Boku wa Wakabayashi Daisuke.
Capítulo 10. Diagnóstico sombrío.
En la escuela, antes de darnos los resultados del examen de matemáticas, el profesor nos presenta a una alumna nueva: Katherine Levin. Gabriel se percata de que es la misma niña que vio ayer en mi casa y yo me fijo en que quizás su interés sea un tanto excesivo…
Hola.- dijo la chica.- Me llamo Katherine Levin, pero todos mis amigos me dicen Katie… Yo debía de haber empezado este curso al inicio del año, como todos, pero algunos problemas en mi familia me obligaron a comenzar la escuela en México.
Yo bien que sabía qué clase de problemas eran: los padres de Katie estuvieron a punto de separarse. ¿Qué como lo sé? Porque la madre de Katie es la mejor amiga de mi madre y su representante y estuvieron manteniéndose en contacto los meses que Débora y su hija permanecieron en México hasta que Stefan Levin fue a buscar a su familia en persona…
Como sea, después de presentarnos a Katie, el profesor nos dio los resultados de nuestros exámenes. Por supuesto, y sin pecar de vanidoso, saqué un diez, la nota más alta. Sin embargo, Gabriel sacó un 6.5, apenas lo suficiente para pasar el examen.
Lo lamento, Gabo.- le dije.
Me pudo haber ido peor.- gruñó él.- Aunque ahora papá me va a decir que en vez de estar planeando travesuras me debería de poner a estudiar...
Ya será para la próxima, te ayudaré a sacarte un diez.- lo consolé.
Mejor presenta mi examen.- replicó él.
Al menos tú no vas a reprobar en francés.- repliqué yo.
Ya. Oye, si quieres puedo ir a tu casa y enseñarte algo.- ofreció Gabriel.
¿Y ese repentino interés?.- a mí me olía a gato encerrado.- ¿No será que quieres ir a ver a la hija de Levin, o sí?
¿Ah, ella es hija de Stefan Levin?.- Gabriel se delató solo.
Por algo se apellida Levin.- replico.- Además, ya puedes verla todos los días en clase.
Yo me reí. Salimos al receso y Jun y Eiki se reunieron con nosotros.
Siento lo del examen, Gabo.- Jun palmeó la espalda del muchacho.
Me pudo haber ido peor.- musitó Gabriel.
Al menos pasaste.- dijo Eiki.
Sí, pero a mi papá no le va a gustar la nota que saqué… .- suspiró Gabriel.- Él espera al menos un ocho…
Uhm… Puedes recuperarte en los finales, si estudiamos en serio.- le dije a mi amigo, para consolarlo.
O cambiar tu nota.- sugirió Franz Schneider, en esos momentos.
Eso ya no es posible a estas alturas.- gruñó Gabriel.
Claro que es posible, para eso están las computadoras.- replicó Franz.- ¿O no, Daisuke?
Pero eso no sería lo correcto.- dije yo, adivinando la intención de Franz.- Podrían expulsarnos.
¿Hablas de cambiar mi nota hackeando las computadoras de la escuela?.- preguntó Gabriel.
¿Por qué no? Todos lo hemos hecho alguna vez.- Franz se encogió de hombros.
Mi hermana no.- repliqué.- Y yo tampoco.
Naaaaa, ¿esperas que te crea eso? Si eres un experto en la computación, hackear la cuenta del director ha de ser lo más sencillo del mundo para ti.- dijo Franz.
Yo me enojé. Cierto es que tengo tendencias de hacker, pero nunca he cambiado ninguna de mis notas. No seré tan buen estudiante como Jazmín, pero sí soy de los mejores.
Piensa lo que quieras.- gruñí.- No me interesa.
Y no voy a cambiar mi nota.- se negó Gabriel.- No será perfecta, pero al menos es mía.
Sé un fracasado, entonces.- replicó Franz, dándose la vuelta y marchándose.
Jun, Eiki, Gabriel y yo miramos a Schneider con enojo.
Ese tipo es un petulante.- gruñó Eiki.
No me sorprende, su padre también lo es.- replicó Jun.
