- "Wow...¡esto es..." -.
- "Espinadragón, no me gusta venir mucho por aquí ya que...frío ya sabes, pero siempre sentías curiosidad por explorar este lugar así que no me pareció mala idea ser tu guía de este lugar" -.
Paimon apareció simplemente para mirarle con bastante reproche, después de todo puede que si tenga algo de razón, pero aprovechar la curiosidad de Xiangling y así pasar tiempo con ella era una estrategia que Aether debió pensar de primeras, lo estaba tratando de aprovechar ante las circunstancias.
- "Gracias por acompañarme y enseñarme lugares que ni yo había visto aún, Aether; ni siquiera sé por dónde empezar a caminar o a donde moverme" -. La chica estaba sorprendida de mirar todo el paisaje desde arriba, en el lugar más alto de Espinadragón junto al rubio y una fogata.
Aether estaba feliz de que ella se sienta arropada por su compañía, esta era la primera vez que elegían un lugar distinto a Mondstadt o Liyue, pero Espinadragón no es un lugar que quiere recordar mucho o para hacer algo especial.
Los ojos de Xiangling brillaban de emoción, mirando de un lado a otro para encontrar monstruos nuevos, estructuras y ruinas nuevas.
Paimon se puso a la par de Aether y ambos estuvieron mirándose, el chico parecía tener bajo control con una expresión de seguridad y la pequeña voladora sabía que el amor seguía sin llegarle del todo a su cabeza inconsciente de sus sentimientos reales por la cocinera de Liyue.
- "¡OH OH OH OH!, ¡v–veo muchos jabalíes congelados!...son demasiados, ¡vamos Aether!" -. La animada y emocionada Xiangling al encontrarlos desde arriba, avisó a Aether para después saltar con sus alas hacia el lugar.
- "¡Xiangling espera!, ¡no vayas tan rápido y no te alejes de mi cuando vayas a volar o puede llevarte una ráfaga!" -. Aether saltó rápidamente alarmado detrás de ella mientras se dirigían hacia el sitio.
Mientras iba volando unos pasos detrás de ella, Paimon aprovechó para hablar.
- "Te lo dije, va a ser más complicado que todo salga bien con Xiangling en Espinadragón" -.
- "Ella es así, vine preparado para esta exploración con ella y sabes que soy fuerte, Paimon. Todos vamos a estar bien, mientras no corramos directo a un peligro problemático" -.
- "A propósito...ahí no es donde está la guarida del Jabalí del Norte?" -. El rubio quedó en blanco cuando las palabras de Paimon llegaron a sus oídos y abría los ojos como platos, recordando esa tarea que tuvo que cumplir hace tiempo con mucha dificultad y lo dejó casi muerto de hipotermia.
"Oh no...ese bicho otra vez no, por favor ten piedad de nosotros y esta adorable cocinera". Rezó Aether al arconte Anemo, tratando de apurar la marcha en su planeador y que Xiangling no corra sola a la guarida del peligro.
Después de todo, eso tuvo que haber llamado toda su atención y no los pequeños jabalíes congelados.
