La Sala del Trono del Rey Helltor en cosa de nada se había vuelto un desastre absoluto después de que estallara la batalla entre sus fuerzas y las de Hordak (Quienes en un punto de la lucha dejaron la sala mientras se daban hasta con la proverbial silla), al punto de que el único sitio medio calmado era en donde se encontraban suspendidos Battle-Bird y Me-Log, pues todo lo demás era ahora un pandemónium en el que He-Ro casi era golpeado por algún haz de energía o hechizo en múltiples ocasiones mientras seguía tratando de liberarse.
He-Ro había tratado inicialmente de convertirse en una sombra viviente para liberarse, pero el Havok no se lo permitió, pero lo raro es que si podía manipular las sombras a su alrededor para usarlas como una extensión sólida de si mismo.
— ¡Vamos, cede de una maldita vez! —Gritaba He-Ro tratando de usar su magia para romper las cadenas sin mucho éxito solo para ser interrumpido por una explosión a sus espaldas—. ¡Van a terminar haciendo este lugar colapse a este ritmo!
Y no era para menos esa afirmación, pues segundos después Grizzlor se subió sobre Hegemon y empezó a jalarlo de su cabeza para que chocará contra los muros más cercanos, haciendo que se agrietaran, lo que hizo que He-Ro temiera que el techo empezará a derrumbarse y aplastará a sus amigos.
— ¡Rompete de una vez, maldita sea! —Grito He-Ro infructuosamente para percatarse de que Leech y Mosquitor lograban absorber el Havok a su alrededor para fortalecerse y así poder luchar mejor contra Enkelad—. Perfecto.
Entonces He-Ro le empezó a hacer gestos obscenos a Enkelad para con suerte provocarlo y que cargada contra el, cosa que ocurrió, pues Enkelad tiene un mecha tan corta que estallaba en furia por la menor nimiedad.
— ¿¡Adónde vas, infeliz!? —Demando saber Leech.
— ¡No creas que te liberaras de nosotros! —Exclamo Mosquitor.
«Bien, ahora debo deshacerme de ese grandulón, y ya se como», pensó He-Ro viendo venir a Enkelad.
Lo que hizo para deshacerse de él fue colocar su sombra justo en medio de los dos para que está lo absorbiera, cosa que logro en su mayor parte, pues su cabeza y manos siguieron afuera, permitiéndole agarrarse del borde y no ser absorbido. Sin embargo esto no le importo a He-Ro, pues logro lo que quiso al ver cómo Mosquitor y Leech no pudieron detenerse a tiempo debido a la inercia y fueron rápidamente atrapados por la sombra de He-Ro, quien rápidamente coloco su probóscide y manos respectivamente sobre las cadenas de Havok, y como estos tenían sus poderes activados al tratar de usarlos contra Enkelad, el Havok fue absorbido y He-Ro se libero.
— ¡Muchas gracias, si no hubieran sido los tres tan tontos nunca me abría liberado! Ahora, ¿En dónde estará mi espada? —Se preguntaba He-Ro hasta que al fin la vio suspendida entre cadenas de Havok a la entrada de la sala—. ¡Perfecto! y tengo justo lo necesario para liberarla.
Entonces agarro a Leech y Mosquitor, y de un salto ya se encontraba donde la Espada del Poder, y procedió a usar a los dos Hordeanos para liberarla, luego los arrojó al piso y volvió a saltar, esta vez a donde se encontraban sus amigos. Pero justo cuando iba a alcanzarlos, He-Ro fue derribado por Sultra, cayendo al suelo y provocando un crater al impactar.
— No creas que te va salir todo a pedir de boca, pues no estás lidiando con una idiota al pelear contra mi —Aseguro Sultra sosteniendo su arma frente a He-Ro.
— ¿Una aspiradora? ¿¡En serio tu arma es una aspiradora!? no sé si reír o llorar —Expreso He-Ro.
— Créeme, al final va a ser lo último, pero por razones distintas —Dijo Sultra mientras a la "Boca" de su aspiradora le salieron dientes y una lengua y empezó a absorber todo a su alrededor y a triturarlo.
La fuerza de absorción era tal que incluso He-Ro empezó a ser jalado hacia esa cosa, solo medio evitandolo al atravesar el suelo con su espada y así poder agarrarse de algo, e incluso entonces solo fue por un corto periodo de tiempo y finalmente cedió.
