El Un murciélago entre magos

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Parte 10

El Otro Elegido: Evoluciona o Muere

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Hermione se mordió el labio mientras miraba con irritación a su hermano. -Nos prometiste que nos ayudarías con Norbert.

Bruce se refregó los ojos, estaba casi llorando de la risa. Rápidamente recuperó la compostura. -Si refrescas tu memoria, sabrías que los ayudé.

Hermione dio una patada al suelo. -¡Me dieron castigo! ¡Restaron Ciento cincuenta puntos a Gryffindor!

Bruce abrió y cerró la boca. -¿Ciento cincuenta? ¿Segura?

Su hermana asintió. -Neville salió a advertirnos que Malfoy sabía que estábamos ahí...

El Granger mayor se cruzó de brazos. -Y supongo que les restaron cincuenta puntos por cada uno...

Ella se llevó las manos a la cara, como si no quisiera que nadie la viera. -Esto es terrible... terrible.

Bruce formó una mueca en su rostro. -Pues... recupera los puntos, no es tan difícil.

-¡No es tan difícil! ¿Cómo dices eso? ¡Claro que es difícil! -gritó exasperada.

Bruce entrecerró sus ojos. -Hay algo más, ¿verdad? No fueron Ciento cincuenta... -murmuró, la verdad, si hubiera checado el total de puntos de las casas lo sabría, pero como recién se levantaba no tenía idea.

Hermione se sonrojó. -Snape nos agarró luego de que te desaparecieras.

Bruce frunció la nariz mofándose. -Nadie puede aparecerse ni desaparecerse en Hogwarts, deberías saber eso. -Su sonrisa desapareció cuando vio la mirada asesina de su hermana.

-En fin, nos acusó de que estábamos ahí... 'para bazuquearnos'... McGonnagal estaba furiosa, a nosotros nos restó cien puntos. -Casi lo dijo murmurando.

-Guau... Cien... ¿Cada uno? -no esperó a que ella le respondiera -entonces... Doscientos Cincuenta. Ouch.

-No hay manera de recuperar tantos puntos... no la hay -comentó ella mirando al suelo. -Todos me deben odiar.

Bruce miró alrededor, por primera vez percatándose de que el resto de los Gryffindor estaban sentados lejos de ellos. Evadiéndolos. Y de tanto en tanto dedicándoles miradas feas. -Supongo... pero sabes que todos son unos idiotas.

Hermione se volvió a morder el labio. -Si te hubieras quedado...

Bruce desvió la mirada. -Lo hubiera hecho, si tu novio no hubiera decidido que era buen momento para atacarme.

-¡Que no es mi novio!

Bruce le sonrió. -¿Entonces Ron es tu novio?

Hermione tenía las orejas rojas... y por lo general no se veían mucho sus orejas. -¡Tampoco!

Bruce se llevó la mano al mentón, como fingiendo estar pensando intensamente. -Mmm... ¿Tal vez ambos son tus novios?

-¡Qué dices! -gritó levantándose y golpeando la mesa.

El rostro de su hermano de pronto se volvió totalmente serio. -Bueno... esos dos chicos están más unidos a ti de lo que creía que iban a estar... y tú parece que no haces ningún intento por tener amigas.

Ella se sentó otra vez, con la cara dura como piedra. -¿Debo juntarme con Brown o Patil?

Bruce suspiró. -Las llamas por sus apellidos... Bueno, como sea, no. No tienes que hacer eso. Simplemente te aviso, si tus dos mejores amigos son varones... bueno, seguramente vas a terminar enamorándote de uno de los dos -se detuvo un momento y miró el techo pensativamente -o de los dos. Y sea como sea que termine eso, no va a terminar nada bonito.

Ella arqueó una ceja. -¿Nada bonito?

