Un murciélago entre magos
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Parte 8
Interludio de Navidad: La Broma Suicida
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Batman se miró al espejo con su nuevo uniforme, a primera vista él no era tan atemorizante como lo era en su otra vida. Los músculos no estaban desarrollados del todo y todavía le quedaba algo por crecer, parecía más Robin que Batman... sin embargo, su uniforme completo le daba confianza en sí mismo. La mascara era exactamente igual a la que usaba en Tierra-1, al igual que la capa y las botas. Sin embargo, el uniforme tenía ciertas diferencias con el viejo... por ejemplo, se sentía distinto al tacto, era piel de Dragón en su mayoría. Además, en su pecho tenía el logo del murciélago grande, cubría todo su pecho... pero curiosamente, tenía un color rojo intenso, a Batman le pareció que de tanto en tanto cambiaba de tono, como si fuera una llama.
Se giró y asintió en la dirección del director de Hogwarts. -Realmente, Profesor, no entiendo porqué me está ayudando.
Dumbledore se sonrió. -Esa es tal vez la principal diferencia entre tú y yo, Batman.
Batman frunció el ceño, aunque por su mascara no era fácil notarlo. -¿Principal diferencia?
Dumbledore extendió sus manos y asintió. -Sé todo sobre ti... y sé porque te dejó tu primer hijo adoptivo.
Batman cerró su mano en forma de puño y regresó su mirada al espejo, de pronto éste mostró a su lado a Dick Grayson y Jason Todd, uno vestido de Nightwing y el otro de Robin, detrás de ellos estaba su mayordomo y mentor, Alfred. -¿Y esto? -preguntó, no del todo sorprendido con la imagen.
Dumbledore continuó hablando sin prestarle atención. -Tú no confías en nadie, ni siquiera en los que han probado repetidas veces ser dignos de ser llamados tus amigos... Sabes, al comienzo casi que me daba miedo las similitudes que habían entre tú y yo. Pero yo soy distinto, confío en las personas.
Batman tocó el espejo, particularmente donde estaba Jason Todd. -¿Confías? ¿Yo no confió?
Dumbledore se tocó la barba. -Ahh... el espejo de Erised, planeaba colocarlo en otra habitación.
-No desvíes mis preguntas -murmuró Batman dejando de tocar el espejo.
-No, claro que no -respondió el mago casi riendo -tu gran falla es que desconfías de todo el mundo, aunque digas que no sabes que lo haces.
Batman cerró sus ojos. -Lo sé, es que no es posible esperar que todo el mundo haga lo correcto siempre.
-Pero es lo que deberías desear -respondió Dumbledore, mirando el espejo con curiosidad.
Batman bajó la vista y luego sacudió su cabeza. -¿Por qué confías? Digo... Snape, por ejemplo.
-Snape es digno de mi confianza, lo ha demostrado repetidas veces -explicó el mago mayor secamente, indicándole a Batman que no iba a hablar más sobre el profesor.
-Entiendo... -murmuró el justiciero -entonces... ¿por qué confías en mí?
-Porque sé que nunca caerías a la tentación de las Artes Oscuras -respondió el director al tiempo que sacaba de su bolsillo un caramelo y se lo comía.
Batman regresó su atención al espejo de Erised. -¿Por qué veo a mi antigua familia aquí?
Dumbledore se sonrió ante la pregunta. -El espejo de Erised muestra nuestro más profundo deseo.
-¿Mi más profundo deseo es estar con mi antigua familia? -preguntó volviendo a tocar el espejo. -¿Por qué no está Hermione ahí?
Dumbledore se tomó las barbas. -Si te quitas la mascara...
Batman se giró, confundido, sin embargo, se quitó la mascara. Cuando Bruce miró el espejo... la imagen cambió. Ahora a su lado estaba Hermione y sus padres, sonriendo amorosamente. -Los deseos de Bruce y de Batman son distintos... ¿Pero cuales son exactamente?
