Disclaimer: None of the characters belongs to me, I just made up the plot. Please, don't sue me! I just wanted to have fun…

Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, sólo me inventé la trama. Por favor, ¡no me demanden! Sólo quería divertirme…

El reptil: Draco

-Diario-

Más que un dragón, toda mi vida he sido una serpiente. El noble nombre que porto no dice nada de lo que hay detrás. Cuido mi imagen y reputación tanto como la guerra lo permite,  y sin embargo, estoy aquí, en medio de este nido de ratas, tratando de convencerme a mí mismo de que valgo tanto o más que cualquiera de ellos. Tratando de ser algo que no soy. Hundiéndome en fango a cada paso. Cuando pensaba en poder y gloria, es seguro que no los imaginaba así.

Siempre quise seguir los pasos de mi padre. No es algo que hubiera cuestionado o pensado seriamente con anterioridad. Nunca entendí si esa certeza me asustaba o me daba el  valor para continuar. Todo el tiempo viví bajo la sombra y el temor constante de mi padre y la indiferencia de mi madre. Siempre supe que esperaban de mí: que siguiera la tradición familiar.

Madre murió hace algunos meses. Guardar luto por una mujer muerta en vida resulta... un tanto irónico. Aún antes de que el cielo pareciera caer sobre nuestras cabezas se enterró en esta mansión, en su vida frívola y material, en su existencia vacía. Su elegancia, su apariencia, su sangre pura y su larga tradición familiar. Desalmada y firme partidaria de los proyectos de mi padre. Me pregunto si alguna vez estuvo viva realmente.

Siguiendo la voluntad familiar, a los 17 años me convertí en un mortífago. Quería demostrar a todos que aquellos que no comparten nuestras creencias, nuestra cultura y nuestra historia, no pertenecen a nuestro grupo. Gente de fuera, gente que destruye lo que celosamente hemos protegido durante siglos, gente tosca, falta de refinación o de los elementos que a un mago lo hacen serlo por derecho natural; gente como Granger. Nunca ha temido perder para siempre la esencia misma de los suyos, su cultura, sus tradiciones y su historia nunca se vieron amenazados, su gente toma de la naturaleza todo lo que puede extraer y no hace sino destruir todo a su paso. ¿Cómo podría alguien así entender  el fino arte de un encantamiento, los secretos de una poción o los misterios que rodean a la magia?

Gente como ese anciano decrépito, Dumbledore, han dado la espalda a su gente y a su tradición misma por chicos como Potter –sedientos de fama, irreflexivos, impulsivos y con sueños de heroísmo- , Weasley –pobretones estúpidos que no aceptan su lugar en nuestro mundo- y Granger –la sangre sucia más presuntuosa que haya conocido-. Sin embargo, entre el zoológico de fenómenos que el viejo loco ha traído a  Hogwarts, bien podría ser que ella –de no ser por su sucio origen muggle- es lo único que le da un poco de crédito.

De alguna manera, me da la impresión de que puede ver más allá de lo que me gustaría mostrarle. Potter hace bien al tenerla de su lado aunque haría mejor si la tuviera lejos. La guerra habría terminado ya. Su desesperado intento por salvar lo que queda de su no menos patético mundo sólo posterga lo inevitable. Pero el momento se acerca, y la serpiente que ha esperado paciente oculta en el fango, pronto podrá disfrutar de su venganza. Ya  que me resulta intocable, debo asegurarme de que alguien –probablemente Potter o Weasley- se encargue de eso.

He pensado en eso durante bastante tiempo. He pasado horas sombrías y solitarias aquí esperando una oportunidad, una señal que me indique que podré liberarme de ella para siempre. No puedo confiar en nadie tan delicada labor. Siempre he tenido a mi alrededor un séquito de aduladores. Aún ahora en las peores circunstancias, hay quien quiere lamer el suelo que piso; no dudo, sin embargo, que en cuanto les doy la espalda se presten a apuñalarme como los cobardes que son realmente. Y, a decir verdad, yo haría lo mismo. Estoy rodeado de gente y sin embargo, estoy solo.

Ella también. Esa es una de las tantas razones por las cuales la cacería es tan interesante; ella lo ha perdido casi todo en la guerra, Potter y Weasley pueden cuidarse solos, nada la ata y nadie la espera, no teme arriesgar la vida por otros... y es un rival de cuidado. Mucho más lista de lo que cabría suponer por su origen y su simple apariencia. Es mucho más complicada de lo que parece, sus motivaciones y designios son predecibles, sus actos y sus pensamientos, no. Racional y desapasionada, no suele cometer errores, excepto por éste, que nos ha vinculado y que significará su muerte.