Bruce suspiró y se incorporó -Nada bonito -repitió. -Puede pasar que termines con uno y el otro termine odiándolos a los otros dos. O tal vez no, pero terminen separándose porque ya no son tres. Y si te enamoras de los dos... pues, eso si que va a terminar feo. O se van a pelear entre ellos, o van a decidir que tú eres... ¿cómo decirlo? 'demasiado para cualquiera de los dos'

-Todo eso se te acaba de ocurrir para molestarme, ¿verdad? -preguntó ella luego de casi un minuto.

Bruce se sonrió. -Tal vez. De cualquier manera... tengo que verme con Gred y Forge, ahí vienen tus novios. Hasta luego -y con eso se alejó sin decir más.

Ron y Harry se sentaron uno a cada lado de Hermione y comenzaron a comer en silencio. Apenas y se dieron cuenta de lo roja que estaba la cara de su amiga.

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Batman entró en la oficina del director. Éste parecía estar preparando una poción o algo similar sobre su escritorio. -¡Ah! ¡Señor Granger! Excelente, excelente...

Batman se acercó al director de Hogwarts y miró lo que sea que estaba preparando Dumbledore. -¿Y esto?

-Esto, Bataman, es un Pensieve -explicó al tiempo que colocaba su varita sobre su sien y luego vertía algo gris y brillante dentro del Pensieve.

Batman miró alternativamente a Dumbledore y su Pensieve. -Eso... es para ver recuerdos, ¿verdad?

Dumbledore bajó la vista, Batman podría haber jurado que por un segundo vio una lagrima recorrer la mejilla del anciano. -Sí -respondió luego de recomponerse. -Lo que vamos a ver ahora... tienes que jurar que nunca se lo dirás a nadie más a menos que esté seguro de que sea necesario.

Batman asintió sin preocuparse. -Entonces hoy vamos a ver memorias... bueno, suena interesante. Mejor que los libros de historia. -Comentó el vigilante, tratando de no preguntarle al director el motivo por el cual se... sentía mal.

Dumbledore asintió. -Sin embargo, primero te tengo que explicar algunas cosas.

-Adelante.

Dumbledore se conjuró un sillón y se sentó en éste. -Hace muchos años... bueno, para ti por lo menos, existía un hechicero que se hacía llamar Grindelwald. No era muy diferente a Voldemort.

-Lo leí en los libros de historia, sí -comentó Batman, entendiendo hacia donde iba la conversación.

-Como habrás leído en esos libros, fui yo quien lo aniquiló. -Comentó el director con una voz queda.

Batman asintió y se acercó a la ventana de la oficina, miraba la luna con intranquilidad. -Esto tiene que ver con Riddle... y Potter.

-Algo, sí. Pero necesitaba que vieras esto antes de decidir qué hacer con Harry -explicó el anciano nuevamente poniéndose de pie. -Cuando terminemos de ver mis recuerdos, tendré dos opciones.

Batman abrió y cerró la boca. -¿Opciones?

-Por un lado, puedo dejar que Harry crezca como un niño normal y darle una chance de ser feliz... -comenzó Dumbledore, cerrando sus ojos. -Por otro, puedo contarle la horrible realidad y obligarlo a crecer.

Batman miró la luna silenciosamente. No comentó sobre la nueva información. Simplemente gruñó recordando su propia vida. Las tres. Primero la de Bruce Wayne, que perdió a sus padres. Luego la de Batman, que nació en un inicio para vengar a los Wayne y luego se dedicó a asegurarse de que nadie sufriera el mismo destino. Finalmente, Granger, que no tenía un pasado como los otros dos, pero... aun así estaba marcado.

Dumbledore volvió a hablar. -No espero que escojas por mí, Batman, simplemente quiero tu opinión.

Batman asintió, regresando al mundo en el que estaba. Se giró y le sonrió débilmente a Dumbledore. -Veamos a ese tal Grindelwald... por cierto, era Hitler, ¿no?

Dumbledore asintió al tiempo que él y Batman se acercaban al Pensieve y de pronto parecía que éste los absorbía.

Cayeron...

Cayeron...

Hasta que llegaron a la misma oficina. En 1945.

Todo era blanco y negro. Pero... había algo de color en el ambiente. No era fácil de percibir, pero Batman lo notaba.

