Truth
Advertencia – Yaoi, Shounen–ai, Lime (situación explícita).
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Capítulo 1 – Te Amo
Se recargó sutilmente sobre el cuerpo de su compañero, ambos se encontraban recostados en su cómoda cama.
Su amante le daba la espalda, probablemente dormía, pero no por mucho tiempo, le rodeó la cintura con sus poderosos brazos, acercando sus carnosos labios al oído de su compañero, lamiendo el lóbulo, mordiendo levemente. Mientras sus manos viajaban debajo de la playera de Bryan.
Acariciaba muy superficialmente ese ya conocido abdomen abandonando con su boca el oído para continuar con ese pálido cuello, pegando su cuerpo lo más posible al de Bryan, hasta que su abdomen estaba completamente contra la espalda del mayor.
Sus blancas manos rodeaban el hermoso ombligo del pelilavanda, disfrutando de esa piel tersa y sedosa, continuando con su ataque al cuello, pero aun no había respuesta.
Con su mano libre, empezó a acariciar esos lindos glúteos, apretándolos levemente, sobando, y dando uno que otro pellizco, disfrutando del hermoso cuerpo de su amante. Como lo amaba, era todo para él, era su mundo, lo único que necesitaba para vivir.
Se dio cuenta que Bryan no estaba dormido, al contrario, más despierto que nunca, pues pudo ver de manera discreta como esos hermosos ojos lavanda parpadeaban, así que decidió continuar con sus caricias.
Dejó ese lindo ombligo para dirigir su mano a zonas más peligrosas, lentamente se metió por el bóxer del ruso y descendió a la entrepierna, sin tocar el miembro, sólo dando pequeños toques alrededor. Para después subir su mano a los pezones de su amado, pasando muy superficialmente un dedo por ellos, para después con la yema hacer círculos alrededor del rozado pezón, escuchando un lindo suspiro, animándolo a tomar la tetilla entre dos de sus dedos y apretar un poco, sólo para causar placer y un poco de dolor, endureciéndola y haciéndola sensible.
Pegó su propia erección a ese apetecible trasero, mostrándole así los deseos que tenía por él. Frotándose levemente, jadeando un poco en el oído de su amante, donde sabría que sería escuchado.
Sonreía de forma satisfecha al notar como su amante cerraba los ojos y disfrutaba de las suaves, pero provocativas caricias.
Su compañero pegó más su propio trasero para sentir mejor al pelirrojo que lo acariciaba tan acaloradamente, dando con este acto el permiso al pelirrojo para que pudiera acercar más esa traviesa mano a su miembro.
Bryan después se volvió a quedar quieto, su mente viajaba a otro lado, su mente dejaba de estar con Tala para volar...
El extraño comportamiento y la mente ausente no fueron pasados desapercibidos por el pelirrojo.
– ¿Qué sucede Bryan?...¿No quieres hacer el amor?... – susurró seductoramente al oído del otro ruso.
– hn, está bien – respondió su amante de forma resignada y aburrida.
– Si claro, y cierro la puerta cuando termine... ¿No?... – Dijo sarcásticamente el pelirrojo, al notar el tono apagado en las palabras y actos de Bryan – ¿Qué sucede?... ¿Estás bien?... – preguntó después preocupado, no le gustaba sentir a su novio triste, daría lo que fuera por ver al ojilavanda siempre feliz. Lo que fuera.
– estoy bien – respondió Bryan, de nuevo ese tono apagado en su voz. De pronto se levantó, librándose del abrazo de Tala – voy por un vaso de agua – explicó, y desapareció por la puerta.
Dejando a un confundido pelirrojo acostado en la cama, y bastante acalorado. Pero para él estaba antes la felicidad de Bryan que su propia calentura.
Pensando que lo que su compañero tenía era estrés, se decidió a darle un delicioso masaje apenas regresara a la cama. Sonrió ante sus pensamientos. Si hacía bien el masaje, quizás si tendría su muy deseada noche de amor.
El otro joven eventualmente regreso al cuarto, sentándose de su lado de la cama, dándole la espalda a Tala, quien se levantó de donde estaba y se sentó atrás de él.
Con movimientos lentos, pero procurando tocar la mayor parte de piel posible tomó la parte inferior de la playera floja de Bryan, levantándola, y quitándosela.
– ¿Qué haces?... – le preguntó Bryan, al sentir las manos tiernas del pelirrojo despojarlo de su playera.
Las mismas manos que lo habían recorrido, y quitado su ropa ahora se posaban con cuidado en sus hombros y comenzaban haciendo una deliciosa presión, con movimientos circulares.
