Hei!
¿Como Están? Espero que bien. Para comenzar, este capitulo va dedicado a Selecta (ya ves como no soy mala) que me dejo un review, además de ella, también lo hicieron: MikiAnelis Evans (¡hey¿Tu eres la de "Fe de erratas"? ) Y a NaRaG Malfoy-Black (Si…Ginny es mas atrevida. Me gusta más así, a ti no?). Y sin mas que decirles les dejo con el segundo capitulo.
Capitulo II. El fin de una amistad.
—Ginny… Ginny… despierta. Casi llegamos a Howgarts, creo que deberías cambiarte. —El chico de ojos verdes llamaba lentamente a la pelirroja, tratando de despertarla.
—shiii ady bshame…—
—Ginny! Vamos, despierta— a la mente de Ginny llegó la palabra "despierta" y comprendió todo: solo había sido un sueño. Desperezándose, se sentó un poco y se froto los ojos con los nudillos.
— ¿Por qué me despertaste¿no podrías haber esperado un poco mas?— le respondió Ginny con voz cargada de furia.
—¿Qué, acaso estabas soñando conmigo?—Con un leve sonrojo en las mejillas, Ginny negó con la cabeza.
-Gracias a Merlín no era una pesadilla, Potter. – Tratando de poner una expresión inocente, tomo su túnica, su sombrero y salió del compartimiento, como un huracán rojo y blanco.
—Ginny, Ginny¿Cómo diablos te metiste así en mi mente y peor aún, en mi corazón?— El pelinegro le pregunto a la puerta cerrada, que por supuesto, no podía responderle.
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—Colín! Colín! Por aquí!— un grito saco de sus pensamientos al mencionado chico. Que dio un giro y se encontró con una chica pelirroja que le sonreía.
—Ginebra! Que gusto verte, y que tal tus vacaciones?— preguntó él mientras caminaban por el andén hacia la estación de Hosmeade y llegaban a los carruajes tirados por thestrals.
—Pues… no tan malas, no puedo quejarme. Por que insistes en llamarme "Ginebra"? es algo extraño que me digas así.
—Es que… Pues como Luna llama a tu hermano "Ronald" yo supuse que para llamar su atención, yo tendría que llamarte "Ginebra". No crees?—
—Mmm… no creo. Oye, te tengo una propuesta, y si lo haces bien, yo… tal vez… podría… presentarte a Luna. —la pelirroja dijo todo esto en un tono misterioso y un poquito malicioso, pero Colín, por la emoción, ni siquiera lo noto.
—Lo harías? Harías eso por mí? Oh Dios, no puedo creerlo! Hablarle! Hablarle a Luna! —lo último lo dijo más para si mismo que para Ginny, pero ella lo escucho.
—Si… lo haría, pero… tú tienes que hacerme un pequeñísimo favor. —Ella le miraba como una mantícora ve a su presa humana. Pero Colín, ni se enteraba.
—Que? Dime… dime… haría… haría cualquier cosa —de pronto capto la mirada de Ginny y pareció que lo pensaba un poco más— hmmm… bueno, casi cualquier cosa.
—Ya! No te preocupes! No es nada. O bueno, casi. —vio como Harry venía bajando del tren por lo que rápidamente le dijo al chico castaño— Caminemos, que allí viene Harry y él es el que menos se debe enterar de todo esto.
Colín asintió y dijo —Muy bien, pero que es lo que tendría que hacer. —ambos subieron a la carruaje.
—Eso te lo diré cuando estemos totalmente solos.—dijo la pelirroja, mirando a su alrededor y notando la cantidad de gente que los rodeaba. Llegaron a las carrozas y subieron a una.
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Harry salió del vagón que había compartido con Ginny, sumido en sus pensamientos, trataba de recordar o mejor dicho de ubicar el momento en el que la pelirroja había empezado a ocupar cada pensamiento que no era hacia Voldemort o los TIMOS. Caminó por el tren vacío todavía pensando; tal vez por eso su corta relación con Cho no había funcionado, después de todo, esa salida a Hosmeade con ella había sido después de navidad y según lo que recordaba, fue exactamente la noche que habían atacado al señor Weasley, cuando Ginny se le había metido, sin saber como, en el corazón. Recordó como Ginny no había dormido nada, lo supo por que el fuego de la chimenea se reflejaba en sus ojos castaños (1). En ese momento fue, sintió una oleada de calor a la altura del ombligo, algo que no tenía nada que ver con el sentimiento de culpa que tenía en ese momento. Llego al andén de la estación de Hosmeade, y por un segundo, distinguió una cabellera roja, pero un segundo más tarde, desapareció. Su mente le jugaba sucio. Muy sucio.
Una voz chillona lo saco de pronto de sus cavilaciones.
—¡Harry! Que te paso? Por que tienes esa cara?—Dijo Hermione, mirando la cara de su amigo. De pronto, el pelinegro recordó que tenía el ceño fruncido y los labios apretados, como McGonagall cuando estaba furiosa.
