Perdón por la demora, pero como ustedes sabrán, este es un capítulo muy importante, así que tuve que meditarlo días enteros antes de escribirlo. Pero ya no los entretengo más y los dejo con el capítulo 10 de mi fic.


Sentimientos Confundidos: Capítulo 10

El pasado confunde la verdad

-Sino dejan de pelearse como dos tontos inmaduros, no pienso soltarlos- dijo Jinx quien mantenía estáticos a Robin y Aqualad con sus poderes

-No lo golpearé, si él deja de hacerlo- dijo Aqualad tranquilo

-Te mereces más que simples golpes- murmuró enfadado Robin

-¿De qué tanto se están peleando? Están arruinando la fiesta- dijo Chico Bestia mientras intentaba que todos continuaran bailando sin conseguirlo

Todos los invitados habían parado de bailar y festejar, ya que todos querían saber cual era la causa de tanto alboroto. Muchos habían visto a Raven llorando, y otros tantos a Bee golpeando al joven atlante.

La cantidad de gente curiosa que se amontonaba para ver lo que ocurría era tal, que a Cyborg no le quedó más remedio que idear un plan rápido para sacarlos a todos de allí. Ya que por lo que había entendido, sus dos compañeros se peleaban por algo que ver con Raven, y el hecho de que se pelearan a golpes no significaba nada bueno.

Sin que nadie lo notara se acercó a los gemelos y les contó su pequeño plan. Minutos más tarde, Más y Menos corrían por toda la sala sin ser notados, hasta la palanca de emergencia y la activaron rápidamente. Todos comenzaron a correr hacia la salida, y los otros titanes invitados ayudaron a evacuar a la gente.

-¿Porqué los malos siempre llegan en los mejores momentos?- se angustió Chico Bestia mientras comenzaba a correr a la salida

-Este chico no tiene remedio- susurró Speedy mientras lo detenía y le explicaba la farsa

-Ya me estoy cansando de esto- dijo finalmente Jinx mientras chasqueaba sus dedos- No tengo tiempo para perderlo en ustedes, así que si pelean será problema suyo-

Ambos titanes cayeron cansados al suelo por culpa de la inmovilización de sus músculos, mientras que Jinx se retiraba.

Aqualad y Robin se miraron desafiantes el uno al otro, pero ninguno hizo ademán de ataque. Ahora que todos se habían ido sería más fácil hablar y explicar las cosas, o por lo menos eso pensaban.

-Escucha, no se porque me golpeas, porque Bee me gritó ni porque rayos están enfadados conmigo, así que si alguien me lo explica le estaré muy agradecido- dijo Aqualad manteniendo la calma

-Deja la cortesía aún lado Aqualad- dijo Robin desafiante- Lo que le hiciste a Raven no tiene perdón-

-Yo no le he hecho nada- afirmó de nuevo mirando al resto de los titanes buscando apoyo- ¿Acaso nadie me cree?-

-Alguien me puede explicar que fue lo que se supone que hizo- dijo confuso Speedy

-Viejo, esto es más confuso que las explicaciones científicas de Cyborg- añadió el titán verde

-Este mentiroso engañó a Raven con otra chica, nos mintió y ahora se está haciendo el inocente- lo culpó el líder petirrojo mientras todos observaban a Aqualad llenos de sorpresa

-¿Tú hiciste que?- preguntó Cyborg atónito

-Por enésima vez, yo no lo hice- dijo el joven atlante perdiendo la paciencia

-¡Sí lo hiciste, y nunca te lo voy a perdonar!- Robin comenzó a peder el control nuevamente -¡Eres un maldito, canalla y mentiroso!-

-¡Deja de insultarme! Ya te dije que yo no lo hice, no tengo razón para hacerlo ¿Porqué no quieres entender!-

-Sí lo hiciste, deja de hacerte la víctima, desde que tú llegaste Raven no ha sido la misma, se ha alejado de nosotros, se comporta de manera extraña ¡Ya no es la misma de antes!-

-Es curioso Robin, creí que eso era bueno para ella y para ustedes, y si te parezco tanto una molestia, entonces me alejaré de todos ustedes, si eso es lo que tanto quieres-

-¡Ya era hora de que tuvieras una buena idea!-

-¡Es que pasar tanto tiempo en esta torre últimamente ha hecho que se me contagie tu estupidez!-

-¿Qué dijiste!- preguntó Robin apunto de golpearlo

-Por favor- La primera en intervenir fue Starfire, ya que el resto estaban atónitos mirando la pelea- Somos todos amigos, no hay razón para pelear-

