Capítulo 17. Viviendo, a pesar de todo.
Aun quedaba pendiente el asunto por el cambio de calificaciones. Como era de esperarse, Gabriel y yo recibimos en la escuela el regaño de nuestras vidas. Los dos fuimos reprobador, él en matemáticas y yo en francés, y tendríamos que pasar el verano en los cursos de aprovechamiento. Y al final, ni siquiera habíamos sido nosotros los que habíamos hecho el cambio, aunque como era de esperarse, nadie nos creyó.
Mejor nos resignamos y dejamos de buscar al auténtico culpable.- gruñó Gabriel.- Ya me puse a estudiar matemáticas.
A buena hora.- repliqué.- Y perdóname, pero no, no tengo por qué aceptar algo que yo no hice.
Eres tan terco como tu madre.- se burló Gabriel.
¿Y tú como sabes?
Es lo que siempre dice tu papá, ¿no?.- rió mi amigo.
Sí, eso era cierto. Yo suspiré. Acababa de enterarme de que mamá iba a tener que usar peluca o un pañuelo en la cabeza, cualquiera de las dos cosas. Nosotros habíamos intentado levantarle el ánimo a mamá, pero era imposible. Yo había escuchado por boca de la propia Dafne acerca de la importancia de que un enfermo conservara el optimismo, pero en el caso de mi madre... Bueno, Lily luchaba por nosotros, por su familia, pero la leucemia y la quimioterapia la estaban partiendo en dos...
Como sea, como que ahora lo que me molesta más es la Levin.- continuó Gabriel, en un gruñido.- ¿Cuándo me va a dejar esa niña en paz?
Creo que le gustas.- comenté, distraídamente.
¿Qué? No. ¿Te volviste loco?.- gritó Gabriel.- ¡Para nada, cómo vas a creer que yo le gusto a esa mocosa!
Bueno, yo nada más decía.- me encogí de hombros.- ¿Qué te hizo esta última vez?
Le cortó el cabello a Laureen y escondió las tijeras con todo y pelos en mi casillero.- respondió Gabriel, con un gruñido.
Vaya que Katie tiene imaginación.- me reí.
¿De parte de quién estás?
Solté otra carcajada. Estaba mal que me burlara de mi mejor amigo, pero necesitaba distraerme con algo... Vi a Louis pasar en compañía de Carol y de Valentina, y detrás de ellos Jun y Eiki los seguían bastante disimuladamente...
Ya, o lo matan ellos o lo mato yo.- gruñó Gabriel, refiriéndose a nuestros amigos.
¿Qué tienes en contra de Louis?.- pregunté, sorprendido.
Nada, los que me tienen hartos son el Dúo Dinámico, Batman y Robin, Viruta y Capulina, Mortadelo y Filemón.- gruñó Gabriel.
¿Hablas de Jun y Eiki?.- me reí con más ganas.
Sí. Los dos se quejan a cada rato de que Le Blanc les está quitando a las hermanas pero no hacen nada para detenerlo.- respondió Gabriel.- Además, bien que es obvio que a Eiki le molesta mucho que Louis le haya quitado la atención de Carol, pero es tan menso que no lo quiere reconocer.
Todos los hombres somos iguales.- repliqué.
Tú me dijiste cuando te empezó a gustar mi hermana.- contradijo Gabriel.
Pero para eso tuviste que amenazarme con decirle a Lori que estaba enamorado de ella.- gruñí.- No quería decirte que me gustaba Liz, ¿lo recuerdas?
Bueno, sí, tienes razón.- Gabriel se acostó sobre el pasto.
En ese momento, Katie se acercó a nosotros.
Hola, Dai.- me sonrió ella.- ¿Cómo estás?
Pues estoy, Katie, ¿y tú?.- contesté.
Muy bien.- ella no dejaba de sonreír.- ¿Cómo está tu mamá?
Pues más o menos... .- la verdad, no me gustaba hablar con nadie acerca de Lily, excepto con Liz.
Espero que se mejore pronto.- me deseó Katie.
Gracias, Katie.
Noté que la niña miraba de reojo a Gabriel, quien había cerrado los ojos para pretender que no la veía.
Hola tú.- saludó Katherine, pero Gabriel no le hizo caso.- Oye, no seas maleducado, te estoy hablando.
Ya sé que me estás hablando, pero no me caes bien como para que me digne en saludarte.- replicó Gabriel.
