Hibari regresa nuevamente con esta historia, lamento que me tardara tanto tiempo, pero distintos problemas, falta de inspiración y falta de tiempo. Aparte que este mismo capítulo se me perdió días antes de postearlo, por lo que tuve que escribirlo todo nuevamente.
Espero sinceramente que puedan perdonarme y que este capítulo, si es que existe alguien que aún se acuerde de esta humilde historia, le agrade.
Sobre los mensajes, lamento no poder responderlos en este momento pero estoy falta de tiempo, pero intentare responderlos cuando pueda librarme un poco.
Disclaimer: ¿Realmente queda alguien que pueda creer que Harry Potter me pertenece? Honestamente, si es así quiero saberlo jejeje
Pequeños problemas
Capítulo 3: Cole, cole que no me atlapas…
El sol comenzaba a ponerse cada vez mas molesto, aunque fuera invierno la tenue luz empezaba a obligarle a abandonar las calidas cobijas que la abrigaban del frió de la noche.
Intentando volver a apagar su cabeza y disfrutar un poco mas del periodo de sueño ya que eran las vacaciones de invierno, volteo en dirección contraria a la tenue luz que le molestaba, sin abrir aun los ojos, se encontró con que aquella simple tarea le estaba costando más de lo habitual, sentía sobre su pecho un peso del que recién en esos momentos estaba siendo conciente. Pensando que tal vez se tratara de su gato, intento voltear un poco más brusco para darse cuenta que pesaba más de lo normal
-Vamos Crookshanks…-murmuro en voz apenas audible
Volvió a intentar desplazarse cuando sintió que otro objeto se lo impedía, finalmente derrotada abrió los ojos esperando encontrarse con alguno de los libros o con su mascota pero lo que menos esperaba encontrarse era aquello…
Algo peludo de color negro permanecía encima de su pecho mientras sentía que algo más se aferraba a una de sus piernas, sin emitir sonido alguno de queja abrió desmesuradamente los ojos, las imágenes comenzaron a proyectarse en su cabeza como si fuera una película. Recordaba una luz blanca, luego dos enanos…en ese momento paro, con temor dirigió nuevamente la mirada hacia su pecho cuando noto una pequeña mata de pelo negro, se restregó los ojos con tal fuerza que cualquiera que la hubiera visto pensaría que se los estaba intentando sacar de su lugar. Al ver que la misma imagen seguía presente volteo hacia su otro costado para encontrar una mata de color zanahoria, eso era una de las cosas que le estaba impidiendo moverse y que se aferraba con fuerza a su pierna, no sabia si largarse a llorar o reír por la situación, había tenido la pequeña esperanza, muy en el fondo de su inconciente de que las imágenes que le llegaban fueran producto de algún alocado sueño provocado por un exceso de Wisky de fuego…pero para que se iba a mentir pensó luego, si no era capaz de tomar dos botellas seguidas de cerveza de mantequilla menos iba a ser capaz de tomar Wisky de fuego, además aquello iba contra las normas y no era la imagen que una prefecta debía dar y que le daba mala reputación al colegio y a la nación…
Estaba tan sumida en sus pensamientos que no se percato que las versiones en miniaturas de sus amigos estaban comenzando a moverse.
-Woooooaaaaaaaaaa- soltó en un suspiro el pequeño Ron
El ruido del pelirrojo alerto nuevamente a la joven que es ese instante se hallaba pensando que hasta el papa podría avergonzarse, si se enteraba que había tomado una bebida alcohólica, se puso de pie tan rápido como si un resorte le hubiera pinchado y en menos de un segundo se hallaba enfrente de su propia cama, con los ojos abiertos tan grandes que sin duda en un concurso de ojos saltones Dobby no tendría oportunidad de ganarle.
Miraba una y otra vez en cada dirección, si alguien hubiera entrado en ese momento y estuviera relacionado con el mundo muggle diría fácilmente que se hallaba mirando algún partido de tenis, la prefecta no dejaba de mirar a cada uno de sus amigos en versión miniatura.
Intentando conservar la calma, siguió observándolos por unos momentos más mientras pensaba que hacer, no le ayudaba mucho el ver que ahora ambos estaban durmiendo en posiciones bastante ´pintorescas, Harry tenia una mano encima de la boca del pelirrojo mientras este la saboreaba, tal como si fuera una pluma azucarada, parecía que el pequeño estaba en uno de sus sueños de comida, había ciertas cosas que nunca cambiarían y en esa categoría definitivamente entraba la relación de profundo amor entre Ron y los alimentos. Harry se estaba riendo en sueños al parecer por las cosquillas que le producían los dientes de Ron a su mano, además de que una de las piernas del pelirrojo estaba ahora encima de su estomago.