-Grindelwald aterrorizó todo Europa con sus ejércitos, mató cientos de miles de hijos de muggles al mismo tiempo que, con su alter ego de Hitler, mató a tantos o más Judíos. -Explicó Dumbledore levantando sus manos. -Lo que estás a punto de ver sucedió cinco días antes de su final.

Batman asintió y se giró cuando escuchó que la puerta de la oficina se abría. Un Dumbledore más joven entró y no parecía feliz. -¡Necesito que escapes! ¡Puedes ir a América! -espetó.

Batman cerró sus ojos un segundo, no esperaba ver a un Dumbledore temperamental en el pasado. Cuando los abrió casi cae de la sorpresa.

Detrás del director de Hogwarts... venía un muchacho, no podía tener más de veinte años, probablemente menos. Pero lo que le sorprendió a Batman fue... su rostro.

Era Harry.

Más adulto, pero era Harry.

O más bien, era muy parecido a Harry. Era rubio. Y por lo que podía sentir, tenía ojos azules.

-¿Qué es esto? -cuestionó girándose hacia el Dumbledore que junto a él observaba la escena.

-Ese es mi hijo, Harry Lancelot Dumbledore.

Harry no parecía feliz con el otro Dumbledore. -¡No voy a escapar padre! -gritó, confirmando la declaración del director.

El otro Dumbledore parecía furioso. -¿Quieres morir acaso? No voy a permitirlo.

-¡No tienes salida! -gritó Harry al tiempo que golpeaba una de las estanterías de la oficina y un montón de libros cayeron al suelo.

El otro Dumbledore miró al suelo. -No tenías porque hacer eso. -Murmuró al tiempo que levantaba uno de los libros. Batman lo identificó como el libro de Pociones avanzadas que los alumnos de sexto usaban.

Harry se llevó la mano al pelo y se despeinó. Se sentó en una de las sillas de la oficina. -Perdón... -murmuró, aunque no parecía que realmente lo sentía. -Es que... padre, es mi destino.

El otro Dumbledore levantó su varita y con un movimiento de ésta los libros volvieron a sus lugares. -¿Y si no lo es? La profecía...

-¡La profecía dice que yo tengo el poder para aniquilarlo! ¡YO! -gritó Harry, parecía que tenía ganas de destrozar toda la habitación.

Dumbledore suspiró. -También puede que hable de mí, ¿y si es así?

Harry frunció el entrecejo. -También puede que hable de ambos, los dos juntos.

El Dumbledore junto a Batman tenía los ojos cerrados. -Tan joven... -Batman le escuchó decir.

El Dumbledore del pasado se sentó junto a su hijo. -Tú... -bajó la vista -también la interpretaste así. Lo que me temía.

-¿Lo qué temías? ¡Padre! Somos la única esperanza del mundo mágico... ¡No! ¡De todo el mundo! -los ojos de Harry parecieron brillar por un segundo. -¿Sabes lo que eso significa?

-No somos esclavos del destino, lo deberías saber -comentó el otro Dumbledore pensativamente.

-Tal vez no, pero dime... ¿qué hubiera dicho mamá? A ella la mataron por ser muggle ni siquiera entiendo por que la odiaban. ¿Crees que ella hubiera querido que su esposo e hijo hubieran dado la espalda al mundo cuando tenían el poder de salvarlo?

El otro Dumbledore frunció el ceño. -¿Y crees que hubiera estado feliz si supiera que su hijo probablemente muera en el intento?

Harry sonrió, simplemente sonrió. -Alguien muy sabio me dijo una vez... que la muerte es simplemente el comienzo de otra gran aventura. Y me enseñó también que siempre hay dos caminos principales, lo correcto y lo fácil. Dime padre, ¿qué hubiera dicho ese hombre si te viera a ti ahora?

De pronto todo se volvió borroso. La memoria terminó. Batman se giró para ver al director. Dumbledore estaba llorando. Por primera vez Batman sentía al gran hechicero como lo que era... un hombre. Se sintió mal de la sola idea de compararlo con Superman.