Pero su madre y su hermana son un amor.- intervine yo.- No sé como es que Jazmín lo puede aguantar así.
Deberías defender a tu hermana.- me reconvino Eiki.
Yo no estoy para espantar a los pretendientes de mi hermana, sino para apoyarla cuando lo necesite.- repliqué.- Además, Jaz casi nunca me hace caso.
Gabriel estaba muy serio, contemplando la calificación de su examen… Yo estaba más que seguro de que se quedó pensando en la proposición de Franz…
Ahora vuelvo.- dijo Gabriel.- No tardo.
Yo supe que quería estar solo. Mi amigo se dirigió al salón con el fin de hablar con el profesor, pero en vez de encontrarse al mismo se topó con Katie, la cual estaba llenando de pegamento la silla del profesor… Gabriel estuvo a punto de decir algo, pero se dio cuenta de que se trataba de una broma muy buena, por lo que decidió dejar que la niña la terminara… Lástima que no sería él el autor, sería genial el ver al profesor dejar sus pantalones pegados a la silla… Katie en ese momento escuchó un ruido y salió corriendo del salón. Gabriel se escondió en el armario de la limpieza. Cuando el timbre sonó, todos entramos al salón y yo noté que Gabriel apenas y podía controlarse la risa. Por su parte, Katie se veía de lo más seria.
¿Qué te pasa?.- le pregunté a mi amigo.
Nada.- me respondió Gabo, aguantándose la risa.
El profesor entró, se sentó en su silla y… Horrorizado, descubrió que ésta estaba llena de pegamento… Al intentar levantarse, parte del pantalón del profesor se quedó pegado a la silla. Todos nos echamos a reír.
¡Qué buena broma!.- exclamé.- ¿Fuiste tú?
No.- negó Gabriel, aun riéndose.- No estoy tan tonto como para hacer esa clase de bromas aquí, aunque sean muy buenas.
Por supuesto, el profesor exigía un responsable.
¿Quién es el culpable?.- gritó el profesor.
Para sorpresa de todos, Katie se puso de pie.
Fue Gabriel Misaki, profesor.- dijo ella, señalando a mi amigo con su dedo.
¿Qué?.- Gabriel dejó de reírse súbitamente.- ¡Eso no es cierto!
Si revisa en su pupitre encontrará aun el envase vacío de pegamento.- continuó Katie, muy seria.- Yo vi como lo escondía antes de que terminara el receso.
¡Eso no es cierto!.- repitió Gabriel.- ¡Venga y revise!
El profesor fue hacia el pupitre de Gabriel, y con sorpresa todos nos dimos cuenta de que efectivamente ahí se encontraba una botella vacía de pegamento.
Señor Misaki, se queda usted castigado después de clases.- anunció el profesor.
¡Pero si yo no hice nada!.- protestó Gabriel.- ¡Fue ella!
Obviamente, Gabriel señaló a Katie, quien lo miraba con sus ojos azules, muy seria.
Me parece increíble que pretendas culpar a una alumna recién llegada que además tiene una calificación perfecta en conducta en todas las escuelas que ha estado.- replicó el profesor, fríamente.- Por eso, Gabriel, te quedarás castigado lo que resta de la semana.
Fue algo raro, pero podría jurar que Katie esbozó una media sonrisa. Gabriel, por su parte, se veía de lo más confundido…
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Lily no quería llamarle a Genzo al trabajo, pero Gwen había insistido el que fuera él quien estuviera con ella en la cita de la tarde… Lily marcó varias veces el número del celular de Genzo, pero cada vez la llamada se desviaba al buzón de voz, lo que significaba que él debía estar en una junta importante y no quería ser molestado… Después de armarse de valor, mamá llamó a papá a su oficina.
Genzo estaba en una junta, discutiendo sobre los preparativos para el próximo mundial cuando su secretaria le anunció que tenía una llamada.
Estoy ocupado, Melanie.- dijo Genzo.
Es su esposa.- replicó Melanie.
Genzo inmediatamente dejó lo que estaba haciendo para ir a contestar.
