Hola a todos, espero estén disfrutando la historia, tanto como yo al escribirla, no olviden dejar sus comentarios, favs y follows para no perder pista de la continuación y apoyar al autor a seguir actualizando :) gracias por pasarse por acá, si gustan pueden seguirme en mis otras páginas como IG e Tk, como OnlyStarling y Only . Starling (sin espacio) respectivamente.
Pasen un bonito día, estaré leyendo sus reacciones, las actualizaciones serán cada 2 semanas y si cambiara en algo el tiempo de actualización, lo avisaré por éste mismo medio, estén atentos, hasta muy pronto ;D
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Disclaimer: Aclaro que ninguno de los personajes usados en esta historia son míos, excepto los que yo cree. En todo caso se dará debida nota. Riot Games tiene los derechos de los personajes usados.
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Nota: No al plagio por favor, copiar una historia que no es tuya y ponerla en otro sitio bajo tu nombre es plagio. Si ven mis obras en algún lado sin mi permiso ni mi nombre... avisen y/o denuncien al autor, gracias ^^
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El Baile del Cuervo
Por Clarisce
Capítulo 6: Más Cerca
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Entonces como un furioso acto de locura, estaba ella, él y ese demonio, pero por un instante, a través de la lluvia y de un trueno que los iluminó, fueron sólo ellos dos, una mujer intentando salvar su nación y un hombre harto de recordar.
Pasaron 2 años.
Jericho recordaba la edad que tenía en su primera vida pasados esos 2 años, era un hombre adulto, alguien que había vivido el doble que su antagonista. Aunque también ya recordaba por qué era tan odiado por la joven de cabellera azul.
Los sueños o pesadillas en su caso, eran más vívidos, sabía cómo pasó de ser un noble a estar en sucias barracas con gente diferente a él, sabía cómo fue que esa niña se le subió y le arrancó un brazo con sus cuchillas y sabía todo lo que había hecho.
No valía de nada sufrir por lo ocurrido, era una persona ligeramente diferente ahora, nada comparada con el hombre con planes ajenos a convertirse en una vasija de un demonio.
Sacudió sus inseguridades mientras se cambiaba, era hora de otra horrible cena familiar, aunque el trato con sus hermanos era diferente y más tolerable.
Alain era mucho más atento, como si lo reconociera como un sucesor, gran parte de las decisiones en la casa Swain pasaban por sus manos antes de ser publicadas o hechas realidad, por su parte Jeremiah había decidido tener un perfil mucho más bajo en este tiempo, luego de su error, era incapaz de si quiera hacer algo en contra de su hermano menos favorecido y menor.
Mientras tanto su madre hacía oídos sordos a lo que fuera que hiciera, era bueno no recibir tanta atención y de su padre no podía decir nada, él era completamente reacio a lo que pasara en la familia, con excepción a sus reuniones semanales con su madre, esos dos estaban obligados a compartir su tiempo juntos y no por placer. Esa organización llamada la "Rosa Negra" se encargaba de no separarlos, después de todo, pensó Jericho, fue la razón de haber sido ejecutados en el pasado.
— Sabes que hoy se cumple el plazo —Emal Swain interrumpió el silencio—. Los jonios enviarían una carta para aceptar el compromiso de nuestro querido hijo —giró hacia el jefe de la familia.
— Querida —quiso decirle algo pero calló— mantenme al tanto —se limpió la comisura de los labios con elegancia—. Jericho —lo llamó.
Esto hizo que todos voltearan hacia el menor de los Swain, no era para menos ser llamado por su padre, él solía guardar silencio en todo momento durante las cenas familiares.
— Sí, padre —respondió con ojos atentos.
— Necesito que lleves unos documentos al palacio real, pasa por mi oficina cuando llegue la noche.
Era momento de cancelar todos sus compromisos, asistir era su deber principal, ahora que no sólo tendría una charla con su padre, sino que iría al palacio real, tal vez, pensó, eso significaba que podría estar viendo sus esfuerzos dar frutos.
La emoción de la relevancia lo hacían sonreír por dentro.