Dumbledore se encogió los hombros. -Interpretar las imágenes que aparecen en el espejo es un proceso complicado, mucho más que la interpretación de sueños.
Bruce asintió y se volvió a colocar la mascara, luego regresó su atención a Dumbledore. -En fin... ¿Quieres que confié más en la gente?
-Esa era mi intención, sí... cuando entraste al equipo de Quidditch me pareció interesante... -su voz se perdió en la nada por unos segundos. -Sin embargo, creo que estar en ese equipo no ha mejorado mucho tu incapacidad para confiar.
-Supongo -murmuró pensativamente el Batman, luego recordó algo. -¿Dices que no confío en ti?
-Claro que no confías en mí, soy un hechicero poderoso... y lo que aprendiste de hechiceros poderosos en tu otra vida es que no son de fiar -exclamó Dumbledore. -Sin embargo... debes saber que lo único que me interesa actualmente es manejar Hogwarts y hacer todo lo posible por detener a Voldemort.
Batman se mordió el labio. -Tom... él regresará, ¿verdad?
Dumbledore asintió. -Si su plan tiene éxito, lo hará en poco tiempo, pero tengo que hablar con un viejo amigo para destruir el único medio por el cual actualmente puede recuperarse.
Batman se llevó la mano al mentón. -¿Y Harry?
Dumbledore arqueó una ceja. -Harry no tiene porque preocuparse por este asunto... al menos, no todavía.
-¿Es por eso que lo mandaste con sus tíos? -preguntó en tono acusatorio el mago de catorce años.
-Otra vez caemos en el tema de la desconfianza... -murmuró el profesor pensativamente, como debatiéndose si compartir información o no. No tardó en llegar a una conclusión. -La clave es su tía, Petunia Dursley.
Batman entrecerró sus ojos. -Supongo que tiene que ver con su madre... aunque la verdad, no sé mucho de esa parte de los hechos, no puedo aprender mucho de los libros.
-Claro... claro... -comentó Dumbledore. -Con saber que Lily murió para salvar a Harry, invocando una magia antigua... tienes todas las piezas del rompecabezas.
Batman cerró por completo sus ojos. -No, eso es mentira -respondió, no tan acusativamente como antes.
Dumbledore caminó hacia la puerta de la sala. -Tienes razón, pero son suficientes piezas como para que adivines la importancia de Petunia Dursley... y en consecuencia, de Harry Potter.
Cuando Dumbledore estaba en el umbral de la puerta, Batman decidió hablar. -Está destinado a matar a Voldemort, ¿verdad?
El mago se detuvo y se giró. -Realmente... eres un detective muy bueno.
Batman se sonrió, había valido la pena saltearse la visita a Hogsmeade para tener esa charla con el director de la escuela.
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Bruce y Hermione se despidieron de los Weasley y de Harry, iban a regresar a Londres con sus padres para las vacaciones de Navidad. Se sentaron en uno de los compartimientos de adelante.
Hermione de pronto pareció recordar algo. -Bruce... ¿has oído hablar de un tal Nicholas Flamel?
Bruce la inspeccionó con una mirada rápida. -¿Flamel? -cuestionó.
Ella asintió. -Es que... tengo un trabajo pendiente, tengo que escribir un ensayo sobre él... sé que leí su nombre en algún lado, pero no recuerdo exactamente dónde.
Por supuesto, Bruce teniendo dos años más que ella y habiendo estudiado la historia de Dumbledore, sabía exactamente a quién se refería, de hecho, sumó dos más dos y le dio como resultado... 'Piedra Filosofal'. Frunció el ceño al ver los ojos de la niña enfocados en los suyos. -No leas mi mente. -Espetó mirando hacia otra parte, evadiendo la mirada de su hermana
Ella sacudió su cabeza con frustración. -Solamente descubrí que sabes algo...
Él se encogió de hombros. -Por supuesto que sé algo, mi trabajo es saber.
-¿Por qué no me dices?
-Porque esto es muy peligroso como para que niños de once años lo enfrenten... -su rostro se volvió rojo -y si Harry Potter no entiende eso, pues, deja de ser su amiga y listo.