-No es el mejor momento Star- La cortó Robin sin siquiera mirarla

-Pero…-

-Ahora no- Dijo bruscamente el líder petirrojo mientras Star callaba sorprendida- ¿No ves que tengo problemas que resolver?-

-Se nota, y necesitas mucha ayuda- dijo Aqualad -¿Por qué no te preocupas primero por tu relación y luego te metes en la de otros?-

-Chicos ya basta- dijo Speedy, pero nadie le hizo caso

-¿Por qué siempre estás tan pendiente de Raven?- preguntó el joven atlante, pero Robin no podía responder - ¿Por qué siempre intentas protegerla como si fuera una niña pequeña¿Por qué siempre la tratas como si fueran más que amigos¿Por qué siempre te preocupas por ella como si el mundo se fuera a acabar¿Por qué Robin¿Porqué?-

-Porque…-

-¡Responde!-

-Porque yo…-

-¿Porqué siempre te metes en su vida!-

-¡Porque yo la amo!-

La sala quedó en completo silencio. El grito de Robin resonó una y otra vez en la cabeza de todos. Ni siquiera él mismo podía creer lo que acababa de decir, pero la presión y la desesperación por decir la verdad lo obligaron a decir todo. Todos lo miraban con expresión atónita, pero ninguna otra palabra podía salir de sus labios. Los miró uno a uno intentando explicar o decir algo, pero simplemente no podía.

Por su parte, Aqualad lo miraba sin expresión alguna, como si siempre lo hubiera sabido y hubiera estado esperando con ansias este momento. La ira comenzó a crecer dentro de Robin, lo único en lo que podía pensar era en hacer desaparecer ese rostro tranquilo. Pero la imagen de una persona completamente horrorizada lo sacó de sus pensamientos.

Starfire había dado varios pasos hacia atrás, sus manos estaban sobre su boca conteniendo un grito de dolor, y sus ojos verdes brillaban con las lágrimas a punto de desbordar de sus ojos.

-Star…- Robin recién se había dado cuenta de lo que esto significaba para ella- Star yo…- Hasta ahora solo había pensado en él, pero nunca en lo que esto significaría para Starfire- Yo…-

Ella no pudo contener más las lágrimas, pero sus labios no podían pronunciar palabra alguna. Lo único que quería en ese momento era desaparecer, que todo fuera una mentira, una ilusión o una pesadilla. Pero esto era real, demasiado real y cruel para soportarlo. Por lo que apenas sus piernas respondieron, corrió a toda velocidad hacia su habitación.

Robin intentó seguirla, pero Speedy le cortó el paso con una expresión seria.

-Solo lo vas a empeorar- fue lo único que dijo

El líder petirrojo estuvo a punto de hacerlo aún lado y pasar, pero se dio cuenta de que no sabía que decirle a Starfire. No tenía palabras para explicarle que ya no la quería, que no la amaba y que más encima se había enamorado de su mejor amiga.

-¡Todo esto es tu culpa!- le gritó Robin a Aqualad

-Viejo, no empiecen de nuevo- exclamó Chico Bestia cansado de tantas discusiones

-No te preocupes Chico Bestia, no tengo intenciones de seguir aquí, tengo que hablar con Raven- el joven atlante se dirigió rápidamente hacia las escaleras

Más fue detenido nuevamente por Robin, quien lo miraba desafiante y enfadado a la vez. El líder estaba a punto de decir sus intenciones, pero fue interrumpido por una de sus compañeras que llegó volando a toda velocidad.

-¡Raven se ha ido!- gritó Bee desesperada

-¿Qué!- gritaron Aqualad y Robin al unísono

-Fui a su habitación, pero cuando llegué todo estaba destrozado, las ventanas rotas, todo tirado en el suelo y los libros hecho trizas. Temo que sus emociones hayan colapsado y sus poderes de hayan salido de control, y luego se haya ido- dijo preocupada la joven abeja- Lo cual no me sorprendería luego de lo que le hiciste- su cara cambió a enfado al mirar a Aqualad con reproche

-Por última vez¡Yo no hice nada! No entiendo porque dicen que la engañé con otra chica, yo jamás haría eso, ni siquiera sé de donde sacaron esa idea-

-¿No se te ocurre que puede ser porque te has estado juntando con una chica rubia todas las tardes?- dijo Bee como si fuera algo obvio

-No puedo creer que haya sido por eso- dijo Aqualad- Para empezar, esa no era una chica rubia, esa chica era Terra, la estaba convenciendo para que viniera a la fiesta y hablara con Chico Bestia-

