad, se podía percibir perfectamente que al exterior, era de día.

-¡Granger, demonios despierta!-Draco no sabia como hacer, no sabia si debía despertarla a bofetadas o susurrarle que ya era hora. Fuera como fuera la paciencia se le estaba agotando, ¿por quién se toma, por la bella durmiente¡Estamos en plena situación de peligro, y lo único que consigue hacer, es quedarse dormida.¡Maldita!

Pese a los continuos esfuerzos de Draco, Hermione seguía sin despertarse, este considero por un momento la probabilidad de que estuviese inconsciente, la verdad era que ahora que la miraba mejor, Hermione tenia mal aspecto, estaba fría y pálida, pero seguramente se debía al cansancio, así que decidió tomar medidas. Draco se levantó dejando a Hermione a un lado, y enrollándola en la capa. Recogió su varita del suelo, y la colocó en su túnica, arreglándose el pelo y quitando la suciedad de su ropa, Draco se agachó para coger a Hermione. ¿Por qué había decidido salvarla? Perfectamente podria haberla dejado en aquella torre, y dejar que aquellos se encargaran de ella…¿Por qué había cambiado de opinión?

Decidió que podía abandonarla cuando quisiera, así que, no había que preocuparse, de ninguna manera se estaba debilitando. Al colocar a la muchacha sobre sus hombros se dio cuenta de lo mucho que las mujeres engañan, como pesa! Muy bien ¿Y ahora, hacia donde Draco?

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Mientras en el castillo…mas exactamente en la biblioteca.

Detrás de la sección de pociones, escondida al lado de un libro llamado Pociones y su relación con los ositos de peluche, temblaba una chica, de unos 15 años de edad, pelo liso y castaño, con la piel ligeramente bronceada y unos preciosos ojos verdes. Había permanecido allí desde que había escuchado la conversación agitada de unas chicas con un llamado Draco Malfoy, desde entonces, se había quedado completamente paralizada sin saber que hacer, no se había atrevido a pedir ayuda a nadie, todos sus amigos habían ido a Rowlnt¿Por qué demonios no izo caso de lo que le decían¡Tendría que haberse ido ella también!

Justo en ese momento, la puerta que daba paso al enormemente cultivado lugar, se abrió. Con un ruido seco y pasos firmes, la muchacha escuchó a unas personas entrar, serian 3…quizás 4. Nadie hablaba.

-¿Han registrado ya la biblioteca?- un hombre de capa marrón, un corte de pelo un tanto peculiar, y la cara llena de dibujos tribales, acababa de apoyarse en una de las ventanas, sin siquiera mirar a los demás había hablado con un tono lleno desprecio.

-No señor, aun no se ha procedi…- uno de los tres hombres (N/A: He dicho hombres? xD) una de las tres criaturas que se encontraban allí había intentado una maniobra de disculpa…que, claramente, había fracasado.

-Pandilla de inútiles… ¿y vosotros pretendéis encontrar Bahsh?- dijo de manera casi inaudible, seguía mirando fijamente por la ventana, sus ojos de un negro intenso mostraban una determinación implacables, aquel hombre…fuera quien fuese, no dudaría un segundo en matar a quien se interpusiese entre él, y lo que buscaba. –Registrad la biblioteca, si encontráis algo, que sea llevado a las mazmorras. Y…-añadió al ver que las criaturas empezaban a moverse- Ni se os ocurra devorar a nadie, si llega a mí el conocimiento de que alguno de vosotros ha devorado a alguien, no dudéis en que lamentara haber sido creado. En otras palabras, ateneos al plan.

Al oír esas palabras, la chica sintió que aquello se acababa. Necesitaba pensar, rápidamente, escuchaba los pasos aproximarse cada vez, más, aunque la sección de pociones se encontraba alejada, presentía que no lo bastante…

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Draco llevaba soportando el peso de la Granger, demasiado tiempo, además eso le entorpecía, se había dado un golpe en la frente que no cesaba ni un solo momento de gotear fría sangre, y por si fuera poco, tenia la impresión de no haber avanzado nada, debía alejarse de el castillo lo más pronto posible, y del bosque también…sabia que si permanecía allí pronto los encontrarían, y quizás él podía salvarse pero en ningún caso podría salvarla a ella. La deposito en una rama, suavemente, saco su varita, y con un movimiento firme de la mano, izo aparecer una especie de rama verde i gruesa. Se acerco a la cara de Hermione, y resoplando una vez al pensar la cara que pondría cuando se levantaria, rompió la rama. Hermione se levanto de golpe, sin respiración con los ojos salidos de las orbitas, y la boca abierta. Tenia la cara completamente mojada, por un especie de liquido rosa, Draco no podía contener la risa, y se apartó un poco de la chica…el olor era nauseabundo!

