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El paso de los días acostumbró a Draco a la sencilla rutina de su vida con Hermione. Ser despertado por ella, trabajar a su lado, compartir sus horas de ocio, estar acompañado, hablarle, verla al final de su día... Todo era tan maravillosamente normal para él, que llegó a olvidar en algún momento que se suponía que su estancia en Yorkshire era una pena a expurgar. Con el tiempo descubrió que su pequeña 'economía doméstica' le permitía una gran familiaridad con su compañera, las bromas, las risas, sentimientos y acciones que le eran desconocidos coloreaban su vida a cada momento. Ocasionalmente, al verla reír, no podía entender por qué había deseado matarla con tanta pasión; al ver a sus alumnos, entendía que los muggles no eran tan malos... Pero la duda permanecía en el fondo de su mente, recordándole que ese no era su mundo, y que no podía vivir negando su verdadero origen o naturaleza. Cada día, el conflicto que había nacido dentro de él, era más encarnizado. A pesar de que podía continuar esforzándose, no lograría encajar. No era su mundo.

Esa mañana, celebraban el décimo mes de Malfoy en la pequeña localidad de Yorkshire Wolds. Hermione había planeado una breve visita al parque local durante la tarde. Cenarían al aire libre. Draco se sentía inexplicablemente ansioso porque el momento llegara y se empeñó en disimularlo, aunque cada vez era más difícil. Sin embargo, no podía negar el hecho de que se sentía fuertemente vinculado a la mujer. Este conocimiento era la fuente de sus noches de insomnio y también de su temor al caer el día. El tiempo no cesaba de transcurrir amenazando con llevarse todo a su paso. 'Debo recordar que los sentimientos y el apego vuelven débil al más fuerte de los mortales. Ella debe saberlo también, nuestro trabajo es bastante complicado como es, por no mencionar nuestras vidas. ¿Cuándo se ha oído que la más pura luz y la más espesa oscuridad hayan coexistido? Es peligroso alimentar esperanzas. Somos una amenaza para el otro... no puedo negar mi herencia... y ella no puede traicionar sus principios... ¿qué será de nosotros cuando el año llegue a su fin?' La observó con tristeza y recobró el buen humor al verla sentada y leyendo junto a la ventana de la cocina.

Tras un fugaz desayuno, ambos salieron rumbo a la escuela. El cielo se veía ligeramente nublado, pero el aire era tibio. En la entrada se despidieron para dirigirse a sus respectivas clases. Al término de día, se verían frente a la enfermería, a la mitad del camino de sus aulas.

Hermione entró al acogedor salón de clases en donde daba matemáticas al grupo más avanzado. Como de costumbre, tras explicar el tema del día, en compañía de sus alumnos inició la resolución de problemas, y entre risas y comentarios, el grupo se dio a la labor de resolverlos y entregarlos.

Draco no podía evitar sentirse ligeramente estúpido mientras daba clase. Inculcar a otros una moral que él mismo no tenía, le parecía un absurdo. Constantemente trataba de creer en lo que predicaba, y a aprender junto con ellos el verdadero valor de la ética y el deber, la búsqueda de la felicidad y el respeto. Irónicamente, era consciente de que muy probablemente jamás podría dejar atrás su pasado, y que sus sombras oscurecerían su futuro. Su clase terminó temprano, por lo que se dio el lujo de ir por Hermione hasta su salón de clases.

Podía verla por la ventana, concentrada en el problema que tenía enfrente, su expresión de profunda abstracción se disolvió en una sonrisa complacida al dar con la solución. Con la mirada brillante dijo algo a sus alumnos. El sonido de la campana los hizo salir.

Malfoy entró al aula vacía.

-¿Lista para irnos, Granger?

Hermione, distraída, se sobresaltó al escucharlo porque siendo habitualmente sigiloso, no percibió su entrada, pero sonrió al joven y asintió levemente. Él la ayudó a ordenar sus libros y guardar sus cosas antes de salir. Cuando empezaron a caminar hacia el bosquecillo, el aire helado parecía narrar en susurros una historia sumamente triste bajo la tenue luminosidad del sol. Hermione no pudo reprimir un involuntario escalofrío cuando la brisa traspasó su ligero suéter. Draco lo notó y con una naturalidad que sorprendió a ambos, se quitó de encima el grueso jersey de lana verde claro que llevaba, y lo colocó sobre los hombros de Hermione. Ante su mirada inquisitiva dijo con desencanto:

-No tengo la menor intención de cuidarte si enfermas Granger, así que me aseguraré de que no lo hagas.