En ese momento Sultra detuvo la absorción, pues matar a He-Ro no era algo que su nuevo señor le perdonaría, en cambio trato de atraparlo en su sombra. Sin embargo justo cuando estaba a punto de hacer eso fue golpeada por un rayo de energía que la mando directo a la pared, cortesía de Clitio.
— ¡No permitiré que le roben su oportunidad al Rey Helltor de…
— Idiota —Dijo Despara tras dispararle desde atrás luego de que Clitio le diera la espalda para atacar a Sultra—. Ahora con el fuera del camino tan solo tengo que encargarme de ti.
— No tenemos que hacer esto, no tienes porque seguir a ese miserable de Hordak —Le dijo He-Ro.
— ¡Cállate, esquive una bala aquella vez cuando fue misericordiosa contigo, no tendré otra oportunidad! —Exclamo Despara.
— ¡Por eso mismo no vale la pena seguirlo, ningún líder que mate a sus hombres es digno de ser seguido! —Intentaba hacerle ver.
— ¡Basta de tanto parloteo, no tengo tiempo de escuchar tus tonterías, vendrás conmigo lo quieras o no! —Exclamo Despara lanzándose contra He-Ro.
— ¡No puedes ganar y lo sabes! —Le hacia ver He-Ro mientras se ponía en posición defensiva.
Aunque Despara era consciente de eso no podía echarse atrás, no con Hordak en el mismo sitio, no dejándole otra alternativa a He-Ro que tener que bloquear sus ataques teniendo cuidado de no hacerle daño.
— ¿De que te servirá lograr esto si al primer fracaso que sufras después terminarás como un puñado de cenizas en el suelo? —Preguntaba He-Ro desviando los tajos de Despara.
— ¡Me servirá para mostrar mi valía ante el y asegurar mi lugar como su heredera! —Contesto Despara.
— ¿Realmente crees esa estupidez? con lo que ha descubierto de mi no hay forma en que planee tener un heredero, intentará volverse un dios y rehacer la realidad a su imagen y semejanza, ustedes no son más que peones desechables en su cruzada egoísta —Afirmo He-Ro.
Por un breve instante Despara pareció dudar, pero antes de que ese pensamiento se afianzará en su cerebro fueron interrumpidos por los disparos del Coronel Blast, quien había aprovechado la distracción de He-Ro para dispararle, y ya que como éste estaba cien por ciento centrado en Despara su fuerza no pudo readaptarse para el Coronel Blast y fue lastimado por los láseres.
— ¡¿Como te atreves a intentar robarte mi victoria?! —Demando saber.
— Vi una oportunidad y la aproveché, lidia con eso luego —Contesto el Coronel Blast con una sonrisa petulante.
— ¡No estorbes, bastardo! —Exclamo He-Ro disparándole con un haz de energía de su espada con lo mando a estrellarse contra una pared gravemente herido—. Maldito infeliz.
Intentando aprovechar su distracción, Despara se arrojó sobre He-Ro e intento darle dos tajos en el abdomen. Énfasis en "Intentar", pues He-Ro se dio cuenta a tiempo y detuvo las espadas de Despara con sus brazaletes mientras que con su espada formaba un campo de fuerza para separarlos del resto de la lucha.
— ¡No ganarás nada con esto, para el eres completamente desechable! —Le grito He-Ro.
— ¡Tu no sabes nada de…
— ¡Se más que tú! para Hordak eres tan desechable y reemplazable como un Horde Trooper genérico, en cuanto le hartes te desechará y reemplazará con otra Despara —Afirmaba He-Ro.
— ¿Otra Despara? ¿Que tonterías estás diciendo? —Quería saber Despara.
— Estoy diciendo la verdad, para ese infeliz eres un producto de fábrica hecho en masa, pues aún tiene que poseer la sangre de She-Ra mediante la cual fuiste creada mediante clonación —Le reveló He-Ro.
— ¿De que te fumaste? —Pregunto Despara alzando una ceja.
— Se que parece descabellado lo que estoy diciendo, pero no estoy mintiendo, y si no me crees, revisa los laboratorios de Modulok, la probabilidad de que hayan otras como tú en tubos de ensayo es altísima —Afirmo He-Ro.
