¡Hola queridos lectores! Aquí les dejo el capítulo número nueve de mi fic, el cual les advierto no tiene mucha acción, ya que está basado especialmente en los sentimientos de ciertos personajes, espero que les guste y ya no los entretengo más para que lean.

Teen Titans no me pertenece


Sentimientos Confundidos: Capítulo 9

Sentir implica sufrir

El cuerpo de Raven no reaccionaba, tampoco su mente, la escena de su novio con otra chica la había dejado completamente estupefacta. Pero afortunadamente logró moverse hasta detrás de una casilla telefónica para que no la vieran.

Una vez que Aqualad se hubo alejado, Raven corrió lo más rápido que pudo a la torre oeste.

No puedo creerlo, esto no puede estar pasando, es imposible... llevamos dos días como novios y se le ocurre hacer algo así... es un mentiroso... el dijo que me quería... que no dejaría que nada malo me sucediera... dijo... me dijo que me amaba...

Lentamente las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas y sus piernas perdieron resistencia. No le quedó más remedio que comenzar a caminar lentamente hacia la torre mientras sentía que el mundo se le venía enzima.

Era una noche bastante fría y solitaria, las calles estaban vacías por el terremoto de la tarde y además de la joven titán, el viento era el único que recorría las calles de jump city. Más esto no le importaba a Raven, ella solo estaba sumida en sus pensamientos al punto del colapso nervioso. Se sentía culpable, triste y enfada por abarse dejado sentir otra vez, y por un patán mentiroso como él.

Pero como toda chica enamorada, para Raven era muy difícil de creer. Seguramente todo tenía una explicación. Además, si todo esto era un engaño, Aqualad nunca le habría confiado el hechizo para respirar bajo el agua ni habría compartidos sus lugares favoritos con ella. Sin comentar que ella era capaz de darse cuenta cuando la estaban engañando, aunque después de todo ya había fallado una vez. Ya que existía alguien que había logrado engañarla, Malchior.

Raven no era capaz de creer que la estuvieran engañando, además ¿Con qué fin lo haría? No había explicación alguna, así que se aferró a esta idea y se calmó convenciéndose así misma que sin pruebas no había de que preocuparse.

Eran alrededor de las once de la noche cuando Raven llegó al camino que llevaba a la torre, y para su sorpresa, alguien también había salido de la torre y ahora se encontraban juntos al momento para entrar.

-¿Raven¿Qué te sucede?- Preguntó Robin preocupado; era claro que ella había estado llorando

-Nada Robin- Respondió la joven titán

-Sabes bien que a mí no me puedes engañar- dijo mientras la tomaba de la mano y se alejaban nuevamente de la torre

-Estoy bien, en serio- afirmó; realmente no tenía ganas de hablar del asunto hasta que todo estuviera solucionado

-Sino quieres hablar ahora, está bien, pero sabes que siempre estoy aquí para escucharte- dijo el joven enmascarado

-Lo sé- dijo Raven ¨Realmente me impresiona como está siempre dispuesto a todo, siempre mantiene la esperanza y esa actitud positiva. Es como Aqualad, que puede sonreír ante cualquier problema. Genial, ahora ni siquiera puedo pensar en algo sin relacionarlo con él¨

Caminaron hasta el parque y luego se sentaron en uno de los bancos.

-Veo que te compraste un nuevo libro- dijo Robin para romper el silencio

-Sí, así es-

Raven no siguió conversando, lo cual preocupó aún más a Robin. Siempre habían tenido una relación de amigos muy estrecha, pero desde que Aqualad había entrado en sus vidas, todo era diferente. Apenas hablaban, Raven no le hacía bromas pesadas o lo contradecía cuando hablaban a solas como acostumbraban.

Lo más seguro era que él era la causa por la cual ella lloraba, y por más que sabía que Raven no deseaba hablar de ello, no pudo contenerse más.

-Él fue¿Cierto?- dijo de pronto provocando que Raven lo mirara con extrañeza

-¿Qué?-

-Aqualad fue el tonto que te hizo llorar ¿Verdad?- dijo poniéndose serio y agresivo

-Robin, ya te dije...-

-La próxima vez que te haga algo, yo mismo le daré su merecido-

-¿De qué estás hablando?-

-Raven, sé bien que fue él, y no lo niegues-

Raven no entendía que le pasaba a su líder, es cierto que eran muy buenos amigos, pero no era para que se alterara tanto. Es decir, puede ponerse así con alguien que haga sufrir a Starfire, pero ¿Porqué con ella?