– Te voy a dar un masaje, estas muy tenso – respondió tiernamente, hablándole muy suavemente y cerca de su oído. Era tan deliciosa la sensación de cuando le hablaban al oído, sentir el cálido aliento chocar contra él lo hacía estremecerse, y al parecer su amante lo sabía y se aprovechaba de eso.
Esas manos seguían moviéndose en sus hombros, dándole una deliciosa sensación de paz, tiempo después a las manos se agregó una boca, que acariciaba y succionaba su cuello por atrás, haciendo que bajara un poco la cabeza, para dar mas espacio a esa boca de probarlo.
Se sentía tan bien la perfecta combinación de movimientos, no pudo evitar suspirar, a veces esas manos viajaban a su cuello y hacían los mismos movimientos circulares en sus músculos, con la perfecta presión en ellos para relajarlos.
Gimió un poco, esas manos eran muy ágiles, sabían donde rozar, donde tocar, donde hacer presión, sus hombros, espalda y cuello eran hermosamente acariciados, brindándole una sensación de paz, haciendo que todo se le olvidara, sólo concentrándose en esas manos, esas sensaciones.
Sin darse cuenta empezó a jadear, pues lentamente esa lengua lo recorría más y más, entrando un poco en su oído, sintiendo esa cálida sensación, se giró como pudo para poder besar esos labios que lo habían estado llamando de forma silenciosa.
Lo besó, sabía tan rico como siempre, era un beso cálido y húmedo, un beso tierno. Lentamente Bryan se fue dando la vuelta, hasta terminar sentado en la cama, recargado en la cabecera de esta, probando y bebiendo de esa rosada boca que tanto conocía.
Yuriy se acomodó sobre el regazo de Bryan, teniendo una rodilla en cada lado del ojilavanda, quedando en una posición un tanto vulnerable. Pero no era importante, ya que le gustaba sentirse vulnerable ante Bryan.
El lobo mordió el labio superior del halcón, recibiendo como respuesta una mordida en su labio inferior, lo que causo que gimiera.
De nuevo comenzó a frotarse con ese musculoso cuerpo, teniendo reacción inmediata de Bryan. Yuriy dejó esa cálida pero deliciosa boca para besar de nuevo el cuello, el cuál ya tenía bastantes marcas rojas.
Bryan colocó sus manos el los glúteos del pelirrojo, pegándolo más a su propio cuerpo, causando más fricción. Cerró los ojos fuertemente y recargó su cabeza en la cabecera de la cama. Sintió como de nuevo esas traviesas manos del pelirrojo se ponían a trabajar. Tala metió una de sus manos entre ambos cuerpos, posándola sobre la erección de su amado Bryan, frotando, haciendo jadear más al de cabello lavanda.
Levantó un poco su rostro y volvió a acercar sus labios a los oídos de Bryan.
– ¿Bry?... – habló sensualmente, e hizo una pausa esperando respuesta, aun moviendo su mano sobre el miembro de su amante.
– ¿Ahhhhhh, si?... – fue la respuesta recibida, lo que lo hizo sonreír maliciosamente al darse cuenta del efecto que tenía sobre su novio.
– ¿Me dejas masajear también a tu 'amiguito'...?... – preguntó entre jadeos, apretando levemente la erección de Bryan al momento de decir 'amiguito' para dar a entender de lo que se refería.
El comentario, o en dado caso, pregunta, hizo que Bryan abriera los ojos e intentara enfocar la mirada azul del pelirrojo, cosa que le costó demasiado trabajo ya que su vista estaba nublada por la lujuria y la excitación.
Respondió a la pregunta robándole un apasionado beso a Yuriy, dejando de acariciar sus glúteos para poner su mano sobre la mejilla del pelirrojo y alejar de nuevo su rostro. Se quedó observándolo, era hermoso, cabello rojo fuego y radiantes ojos azules, pero...
Con la mano que tenía en su mejilla jaló delicadamente el labio inferior de Tala, con su dedo gordo, admirando el hermoso labio carnoso del joven. Acercó de nuevo su rostro, introduciendo inmediatamente la lengua en la boca del menor. Yuriy al sentir la lengua invasora no perdió tiempo y la succionó, gimiendo. Enloqueciendo los sentidos de Bryan otra vez.
Vaya que el pelirrojo lograba sacarlo de sí, y enloquecerlo. Sintió esas manos jugando alrededor del resorte de sus boxers, para después no sentir el peso de Yuriy en su regazo, al parecer el joven se había levantado de ahí, y pensaba despojarlo completamente de sus ropas.
