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Ron despertó con un terrible dolor de cabeza. Recordaba de manera muy vaga lo que había pasado antes. Se sentía confundido y cansado, sin saber con certeza qué había pasado. Respiró profundamente y trató de concentrarse en las memorias difusas previas al accidente.
Malfoy.
De alguna manera, supo que el responsable de todo cuanto estaba pasando, sólo podía ser el mismo criminal que lo había originado. Se incorporó dolorosamente, apoyándose en la pared, mientras la neblina que oscurecía sus pensamientos, se disolvía en el frío de la habitación. '¿Frío?' Se dio cuenta de que no estaba solo. En el suelo de la pequeña cocina, se encontraba el cuerpo inconsciente de Malfoy y la encorvada figura de Harry inclinada frente a una silla no muy lejos de dónde el rubio yacía. Observó la escena con apresuradamente tratando de encontrar el sentido de lo que estaba viendo. 'Si tan sólo pudiera analizar y sintetizar la información tan rápido como 'Mione, estoy seguro de que ya sabría... ¡Eso es! ¡'Mione! ¡¿Dónde está?!'
Se acercó a Harry y habló con suavidad viendo el estado de profunda concentración de su amigo. Del suelo levantó su varita.
-¿Harry? ¿Dónde está Hermione?
-Se la llevó.- su voz era un susurro inexpresivo apenas audible
-¿Quién?-Ron sintió una brisa helada correr por su espalda e instalarse en su estómago.
-No lo sé. No pude hacer nada y no sé qué hacer ahora. No tengo ninguna pista para averiguarlo.- meneó la cabeza con desesperación y tristeza. Su voz era baja y grave.- Ella es la que hace las conexiones la mayor parte del tiempo. Yo… no sé por dónde empezar.
Ron pareció meditarlo un momento.
-Creo que yo tengo una idea.
Dirigió su penetrante mirada azul al la exánime figura del reo y luego miró a su compañero. Harry asintió.
Ron tomó un paño de la mesa y lo mojó con agua fría del fregadero. Sin ninguna ceremonia se lo arrojó al joven en la cara con toda la fuerza de la que fue capaz.
Malfoy despertó en el acto. Se levantó abruptamente y se sentó en la silla tratando de recuperar el aliento y el equilibrio. Ron y Harry se acercaron amenazadoramente blandiendo sus varitas.
-¿Qué sabías de esto Malfoy?- Ron no tuvo reparo alguno en mostrarse duro y acusador.
-Nada. Sólo lo que les dije antes.- Su voz era débil. Trataba de mostrarse confiado y mantener la calma, pero un terrible dolor físico y mental le impedían resultar verdaderamente convincente.
-¿Quién era?- Ron adivinó la duda en sus ojos.
-Nadie…- Empezaba a reponerse y a pensar con frialdad. Su máscara de impasible despreocupación volvió a su lugar. Ahora que sus defensas estaban de nuevo erectas, sería imposible obtener una palabra más. Harry y Ron lo sabían.
El pelirrojo se dirigió a su mejor amigo:
-¿Y bien? Probablemente debamos consultar con Dumbledore.
Harry lo meditó unos instantes.
-Tienes razón. Sin Hermione, es probable que debamos devolver a Malfoy a Azkaban. Me temo que no podemos darnos el lujo de vigilar preso alguno. Ron, busca alguna conexión y comunícanos con Dumbledore.
La voz inflexiva de Malfoy se hizo oír.
-Están sobre la chimenea. En un tarro beige de barro cocido.
Los dos jóvenes lo miraron con sorpresa.
-¿Son sordos, estúpidos o no entienden el inglés? –su tono sarcástico irritó a Ron- Es deprimente tratar con gente de modales tan… pobres.... –suspiró con fingida decepción
-No nos interesa oír eso Malfoy-interrumpió Ron con hastío
-A mí tampoco me interesa oírlos discutir aquí todo el día, Weasley.- la voz de Malfoy era peligrosamente suave- Deseo que Granger esté bien y temo que su falta de iniciativa será lo que finalmente la mate. –una sonrisa amarga y su fulminante mirada dejaban muy en claro que la sola idea no le hacía ninguna gracia- Estoy convencido de que de no ser por ustedes y su perniciosa influencia, ella estaría bien.
-Mira quién lo dice, Harry...-refunfuño a su vez el pelirrojo mientras acercaba su varita al rostro del prisionero.
Harry los observó con impaciencia y replicó:
-Ron, odio decir esto, pero tiene razón. No tenemos tiempo qué perder. Espera aquí con Malfoy.... –notó las miradas gélidas que se dirigían el uno al otro y cambió de parecer- ¡No! Pensándolo bien, vengan conmigo.
Los tres hombres avanzaron hasta la chimenea en el mismo tenso silencio que se hizo antes de que Hermione fuera secuestrada. Harry tomó el tarro de la repisa y arrojó un puñado al fuego diciendo 'Dumbledore'
Acto seguido, inclinado en el corazón de la chimenea, pudo ver al anciano –y actual ministro de magia- sentado en una silla frente a su escritorio.
Su expresión pasó de consternada a preocupada en un parpadeo:
-Sé que ha pasado algo grave y puedo imaginarme lo que es, así que bastará con que me den los detalles. Puedo ver que tenemos al tiempo en contra, más vale que se apresuren.
Harry expuso brevemente la situación. Dumbledore asintió con gravedad e hizo una pausa. Parecía sostener una batalla interior cruenta. Finalmente, la resolución se dibujó en su cansado semblante y se dirigió a la asamblea:
-Me temo que no volveremos a ver a Hermione si no trabajamos juntos.
Su aseveración obtuvo un pesado silencio por toda respuesta. Ron fue el primero en romper la pausa
-¿De qué manera, Albus? ¡Qué haremos con Malfoy? Desde que llegó no ha representado más que problemas. No es particularmente cooperativo y por si fuera poco, se le sabe un criminal peligroso. No es precisamente conveniente dejarlo solo sin supervisión.
-Es un riesgo, Ron. Mientras estuviste en el frente, Hermione nunca dudó en ponerse en la línea de fuego para mantenerte a salvo. Sé que su historia con Draco no es simple y entiendo su renuencia, sin embargo, tendrás que confiar en mí.
Ron suspiró y asintió imperceptiblemente. Harry se acercó un poco al fuego y comentó:
-Supongo que ya tienes un plan Albus ¿Podrías decirnos de qué se trata?
-No. Mucho me temo que dependerá en gran medida de ustedes, Harry. Hermione siempre fue quién se encargó de las cuestiones de inteligencia. Lo mío es la diplomacia. Sin embargo, podríamos probar con algo que puede funcionar. Sólo conozco a una persona además de ella que podría crear un plan tan bueno como los suyos. Además, conoce los hechos de primera mano y sé que no fallará.
Harry lo miró confuso, Ron se veía esperanzado y Malfoy solamente arqueó una ceja. Fue Harry quién externó la pregunta que los tres querían formular:
-¿Quién es?
Por primera vez desde que lo contactaron, Dumbledore sonrió.
-Draco Malfoy...
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Una sentida disculpa por los problemas técnicos que impidieron una actualización anterior… Esta semana me han pillado las prisas porque a partir del día 8 de diciembre (lunes) tengo que entregar trabajos de fin de semestre. Me molesta bastante que no me da la oportunidad de escribirles en este momento una respuesta personalizada, sin embargo, el fin de semana trabajaré en ello arduamente y todos tendrán respuesta ¿ok? ¡La mejor de las semanas!
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