Se llamo a si misma mentalmente a la calma, mientras los observaba dormir, recordaba las palabras que el profesor Dumbledore le había dicho con anterioridad
-Creo Señorita Granger que por lo mismo deberá ser usted quien cuide de ambos hasta que encontremos una solución a este problema o "pequeños problemas".
-"Claro," dijo en vos baja, -"…como no quiere ser él quien los cuide, me arrojó estos dos paquetes, la próxima vez dejare que le tiren la barba el tiempo que quieran…"-termino de decir con un bufido.
- Ñam…ñam…ñam…- uno de los pequeños parecía que estaba recobrando la conciencia.
Saliendo de su dulce ensoñación, donde podía vengarse de Dumbledore, miro con algo de temor a las dos criaturas que estaban recobrando el conocimiento después de una larga noche de sueño reparador, la castaña trago saliva pesadamente al darse cuenta de lo que ello significada, dos niños hiperactivos corriendo por todo el castillo.
Antes de que pudieran despertarse totalmente se vistió con rapidez, abrió la puerta de la habitación esperando que su gato saliera antes de que los chicos lo atraparan, pero recién se daba cuenta de que el minino haciendo gala de ser mitad Kzneale había optado intentar arrojarse por la ventana, el gato cuando dio cuenta que su ama le dejaba camino a la libertad decidió salir a los terrenos del castillo, a estas alturas era mas seguro dormir en el bosque prohibido, donde por si las dudas podía tener una muerte rápida y casi sin dolor mientras que aquellos dos seguramente se entretendría demasiado el sacarle pelo por pelo…
Regresando la vista al interior de la habitación, luego de ver a Crockshanks escapar por las escaleras como si le hubieran avisado que llegaba el fin del mundo, la castaña noto que en la cama de Parvati se hallaban algunas prendas de ropa, sin duda Dobby o Winky debían haber pasado y acomodado para después usarlas, tomo las primeras prendas que estaban a la vista para poder vestirlo, se dirigió a su propia cama dispuesta a cambiarlos mientras se encontraban aun algo anestesiados por las horas de sueño, no le apetecía hacer nuevamente la maratón que había realizado la noche anterior al intentar ponerles su pijama.
Camino hacia ellos, pero antes de poder siquiera colocar una mano para despertarlos, la extraña perspectiva ante lo que debía hacer la aterrorizaba por completo, aunque mas que aterrorizarla, le avergonzaba por completo, podía notar que en las mejillas de ambos chicos se notaban con claridad algunas manchas de la noche anterior, sin duda iba a tener que bañarlos…
El pensamiento le aterro, pero más lo hizo cuando lo mencionó en voz alta, el pensarlo solamente lo hacia parecer por momentos algo irreal que estaba fuera del alcance, si bien los dos eran unos niños ahora, eso no les quitaba de encima el echo de que fueran sus dos amigos y que fueran hombres, la única vez que los había visto con menos cantidad de ropa fue la vez que había visto a Harry durante la segunda prueba del torneo de los tres magos, pero de allí en mas nada de nada…
Por unos momentos pensó que seria bueno llamar a Winky o a Dobby y dejarles a ambos aquel trabajo, con urgencia pronuncio el nombre de los elfos pero estos no se presentaban, llamo nuevamente y ante la ausencia de ambos comenzó a preocuparse cada vez más, cuando por tercera vez no acudieron a su llamado, el pánico ante lo que tendría que hacer la estaba paralizando. Antes de poder dejarse vencer, utilizo su último recurso, se acercó a la ventana más lejana a su cama, sería mejor que no los despertara totalmente antes de dar con alguna respuesta a su petición, silbo de forma bastante rara, que si sus amigos la hubieran escuchado hubieran creído sin dudar que se había tragado por lo menos más de una docena de mosquitos, pero al parecer el extraño silbido de la joven había funcionado porque una hermosa lechuza blanca se hallaba posada ahora en su hombro esperando que le encomendara lo que tenía pensado hacer, la joven dejo a la lechuza parada sobre la baranda de la cama de Parvati, se apresuro a tomar un pergamino y a escribir rápidamente unas cuantas palabras, cuando se disponía a atarle el pergamino a la lechuza se dio cuenta que no se hallaba donde la había dejado, registro la habitación rápidamente con la mirada, para caer en cuanta que ahora estaba posada sobre su cama, más precisamente sobre donde estaba durmiendo Harry, temiendo que la lechuza intentara despertarlo se aproximo a ella para enviar lo que había escrito hacia solo unos segundos, acaricio la cabeza de Hedwig mientras esta no dejaba de mirar al pequeño de pelo negro que tenía uno de los pies de su amigo sobre su rostro, Hermione intuyendo acertadamente a lo que la lechuza quería decir como si se tratara de un ser humano le explico con voz baja.