Rompió el beso y no se hizo del rogar y levantó las caderas, dando oportunidad al ojiazul de sacar el bóxer, dejándolo desnudo completamente.
– Te amo, Bry – dijo Tala antes de volverse al ataque. Recargó a su amado de nuevo en la cabecera de la cama y se dedicó a descender con su boca a las lindas tetillas de Bryan. Disfrutando de cada jadeo que escapaba de la boca de éste.
Lamió y mordisqueó cuidadosamente, no lastimando, pero si liberando excitantes corrientes eléctricas por todo el cuerpo del mayor. Su mano se volvió a posar en el miembro de Bryan, ya no tenía obstáculos para acariciarlo, comenzó con un movimiento lento, pero fuerte.
Disfrutando ya no de los jadeos, sino los gemidos. Como adoraba todo lo que Bryan hacía, todo era sencillamente encantador, adorable. Cuando gritaba, cuando gemía, cuando gimoteaba. Lo amaba tanto.
Pero aun no lo había escuchado gritar, y esa era su meta, escucharlo gritar, siendo esta la señal para saber que su amando estaba disfrutando al máximo. Sonrió tan sólo al imaginarlo. Así que decidió, como ya había dicho 'darle un masaje al "amigo" de Bryan'.
Bajó completamente su rostro, hasta tener de frente el miembro de Bryan, del cual lamió sólo la punta para ver la reacción. Un pequeño grito, el cual disfrutó al máximo, sin darle más tiempo, metió la erección de Bryan en su boca, intentando hacer el mayor contacto posible con su lengua, succionando, haciendo presión en la punta.
– Ahhhhhh si – comenzaba a gritar el ojilavanda, colocando sus manos en el sedoso cabello rojo del otro joven. Disfrutando del placer que le brindaba esa cálida boca.
– Mmmmm – gemía, queriéndose sentir aún más adentro de esa cavidad – MAAAAS – gritaba, disfrutando lo que su amante le brindaba.
Tala estaba satisfecho al escuchar a Bry gritar por más, sobando por sobre su pantalón de tela su propio miembro.
– AAAhhhhh si Rei – gritó Bryan al sentirse nublado por estar tan cerca del orgasmo. El pelirrojo escuchó, se asustó, se alejó de golpe, cayendo dolorosamente de la cama.
– ¿Que dijiste?... – preguntó, diciéndose a si mismo que escuchó mal.
– Que... eres el rey... Eres increíble con esa boca – contestó el ojilavanda, sonriéndole tiernamente
– ahh... Yo... – contestó apenado, pues en efecto había escuchado mal – "ya estoy alucinando cosas... Él nunca... no... No debo desconfiar de él"– pensaba, dándose de topes por dudar de su amado Bryan, él nunca lo dejaría, ni le había dado razones para dudar en ningún momento.
– ¿Te lastimaste?... – preguntó preocupado el de cabello lavanda por el golpe que se había dado el menor al caer de la cama.
– ¿Ehh?... Ahh no, estoy bien, sólo... – no tenía como responderle, había cometido un error al actuar como actuó, pero agradecía a su amado por no estar enojado con él a pesar de haber dudado.
Se levantó de donde había caído en el suelo y caminó de nuevo a donde estaba su amado, Bryan también se levantó de la cama e inmediatamente recibió el abrazo de su pelirrojo, pero... Bryan no correspondió el abrazo, solamente permaneció parado enfrente de Yuriy, viéndolo.
Tala lo abrazaba, recargando su cabeza en el hombro del mayor, lo amaba tanto – "¿Por qué no me corresponde el abrazo?" – Pensó Tala preocupado –"Estoy siendo paranoico, tengo que estar siendo paranoico" – sentía como su sangre se enfriaba, al comenzar a tener horribles pensamientos de Bryan con alguien más, de Bryan con ¿Rei? –"¿Qué hago pensando en Bryan con Rei?... NUNCA. Estoy dudando de nuevo, probablemente no es nada... Bry ha de estar cansado, y no lo estoy dejando dormir bien" –
Estrechó a Bryan con más fuerza esperando que así le correspondieran el abrazo, pero tampoco sucedió, comenzando a sentir desesperación – "no me hagas esto..."–
Comenzó a besar de nuevo el pálido cuello de su amado ruso –"Cualquier señal de afecto Bry... cualquier cosa" – susurró un 'Te Amo' en el oído del joven de ojos lavanda...
