Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenecen (Muchas ganas no nos falta a cualquiera que le guste Inuyasha verdad?) le pertenecen a Rumiko sama!

Y ni el tiempo borra tu partida

Autor: Aydé

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Capitulo 17.-

-El terrible error de Tsubaki-

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Inuyasha estaba más que enfadado. Que clase de relación habían tenido Bankotzu y Kagome? Más aún, de donde se conocían?. Aquella situación sencillamente lo estaba irritando. Tratando de hacerse notar aclaro su garganta un poco molesto, pero ni eso impedía que aquel sujeto dejará de abrazar a Kagome.

Pero que se cree este imbecil? Pensaba el dueño de la mirada ambarina. –Disculpa…-

Kagome buscó eso como excusa para separarse del abrazo de Bankotzu, que entendió perfectamente volteo a encarar a Inuyasha que lo veía bastante enfadado. –Disculpa mi descortesía, pero es que tenía tiempo que no veía a Kagome, pero si estas tan hermosa como siempre, espero que esta vez si puedas pensar en mi ofrecimiento, Kagome querida-

Kagome estaba ya harta de las atribuciones que se estaba tomando con ella. –Bankotzu sobre esa propu…-

.-Linda no me respondas ahora, primero deja ver mis negocios, luego platicamos de eso, tenemos toda una vida por delante que espero pasemos juntos-

Oh no, mal comentario. Este tipo vino exclusivamente a cortejar a Kagome? A su Kagome? Estaba loco si pensaba que le iba a permitir hacer eso en frente de sus narices, primero muerto que ver a Kagome con otro! Tanto que le costo vencer todo esa barrera de odio para que por fin estuvieran juntos y ahora este mequetrefe se iba a interponer? Claro que no! Que va, no interferiría así dejara de llamarse Inuyasha Taisho.

.-Kaguya, puedes retirarte, no creo que el señor Shishintai se pierda en mi oficina-

La aludida volvió en si al oír la voz de Inuyasha. –Eh? Ah si, con permiso señor Shishintai-

Al cerrarse la puerta Inuyasha observo a Kagome que seguía de pie junto a la puerta que se había cerrado. –Gusta un café o algo señor Shishintai?-

.-No gracias, y llámeme solo Bankotzu, después de todo estamos por hacer negocios no?-

Inuyasha sonrió fingidamente, claro imbecil, después dejaré bien dicho que Kagome es MIA. –Claro, como tú desees Bankotzu-

Kagome se sintió fuera de lugar, los dos se sentaría a hablar acerca del convenio que firmaron, pero y ella… que haría? verlos?

La voz de Inuyasha la sacó de su ensoñación. –Kagome, ven toma asiento- Inuyasha le señalaba una silla junto a él frente de Bankotzu.

.-Vaya así que Kagome, también forma parte de la junta administrativa o algo así?-

.-Kago...-

Inuyasha iba a decir algo, pero Kagome se le adelantó. –El señor Taisho siempre me pide que este en sus juntas importantes para ayudarlo en cualquier cosa o para recordarle cualquier cosa-

Señor Taisho? De donde demonios sacaba eso? Donde quedo Inuyasha? Por que Kagome se portaba así? ya tendría tiempo de hablar seriamente con ella.

.-Querida creo que habrá algunos cambios en nuestras vidas- La voz ronca del hombre que estaba sentado en la lujosa sala resonaba por todo el lugar.

La mujer frente a él, calmadamente levantó su vista hacía su esposo. –Te refieres a la mujer que ha estado enviándote mails?- La joven de cabello blanco como la nieve, tal si fuera albina, tenía una paciencia infinita que se podía distinguir hasta en su forma de hablar.

Cosa que a su querido esposo le disgustaba. –Así es, tanto tu vida como la mía cambiaran drásticamente-

La mujer serenamente tomó una pequeña taza de té y la llevo hasta su boca. –En que podría cambiar mi vida?-

El hombre observaba cada movimiento de ella, cerró sus ojos y se llevó a la boca la copa de licor que había estado bebiendo. –Yo querida tendré que hacer un viaje con mi amante mientras que tu querida esposa permanecerás aquí para siempre…-

Dicho esto la taza que minutos antes la joven tenía en su boca cayó al suelo rompiéndose en pedazos y cayendo inconscientemente ella al suelo también, mientras su cuerpo se convulsionaba.