Ella se mordió el labio. -No lo hago por él -luego pensó lo que dijo -bueno, sí es en gran parte por él... pero realmente creo que alguien está tratando de robar algo del colegio.
-¿Snape? -preguntó él, levantando la vista -Ya hablé con Dumbledore al respecto, él confía en Snape. Yo... quiero confiar en Snape.
-¿Quieres? -preguntó ella arqueando una ceja.
Bruce volvió a desviar la mirada. -Deja de intentar de hacer eso, si no entrenas no vas a poder hacerlo sin que me de cuenta.
Hermione soltó un gruñido. -Si no quieres hablar...
-Si no quiero hablar, ¿qué? ¿Me vas a arrancar la información por la fuerza?
La chica bajó la vista. -No quise decir eso...
Bruce se cruzó los brazos. -Tú... -miró a Hermione a los ojos -te voy a decir lo de Nicholas Flamel, pero a cambio quiero un favor.
-¿Qué tipo de favor?
Bruce entrecerró sus ojos. -Quiero que espíes a Harry Potter.
Hermione se paró de golpe y miró furiosa a Bruce. -¿Quieres que haga qué?
Bruce la miró con aburrimiento. -Que espíes a Harry, no es tan difícil como parece, solamente necesito que uses la Legilimencia para saber lo que piensa, lo que planea.
La chica volvió a sentarse. -No... ¿Por qué quieres eso? -Murmuró mirando al suelo, por algún motivo se había sonrojado.
Bruce miró la ventana. -Quiero saber lo que planea hacer, creo que voy a tener que protegerlo de algún peligro antes de que termine el año.
A Hermione pareció gustarle el motivo, aunque la idea de que su amigo pudiera necesitar ser protegido no le parecía atractiva. -Esta bien... pero te advierto que no sé como funciona esto exactamente, me manejo por instinto más que nada. Los libros no dicen mucho sobre cómo usar la Legilimencia.
-Está bien, siempre y cuando me informes de todo lo que veas, por más diminuta que parezca la información -aclaró Bruce levantando su mano, Hermione la tomó y sellaron el 'trato'.
-¿Quién es Flamel? -cuestionó finalmente ella.
-Nicholas Flamel es el mago más viejo que existe en la actualidad, tiene más de seiscientos años. Es el dueño de la única Piedra Filosofal en existencia. Oh, y lo estudiamos en Alquimia. -Respondió él sonriéndole a la niña.
-Piedra... Filosofal -murmuró Hermione abriendo mucho los ojos.
Bruce sacó de un bolso que llevaba una barra de chocolate, comenzó a comer y le alcanzó un pedazo grande a su hermana. -Aja, Piedra Filosofal. No quiero que se metan, ¿entiendes?
Hermione tomó el pedazo de chocolate y lo comió, silenciosamente. A Batman no le agradaba usar a Hermione como una herramienta, pero sinceramente no veía otra opción.
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Pasaron unas vacaciones un tanto aburridas en familia... o eso se suponía que sería.
Bruce pasó la mayor parte del tiempo estudiando y haciendo tareas. No parecía de humor para hablar.
Hermione, sin embargo, se la pasaba usando a Nightwing para mandar y recibir cartas a Hogwarts. Bruce no decía nada al respecto, pero estaba seguro de que lo que tramaba la chica no era bueno. Por alguna casualidad del destino, ella olvidó una de las cartas que había recibido en la mesa del comedor.
Batman se sentía curioso y Bruce estaba preocupado. O tal vez era al revés. Tomó la carta.
"Hermione,
Lo que me informas es terrible, ¿estás segura? Si estás en lo cierto, entonces Snape podría salirse con la suya fácilmente. Él diseñó una de las trampas y estoy seguro de que no le tomará mucho tiempo pasar el resto. Debí haberlo recordado, Flamel estaba en la carta de Dumbledore... soy un tonto.
