Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenecen (Muchas ganas no nos falta a cualquiera que le guste Inuyasha verdad?) le pertenecen a Rumiko sama!
Y ni el tiempo borra tu partida
Autor: Aydé
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Capitulo 13.-
-El dolor de Inuyasha: todo es mentira-
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Tsubaki se quedo helada con aquella declaración. Inuyasha estaba dando por terminada su relación? No! Eso no podía permitirlo. Inuyasha tenía que ser de ella, lo amaba con toda sus fuerzas, aunque más parecía un enfermizo y obsesivo amor.
.-Que dijiste!-
.-Lo que oíste- La voz de Inuyasha se oía de lo más sereno. - Necesito un tiempo para pensar las cosas-
Cuando sintió que Tsubaki perdía sus fuerzas la soltó suavemente y ella al no sentir el agarre de él tomó sus muñecas aún aturdida para sobarselas.
.-Inuyasha no te entiendo. Que fue lo que te hizo tomar esta actitud? Fue por lo que te dije? Si es así por favor discúlpame no quería exaltarme y…-
.-No Tsubaki. Esta decisión ya la había pensado desde algún tiempo-
.-Tu no puedes hacer eso! De eso me encargó yo- Tras decir esto salió de su oficina presurosa. Inuyasha se había quedado un poco inquieto con las palabras que había dicho. Sabía que era una mujer de cuidado. Y a que se había referido con eso de que de eso me encargo yo? Salió de la oficina tras Tsubaki.
.-Tsubaki espera, que es lo que pretendes?- Demasiado tarde. Tan solo vio como las puertas del ascensor se cerraban.
.-Inuyasha te encuentras bien?-
La voz de Miroku lo trajo a la realidad.
.-Eh?- Al voltear vio como tanto Miroku, Sango y Kagome lo observaban confusos. Al sentir la mirada de todos en él se sintió como un completo idiota. –No les importa!-
Escuchó claramente como la puerta de su despacho se abría y volteó dudoso, para ver la sonrisa arrogante que le dedicaba Miroku.
.-No estoy para bromas tuyas Miroku- Caminó hacía la vitrina que tenía en una esquina, sacó una botella de vino y una copa.
.-No, no lo harás- Quitándole la copa y la botella.
.-Miroku que te pasa!-
.-Te necesito conciente para lo que voy a decirte-
.-Y que vas a decirme?- Le dijo de mala gana.
Miroku se sentó en el cómodo sofá, aun con la botella y la copa en la mano. –De la señorita Kagome por supuesto y de Tsubaki-
.-De Kagome?- Inconcientemente se acerco a Miroku sentándose a su lado. –Que pasa con Kagome?-
Miroku lo observo por unos minutos. En su mirada encontró un brillo diferente, ansías, por saber que era lo que le pasaban a Kagome. Es un tonto, se ve que se muera por la señorita Kagome, pero esta tan ciego de rencor. Pensó.
.–Inuyasha recuerdas que me dijiste que averiguara que fue lo que le dijiste en el momento en que perdiste la noción de todo por emborracharte?-
.-Pues… si-
.-Pues la señorita Kagome…-
Inuyasha estaba atento a cada palabra que salía de la boca de Miroku. –Si?-
.-Pues ella me dijo… que… Inuyasha eres un tonto!-
Inuyasha se sorprendió por lo que Miroku le decía. –Eso te dijo?-
Miroku se levantó indignado. –Sabes Inuyasha soy tu amigo y sé que algunas veces haces cosas realmente estupidas-
.-Oye Miroku!- Le dijo enfadado.
.-No escucha bien! La señorita Kagome te ama y sé que tu también por que tu mismo se lo dijiste. Lo único que logras hacer con esa actitud infantil es echarlo todo a perder-
.-Tu no entiendes no es así de fácil!-
.-Que te impide demostrar tus sentimientos!-
.-Por que todo es una mentira!- Grito descargando toda su frustración. Miroku lo miró sorprendido.