-Robin, puedo cuidarme sola- dijo comenzado a enfadarse- Y deja de alterarte que me estás asustando-

-Lo siento, pero prométeme que si te hace algo de nuevo me lo dirás-

-¿Te sientes bien?- Raven preguntó un poco fastidiada

-Prométemelo-

-Esto es una locura- dijo ella mientras e levantaba y comenzaba a caminar

-Raven...-

-Ahora escúchame tu a mí Robin, estoy harta de que todos me traten como a una niña pequeña- dijo mirándolo a los ojos, ya que Robin también se había puesto de pie- Siempre me están cuidado, ni siquiera puedo estar un día afuera de la torre sin que se preocupen, estoy bien ¿De acuerdo? Mis poderes están bajo control, ya no me descontrolo y lo único que quiero es vivir una vida lo más normal que pueda, o por lo menos vivir feliz. Así que te pido que por favor me dejes en paz-

-Raven yo...-

-Creí que me entendías, pero al parecer me entiendes menos que cualquier persona que conozco- Raven retomó el camino hacia la torre y se alejó rápidamente de Robin, pero no por mucho tiempo, ya que él la tomó por el brazo fuertemente

-Raven escúchame, en serio no quería que te sintieras tan mal ni te enojaras conmigo, es solo que de verdad te aprecio mucho y no quiero que salgas lastimada-

-Aqualad no me ha hecho nada, si tanto te interesa saberlo, el único que me está destruyendo eres tu- dijo tratando de zafar su brazo

-Ya te dije que lo siento mucho, es solo que me preocupo por ti-

-Pero no puedes tratarme así, Robin, a nadie. Te apoyaría si alguien hace sufrir o lastima a Star por ejemplo, pero nosotros solo somos amigos- dijo un poco más calmada para hacerlo entender

-Ese es el problema, solo somos amigos- susurró Robin- Raven, creo que tu... tu... tu me... me...-

-¿Yo qué?-

-Tu me... – Más Robin tuvo que abstenerse de hablar, ya que su comunicador comenzó a sonar

-Contesta, puede haber una emergencia- le dijo Raven al ver que Robin no mostraba señal ni de haberlo sentido vibrar

Pero él no se movió, si iba a decirlo lo que sentía, tenía que ser ahora o nunca.

-Es que tu... tu me... –

-¿Robin? Habla Starfire- la tamaraniana le estaba dejando un correo de voz y se escuchaba tan claro como el agua- Sé que me habías invitado al cine, pero es muy tarde, así que mejor vemos una en la sala, ya estoy preparando el aperitivo, te espero, un beso grande ¡Te quiero mucho! Adiós-

Luego de eso, hubo un breve momento de silencio y por fin Robin terminó lo que quería decir.

-Tu me... ¿Perdonas por todo lo que te he causado y hecho pasar?-

Raven lo observó detenidamente, no sonaba para nada convincente, pero su cara reflejaba tristeza y leve arrepentimiento; sobre qué, no sabía...

-Regresemos a la torre- dijo la joven titán cansada de tanto discutir

Ella y Robin caminaron silenciosos a la torre y una vez que llegaron, él la detuvo en la entrada.

-Prometo no volver a tratarte así nunca- dijo Robin sonando mucho más convincente que antes

-Gracias- dijo Raven esbozando una sonrisa

Ambos entraron más aliviados a la torre y se separaron; Raven subió a su habitación y Robin se quedó en la sala a ver una película con Star.

Una vez que la chica gótica entró en su habitación, notó que nuevamente su ventana estaba abierta, pero esta vez no había ninguna conchita marina en su mesita de luz, sino una pequeña estrella de mar en su cama. Raven la tomó con cuidado entre sus manos y se sentó en el borde de su cama. Una a una fueron cayendo sus lágrimas, y la tristeza y confusión se apoderaron de toda la habitación.

A la mañana siguiente, Raven apareció en la cocina a tomar desayuno con una determinación y carácter que hace mucho tiempo no mostraba. Iba a hacer lo que fuera para desenmascarar la verdad. Eso sí, Aqualad no debía enterarse de nada. Ya que si era verdad lo que pensaba, tenía que agarrarlo con las manos en la masa. Pero si todo era un mal entendido, no quería que él supiera que ella había desconfiado de él.

-Bueno días Raven¿Te sirvo unos pan queques?- preguntó Cyborg desde detrás de la cocina

Ella asintió y se sentó junto a Starfire y Robin, quienes al parecer estaban hablando de la película que habían visto anoche. Starfire saludó alegremente a Raven, pero Robin simplemente la miró sin reflejar expresión alguna y luego se retiró a su habitación.