¿Tú hermano sabe esto y no le parece importante? Creo que deberías hablar con él, tal vez si le explicas lo que sabemos... tal vez él nos ayude.
Cambiando de tema, no hay ningún avance con respecto a Batman, ni Ron ni yo le hemos visto desde Halloween, pero hemos escuchado rumores por parte de algunos Ravenclaw de años superiores diciendo que vieron a un hombre vestido de negro... 'un vampiro' dijeron algunos. Pero nadie está seguro, dicen que es una sombra, o que es el Barón Sanguinario. Si pudiera hablar con él... quisiera saber el motivo por el cual me dolió la cicatriz en ese momento...
En fin, te esperamos, tenemos que asegurarnos de que Snape no robe la piedra... no me imagino lo que podría lograr con semejante objeto.
Atentamente,
Harry"
Bruce dejó la carta sobre la mesa y miró el techo silenciosamente. -Hermione... te estás metiendo en algo que más peligroso de lo que te imaginas. -Murmuró por lo bajo.
Su padre se sentó junto a él, pareció no escuchar lo que dijo. -¿Cómo va la escuela, hijo?
Bruce se echó hacia atrás. -Bien, candado... la verdad, McGonnagal tenía razón, hacer todas las cosas que hago cansan...
Dan Granger le dio una palmada en la espalda. -Haz tu mejor esfuerzo hijo, yo voy a estar siempre aquí.
Bruce bajó la vista. -Supongo... creo que voy a tener que dejar alguna de mis actividades, supongo que Quidditch va a ser, creo que ya no me va a servir mucho más para mi carrera.
Su padre le miró sorprendido. -¿Carrera? ¿Ya tienes elegida una?
Bruce sonrió a medias. -Desde hace mucho, quiero ser un... auror.
-¿Auror? -musitó confundido el muggle -¿qué es eso?
-Es como un policía, solamente que de magos -explicó Bruce al tiempo que se servía el desayuno.
Dan le miró y parpadeó repetidas veces, luego sonrió. -Vaya, no saliste en lo absoluto parecido a mí, ¿verdad?
Bruce se rió. -Me enseñaste mucho como para que no sea parecido en algo cuando menos.
Dan miró melancólicamente a su hijo. Sabía que no podía ayudarle en nada, no sabía nada de magia, nada paranormal. En esencia... vivían en mundos distintos, y eso... eso lastimaba.
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La noche antes de regresar a Hogwarts... Hermione tuvo una pesadilla.
Una muy real.
Comenzó como un día normal en Hogwarts, estaba estudiando con Ron y Harry. Pero de pronto... todo cambió, sentimientos que no le venían desde antes de Halloween invadieron su ser. Y todo se hizo oscuro.
Entonces, un Troll apareció.
Y Batman lo enfrentó pero... sin varita.
Lloró a Bruce luego de que éste inevitablemente fuera derrotado por la fuerza del Troll... y luego, se quedó temblando de miedo ante el monstruo, tenía su varita en su mano... pero no podía hacer nada más que llorar por su hermano.
Y su hermano lloraba por ella. Hermione sostenía la cabeza de Bruce y le quitó la mascara. El rostro de su hermano estaba desfigurado.
Había perdido un ojo. Y lloraba sangre.
Hermione casi despierta vomitando ante la escena. Se tomó la cabeza y luego volvió a recostarse, mirando el techo silenciosamente. Oyó pasar volando a Nightwing a la habitación de su hermano... pero no quiso hacer ruido, no quiso despertar a nadie.
Se quedó ahí, recostada. Llorando por un hermano que murió en un sueño.
-¿Y si no es un sueño? -se preguntó levantando sus manos y mirándolas, temblaba.
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Cuando entraron al tren para regresar a Hogwarts, Bruce ya había decidido qué hacer con Hermione. No podía dejarla fuera del asunto de la Piedra Filosofal, la necesitaba para obtener información... sin embargo, Batman podía asegurarse de que su principal objetivo fuera proteger a su hermana.