- "Es Harry, Hedwig"- mientras apuntaba al joven, que ahora había recuperado un poco la movilidad sacando el pie de su amigo de encima suyo -"él es tu amo, solo que ahora esta chiquito, pero ahora quiero que entregues esto y que no te vayas hasta que recibas una respuesta…"- ató con cuidado el pergamino y le dejo marchar por la ventana, volteó a ver a sus amigos otra vez, los observó detenidamente sin saber que hacer por primera vez en su vida, la perspectiva de lo que le esperaba era una situación totalmente escalofriante…
Se encontraba encerrada en su propio mundo de recuerdos que no se percató de la presencia de la lechuza que había mandado hacia tan solo unos minutos, solo cuando esta comenzó a picotear el vidrio con furia reclamando la atención de cualquiera dentro de la habitación, cuando el ruido fue lo suficientemente alto y amenazaba con despertarlos antes de tiempo Hermione la dejó entrar tomando la respuesta, que seguramente le traería la solución a sus martirio, leyó con ansias el pergamino para colocar una expresión cada vez mas sombría…
Querida señorita Granger:
Lamento comunicarle que la presencia de los elfos Dobby y Winky no será posible en estos momentos, la razón de esto creo que será de su completo agrado, bien siguiendo sus consejos y de paso felicitarla de paso, han decidido tomarse unos días de receso cumpliendo con los requerimientos de su plataforma de defensa elfica, creo que estará gustosa de ello y pasando a la segunda sugerencia, no creo que sea posible para el resto de los elfos el ayudarla, desafortunadamente se encuentran limpiando el terrible desastre que ha dejado peeves en los salones de astronomía, la torre sur y varios de los salones que aún no se encuentran a sus disposiciones, lamento mucho decirle eso, y por último no creo que sea recomendable que les aplique algún hechizo para evitar tener que bañarlos, creo comprender lo que ello quiere decir para usted, pero por la misma razón será mejor usted quien se encargue de todo lo que conlleva el cuidado de los dos hasta que podamos encontrar la respuesta de esta extraña situación que se nos a presentado.
Atentamente.
Albus Dumbledore.
Se maldijo mentalmente por unos momentos, si no hubiera insistido tanto con el tema de la P.E.D.D.O ahora podría sentarse en un cómodo sillón mientras releía por…bueno ya no podía decir la cantidad de veces que había leído el mismo libro Hogwarts: Una Historia. Y esperar a que sus "pequeños" amigos estuvieran listos para llevarlos a desayunar al gran comedor.
Rindiéndose ante lo que tenia que hacer decidió empezar de una vez la tarea de bañarlos…
Caminando de la misma manera como si se dirigiera a la guarida de un dragón, con las intenciones de darle un puñetazo sin varita ni protección Hermione se dirigía hacia su propia cama dispuesta a despertar a sus dos amigos por completo para poder bañarlos, resignándose ya completamente, comenzó a mecerlos sin antes quitar el puño de Harry de la boca de Ron que parecía estar soñando que comía alguna otra golosina, como siempre, Ron y la comida grandes amigos…
Los chicos fueron despertando levemente, Hermione seguía meciéndolos con cuidado como si no quisiera realmente hacerlo, pero no le sirvió de mucho, ahora ambos chicos estaban sentados en la cama mientras se sobaban los ojos sacando los últimos rastros que el sueño había dejado en ellos, Hermione trago saliva pesadamente, parecían mas despiertos que nunca mirando de un lado para el otro.
En cuanto ambos repararon en la presencia de ella y en la del otro, sin mediar palabra se lanzaron en un ataque contra la prefecta, que terminó sin saber como con los dos niños intentando saltar en su estomago, se corrió rápidamente cuando vio que Ron parecía darse de cabeza contra el suelo en un salto mal dado, logró atraparlo justo en el aire, aunque después de dejarlo a salvo sobre las sabanas, sintió una presión en el cuello, Harry se había prendido en su espalda y parecía no querer dejarla.
-"Harry…necesito respirar…"-le dijo mientras intentaba soltar el amarre que tenía, pero pese a la corta edad el chico tenia bastante fuerza y le resultaba difícil el soltarse.
-"Quelo jugal contigo"- fue lo único que respondió antes de escuchar otro grito.
