Capítulo 24. ¿Celos?
La melodía envolvía mi alma y jugueteaba con cada parte de mi ser. Las notas fluían de mis dedos con la misma facilidad con la que éstos atrapaban las pelotas de fútbol... ¿Cómo es posible que un buen jugador de sóccer se también un gran violinista?
Dejé por un segundo a mi violín, Tenshi, y me senté un rato a cavilar. Por cierto, para quien le interese, Tenshi es ángel, en japonés. Le puse así a mi violín desde que vi una imagen de un ángel tocando el violín. Supongo que la imagen me impactó tanto que por eso le puse así a mi instrumento. Y si creen que ponerle nombre a un instrumento musical es tonto, pues les diré que el violín de mi madre se llama Cridhe, el violonchelo de Kirei se llama Macbeth y el violín del famoso Lasse Nordenström se llama Andúril. Así que, como ven, todos los artistas famosos lo hacen. Por cierto que Lasse es el mejor violinista que hay ahora y es gran amigo de mi madrina, de mi madre, y en algún momento fue rival de mi padre, aunque solo Genzo lo pensó así, ya que entre Lasse y Lily nunca hubo nada más que una gran amistad.
Demasiados chismes de vieja verdulera. Mejor debería enfocarme en cómo terminar de arreglar mis asuntos pendientes. Aun me faltaba desenmascarar a Franz como el autor del cambio de calificaciones mías y de Gabriel. Para empezar, necesitaba una manera de demostrar que Franz había sido el culpable, ya que evidentemente él no iba a confesar por sí mismo...
Hola, hermanito.- me saludó Jazmín, tocando a la puerta de mi habitación.- ¿Por qué dejaste de tocar esa hermosa melodía?
Tengo mi mente ocupada en demasiadas cosas ahora como para sentirme inspirado para componer.- respondí.
Espero que papá convenza a mamá de hacerse el transplante.- suspiró Jazmín.
Obvio, yo el había contado a mi hermana sobre la plática que tuve con mi padre.
Aunque no me la creas, no es eso lo que me preocupa en este momento.- repliqué.
¿No?.- Jazmín se sorprendió.- ¿Qué pasa, entonces?
Es sobre mis calificaciones.- expliqué.- Ya se quién fue el que me hackeó.
¿Quién es?.- exigió saber mi hermana, muy seria.
No creo que te guste saberlo... .- musité.
Quiero que me lo digas.- insistió mi hermana.- Porque si fue cierto pretencioso rubio alemán lo va a pagar caro.
¿Tú sabes que fue Franz?.- me sorprendí.
¡Ajá, lo sabía!.- mi hermana soltó una exclamación de triunfo.- Ya me lo sospechaba...
¿Tienes alguna idea de por qué se comportó de esa manera?.- pregunté.
Creo que fue una venganza.- gruñó mi hermana.
¿Por qué venganza?.- me sorprendí.
Porque Franz te detesta.- me explicó ella.
¿Qué?.- obvio que yo estaba más sorprendido que nunca.- ¿Por qué?
Porque eres más popular que él.- Jazmín se encogió de hombros.
¿Qué yo soy más popular que Franz? ¿Me estaba mi hermana hablando en serio? Mi asombro había sobrepasado los límites. ¿Desde cuándo era yo tan popular? Pero más que nada... ¿Desde cuando era más popular que Franz Schneider, el hijo del tan famoso jugador Karl Heinz Schneider, suspiro de todas las chicas y envidia de todos los chicos? Debía ser una broma, eso era seguro.
Para broma, eso está muy pasado, hermanita.- gruñí.
No es una broma, Dai.- me contradijo mi hermana.- En verdad que eres más popular que Franz. ¿No sabes acaso que tienes un club de fans y que en los últimos conteos de popularidad le ganaste a Franz por mucha ventaja?
¿Qué?.- eso ya era el colmo.- Ya basta, Jaz, se me hace ridículo. ¿Desde cuando me convertí en un estúpido títere de la farándula de la escuela?
Yo que sé, pero es algo que no puedes evitar.- Jazmín se encogió de hombros.- Lo heredaste de papá.
¿Qué cosa?
Su carisma.
Y ahora resulta que soy carismático... En serio, ésta es una broma de muy mal gusto...
¿Y entonces la intención de Franz era arruinarme la existencia para que dejara de ser popular?.- casi escupí las palabras.
Supongo.- suspiró mi hermana.- De verdad, no creí que llegara a tanto... Y pues con eso de que lo dejé por Hayate, quizás también se quiera venga contigo...
Pués que jijo de toditita su madr... .- solté un improperio digno de un camionero de rutas de la Ciudad de México.- Voy a partirle toda su mandarina en gajos.
Mejor busca una manera original de hacerlo caer, así como Gabo hizo caer a Katie.- replicó Jazmín.- Mira que aun me sorprende, Katie se veía de lo más buena y dulce...
Caras vemos, corazones no sabemos.- sentencié.- Pues de alguna forma tengo que hacer que Franz caiga, primero me hackeó e hizo que me reprobaran en francés y después intentó acercarse a Li...