-¿Ella vino porque tú se lo pediste?- preguntó boquiabierto el verde titán

-Y no sabes lo difícil que fue convencerla, tuve que hablar con ella todas estas últimas tardes para que viniera- dijo Aqualad

-Eso lo explica todo- todo Bee mientras razonaba lo sucedido- Pero no explica como es que Raven te vio besándote con otra chica hace rato en la fiesta- añadió poniéndose agresiva

-Yo no he hecho nada parecido- se defendió el joven atlante- Además e estado con Cyborg, Speedy y Robin todo este último tiempo, claro hasta que tú llegaste y me golpeaste sin razón alguna-

-Eso tiene sentido, pero entonces ¿Por qué Cyborg te preguntó si te había parecido increíble y si te había gustado?- preguntó desconcertada la joven titán

-¡Estábamos hablando de la nueva nave que construí!- gritó desesperado Cyborg mientras agitaba sus brazos en todas direcciones- ¿Porqué siempre las mujeres tienen que malinterpretar todo?-

-¿A qué te refieres con eso chispita?-

Ambos titanes se miraban con desafío el uno al otro, listos para el próximo reto, ya era natural discutir por todo y demostrar quien era el mejor, así que el resto no les prestó mucha atención.

-Un momento- dijeron Más y Menos- Si Aqualad no fue¿Quién se estaba besando con la chica rubia afuera?- preguntaron al unísono

Todos se quedaron pensativos un momento y luego muchas miradas pícaras se centraron en uno de los titanes.

-¿Porqué me miran así?- preguntó desconcertado Chico Bestia- Oigan ¿Qué clase de sujeto creen que soy? No hubiera besado a Terra luego de hablar tan solo un rato con ella. Además, esto suena más a un plan para separar a Raven y Aqualad, y si hubiera sido yo, hubiera usado más creatividad. Como los planes que usaba antes, excepto por la máquina de helados, eso no resultó nada bien- Chico Bestia cayó al darse cuenta de lo que había revelado, pero ya era tarde, porque Aqualad ya tenía su penetrante mirada sobre él

-¿Tú hiciste qué?- preguntó como si sus oídos lo engañaran

-Aqualad, viejo… son cosas del pasado no hay que preocuparse…además todo va a estar bien…seguro que Raven ya volvió y te está esperando con los brazos abiertos- El titán verde volvió a callar al notar que de nuevo hablaba demasiado

-¿Alguien más que quiera aprovechar para contarme como intentan sabotear mi vida?- preguntó Aqualad enfadado sin dar crédito a sus oídos

-El otro día tomé tu motocicleta sin decírtelo y sin querer le hice un pequeño rayón- dijo Speedy mientras se rascaba la cabeza

-¿Alguien más?- Al parecer el comentario del arquero enmascarado solo había empeorado la situación, y la paciencia de Aqualad no iba a durar mucho

La sala volvió a quedar en silencio por un rato, y luego Aqualad salió por la puerta principal cerrando la puerta de un portazo.

Mientras tanto, Raven despertaba de un profundo sueño, pero al intentar levantarse, se llevó una gran sorpresa. Sus manos y pies estaban atados, su boca estaba tapada con un pañuelo y a su alrededor solo había oscuridad.

Intentó usar sus poderes para liberarse, pero fue inútil, algo andaba mal. No importaba cuanto se concentraba nada sucedía. Fue entonces cuando recordó lo ocurrido.

Ella se encontraba en su habitación llorando por el engaño de Aqualad, y la imagen de su habitación la trajo de nuevo a la realidad, ya que se encontraba en un completo desastre. Pero lo que más llamó su atención, fue que el baúl donde tenía guardado el libro más importante de todos, se encontraba vacío. Y antes de poder hacer algo, sintió un fuerte golpe en la cabeza y se desmayó.

-Vaya, vaya, vaya- Raven reconoció esa voz en seguida- Miren lo que tenemos aquí, a la dulce y encantadora titán Raven-

A pesar de la oscuridad, ella pudo distinguir la silueta de Slade entre las sombras, y su agobiante voz solo lo confirmaba. Intentó atacarlo, pero nuevamente fue inútil, al igual que intentar pedirle explicaciones o tan siquiera hablarle a causa del pañuelo.

-No te esfuerces, no vale la pena- dijo Slade adivinando las intenciones de Raven- Te hemos traído a un lugar especial para ti, un lugar en donde tus poderes no funcionarán no importa lo que hagas, y por lo tanto estás a nuestro merced-

Desgraciado… ya verás cuando me libre de ti…

-Ha, casi lo olvidaba, como podrás recordar, aún estoy interesado en obtener tus poderes, así que traje al experto en hechicería para que te ayude a colaborar un poco-

Raven rogó al cielo por que no fuera la persona en quien estaba pensando, pero lamentablemente sus sospechas eran correctas.