¿Qué le pasa? Creí que ya no estábamos peleados. Genial, más cargo de conciencia para mí...

Pero el problema de Robin era peor de lo que ella creía. Ya que no era que continuara enojado ni nada parecido; estaba confundido. Él amaba a Starfire, lo tenía claro, pero cuando estaba con Raven todo parecía perfecto, no tenían que explicar todo el rato lo que significaban las palabras, ni comer cosas raras o estar preocupado de ser amable y gentil todo el rato. Cuando estaba con Raven, todo era diferente. Bueno, hasta que Aqualad apareció y se apoderó de su corazón.

No podía entender porqué estaba tan celoso, de él¿Qué tenía él que no tuviera él? A Raven. Sí, esa era la dura verdad. Más eso no explicaba los celos, es decir, podían ser perfectamente amigos. Pero Robin tenía un problema mayor, siempre le gustaba ganar y ser reconocido, tenía que admitirlo. Más nunca antes se le había presentado un problema, donde él tuviera que escoger el premio, por decirlo así.

¿Qué se supone que haga? No pienso abandonar a Starfire, pero ignorar a Aqualad y Raven será muy difícil...

Es por esta razón que apenas la vio, prefirió irse, aún no estaba listo ni preparado para verla sin pensar en lo de ayer o en Aqualad.

Pero no era el único con problemas, ya que Chico Bestia no salió de su habitación en toda la mañana. Cyborg fue a ver que el sucedía, y había dicho que tenía mucho dolor de estómago, así que nadie se inquietó demasiado.

Más no era cierto, la verdad era que él también se encontraba sumido en sus pensamientos. No había logrado separar a Raven y Aqualad y no soportaba verlos juntos. Esa era la razón por la cual había peleado con ella ayer, de lo cual ahora se arrepentía a montones. Y no solo eso, la había comparado con Terra.

No sabes cuanto te necesito Terra, estoy seguro que tu me comprenderías... aunque si tu estuvieras aquí nada de esto hubiera sucedido... Como desearía que volvieras a ser una titán...No, eso no sucederá... Tengo que dejar de imaginar cosas irreales... Tengo que detener todo esto... Raven tiene que saber lo que siento por ella... No voy a dejar que ella detenga la amistad que tengo con Aqualad... Tengo que decírselo y luego olvidarla...Eso tengo que hacer...

-¡Y lo haré ahora mismo!- exclamó Chico Bestia mientras se dirigía corriendo a la sala de cámaras de seguridad

Ya eran alrededor de las cuatro de la tarde, y Raven se encontraba meditando en la azotea. Todas las peleas la tenían bastante irritada, y no podía concentrarse bien en nada sin antes pensar en peleas o en Aqualad y su misterio.

-Azarath, Metrion, Zinthos, Azarath, Metrion, Zinthos, Azarath…-

-¡Raven!- gritó Chico Bestia mientras corría a toda velocidad hacia ella

-¿Se te ofrece algo?- respondió seriamente mientras abría los ojos y sin abandonar la posición de loto

-Perdón por interrumpir tu meditación, pero hay algo importante que tengo que decirte- dijo el titán verde mientras se sonrojaba

Raven notó que se trataba de algo importante, así que se sentó en el borde de la azotea y escuchó.

-Primero que todo, pues quería pedirte perdón por la pelea de ayer, fui un tonto y te dije muchas cosas horribles, lo siento- comenzó a decir mientras se rascaba la cabeza nervioso

Raven ni siquiera se acordaba de la pelea con Chico Bestia, estaba tan preocupada por Robin y Aqualad, que se había olvidado por completo.

-Eso espero- La seriedad de la joven titán no estaban ayudando en nada a los nervios de su compañero, pero tenía que decirlo ahora o nunca- ¿Qué más tienes que decir?-

-Es que la vedad... la verdad... es algo complicada... verás... yo... es decir... tu... no espera... es que... tu... y yo... no... solo yo... pero tu... y entonces... maldición debí haber escrito esto-

-¿Chico Bestia quieres darte prisa?- Raven comenzaba a impacientarse y además no entendía nada

-Lo que te quiero decir es que- tomó una gran bocanada de aire y poniéndose serio por primera vez en su vida, lo dijo- Es que tu me gustas mucho-

Raven no entendió lo que había escuchado, su mente recién estaba procesando la información, las palabras me gustas resonaban una y otra vez. Al principio no sabía si reír o no, pero la expresión de Chico Bestia era tan seria, que temió ofenderlo.