Dumbledore se llevó la mano a la cara y se refregó los ojos. -Hubiera dicho... adelante hijo.

Bruce bajó la vista. -Tú también perdiste a un ser querido.

El anciano asintió. -Pero... vamos a la próxima memoria. Esta es unos momentos antes de la muerte de Grindelwald.

De pronto todo volvió a cambiar. Ya no estaban en la oficina del director, sino sobre un barco. Batman lo identificó como uno de la flota Alemana de la segunda guerra mundial.

El Harry rubio apareció de pronto, con su varita en lo alto. Desafiante. -¡Es tu final Adolf!

Su oponente rió maniáticamente y le lanzó un hechizo de color anaranjado que golpeó a Harry de lleno en el pecho. -¡El nombre es Grindelwald!

Dumbledore apareció en la escena. -Deja al chico, Grendel. -Ordenó con firmeza.

Grindelwald se giró y le sonrió al director de Hogwarts. -Oh, mi gran amigo Albus... ¿cómo está Jaquenetta? Oh... ahora lo recuerdo... muerta -sonrió con tal maldad que Batman solamente lo pudo asociar con los pesos pesados de Tierra-1, Joker vino a la mente.

Dumbledore levantó su varita y lanzó un hechizo a Grindelwald, éste desapareció y reapareció detrás del director que instantáneamente esquivó una maldición de Grindelwald.

Harry abrió los ojos de pronto y observó el duelo de titanes. Se tocó el pecho.

Sangraba.

Miró a su padre con una sonrisa. -Tenías razón... padre.

Pero de pronto... uno de los hechizos de Grindelwald dio en el blanco.

La pierna de Dumbledore estaba lesionada. Casi parecía que estaba apunto de perderla.

-¡PADRE! -gritó Harry incorporándose de pronto. Gruñó ante el dolor pero de cualquier manera lanzó una maldición hacia donde estaba Grindelwald. El Señor Oscuro desapareció y reapareció a sus espaldas.

-Los Dumbledore... una estirpe que morirá ahora. -Comentó al tiempo que sus ojos brillaban con un color rojo sangre. Levantó su varita.

-¡ALEJATE DE ÉL! -Gritó Dumbledore. Pero... para sorpresa de Batman, no era el Dumbledore del pasado. Era el que estaba junto a él viendo los recuerdos.

Batman tomó el brazo del anciano. -Es solo un recuerdo profesor... -dijo débilmente. Sabía lo que estaba sintiendo el otro.

Dumbledore asintió débilmente. -Este... este es el momento que me dio la determinación que necesité para derrotarlo.

El Dumbledore del pasado no pudo incorporarse a tiempo. Fue lento. Oyó con horror las más terribles palabras.

-Avada Kedavra -y una ráfaga verde decretó la muerte de Harry Lancelot Dumbledore.

El cuerpo del muchacho rubió cayó sin vida a los pies de Grindelwald. -Oh... ¿todavía puedes pelear? Excelente, así le probaré al mundo lo equivocados que estaban. -Le lanzó una maldición a Dumbledore, pero éste había desaparecido... o se había hecho invisible.

-¡Sal de tu escondite viejo idiota amante de muggles! -gritó Grindelwald con ira, luego se calmó y formó una sonrisa calculadora. -De cualquier manera, no puedes matarme, soy inmortal.

-¿Inmortal? -preguntó una voz, pero venía de todas partes, como si no estuviera realmente en el plano de los vivos.

-Hice un Horcrux, viejo tonto, no puedes matarme, con profecía o sin profecía, no tienes poder sobre mí -explicó con irritación el tirano.

Dumbledore de pronto apareció frente a Grindelwald. -Ya veo... así que eso fue lo que hizo Harry...

-¿Hizo qué? -preguntó Grindelwald lanzando una maldición que Dumbledore contrarrestó casi sin intentarlo.

-Destruyó tu Horcrux, Adolf, el chico te mató y ahora yo voy a aniquilarte -levantó su varita y murmuró unas palabras inaudibles.

