Era de noche y el castillo brillaba en todo su esplendor rodeado de pequeñas luces que representaban cada casa de aquella capital de ese país. Era una ciudad hermosa en su alrededores se había construido dos pequeñas represas para fomentar la pesca en ese país, estas a su vez le daban un toque mágico ya que en ellas se reflejaba la luz de las estrellas.
El rey de aquel país desde su balcón veía lo que había logrado y recordaba lo difícil que había sido al principio. De un momento a otro miro hacia la luna fantasma que a esas horas brillaba en el horizonte y recordó como una chica de aquel lugar lo salvo. Sonrió para si mismo ya que recordó que también ella había sido su primer amor y como ella aun después de el tiempo ocupaba una parte de su corazón. El había aceptado que ella no podía formar parte de su vida ya que pertenecía a otro planeta lo que lo llevo a tratar de sacarla de su mente y corazón.
Pero aun después de tantos años solía pensar en ella aun cuando actualmente tenia una prometida, que aunque no la amaba le tenia gran afecto. Era una chica de cabello ondulado negro y con ojos azules. Ella era una de las princesas de Chezario y era muy reservada por lo que su compromiso fue arreglado por su padre y no porque ellos se quisieran.
Aun sumido en sus pensamientos con su mirada fija en ese astro, alguien toco su hombro lo que hizo que el reaccionara.
Merle: Aun la recuerdas, verdad?
Van: A decir verdad Merle, tú y yo sabemos que hay recuerdos que nunca voy a sacar de mi corazón y ella es uno de ellos.
M: Sabes Amo Van, usted se debería casar con amor y no solo por compromiso. No niego que su prometida parece ser una buena chica pero un matrimonio arreglado no es algo que deseaba para usted.
V: Hay cosas que se deben hacer por deber y por el bien del reino. Por lo que no me molesta ese compromiso si es para ayudar a mejorar a nuestra nación Merle… además ella esta muy lejos y posiblemente haya encontrado a otra persona especial.
M: Tal vez tengas razón, pero recuerda que tú eras el único que pudo haber cambiado eso, tenías la forma para regresar por ella.
V: Lo se Merle pero fue lo mejor… eso supongo.
Entones el tomo el dije que traía colgado en su cuello, era el pendiente que años atrás Hitomi le había regalado. Para entonces Merle admiraba el paisaje cuando de entre el bosque vio caer un rayo de luz que se desapareció rápidamente, entonces recordó como antes había visto uno.
M: Amo Van vio eso?
V: De que hablas Merle, yo no veo nada.
M: Recuerda como se fue Hitomi, estoy segura que vi algo parecido por el bosque.
Entonces fue cuando Van noto como a través de su camisa el pendiente brillaba, se asombro pero lo primero que pensó es que tal vez ella estaba de regreso. Van le dijo a Merle que iría con algunos soldados a investigar y que por si acaso ella se encargara de que alguien arreglaba una habitación, por si era ella.
El salio con su caballo, junto a 2 soldados que lo escoltaba. Rumbo al bosque y recordó como ella con su dije le había enseñado a encontrar cosas así que lo tomo y empezó a recordarla para encontrarla. En su mente aparecieron imágenes de un lago y en la orilla una persona. Entonces recordó que en aquel bosque había un pequeño lago. Cabalgo junto a sus soldados y cuando llegaron el pudo ver como una joven de cabello largo estaba tirada en la orilla con la ropa húmeda. La cargo y aparto sus cabellos de su rostro para ver si era ella. Su asombro fue grande al ver como había cambiado con los años, era hermosa aun en esas condiciones. La cargo y la llevo junto con el en su caballo y se dirigió al palacio.
Era de mañana y en una habitación de aquel palacio una persona apenas daba muestras de su despertar mientras que a través de las ventanas entraban los rayos del sol y la suave brisa con el sonido de las aves del exterior.
Ella asustada miro el lugar donde despertaba y recordó como antes de desmayarse alguien la tomo de su mano al caer en el agua y la alzaba por los aires hasta la orilla. No vio quien era solo sintió un calor en su pecho que le hizo tranquilizarse hasta que perdió el conocimiento. Entonces reacciono ya que ella no conocía ese lugar. Se levanto de la cama y vio como en aquella habitación había un balcón. Camino hasta las puertas que le daban acceso a el y al abrirlas miro que estaba en un castillo y en el horizonte estaba la luna fantasma, entonces recordó que solo en Gaia se podía ver ese cielo. Aun sumida en su sorpresa no sintió como alguien entraba a la habitación y caminaba hasta ella. Entonces alguien le hablo…
M: Bienvenida Hitomi!
H: Eres tu Merle?
M: Tan diferente me vez, pues déjame decirte que la que realmente esta cambiada eres tu.
Hitomi no creía ya que era una mujer gato vestida elegantemente con su pelo largo. Entonces recordó como tiempo atrás conoció a Eria una mujer gato que era parte del ejército de Zaibach.
