Disclaimer: Lamentablemente Inuyasha ni ninguno de sus personajes me pertenecen, son de la gran escritora Rumiko. Pero no pierdo las esperanzas de encontrar a alguna reencarnación de Inuyasha, por que todo puede pasar, cierto?
Autor: Ayde
Y ni el tiempo borra tu partida
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Capitulo 7.-
-La nueva asistente de Sesshomaru-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Una vez en el auto se reprendió asimismo. –Pero en que diablos pensabas Inuyasha!-
El viento soplaba suavemente. Parecía una caricia en sus mejillas. Por un minuto pensó en asomarse en la ventana para ver a Kagome. –Solo un poco…- Susurro dando un paso hacía adelante. Dio otro paso y entonces arrugo el ceño dándose la vuelta para alejarse de ahí. La razón había ganado la batalla.
Encendió el auto y comenzó a manejar, esta vez, con dirección a su departamento.
Kagome seguía maravillada. Nunca había visto la luna brillar tanto como ahora lo hacía. Sonrió melancólicamente recordando como tantas veces en China había deseado ver la luna desde su habitación, justo como ahora. Y es que no era que en China se viera la luna, si no que ella quería verla desde su hogar. Ese detalle era lo que le hacía falta cada noche en su estancia fuera de Tokio. Cerró un poco la ventana y volvió a su cama a descansar. Mañana tendría un pesado día.
Las puertas de Taisho Company se abrieron de par en par para dejar pasar a dos jóvenes chicas que llegaban sonrientes a su día laboral.
-Kagome, esto será grandioso- Hablaba con mucho entusiasmo. La idea de trabajar con su prima le parecía maravillosa, aunque a ella la idea no le terminaba de gustar.
-Espero Sango, espero…-
Se dirigieron hacía la chica que las miraba sonriente detrás del mostrador y que le daba la entrada a todos los que entraban a Taisho Company. –Buenos días Sango-
-Buenos días, Eri ella es Kagome Higurashi-
-Ah si, la nueva asistente del señor Sesshomaru, verdad?-
-Si, mucho gusto Eri, oye y aún no sabes si ya llegó?-
-No, aún no llega-
-No te preocupes Kagome, los jefes siempre son tan puntuales…-
Se dirigieron al elevador después de haber firmado la común entrada a la Compañía. Se abrieron las puertas del elevador y entraron.
-Vamos Kagome, es tu primer día, anímate!-
El semblante de Kagome no era muy placentero que digamos. El pensar que en cualquier momento podría toparse con Inuyasha le ponía la piel de gallina. Vio las puertas cerrarse y dio un suspiro.
Apenas se cerraban las puertas del ascensor, las de la entrada se abrían para dejar entrar a dos apuestos hombres de traje oscuro. Uno de ellos alto, de cabello negro y largo cepillado perfectamente. Sus ojos color ámbar eran admirados por todos. El otro de cabello color café sujeto en una coleta baja.
-Buenos días mi querida Eri, cuando me concedes una cita?-
-Miroku, apenas es de mañana y ya estas con tus mañas?-
-Inuyasha, tan solo es broma, mi querida Eri sabe que solo tengo ojos para mi Sango-
-Si, claro-
La pobre Eri tan solo reía ante las reprimendas de Inuyasha y los piropos de Miroku.
-Por cierto, Eri mi querida Sango ya llegó?-
-Si señor Seinji, llegó con la nueva asistente del señor Sesshomaru-
-Oh…- Inuyasha recordó que hoy llegaba Sesshomaru. Caminó hacía el ascensor un poco molesto. Tratar los asuntos de la compañía con su hermano no era muy agradable ya que él y Sesshomaru no eran muy unidos que digamos. Crecieron alejados uno del otro y cada que se veían no acababan en buenos términos.
-Oye y como será la asistente de Sesshomaru? Será linda?-
-Debe ser tan amargada como Sesshomaru-
Caminaba de un lado a otro nerviosa. El reloj marcaba las 9 de la mañana y sabía que él no tardaba.