Me callé abruptamente. Jazmín sabía que a últimas fechas yo estaba cada vez más cercano a Liz, pero no creo que supiera que yo estaba comenzando a sentir algo muy parecido al amor... ¡Puaj! Qué cursi soy... Sin embargo, mi hermana sabía más de lo que yo pensaba...
Ya se me hacía que entre ustedes había algo.- Jazmín me miró con una sonrisilla pícara.- A todos les va a dar el grito en el cielo y creo que hasta mi madre va a poner el grito en el cielo, no creo que le agrade que su benjamín ande con una chica mayor.
No sé de qué me hablas.- me puse colorado hasta las orejas.- Liz y yo solo somos...
Sí, eso lo sé.- me interrumpió mi hermana.- Pero eso es ahora y algo me dice que en un futuro eso va a cambiar...
La charla estaba poniéndose demasiado personal. Carraspeé y encendí mi computadora. De alguna forma debía de hacer caer a Franz...
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Genzo, por su parte, terminó de leer las hojas que le di y las releyó tantas veces que se aprendió lo que ahí decía de memoria. Efectivamente, había más posibilidades de que dos personas de diferentes razas y nacionalidades fuesen compatibles entre sí que dos personas que tuvieran el mismo país de origen. O sea que, dicho con otras palabras, hasta Genzo podría resultar ser compatible con Lily si la suerte y la fortuna eran excelentemente buenas. Sin embargo, nada mejor que alguien de la misma familia...
Supongo que debo convencerla.- murmuró Genzo, frotándose la frente.
No te queda de otra.- le dijo Kirei en esos momentos.
Supongo que no.- suspiró Genzo.- Es la única alternativa, si es que deseo salvarla...
Al menos por una vez le haces caso a tu hijo.- comentó Kirei.- Ya era hora, ¿no?
No empieces ahora, Sam, que no estoy de humor.- replicó mi padre.- No es nada fácil para mí.
No es nada fácil para nadie, Genzo.- contradijo mi madrina.- Lily es mi amiga, es la madre de Jazmín y de Daisuke, es la hermana de Lara, la cuñada de Paola, la amiga de Sanae, de Gina, de muchas más... A todos nos está afectando.
Pero no tanto como a mí.- replicó Genzo.- Lily es mucho más que mi esposa. Es mi compañera, mi mejor amiga, mi consejera, mi confidente, mi amante, la otra mitad de mi alma. ¿Sabes lo difícil que es encontrar a alguien así?
Sí, lo sé.- murmuró Kirei, pensando en Kazuki.
¿Te imaginas lo que es sentir que puedes perder a la persona que le da sentido a tu vida?.- cuestionó Genzo.- ¿Qué pierdas a la persona que te dio a los dos hijos que son la luz de tu vida? No puedo perderla, Samael...
Kirei, por primera vez, no pudo contestarle a mi padre. Ella se imaginó lo que sería el perder a Kazuki y con eso bastó para que ella sintiera empatía por Genzo. podía comprender su dolor, más porque ninguno de los dos era muy expresivo con sus sentimientos, pero eso no significaba que no los tuvieran, muy escondidos en su interior...
Solo tú puedes convencer a Kielo.- comentó Kirei, después de un rato.- Ella te escuchará a ti más que nadie. Si ella es el sentido de tu vida, tú eres el sentido de la vida de ella.
Genzo no dijo nada. Se levantó de su asiento y le sonrió a mi madrina.
De vez en cuando, eres buena escuchando.- comentó él.
Yo siempre soy buena escuchando.- gruñó Kirei.- Es solo que como nunca hablas, no te has dado cuenta.
Genzo, aun sonriendo, subió las escaleras para ir al cuarto que compartía con mamá. Ella estaba con Paola, charlando en susurros y en voz baja.
No digas eso, Lily.- gruñó Paola.- Aun no sabes lo que va a pasar...
Estoy perdiendo la batalla, Paola.- replicó Lily.- No voy a poder salir con bien de ésta...
Papá se detuvo a escuchar. Lily estaba diciéndole a Paola cosas que jamás le diría a él de frente.
No vas a perder la batalla.- contradijo mi tía Paola.- Aun te queda otro ciclo de quimioterapia y...
No creo poder soportarlo.- Lily comenzó a llorar.- Es terrible. Aun no puedo creer que Chiara haya podido soportar todo esto, yo ya no lo soporto...
Mi tía no sabía qué decir o qué hacer. Se dedicó a tomar con fuerza la mano de mamá.
Quiero que me lo prometas, por favor.- pidió Lily.- Quiero que cuides a mis hijos cuando yo me vaya.
No vas a irte pronto... .- replicó Paola.
¡Promételo, por favor!.- pidió mi madre.- Prométeme que vas a cuidar de Jazmín y de Daisuke. Tus hijos se llevan muy bien con los míos, sé que se tratarán como hermanos.
Excepto porque ni loca tendría yo hijos con el Minotauro.- gruñó Paola.
Lily rió sin poder evitarlo, lo cual había sido la intención de Paola.
