CAPÍTULO XI
DE OLVIDOS Y ESPERAS
El cobrizo atardecer llego y el perfumado viento movía las ramas de los frondosos arboles que cercaban la acogedora residencia.
Y mientras la peliverde se ocupaba de la pequeña Hotaru, Haruka y Michiru aprovechaban el buen clima para dar un paseo y juntos conocer un poco de los alrededores.
"¿Te gusta?", cuestiono la aguamarina, luego suspiro ante esa bien merecida paz y recargo la cabeza en el hombro de la alta mujer.
Demasiado, además hay mucho espacio como para correr y entrenar", expreso al mismo tiempo que llenaba sus pulmones con aquel aire tan puro.
"Es verdad. Solo procura no perderte", dijo su amada y luego rió un poco.
"¡Oye!", fingiendo molestia la alta rubia frunció el entrecejo.
"Solo es una recomendación, mi amor"
"Es cierto, que tonto pensar que lo decías por algo en especial", con tono juguetón Tenoh sonrió.
"Por supuesto que no", contesto la violinista y luego volvió a reír. "Perdón, es que recordé algo muy gracioso"
"Puedo imaginarlo"
"¿No me vas a preguntar qué?"
Sabiendo a que se refería, Haruka se encogió de hombros y negó con la cabeza. "¡Vamos, Michiru, además fue culpa de ustedes", en su defensa exclamo.
"Debí ser mas especifica, ¿Verdad?"
"Demasiado más especifica", replico la alta mujer mientras recordaba lo sucedido hacía varias tardes.
-Flashback-
Alejadas de las terribles preocupaciones de los días pasados, la peliverde y la aguamarina en compañía de la pequeña Hotaru pasaban la tarde en aquel centro comercial, al que habían ido no solo para distraerse y olvidarse de los problemas que alguna vez las aquejaron, sino también para realizar sus compras antes de retirarse a su nuevo hogar.
Por su parte Haruka estaba en uno de sus entrenamientos, y es que en un par de meses tendría que asistir a una competencia que se llevaría a cabo en el extranjero.
Así que haciendo una pausa y deseando descansar un poco, ambas se detuvieron y se sentaron un momento para disfrutar de sus helados.
"Pensé que Haruka vendría con nosotras"
"Esta en las pistas, pronto tendrá una competencia muy importante", replico la violinista. "Pero quedamos en que cuando su entrenamiento termine, ella vendrá por nosotros para llevarnos al departamento", agrego y luego a su frió postre le dio un mordisco.
"Entiendo... lo siento, bebé. Pero el helado es algo que aún no puedes comer", dijo Setsuna al ver que la pequeña estaba bastante interesada en el. "Cuando seas mayor entonces podrás comer todo el que tú quieras"
Mientras tanto el entrenamiento de la rubia ya había concluido.
"Bastante bien, Tenoh. Has mejorado tus tiempos", satisfecho el entrenador expreso. "De seguir así esa competencia estará en tus manos"
"Lo sé", lejos de mostrar modestia expreso siendo consentiste de que su rendimiento había mejorado gracias a que habían logrado vencer al enemigo, y es que en días pasados esa había sido su principal preocupación, restandole mucha de su concentración.
"Puedes irte a casa, nos vemos mañana"
"De acuerdo", dijo y entonces tomo camino hacia las duchas para asearse. "No, no puedo subirme al auto con este olor a gasolina. De lo contrario Michiru se enfadara"
Y fue así que tardando poco en su aseo y esperando no haberse retrasado demasiado, tomo su teléfono celular y luego de buscar el numero que le correspondía a su amada, inicio la llamada.
"Hola", escucho decir desde el otro lado.
"¿Aún están en el centro comercial?", fue la pregunta obligada.
"Si, estamos comiendo helado", contesto la violinista.
"Bien, voy para allá. Las espero en el estacionamiento, en el punto en el que nos despedimos"
"De acuerdo. Te amo"
"Y yo a ti", agregando concluyo la llamada.
Deseando no perder más tiempo Haruka subió a su auto y encendiéndolo, inicio el recorrido desde ese punto hasta el centro comercial, donde hacía varias horas había dejando a ambas mujeres y a la niña.
Por su parte la aguamarina y Setsuna continuaban su interesante conversación.
"¿No olvidas nada?", cuestiono la aguamarina.
"No, realice todas mis compras", contesto la peliverde.
"Bien, Haruka ya viene por nosotros y nos estará esperando en el estacionamiento. Solo espero que esta vez si se haya duchado", expreso al recordar que la ultima vez que no lo hizo, el auto se impregno con el aroma de la gasolina, el cual duro varios días.
"Entonces será mejor que vayamos"
Fue así que alejadas de cualquier preocupación y habiéndose olvidado de un dato muy importante, las dos mujeres y la niña se dirigieron al punto indicado.
Mientras tanto Haruka agradecía que a esa hora no hubiera tanto trafico como era costumbre.
Luego de un par de calles más arribo y apagando el motor, tomo los documentos que más temprano le habían entregado y que contenían su interesante itinerario. De esa forma el imparable tiempo comenzó a transcurrir.
"¡Dioses!, Haruka ya se tardo", expreso la violinista y luego con insistencia consulto el reloj.
"A esta hora siempre hay trafico"
"Es cierto, y eso es algo que me preocupa", dijo y tomando de su bolso su teléfono, volvió a llamarle; "¿Dónde estas?"