-Kagome, tranquila me estas mareando-
-Es que estoy demasiado nerviosa Sango-
-No dices que Sesshomaru ha sido muy lindo contigo?-
-Si, pero…-
-Toma…- Tomo un pequeño fólder donde había escrito desde que llegó.
-Que es esto?-
-Es un reporte de todos los movimientos de la empresa desde su ultima visita hasta hoy, imagino que quedrá un informe completo, por que no se lo dejas en su escritorio?-
-Tienes razón, cual es su oficina?-
-Sango le señaló el camino y Kagome se encaminó a la oficina de Sesshomaru. Ya adentro la observó detalladamente, era grande y espaciosa. Decorada muy sencilla y apropiadamente. Camino hacía la hermosa vista que desde la ventana se apreciaba.
Inuyasha y Miroku llegaron al piso. El segundo registraba cada rincón del pasillo buscando a su adorada chica, la que no se veía por ningún lado.
-No esta Sango-
-Debe estar preparándose un café-
Una sonrisa picara se dibujo en sus labios. –Pues se me ha antojado uno en este mismo instante- Se dirigió hacía el fondo del pasillo donde estaba la maquina de café.
Inuyasha sonrió. Miroku jamás se dará por vencido. Pasó a su oficina y notó que la oficina de Sesshomaru estaba abierta. Pensó en saludarlo para, así tal vez llevar su estancia en la empresa lo más pacifista que se pueda. Abrió la puerta y entró.
-Oye Sesshoma…- Se calló al instante en que vio a la mujer delante de él un poco temerosa. Se acercó un poco más para verla con más detalle. Un perfume conocido le había embriagado sus sentidos. Ella se acercó un poco a él y entonces se dio cuenta. –Kagome?-
Kagome lo miro. No esperaba verlo tan pronto y menos antes de que Sesshomaru llegará. –S…si-
-Que haces aquí?- Preguntó despectivamente.
Kagome se sorprendió por la manera en la que le hablaba. Frunció el seño un poco molesta por la actitud que el tomaba. –Oye no tienes por que hablarme así-
Inuyasha sonrió irónicamente. Kagome estaba enfadada? Si, eso parecía. –No tengo?- Le pregunto asombrado. -No tengo!-
-Si, no tienes porque hablarme de esa forma-
Que no tenía? Claro que tenía derecho. Acaso había olvidado todo? -Crees que puedes volver tan solo así?- Le reprochó.
Sin él,
Se ha acabado el camino y no sé a donde ir
Y atrás siento que la tristeza se acerca y me empieza a seguir
-Tan solo así? Así como?- Kagome no entendía muy bien a que se refería… o si?
-Así! Vienes a Tokio como si nada, después de haberte ido sin ninguna explicación, Kagome-
Hoy sé,
Que mi vida no era tan mía,
También era de él
Kagome tragó saliva amargamente. Las palabras de Inuyasha tenían bastante resentimiento hacía ella. Como deseo no haberse apartado de su lado, pero no podía acarrearle a su familia problemas.
-No tienes nada que hacer aquí Kagome…- La dureza de sus palabras lo sorprendían a él mismo, pero… que acaso ella no merecía eso? Abandonarlo sin ninguna razón aparente y ni siquiera llamarle alguna vez, ni una maldita carta… Su partida le quedaba claro. Tan solo había jugado con él, con sus sentimientos. Pero aún así, por que se sentía tan miserable hablándole así? Tal vez por que el sentimiento hacía ella nunca murió, por que la distancia solo logró hacerlo más grande.
Y mi orgullo se empieza a caer
Y de nuevo se empieza a encender
Esa llama que quise apagar y que nunca podré
Kagome agacho la mirada. Sentía sus mejillas mojadas producto de las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos. No quería que la viera llorar, después de todo, recordaba que a Inuyasha nunca le había gustado verla llorar. Pero, las palabras eran tan hirientes… de nuevo estaba él frente a ella y lo único que recibía de él eran reclamos y reproches, después de todo… sentía que si lo merecía.