.-Todo es una mentira, es una mentira que ella me ame, es una mentira que ella me amó. Lo único que no es mentira, fue que se haya largado de mi lado cuando yo le demostré todo mi amor, cuando más tontamente estaba enamorado de ella, cuando al despertar por la mañana y no encontrarla a mi lado, sentí llenarme de una soledad que mataba, una soledad que duró años, años reponerme cuando volví a encontrar su recuerdo y volver a caer en la misma trampa… - Inuyasha se dejó caer pesadamente en el sofá triste. Miroku entonces comprendió el dolor de Inuyasha y el rencor que le guardaba a Kagome.
.-Miroku no sabes lo que es despertar pensando que lo que tanto añoraba por fin se estaba cumpliendo y que en realidad… no, ya que ella se marchó sin dejarme ninguna explicación, ninguna carta, nada... ningún rastro… solo se fue-
Miroku se puso de cuclillas frente a Inuyasha
.-Inuyasha tal vez la señorita Kagome tuvo sus razones, se lo has preguntado? Debió de haber tenido una razón realmente importante para que se haya ido no lo crees?-
Inuyasha miró a Miroku. Sus palabras hablaban en otro sentido. En uno que él, no había pensado.
.-Nos iremos mañana a primera hora, esta bien?-
.-Claro Sessh- Kagome estaba sentada frente a Sesshomaru. Tomaba nota de las cosas que él le decía, como todo buen trabajo de una asistente.
Sesshomaru la observaba fijamente. Sabía que algo la tenía demasiado inquieta. La conocía bien. –Te pasa algo kagome? Te noto preocupada por algo-
La pregunta de Sesshomaru la tomó por sorpresa. Jamás creyó que su comportamiento fuera tan obvio.
.-Es que… no crees que sea peligroso viajar en avión?-
Sesshomaru sonrió. –No tienes por que preocuparte, viajar en avión no es peligroso, sino no te lo hubiera pedido-
Kagome sonrió tontamente. –Cierto…-
.-Estaremos allá solo dos días, dile a tu familia que no se preocupe-
.-Ah, bueno es que… mi familia viajo a Okinawa, fueron a ver a algunos familiares que tenemos allá-
Sesshomaru volteo a verla serio. –Estas viviendo sola en el templo?-
Kagome al ver la mirada de Sesshomaru supo que había cometido un error. –P…pues si…- Le dijo como una niña pequeña que ha hecho una travesura.
Sesshomaru se levanto y camino hacía la ventana dándole la espalda. –Sabes que no me gusta que estés sola, puede ser peligroso-
Kagome se levanto de inmediato. –Si, lo sé, pero ya no soy una niña!- Al decir esto vio como él se volteaba.
.-Aun así no me gusta-
Kagome suspiro derrotada. Una pelea así con Sesshomaru era interminable si le daba guerra, además, él siempre ganaba.
Lejos de ahí, una mujer de cabello negro golpeaba con los puños cerrados pequeña almohada de la cama donde se encontraba acostada y llorando, descargando toda su furia en la almohadilla.
.-Maldita… esto es culpa de ella, de Kagome… Por que Inuyasha? Por que si te he amado tanto… que acaso no han valido las cosas que he hecho por ti?-
Se levantó llena de cólera y aventó el cojín que minutos antes pegaba. –Jamás me lo quitarás Kagome! Esta guerra apenas empieza y tu saldrás perdiendo-
Frente a ella el inmenso espejo mostraba su reflejo abatido y desaliñado por el momento de ira.-Dios, mi belleza!-
Como si estuviera ida comenzó a peinarse el cabello de manera casi enfermiza. –Mi belleza… mi belleza… tengo que estar linda para él… para él… para que no me deje…- El llanto comenzó a abordarla y la venció. Las cosas que estaban encima del peinador fueron arrojadas violentamente al suelo.
.-No me dejarás!- Se alejó del mueble llorando y al verse de nuevo en el reflejo lanzó el cepillo al espejo rompiéndose en pedazos.
.-No lo harás!-
Sango, Inuyasha y Miroku discutían acerca de un pequeño problema que para Sango era enorme.