Por un instante pudo olvidar la dichosa carta jonia que llegaría por la noche, no pensó mucho en ello dado que su hermano le dio una idea de lo que pasaría, no importaba si lo casaban con esa niña, en el futuro anularía su matrimonio, así que no debía mantenerse pendiente de algo tan pueril como un aviso, aunque había algo que lo inquietaba antes de dormir.
Irelia tenía 14 años ya. La edad en la que ella cortó sus extremidades y lo dejó tullido, ¿sería suficiente tenerla en otra nación para mantener sus pensamientos relajados? Si tan sólo… si pudiera asegurarse de no volver a verla nunca.
Pero nada estaba más alejado de la verdad que encontrarla nuevamente, durante ese tiempo, la persona que más rechazaba había preparado su mente y cuerpo para cumplir con el deber asumido antes que el de una de sus hermanas jonianas. Ocupaba gran parte de su tiempo en prepararse y lo que quedaba en seguir practicando las artes que tanto amaba. No podía negar que era su momento favorito.
Aunque había días en que su 'enriquecimiento personal' ganaba más peso que su formación en cultura noxiana, era importante, repitió su abuela, el baile de la familia Xan debía pasar de madres a hijas y ella debía cumplirlo, aunque dejara sus tierras.
Después de un día con una exhaustiva práctica con su abuela, decidió alejarse un poco de todo, tenía calor, así que pensó en bañarse en el lago cercano a su casa. La fresca agua aliviaría el calor de su cuerpo, y…
Pronto recordó algo más que había sucedido durante sus enseñanzas, la sección de "manuales maritales", la anatomía era una curiosa materia, bajó su mano a su entrepierna y pensó en lo que pasaría…
El "arte amatorio", como le llamaba su maestra, se había llevado su atención durante días, ¿en serio todo esto consistía en introducir…? Se detuvo, no podía si quiera articular una palabra para describirlo.
La señora que le había enseñado, le dio un libro para que lo estudiase, el prólogo dedicado a la pareja y la introducción con imágenes y explicaciones de lo que hace "diferente" al hombre de la mujer físicamente.
Los órganos femeninos de la mujer eran receptores del órgano masculino y después de lo físico, estaba el "cómo" tratar ambos órganos antes de una unión.
Suspiró.
Era mejor dejar de pensar en lo complicado, salió del agua y miró al cielo, el lago vacío, el sonido de los insectos, las avecillas nocturnas saludándola y ella, enfrentando la naturaleza del futuro.
Se cubrió por completo y se dijo a sí misma que pasaría sólo el tiempo estipulado en el contrato matrimonial, era mejor si engendraban un hijo, así el tiempo de unión se reduciría y no tendría que soportar más tiempo con la pareja que se había autoimpuesto.
Esperaba que fuera un hombre paciente y amable, alguien a quien pudiera tolerar con el tiempo, también quería no ser obligada a salir de casa, prefería tener un rincón en el mundo en el cual pudiera recordar su vida y vivir lo poco que tenía.
¿Qué haría si el muchacho de sus sueños la veía? No podría soportar su mirada, la distancia y la forma en que traicionaba los sentimientos nacidos de la nada, porque sí, lo que sentía había nacido de la nada, ella soñó cómo él la salvaba y al verlo se dijo a sí misma que si era real, estos sentimientos de añoranza podían ser reales también. Qué gran mentira.
Las próximas noches se hicieron más cortas, sus hermanos aún esperanzados de que ella rechazase aquel matrimonio intentaron convencerla hasta el último minuto, pero no lo lograron. Poco les importaba que otra persona fuera a cumplir con aquel compromiso en caso de que su hermana se arrepintiera y bueno, Nin, aunque era una joven ya de 12 años, no quería un matrimonio así.
Hasta que llegó el día.
Irelia fue despedida de su casa con la carta de aprobación de la familia y de los sabios de su aldea, su abuela sólo le dio una cosa, el escudo familiar, para que nunca olvidara su origen y le pidió que no dejase nunca de practicar el baile que tanto amaba.