No quiero esta vida no sé que hacer
Sin él no la puedo entender
Hoy sé que lo amo pero se fue
Lo dejé partir y hoy no sé vivir
Sin él…
-Discúlpame…- Haciendo un enorme esfuerzo para que su voz no se quebrará en ese momento. Su corazón roto en mil pedazos ante cada desprecio de Inuyasha. –Yo… tuve una razón… para irme…-
-Ya lo creo…-
Kagome se limpió las lágrimas que aún rodaban por sus mejillas. La puerta se abrió dejando pasar a un hombre alto, de cabello plateado y largo, sus ojos color miel al igual que los de Inuyasha. Era un hombre realmente apuesto.
-Sesshomaru!- Exclamó Kagome contenta. Por una parte de verlo y por otra parte para acabar con la amarga conversación que tenía con Inuyasha.
-Inuyasha, veo que ya conociste a mi asistente-
-A… asistente?-
Kagome se acercó a Sesshomaru sonriente. Hacía mucho tiempo que no lo veía, solo llamaba de vez en cuando preguntándole como estaba ella y su familia. De ser por ella se hubiera lanzado a sus brazos para abrazarlo y es que nunca terminaría de agradecerle todo lo que estaba haciendo por ella.
-Kagome, ya te pusiste de acuerdo con Sango?-
-Si, ya esta en tu escritorio un reporte de los últimos movimientos de la compañía-
-Bien, hay que revisarlos enseguida. Por que no traes un café para verlos?-
-También quieres uno?-
-Si, por favor-
-Bien- Paso al lado de Inuyasha sin atreverse a mirarlo. Sus palabras habían hecho demasiado daño.
-Te piensas quedar ahí?- La manera en que Sesshomaru se dirigía a Inuyasha era fría. Pensaba que tal vez eso lo ayudaría a darle carácter, al igual que su padre lo había hecho con él mismo. Se sentó en la silla detrás del gran escritorio pasando entre sus manos el reporte.
-Por que Kagome?- La manera en que lo dijo hizo que Sesshomaru volteara a verlo.
-No tengo por que rendirte cuentas de lo que hago, fue mi decisión-
-Feh! Haz lo que quieras- Enseguida salio de ahí molesto. Por que trataba a Kagome con tanta familiaridad? Que acaso habían estado en contacto?
-De verdad señorita Kagome?-
-Por supuesto, Sango no sabía como usar el kimono, era muy pequeña-
-Ka- go- me!- Sango no disfrutaba la conversación que tenían Kagome y Miroku
En eso ven salir del despacho de Sesshomaru a Inuyasha furioso y apoyarse en la pared con sus manos y con la cabeza hacía el suelo.
-Oye Inuyasha te encuentras bien?-
-Si Miroku- Trato de relajarse respirando hondo. Volteo a verlo y entonces vio a Kagome con las dos tazas de café. –Deberías apurarte, no creo que a Sesshomaru le guste el co que a Sesshomaru le guste el clo suficiente- Ratifico sarcásticamente, mientras esbozaba una débil sonrisa.
Kagome se dio cuenta de la manera en que iba el comentario y sintió un poco de enfado. –Es verdad, no lo conoces-
-Feh!- La vio entrar a la oficina de Sesshomaru y entro a la suya.
Sango se quedo sentada en su escritorio sin entender nada. Había visto todo, pero no sabía que era lo que esos dos se traían.
Miroku sonreía como si hubiera descubierto algo, Sango lo notó.
Continuará…
Gomen! De verdad lo siento mucho, no había tenido tiempo de actualizar, pero ya lo hice. Espero no volver a tardar.
Un error enorme, discúlpenme por lo despistada que soy de no poner el nombre de las canciones que pongo en los capítulos. Aquí los pondré:
En el capitulo 3.- Tu insistente recuerdo puse la de Evanescence "My Inmortal".
En el capitulo 4.- Nuestro lastimoso encuentro puse la de Ricky Martin "Te extraño, te olvido, te amo".
En el capitulo 6.- Cuidarte el alma, la de Chayanne "Cuidarte el alma".
En este capitulo puse la de Pandora, "Sin él".
Nos vemos!
&& Ayde &&