-¿Estás hablando en serio?- Fue lo único que atinó a decir

-Es en serio, sé que es una locura, pero es la verdad. Raven tu significas mucho para mí y sé que estás saliendo con el señor de las aguas, pero tenías que saberlo-

-Chico Bestia, lo siento, pero a mí me gusta Aqualad y no...-

-Sí lo sé, y no voy a dejar que tu intervengas en la amistad que tenemos él y yo, ni tampoco me agradaría ser parte de un triángulo amoroso, después de todo se nota que ustedes se quieren en serio, por más que me duela reconocerlo- terminó mientras bajaba la cabeza- Así que he decidido olvidarte por el bien de todos, pero quería que lo supieras de todas formas, así que... que...- No sabía como continuar, por lo que simplemente acercó su rostro al de Raven

Ella estuvo a punto de golpearlo, ya que creyó que iba a intentar besarla, pero se equivocó, los labios de Chico Bestia se posaron en su mejilla derecha y luego volvió a ponerse de pie.

-¿Se puede saber que estás haciendo con mi novia?- dijo una voz desde la puerta de entrada mientras caminaba con una mirada de enojo y desafiante al mismo tiempo

-Aqualad, viejo, tranquilo, ya no los molestaré más- dijo Chico Bestia mientras comenzaba a alejarse sin perder el control ni su seriedad

-Eso espero Chico Bestia, porque si vuelves a tocar a Raven o le haces algo, a pesar de que eres mi amigo, haré que lo pagues- La voz de Aqualad se escuchó tan seria y firme que a Raven le dieron escalofríos, esto no iba a resultar nada bien

-No te preocupes, no haré nada que te provoque, así que no te preocupes porque te quite a tu chica- Chico Bestia ni siquiera se había dado vuelta a mirar a la pareja, tan solo se había detenido a escuchar a Aqualad y luego de responderle continuó caminando

-Raven no es mi chica- dijo Aqualad serio mientras a ella se le congelaba la sangre- Ella es una persona, una de las más maravillosas que conozco, y no objeto al cual puedo poseer. Ese es tu problema Chico Bestia, no puedes tratar a las chicas como a una motocicleta, ella no van y vienen. El día que encuentres a una con la que te sientas feliz y completo, esa será la chica de tus sueños, no te fuerces a querer a cualquiera. Además, Raven es la que escoge a quien ama, yo no la puedo forzar, ni tu , ni nadie-

El titán verde se quedó quito un largo rato, luego miró a Aqualad fijamente y por último se fue.

Por su parte, Raven estaba perpleja, no podía entender como existía tan buen actor, no, ese no era un actor, era Aqualad. El chico a quien amaba más que a cualquier cosa en su vida y de quien había dudado sin prueba alguna-

Raven cayó en el arrepentimiento máximo y sin pensarlo dos veces abrazó a Aqualad. Quien correspondió cariñosamente el abrazo y luego la besó.

Se quedaron en la azotea hasta el atardecer hablando y riendo sin ser molestados por nadie, lo cual realmente era algo necesario. Ya que siempre hay alguien que interrumpe los momentos más lindos de la historia.

-¿No crees que fuiste un poco duro con Chico Bestia?- dijo Raven de repente mientras ambos se encontraban sentados en el suelo apoyados en el borde de la azotea

-No lo creo, después de todo es mi amigo y sino lo ayudo yo, nadie lo hará, pero no te preocupes más por él, ya me estoy encargando del problema- dijo algo serio; lo cual Raven no entendió mucho, pero prefirió no preguntar

-Hoy me peleé con Robin- dijo mientras se tocaba las puntas de su largo cabello

-Eso sí es inusual- dijo Aqualad- ¿Qué sucedió?-

-Le dije que estaba cansada de ser tratada como una niña pequeña, por eso me alegra tanto que tu me trates como una persona madura- dijo sonriendo dándole un beso en la mejilla

-Sabes, es normal ser sobre protector con los amigos, y como es el líder tal vez simplemente se le pasa la mano- dijo Aqualad luego de reflexionarlo un poco

-Puede ser, pero es que ya es demasiado- se defendió Raven

-Bee también es así, siempre nos trata como niños malcriados-

-Eso es porque son más inmaduros-

-¿Te parezco inmaduro?- Más Raven se quedó pensativa mucho tiempo

-No lo pienses tanto ¿Quieres?-

-Era una broma- dijo Raven, más luego se repitió así misma lo que acababa de decir

Y Aqualad también lo notó, ella había intentado bromear. Tal vez Raven estuviera cambiando con todo esto. Se permitía sentir, no se descontrolaba, sonreía más a menudo y ahora hacía bromas. Definitivamente Aqualad era lo mejor que le había pasado en la vida, después de todo nunca perdía su fama de ser a pesar de que cambiar en el exterior.