El hombre observó su cuerpo hasta que dejó de moverse. –Perdóname querida Kanna, pero la monotonía puede acabar con el matrimonio…-

Detrás de él la voz de una mujer que venía acercándose capto su atención. –Que cruel…- Decía con ironía mientras rodeaba el cuerpo de la difunta hasta llegar y sentarse en las piernas de su amante.

.-Pronto partiremos?- La ansiosa voz de la mujer de mirada fría como el mismo hombre, denotaba entusiasmo por emprender el tan esperado "viaje"

.-Claro querida, es lo que querías no?-

Mientras se besaban sin ningún pudor los sirvientes se acercaban a levantar el cuerpo de la que había sido por algún tiempo la dueña de la casa. – Naraku dio un ultimo vistazo a su esposa y luego desvió su mirada asqueado. –Desaparezcan el cuerpo, tírenlo en algún lugar donde los cuervos corroen su cuerpo, pero que no quede ninguna evidencia-

Los sirvientes acostumbrados a este tipo de órdenes se llevaron a la mujer.

Las luces de la oficina del apuesto empresario seguían encendidas. Los puntos a tratar con Bankotzu, el recorrido de la empresa para que la conociera les llevo todo el día, pero parecía que al fin los últimos detalles estaban siendo aclarados.

.-Bueno, creo que nos veremos mañana para firmar los documentos pendientes- Levantándose anunciando su retirada.

Inuyasha por reflejo al igual que Kagome se levantaron para estrechar la mano de él. –Si, para mañana temprano tendré los documentos listos que debes firmar y ya será cuestión de hacer una pequeña reunión con Sesshomaru y la directiva de Inutaisho Company de Tokio y de China-

.-Me parece perfecto-

Inuyasha no hallaba cuando iba a desaparecer ese sujeto de su vista. –Bueno, te veo mañana por aqui-

.-Claro Inuyasha. Kagome nos vamos?-

Aquella pregunta sorprendió tanto a los dos jóvenes que voltearon a verse instantáneamente.

.-Bueno, yo…-

.-Lo siento Bankotzu, pero Kagome y yo tenemos que arreglar unos asuntos, acostumbramos irnos un poco tarde de la oficina siempre-

.-Uff! Cuídamela mucho, no me gustaría que algo malo le pasara, además no puedes tenerla como esclava todo el día, puede ser malo para su salud, Inuyasha. No te preocupes Kagome querida ya veremos que hacemos con tu situación- Tomo sus manos y les dio un gran beso en ellas incrementando los celos de Inuyasha.

.-Nos vemos socio- Se despidió con un ademán de mano mientras salía por la puerta.

.-Claro socio… por que demonios no te pierdes…-

Al oír como se cerraba la puerta, Kagome dejo soltar un gran suspiro. Mientras que Inuyasha avanzaba hasta ella y se paraba frente a ella demasiado serio y molesto para su gusto.

.-Inuyasha que te…?

.-Kagome que demonios tienes que ver con ese imbecil!-

Que? Todo esa incomodidad soportando ver a bankotzu y ahora Inuyasha le hacía una escena de celos? Una sonrisa comenzó a formarse en su boca para terminar en una carcajada.

.-No le veo la gracia Kagome, este tipo viene y te abraza y te colma de atenciones, hasta te quiere llevar a no se donde y tu encantada de la vida!-

.-Por favor Inuyasha no te pongas así-

.-Como quieres que no me ponga así!- Al ver que no dejaba de reír optó por otro método. –Bien, entonces si me sorprendes con Kaguya en una situación similar no te quejes- Le dio la espalda como si el asunto terminara ahí y sin ninguna relevancia.

A kagome eso no le pareció eso para nada, imaginarse a Kaguya e Inuyasha así? Ni loca permitía eso. –Oye no es lo mismo!-

.-No, no te preocupes ya entendí- Inuyasha no le prestaba la más mínima atención mientras guardaba sus cosas en su maletín. Claro a Kagome le desesperaba más eso, así que tomó el maletín de Inuyasha y lo tiro al suelo enfadada.