Era como una avecilla enjaulada, la puerta estaba abierta, pero no quería marcharse, su transporte era una pequeña caravana, con un conductor que la llevaría hasta la frontera, donde tomaría un barco y cruzaría el mar para llegar al puerto noxiano donde la familia Swain la esperaría.
Cubriendo su rostro con un velo, llegó al puerto, dispuesta a ser un sacrificio, como era esperado, la familia Swain envió un carruaje discreto para llevarla a casa.
Era tradición para los Jonios enviar a la novia días antes para comprobar la tolerabilidad de convivencia antes del matrimonio, pero la casa Swain lo olvidó.
Llegó a la entrada y fue recibida por un sirviente, éste sorprendido pidió que llamasen a la señora de la familia, pero era tarde y estaría ocupada en alguna reunión social lejos de la residencia principal, ¿quién podía quedar?
Alain salió al encuentro, a causa del revuelo causado por la llegada de Irelia, éste con algo de sorpresa la recibió en conjunto a la carta, la abrió, leyó la aceptación y se presentó.
— Le ruego disculpe el alboroto —dijo Alain, quien discretamente luchaba por ver bajo el velo.
— Llegué en un mal momento —se inclinó y se quedó erguida viendo al joven— lo lamento.
— No es eso, es que pensamos que tendríamos más tiempo, permita que la lleve a sus aposentos.
— Deje que un sirviente lo haga, quisiera liberarlo de la obligación.
— Para nada, seremos familia y es mejor que lo haga —extendió su brazo— vamos.
Irelia dudó por un minuto y pronto supo que hacer, hacía un par de años recordó como su hermana Fleuran tomaba el brazo de su acompañante para retirarse de la habitación e hizo lo mismo.
Los sirvientes se quedaron algo expectantes, curiosos también por no ver el rostro bajo el velo de la joven.
— Mi hermano llegará mañana, disculpe que no venga a saludarla.
— Entiendo.
— Salió al palacio real, es justo que como futura esposa suya lo sepa.
— Somos muy jóvenes, tendremos tiempo para conocernos —dijo seria.
Caminaron por el pasillo hasta llegar a la habitación de dos puertas, Alain se soltó del agarre de Irelia suavemente para abrirle el portón, ésta entró y vio cómo el hermano de su esposo lucía muy parecido al muchacho que había querido olvidar en todos esos años.
— La dejaré descansar, asignaré una sirvienta para ayudarla con su aseo y lo que necesite.
— ¿Puede enviar mis maletas aquí? Tengo cosas importantes que necesito conmigo.
— Claro que sí, el mayordomo se encargará —se dio la vuelta y se fue.
La peliazul tomó la puerta con anhelo, esa casa ensombrecida sería su última morada en ésta vida, nada que ver con los espacios abiertos y ambientes con hermosos sonidos de aves o con los lagos transparentes, llenos de peces y un cielo negro con diamantes como estrellas, al anochecer.
— Ah…
Suspiró nuevamente, la puerta sonó seca cuando se cerró, caminó por la habitación hasta encontrarse con una lujosa cama, era preciosa, más de lo que hubiera pedido, pero…
Pero.
— Pero… —susurró y se sentó en la misma— sólo pensaré en cosas agradables —sus humedecidos ojos querían llorar— en el amanecer, en el hermoso sol de primavera y en el amor de mi familia…
Dijo suave, como si fuera un secreto, se había prometido no hablar de sí misma en esa casa, además de vivir sin ser notada y tener una existencia pacífica.
Siendo tan sosegada que nadie se daría cuenta de lo que acababan de hacer.
Estos espíritus, quienes conspiraron para evitar toda la muerte y enfrenamiento venidero, aquellos mismos que vieron dolor y sufrimiento en el pueblo amado de Jonia, así como a todos los noxianos sacrificados en el camino al desorden provocado por Boram, mas ahora estaban listos para enfrentarse en una situación victoriosa, teniendo un heraldo de paz, el cual se acercaba más a un destino llamado Xan Irelia.
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Fin de Episodio 06
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