-"Conta la buja!"- el pequeño Ron se había lanzado en un ataque suicida contra ambos, logrando arrollarlos, ahora Hermione se hallaba nuevamente bajo las garras de dos niños que no dejaban de saltar y gritar alrededor de ella, armándose de paciencia intento tomarlos para tranquilizarlos, pero ambos chicos a la vez volvieron a irse contra ella en un nuevo y magistral ataque Kamikaze, tenia a Ron colgando de su cabeza mientras Harry parecía no querer soltarle el brazo que tenia agarrado y se hallaba tirando en su intento de arrojarla definitivamente contra la cama, Ron quería lo mismo que Harry solo que estaba empujando en un sentido contrario. Finalmente lograron que perdiera por completo el equilibrio, Hermione ahora si se hallaba bajo las dos figuras sin poder defenderse, tenia unas ganas increíbles de tomar su varita y lanzarles un hechizo, pero las advertencias de Dumbledore sobre algún efecto secundario en ellos, y más que nada el tener que aguantar el reclamo de la señora Weasley quejándose sobre alguna marca rara en su ya raro hijo no era para nada complaciente, intento quitarse a uno de encima, pero en cuanto lo hacia el otro continuaba, o revolviéndole su de por ya alborotado cabello o intentando saltarle sobre el estomago para evitar que viera algún movimiento, lo que le posibilitaba al otro el regresar a la carga contra ella.
Sintió unos pequeños pasos cerca de la puerta, pensando que tal vez se tratará de algún elfo domestico que haya ido en su ayuda, pero solamente encontró en un momento de visibilidad que se trataba de su gato Crookshanks, le pidió ayuda con la mirada, pero el minino al observar la situación y el estado de hiperactividad en el que se encontraban los chicos, salio corriendo como alma que lleva el diablo en dirección contraria alejándose de su dueña.
-"¡¡¡¡¡Me las vas a pagar traidor!"- fue lo que alcanzó a gritar antes de sentir quedarse sin aliento cuando Ron finalmente había logrado saltar sobre su estomago…
Se tuvo que morder el labio y la lengua para evitar soltar la cantidad de maldiciones que estaban a punto de salir de su boca cuando sintió que se quedaba sin aire, la profesora Mcgonagall estaría muy decepcionada si hubiera sido capaz de escucharla…
Sin saber como logro escapar de las garras de sus dos amigos, tomo su varita dispuesta a petrificarlos mandando al demonio todas las demandas o regaños que iría a recibir, cuando la mirada de ángeles que ambos chicos estaban colocando le hizo cambiar de opinión, pudo notar como los ojos verdes de Harry brillaban con mayor intensidad, Ron ponía su mejor rostro denotando más sus pecas, de esta manera ambos lograron que el corazón de la maltratada prefecta se ablandara sin dudar, bajo su varita y les comunico lo que tenían que hacer. Los niños como era de esperarse, reaccionaron de forma alarmante, pero antes de que pudieran hacer algo la joven los agarro a cada uno de la mano y los guió hacia el baño. Ahora comenzaba la batalla.
-"Es hora de que ambos se bañen"-les dijo ignorando la cara de susto que habían puesto ambos niños.
-"No quelo" –se quejó Ron.
-"Teno medo…"- dijo Harry-"¿y si apalecen bichos feos en el agua…?"-Hermione lo miro algo confundida, pero después de unos segundo comprendió todo, o fue lo que creyó en un principio…Harry debía tener algún vago recuerdo de lo que significo la segunda prueba del Torneo de los Tres Magos, el enfrentamiento con las criaturas marinas no había sido algo que uno quisiera recordar.
-"No hay nada raro en el agua chicos"- les dijo una vez que la bañadera estuviera llena con el liquido, lo bastante calido para que ambos chicos la disfrutaran.
-"Pelo yo vi cuando te balabas que habían dos bichos dento…"- le dijó Harry.
-"¿Bichos?"- preguntó la joven sin entender a que se refería, había supuesto que se trataban de los tritones y sirenas, además, ya hacia unos años que había dejado de bañarse con patitos de goma como para que alguno de ellos los confundiera.
Harry se acerco y le indico colocando la mano un poco más abajo que el cuello.