— Hablas como su lo hubieras presenciado con tus propios ojos —Dijo Despara.
— No lo hice, pero Faker si, y el se lo contó a su "Hijo", quien me lo contó a mi durante un interrogatorio —Aseguro He-Ro.
— ¡Solo dices tonterías! ¿Y quien es esa She-Ra de todos modos? —Demandaba saber Despara.
— La hermana gemela del Rey Adam, la heroína de Etheria, y la mujer que técnicamente sería nuestra progenitora —Contesto amargamente.
— ¿Que te hizo para que te pongas así al hablar de ella? —Pregunto Despara extrañada.
— Más bien es por lo que no hizo —Respondió He-Ro.
En ese mismo instante el piso bajo ellos cedió y los dos cayeron hasta terminar en lo que parecía una sala de algún tipo de ritual.
Durante la caída He-Ro tomo entre sus brazos a Despara y uso su propio cuerpo para amortiguar el impacto. Y una vez está termino y dejó un gran cráter en el suelo pudieron ver qué está fue provocada por la lucha entre Hordak y Helltor, quienes al desviar sus respectivos ataques empezaban a destrozar todo haciendo que la totalidad de la sala de arriba colapsara, provocando que todos lo que se encontraban arriba también cayeran a la vez.
— ¡Muerete de una maldita vez, infeliz! —Exclamo Hordak agarrando al Rey Helltor de la cabeza y disparándole en el pecho a quemarropa arrojandolo cinco metros lejos de el—. Vaya, que oportuno que estuvieras entre los caídos, así me ahorra el tener que volver a subir.
Pero entonces fue enrollado por cadenas de Havok del Rey Helltor.
— ¡El me pertenece, miserable! —Entonces lo jalo y lo hizo volar por los aires hasta estrellarse contra una pared—. ¡Si alguien reclamará su poder he de ser yo!
En el preciso instante en el que el Rey Helltor cometió el error de darle la espalda a He-Ro para gritarle a Hordak, el primero aprovecho para dispararle por la espalda con un rayo de la Espada del Poder, y como Helltor estaba mal herido a causa de Hordak, el disparo si llego a provocar daño significativo.
— Idiota —Expreso He-Ro.
— ¿Que les pasa a estos imbéciles con darle la espalda a sus enemigos? —Quería saber Despara.
— Ha saber, pero mejor para nosotros —Respondió He-Ro.
— Eso no lo discuto —Dijo Despara.
— ¡¿Cómo se atreven a dispararle a su Majestad por la espalda?! —Exclamo Enkelad levantándose adolorido tras todo lo que le pasó.
— Con que has venido por más ¿Eh? muy bien, si tanto te gusta ser humillado cumpliré tus deseos —Expreso He-Ro haciendo tronar sus nudillos y su cuello.
— ¡El no es el único que desea tu cabeza! —Exclamo Alfo.
— ¡Y conmigo son tres! —Exclamo León.
— ¡Que sean cuatro! —Exclamo Hegemon.
— Seee, va a ser que no —Dijo He-Ro transformándose en una sombra y llevándose consigo a Despara al piso superior.
— ¡No dejen que escape! —Grito Hegemon tratando de agarrarlo en pleno vuelo.
Más sin embargo no fue capaz de agarrarlo gracias a los reflejos de He-Ro, entonces León intento tener más suerte escalando a Hegemon y saltando desde la mano con la que intento atraparlo, intentarlo darle un fuerte zarpazo que lo hiciera chocar contra el piso, más no consiguió ni rozarle cuando un disparo de un Hordeano le dio justo en el pecho, haciéndolo caer.
Su condición de usuario del Havok fue lo que evitó que muriera horriblemente tras recibir el disparo, pudiendo ver perfectamente quien había sido el culpable, siendo nada más que el Capitán clon de Horde Prime con el que He-Man se había topado una vez, solo que ahora se había rasurado los bordes de su cabeza y había arreglado el resto de su cabello en rastas que tenía recogidas en una cola de caballo, además de haberlo teñido de rojo carmesí.
— ¡Pagarás por lo que hiciste! —Exclamo León.
— Suerte intentándolo —Dijo el capitán viendo como sus compañeros se levantaban listo para una segunda ronda—, la vas a necesitar.