– ... –
– "Debe ser un sueño... por favor no me hagas esto" – pensaba enterrando su rostro en el hombro de Bryan, pues empezó a sentir lágrimas en sus ojos, y no deseaba que Bryan se diera cuenta.
– ¿Bry?... – preguntó, le costó mucho trabajo, no confiaba mucho en su voz, no quería que se escuchara rota por el nudo que yacía en su garganta, pero para su desgracia, el mayor no respondió.
– ... – Bryan seguía en silencio, no era tonto, podía sentir los húmedos ojos de Tala en su hombro desnudo, pero...
– ¿Me amas?... – preguntó Tala, con eso callaría los malos pensamientos que circulaban por su mente.
– ¿Qué?... – fue la respuesta que recibió, al parecer Bryan esperaba todo, menos esa pregunta. –"¡Dios! Ahora que lo pienso, tiene mucho tiempo que no me dedica esas palabras" – aumentaba el nudo que yacía en su garganta. Se separó, teniendo los ojos húmedos, para encarar a esos lindos ojos lavanda de Bryan.
– ¿Me amas?... – Repitió la pregunta –"Con escuchar esas palabras me basta. Sólo con eso" –
– ... –
– ¿Me amas?... – De nuevo la pregunta – "Sólo responde, por favor, sólo responde" – pensaba
– ¿Tú que crees?... – respondió tranquilizadoramente el otro ruso.
– eso no es una respuesta, dime si o no, pero responde... ¿Me amas?... –
–...– más silencio.
No pudo evitarlo, finalmente las lágrimas escapaban de sus ojos, cayendo por sus mejillas, demostrando el dolor que sentía – "No lo puedo creer... Eres incapaz de decir las únicas palabras que espero escuchar" – notó el pelirrojo.
– No me hagas esto... responde... ¿Me amas?... – comenzaba a temblar. Bryan levantó su mano y limpió las lágrimas de las mejillas de Tala.
– No llores, sabes perfectamente lo que siento por ti – Bryan sonrió, intentando tranquilizar a su compañero, era lo único que podía hacer.
– Sigues sin responderme – la voz de Tala era apenas un susurro.
– Yuriy yo...– dijo Bryan y después calló, no tenía más que decir.
Más lagrimas cayeron, más lágrimas – "Esto tiene que ser un sueño, esto no es real, no puede estar pasando" – Sintió las manos de Bryan acariciar sus mejillas, limpiando con falso cuidado sus lágrimas.
Lo miró a los ojos.
Esas lindas orbes lavanda – "Nada... no reflejan nada..." – no pudo soportarlo más, lo empujó.
– No me amas – dijo más para si, que para el mayor.
– ... –
Salió de la habitación lo más rápido posible, aprovechando que él tenía su pantalón de tela y su playera, podría salir y huir de esa casa, en esos momentos prefería las calles de Japón.
– Yuriy espera... – Bryan fue atrás de él, pero estaba desnudo – YURIY – gritó intentándolo detenerlo, no lo logró.
Yuriy salió de la casa corriendo, sin un lugar a donde dirigirse pues con quien podría ir en Japón, sus amigos vivían en Rusia.
Cualquier cosa era mejor que sentir las manos de... de él sobre su cuerpo, sobretodo después de... –"¿Era tan difícil contestar una pregunta tan sencilla?" – aun sentía las lágrimas correr por sus mejillas. En realidad amaba a Bryan.
– "¿Si mato a Kon?... No, Bry me odiaría por eso" – pero... ¿Qué importaba lo que Bryan sintiera? – "Ya no importa." –
Cayó de rodillas en el piso, donde también colocó sus manos, y agachó su cabeza, las lágrimas no dejaban de salir – "Ya no importa" –
– ¡YA NO IMPORTAAAAA!... – gritó a la nada, respirando agitadamente, llorando. – "Que estúpido... estaba tan perdido amando a Bryan que no me di cuenta de nada... Noooo, era tan obvio" –
– maldito estúpido... ¿Como pudo?... Cuatro malditos años y... – sollozó –Rei... –"Por eso Bryan se quiso venir a vivir a Japón" – lloraba con su rostro entre sus manos, sentado en el frío de la noche, con un corazón deshecho. – "Quiero despertar de este sueño... Yo se que Bryan me ama tanto como yo, siempre ha sido así..." – se mentía a si mismo.
– "¡Estúpido Cállate!" – Se recriminó – Rei – dijo con odio y fue lo único que se escuchó antes de desaparecer en la oscuridad de la noche.
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