—No, nada, nada, no pasa nada. Además, es la única cara que tengo. Yo… solo estaba pensando. —el elegido desvió la mirada por alguna extraña razón, y suspiro. A Harry le pareció que su amiga practicaba legeremancia.
— ¿Y se puede saber en quien?— preguntó Ron con la curiosidad dibujada en toda la pecosa cara.
—Mmmm… no, no se puede— y se escabullo entre los estudiantes mas pequeños.
— ¿Qué crees que le pase?— Dijo Hermione.
—Pues, no se, pero creo… —se acercó a Hermione peligrosamente y continuó— que esta enamorado. Y no creo que sea el único— termino, lanzándole una mirada, mezcla de misterio y picardía. La castaña bajo la mirada y sus mejillas se tiñeron de un casi imperceptible color rojo.
—oh Dios! Que demonios hace? Bueno, si ojalá me bese… podría ser. Hem… Vamos, aun tenemos que buscar un carruaje. —señalo el camino con la cabeza.
—Si, claro, vamos. Ay! Hermione que no te das cuenta!— el pelirrojo agradeció en silencio que ella no hubiera captado el mensaje semioculto en esas frases. Que equivocado estaba.
En cuanto Ron le dio la espalda, la expresión del rostro de la castaña paso de la incomprensión a la incredulidad, y por ultimo, la invadió una inmensa felicidad. Aunque no dijo nada.
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—Ginny¿estas completamente segura de esto? Además, aun no me dices que tengo que hacer.— Pregunto un inseguro Colin.
—Como jamás en mi vida. Y en un momento te explico todo mi plan.—
—Y si no sale como piensas? Y…Luna sabe de esta plan?—
—Por supuesto, de hecho ella me sugirió que lo hiciera. Y ya tengo los polvos, así que ya no puedo hacerme para atrás.-dijo la pelirroja totalmente segura de sus acciones.
—Polvos? Mmm… que tipo de polvos? Le vas a dar a Harry cocaína o algo así?—
—No seas tonto! No lo voy a drogar. Aunque pensándolo bien, no es tan mala idea.— dijo ella, meditándolo un poco.
—Estas loca como una cabra.
—Pero loca de amor por él.
—Que cursi y cursi es decir poco.
—Tu estas así por "Lunita"!— dijo la de ojos marrones, con sorna.
—(suspiro) Tienes razón (otro suspiro). No lo puedo evitar (otro suspiro).
—Y me llamas a mi cursi…¬¬΄maldito hipócrita, si no fuera por que necesito un "voluntario".
—Bueno, bueno, nos estamos desviando del tema; que es lo que tengo que hacer?
—Ayudarme a poner celoso a Harry— la pelirroja dijo esto como sin querer y quitándole importancia.
—¿Qué! Y lo compruebo, esta más loca que una cabra, ojalá las cabras no se ofendan ¿¿Que dices!—
—Que me ayudes a poner celoso a Harry.
— ¿Como piensas hacer eso? Esta loca¿como demonios me metí en esto?
—Muy sencillo, con polvos de celos. — Saco un saquito púrpura que traía en el bolsillo de la túnica y lo balanceo en la nariz de Colin.
— ¿y en serio son buenos? Quiero decir¿no son excrementos de doxy o algo así? Tengo entendido que son muy difíciles de conseguir.
—No si tienes un par de hermanos como los míos, son capaces de conseguir cualquier cosa, y me debían un pequeño favor; así que conseguirlos, fue fácil. Y no se atreverían a engañarme, conocen perfectamente mi maldición de mocomurgélagos. Así que toma —dijo ella, tendiéndole el saquito— toma una pequeña cantidad y me los tiras encima.
— ¿Acaso tengo otra opción? —respondió él, tomando un poquito de los polvos, que eran de un color verde brillante.
—La tienes, no hacerlo y olvidarte de "Lunita"—
—Esta bien, lo haré. — Y le tiro encima los polvos a Ginny.
—Muy bien, ahora… casi llegamos, así que te vas directo al comedor y te sientas muy alejado de mi; cuando veas que Hermione, Harry y mi hermano están conmigo me llamas y yo iré contigo. —estaba diciendo esto cuando llegaron a las puertas del castillo.
—Esta bien, esta bien. — dijo el castaño cuando alcanzaron las puertas del gran comedor.
—OK, entonces vamos. — Al entrar, se sentaron en lados opuestos de la larga mesa de Gryffindor.
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—Ron, mira, allá esta Harry!
—Hermione, Ron! Por aquí! He encontrado un carruaje. —
—Ya vamos, ya vamos— dijo el pecoso amigo.
Subieron al carruaje y se fueron dando tumbos por el camino. Y tras llegar a las puertas de los cerdos alados y atravesar los jardines, Harry aún iba sumido en sus pensamientos.
—Harry?—dijo la castaña cuando al fin habían alcanzado la puerta del castillo.
—Estas bien? creo que se esta poniendo pálido, no crees Ron?—
—Si, creo que si, y parece que ni nos escucha—
— ¿que¿Que me decían?
—Decíamos que…. — Empezó Hermione pero fue subidamente interrumpida por el pelirrojo.