Solo te pido que no pongas a Daisuke en contra de su padre.- pidió Lily.- Ellos se quieren mucho, yo lo sé, solo que los dos son demasiado tercos como para aceptar que se parecen más de lo que quieren reconocer...
Te lo prometo.- suspiró Paola, derrotada.- Cuidaré de mis sobrinos como si fueran míos, y es más, me encargaré de que Genzo se quede viudo por siempre. Y te prometo también que no pondré a mi sobrino en su contra, pero no me culpes si se me escapan algunos comentarios negativos sobre Genzo en su presencia.
No es necesario que hagas que Genzo se quede viudo por siempre.- Lily volvió a reír.
¿Bromeas?.- gruñó Paola.- Si tú mueres, ten por seguro que él nunca va a volverse a casar...
Suficiente. Genzo entró en la habitación sin anunciarse.
Paola, déjame hablar unos momentos a solas con mi esposa, por favor.- pidió él.
Claro.- asintió Paola.
Ambos intercambiaron miradas. Los ojos de ella decían: "¿En dónde rayos te habías metido?". Paola salió y cerró la puerta. Mi madre miraba hacia la pared.
Lily, tenemos que hablar.- dijo Genzo.
¿Sobre qué?.- preguntó ella.- Cualquier cosa que Lara o Gina te hayan dicho, es mentira.
No es sobre eso.- Genzo recordó algo, pero no le prestó importancia, al menos no en ese momento.- Es sobre otra cosa. Otra alternativa de tratamiento.
Ni pienses en el transplante.- advirtió mi madre.- Ya te he dicho muchas que no lo deseo.
¿Y por qué no?.- rebatió papá.- Es una gran alternativa, y no porque haya salido mal con Chiara significa que también va a salir mal contigo.
¿Pero de dónde voy a sacar a alguien compatible?.- cuestionó Lily.- Lara no lo es, y ella es la hermana que me queda.
Pero aun están Daisuke y Jazmín, incluso por un golpe de suerte yo podría ser compatible contigo.- insistió Genzo.- Si lees esta información que me dio Daisuke quizás...
Yo sé todo eso.- replicó Lily.- Pero aun así...
Lily movió la cabeza de un lado a otro. Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
¿Qué es lo que pasa?.- preguntó Genzo, secándole los ojos a mi madre.- No es el transplante lo que te preocupa...
No.- reconoció Lily.- Es solo que... ¿Sabes lo doloroso que fue el no haber podido ayudar a Chiara? Me sentí tremendamente culpable, la causante de su muerte, y a ti te consta... Me deprimí por años, me sentía una asesina... No quiero que nadie más se sienta de la misma manera...
Genzo sonrió, a pesar de todo, un tanto conmovido. Al fin había descubierto cuál era la verdadera preocupación de Lily...
¿Temes que si el transplante falla, el donador se sienta tan deprimido como tú por no haberte podido ayudar?.- preguntó Genzo, con suavidad.
Lily asintió con la cabeza, sin dejar de sollozar.
No tienes por qué preocuparte por eso.- murmuró Genzo.- Porque eso no va a pasar. El transplante será todo un éxito.
¿Y si no es así?.- cuestionó Lily.
En primera, no debes pensar de esa manera.- replicó Genzo.- Recuerda que Chiara siempre conservó la esperanza, según me dijiste, y tú debes de hacer lo mismo. Y en el último de los casos... Si el transplante falla... Te prometo que no dejaré que el donador caiga en la depresión, sea quien sea...
Lily lo pensó por unos instantes. Creo que los cinco segundos que se tardó mi madre en contestar fueron los más largos de la vida de mi padre.
De acuerdo.- cedió Lily.- Le pediré al doctor Lacoste que me informe más sobre eso...
Muy bien, corazón.- Genzo besó a Lily con emoción.- Así se habla...
Muy bien. Triunfo a favor de mi padre. El resto, quedaba en manos de uno de nosotros...
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Eiki se sentía cada vez más celoso. Louis Le Blanc había mostrado su preferencia por Caroline, lo que evidentemente no le gustaba a Jun, pero sobre todo, no le gustaba a Eiki... Cierto es que el francés al menos había dejado en paz a su hermana, pero ahora estaba detrás de la chica que en algún momento había estado interesada en él. Por supuesto, Eiki como buen hijo de sus padres, se negaba a reconocer que ya estaba francamente celoso. Carol, por su parte, muy íntimamente disfrutaba de este hecho...
Lo que a mí me desconcertaba era que Valentina no parecía estar molesta por el hecho de que Louis la buscara menos que a Caroline. Conociendo a mi prima, ella no actuaría tan despreocupada si estuviese interesada en Louis... Y de hecho, Carol tampoco parecía estar interesada en él...
Chicas. Solo ellas se entienden.
Notas:
Lasse Nordenström es un personaje creado por Samael Bene Elohim y espero que ella no se moleste por haber tenido el atrevimiento de mencionarlo en este fic. Jeje, no va a ser personaje regular, solo lo mencioné por esta vez.
Los nombres de los instrumentos de Kirei y de Lasse son idea de Samael Bene Elohim, y los nombres de los instrumentos de Daisuke y de Lily son idea de Lily de Wakabayashi.