H: Te vez muy cambiada pero sin duda eres tu. (Ella le sonrió)
M: Ven siéntate y cuéntame como has estado y que te trae por aquí, pensé que no te volvería a ver.
H: Yo no se que paso, lo único que recuerdo es haber ido a caminar antes de llegar a mi casa a un parque cercano y luego caí en el agua…
M: Bueno como sea, me alegra que estés aquí. Aunque te veo un poco pensativa como si estuvieras triste, algo te pasa no es así?
Entonces Hitomi recordó la pérdida de esa persona especial y sin querer una lágrima recorrió su mejilla cosa que noto Merle.
M: Discúlpame si te hice recordar algo malo. Cambiemos de tema te parece?
Alo que Hitomi asintió con su cabeza.
H: No te preocupes Merle, el tiempo me hará sentir mejor. Pero cuéntame como han estado aquí, veo tan cambiada Fanelia que casi no la reconozco.
M: El amo Van se a esforzado por mejorar el reinado con un poco de la tecnología que dejo Folken antes de morir. Ha trabajado tan arduamente que nuestro reino es catalogado como entre los 3 más fuertes de toda Gaia. Por cierto el Amo Van me dejo a tu cuidado. El no podrá venirte a saludar, el se encuentra en su reunión diaria con el consejo y te mando decir que esta a disposición todo lo que tu quieras. Talvez hasta la cena lo puedas ver.
H: Gracias Merle, pero por ahora solo quisiera bañarme y salir a conocer la ciudad ya que antes no tuve el privilegio de conocerla.
Merle quedo con ella de que al terminar de arreglarse bajara al jardín interior del castillo y que la buscara en la fuente ya que ahí la esperaría.
Hitomi se dispuso a bañarse y al terminar miro dentro del armario de su habitación. En su interior había vestidos como el que años atrás Milerna portaba lo que la hizo recordarla a ella, a Alen y a Driden. Tomo un vestido blanco con bordados de hojas en la falda y sin mangas. Vio que también traía como juego unos pequeños guantes que le cubrían solo las manos y tomo un sombrero de paja ya que afuera hacia mucho sol. Camino a través de los pasillos y noto como el castillo había cambiado. Su diseño era diferente al anterior ya que tenia grandes columnas de mármol y pisos de madera pulida. Bajo unas escaleras y noto como unos grandes ventanales estaban alrededor de lo que Merle le había dicho que era el jardín interior. Camino hasta una puerta que daba acceso al interior y camino a través de un pequeño camino empedrado que llevaba al centro del jardín donde se encontraba Merle sentada en la orilla de la fuente.
H: Que hermoso es este lugar Merle!
M: Es un lugar donde suelo venir, es muy tranquilo verdad?
H: Si así es.
Ambas sonrieron y Merle le dijo que se veía muy bien además le dijo que tomarían una carreta en las puertas del palacio que las llevaría al centro comercial de Fanelia. En el viaje Merle le contaba de las aventuras que había vivido después de que ella se marchara. Las ocurrencias de Merle la hacían sonreír frecuentemente y es lo que precisamente Merle quería. Ayudar a su amiga a olvidar la tristeza que reflejaba en su mirada ya que ella sabia que normalmente Hitomi no era así. Mientras que caminaban por los puestos del Mercado principal Merle vio que estaban cerca del lugar donde frecuentaba a ir para que le hicieran sus vestidos.
M: Vamos con la modista, de seguro encontraremos algo que te guste.
H: Pero no tengo dinero Merle. Además no se cuanto tiempo me quedare en gaia.
M: Vamos Hitomi, sea el tiempo que sea espero que te quieras quedar mas de un día.
Hitomi sonrió entendiendo que Merle quería que se quedara un tiempo y acepto entrar. Era un local grande con vestidos hechos a la medida se podía ver. Había telas diferentes en el interior del lugar y una señora con lentes y baja estatura las recibía.
Mujer: Bienvenidas, buenas tardes señorita Merle, venias por tu vestido verdad?
Merle: Así es Madame Saime.
MS: Temo decirte que aun me faltan unos detalles pero me han llegado telas muy hermosas. Vienen del reino de Freid. Pasen a verlas y si quieren alguna para algún vestido solo díganme y yo les muestro los nuevos diseños que tengo para ver si la tela que escogieron le queda al modelo.
Ellas entraron y Hitomi vio que las telas eran parecidas a la seda por su suavidad pero eran un poco más gruesas. Merle le señalo una tela plateada y le dijo que esa seria perfecta para un vestido de noche. Entonces recordó que dentro de un mes habría un evento en Palas para celebrar el aniversario de la paz que en Gaia reinaba después de aquella guerra. Animo a Hitomi y ella acepto ya que Merle la convenció de quedarse tan solo un mes y medio para que celebraran juntas aquellas fechas.
Cansadas de caminar, regresaron a la carreta que las regresaría al palacio ya que era demasiado tarde y tenían que llegar a la hora de la cena.