En cuanto a nuestro héroe, el por fin logro llegar donde sus amigos, a los cuales libero y se los llevó a una zona no colapsada en donde ver tranquilamente si no les habían hecho algo malo.
— ¡Sueltame de una vez! ¡No te di permiso de sacarme de ahí! —Exclamo Despara safandose de He-Ro tras aterrizar en una bóveda.
— ¿Y dejarte en medio de ese caos? ni loco haría eso —Expresaba He-Ro mientras oía como la batalla entre los Legionarios y los Hordeanos de abajo se reanudaba—. Ahora, si me disculpas, tengo que ver cómo están mis amigos.
Tras una breve inspección en las zonas que habían sido presionadas por las cadenas y ver que no había heridas duraderas, He-Ro procedió a intentar despertarlos, empezando con Battle-Bird para así poder escapar lo más rápido posible de ahí.
— ¿Que mierda fue lo que nos pasó? —Preguntaba Battle-Bird haciendo el esfuerzo de levantarse.
— Es una larga historia, te la contaré luego cuando estemos a salvo, ahora ayudame debo despertar a Me-Log —Respondió He-Ro.
Entonces, para sorpresa de Despara, He-Ro se destransformo y agarro amablemente el cuerpo inconsciente de Me-Log para acercarlo gentilmente hacia el, con sus rostros muy cerca el uno del otro. Despara no pudo evitar notar como se veía la escena y se empezó a sonrojar por lo que pensaba que iba a pasar, solo para que segundos después Dare rompiera su ilusión al sacudir a Me-Log como una maraca hasta que despertó.
— ¿¡Que diablos está pasando!? —Quería saber una desorientada Me-Log mientras sentía como todo le daba vuelta.
— ¡Me alegro que eso funcionada! —Exclamo Dare chocando sus manos de forma ascendente y descendente para quitarse el polvo.
— Eso no termino como esperaba —Se sincero Despara.
— ¿Como creías que iba a terminar? —Quería saber Dare.
— Pues parecía que la ibas a besar —Contesto Despara apenada y sonrojada.
— ¡¿Que?! ¡No! ¡Por los Antiguos, claro que no! ella es mi amiga, yo nunca la besaría —Afirmo Dare.
— ¡Cierto, tal cosa está totalmente fuera de la mesa! —Exclamo Me-Log al fin recuperada.
— ¿Pero y lo que pasó en la nave del Game Master? —Les preguntaba Battle-Bird con mirada picarona.
— ¡Hey! no confundas respiración boca a boca con un beso —Dijeron ambos al unísono.
— ¿Entonces por qué te destransformaste para eso? —Quería saber Despara.
— Tenía miedo de que si la sacudía con toda mi fuerza como He-Ro la acabase lastimando de alguna forma, es mejor prevenir que curar —Explico Dare alzando su espada nuevamente y clamando—. ¡¡¡¡POR EL PODER DE GRAYSKULL!!!! ¡¡¡¡YA TENGO El PODER!!!!
— Como si te fuera a ser tan fácil lastimarme —Decía Me-Log subiendo a lomos de Battle-Bird—. ¿Y que hacemos con esta?
— ¿Hacer conmigo? ¡Nada, me regreso a la batalla ahora mismo! —Expreso Despara.
— Siiiii, lo siento, pero no lo creo —Dijo He-Ro atrapandola con su oscuridad e inmovilizandola—. Tienes que ver la verdad de tu origen y no pienso aceptar un no por respuesta.
— ¡Juro por Horokoth que te haré sufrir lo indecible! —Exclamo Despara mientras era cargada por He-Ro.
— Si, si, pero luego de ver el recuerdo… será mejor que nos vayamos ahora mismo —Dijo He-Ro tras oír como Hordak y el Rey Helltor se estaban acercando a donde estaban ellos mientras seguían luchando entre sí.
Rápidamente He-Ro se subió en Battle-Bird, quien no perdió ni un segundo más de tiempo y alzó el vuelo lo más rápido que pudo, justo a tiempo para esquivar un rayo de energía disparado por Hordak que atravesó el suelo justo debajo de donde estaban ellos.
— ¡Largemonos de aquí ahora! —Exclamo He-Ro viendo a Hordak a los ojos.