Bruce se masajeó los ojos. -Hermione... Cuando esto esté apunto de culminar, no quiero que estés en ningún lugar cerca de Harry.
Hermione se mordió el labio. -¿Y por qué no?
-Simple, no quiero que te pase nada -respondió él, más que sorprendido ante la pregunta.
Ella recostó su cabeza contra la ventana. -No debí ser Gryffindor... soy una inútil.
Bruce parpadeó repetidas veces. -¿inútil? ¡Escuché a McGonnagal decir que eras la bruja más inteligente de tu generación!
Hermione no pareció ponerse feliz. -Igual, el sombrero me dijo que podía ser Ravenclaw... pero tenía que decirle que me pusiera en Gryffindor...
Bruce cerró la boca de pronto. -¿Por qué escogiste Gryffindor?
Hermione levantó su cabeza, pensativamente. -No lo sé, creo que... -miró el paisaje a través de la ventana -creo que en parte porque tu ya estabas ahí... pero no... No es eso, tal vez ¿Dumbledore? No sé.
Bruce se llevó el dedo índice a la nariz. -O tal vez por Potter.
Hermione se sonrojo. -¡No es por eso! ¡Además yo fui seleccionada antes que él!
Bruce se rió. -Lo que sea, si eres Gryffindor, eres Gryffindor. Tienes valentía.
Hermione se hizo chiquita. -No tengo nada, me congelo ante el peligro. No soy como Harry, Ron o tú... soy una miedosa
Bruce se rió. -¡Todos tienen miedo! Es por eso que soy Batman.
La Granger menor arqueó una ceja. -¿Qué tiene que ver eso?
Bruce se levantó y puso su mano sobre la cabeza de su hermana. -Para ser valiente, solamente tienes que derrotar a tu miedo. ¿Sabes cuál es tu mayor miedo?
Hermione se mordió un labio. Sabía perfectamente cual era su mayor miedo. Sin embargo, sacudió su cabeza negativamente.
Bruce asintió. -Cuando sepas qué es, no tendrás problemas en derrumbarlo -se volvió a sentar y luego miró el paisaje. -El viaje en este tren es más acogedor cuando no hay bromistas. ¿Verdad?
-Y que lo digas -respondió ella, recordando la primera vez que viajó en el tren, con toda la gente corriendo por todas partes y los Weasley con sus bombas de chocolate.
Bruce entrecerró sus ojos. -Pero esos bromistas tienen mejor gusto que el otro...
'¿Otro?' Se preguntó ella para sí misma. Luego, al verle los ojos a su hermano. Una imagen apareció en su mente.
El Payaso Príncipe del Crimen.
El Arlequín del Odio.
El Señor J.
El Joker.
Una risa casi interminable hizo eco en la mente de Hermione. Se tomó la cabeza, como si de sólo pensar en aquél villano, Voldemort pareciera cosa de niños.
No era que Voldemort fuera menos que Joker. No.
Simplemente, Joker había matado gente. Había matado frente a Batman.
Y Hermione podía ver en esos momentos toda la gente que el Payaso había matado frente al Batman. Tembló de la sola idea de tenerlo al frente.
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En otro lugar, en otro mundo... dos enemigos luchaban.
El payaso príncipe del crimen miró con su siempre sonrisa al justiciero oscuro. -Oh... 'Batman'... Ya no es lo mismo desde que cambiaste.
'Batman' entrecerró sus ojos y dio un paso adelante. -Tus días de cometer crímenes han terminado Joker.
Joker rió como loco y levantó su mano, revelando un pequeño artefacto con un enorme botón rojo, lo presionó y todo alrededor de ambos comenzó a explotar. -¡Hay que vivir para reír otro día... Robin! -se dio vuelta y comenzó a correr de a saltos, al tiempo que cantaba algo así como 'reír, matar, correr... ¡y matar un poco más!'.
Sin embargo, 'Batman' no estaba dispuesto a dejar escapar al payaso. Sacó de entre sus cosas una pequeña mascara para respirar y atravesó el humo sin problemas. Golpeó al Joker por la espalda, tirándolo al suelo y clavando su cabeza al suelo. -¿Te parece gracioso llamarme así?