Ella levantó una ceja y le dirigió una mirada entre divertida y sarcástica. Sonrió levemente.

-Lo tendré en mente Malfoy. No quisiera causarte molestias…

Tras caminar un largo trecho en un cómodo silencio, se detuvieron en un claro despejado desde el cual se veía todo el esplendor del parque. La luz melancólica de la tarde le confería un aspecto quimérico. La brisa, el silencio salpicado por los sonidos propios del bosque, y el perfumado cabello de la mujer a su izquierda ondeando perezosamente al viento, hicieron sonreír -si apenas perceptiblemente para el ojo entrenado- a Draco. 'Si soñara el paraíso, estoy seguro de que sería muy parecido a esto: una tarde de finales de verano, tonos esmeralda, el confortable peso de los libros, el dulce olor a manzanas y… Tal vez debería rendirme a las evidencias... evocarla me parece inevitable...'

La melódica risa de Hermione irrumpió en los pensamientos de Draco. Él le dirigió una media sonrisa. Se sentaron en el pasto sobre una manta que ella extendió. Charlaron largo y tendido. De sus planes y de sus sueños, ella con mayor seguridad y soltura que él. En una pausa de su conversación, él notó que ella sostenía un pequeño libro negro sobre su regazo. Se veía gastado y viejo.

-¿De qué es? –preguntó señalando el texto

-Poesía. ¿Alguna vez escuchaste mencionar 'El cancionero' de Petrarca, Malfoy?-su mirada llena de curiosidad se centró en sus ojos. '¡Dios!'Pensó ella 'Si tuviera que describir sus ojos, no mentiría al decir que son fuego frío. Misteriosos y cargados de sentimientos confusos y apenas contenidos, bajo la calmada e inexpurgable superficie.' Sintió que el color se le subía a las mejillas y disimuladamente apartó la mirada.

-No, supongo que nunca. Parece que te gusta. ¿Porqué no me lees un fragmento?- Draco se sintió aliviado y decepcionado al mismo tiempo una vez que ella rompió el contacto visual. Sus ojos le hacían evocar las tardes de charla, el calor de su hogar, el sabor del chocolate caliente que ella le daba cada noche y su risa... alegre y reconfortante. Draco había aprendido a lo largo de los meses de estrecha convivencia que a pesar de que ella parecía vulnerable y emotiva, leer sus verdaderas intenciones o pensamientos no era tan fácil de conseguir. Hermione era muy racional y a pesar de su noble naturaleza, no dispensaba consideraciones si podían hacerla vulnerable. Por una vez y sin saberlo, él concordó con la apreciación de Sirius Black: ella era un gran juez del carácter...

Algo más repuesta, ella levantó el libro y lo sacó de sus pensamientos:

-Bien, lo abriré al azar. No tengo un poema favorito, así que cualquiera será agradable.- abrió el libro casi por el final y comenzó a leer:

"De vez en cuando se vuelve para mí menos dura

la angélica figura y la dulce risa,

y la expresión del bello rostro

y de los agraciados ojos menos oscura.

¿Qué hacen conmigo ahora estos suspiros

que nacían del dolor

y mostraban por fuera

mi angustiosa y desesperada vida?

Si ocurre que yo vuelva el rostro hacia aquel sitio

para aquietar el corazón,

páreseme ver al amor

sostener mi causa y darme auxilio.

Más no veo aún terminar la guerra,

ni tranquilo todo estado de mi corazón;

que más me arde el deseo

cuanto más la esperanza me asegura."

Durante la lectura, él se acercó a ella para poder seguir las líneas por encima de su hombro. Pero el contenido del poema, llevado a sus oídos por la suave voz de su acompañante, no había hecho otra cosa que provocar que esa cercanía le resultara dolorosamente consciente de su presencia. Cada palabra del poema había encontrado eco en su interior.