.-Tu lo ves simple, pero para mi no lo es!-
.-Vamos Sanguito, que acaso no disfrutas de mi agradable compañía?-
.-Quiere la verdad?-
.-Oh vamos Sango no puede ser tan malo-
.-Inuyasha crees que me sentiré tranquila si tengo que vigilar muy bien mi espalda ya que este mujeriego no pierde ninguna oportunidad para aprovecharse de la ocasión-
Inuyasha veía a Miroku con unos ojos acusadores. –Eso ya lo sé Sango, pero confío en ti para no echar a perder la representación, si tan solo va Miroku, que impresión se llevarán de Inutaisho Company?-
.-Inuyasha eso no se dice de los amigos-
La puerta del despacho de Sesshomaru se abrió y de ella salio una derrotada Kagome, que venía con los ojos cerrados y los brazos cruzados seguida por Sesshomaru.
.-Tan pronto como lleguemos de China quiero que busques un lugar para quedarte-
.-Ya te dije que no es necesario- Le reclamo aún molesta. Al abrir los ojos vio a Sango y los ojos se le iluminaron. –Además puedo quedarme con Sango!-
Sango quien no entendía nada, solo se limito a mostrar su confusión. –Que!-
.-No, ya te lo dije, necesito saber que estas bien, y es mi ultima palabra- Fue lo ultimo que dijo antes de perderse en el elevador.
Inuyasha miraba a Kagome con el ceño fruncido. Por que tanto interés el de Sesshomaru por Kagome? Y más aún, como estaba eso de que Kagome estaba viviendo sola?
Kagome se sienta en su escritorio vencida. Comienza a recoger sus cosas para irse.
.-Kagome de que hablabas con Sesshomaru?-
Kagome ve a Sango que la miraba confusa. Sin importarle que Inuyasha estuviera ahí también comenzó a contarle. –Lo que pasa es que Sesshomaru esta empeñado en que busque un departamento-
.-Pero y mi tía y mi abuelo?-
.-No están. Salieron de la ciudad y me había estado quedando en el templo sola estos últimos días-
.-Pero que falta de desconfianza señorita Kagome; Muy bien pudimos haberle hecho compañía Sanguito y yo-
Sango y Kagome lo miran sorprendidas. –Que!-
.-Si, muy bien nos acomodábamos mí querida Sango y yo en cualquier lugar y usted podría dormir tranquila-
.-Si claro, sinvergüenza!- Miroku publicaba la forma de una mano en su rostro.
Inuyasha se encontraba tan metido en sus pensamientos que no prestaba atención a la pequeña trifulca que habían armado Sango y Miroku. Lo único que pasaba por su cabeza era que Sesshomaru se mostraba muy atento con Kagome, además parecía que estos dos habían estado en contacto en todos estos años de ausencia. Si era así que tipo de relación tenían? Y por que demonios Sesshomaru nunca le comentó nada al respecto?
Tan solo de pensar en la posibilidad de que Kagome y Sesshomaru sostuvieran una relación así se le revolvía el estomago. No podía ser! Los celos comenzaban a apoderarse de él. Si fuera cierto nunca se los perdonaría! Era su Kagome y de nadie más.
.-Pero Kagome por que Sesshomaru se preocupa tanto por ti?-
Ni Kagome ni Inuyasha pensaron que Sango le preguntaría la actitud de Sesshomaru hacía ella. Por una parte Inuyasha estaba muy atento a lo que Kagome pudiera decir, le daba miedo y a la vez curiosidad, quería creer en Kagome, en que ella jamás lo cambiaría por nadie así como se lo dio a entender cuando se reencontraron en aquel restaurante, pero… también le daba miedo que ella les dijera que estaba con Sesshomaru y más aún, que lo ama.
.-Pues… es muy difícil de explicar…-
La indecisión de Kagome lo alerto y una opresión en el pecho comenzaba a intensificarse por el miedo que sentía. No quería escuchar de sus labios aquella confesión que ya venía recreando en su mente.