- "Yo vi do cosa que se te pusielon ahí"- le dijo, en cuanto Hermione pudo poner a andar su cabeza, ante el shock de hacia donde se estaba desviando la "conversación" razono a que se refería, no sabía donde meterse, había pensado que las burbujas habían tapado lo suficiente esa vez que ambos asaltaron su baño, ´No les caería mal un obliviate antes de regresar a su tamaño normal, era eso o tener que vivir con el rostro igual al cabello de los Weasley lo que le quedaba de vida…
Juntando todo el razonamiento que podía y que desgraciadamente era muy poco, intento dejar a los dos chicos dentro de la bañadera queriendo hacerles creer que se trataban de simples patitos de goma, y que esas dos cosas no se los iban a comer dentro del agua, ´Por Merlín que esto se lo iba a cobrar caro cuando todo regresara a la normalidad pensó para si misma, pero ese momento de divagues planeando las miles de formas en que torturaría a sus dos amigos en cuanto volvieran a ser lo que eran antes le costo caro, demasiado caro…
No pudo evitarlo, antes de darse cuenta Harry se había escapado de sus manos totalmente desnudo, el chico corría sin parar, gritando que los dos monstruos lo iban a comer, corriendo demasiado rápido para un niño de su edad, aunque después de todo una de las características de Harry era el ser muy veloz, no fue capaz de reaccionar ante la primera escapada cuando Ron saliendo de la bañadera empapado acompaño a su amigo en su huida hacia la "libelta" según palabras del propio joven, que corría al igual que su amigo, tal como Merlín los trajo al mundo.
Ahora, dos pequeños se hallaban corriendo totalmente desnudos por la sala común, mientras la pobre chica los seguía, observó hacia todos lados esperando encontrar como milagro algún elfo domestico, pero ninguno de ellos se aparecía por la sala común, esta era la segunda vez que maldecía el haber empezado con la plataforma de defensa. No supo como, pero de un momento a otro la puerta de la sala común se abrió, dejando entrar una brisa que al parecer no molesto a ninguno de los desnudos chicos, porque no se quejaron en lo absoluto.
Sin darse cuenta que la puerta se había abierto, Hermione siguió corriéndolos rodeando uno de los sofás, pero de un momento a otro ambos chicos notaron de que aquella puerta les daba paso libre a la "libertad" y no dudaron en salir por ella, Hermione tomo un color tan pálido que hasta el propio Malfoy y Voldemort la hubieran envidiado, saliendo a todo dar y sintiendo que los pulmones se le escaparían en cualquier instante, corrió hacia la salida, ambos chicos estaban ya fuera de la sala común corriendo por el pasillo sin dirección fija, Hermione seguía corriendo mientras les gritaba y hasta suplicaba que se detuvieran, pero ambos chicos solamente seguían corriendo al tiempo que le gritaban a la pobre joven.
-"Cole, cole que no me atlapas"- le decía el pequeño Harry entre risas.
-"¡¡La buja no me atlapa! ¡¡La buja no me atlapa!"- canturreaba Ron mientras corría al lado de su amigo
Hermione estaba a punto de largarse a llorar, no podía dar caza a esos dos enanos y se estaba cansando.
Dispuesta a hechizarlos hasta el próximo siglo si o si, al demonio las consecuencias, levanto su varita.
- "Petr…"- no pudo terminar la sentencia, una imagen de un Harry ya mayor y con una pierna más larga que la otra cruzó por su cabeza, no podía hacerle eso, bueno, si podía pero en el fondo, muy en el fondo no quería.
Usando su último recurso, al ver que estaban desapareciendo por el final del pasillo -´¡Honestamente, que manera de correr!- gritó.
-"¡Detenganse!"- su rostro estaba tan colorado como los adornos de Lockhart en segundo año.
-"¡Buja no me atrapa!"- canturreo Ron.
- "Cole, cole que no alcanza"- le siguió Harry.
-"Si no se detienen ahora…"- intento inventar algo, los dos parecían retarla con la mirada, pero decidida continuo –"Si no se detienen yo…yo ya no los voy a querer más," terminó con su tono más enérgico, que en ese instante parecía como si hubiera estado dentro de la consulta de sus padres cuando atendían a sus pacientes.
Pero al parecer los chicos habían tomado en serio la amenaza, tan pálidos como Voldemort el día de la paz se acercaron renuentes a su lado.
-"¿Ya no me queles más?"-preguntó Harry algo temeroso y al parecer a punto de largarse a llorar.
-"¿No me vas a dal más dulces?"- preguntó Ron con rostro acongojado.
Hermione los observó, parecían al borde del llanto, cosa que no quería tampoco, con su llanto seguramente los cimientos de la escuela corrían grave peligro.
-"Con una condición"- les dijo, ambos chicos se miraron y asintieron. "Que ahora, vayan a bañarse."
Hermione tomo a cada uno de los chicos por la mano y los guió de regresó a la sala común, aún le faltaba lo peor, el momento de bañarlos.
Fin capítulo tres