Lentamente un joven de armadura se dirigió a la parte más iluminada del lugar. Su cabello era largo y blanco, sus ojos azules y su rostro se encontraba tapado por una larga bufanda negra.

No puede ser… esto no puede estar sucediendo… cómo es que salió de ahí…

-Malchior el hechicero, a tus servicios, aunque claro, tú y yo ya nos conocíamos ¿Verdad Raven?-

No es posible¿cómo fue que salió del libro con el cuerpo de Rorek?

-¿Sorprendida?- preguntó Malchior mientras se agachaba para estar a su altura- Como podrás ver, tuve que tomar prestado el cuerpo de Rorek para no levantar sospechas de tus amigos-

-Malchior se hará cargo de quitarte tus poderes y otorgármelos, pero no te preocupes, no recibirás daño alguno. Ya que después de todo la destrucción del mundo será tu culpa, y a cambio de darme el poder para hacerlo, hemos decidido concederte el don de ser la única sobreviviente además de nosotros- explicó Slade con toda calma

-Una petición mía, por supuesto- explicó Malchior mientras se volvía a poner de pie y reía- Sería muy deprimente estar solo por el resto de la existencia, además extraño nuestras charlas- añadió mientras seguía riendo y se alejaba con Slade

Raven intentó zafarse de las cadenas que la sujetaban, pero era imposible, y lo único que consiguió fue hacerse daño y caer acostada al suelo sin poder volver a levantarse.

Una a una las imágenes de todo lo que últimamente había ocurrido, iban pasando a través de sus ojos y su memoria. Las peleas con Chico Bestia y Robin, la chica con la que la engañaba Aqualad, el beso que probaba el engaño, las mentiras, los fraudes; su mente era un revoltijo de sufrimiento y tristeza mientras que las amargas lágrimas cubrían sus ojos. Raven no soportaría mucho más todo este sufrimiento, y para empeorarlo todo, sabía que todo era culpa suya

Si ella jamás se hubiera dejado sentir, nada de esto hubiera ocurrido. Ella y Robin continuarían siendo mejores amigos, podría molestar a Cyborg con Bee sin miedo a que le devolvieran la jugada, no tendría que haberse martillado en el centro comercial por encontrar ropa adecuada para todas las ocasiones, no tendría que haber ido a esa fiesta, y lo más importante, jamás habría sufrido de nuevo.

La vida ya se lo había hecho una vez, y ahora todo se repetía. Todo era su culpa, ya que no había prestado atención a lo ocurrido en la primera ocasión. Si no hubiera sido tan tonta, jamás habría caído en esa vil trampa.

Aqualad no se merecía el perdón, ella no merecía que la hirieran de esa manera tan espantosa. Lo único que quería era vivir tranquila y feliz¿acaso era demasiado pedir?

Y él se aprovechaba de ella, después de todo lo que le había dicho, todo por lo que habían pasado juntos y luego de haberle dicho tantos sentimientos que jamás creyó que alguien le diría.

Pero todo era una vil farsa… todo era un engaño… todo había sido una gran y horrible mentira…

Al mismo tiempo, pero en la torre oeste, el líder petirrojo caminaba indeciso hacia la habitación de Starfire. Luego de que Aqualad se hubo ido, el pasó a ser la víctima de los reproches del resto de los titanes. Lo habían acusado de ser demasiado agresivo por haber golpeado a su compañero sin pruebas, y para colmo ahora el canalla era él por haber roto el corazón de Starfire. Pero lo peor de todo era que tenían razón.

Soy el imbécil más grande del planeta…como se supone que le explique todo ahora…no va a querer escucharme…soy un idiota… como pude hacerlo algo así… ¿y qué se suponía que hiciera?...no podía seguir fingiendo que la amaba el resto de mi vida… aunque la verdad… si la quiero… pero también quiero a Raven… esto no me puede estar pasando…

Por fin llegó a la entrada de la habitación, pero su brazo no podía estirarse para tocar la puerta. Realmente estaba confundido, no sabía a quien amaba más. Ambas eran hermosas, pero Starfire se distinguía por su dulzura y amabilidad, mientras que Raven se caracterizaba por inteligencia y fuerza. Más lo más importante era que una de ellas le correspondía plenamente, y la otra no.

Esta no es la primera vez… cuando me puse de novio con Starfire no estaba seguro de cómo Raven lo tomaría, pero ni siquiera le importó… solo somos amigos… para ella solo somos buenos amigos… ella nunca me verá de otra manera… mientras que Star… Star me ama… Y yo le correspondo diciendo que me gusta otra...