Pero somos compañeros de clase.- gruñó Katie.
¿Y eso qué?.- protestó Gabriel.
Bueno, como quieras, por algo los maestros no confían en ti.- Katie se dio la vuelta y se marchó.
Gabriel inmediatamente se incorporó.
¿Escuchaste eso?.- me preguntó mi amigo.- ¿Lo oíste?
Sí, lo oí, Gabo.- respondí.- ¿Y eso qué?
¡Acepto la culpabilidad de todo!.- exclamó Gabriel, triunfal.
Este... Creo que no lo hizo, Gabo... .- contradije.
¡Claro que lo hizo! Ah, tú la escuchaste, bien podemos ir a decirle todo al director.- Gabriel se puso de pie.
Para nada.- moví mi cabeza de un lado a otro.- Ella solo dijo que por algo los maestros no confían en ti, más no que ella era la causante de todo lo que había pasado. Mira, si quieres que la atrapemos necesitamos algo más que eso.
Maldita escuincla.- gruñó Gabriel.
Cuida tus palabras, Gabo.- me reí.- No querrás que también te castiguen por eso...
Gabriel suspiró. Katie le lanzó una mirada retadora y el muchacho se la regresó. Yo comencé a pensar en que quizás ellos podrían formar una linda pareja. Menos mal que Gabo no lee el pensamiento, porque si no de segurito que me mataría...
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El segundo hijo de Genzo Wakabayashi y Lily Del Valle, o sea, yo, nació casi cuatro años después de que lo hiciera su primogénita. Como ya había dicho al principio de esto, si bien Genzo adora y ama a su hija, él siempre quiso tener un hijo varón, por las obvias razones. Vamos, que si a estas alturas no lo saben aun, a pesar de que llevo dieciséis capítulos quejándome entonces es porque de plano ustedes andan en otro planeta.
En fin, sea como fuere, Lily se cuidó lo mejor que pudo después del nacimiento de Jazmín, ya que como creo que ya había dicho, el embarazo fue de lo más complicado. A Lily se le subió la presión y Jazmín estuvo a punto de morir antes de nacer; así pues, mis padres decidieron no tener hijos al menos en un buen tiempo. Al cabo de tres años, sin embargo, Genzo y Lily discutieron la posibilidad de no tener más hijos, dado que las ocupaciones de ambos no les dejarían tiempo para cuidar a más de un hijo a la vez. Gwen les recomendó a ambos, sin embargo, que Lily no se hiciera aun la salpingoclasia, por si en algún momento alguno se arrepentía...
Así pues, se podría decir que estaba en mi destino el no nacer (eso suena raro, ¿no?), ya que mi nacimiento no fue ni planeado ni esperado, como el Jazmín, y Lily y Genzo ya estaban conformes con la niña que tenían, aun cuando él quisiera tener un heredero. Sin embargo, mamá se descuidó un mes, un solo mes, y eso bastó para que yo fuera concebido. A las pocas semanas Lily comenzó a presentar vómitos matutinos y náuseas frecuentes y uno que otro desmayo, y dado que ninguno de mis padres lo había planeado, Lily fue al médico algo preocupada y regresó con una preocupación aun mayor...
Según me contaron, Genzo y Jazmín estaban armando un rompecabezas en la mesa de la cocina cuando Lily volvió del médico. Ella tenía cara de haber comido mucho wasabi y Genzo de inmediato supo que algo no andaba bien...
¿Qué pasó.- preguntó él, muy serio.- ¿Qué te dijo el médico?
Ni me la vas a creer.- suspiró Lily.- Jaz, tengo una noticia que darte...
¿A mí?.- mi hermana de cuatro años no se esperaba eso, supongo.
Sí. Nada más quería decirte que vas a tener un hermanito.- respondió Lily.
Tanto Genzo como Jazmín se quedaron con ojos como platos. Mi hermana saltó de la silla en donde estaba sentada y fue corriendo hacia mamá, muy feliz.
¿Un hermanito?.- gritó Jazmín.- ¿De veras, mami?
Sí, pequeña Dama.- sonrió mamá.- Vas a tener un hermanito o hermanita.
¡Sí, qué bueno, voy a tener un hermanito!.- gritó Jazmín.
En ese momento entró James y Jazmín, muy emocionada, le contó la buena nueva. Lily aprovechó para acercarse a Genzo con cara de culpa.
Lo lamento.- musitó Lily.- Fue culpa mía, me descuidé y...