Inuyasha la miró tranquilamente. –Por que hiciste eso?-

.-Mira, a Bankotzu lo conocí en China en la escuela en la que yo iba, nos hicimos amigos, y solo amigos- Enfatizo esa palabra al ver la cara de incredulidad que le hacía Inuyasha. –Después él empezó a interesarse en mi o que se yo, pero se obsesionó tanto conmigo que tuve que romper mi amistad con él junto con todo contacto que se vinculará con él, deje de ir a mi escuela, nos cambiamos de casa, cambiamos el numero telefónico, en fin, hasta que regresé a Tokio, pero ya vez lo volví a encontrar cuado fui con Sesshomaru a China y lo demás pues ya lo sabes, es una inversionista-

Inuyasha la miraba serio, luego volteo su mirada como perdiendo la batalla y la abrazó inesperadamente. – Por que tu Preciosa, por que tienes que tener algo que atrae a los hombres? Tengo que cuidarte todo el día por que traes a idiotas tras de ti que quieren separarte de mi-

Kagome sonreía por lo que Inuyasha le decía. –Inuyasha, no debes preocuparte, yo te amo solo a ti, nadie me hará cambiar de opinión-

.-Eso ya lo sé preciosa, pero no voy a tolerar que todo el imbecil que se te atraviese te corteje-

.-Eres un celoso- Susurro traviesamente mientras se acurrucaba en su pecho.

.-Mira quien lo dice, la que no se quiso quedar en casa, por "celosa"- Igual la estrechaba fuertemente.

.-Inuyasha… vamos a casa-

Inuyasha sonrió al oír la petición de su preciosa. Además tenía que descansar.

.-Rin, puedes venir un momento?-

El corazón de la joven que estaba sentada en el escritorio latió fuertemente mientras las piernas se le doblaban al saber que su jefe la necesitaba. Para que la necesitaría? Sabía que había algo, sentía como si se fuera a enterar de algo que no le iba a gustar para nada, desde que se levanto por la mañana sentía esa opresión en su pecho. Además el hecho de que la persona que amas te busque es para ponerse de nervios, sobre todo si esa persona no lo sabe.

Y es lo que sentía Rin por el señor Sesshomaru como le decía. Se había enamorado de él en tan poco tiempo, le preocupaba demasiado su soledad y poco a poco fue prendándose de él, hasta que ni ella misma se dio cuenta.

Temerosa apretó el botón de la pequeña maquina para responderle. –Enseguida señor- Se acomodo su cabello largo y cenizo y respiro hondo. Para avanzar hacia el despacho de su amado señor Sesshomaru.

Después de unos leves toquidos entró como siempre su buen asistente Rin.

.-Toma asiento Rin-

Así lo hizo la joven sin apartar la vista de él, no era raro el que su jefe la llamará, si no; la forma en que lo estaba haciendo.

.-De que se trata señor Sesshomaru?-

.-Rin, tu sabes que hay personas que tengo trabajando en la investigación de algo, no es así?-

.-Si, eso lo sé-

.-Bueno, pero aun hay cosas que no sabes muy bien, como por ejemplo, el por que buscó a ese hombre-

Rin pareció meditarlo un poco y lo miró seriamente. –Bueno señor no creo que fueran mis asuntos-

.-Pero deberían interesarte ya que probablemente tu también salgas implicada en esto por el simple hecho de ser mi asistente-

Solo asistente…

Con bastante coraje para poder decirlo, se armo de valor y le hizo ver a Sesshomaru que no solo era una asistente, que podría si él quisiera ser una amiga confiar en ella. -No se preocupe señor, yo cumplo con mi trabajo por que me gusta y puede contar conmigo para todo-

Sesshomaru sonrió. Esa muchacha aparte de linda tenía carácter.