Justo cuando Hordak estaba a punto de abrir fuego contra ellos, un haz de energía Havok lo golpeó a último segundo, haciendo que fallara el tiro y dándole la oportunidad a los Amos del Universo de iniciar su huida. Entonces el Rey Helltor se abalanzó sobre el y lo encadenó al suelo con Havok para luego saltar al piso superior y empezar a perseguir a nuestros héroes.
Pero Hordak no se permitiría quedarse atrás, por lo que se convirtió en un compacto y delgado misil que pudo pasar a través de las cadenas y así liberarse, aprovechando su actual forma para perseguir al resto.
— ¡Nos está pisando los talones, a este ritmo nos alcanzará en breve! —Exclamaba Me-Log viendo a Helltor acercándose a ellos en la forma de un horrible espectro de humo verde.
— ¡Disparale! —Exclamo He-Ro.
— ¡¿Con que?! ¡No tengo mi arco! —Le hizo ver Me-Log.
— ¡Con esto! —Respondió He-Ro creando un arco y un carcaj con flechas de sombras—. ¡No le hará ningún daño, pero puedes usarlo para crear pantallas de humo y despistarlo!
— ¡Entendido! —Expreso Me-Log recibiendo las armas—. ¡Espero que te guste el sabor del humo, engendro esquelético!
Tras decir eso disparo cinco flechas en rápida sucesión que bloquearon la visibilidad del Rey Helltor, dándole a He-Ro unos preciosos segundos para convertir a todos en una sombra tan fina que era casi imperceptible, permitiéndole pasar desapercibido al Rey Helltor una vez este atravesó el humo.
— ¡Ilusos! si creen que pueden perderme son increíblemente ingenuos —Decía Helltor empezando a dibujar un círculo de Havok en el aire y formar con este un espejo—. Muéstrame en donde se están escondiendo.
«¡Mierda!», pensaron He-Ro y Me-Log al oír al Rey Helltor empezar a reír suavemente.
— Parece que la suerte les ha abandonado —Dijo el Rey Helltor extendiendo su mano para atraer a los Amos del Universo.
Lamentablemente para Helltor, la suerte seguía del lado de los Amos, pues justo en ese instante apareció Hordak, quien volvió a tomar su forma Hurk (Excepto sus piernas que en cambio eran propulsores) y abrió fuego contra el, dándole la oportunidad a nuestros héroes de escapar y poner toda la distancia entre ellos.
— ¡Maldito idiota, por tu culpa se están escapando! —Exclamo el Rey Helltor.
Hordak tan solo esbozo una sonrisa y sin mediar más palabras reanudó su lucha contra Helltor.
— Tengo miedo de lo que pueda significar esa sonrisa —Susurro Me-Log.
— Luego nos preocupamos de eso, ahora centremonos en escapar —Dijo He-Ro.
Un par de kilómetros alejados después y He-Ro finalmente los devolvió a todos a su estado normal, confiando en que había perdido a sus perseguidores, cosa que si habían logrado, pues perfectamente podían ver los destellos de luz de sus ataques a la distancia.
— ¡Está mierda ya se está haciendo rutina! ¿Cuantas veces más seré capturado por alguien? —Se preguntaba hastiado.
— Con suerte se matan mutuamente y te libras de ese problema —Dijo Battle-Bird.
— Lo dudo, puede que solo sea cinismo, pero realmente creo que ninguno de ellos morirá —Afirmo Me-Log.
— Estás empezando a sonar como Lyra —Le hizo ver He-Ro.
— ¡Cállate! —Exclamo Me-Log haciendo que He-Ro se empezará a reír.
Afortunadamente para ellos, el resto del viaje fue sin incidentes, logrando huir exitosamente mientras Hordak y el Rey Helltor prácticamente remodelaban el paisaje detrás de ellos con cada ataque que se lanzaban.
— Así que… ¿Que piensas hacer con esta tipa una vez le muestres esos recuerdos? —Preguntaba Me-Log sosteniendo a una amordazada Despara que se retorcía violentamente para tratar de liberarse en vano.
— Con suerte entrará en razón cuando lo vea y pasará el mismo caso que con Malkyn.
—Espero que ese sea el caso —Deseaba Me-Log—. Ojalá no sea tan tardado volver a Ciudad Grayskull.
Dos Horas Después.
— Seré honesta, no esperaba llegar tan tarde aquí —Admitió Me-Log una vez llegaron a su destino.