Hermione podía sentir el calor de Draco. Su proximidad le arrebató el aliento y no pudo continuar leyendo. Miró por encima de su hombro y encontró sus ojos fijos en ella. Se veía meditativo y ligeramente sorprendido. Ella dejó el libro de nueva cuenta en su regazo y levantó su mano derecha para acariciar su mejilla. Él sostuvo su delicada mano con la suya.  Hermione se inclinó un poco hacia él. El rostro de la joven estaba en la curva de su cuello. El silencio de la foresta se veía interrumpido por la acelerada respiración de las dos únicas personas que se encontraban en el páramo. Draco supo en ese momento que no podía seguir luchando consigo mismo, la gran batalla entre el querer y el deber lo estaba destrozando por dentro. Recordó el vacío que solía sentir antes de ser atrapado, el vacío de la soledad y el dolor que sólo la muerte y la destrucción parecían disminuir. Se dio cuenta de que ella, su tranquila existencia y su mundo muggle habían dado un nuevo sentido a su vida... estaba tan cerca... tan suave... ella entendía y no juzgaba...al igual que él había experimentado el que se mundo se hiciera añicos... a su lado...

La mente había cedido la palabra al corazón.

-Hermione... -empezó en voz baja tomando su mano entre las suyas -... yo...

Pero antes de que pudiera decir una palabra más, sintió un dolor punzante en el hombro derecho que lo paralizó por unos instantes. La voz de Hermione le llegaba distante y aterrada.

-¡¿Malfoy?! ¡¿Malfoy?! ¡¿Te encuentras bien?!

-Granger... algo está mal... debemos irnos... -hablaba entrecortadamente, el dolor le dificultaba pensar con claridad.

-¡Malfoy!¿De qué hablas? ¿Qué pasa? Todo estará bien... ¿puedes levantarte? Te llevaré a casa...- ella empezó a quitarse el suéter para ponerlo sobre sus hombros, pero él la detuvo.

-No es prudente quedarnos Granger, estaré bien.- El dolor empezaba a disiparse, pero la sensación de malestar se incrementó. Sin poder explicar la razón, le daba la impresión de que corrían grave peligro. La angustia se acrecentaba a cada minuto dentro de su pecho. El cielo empezaba a oscurecerse y las nubes pesadas de lluvia dejaron caer las primeras gotas de un poderoso chubasco. Tomándola de la mano la ayudó a incorporarse.- Algo está mal.- casi en respuesta a su enunciado, la lluvia empezó a caer pesada y espesa sobre los dos jóvenes. Draco la tomó de la mano y empezó a correr hacia el camino que llevaba de regreso.

-¡¿Qué pasa Malfoy?! –su voz era apenas audible en el estruendo de la tormenta

-¡Te lo contaré todo cuando lleguemos a casa, Granger!.- El frío y el agua apenas les permitían avanzar. Ella estrechaba el libro y la manta contra su pecho. Sumándose a este obstáculo, el viento empezó a soplar con fuerza en su dirección, ocasionando que su visibilidad fuera nula. Un relámpago iluminó el cielo y dibujó una figura encapuchada no muy lejos de donde se encontraban. Probablemente unos 500m al norte. Él se detuvo abruptamente y empujó a Hermione tras de sí.

Aún en semejantes condiciones podía reconocerlo. Mientras el agua corría a raudales sobre sus helados cuerpos, notó que el extraño estaba seco. Una barrera invisible lo protegía de la inclemencia de la lluvia. Magia, el hechizo impervius que Hermione había utilizado en Harry durante uno de sus partidos en 3er año. Ella también se dio cuenta. Se tensó detrás de él. Ambos estaban desarmados porque se les suponía vigilados de tiempo completo.

Malfoy se volvió hacia la joven y la abrazó tanto para protegerla como para poder hablar sin ser oídos mientras el encapuchado se acercaba.

-¿Algún plan Granger?

-Nos encontramos en una situación sumamente vulnerable. La única manera de lograr vencerlo es dividiéndonos. Uno de nosotros debe tratar de someterlo mientras el otro pide ayuda.- Hermione miraba alternativamente a su interlocutor y al sujeto que continuaba a avanzando hacia ellos.