-¡Cómo dejé que pasara esto!- Robin se llenó de furia y tiró abajo la puerta de Starfire sin darse cuenta de lo que hacía

Pero no hubieron gritos ni reproches, ya que ella no se encontraba en su habitación. Robin entró y observó todo con asombro, sedita tampoco estaba, su armario estaba vacío y todas sus cosas habían desaparecido. Lo único que él pudo encontrar fue una carta sobre la cama. Sin perder tiempo la leyó y luego la estrujó entre sus manos. Ya que en ella Starfire decía que deseaba pasar un tiempo en Támaran antes de regresar y que no se preocuparan por ella.

-Starfire- Robin pronunció su nombre mientras en su conciencia se acumulaba la culpa

Sin perder más tiempo comenzó a correr hacia el garage, tenía que alcanzarla y explicarle todo de inmediato. Pero antes de tan siquiera llegar al elevador, escuchó una voz desconocida desde otro pasillo. Al principio creyó que estaba escuchando voces por la desesperación, pero se volvió a repetir varias veces.

Lentamente caminó hacia el lugar de donde provenía la voz, pero para su sorpresa, esta salía de la habitación de Raven. Así que entró sigiloso mirando el desastre que tenía a su alrededor, más no había nadie.

-Debo estar alucinando- susurró mientras volvía a irse

-No, espera por favor- Robin se dio vuelta sin entender lo que sucedía- Estoy aquí abajo-

El líder petirrojo se asustó al ver la imagen de un dragón de la página de un libro que se movía como si tuviera vida.

-¿Quién eres?- le preguntó temeroso

-Soy el caballero Rorek de Nol-

-No es cierto, tu me pareces familiar, eres el dragón que intentó engañar a Raven- Sabía que lo había visto alguna vez en alguna parte, pero se sorprendió de que su compañera no se hubiera desecho del libro

-Te equivocas, Malchior tomó mi cuerpo y salió del libro con la ayuda de un extraño sujeto y ahora tiene mis poderes y habilidades- explicó la imagen del dragón

-¿De qué estás hablando?-

-Ellos quieren destruir la ciudad o el mundo entero si es posible, pero los poderes de Malchior se encuentran restringidos por ese sujeto, y según entendí piensan usar los poderes de alguien aún más poderoso para sus fines. Tienes que sacarme de aquí o detenerlos pronto-

-No, lo que tú quieres es que te saque de ahí para que tú destruyas la ciudad- Robin se fue, no tenía tiempo para perderlo en tonterías

-No, por favor espera, te estoy diciendo la verdad-

-Sí seguro-

-Maldición¿Cuál era el nombre de ese sujeto? Era algo con Tr…-

-Aunque lo recuerdes no te servirá para convencerme- dijo Robin desde el pasillo

-Tra… Tla…Sla…Slade, eso era ¡Malchior está con un sujeto llamado Slade!- Robin volvió corriendo a la habitación y tomó entre sus manos la hoja con la imagen

-¿Estás seguro de lo que dices?- le preguntó

-Apostaría mi vida en ello-

-Escucha, no puedo sacarte de aquí, pero necesito que me digas como puedo detenerlos-

Minutos más tarde, Robin iba en su motocicleta a toda velocidad por la ciudad, si había alguien que podía escucharlo ahora, era Aqualad. Pero primero tenía que encontrarlo. Para eso había utilizado la señal de su transmisor, la cual indicaba que se encontraba en las cerca de las montañas. Aunque para ser honesto no entendía que rayos estaba haciendo ahí.

Una vez que llegó no le costó mucho encontrarlo, ya que estaba sentado cabizbajo en una roca entre los árboles.

-¿Qué quieres ahora?- le preguntó el joven atlante con una voz apagada-

-Solo venía a hablar contigo- dijo Robin calmado mientras se acercaba- Primero que todo, quiero pedirte disculpas por haberte golpeado sin razón, es que últimamente e estado muy confundido, y no sabía que hacer, pero ya resolví todo y no pienso molestarte ni a ti ni a Raven nunca más- dio un suspiro sin saber que más decir- De verdad lo siento mucho-

-Te disculpo, lo que no entiendo es que estás haciendo aquí, cuando deberías estar disculpándote con Starfire- dijo Aqualad mientras bajaba de un salto de la roca y caía al lado de su compañero