-¿Te gustaría que saliéramos mañana?- le preguntó Aqualad mientras se levantaba y la ayudaba a ella

-Seguro-

-Entonces te espero a las seis de la tarde en la fuente cerca del centro comercial-

-Ahí estaré-

Aqualad acortó los milímetros que separaban sus labios y la besó de nuevo. Pero esta vez no fue un beso corto, ya que Raven se sentía tan bien de que estuvieran juntos y lo del engaño no fuera cierto, que iba a aprovechar ese momento al máximo. Después de todo no lo iba a ver hasta mañana en la tarde, y aunque sonara exagerado, lo iba a extrañar.

Raven rodeó su cuello con sus abrazos y Aqualad comenzó a jugar con su cabello con una de sus manos mientras colocaba la otra alrededor de su cintura. El beso era profundo e intenso y solo se detuvieron para tomar aire, y Raven aprovechó para decirle algo.

-Solo una cosa antes de que te vallas-

-Soy todo oídos- dijo mientras la miraba a los ojos y acariciaba sus mejillas

-Está completamente prohibido entrar a mi habitación y no haré excepciones contigo- dijo mirándolo pícaramente sin sacar sus brazos de su cuello

-Eso significa que no podré darte más obsequios-

-No, significa que tendrás que dármelos personalmente-

-Creo que me agrada tu idea- dijo Aqualad antes de volver a juntar sus labios para un pequeño beso de despedida

Raven despertó al día siguiente radiante de felicidad, obviamente no andaba sonriendo constantemente, pero por dentro se sentía con mucha energía. Así que decidió ir a entrenar con Robin, el cual siempre entrenaba temprano.

Una vez vestida, bajó a la sala de entrenamientos, en la cual, como había predicho, estaba Robin entrenando.

-Buenos días Robin-

-¿Raven?- dijo el líder petirrojo sorprendido- ¿Qué haces aquí?- Esto no era bueno, al parecer ignorar a Raven iba a ser más difícil de lo que pensaba

-Pensé en acompañarte a entrenar por hoy-

-Suenas contenta¿Todo bien?- dijo inconscientemente mientras ella lo miraba acusadoramente -¿Qué? Solo quiero saber-

-Todo bien- dijo con una leve sonrisa

-Que bueno, por lo menos te sentirás bien antes de tu derrota-

-Perdón, pero no quiero arrebatarte el título de perdedor-

-Con que con esas estamos eh, ya veremos quien será el ganador de hoy-

-Será un honor vencerte de nuevo-

Robin le dio una última sonrisa y comenzó a atacarla con todo lo que tenía. Al parecer Raven le había subido el ánimo en vez de bajárselo. Esto se estaba pareciendo a los viejos tiempos, o por lo menos a como se trataban hace una semana, que como ya saben era su manera de comunicarse.

Pronto toda la torre, o por lo menos los últimos tres titanes, se despertaron con un centenar de ruidos a causa de golpes, gritos, risas, amenazas, choques y valla a saber uno que tan en serio entrenaban estos dos titanes juntos.

Para cuando Starfire, Cyborg y Chico Bestia bajaron a ver que era lo que ocurría, solo encontraron los restos de la sala de entrenamiento y a su líder haciéndole una llave a su compañera.

-Chicos, saluden al nuevo ganador del combate- dijo vencedor

-Eso ni lo sueñes- dijo Raven desde el suelo mientras le hacía una llave a él y caía al piso- Lo siento Robin, pero ganar está solo en tus sueños-

-Eso es lo tu crees- Dijo el líder antes de atacarla de nuevo y tirarla al suelo otra vez

-Esto no puede estar pasando- dijo Cyborg- Otra vez entrenando juntos, si siguen así terminarán destruyendo toda la torre-

Más nadie le prestaba atención, ya que Starfire estaba alentando a Robin y Chico Bestia le daba ánimos a Raven. Por lo que Cyborg fue a preparar el desayuno, y una vez terminada la pelea, la cual terminó en empate por fatiga de los héroes, fueron a la cocina y tomaron desayuno entre risas y gritos.

Luego fue cuando comenzaron los problemas de Raven, el primero fue cuando pensó que ya era hora de prepararse para su cita con Aqualad. Pero cuando abrió su armario, no encontró nada que ponerse, y no iba a ponerse lo usó la vez anterior, eso ni pensarlo. Así que tuvo que ir a hacer algo que jamás creyó que haría, fue a pedirle ayuda a Starfire.

