Nulla potentia, scelere quaesita, est diuturna
-Ningún poder conseguido con el crimen, dura-
Hojas que caen
Ron procedió tal como Hermione se lo había indicado. Junto con su gente, partió a la búsqueda de reclutas entre las huestes de criaturas mágicas. Las negociaciones las habían realizado con anterioridad Charly, Percy, Bill, Arthur Weasley y Hermione, cada uno en su correspondiente departamento, bajo la mirada de Dumbledore, que aunque no se encontraba cerca, era el ministro temporal de magia y se mantenía en estrecho contacto con sus colaboradores. Hermione se encargó de dividir labores y explicar procesos, a fin de que el plan pudiera continuar aún si ella o Dumbledore no estaban presentes.
Una vez que los escuadrones se formaron, Ron les informó de las localizaciones de sus nuevas bases y les pidió mantenerse ocultos hasta que les fuera informado que el momento de iniciar el ataque había llegado.
Contaban con que la señal de partida de Hermione llegara a tiempo.
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Hermione estaba nerviosa por que la siguiente fase de su plan sería decisiva. Una vez que su informante le certificó que era seguro, indicó a su agente infiltrado que procediera según instrucciones y al término de las mismas, que se reuniera con los Weasley, que lo esperaban cerca de Londres con un ejército. Su participación era, además de necesaria, todo cuanto las decaídas tropas necesitaban para sentirse confiadas. Esperaba que el éxito estuviera asegurado. El elemento sorpresa no debía subestimarse. Tal perecía que las condiciones eran inmejorables, y Hermione se lo debía en gran medida al misterioso 'topo' de Dumbledore. La llegada del agente clave infiltrado con el mensaje, indicaría el inicio de la última resistencia.
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Crabbe y Goyle miraron con aprensión la frenética actividad de la que la 'sangre sucia' amiga de Potter y Weasley era presa. Indudablemente tramaba algo. Draco les había pedido específicamente que la observaran y no permitieran que otros mortífagos se acercaran. Quería 'atraparla en cuanto todas las pruebas estuvieran en su contra'. Ellos se sonrieron. Granger acababa de traicionarse, estaba desprotegida y a todas luces intentando algo; era su oportunidad para aminorar el trabajo de Draco. Varitas en mano, se dirigieron hacia ella ocultos entre la multitud circundante. No sabría qué le pegó.
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Ron estaba impaciente. Como un reguero de pólvora había corrido el rumor de que Voldemort había muerto. Aparentemente el fiel Colagusano había conocido su límite y se vengó por los años de abuso. La acción fue impremeditada y burda, sin embargo, la noticia llenaba de entusiasmo a los ocultos miembros de la resistencia, que observaban con placer el desorden que se adivinaba en las filas enemigas. Sabía que esto debía ser parte del plan de Hermione y que en cualquier momento la señal prometida se adivinaría en el horizonte.
Sin embargo, cuando Ron oteó a lejos, lo único que vio fue una figura humana montada en una escoba que se aproximaba con celeridad. Supuso que podía ser un mensajero o un espía enemigo. No podía juzgar ni actuar desde semejante distancia, así que se detuvo fuera del escondite con la varita presta en la mano. La figura se acercaba cada vez más…
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Draco estaba preocupado. La súbita 'muerte-no-confirmada' de Voldemort a manos de su lacayo, había dejado todo su poder en manos de Lucius Malfoy, y a pesar de que trataba de evitar que la información llegara a oídos de las tropas, él sabía que el esfuerzo era tan inútil como pretender tapar el sol con un dedo. Sin embargo Lucius era reverenciado y temido por su subalternos casi tanto como el mismo Señor Oscuro, así que controló la crisis de una manera pronta y disciplinada. Citó a sus principales subordinados a una junta extraordinaria dentro de 25 minutos. Draco suspiró. Esto se ponía peor.
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Aquí las cosas comienzan a complicarse, pronto tendremos a los personajes en un mismo escenario. ¿Qué creen que pasará entonces?