-¿Ayuda? ¿A quién? No hay mucho que un muggle, o varios de ellos, puedan hacer para detenerlo.... –Él estrechó su abrazo y observó con preocupación que su perseguidor estaba a menos de 200m

-Sobre la chimenea hay un tarro con polvo flu. Con un puñado puedes comunicarte con quien sea que se encuentre de guardia en el ministerio. Es para emergencias, y no sé que opines tú, Malfoy, pero a mí me parece que esta es una. –respondió ella con celeridad, casi para sí misma.

-De acuerdo. En cuanto te dé la señal, corre y busca ayuda. –Draco bajó la mirada para encontrarse con sus ojos castaños. Ella lo miró con incredulidad.

-¿Y dejarte solo? ¡Estás desarmado!- el horror de la joven aumentó al ver que el hombre no estaba a más de 100m

-Tú también, y corres más peligro que yo por ser una importante figura de la guerra en contra de la magia oscura. Además, si yo pidiera ayuda al ministerio, lo más probable es que me enviaran a Azkaban sin mayor averiguación. Si eso sucediera, podrías estar en graves dificultades. No me pasará nada serio. He lidiado con esto desde hace años, sé qué esperar. Me sentiré mejor si sé que estás a salvo ¿entendiste? ¡Ahora! ¡Vete!- La empujó con suavidad en dirección al camino de regreso y una vez que ella estuvo lo suficientemente lejos, dirigió toda su atención al sujeto que tenía delante. Comprendiendo que su pequeño mundo estaba empezando a ser sacudido de nuevo, recordó con verdadero horror las sombras que había creído dejar en Londres. Hermione sintió agua salada corriendo por sus mejillas y confundiéndose con la lluvia que la empapaba. Empezó a correr en dirección a la casa.

***

Saludos a todos y gracias por su paciencia. Como de costumbre, aquí estoy para darles la lata contestando a sus reviews.

En principio, saludos atentos para ross_malfoy. La vez pasada olvidé incluir la respuesta a tu comentario, y en verdad me da mucha pena. Debo tener más cuidado con esos detalles. A decir verdad, es cierto que Hermione siente una terrible confusión y hasta cierto punto molestia por lo que está pasando. Podría parece extraño a primera vista, pero supongo que suele pasar cuando te das cuenta de que te encinta algo que deberías odiar con pasión. Sí, huelo el romance en el aire, y sé que aún hay más por ver... Desde luego, el DF es uno de los lugares más pintorescos que conozco, incluso cuando atenta contra la lógica, el buen gusto, la moral y las leyes físicas (no sé si recuerdas que hubo un pleito porque tendríamos dos horarios: el federal y el local, a propósito del horario de verano; de manera que las delegaciones panistas tendrían el federal y las perredistas el local... Imagina lo ridículo que resulta para el buen sentido de cualquiera); y para bien o para mal, la mayoría de las grandes ciudades andan en cosas parecidas...

Espero que esta respuesta te parezca lo bastante pronta, reitero una sentida disculpa por mi anterior omisión y prometo continuar escribiendo.

Para BB, otro saludo y gracias por seguir leyendo. Hace tiempo que no tenía noticias tuyas. Me alegra que te hayan gustado los cambios que ha ido tomando la historia, y puedo asegurarte que las cosas van a complicarse un poco más...

Calixta, ¡Me haces sonrojar! Tantos elogios ameritan el esfuerzo y el hecho de que en el proceso podamos aprender algo y crear nuevas formas estéticas, es todavía más loable. Decidí que para que Draco pudiera adecuarse a la historia, era necesario un cambio gradual de su forma de ser, sé que en este momento el salto fue bastante abrupto pero tampoco tengo intención de aburrirles hasta las lágrimas con pasajes de la vida cotidiana. Espero que proyecte dinamismo y no un desesperado intento por llevarlos al siguiente punto de la historia...

Prometo avisarte cuándo puedes empezar a leer la que sigue (de hecho, planeo escribir a todos los que han dejado una dirección de correo por sus visitas aquí), sabes que me encanta tener todo en orden y puntualmente para que no haya contratiempos. Gracias por escribir.