—Que Hermione esta embarazada, yo soy el padre, nos fugaremos en cuanto se le note y Snape acaba de pasar, vestido con un leotardo rosa, zapatillas de ballet con todo y tutú, repartiendo rosas y tirando besitos, diciendo que te ama a ti.
—Que bien!— dijo el de ojos verdes, aunque solo alcanzo a oír las palabras "Hermione" "embarazo" "padre" y "Snape", aunque no le causaron ninguna reacción.
—Ron! Que te pasa¿Qué va a pensar de nosotros? Eso puede…—antes de que pudiera terminar, él aludido la interrumpió de nuevo.
—Solo era para ver si son escuchaba, y es obvio que no.
—Eso no importa…—
—No empiecen a pelear otra vez, no de nuevo…¿Cuándo van a aceptar que se aman?—al ver las caras de sus amigos, trato de rectificarse: — uy¿Lo dije o lo pensé? Ehmmm… creo que mejor me adelanto a buscar lugares. —
Harry entró en el Gran Comedor y sus amigos se quedaron en la escalera de mármol. Después de lo que a ambos les parecieron horas, el pelirrojo fue el primero en hablar, y lo hizo de forma temerosa.
—Hermione…yo…yo…—
—No hace falta que digas nada, no aún, si no quieres. —
—No, necesito decírtelo, yo… Harry tiene razón, yo debería haberlo aceptado antes, yo… creo que yo… yo… te amo. —
—¡Que lindo! El pobretón y la sangre sucia— Una voz que arrastraba las palabras interrumpió la escena.
—Como hay gente que necesita atención¿no, Ron?— Ella hablo en voz más alta que Malfoy, ignorándole por completo y sin darle señales de haberlo visto.
—Pues claro, como no la tienen en su casa, la vienen a buscar aquí, que lástima, pobres niños ricos. Vamos a cenar, Hermy, ya tengo hambre.
—Tu siempre pensando en comida. Pero debo aceptar que yo también tengo un poco.
Y dejaron a Malfoy, ahí plantado, con las mejillas encendidas y los ojos centelleando de furia.
—oye Herm… ahora que lo pienso…
— ¿Tu piensas?
—¡Por supuesto que si! En ti… en comida… en ti…en comida… en ti… ¿ya mencione la comida? Ah! Y casi lo olvido: en ti.
—Ay Ron, que lindo eres ¿No quieres ser mi novio?
—Me has leído el pensamiento, yo iba a preguntarte lo mismo.
— ¿Eso quiere decir que si?
—Si. — y los ahora novios sellaron su amor con un beso.
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— Harry! Hey! Harry! Por aquí!— Ginny le hacia señas al "niño que vivió" para que se sentara con ella —Cielos¿Qué te paso?
—Yo… creo que metí la pata, tal vez las cuatro.
— ¿Por qué¿Qué hiciste?
—Yo… yo… les dije a Ron y Hermione que cuando iban a aceptar que se amaban.
—Vaya! Hasta que alguien se animo a darles un empujoncito.
—Pero y… si dejan de hablarse?... si por mi culpa terminan su amistad? No podría soportar ser el causante de ello. — dijo el moreno y clavo la vista en sus zapatos, consiente de lo que había hecho no era del todo bueno. Tan preocupado estaba, que no se dio cuenta de que sus amigos venían de la mano, con sonrisas bobas en sus rostros y mirándose con ojos brillantes. Y Ginny que ya había visto a su hermano y su amiga, no pudo reprimir el impulso de jugarle una broma al chico de ojos verdes.
—Harry, no es por hacerte sentir mal ni nada, pero, creo que ellos terminaron su amistad y me parece que si ha sido tu culpa.
Al escuchar las palabras de Harry no pudo evitar sentir una punzada de culpa y volteo a ver a las puertas, por donde instantes antes, había pasado Malfoy con las mejillas rosas.
—Ginny! Por un momento me hiciste pensar lo peor!— Harry abrazó a la pelirroja y ella se sonrojarse. Al respirar el aroma de Ginny, Harry sintió algo en su nariz y estornudo.
—Salud. —pudo al fin decir la Weasley mas pequeña.
(1) Eso es totalmente cierto. Si no me creen, consulten en su ejemplar de "Harry Potter y la Orden del Fénix" (estoy segura de que todos/as tienen uno) el capitulo 22, la página 496. En ese momento, me di cuenta de que Harry y Ginny tenian que estar juntos.
Por favor, no se olviden de dejar un review, acepto todo tipo de críticas. Pero si no me dicen que tal lo hago, asumiré que soy pésima y que es mejor que deje de escribir (aunque si eso es lo que piensan, sería bueno saberlo). Así que por favor hagan "clic" en el botón de "go" allá abajo.
Tratare de actualizar pronto, ahora que salí de vacaciones tengo mas tiempo libre. Y vuelvo a la escuela hasta la segunda semana de agosto. Pero debo decir que me aburro mucho. Bien, nos vemos. Cuídense mucho y no se olviden de dejarme un review.
Y también muchas gracias todos (as) las que leen el fic pero no me dejan review.
Näkemiin!