— Recuerda que no estoy a mi cien luego de lo que nos pasó, y que además estoy cargando a tres personas, agradece que no tardará más —Le hizo ver Battle-Bird.
— Tiene razón —Le secundó He-Ro.
— Si, lo siento, olvide eso completamente —Dijo Me-Log frotando su nuca y con la cabeza baja.
— En fin, eso da igual, por fin volvimos, finalmente podremos descansar —Dijo He-Ro haciendo que Battle-Bird se dirigiera a un helipuerto en el Palacio Real.
Ahí los estaban esperando Adam y Teela preocupados. Una vez ellos aterrizaron y se destransformaron, los Reyes de Eternia corrieron para verlos.
— ¡Como ese desgraciado te haya puesto una mano encima juro por la Diosa que lo destripo como a un pez! —Juro Teela mientras buscaba heridas en Dare.
— ¡Cuenta conmigo en eso! —Le dijo Adam—. ¿Pero de puede saber cómo lograron escapar?
— No lo vas a creer, pero fue gracias a Hordak, el invadió la base del Rey Helltor para reclamarme y aprovechamos el caos para escapar —Explico Dare. ¿Pero como es que ustedes saben lo nos pasó?
— Fue gracias a mi —Le dijo la Hechicera—. Tan pronto los capturaron les avise de aquello, sin embargo no pudimos armar un equipo de rescate como antes porque el Havok bloqueó mi visión y no sabíamos en donde se encontraba la guarida de Helltor, fue solo cuando escaparon cuando pude volver a saber de ustedes, y para ese punto no tenía sentido armar un equipo de rescate.
— Entiendo, menos mal que apareció Hordak, y sabrán los Antiguos que me hubiera hecho ese infeliz —Dijo Dare bloqueando los recuerdos de la revelación de la verdadera identidad de Zoar del escrutinio de la Hechicera.
— Me alegro tanto que estén bien —Dijo Adam abrazándolo junto a Teela—, no quisiera saber que nos hubiera pasado sin ti.
— Yo igual —Dijo Dare devolviendo el abrazo.
— Una pregunta más, ¿Quien es la chica que está sosteniendo Me-Log? —Preguntaba Teela apuntando a Despara.
— ¡Guau! me sorprende que hasta ahora se hayan dado cuenta —Expreso Me-Log mientras forcejeaba con Despara.
— Esa es una larga historia, será mejor ponerse cómodos para ella —Contesto Dare.
Una Historia Larga Después.
— Un clon de mi hermana, ¡Lo que faltaba por escuchar! a este paso no me sorprendería de ver una contraparte multiversal malvada de mi —Expreso Adam luego de oír todo lo que Dare tuvo para decir.
— No tientes al destino, cuanto antes lo digas más posible se vuelve —Le aviso Teela.
— Si, tienes razón —Reconoció Adam cruzándose de brazos—. ¿Y que planeas hacer con ella?
— Pienso mostrarle el recuerdo en el que veo a Hordak conseguir la muestra de sangre de Adora con la que la creo, así verá que digo la verdad —Explico Dare.
— ¿Y que harás si aún después de ver eso sigue siendo leal a Hordak? —Le pregunto Teela.
— Se que ver eso la hará entrar en razón, ella no es como el resto de los Hordeanos, aún hay esperanza para ella —Afirmaba Dare.
— Ojalá tengas razón en eso, Dare —Esperaba Adam—, en tal caso sera mejor llamar a Malkyn para que preparé el hechizo.
— Antes de que él llegue me gustaría saber algo —Dijo Dare viendo salir al sirviente que traería a Malkyn.
— Adelante, ¿Que quieres saber?
— ¿Por que no le dijiste a Adora que estaban relacionados? —Quería saber Dare—. También quiero saber qué se dijeron mientras yo estaba afuera.
— Ah, eso, es fácil de explicar, te contaré todo lo que pasó en lo que llega Malkyn, con suerte termino antes de que llegue —Contesto Adam mientras una Despara atada a una silla los miraba preguntándose si era verdad todo lo que decían.
«Como llegue a ser verdad, yo… no se voy a hacer», pensaba Despara mientras Adam empezaba a contar lo sucedido, «Por Horokoth, que sea mentira todo».