¡Hola Abril1! Me alegra verte de nuevo, ya me extrañaba que no escribieras, afortunadamente, veo que ha sido por motivos ajenos a ti. ¿Qué puedo decirte? En cierta manera me encanta crear interrogantes por aquí y por allá obligando a la gente a prestar atención a los detalles insignificantes. Sobre tus comentario de mi ortografía, es bueno saber que te fijas en eso, me ayuda porque al rechecar el trabajo, veo los errores y los corrijo. No te apenes, si es lo maravilloso de ser humanos: no somos perfectos y tampoco somos eternos.

Por otra parte, ver aspectos de los personajes de los que no se habla en el libro resulta interesante y te abre un abanico enorme de posibilidades. Simplemente no pude resistirme. Con que ¡nidito de amor? Suena interesante, aunque no lo daría por hecho. ¿'Mort' también es muerte en catalán? ¿Quién lo diría? Para no sentirme tan mal, te diré que en náhuatl (la lengua de los nativos de México precolombino) 'Mictli' tiene el mismo significado...

Sobre el libro, el autor es Terry Pratchet, un inglés la mar de simpático. Ha escrito otros tantos libros de la misma serie (de hecho, el de 'Mort' es el 4º) Cada uno puede leerse de forma independiente sin perderte, pero si los lees todos, te llevas la risa de tu vida. Son maravillosos y son alrededor de 9. Según he leído es el segundo en ventas justo después de nuestra queridísima JK Rowling...

La razón por la que Hermione no lleva varita es para evitar que sea utilizada en su contra. Ninguna precaución es suficiente y se supone que la relación entre un 'custodio' y un 'custodiado' es muy parecida a las relaciones de patronato de la Roma antigua (algo así como un vínculo de honor y gratitud que garantiza protección recíproca. Por esta razón era tan importante en opinión de Dumbledore que Hermione asumiera este papel. Probablemente no hubiera funcionado de tratarse de alguien más...)

¿Draco una versión rubia de Snape? No lo había pensado así, pero tienes mucha razón. Bien, eso es todo por el momento, espero que este capítulo continúe abriendo y cerrando dudas. ¡Diviértete!

Para Osaky Asil Black –jajá, esta vez creo que no hay error en el nombre- Sí, empiezas a vislumbrar el clímax de la historia. ¿Llueve? Aquí apenas dejó de llover pero ya empezó a helar. Definitivamente, el tapón de contaminación que tenemos encima no ayuda gran cosa... Me alegra saber que te fue de utilidad lo poco en que pude ayudarte. Nos vemos pronto.

Finalmente, Petit Charat. Disculpa que me ría, pero es cómico- y también terriblemente frustrante- cuando algo así pasa. No, los 'hermanos mayores celosos del deber' no se han enterado. Desde luego, lo harán de la pero forma imaginable, y cuando suceda, veremos que tan bien resulta todo. Supuse que esa escena a la que te refieres (cuando Draco despierta) sería una maravillosa imagen que explicaría el cambio que se estaba operando en nuestro sujeto. No dudo que Hermione sea una maravillosa influencia y tampoco dejo de pensar que nos mostrará lo mejor de él. Por otra parte, el que Harry y Ron se hicieran de pareja estable ayuda a sacarlos un poco de escena (son importantes pero no tanto como para permitirles que roben cámara tanto tiempo ¿no crees?).

Sobre el sr. Malfoy, supongo que tienes razón, de alguna manera busca ser superior a los 'simples muggles', pero tal parece que ha cambiado ese enfoque para irse más por el lado de la aceptación (que en mi humilde opinión, es lo que siempre ha buscado). El autor de 'Mort', repito, es el genial Terry Pratchet. Ha escrito más cosas como 'Dioses menores', 'El color de la magia', 'El país del fin del mundo', 'Rechicero'... por mencionar algunos.

Sobre eso que te intriga, la herida de la que hablan, es la misma que envío a Draco al hospital, la que le ocasionó Rodolphus Lestrange. Obviamente, si recuerdas lo que pasó en ese encuentro, de él no puede agregarse mucho y la única pista disponible es su esposa, Bellatrix. Tenlo presente porque podría ser importante. Me encantan las sorpresas...

Gracias por escribir y espero leerte pronto

PS Recibí tu tarjeta y te agradezco mucho el detalle.

A todos, muchas gracias por participar de este sencillo monólogo. Un abrazo

Exlibris