¿Lily, estás bien?.- Genzo estaba casi histérico.
Por el momento sí.- respondió ella.- Acaban de tomarme la segunda muestra pero Gwen quiere que estemos los dos ahí para darnos los resultados…
¿Los dos?.- a Genzo eso le dio mala espina.
Sí, los dos…
¿A qué hora?
A las seis…
Allí estaré.
Pero si estás muy ocupado no necesitas… .- comenzó a decir Lily.
Te veré en el hospital al cuarto para las seis.- interrumpió Genzo.
Horas más tarde, Gwen recibiría los resultados que le confirmarían uno de los peores diagnósticos que pueden darse… Y tendría que dárselo a una de sus más queridas amigas… A mi madre…
Ojalá hubiera un error.- murmuró Gwen, desesperada.
No lo hay, desgraciadamente.- replicó el jefe de laboratorio.- Ya hicimos la prueba cientos de veces…
Papá llegó al hospital desde las cinco y media. Mamá llegó un poco más tarde, ya que se había ido caminando, según ella para admirar los cerezos en flor…
Hace una tarde magnífica.- musitó mi madre.
Hablas como si nunca más volvieras a ver una así.- comentó mi padre.
Una nunca sabe…
Gwen hizo pasar a mis padres a su consultorio. Cerró la puerta y se preguntó por qué rayos en la Facultad de Medicina nunca le dijeron cómo dar malas noticias… Sobre todo cuando se trata de alguien a quien se le tiene aprecio…
Siéntense, por favor.- pidió Gwen a mis padres.
Lily y Genzo obedecieron. Él tomó la mano de ella.
Tenemos ya el resultado de los estudios.- comenzó a decir Gwen.- Y desgraciadamente, son muy malas noticias…
Llegué a mi casa como a eso de las ocho de la noche. Como la temporada de fútbol estaba por comenzar, me había quedado hasta tarde en la escuela entrenando con el equipo, de manera que cuando llegué a casa la bomba ya se había dejado caer…
Supe que algo andaba muy mal cuando entré y vi a Jazmín sentada en las escaleras, comiéndose las uñas. Ella nunca haría eso a menos que algo la preocupara en extremo…
¿Qué pasa, Jaz?.- le pregunté.
Mamá y papá andan raros.- respondió ella.- Hoy les dijeron los resultados de las pruebas de mamá y sé que no fueron buenas…
¿Te dijeron ya que tiene?.- pregunté.
No, estaba esperando a que tú llegaras.- respondió ella.
"Para darnos valor el uno al otro", pensé.
La noche anterior había vuelto a tener el Sueño, ése en donde la gente lloraba y mi padre sostenía la mano de muerto de una mujer que bien podría ser mi madre… Supe entonces que mi mundo estaba por derrumbarse…
Jazmín y yo subimos las escaleras, tomados de la mano. La puerta del cuarto de nuestros padres estaba abierta… Lily estaba sentada en la cama, y acariciaba el cabello de papá, el cual estaba hincado en el suelo y tenía apoyada su cabeza en el regazo de ella…
Saldremos de ésta.- murmuró mamá.
No quiero perderte por nada del mundo.- murmuró papá.
Jazmín y yo titubeamos, pero entonces mi hermana apretó mi mano y cobró valor.
¿Mamá?.- llamó ella.- ¿Papá?
Pasen, por favor.- pidió mi madre, mirándonos con el rostro bañado en lágrimas.- Tenemos algo importante que decirles…
Mi madre comenzó a explicarnos todo, desde los resultados de laboratorio hasta lo que Gwen les había informado… Cuando terminó de hablar, Jaz y yo estábamos llorando a lágrima viva…
A Lily, mi preciosa mamá, le habían diagnosticado leucemia… El cáncer de la sangre…
Notas:
Todo lo ocurrido en este fic con el personaje de Gabriel ha sido consultado previamente con su autora, Susuke de Misaki, quien me ha dado consentimiento para publicarlo.
En el próximo capítulo explicaré más sobre la leucemia…
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Lily de Wakabayashi.