.–Pequeña, el hombre al que tanto busco se llama Naraku, ese hombre ha estado persiguiendo a Kagome y a su familia desde que ella era pequeña. Ese hombre quiere acabar con toda su familia junto con ella, y yo estoy haciendo todo por protegerla-

.-Señor Sesshomaru…-

Sesshomaru levanto la vista y observo como aquellos ojos color cafés intenso la miraban como si lo admirara. –La señorita Kagome es muy importante para usted, no es así?-

Sesshomaru abrió los ojos sorpresivamente. Rin se había dado cuenta del extraño sentimiento hacia Kagome. La sola idea de que Naraku diera con ella lo hacía rabiar. Apretó los nudillos sobre el escritorio sin darse cuenta de que Rin lo observaba en todo momento.

.-Si algo llegará… si algo le pasará yo…-

La chica se levanto de súbito, ante la mirada confusa de Sesshomaru.

.-No se preocupe señor- Se dio media vuelta para esconder las lagrimas que ya bajaban por su mejilla. –Como le dije antes Señor Sesshomaru, me gusta mi trabajo y puede contar conmigo en cualquier momento y en cualquier circunstancia-

.-Gracias… Rin-

Dicho esto salio hecha un mar de lagrimas escondiéndose en donde nadie pudiera ver su corazón destrozado.

.-Kagome ven a la cama ya-

La voz de un exasperado Inuyasha no le impedía seguir dando vueltas de un lado hacia otro con el teléfono en la mano.

.-Es que no lo entiendo, este es el numero que mi mama dejó, no pudo haberse equivocado o si?-

Inuyasha se levantó de la cama donde había estado los últimos 20 minutos viéndola de un lado a otro hasta llegar a su lado y abrazándola para reconfortarla. –Preciosa tal vez estén acostados ya y tu los estas molestando-

.-Pero Inuyasha, ha sonado mas de 5 veces, no crees que es raro?-

.-Bueno, tal vez tu mamá se equivocó con el numero no lo crees?-

.-Podría ser…-

Lentamente Inuyasha le quitó el teléfono de las manos para dejarlo en la pequeña mesita de noche al lado de la cama y la guió hacía la cama.

.-Ven, de seguro debes de estar agotada, descansa un poco-

Kagome sonrió complacida cuando Inuyasha la tomó en sus brazos y la deposito suavemente en la cama arropándola como si fuera una niña pequeña.

.-Y también me cantarás una canción de cuna?-

Inuyasha sonrió. –Oye no te burles, te estoy cuidando-

.-Cierto, perdón- Reprimiendo la risa. –Es que no creí que fueras tan atento-

.-Que? Te gustaría que te estuviera cuidando el imbécil de Bankotzu?-

Aquello si que le sorprendió y le molestó. –Oye yo no estaba coqueteando con Bankotzu!-

-Pero si te encantaba tener su atención todo el día verdad!-

.-Sabes que? Si vas a estar en ese plan mejor me largo de aquí!- Se levanto estrepitosamente que casi se caía cuando la sabana se enredó en una de sus piernas. –Eres un Tonto!-

Inuyasha respiró profundo antes de ir tras ella.

.-Perdóname preciosa, pero entiende quee se hombre me pone de nervios-

Kagome se detuvo. –No tienes por que desconfiar de mi, ya te he explicado lo que hubo entre Bankotzu y yo-

Inuyasha rozó suavemente los hombros de ella besándolos dulcemente. –Eso ya lo sé, es por eso que quiero que me disculpes… y vuelvas a la cama conmigo-

Kagome volteo no muy convencida. –Esta bien, solo por que tengo sueño… y… por que quiero ir a la cama también…-

Inuyasha sonrió claro que amaba a esa mujer con todo y sus cambios de humor.

Un poco lejos de ahí, Tsubaki se encontraba fuera de su auto fumándose un cigarrillo impacientemente. El viento soplaba con fuerza mientras su cabello largo se mecía fuertemente.

Será tu fin Kagome...

Otro auto demasiado lujoso y con vidrios oscuros se estaciono a un lado de ella. De él salió un hombre de cabello largo y café.

La sonrisa de Tsubaki se hizo más notoria.

.-Señor Naraku, hace tanto que deseaba conocerlo…-

El hombre observaba a la mujer que tenía frente a ella. Mujer iluso, si supieras que tu gran error fue contactarme ya que tu no tienes ninguna consideración ante mi…

Continuará…

Perdón por la demora, pero mas vale tarde que nunca, disfrútenlo ya que va en la recta final.