De pronto todo se hizo borroso otra vez. Y estaban nuevamente en la oficina del director. La del presente.

Batman se quedó tieso un segundo. Luego coloco su mano sobre el hombro de Dumbledore. -Yo... lo siento.

Dumbledore sonrió mirando hacia otra parte. -Tal vez sea por eso que confío tanto en ti, eres parecido a mí... también perdiste un hijo.

Batman bajó la vista. -Bruce Wayne y Batman perdieron un hijo. Bruce Granger nunca conoció a Jason Todd.

-Lo sé -murmuró Dumbledore al tiempo que se sentaba e invitaba al otro a hacer lo mismo.

Dumbledore luego de un minuto de silencio resumió la charla. -El destino de Harry... Harry Dumbledore, era destruir el Horcrux de Grindelwald.

-¿Qué es un Horcrux? Es la primera vez que escucho algo como eso. -Murmuró Batman, aunque ya tenía una idea de lo que podría ser.

-Es un objeto que guarda un fragmento de alma. Así la persona es inmortal siempre y cuando el Horcrux no sea destruido. -Explicó el hechicero lo mejor que pudo.

Batman se quitó la mascara. -Entiendo -murmuró Bruce -en el mundo de Batman... había gente que hacía cosas similares.

-Lo sé, lo sé, Señor Granger -musitó con una sonrisa Dumbledore al ver el rostro de Bruce.

-¿Cómo se relaciona esto con Voldemort exactamente? -cuestionó el alumno de catorce años con sumo interés.

Dumbledore no se molestó en esperar para decirle. Confiaba en Batman. Ya había leído su mente varias veces. Había discutido con sigo mismo si lo que estaba por hacer era lo que debía hacer. Pero... lo fácil era no decir. Callar. Lo difícil: compartir la información vital.

-El único con poder para aniquilar al Señor Oscuro se acerca... Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor Oscuro lo marcará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Oscuro no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro sobreviva... El único con poder para derrotar al Señor de las Tinieblas nacerá al concluir el séptimo mes -la recitó rápidamente. Como si las paredes tuvieran oídos. Pero Batman captó todo.

Bruce se volvió a colocar la mascara de Batman. -Es Harry... como lo imaginaba.

Dumbledore asintió. -La profecía no indicaba inicialmente a Harry, también podría haber hablado de Neville Longbottom.

Batman se llevó la mano al mentón. -Quieres que te ayude a decidir el futuro de Harry. Abiertamente reconocer esta profecía como verdadera podría ser peligroso...

Dumbledore suspiró. -Mi instinto me dice que es verdadera, Harry... Harry crecerá para ser un gran mago. Pero... prepararlo para enfrentar su destino...

-...podría significar arrancarle la niñez -terminó Batman.

-Sí -musitó simplemente Dumbledore. Tenía la garganta seca.

Batman se incorporó. -Esto... tiene que ver también con la Piedra Filosofal. Voldemort la busca. Si esto es cierto, tal vez sea inevitable un enfrentamiento entre héroe y villano. -Caminó hacia la puerta de la oficina. -Amigo, no puedo ayudarte a decidir todavía. Esperemos... esperemos a que el asunto de la Piedra se resuelva.

Albus Dumbledore asintió lentamente, relativamente sorprendido por el hecho de que Batman lo considerara un amigo. Cerró sus ojos. Él pensaba lo mismo.

Lo fácil era no decirle a Harry la verdad. Protegerlo.

Lo correcto era informarle y esperar a que él haga lo que sea que tenga que hacer.

¿Pero si Voldemort mata a Harry entonces qué? La profecía tranquilamente podría predecir el asesinato de Harry por parte de Voldemort...

-Los dos caminos... no siempre son tan fáciles de distinguir, Harry -musitó el anciano al tiempo que una última lagrima recorrió su mejilla.

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El 26 de Mayo Harry, Hermione, Neville y Draco tuvieron su castigo.