-Ella se fue a Támaran, pero tengo algo más importante que resolver ahora-

-¿Qué puede ser más importante?-

-Slade ha soltado a uno de los criminales más peligrosos de la existencia y ahora es su socio, si no los detenemos, cuando Starfire regrese no encontrará rastros del planeta-

-¿De quién estamos hablando?-

-De Malchior, un dragón que ahora tiene el cuerpo de un hechicero, y se asoció con Slade para buscar a alguien aún más poderoso para quitarle sus poderes y destruir todo- explicó rápidamente Robin- Por eso vine en busca de tu ayuda, necesito que rastrees todos los océanos mientras que el resto buscamos en tierra y aire, pueden estar en cualquier parte-

-¿Cómo se supone que los busque si ni siquiera he podido encontrar a Raven?- dijo indignado Aqualad, ya que no pensaba abandonar la búsqueda de su novia por culpa de unos psicópatas

-¿Aún no la encuentras?- dijo Robin impresionado, ya había pasado mucho tiempo desde que ella se había ido

-La señal de su transmisor no existe ni siquiera en los alrededores de la ciudad, y ya he buscado por todas partes y no puedo encontrarla-

-Oh no… no puede ser…- Robin acababa de comprender todo

-¿Qué pasa?- Aqualad no entendía lo que le pasaba a su compañero, pero la expresión de su rostro no señalaba nada bueno

-Aqualad¿Qué pasa si la persona con grandes poderes es Raven?-

-¿Te volviste loco? Eso no tiene sentido-

-Claro que lo tiene, Malchior ya la engañó una vez, él estaba encerrado en un libro de Raven y luego él la conquistó y la engañó para que lo dejara salir-

-¿Él hizo qué?-

-Y la última vez que peleamos contra Slade, él quería sus poderes, pero él único que puede quitárselos además de ella misma debe ser Malchior, así que debe haberlo soltado-

-Entonces Raven nunca se fue, sino que se la llevaron-

-Exacto, ella ya no se descontrola como antes, y es imposible que ella hubiera causada tanto desastre en su habitación-

-Tenemos que encontrarla- Aqualad se comenzó a preocupar de nuevo, ya si algo malo le pasaba sería toda su culpa, después de todo, el le prometió que no dejaría que nada malo le sucediera

-Pero dijiste que ya habías buscado en todas partes¿No te faltó ninguna?- El corazón de Robin latía cada vez más deprisa, si sus sospechas eran ciertas, el futuro de todos estaba en peligro, en especial el de Raven

-En la única parte que no he buscado es el océano, supuse que Raven no iría por razones obvias, pero si en verdad se la llevaron, solo pueden estar escondidos ahí-

-Robin llamando a titanes cambio- El líder petirrojo encendió su comunicador mientras conducía su motocicleta hacia el océano a toda velocidad, siguiendo a Aqualad que iba en la suya

-Aquí Cyborg, viejo ¿Dónde estás?- preguntó el titán mitad máquina, después de todo ya era de madrugada

-Estoy con Aqualad camino al océano- Sin perder tiempo Robin le explicó sus suposiciones y le indicó que ambos equipos se dirigieran al océano y buscaron rastros de Slade y Malchior, quienes seguramente tenían a Raven

Momentos más tardes, los ocho titanes nadaban por su propia cuenta buscando en todos los rincones del océano alguna pista de los malhechores. Afortunadamente el control mental del joven atlante había permitido que los animales les ayudaran a transportarse más rápidamente, pero ninguno había visto algo sospechoso o fuera de lo normal.

Mientras tanto Raven dormitaba confundida y cansada apoyada en una pared hecha de piedra. Pero sus ojos se abrieron al instante cuando escuchó que unos pasos se acercaban.

-Buenos días, mi dulce Raven- la voz de Malchior sonaba calmada y amable, pero Raven pudo distinguir sus verdaderas intenciones

Raven se asustó un poco al ver que sus manos se acercaban a ella, pero él tan solo le quitó el pañuelo y se sentó al frente de ella.

-Eres un maldito, dime como fue que lograste escapar- Raven no iba a perder el tiempo hablando con un sujeto como él

-No te saqué el pañuelo para que me insultaras, sino para que pudieras desayunar, yo mismo lo preparé- dijo mientras hacía un movimiento con la mano y aparecía un suculento desayuno

-No pienso comer nada de lo que me traigas- dijo Raven enseguida mientras el desayuno desaparecía con otro movimiento de Malchior

-Entonces hablemos, como ya te había dicho, extraño nuestras conversaciones-

-No intentes jugar conmigo Malchior¿Cómo puedes hablarme así después de lo que me hiciste y de lo que piensas hacer conmigo?- Su forma y manera de hablar era tan amable, que despertaba en Raven un sentimiento más allá de la ira- ¿Cómo puedes ser tan irónico?-