Kagome estaba algo nerviosa, podía sentir como Inuyasha estaba visiblemente inquieto. Quiso preguntarle pero Miroku la desvió de su cometido.
.-Y dígame señorita Kagome se va a ir con el señor Sesshomaru a China?-
.-Si, iremos a entrevistarnos con el accionista nuevo-
Sango no pudo evitar sentirse un poco abatida. –Kagome entonces no nos veremos en uno o dos días-
.-Y eso por que Sango?-
Miroku toma las manos de Sango y la mira fijamente. –Eso es por que hemos decidido fugarnos-
.-Eh!-
.-Eso quisiera pervertido!- Safandose de Miroku. –La verdad es que iremos a una convención donde se reunirán los jefes de mercadotecnia de las compañías más grandes del mundo y yo iré para no manchar la reputación de Inutaisho Company-
.-Ya veo…-
.-Y cuanto tiempo estará en China señorita Kagome?-
.-Solo serán dos días, no se preocupen-
Inuyasha quien había permanecido mudo ante toda la conversación decide irse de ahí. Todos pueden ver que no se encontraba bien. No había dicho ningún comentario sarcástico ni nada por el estilo como esperaba Kagome. Pero es que él solo tenía en la cabeza la inseguridad de que tal vez ella y Sesshomaru habían tenido alguna relación.
Las estrellas podían verse a la perfección desde la ventana del departamento de Inuyasha. La luna iluminaba toda la habitación como tantas veces que se quedaba pensando en Kagome, cuando decidía estarse en penumbras para tal vez así ahuyentar su recuerdo.
Su corbata a medio nudo, la camisa por fuera del pantalón junto con la copa en su mano era lo único que podía distinguir. El aroma de la soledad que parecía notar más cuando bebía inundaba la habitación.
.-Kagome… tú no puedes… tú no puedes ser capaz…-
Inmediatamente de eso recordó como se había defendido de la pregunta perniciosa que le hizo Tsubaki en aquella ocasión.
-Y no estas comprometida Kagome?-
La pregunta de Tsubaki los tomó por sorpresa a todos. Lo que realmente quería saber, era que tan peligrosa resultaba ser Kagome para ella, para sus planes. Amaba a Inuyasha y no permitiría que Kagome se lo arrebatará, si había alejado a Kikyou, por que a ella no?
Inuyasha miraba a Kagome impaciente, la pregunta de Tsubaki lo había perturbado demasiado. Quizás ella ya tenía a alguien más… Maldición! Por que Tsubaki tuvo que preguntarle eso? Más bien, por que tenía que importarle tanto a él? Por que aun la amas…
-No… claro que no- Fue la seca respuesta de Kagome. Parecía más bien un reproche hacía Inuyasha quien lo entendió de esa forma haciéndolo sentir mal.
.-Siempre admiré aquella forma tuya de proteger lo que querías…-
Su mente lo transportó años atrás, donde sus pensamientos aún vagaban un poco confusos por la temprana edad de Inuyasha.
.-Oye déjame en paz!- La pequeña de ojos color chocolate trataba de defenderse de una niña un poco más grande que ella.
.-Me gusta mucho y quiero que me lo des!- La niña comenzó a jalarle el cabello a Kagome.
.-N…no!- Trataba de quitársela de encima, pero era inútil, la diferencia de fuerzas era muy grande, pero aún así no dejaba de proteger aquello que tanto escondía en su mano.
La pequeña de ojos rojos tumba a Kagome al suelo y se sienta encima de ella tratando de abrir su mano. –Dámelo!-
.-No!-
Inuyasha llega en ese momento y ve a Kagome y a la otra niña peleando. Sin pensarlo dos veces avienta a la chiquilla a un lado para ir por Kagome. La otra pequeña al verse en el suelo corre.
.-Que te pasó Kagome, por que peleaban?-
Kagome lloraba en los brazos de Inuyasha. –Inuyasha…-
.-Vamos Kagome no llores, dime por que peleabas con una niña más grande que tu?-
.-Ella quería quitarme nuestro tesoro-
.-Pues se lo hubieras dado, mira lo que te hizo- Viendo como el brazo de Kagome estaba sangrando debido al raspón que se hizo al caer.
