Capítulo 15. Recuerdos.

Mi madre comenzó con su primera sesión de quimioterapia. Nadie nos había dicho que ella tendría que hospitalizarse, pero supongo que era lo más obvio... Sentí una horrible sensación de vacío cuando vi que Lily bajaba las escaleras y abría la puerta para marcharse, con una pequeña maleta en la mano.

¿A dónde vas?.- preguntó Jazmín.

Al hospital.- respondió mamá.

¿Ahora?.- me sorprendí.

Para la quimioterapia.- explicó Lily.- Tengo que pasar dos días allá.

Jazmín y yo pusimos cara de cuije.

Volveré pronto, ni van a notar que me fui.- dijo Lily, queriendo animarnos un poco. Jaz, querida, prepárate para tu competencia de baile. Dai, espero que te vaya muy bien en el primer partido de la temporada.

Jazmín sonrió levemente. Yo esbocé una mueca. Ya se me andaba olvidando el partido...

Voy a volver, no me miren como si me fuera a perder para siempre.- insistió Lily, queriendo sonreír, sin conseguirlo.

Genzo carraspeó. Jazmín y yo volteamos a verlo y de inmediato supimos que era una llamada de atención. "Recuerden que vamos a darle nuestro apoyo", parecía decir él con la mirada. Jazmín fue la primera en entenderlo. Se levantó y abrazó a mamá con fuerza.

Te estaremos esperando con un enorme pastel de zanahoria.- dijo mi hermana, dándole un beso a mamá.

Cuida a tu hermano.- sonrió Lily.

No necesito que nadie me cuide.- gruñí, yendo hacia mi mamá.- Regresa pronto, por favor.

Claro, Daisuke.- Lily me besó en la frente.- No dejes de ser tú mismo.

Lily sonrió, un poco más calmada, y se marchó en compañía de Genzo, quien nos dio su aprobación con la mirada. Lara e Ian estaban ahí, para darnos apoyo moral, supongo.

Iré a verla mañana.- musité, solo por decir algo.

Y yo iré contigo.- se ofreció Jazmín.

¿No quieren comer algo?.- preguntó Ian, quien siempre quería arreglarlo todo con comida.- Puedo hacer lasaña.

Eso me gustaría.- asintió Jazmín.

¿Me ayudas?.- preguntó él.

Claro.- mi hermana se fue con él hacia la cocina.

Lara se quedó mirando la puerta. Recordé entonces que era la segunda vez que ella pasaba por eso, primero con Chiara y ahora con Lily.

Tía, ¿puedo hacerte una pregunta?.- abordé a Lara con una idea en la mente.

¿Qué pasa, Daisuke?.- mi tía pareció salir de su ensueño.

Eh... Sé que no es de mi incumbencia pero... ¿Cómo fue cuando Chiara se enfermó?

Parecía que Lara iba a escupirme. Creo que no lo hizo por el hecho de que soy su sobrino. Ella suspiró y se sentó en el sillón.

Con ella fue más... ¿Cómo decirlo? Rápido, que con tu mamá.- comenzó a decir Lara.- Chiara de un momento a otro se puso muy mal, perdió peso, empezó a caérsele el cabello, se la pasaba todo el día vomitando. Cuando le hicieron el diagnóstico ya era muy tarde... La quimioterapia no funcionó y...

¿Y?.- insistí.

Solo nos quedaba una salida, y Lily afrontó los riesgos pero... Tampoco funcionó... .- murmuró Lara.

¿Mi mamá afrontó los riesgos?.- me sorprendí.- ¿Cuáles riesgos?

Ella se animó a darle a Chiara la última oportunidad de salvarse.- explicó mi tía.- Pero no funcionó...

Quería preguntar qué era lo que mi mamá había intentado hacer para salvar a mi tía, pero algo me decía que no era el momento de saber...

Vamos a la cocina, Daisuke.- me ordenó mi tía.- Ian es un desastre cocinando.

Me reí, ya que la del desastre era ella, pero en fin. Me pregunté cómo sería la quimioterapia, qué se sentiría y si realmente funcionaría... Ojalá nunca se lo hubiera preguntado a papá, no me gustó saber por todo lo que pasó mi madre, aun tantos años después...

El doctor Lacoste fue a visitar a mi madre a su cuarto privado una vez que ella estuvo instalada. Mi madre tendría a Dafne como enfermera personal. Bueno, no nos miren así, después de todo se trataba de la esposa del vicepresidente de la FIFA y que además era una de las más famosas cantantes y violinistas del mundo entero. Alguna ventaja debía dar la fama...