-¿De qué hablas?- dijo calmado el hechicero- Si vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos, tenemos que llevarnos bien-

-Prefiero morir antes de estar contigo- Raven intentó zafarse nuevamente de las cadenas que la ataban, lo único que deseaba era darle un buen golpe a ese canalla

-¿En serio¿Y con quién te gustaría estar? A ya sé, seguramente con el bebé bestia, estarías encantada- se burló Malchior- Tienen tanto en común que podrían hablar todo el tiempo sin problemas mientras comen tofu-

-¡Cállate!-

-Oh tal vez con Starfire, se parecen tanto que podría estárselas comiendo un tiburón y seguirían pensando que todo está bien-

-¡Ya basta!-

-Aunque pensándolo bien, podría ser con ese fantástico líder que tienes, de esa manera siempre estarías segura-

-Esto no es chistoso, cuando me desate voy a acabar contigo de una buena vez-

-No te creo- dijo Malchior mientras se volvía poner serio y se acercaba más a ella- Ya tuviste tu oportunidad y no lo hiciste, nunca te deshiciste del libro-

-No tengo porqué darte explicaciones- dijo Raven mientras intentaba alejarse lo más que podía de él, pero su espalda chocó contra la pared y no pudo alejarse más

-Sí es cierto, no tienes que darme explicaciones, todo está muy claro, sé que aún sientes algo por mí, y no puedes esconderlo- dijo Malchior

-¡Estás loco si aún piensas eso!- gritó desesperada Raven, tenía que escaparse de ahí como fuera.

-¿Acaso me vas a decir que estás enamorada de ese tonto de Aqualad¿Me vas a decir que caíste en su trampa como caíste en la mía? Respóndeme Raven- Malchior tenía su rostro muy cerca del de ella y la sujetaba de los hombros con sus manos con fuerza

-¡Ya suéltame!- Raven no podía siquiera moverse, pero no era por las cadenas, sino por los tormentos que invadían su mente

-Ni siquiera puedes responderme¿Y sabes porqué? Porque tú no lo amas Raven- Malchior subía y bajaba el tono de voz todo el tiempo y la zamarreaba de un lado a otro- Él te engañó, te hizo sufrir y no le importó nada lo que tu sintieras-

-Ya déjame en paz- Raven intentaba hacer caso omiso a lo que oía, pero era imposible

-Te mintió, fingió que te quería he hizo que te tragaras todas sus palabras, pero nada de eso era cierto Raven, nada-

La joven titán ya sabía todo eso, pero aún así no le había dado tanta importancia, ya que muy dentro de ella, ella aún amaba a Aqualad. Pero las palabras de Malchior eran como un puñal en el corazón, que se clavaba más y más profundo con cada palabra que decía.

Lo peor de todo era que tenía razón, pero ya no había vuelta atrás, el sufrimiento la invadía más y más. Tenía que olvidarse para siempre de Aqualad y sus mentiras, de sus besos y engaños. Pero aún así, no podía dejar de sentir, no había solución para llenar el vacío de su corazón…

-Pero yo puedo ayudarte Raven- dijo Malchior como si pudiera leerle los pensamientos- Yo puedo ocupar un lugar en tu corazón, pasaremos el resto de nuestras vidas juntos sin que nadie nos moleste o interponga, ya está todo listo, te quitaré tus poderes para que nunca más vuelvas a sufrir y Slade se encargará de destruir a todos los que te causaron alguna vez sufrimiento. Luego podremos vivir juntos y ser felices, como tu tanto quieres- dijo Malchior mientras acortaba más y más los milímetros entre sus rostros

Raven no reaccionaba, los planes de Malchior eran todo lo que ella había deseado siempre. Tal vez el único que podría sacar al patán de Aqualad de su cabeza era Malchior, después de todo, él había sido el primero en haberle dejado sentir sin temor. Y seguramente sería el único.

Además, quería quitarle sus poderes para que ella pudiera dejar de sufrir, y eso no podía pensarlo alguien malvado.

Raven asintió lentamente mientras abría una puerta a las soluciones de su vida. Malchior se quitó la bufanda y tomó su rostro entre sus manos mientras se acercaba más y más.

Sin pensarlo y dejándose atraer por el hechicero, Raven dejó que sus labios se juntaran en lo que parecía un tierno beso. Poco a poco Malchior lo fue profundizando y ella correspondía sin conciencia alguna.