Esta aceptó con gusto, ya que también saldría con Robin y no tenía nada que ponerse. Así que ambas fueron al centro comercial, y para su sorpresa en una de las tiendas se encontraron con Bee.

-Mátenme- susurró Raven, quien ya estaba sufriendo mucho, porque Starfire solo le daba consejos sobre ponerse vestidos y faldas o cosas atrevidas. Y ahora llegaba Bee, quien se podría a gritar de emoción y la ayudaría a encontrar algo adecuado luego de saber los últimos detalles

-No te preocupes Raven, tu salvación a llegado- dijo Bee emocionada mientras le daba instrucciones a Starfire para que le trajera ciertas ropas de la vitrina- Mira Star, nuestra creación está terminada-

-Hablas como si fuera Frankenstein- dijo asustada Raven

-Solo mírate- dijo Star llevándole un espejo

Llevaba una falda azul corta por delante y larga atrás y una ombliguera del mismo color.

-Parece que voy a ir a un carnaval- dijo a punto del colapso

-Oh vamos no te preocupes tanto, además ya son las cinco y media y no querrás tarde y nosotras también tenemos que irnos, así que ve así, confía en mí- dijo Bee mientras salía de la tienda

A Raven no le quedó más remedio que ir vestida con ese elegante pero simple traje a su cita. Llegó exactamente a las seis y se sentó en la fuente mientras esperaba. Estaba ansiosa de ver a Aqualad de nuevo, todo estaba saliéndole muy bien últimamente y este día no debía ser la excepción.

Ya eran las seis y media y Aqualad aún no llegaba, tal vez se había atrasado un poco, así que continuo esperando. Eran las siete y Raven intentó contactarlo por el comunicador, pero por alguna extraña razón no funcionaba. La situación pasó de emocionante a agobiante, y comenzó a desesperarse. Llegaron las ocho de la noche y Raven decidió que no esperaría más. Indignada comenzó a caminar hacia la torre, pero se detuvo al distinguir alguien familiar que salía del parque.

-¿Star?-

-Raven-

-¿Porqué no estás en tu cita con Robin?- dijo al ver que Star estaba vestida con un vestido corto y blanco

-Es que temo que algo le haya sucedido, quedamos de encontrarnos en el parque, pero nunca apareció, estoy preocupada así que iré a la torre ¿Y tu?-

-Estamos en la misma situación- dijo algo extrañada la joven titán

-No puedo creerlo¿Ustedes también?- preguntó una molesta Bee que se unía al grupo vestida con una minifalda negra y una polera de tiritas amarilla

-Déjame adivinar, Cyborg jamás apareció a tu cita- dijo Raven mientras Bee asentía- Dos son coincidencia, pero tres...-

-Algo está pasando y lo vamos a averiguar- dijo Bee con un tono de voz peligroso

Las tres se dirigieron indignadas a la torre oeste, no era posible que las hubieran dejado plantadas de la nada a las tres el mismo día, como si fuera un juego. Y lo peor era que no sabían si les había ocurrido algo o era apropósito, por lo que se dividían entre ira y preocupación.

Finalmente llegaron a la gran puerta de la sala, todo estaba muy silencioso, incluso más de lo normal, algo no estaba bien. Bee colocó su dedo entre los labios y luego abrió la puerta rápidamente mientras las tres entraban dispuestas a atacar.

-¡SORPRESA!-

-¡AH!

Las tres gritaron horrorizadas con el grito que indicaba una fiesta sorpresa y se abrazaron entre las tres para esconder su vergüenza. Ya que no solo los chicos estaban ahí, sino que todos los titanes que conocían, desde Heraldo hasta Bushido, y además un montón de gente normal y conocidos o escolares.

-¿Starfire es tu cumpleaños?- preguntó Bee

-No, tampoco el de Raven¿Acaso es el tuyo?-

-No, saben no estoy entendiendo nada- dijo la joven Abeja que seguía abrazada a sus amigas mientras eran observadas por todos como si fueran el alma de la fiesta

-Creo que podemos explicar eso- dijo Robin acompañado de Aqualad y Cyborg

-¿Porqué me parecía que eran los culpables?- dijo sarcásticamente Bumble Bee

-La razón por la cual es la fiesta, es por ustedes tres- explicó Cyborg, las chicas se soltaron pero aún seguían sin comprender

-Es que en las últimas misiones ustedes han sido las verdaderas heroínas y queríamos agradecérselos, además se merecen algo como esto por todo lo que las hacemos pasar- dijo Aqualad mientras todos asentían

-¡No puedo creerlo¡Son realmente adorables!- gritó Starfire emocionada- ¡Gracias!-

-¡Oye Kid Flash¡Prende la música y todos a mover el esqueleto!- gritó Chico Bestia mientras se ponía a bailar seguido de todos, que por cierto nadie llevaba puesto el uniforme, por lo que costaba distinguirlos

Aqualad tomó de la mano a Raven y la llevó a uno de los rincones con asientos donde no había nadie.