Bien, el medicamento que vamos a ponerte es muy potente.- explicó el doctor Lacoste.- Se llama Cisplatino, pero el nombre es lo de menos, ya que vas a terminar por odiarlo antes de que termines el tratamiento. Vas a sentir algunas molestias, como náusea intensa y vómito, incluso un poco de fiebre, es normal.

Cualquier molestia que tengas, sólo llámame.- añadió Dafne.

Gracias.- Lily trató de mostrarse optimista.

Después de verificar la dosis, el doctor Lacoste salió. Genzo tomó una silla y la llevó a un lado de la cama y tomó la mano de su esposa.

¿Cómo te sientes?.- le preguntó.

Es muy pronto todavía para que empiece a sentir molestias.- respondió Lily, sonriendo.- Tranquilo.

Quiero mantenerme tranquilo.- murmuró Genzo.- Quiero mantenerme imbatible para ti, para darte fortaleza, pero no sé si podré...

Todo va a salir bien.- susurró Lily.

Eres mi debilidad.- murmuró Genzo, repitiendo las palabras que le había dicho a ella cuando le confesó que la amaba.- Lo sabes.

Y tú, mi fortaleza.- replicó Lily.- Y también lo sabes...

Ambos se pusieron a recordar cuando eran jóvenes y tenían un brillante futuro por delante... Lily andaba de gira artística por Europa cuando en Alemania tuvo un leve percance con su automóvil mientras se dirigía a un concierto. Había mucho tráfico, estaba lloviendo y no pasaba ningún taxi vacío, y Lily estaba a punto de volverse loca cuando un automóvil se detuvo a un lado de ella.

¿Necesita que la lleve, señorita?.- Genzo habló desde el interior del coche.

Solo si va rumbo al estadio.- respondió Lily, agradecida y con una enorme sonrisa en los labios.

Iba rumbo para su concierto, el cual por cierto no me perdería por nada.- respondió Genzo, bajándose del automóvil y abriéndole a Lily la puerta del lado del conductor.

En el camino, Lily descubrió que la persona que la había recogido no era otro que el gran Genzo Wakabayashi, el famoso portero del Hamburgo, el cual declaró ser su admirador.

Debes estar bromeando.- rió Lily, algo avergonzada.- ¿En verdad tú eres mi admirador?

¿Por qué habría de mentirte?.- cuestionó Genzo, riendo también.

La verdad era que Genzo ya había escuchado hablar sobre Lily Del Valle, y se quedó impactado con su belleza el día en que la vio en una revista. A su vez, Lily había tenido siempre una especie de "enamoriscamiento" hacia el portero japonés. Y de ahí salió todo, Genzo invitó a Lily a salir mientras ella estuvo en Alemania, y aun después siguieron manteniéndose en contacto, hasta que mi padre no aguantó más y le declaró su amor a mamá de una manera que puede considerarse romántica... Fue en una fiesta, ninguno recuerda si fue para festejar un triunfo de él o era un cóctel de ella. El caso era que cierto y famoso conocido futbolista alemán andaba coqueteando con Lily y dejando que la prensa le tomara fotografías con ella como si fuese su novia. Genzo se ponía cada vez más furioso, hasta que de plano no lo soportó y fue a golpear el tipo cuando éste quiso ponerle una mano a Lily en donde la espalda pierde su casto nombre. Como era de esperarse, los dos hombres se enfrascaron en una pelea por la mexicana, quien estaba más que sorprendida por el comportamiento de que hasta ese momento siempre había sido su amigo. Una vez que las cosas se calmaron, y que los guardias de seguridad echaron a los dos peleoneros, Lily limpiaba y curaba las heridas del rostro de Genzo.

Gracias, pero no tenías que defenderme.- comentó Lily, al tiempo que echaba alcohol sobre una de las heridas.

Pues no parecía que él quisiera soltarte.- gruñó Genzo, más por el alcohol que por otra cosa.

Pues a nadie le molestaba.- dijo Lily, como quien no quiere la cosa.- Excepto, quizás, a ti.

Y lo hacía.- reconoció Genzo.- Me molestaba.

¿Por qué?.- aunque la buscaba, Lily se puso nerviosa con esa respuesta.

Porque no quiero que se te acerque ningún otro hombre.- confesó Genzo.