¿Qué es lo que lamentas?.- interrumpió Genzo, con una gran sonrisa en el rostro.- ¿Qué vayamos a tener otro hijo?
No es eso, es solo que.- Lily desvió la mirada.- El embarazo de Jazmín fue muy difícil y sabemos que muy probablemente otro podría ser peor y pues ya habíamos decidido que solo tendríamos a Jazmín y ...
Ya no pienses en eso.- volvió a interrumpir Genzo, al tiempo que besaba a su esposa.- Es cierto que ya habíamos decidido que Jazmín sería la única, pero yo al menos estoy muy feliz de saber que vamos a tener otro bebé. ¿Tu no?
Claro que estoy feliz.- Lily al fin sonrió.- Estoy más que eufórica, pero no sabía cómo ibas a tomarlo tú...
Qué tonta eres.- murmuró Genzo.- Pero por eso te amo...
Así pues, mis padres decidieron tenerme. Sin embargo, y como ya se lo habían imaginado, el embarazo fue bastante complicado, para empezar con que Lily tuvo una amenaza de aborto y tuvo que guardar reposo por varias semanas, y sin embargo y a pesar de loas cuidados que mi madre tuvo, yo nací tres meses antes de tiempo...
Lo dicho, parecía ser que yo estaba destinado a no nacer, pero yo, como siempre, no estuve de acuerdo con mi destino.
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Los nuevos resultados de laboratorio y el nuevo aspirado de médula ósea de Lily habían determinado que el primer ciclo de quimioterapia básicamente no había hecho efecto en la leucemia. Lo único bueno era que la tomografía había salido limpia. El doctor Lacoste quería hacerle a mamá otro estudio especial para determinar si ella poseía o no el Cromosoma Philadelphia, el cual, según entendí, determinaba el pronóstico de la enfermedad. Las personas que tenían el Cromosoma Philadelphia tenían más posibilidades de curarse de la enfermedad que aquellas que no lo tenían.
Me pregunto si esto no será hereditario.- comentó Jazmín, mientras ella y yo estábamos en la sala, ella leyendo con Hayate y yo jugando con el X-box.
¿Qué cosa?.- pregunté, algo distraído.
Eso de la leucemia.- respondió mi hermana.
Tanto Hayate como yo la volteamos a ver.
¿Por qué lo preguntas?.- inquirí.
No sé, es que la hermana de mamá y mamá se han enfermado de lo mismo.- respondió Jaz, pensativa.- Lo que me hace pensar que si nosotros en algún momento no iremos a enfermarnos también.
La verdad, no había pensado en eso. Tan ocupado estaba preocupándome por mamá que no pensé que eso podría pasarnos a nosotros también.
Cuando tu mamá se cure, quizás puedan pedirle a ese doctor Lacoste que los revise a ustedes.- comentó Hayate.
Sí, quizás.- Jazmín asintió y volvió a enfocarse en su lectura.
Yo apagué el X-Box y subí al segundo piso de la casa. Genzo no estaba en casa, se encontraba batallando con los detalles del próximo mundial que estaba por celebrarse, y Lily se encontraba otra vez en el hospital. Entré entonces al cuarto de mis padres, impulsado por una especie de presentimiento... El clóset de mamá estaba abierto (Lily y Genzo tenían cada uno su propio clóset, así papá no se fastidiaba por la enorme cantidad de zapatos que mamá compraba y ella no se volvía loca con todas las gorras de papá) y yo me asomé a él. Había gran cantidad de vestidos, abrigos, faldas, blusas, pantalones, zapatos y demás cosas, pero lo que llamó mi atención fue un cofre de madera que estaba en uno de los anaqueles superiores. Algo me decía que en ese cofre estaba la respuesta a mis sueños...
Ah, porque claro que yo seguía soñando con la muerte de mi madre. Siempre que intentaba el saber cómo ayudarla, yo me despertaba. Curiosamente, sin embargo, poco antes de despertar aparecía delante de mí una hermosa mujer de largo cabello castaño oscuro y ojos del color del chocolate derretido, la cual era idéntica a mi madre. La mujer me sonreía y me pedía que no perdiera la esperanza. Kirei había intentado muchas veces el ayudarme, sin conseguirlo. Parecía ser que si quería descubrir el significado de mi sueño tendría que averiguar en el pasado de mi madre.