-Lamento tener que haberte engañado y dejarte plantada, pero fue la única idea que tuvimos para que no vinieran antes- se disculpó el joven atlante

-Por lo que deberías disculparte es por haber dejado que todos me vieran vestida así dando un gran grito de susto- dijo acusadora pero divertidamente

-¿De qué te preocupas si te vez preciosa?-

-Gracias-

-¡Aqualad! Viejo, ven acá ¡Te necesitamos!- el gritó de Speedy se oyó a través de toda la fiesta y ambos rieron

-Será mejor que valla antes de que nos meta en problemas- dijo mientras le daba un dulce beso y luego atravesaba la pista de baile

Mientras tanto Raven habló un poco con Starfire o simplemente se quedaba viendo como el resto se divertía, no tenía ganas de bailar o de estar ahí, pero la fiesta era en su honor, así que se vio obligada a sonreír constantemente y hablar con varias personas que no veía hace años.

Toda iba bien, hasta que vio una figura extrañamente conocida, al principio le pareció que estaba soñando, pero luego de fijarse bien se dio cuenta de que era la misma chica con la que había visto a Aqualad la noche anterior.

Sin pensarlo dos veces la siguió de lejos y se fijó si era alguien conocido, pero no alcanzaba a verle el rostro con tanta gente. Pero algo era seguro, era la misma chica con la había visto hablar a Aqualad.

-¿Raven que tanto estás haciendo?- le preguntó Bee curiosa al ver lo hacía su amiga

-¿Yo? Solo miraba a alguien-

-¿Hay algo que yo no sepa?- preguntó mientras la arrastraba hasta un rincón y la convenció para que le contara todo lo ocurrido

Raven al final cedió, ya que tal vez Bee supiera quien era, o la ayudaría a vigilarla durante la fiesta, ya que, que ella estuviera ahí, no era nada bueno.

-No sé quien sea, pero créeme que Aqualad está completamente enamorado de ti y jamás te engañaría con alguien como ella-

-Lo sé, es decir, eso creo, pero... tengo un mal presentimiento, no lo sé...- Raven comenzaba a asustarse, las cosas con Aqualad iban demasiado bien como para que alguien viniera a estropearlo todo

-¿En serio no la conoces?- preguntó extrañada Raven, ya que bumble bee conocía a toda la ciudad

-Por supuesto- dijo la joven abeja

-Bee...-

-Está bien, sé quien es, pero no quiero decírtelo ahora, te arruinaría el momento, mira mejor vamos a...-

-Esto es importante para mí- le suplicó Raven- ¿Quién es?-

-No sé exactamente quién es, pero la he visto juntarse con Aqualad varias veces-

-¿Y porqué no me dijiste nada?- preguntó Raven horrorizada

-Es que era difícil de creer, tienes que admitirlo, tal vez sean tan solo amigos- dijo Bee tratando de que la situación no se volviera trágica

-Eso lo voy a averiguar ahora mismo- Raven comenzó a buscar a Aqualad entre la gente, pero por más que recorrió la sala tres veces, no lo encontró

Así que decidió buscar a la chica misteriosa y aclarar esto de una vez por todas. El problema era que ella tampoco estaba en la sala. O más bien se estaba yendo, ya que Raven vio su silueta pasar por la puerta sujeta del brazo de alguien. Así que corrió lo más rápido que pudo tras ellos y los siguió hasta el jardín.

No podía distinguir con quien estaba la chica, pero al parecer se conocían bastante, porque estaban muy juntos uno del otro. De pronto ambas siluetas se acercaron más la una a la otra y se besaron.

Fue entonces cuando a Raven se le partió el corazón, las lágrimas salieron en seguida por sus cristalinos ojos y corrió de nuevo hacia la torre lo más rápido que pudo.

Sin importarle quien la viera, corrió por la sala hasta llegar al elevador, aunque antes chocó con Bee.

-¿Raven que sucedió?-

Más la joven titán no podía hablar, las lágrimas le empañaban los ojos y las tristeza le ahogaba la garganta.