¿Y eso por qué?.- Lily se esforzaba por no ponerse más nerviosa.

Porque me gustas.- dijo Genzo, mirando a Lily los ojos.- Eres mi debilidad...

Acto seguido, mis padres se besaron. Bueno, quizás no fue romántico, pero mi madre dice que para ella sí lo fue... En fin, mientras Genzo y Lily recordaban, a mi madre comenzaron a llegarle las "molestias" de la quimioterapia, las cuales por cierto no fueron tan leves como le habían dicho...

¿Estás bien?.- preguntó papá, muy preocupado.- Estás muy pálida.

Pero Lily no tuvo oportunidad de responder, pues apenas tuvo tiempo de tomar el riñón de metal para comenzar a vomitar...

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Jun y Eiki llegaron a mi casa con Gabriel. Los dos primeros iban con ganas de hacer puré a la francesa con Louis.

A ver si les haces algo a estos dos, ya me tienen harto.- gruñó Gabriel, fastidiado.

¿Qué les pasa?.- pregunté.

Quieren matar a Louis.- suspiró Gabriel.

¿Por qué?.- me escandalicé.- Es buen muchacho.

Un buen muchacho que está coqueteando mucho con mi hermana.- gruñó Jun.- ¿Quién se cree?

Un hombre, eso es lo que se cree.- repliqué.- ¿Qué ustedes nunca han andado tras una chica?

No tras de mi hermana.- gruñó Jun.

Bah, pero sí tras la hermana de alguien más.- repliqué.- ¿O ya se te olvidó que querías invitar a salir a Jazmín?

Eso ya quedó en el pasado.- Jun carraspeó.

Eiki murmuraba palabras ininteligibles. Yo le pregunté a Gabriel con la mirada y éste se encogió de hombros.

Yo no sé por qué te enojas.- gruñó Jun.- A Valentina no la acosó tanto como a Carol.

Pero también lo hizo.- replicó Eiki.- Y Valentina muy entusiasmada que está con él.

Vi a Valentina feliz por hacer un nuevo amigo, más no la vi tan emocionada como tú dices... No como Carol... .- replicó Jun.

Cállate, a Carol no le gusta ese tipo.- Eiki se molestó.

Supe por dónde iba el asunto al escuchar el tono de voz de Eiki... No soy tan tonto e ingenuo como se puede pensar...

¿No será que lo que no te gusta es que Louis esté tras Carol?.- pregunté.

¿No será que te hace falta un cerebro?.- gruñó Eiki, más molesto aun.

Ah, no, yo tengo uno, y bien desarrolladito, gracias.- me reí.

Sí, definitivo. Eiki estaba celoso...

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El primer partido de mi equipo llegó. Margus Hoffman estaba plantado frente a mi portería, o la que tuvo que haber sido mi portería... No entendía el por qué, pero me molestaba ver que había alguien ocupando mi lugar. Cierto es que siempre me estaba quejando por el ser el hijo del mejor portero de todos los tiempos, pero ahora que me encontraba sentado en la banca, la cosa me molestaba...

Debo reconocer que mi equipo jugó muy bien. Gabriel anotó tres goles con su estupendo tiro boomerang. Recordé que nunca tuve la oportunidad de intentar detenerlo... ¿Y Margus? Pues él hizo estupendamente su trabajo, tapando disparos que en manos de otros porteros habrían sigo gol.

Vaya que ese muchacho es excelente.- comentó el entrenador Kopke.- Quizás deba reconsiderarlo y ponerlo de titular.

Uhm.- gruñí.

¿Qué se le olvidó al entrenador que yo estoy ahí? La verdad, yo no me entendía a mí mismo. Ahora que había una oportunidad de zafarme de mi irremediable destino, yo ya no estaba tan de acuerdo...

Y lo peor del caso es que papá no fue al partido, que si lo pienso bien, fue lo que más me hizo sentir mal... Genzo siempre había ido a todos mis juegos, incluyendo aquellos en donde no jugaba por lesión... Y sin embargo, yo sabía que Genzo no estaba ahí porque estaba ayudando a mi madre a soportar la quimioterapia, pero yo lo sentí como una señal de que ya había dejado de considerarme su hijo...

Notas:

Chiara Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi, el cual por cierto nadie puede usar más que yo... Jaja, de todas maneras nadie querrá utilizarlo, con excepción hecha de Blair Satouji.