Joker levantó la vista, su rostro estaba lleno de sangre. -Eras más gracioso cuando eras Robin... -murmuró, pero de pronto Batman tomó su cabeza y volvió a golpearla contra el suelo. Luego lo levantó y lo sacó del galpón abandonado.
Batman tiró a Joker como si fuera un saco de papas. -Tus días de crimen se terminaron. -Repitió secamente, sin molestarse en hablar hoscamente.
Joker seguía sonriendo. -¿Se terminaron? ¿De verdad? ¡HAHAHAHHAHAHA! ¡Nightwing el apestosillo va a terminarme! ¡El nene de papá! Ohhh, que miedo.
Batman frunció el ceño, dio un paso adelante. -Dejé el nombre de Nightwing cuando mataste a mi padre y hermano, asqueroso payaso podrido.
Joker paró de reír y desvió la mirada. -Sí, sí, lo que sea, mátame, total... ya no es divertido sin Wayne. -Por una milésima de fracción de segundo... la sonrisa del Joker desapareció, siendo reemplazada por la pena.
Batman parpadeó repetidas veces al escuchar al payaso, ¿Sabía la identidad secreta del anterior Batman? Se sacudió la cabeza y tomó al Joker por la quijada. Cerró los ojos. -Has matado a tanta gente... te escapas siempre, es imposible retenerte. -Para ese entonces, Joker reía sin parar, como si ya no le importaran las palabras de Batman.
Batman se quitó la mascara. -Este soy yo -le dijo mostrándole su rostro, Dick Grayson estaba debajo de la mascara de Batman. -Mi padre nunca quiso matarte, nunca quiso dar este paso... yo tenía miedo de hacerlo, pensaba que en ese aspecto él estaba en lo correcto... pero has matado a tantas personas que... -con un simple movimiento de sus manos, le rompió el cuello.
Y Joker siguió riendo después de muerto.
Una muchacha llegó a la escena desde la oscuridad, estaba vestida con un uniforme de Robin, no parecía tener mucho más de quince años. -Bats... ¿eso era necesario?
Batman caminó hacia la muchacha y bajó la vista. -Lo era, Stephanie. Joker está muerto. No más muertes.
Pero verán... la muerte de Joker, no significó su final. Joker fue el primer enemigo real de Batman, el primero y el más terrible por su locura asesina. Ambos estaban conectados en un nivel tan profundo, que ni Batman ni Joker sabían exactamente hasta donde iría.
La pregunta era... ¿Joker estaba conectado con Bruce Wayne... o con Batman?
Cuando el espíritu del payaso se despidió de Tierra-1 y atravesó dimensión tras dimensión hasta llegar al mundo de los magos... esa pregunta fue respondida.
Joker ya no era nada, simplemente un fantasma que vaga por el mundo... sin embargo, tenía un propósito. Podía sentirlo. Podía oler al Batman. Y habría de hacer todo lo posible por encontrarse con él.
Pues... ellos son... almas gemelas.
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Fin de la Parte 8
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Notas del Autor: Como dice el titulo del capitulo, es un interludio, nada más. Joker va a cambiar las cosas tanto como lo ha hecho Batman.
Sí, en Tierra-1 (No sé si seguir llamándola así, teniendo en cuenta que ya no es exactamente lo mismo...) Dick Grayson (El primer Robin) tomó el titulo de Batman, y Stephanie Brown (Spoiler y luego, la cuarta Robin) es Robin. Dudo que vaya a profundizar mucho sobre lo que sucede en esta Tierra Alternativa. Pero eso no significa que sea la última escena ahí. Por cierto, los eventos de 'La Muerte de Superman' ya sucedieron ahí.
Ahora empieza el final de la Piedra Filosofal. Estoy seguro de que La Cámara Secreta va a ser más interesante y con bastantes más apariciones de Batman y posiblemente, incluso alguna que otra de Joker.