"Aquí, en el estacionamiento. Tengo poco más de quince minutos esperándolas"
"Nosotros también estamos aquí, sin embrago no te vemos", contesto la violinista.
Haruka observo a través de la ventana del auto y contemplando uno de los señalamientos, expreso; "Estoy en el acceso B, del lado izquierdo"
"Entiendo, vamos para allá", contesto la aguamarina y luego finalizo la llamada. "Vamos, nos esta esperando cerca de aquí"
Fue así que avanzando un par de metros llegaron al lugar indicado, sin embargo para sorpresa de ambas el auto no estaba.
Frunciendo el entrecejo la aguamarina volvió a tomar su teléfono. "¿Mi amor?"
"Aquí estoy, Michi"
"Yo también y no te veo"
"Que extraño"
"Haruka, no estoy jugando. Por favor ya deja de esconderte"
"No estoy jugando, eres tú quien se esta escondiendo"
"¿Ah si?, ¿Por qué tendría que hacerlo?", bastante molesta Kaioh alzo el tono de su voz.
En ese punto Setsuna se quedo pensativa. "Michiru... creo que aquí hay una confusión"
"¿A qué te refieres?", fue la pregunta obligada.
"A que Haruka nos dejo en el centro comercial numero diez, salimos y no le avisamos que vendríamos a este otro, así que supongo que nos esta esperando ahí"
"¡Dioses!, tienes razón", gimo Michiru. "¿Mi amor?", de forma cariñosa se dirigió a ella.
"Dime"
"¿Dónde estas?"
"Aquí, en el estacionamiento. En el acceso B", volvió a confirmar.
"Sí, pero... ¿De qué centro comercial?"
"El numero diez, donde las deje"
Ante su respuesta la aguamarina se sonrojo, sintiendo como sus mejillas hervían de pena; "Lo siento, mi amor... pero hace dos horas salimos de ahí para venir al que esta justo enfrente"
Haruka negó con la cabeza y frunció el entrecejo con molestia; "¿Y después de casi media hora se dieron cuenta?... esta bien, voy para allá, pero por favor no vuelvan a irse sin avisarme"
Sin embargo que ella haya dicho que ya iba por ellas, no significaba que lo haría de inmediato, porque en lugar de eso, en el corto trayecto decidió detenerse a comprar una bebida. Y es que si ellas ya le habían hecho esperar, ¿Por que ella no habría de hacerlo también?.
Tardando así diez minutos más de lo normal, por fin Tenoh arribo al lugar indicado.
"¿Dónde estabas?. Te tardaste mucho"
"Me detuve a compararme una bebida, además si me hiciste esperar casi una hora, ¿Qué son diez minutos?", despreocupada por el tiempo respondió.
Totalmente sonrojada Michiru sonrió para ella; "Mi amor, de verdad lo lamento mucho"
"¿De verdad?, cuestiono la otra mientras descendía del auto para ayudarles a subir.
"Sí, es un detalle que olvide por completo"
-Fin flashback-
Ante esos recuerdos, Michiru no pudo evitar volver a reír.
"¿Te parece gracioso el haberme hecho esperar durante tanto tiempo?", cuestiono Haruka con tono serio.
"Por supuesto que no, pero es que de verdad olvide avisarte de que ya no estábamos ahí. Por favor ya no estés enojada conmigo", dijo y luego con gentileza le acomodo el cabello que había caído por su frente.
"Aún lo estoy y mucho", contesto la otra mientras la envolvía en sus brazos.
"¿De verdad?", entrelazando sus finos dedos en ese rubio cabello, deposito un beso en sus labios.
"Así es", deslizando su traviesa mano por entre el vestido de la violinista, de forma sugerente susurro a su oído.
"¡Dioses, mi amor!", expreso ante su toque. "Podrían vernos"
"¿Quien?, ¿Las ardillas?, ¿los pajarillos?... además ¿No me vas a compensar?"
"Por supuesto, esta noche te cocinare pastel y pizza", fingiendo que no había entendido que era lo que en verdad le estaba pidiendo, contesto.
"Sabes perfectamente que no me refiero a eso", depositando un beso en su cuello, volvió a gemir a su oído.
Echándole los brazos al cuello, Michiru asintió; "Lo sé, mi amor. Ahora es mejor que vayamos a casa, pronto comenzara a hacer frió"
"¿De verdad cocinaras pizza y pastel?", fue la pregunta obligada por parte de la rubia.
"Lo haré y puede que para más tarde te tenga una sorpresa"
"¿Qué sorpresa?", pregunto Haruka mientras la veía alejarse.
"Si no vienes conmigo, ¿Cómo vas a saberlo?", de forma sugerente su amada cuestiono.
"Si es lo que estoy imaginando, entonces no me importa que me vuelvas a hacerme esperar", siguiendo sus pasos exclamo.
Notas de autor;
Pensé que este viernes no tendría tiempo para actualizar esta historia, pero aquí esta el capitulo correspondiente.
Michelle; Me alegra mucho que haya sido de tu agrado.
Kaiohmaru; Su relación es bastante madura, pero eso no impide que de vez en cuando tengan sus momentos divertidos.
Isavellcota; Si pude publicar, no hubo necesidad de esperar demasiado XD.
Kyoky; Así es, ellas se merecen unas muy buenas vacaciones y Hotaru una familia,aunque ya sabemos que ocurre después.