Me subí a un banco y agarré el cofre, el cual estaba más pesado de lo que yo creí. Con dificultad llevé el cofre a la cama de mis padres y lo abrí. Dentro había miles de cartas, todas de Genzo dirigidas a Lily, muchísimas fotografías sueltas y flores disecadas. Vacié todo el contenido del cofre sobre la cama. Yo sabía que ahí había algo que quizás podría ayudarme... Quizás...
¿Algo interesante?.- me preguntó Kirei, desde la puerta.
¡Ah!.- di un respingo.- Me asustaste.
Lo siento, pero así somos los ladrones, sigilosos.- sonrió Kirei.- ¿Qué andas buscando?
Algo que me ayude a adivinar el significado de mi sueño.- respondí.
No lo vas a encontrar entre todas las cursilerías que tu padre le escribió a tu mamá.- comentó Kirei.
Yo sé que no, pero debe haber algo.- repliqué.
Y por fin, lo encontré. Una fotografía de una mujer de cabello castaño oscuro y ojos del color del chocolate derretido, que se parecía muchísimo a mi madre... La mujer que aparecía en mis sueños, mi tía Chiara...
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Por cierto que Tsubasa Ozhora fue designado como el nuevo entrenador de la Selección Japonesa para el mundial, a la vez que Karl Heinz Schneider era elegido el entrenador de Alemania. Taro Misaki recibió una petición para ser el entrenador del PSG, su antiguo equipo en París, mientras que Hikaru Matsuyama había aceptado el puesto de ser "cazatalentos" para un famoso equipo en Japón. Así que, todos seguían adelante con sus vidas, pero quizás quien tenía el mejor puesto era mi padre, Genzo Wakabayashi, aunque estaba a un tris de renunciar... El estrés de ayudar en la organización del nuevo mundial y de tener a una esposa enferma y a dos hijos adolescentes lo estaban haciendo pedacitos. Y eso que ni Jazmín ni yo le causábamos problemas... O bueno, no tanto...
Cuando le dije a mi papá que había sido suspendido, él me miró fijamente sin decir palabra por algunos minutos.
Está bien, Daisuke, me rindo.- dijo Genzo, después de un rato.- No te puedo forzar a que hagas algo que no quieres. Si quieres salirte del equipo, hazlo. La verdad, ya no me interesa.
Yo no respondí, pero me sentí vacío por dentro. Ahora sí estaba seguro de que mi padre al fin me había dejado a la deriva, y no entendía el por qué, si eso era lo que tanto quería, ahora que lo tenía ya no me sentía feliz... Me quedé un buen rato sentado en la sala, pensando. Claro, no debe ser fácil tampoco el ser Genzo Wakabayashi, con tantas miradas puestas sobre él. Quizás él lo único que quería era demostrar que su hijo vale tanto como él...
Y con un hijo como yo, era de esperarse que Genzo se cansara de intentar...
Sí, sí, esta frase es patéticamente pesimista, pero en aquellos tiempos no me sentía nada bien...
Notas:
Bueno, por ahí me hicieron el comentario de que algunos lectores tienen ciertas dudas o inquietudes por el hecho de que Daisuke Wakabayashi se parece mucho a dos personajes creados por la fanfiker Hotaru Kinomoto. Lo único que tengo que decir al respecto es que nunca he plagiado a ningún personaje, por si a alguien se le ocurre siquiera el pensar que le robé a Hotaru sus dos personajes para crear a Daisuke. Este personaje está basado en mi personalidad con algunas modificaciones propias para su edad y género y aunque tenga poco tiempo de aparecer en fics lleva ya mucho tiempo viviendo en mi mente. Además, nunca he leído ningún fic de Hotaru Kinomoto ni conozco a esos dos personajes creados por ella, así que no veo de dónde podría yo el haberlos plagiado. Además, tengo dos años escribiendo historias, tengo más de 60 fics en mi repertorio y creo que tengo una reputación de fanfiker labrada a pulso, por lo que considero indignante el hecho de que se insinúe siquiera que yo puedo cometer plagio. Así mismo, conozco a Hotaru Kinomoto, la respeto como dibujante y escritora y sé que ella tampoco sería capaz de cometer plagio. Así pues, como el que nada debe, nada teme, por mí pueden pensar lo que gusten y deseen, si alguien cree que cometo plagio, es cosa de esa persona, al fin y al cabo que no es verdad, no será la primera vez que alguien me hace esta clase de acusaciones falsas. Y mírenme, yo sigo escribiendo a pesar de todo.