.-No! Este es nuestro tesoro, solo tuyo y mío!-
Inuyasha la ve enternecido. No creía que aquella piedra significará tanto para Kagome.
.-Es nuestro…- Decía la inocente niña con sus mejillas sonrojadas.
.-Kagome…- Inuyasha sonreía. Esa admirable decisión de proteger su tesoro le hacía sentir importante.
.-Que tal que si lo pierdo, tu dejas de quererme?-
.-Yo jamás dejaré de quererte Kagome-
.-De verdad?- Los ojos brillosos de Kagome y su sonrisa se contagiaba fácilmente.
.-Si, mientras tengas este tesoro, nuestro tesoro, siempre te querré-
.-Inuyasha…-
El leve movimiento la tenía inmovilizada. Afuera, las nubes iban deshaciéndose conforme iban avanzando. Abajo la tierra se veía tan distante y pequeña.
-Tranquila no es nada- Le decía su acompañante que se encontraba a su lado sereno y con los ya acostumbrados ojos cerrados y brazos cruzados.
-Para ti es fácil decirlo, en cambio a mi… nunca me gustaron los aviones…-
Sesshomaru volteo a verla. –Si, lo sé-
La pequeña Kagome tenía sus ojitos cerrados. Sus manos pequeñas se aferraban al asiento como si, al soltarse cayera sin remedio alguno.
-Kagome hija, estas bien?- Su madre frente a ella la miraba un poco inquieta. Entre sus brazos el pequeño Souta aún de brazos tomaba su biberón tranquilamente, fue por eso que su madre no había podido tranquilizar a Kagome.
El abuelo iba al lado de la sra. Higurashi dormido. El viaje en el avión privado de Sesshomaru, un joven de apenas 16años que se había comprometido en llevarlos hasta China, resultaba algo agotador.
.-Oh Sesshomaru, podrías ayudar a Kagome?-
.-Que pasa con Kagome?-
-Esta un poco asustada por el viaje-
Sesshomaru se sentó al lado de Kagome, quien mantenía sus ojos cerrados, llevo su mano hasta la de ella y la apretó fuerte. Kagome abrió sus ojos y se encontraron con los dorados de él que la miraban con una ternura infinita.
-Tranquila Kagome, todo esta bien-
Kagome asintió con su cabeza y se recostó en las piernas de Sesshomaru para tranquilizarse un poco.
Una sacudida un poco más fuerte hizo que Kagome se aferrará al asiento. –Por dios que no se caiga el avión…- La voz le temblaba por la tensión. En eso sintió que una mano apretaba la suya fuertemente.
-Tranquila Kagome…-
Kagome volteo a ver a Sesshomaru un poco sonrojada.
-Todo esta bien- Sesshomaru volvió a centrar su mirada al frente. No le gustaba mucho que otras personas vieran que el gran y frío Sesshomaru tuviera ciertos sentimientos y es que venían en un avión comercial y no en unos privado.
De pronto sintió en su pecho la calidez de Kagome y comprendió. Se había recargado en su pecho para tranquilizarse, así como cuando era pequeña, solo que ahora recargarse en sus piernas sería ilógico ya que Kagome ya era una mujer, una mujer muy especial para él.
-Gracias Sesshomaru…-
Poco le importó ya si los demás veían su actitud poco común en él. Paso su brazo hasta llegar al hombro de Kagome envolviéndola en un abrazo protector. Por ahora, solo lo guiaba su corazón.
Continuará…
Disculpen la demora, pero los últimos acontecimientos de mi vida han estado súper cañones, pero bueno, ya no las tendré tan abandonadas.
Pobre Inuyasha, el rencor hacía Kagome es enorme, pero… Tal vez Kagome encuentre en los brazos de otra personita la paz que busca o no?
Veremos que pasa en la próxima. Dudas o comentarios ya saben, solo den un clic y ya.
&& Ayde &&