Ambas entraron sonriendo y platicando al palacio además con las manos ocupadas ya que no solo Merle la había convencido de mandarse hacer un vestido si no que compraron desde prendedores, sobreros y una que otra prenda de ropa que vendían hecha. No notaron como un joven de ojos rojos oscuros las miraba con ternura y su vista se perdió al notar lo bella que lucia hitomi con su cabello a medio recoger. Parecía un ángel. Fue entonces que se acerco a el otro caballero que no era otro que su general y primo político de parte de su padre su nombre era Gerard. Este lo saco de sus pensamientos cuando le hablo.
G: Pero que hermosa vista.
V: Hacia mucho que no la veía Gerard.
G: Me imagino que removió algún sentimiento dormido no es así?
V: Nunca pensé que con solo verla volvería a sentirme como hace años atrás.
G: Como no hacerlo, es hermosa. Espero que esta vez aproveches su llegada y reconsideres tu situación.
V: Tu y Merle se empeñan con lo mismo acerca de mi compromiso pero yo siento que es lo mejor, además no sabemos por que esta aquí. Tal vez se ira de nuevo y tenga alguien que la espera.
G: No imagines cosas primo. Deberías darte una oportunidad con ella.
Van le sonrió y ambos bajaron las escaleras y caminaron hasta ellas. Merle noto cuando Van se acercaba junto a su primo y ambos sonreían. Pero Hitomi no lo noto ya que les daba la espalda. Hasta que Van hablo ella volteo.
V: Bienvenidas, pensé que nunca llegarían. Como veo les fue bien en sus compras.
H: Buenas noches su majestad Van. (E hizo una reverencia)
V: Conmigo Hitomi hay confianza así que no es necesaria esta formalidad (le sonrió)
H: Esta bien Van. Gracias por recibirme en tu palacio.
V: No es ninguna molestia Hitomi. Mejor cuéntame como te ha ido, pero primero pasemos al comedor ahí platicaremos mejor.
M: Maestro Van creo que se olvida de algo…
V: Perdona Gerard. Te presento a mi primo Gerard. El es el general en jefe de mis tropas.
H: Mucho gusto.
G: El gusto es mío (tomo su mano y la beso)
Van noto la mirada de su primo y aunque le molesto fue sacado de sus pensamientos por uno de sus sirvientes que les avisaba que la cena estaba servida.
Todos se dirigieron al comedor donde los platillos en la mesa estaban servidos. Van se sentaba al centro de la mesa y a los lados estaban Merle y Hitomi. Gerard aun lado de Merle.
Van: Espero que te guste lo que hay de cenar, he mandado traer un vino que hacemos aquí en Fanelia de una fruta de la región espero que te guste.
M: El maestro Van aun no olvida la vez que tomaste demás en el palacio de Paras.
H: Que pena, pensé que ese suceso nadie lo recordaba. (Se sonrojo)
G: Mi primo es muy observador señorita Hitomi, aunque a veces no lo parezca.
M: Ya que hablamos de observaciones no se supone que regresarías hasta mañana de las montañas del norte. Te mandaron a investigar no es así?
G: Solo fue un pequeño incidente, pero tú sabes que siempre hay que ir a verificar las notificaciones pero como un incidente aislado no fue necesario quedarme en ese lugar.
M: Entonces el templo se encuentra bien, no es así?
G: Claro. Solo se alarmaron.
La velada transcurrió tranquila ya que platicaban de Fanelia y del pasado pero entonces antes de terminar Van le pregunto a Hitomi que había pasado con ella en todo el tiempo que no se habían visto. Ella les contó que ella había terminado sus estudios de enfermería y trabajaba en un hospital o unidad medica. De momento se detuvo su voz ya que recordó lo que últimamente había pasado. Sin querer denuevo una lagrima se desprendió de sus ojos y ella pidió disculpas para retirándose del lugar dejando extrañados a todos menos a Merle.
V: Creo que no debí preguntar.
M: No te culpes maestro Van. Yo debí decirle que no preguntara nada. En la mañana cuando la fui a ver paso algo parecido cuando le pregunte de su vida. Algo paso antes de venir aquí estoy segura. Le duele mucho y si no le hablo su mirada se llena de tristeza. A lo largo del día e tratado de hacerla sonreír, aunque lo he logrado se que en su interior guarda algo doloroso. Ella me dijo que con el tiempo lo iba a superar. Solo nos queda ayudarla maestro Van.
V: No sabes por que vino Merle?
M: Ella misma no sabe por que esta aquí amo Van, pero me ha prometido al menos tratar de quedarse mas de un mes aquí y eso es reconfortante, no amo Van?
El asintió con la cabeza. Después todos se despidieron y se retiraron a sus habitaciones. Van iba callado camino a su habitación justo cuando estuvo a punto de abrir su puerta de su recamara pudo oír un sollozo en la puerta contigua y recordó que era la habitación que Merle le había escogido a ella. Se acerco un poco y estuvo a punto de tocar a la puerta pero creyó oportuno dejarla sola para que se desahogara.