Desde que la conocí descubrí que podía ser una enemiga formidable y en el tiempo en que trabajamos más cerca, descubrí que mis recelos eran justificados porque ella, de entre todas las personas a las que admiro o detesto, reúne las características que la convertían en una amenaza  considerable: decidida, valiente, cuidadosa, implacable, inteligente y carismática. Es furtiva y sumamente sagaz, habría sido una Slytherin respetable si en algún momento hubiera demostrado tener verdadera visión y un entendimiento claro de que la lealtad es un arma de los débiles. En su mutismo se esconde conocimiento que puede resultar peligroso. Sabe penetrar las defensas de la gente y llegar al centro mismo de su psique.  De verdad me altera porque nunca sé qué esperar de ella. Es por eso que la odio y la admiro. Cuando crees conocerla lo suficiente, te demuestra que hay algo más con lo que no contabas.

Granger es sorprendentemente estúpida en algunas ocasiones; es cuando ese carácter de Gryffindor la lleva a actuar sin pensar, cuando tira la precaución por la ventana y no duda en salvar la vida de otro. Es en esas raras ocasiones, cuando ella, actuando contra su naturaleza y mejor juicio, sigue el dictado de algo más allá de su cerebro y comete errores fatales. Probablemente el más grande que ha cometido, fue salvar mi vida.

Si bien nunca conseguimos el status de 'amigos', al término de nuestros años en Hogwarts , permaneció la tregua tácita que cesaba las hostilidades por ambas partes. El cese de agresiones nos fue muy útil cuando volvimos a encontrarnos, entrenando como aurores del área de Inteligencia.

Siento un estremecimiento al recordarlo.

Durante una de nuestras prácticas de campo, al principio del año, hubo una incursión de mortífagos en el que campo en el que ejercitábamos. Fue  un domingo por la tarde. La escuela estaba vacía, era un buen momento para una emboscada. Habían venido para vengarse de mí por la forma en que los utilicé para ascender en el poder. Desde el año anterior me había unido a las huestes de Voldemort, dispuesto a dar la vida combatiendo por lo que creía, por legar a mis hijos un mundo en el que no temieran a lo diferente, en que no fueran temidos y odiados. Aparentemente, a mis compañeros no les importaba que estuviéramos haciendo causa común. Siempre hemos creído que cada uno de nosotros sigue sus propios pasos, aún cuando la triste realidad es que no somos sino piezas al servicio de la desmedida ambición de Voldemort. Entre nosotros, la piedad no existe, la lealtad es simple cuestión de conveniencias, la disciplina lleva al dolor, el dolor lleva al miedo y el miedo es respeto.

Esa noche intentaron matarme.

Mientras mi cuerpo era desgarrado por los estremecimientos de dolor, guardé en mi mente sus rostros y me prometí que les devolvería cada instante de insoportable agonía uno a uno sin importar el precio. Mis rodillas cedieron y el dolor me invadió intensificándose a cada segundo. Sabía que perdería pronto el conocimiento y de ser así, probablemente moriría… No tuve tanta suerte. De la nada salió una voz femenina que acabó con mis atacantes. Pude reconocerla sin problema. La manera en que me miró aún me atormenta. Sus ojos no eran inexpresivos ni distantes. Denotaban genuina preocupación y un dejo de simpatía. No podría decirlo de cierto, perdí el conocimiento poco después. Aún no sé si lo que creí ver fue verdad o producto de mi agotada mente.

Granger no mencionó nunca a nadie lo que había pasado. Sé que le debo la vida desde entonces. Me dejó vivir un día más para vengarme de mis enemigos, cosa que hice tan pronto como volvía a verlos y me deleité escuchando sus suplicas, viéndolos retorcerse de dolor mientras los dejaba morir despacio en la oscuridad; un día más para verla morir. Quizás lo que más me sorprende de su acción, es que me dejó vivir sin pensar que yo no hubiera hecho lo mismo por ella, y que, de hecho, la mataré por ese instante de debilidad.

Ahora hay un vínculo de honor entre nosotros. Y una deuda de vida, es algo que los magos respetamos. Nos liga a la persona que la creó. Magia natural, antigua y poderosa. Mala cosa si mi padre o algún otro allegado a Voldemort se enterara de eso. He matado, mentido y traicionado antes; pero esta vez es diferente, se trata de mi palabra  de hombre  y mi honor de mago. No importan su origen muggle ni nuestra historia pasada. Salvó mi vida. Todo en la vida es una ironía, un gran chiste de los dioses que juegan con nuestros destinos, mi salvadora debe morir entre mis manos.

Siempre anhelé el sabor del poder y el respeto. Ahora me pregunto si aquello que deseaba vale todas las muertes, toda la destrucción y todas las lágrimas que he causado. Pero, principalmente, me pregunto si valen la pérdida misma de mi humanidad y todo vínculo con los pocos momentos agradables de mi vida. Debo desechar esos pensamientos. Me hacen débil.

Todo cuanto me queda es mi miserable existencia. No hay nada que perder. Lo único que llena mis días grises y oscuros es el dulce sabor de la venganza y sin importar el precio, sé que pronto la tendré entre mis bazos, deleitándome con el aroma que conozco tan bien... el pútrido olor de la muerte.

***

Entiendo que no es exactamente 'más dinámico', pero el intento se está haciendo. Sigan divirtiéndose y les agradecería por completo que dejen un review cuando terminen