-¿Los viste juntos?- Raven asintió y Bee comprendió enseguida lo que había visto su amiga, llámenlo instinto femenino- Tranquila Raven, todo estará bien- dijo tratando de consolarla, pero ella no aguanto más y se subió por las escaleras a toda velocidad para llegar a su habitación

Bumble Bee iba a seguirla, pero justo aparecieron chocó con el grupo de Cyborg, Robin, Speedy y Aqualad.

-Tienes que admitir Aqualad que era increíble, no puedes decir que no te gustó- dijo Cyborg mientras todos reían

Pero antes de alguien pudiera hacer algo, Bumble Bee le dio una fuerte cachetada al joven atlante.

-¡Cómo pudiste!-le gritó enfadada, aunque nadie más los oyó a causa de la música- ¡Jamás lo hubiera pensado de ti!-

-Oye Bee cálmate- dijo Speedy

-No entiendo de que me estás hablando- dijo Aqualad mientras se tocaba la mejilla, su compañera lo había golpeado muy fuerte

-Sí, como si no lo supieras, anda miénteme como le mentiste a ella y nos engañaste a todos, debería darte más de una cachetada, pero no tengo tiempo para eso porque Raven está arriba ahogándose en su propio mar de lágrimas por tu culpa- dijo la joven abeja y luego se fue hacia el elevador

-¿Qué?- dijeron los cuatro titanes atónitos

-Bee, espera, no entiendo de qué me hablas, en serio- dijo Aqualad tratando de obtener alguna explicación

-No te basta con haber engañado a Raven con otra chica¿Verdad? Ahora quieres hacerte la víctima- dijo su compañera finalmente antes de que se cerrara la puerta del elevador

Aqualad no entendía que estaba pasando, así que miró a sus amigos, pero en vez de encontrar apoyo, recibió un puñetazo en el estómago y calló sin aire al suelo.

-¿Cómo pudiste hacerle algo así?- Preguntó Robin manteniendo su puño en alto

-Chicos cálmense, no se pongan a pelear aquí- dijo Cyborg preocupado

-Robin...- Aqualad apenas podía pronunciar palabra- De verdad... no...no entiendo nada-

-Eso ya lo veremos-

Robin se abalanzó contra Aqualad y comenzó a golpearlo en la cara con todo lo que tenía. Pero el joven atlante no iba a dejarse vencer tan fácilmente, así que lo empujó hacia atrás con una patada y luego intentó golpearlo en la quijada. Pero Robin esquivó el golpe y le aplicó una llave. Aqualad lo tiró de un solo golpe y luego ambos comenzaron a pelear como verdaderos enemigos.

La pelea comenzó a llamar la atención de todos, pero se estaban pegando tan duro que nadie podía detenerlos, hasta que Cyborg, Speedy, Chico Bestia, y el resto de los héroes intervinieron.

-¡Suéltenme!- gritaba Robin desesperado mientras Speedy, Cyborg y Bushido intentaban agarrarlo- ¡Voy a hacerlo picadillo!-

-¡No antes de que te convierta en puré!- dijo Aqualad que intentaba zafarse de las manos de Heraldo, Chico Bestia y Kid Flash

Ambos estaban tan enojados que por un momento lograron liberarse de sus amigos, e iban a ponerse a pelear de nuevo sino hubiera sido por Jinx, que los paralizó con sus poderes.

Mientras tanto Raven había corrido escaleras arriba hasta su habitación. No podía creerlo, simplemente no podía, pero ahora tenía la prueba ante sus ojos y no había nada que pudiera hacer.

Jamás debí dejarme sentir, nunca debí haberme fijado en él... me engañó... dejé que me engañaran de nuevo... esto no puede estar pasando... Como se atrevió a hacerme esto... después de todo lo que me dijo...

Raven abrió la puerta con sus poderes, y entró a toda velocidad con la intención de encerrarse y tirarse en su cama, pero había una sorpresa peor esperándola.

-No está- dijo atónita- ¡El libro donde estaba Malchior encerrado no está!-


Chan, chan, chan, chan ¿Que les pareció? Sí lo sé, algo trágico pero ya verán que aquí todo tiene solución y que esta pareja sobrevivirá.

Espero que les haya gustado, puse algunas peleas como me lo pidieron, pero en cuanto al lemon, les diré desde ya que no es lo mío, pero intentaré complacerlos en casi todo lo demás.

Gracias por leer mi fic y no olviden dejar sus críticas y comentarios que me son muy útiles

Ishii Sen Ling