-¡Pero que!-gritó Hermione en un intento de deshacerse del especie de liquido gelatinoso. Parecía muy enfadada y miraba a Draco con rabia.- Es que no hay mejor manera de despertarme! Asqueroso! Y cuando pienso que ayer…durante toda la noche…¡Sin vergüenza!

-Lo siento, pero eres muy pesada, no puedo llevarte todo el rato…no se porque no lo ice antes…debía haberlo pensado.-concluyo este colocando una mano en la barbilla, era muy divertido verla en ese estado.

-¡Basta! Ya no aguanto mas de ti, debería haberme ido desde que entraste en mi habitación.-Hermione se levantó, y con la cara llena de cosa rosa se dispuso a volver al castillo…pero un momento… ¿Dónde demonios estaba? Este ya no era el árbol de anoche!-¿Do…donde estamos? Como hemos llegado hasta aquí!

-Vaya, resulta que no sabes tanto…he estado llevándote desde que me e despertado…hará ya cuatro horas, no hemos avanzado mucho, así que deja de sentirte ofuscada por una tontería, ya esta bien de niñeces, si querías morir, haberlo dicho, no habría cargado contigo.

-Esta bien, lo siento…-Hermione dejaba por fin, paso a su inteligencia, olvidando los sentimientos.-¿Puedo saber a donde nos dirigimos? A quién se supone que vamos a pedir ayuda?

-Vamos a Rowlnt.

-A Rowlnt¡Bromeas!-dijo Hermione con el semblante completamente sorprendido.- Estamos a años luz de Rowlnt, no podremos llegar a tiempo!

-Exagerada-dijo Draco entornando los ojos y resoplando.- Iremos a ver a una amiga mía que se aloja en el límite oeste del bosque, ella nos facilitara el transporte.

Hermione prefirió no protestar, no servia de nada, ella no sabia a quien mas pedir ayuda aparte de Dumbledore, y al parecer…Draco tampoco. Y de todos modos, prefería no quedarse mucho rato allí, empezaba a sentir como que había alguien observándolos.

…………………….

-Me muero de hambre…- dijo Hermione que seguía a Draco sin parar desde hacia horas. Este se giró, como si acabaran de insultarle Draco miró a Hermione con cara de decir "Excelentes prioridades Granger…"

-Lo siento, pero tendrás que esperar.

-Cuanto?

-Un rato…

-¿Cuánto rato?

-No lo se, no será mucho

-Pero tengo hambre-dijo Hermione sin dejar de caminar, y mirando al suelo con expresión infantil.

-No puedo hacer nada…

-¡Yo conozco un hechizo!-aventuro esperanzada.-Quizás podrías…

-Por dios! Anda y calla de una vez! Ahora no vas a comer! Y no haré ningún hechizo, es peligroso.

-Si claro…-Hermione pensó en el hechizo que debía de haber hecho para despertarla y se sintió frustrada.-Maldita serpiente…

Una hora después, se pararon en un descampado, Draco decidió que allí pasarían la noche.

-Seguro que podemos pasar la noche aquí…esto me da mala espina ¿sabes?-Hermione no se sentia nada segura en aquel lugar…algo iba a pasarles, todo había sido demasiado tranquilo…tenia miedo.

Draco se giró hacia ella sorprendido.-Bueno, si quieres puedes dormir junto a mi.

Hermione se puso colorada, poco a poco se acercó al muchacho que se alzaba en medio del descampado firme y erguido, estar junto a el, daba mucha mas seguridad que ponerse sola en cualquier parte del bosque. Aunque fuese él, quien tiempo atrás, le daba tanto miedo. Draco sonrió al verla acercarse como un perrito indefenso. Hermione que divisó aquella sonrisa, se paro enfrente de él, y le espetó.

-No creas que va a pasar nada, no te hagas ilusiones, dormiré junto a ti porque me da miedo. Entendido?

-Puedo jurarte que ni se me había pasado por la cabeza, quizás estés demasiado obsesionada Granger.-pronunció con una tranquilidad sobrehumana. Un momento después Draco se encontraba acostado sobre una rama que sobresalía del suelo, y acurrucada junto a él, se encontraba Hermione, cuyos pensamientos no dejaban de recordarle que se hayaba junto a Draco, solos, en plena noche, y que, si ocurriese algo, ella no tenia varita, y no podria defenderse. A unos cuantos metros de allí, escondido entre las ramas de un delgado arbol, les observaba un muchacho de enormes ojos verdes.