Al comienzo le excitó la idea a Harry, teniendo en cuenta que básicamente tenía que pasar la noche con Hagrid y visitar el Bosque Prohibido... Claro, hasta que Hagrid les dijo que estaban buscando un unicornio... uno que había sido atacado por algo, o alguien. En un momento tuvieron que separarse, Harry, Hermione y Hagrid fueron por un lado, Draco y Neville fueron por otro junto al perro de Hagrid, Fang. Sin embargo, por una pequeña... pelea entre Neville y Draco, Hagrid terminó cambiando los grupos, Harry y Neville siguieron con Fang y Hermione y Draco con Hagrid. Después de todo, dejar al chico de Slytherin solo con alguno de los muchachos de Gryffindor no parecía buena idea.

Claro. Hagrid no se imaginaba que Harry y Neville fueran a encontrar al unicornio... y además...

A lo que lo había matado.

Era una escena horrible, el unicornio estaba caído recostado. Parecía dormir. Eso si no fuera por el rastro de sangre plateada y brillante. Y el ser que siseaba y mordía al animal mágico. Le chupaba la sangre.

Harry dio un paso adelante. Trago saliva pero igualmente estaba dispuesto a demostrar que no era un cobarde. -¡Aléjate! -gritó al ser. Neville había sacado su varita pero temblaba.

De pronto el monstruo se percató de la presencia de los dos niños y rugió como un animal. -¡Potteerrrrr!

Neville casi da un salto del susto al oír la voz de la... persona que estaba frente a ellos. Especialmente cuando Harry cayó al suelo tomándose la frente. Se retorcía de dolor.

-¡La cicatriz! -escuchó gemir al muchacho de anteojos.

-Potter -repitió el ser dando un paso hacia ellos. Sacó una varita de entre sus ropas. -¡Crucio!

Neville de pronto pensó en sus padres al observar horrorizado a Harry retorcerse de dolor. Dio un paso adelante. -¡Aléjate de él! ¡No lo toques! -encontró valor de donde no sabía que lo tenía. Se colocó entre Harry y su torturador.

El ser siseó algo, parecía estar hablando consigo mismo. -Apártate niño, no voy a dejar pasar esta oportunidad. ¡Obedece a Lord Voldemort!

Neville temblaba. Estaba aterrado. Sin embargo... no estaba dispuesto a obedecer. -¡No!

Voldemort levantó su varita. -¡Avada Kedavra!

Neville observó horrorizado la ráfaga verde que salió de la varita del mago... del demonio. Pero justo cuando estaba por golpearlo. Algo sucedió.

Todo se volvió blanco y Neville cayó al suelo. Escuchó a Voldemort gritar de dolor.

Voldemort regresó a tomar sangre del unicornio y luego huyó, demasiado débil como para arriesgarse a que llegara la caballería para el par de niños. Por supuesto, no dejaba de preguntarse lo que había sucedido.

Neville estaba en el suelo junto a Harry, pero... respiraba. Ambos estaban bien.

Voldemort tembló cuando vio la cicatriz en forma de relámpago en la frente de Neville Longbottom.

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Fin del Capitulo 10

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NA: Bueno, ahí están los cambios. La historia no debería ser muy lineal ahora. El cambio en el destino de Neville es importante para afectar el destino de Harry. Tenía que hacerlo ahora, era la mejor oportunidad. Sé que de Neville Longbottom no se sabía nada en este fic hasta ahora... pero igual, básicamente todo lo que sucedió hasta este punto en canon en la vida de Neville, sucedió aquí.

Harry Lancelot Dumbledore va a tener alguna aparición en recuerdos en algún momento futuro. Y sí, es físicamente prácticamente igual a Harry, las únicas diferencias son: el color de pelo rubio (no platinado, simplemente rubio oscuro, casi castaño), los ojos azules y la ausencia de la cicatriz.

Grindelwald, a diferencia de Voldemort, solamente hizo un Horcrux y Harry Dumbledore lo destruyó en algún momento antes de la segunda representación del recuerdo del buen director.