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Harry salió al pasillo en donde lo estaba esperando Ron. El pelirrojo se acercó a él con expresión preocupada.

- ¿Y Dumbledore? –indagó Harry al notar que el ministro temporal no estaba en los alrededores.

-Se fue. Surgió un problema bastante serio con un grupo de mantícoras. Tuvo que irse tan pronto como se enteró.- Respondió Ron encogiéndose de hombros- ¿Qué discutías con Malfoy? Me sorprendió mucho que al salir Dumbledore y yo, tú continuabas dentro- todo el enfado anterior se disolvió en pura curiosidad.- ¿Te dijo algo importante?

-No en realidad. Algunas frases vagas.

Ron se veía profundamente contrariado.

-¿Bastó con que Dumbledore y yo saliéramos para que hablara?- el desconcierto de Ron aumentó- ¿No es extraño? Usualmente nos mortificaría un rato con sus maquiavélicos planes a futuro. No creo que eso cuente para acortar su sentencia...

Harry se encogió de hombros. No sabía que tan prudente podía ser el confesarle que su tema de conversación había sido Hermione.

-¿Crees que Malfoy esté volviéndose loco?- Ron se veía ilusionado con la idea. Tras pensarlo un momento, su rostro se llenó de preocupación- ¡No lleva sino apenas unos cuantos días de encierro! ¿Será uno de sus sucios trucos para  intentar escapar?

De nueva cuenta  Harry le hizo entender con el gesto universal de 'no-tengo-idea' que a veces los caminos del señor son misteriosos.  Simplemente agregó:

-Ron, Malfoy tal vez sólo se hacía el interesante con todos esos mensajes crípticos. Por el momento deberá bastarnos el hecho de que estando en esa celda no hará daño alguno a nuestro ratón de biblioteca favorito... – Harry se detuvo en medio de la oración. Lo había dicho. Trató de no ver a Ron, que lo miraba con interés. Era imposible cubrir el desliz.

Ron lo contempló acusadoramente antes de añadir

-¿Preocupación de hermano mayor? Potter, si te gusta la forma que tiene tu cara, te sugiero que me digas todo lo que pasó en esa celda, y por favor, no omitas detalles.-dijo con voz dura y amenazadora.

Harry suspiró. Mientras caminaban a la salida de la prisión, narró a Ron su breve conversación con Malfoy. Para cuando terminó, habían llegado al Londres muggle y caminaban por aceras atiborradas por hombres y mujeres que caminaban apresuradamente. Ron exhaló un largo suspiro.

-No dudo que intente matarla en cuanto tenga la oportunidad. Es difícil saber qué es lo que pretende, alguien como él no es digno de confianza... ¿no crees que deberíamos mantener a 'Mione vigilada en caso de que intente algo?

Harry respondió casi de inmediato:

- Albus dejó en claro que ella puede cuidar de sí misma, Ron. Por alguna razón, creo que deberíamos permitir que las cosas sigan su propio curso. Es lo que Albus diría. Sé que hay algo allí que está más allá de lo que tú o yo entendemos.

Ron pareció meditarlo.

-Supongo que podría ser cierto. En todo caso, no hay manera de que se acerque a ella. Su condena lo mantendrá ocupado los siguientes cinco años. No me gustaría confiar la vida de mi mejor amiga a un maniático nunca más si puede evitarse. Con suerte, no volverá a verla.-dijo en voz baja

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Cuando de nuevo estuvo solo, Draco quedó a merced de sus pensamientos. Todas las introspecciones que lo atormentaban y el detallado análisis de la anterior escena lo dejaron exhausto. Estaba cansado pero temía dormirse. 'Una vez que despierte, mi destino dejará de pertenecerme. Alguien más decidirá por mí. Esta es la última noche que paso como un hombre dueño de su vida; pero si me mantengo despierto, todos los demonios de mis acciones pasadas vendrán a mortificarme ¿No basta con que deba encararlos cada día en cada uno de mis actos? Todo cuanto hago está influido de alguna manera por decisiones anteriores. Aprendí a ignorar  la culpa, a mitigar el miedo a despreciar las consecuencias y a vivir ajeno a mí mismo, pero ahora, me siento vacío... fue ésta mi elección, debo aprender a vivir con ella... ¿No es irónico? Una mala broma del destino y los desvaríos de un viejo loco han decidido mi vida.'

Su mente febril no dejaba de pensar en los eventos próximos. Decidió hacer caso al consejo de Dumbledore y dar paso al sueño. Dormir era el único escape posible a los planes del destino.

Al menos por ahora.

Se sumió en un sueño ligero colmado por las mismas pesadillas que lo perseguían cada noche desde que se convirtió en un mortífago, y ni siquiera las consoladoras palabras de Dumbledore pudieron alejar el espectro de todo el horror que había vivido y ocasionado.

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Supongo que ya se imaginan lo que viene… espero sus comentarios…