Pero no era igual, esto no era nada parecido a los besos que compartía con Aqualad. Esos besos eran cálidos y profundos, donde ella se sentía feliz y llena al saber que Aqualad era a quien tenía al lado, alguien que la cuidaría siempre y que la amaba sin límites respetándola siempre.

Pero este beso era frío y tosco. Malchior no le transmitía ningún sentimiento ni seguridad. Ella pensaba que con ese beso confirmaría que serían felices juntos, pero él ni siquiera la hacía sentirse más feliz. Solo la estaba engañando de nuevo, él tampoco la quería, solo quería sus poderes y aprovecharse de ella.

Raven comenzó a tomar conciencia como si estuviera despertando de un hipnotismo. Estaba besando a alguien que la había engañado ya una vez y que no merecía una segunda oportunidad. Estaba besando a un sujeto que solo se preocupaba por sí mismo. Estaba besando a una persona que ni siquiera amaba.

La joven titán separó sus labios e intentó alejarse, pero Malchior la tenía aprisionada contra la pared y no parecía nada contento.

-¿Qué sucede Raven¿Acaso no crees que yo pueda hacerte feliz?- Pero ni siquiera le dio tiempo para responder cuando aprisionó sus labios con los de él besándola bruscamente

Raven no podía escapar y las lágrimas comenzaron a salir nuevamente de sus ojos mientras intentaba separarlo. Pero todo era inútil.

-¡Aléjate de ella!-

Malchior separó sus labios de los de Raven y se dio vuelta mostrando una maliciosa sonrisa.

-¿Acaso te molesta que tu novia me prefiera a mí?- dijo Malchior mientras tomaba a Raven del cuello y la ponía de pie

Raven pudo ver a través de sus ojos cristalinos a Aqualad y Robin a varios metros de ahí. Ambos mostraban en sus rostros una cara de enfado y furia descontrolada, pero ella no podía pronunciar palabra alguna, ya que el llanto había hecho que su garganta se ahogara por completo.

-¡Suéltala ahora y no la vuelvas a tocar!- Aqualad no podía creer lo que acababa de ver, su ira era tanta que su cuerpo estaba completamente descontrolado, y lo único que quería era hacer picadillo a ese sujeto

-Si tanto la quieres, ven por ella, pero créeme que ella no tiene intenciones de quedarse contigo- dijo Malchior- ¿No es así mi dulce Raven?-

Ella no podía contestar ni hacer nada, ni siquiera podía detener las lágrimas que salían de sus ojos.

-¿Ya ves? Ella prefiere quedarse conmigo- dijo Malchior mientras acariciaba lentamente las mejillas de la titán

Pero no duraría mucho tiempo, ya que Aqualad se abalanzó contra él y comenzó a golpearlo sin piedad. Mientras tanto, Robin aprovechó de romper las cadenas que ataban a Raven, la subió en su espalda y se fue lo más rápido que pudo de ahí.

Malchior no tardó en darse cuenta de lo sucedido, así que decidió entrar en acción y con un solo chasquido de sus dedos Aqualad salió disparado contra una de las paredes de piedra.

-Lo siento, pero no creas que podrás descargar tu ira sobre mí tan fácilmente- dijo Malchior mientras comenzaba a irse tomando el mismo camino que Robin

Pero fue derribado casi enseguida por una patada de Aqualad

-Que lástima, porque pensaba convertirte en pedacitos- el joven atlante comenzó a golpearlo una y otra vez, pero Malchior no iba a dejarse vencer tan fácilmente

Mientras tanto, Robin se encontraba luchando contra una gran cantidad de robots de Slade. No era muy difícil derrotarlos, pero con Raven en la espalda, la situación se complicaba más y más.

Una vez derrotados todos los robots, se escondió tras unas rocas y dejó a Raven en el suelo.

-Robin a Cyborg-

-Viejo, dime que la encontraron, llevamos toda la noche buceando y ni rastros de ella- dijo Cyborg preocupado

-Está conmigo ahora, pero me es imposible sacarla de aquí sin ayuda, necesito que vengan aquí rápido- dijo Robin susurrando- Estoy en una cueva submarina, sigan mis coordenadas y avísenme cuando lleguen, temo que Slade ya se haya dado cuenta de que estamos aquí-

-Vamos para allá, Cyborg fuera-

-¿Raven te encuentras bien?- Robin estaba realmente preocupado

Al principio creyó que todo era una ilusión, pero luego se dio cuenta de que realmente había visto a Malchior besando a Raven.

-¿Qué te hizo?-

Raven no podía responder; sin sus poderes, su cuerpo se iba debilitando más y más. Ni siquiera sabía que era lo que estaba pasando, solo había visto a Aqualad golpear a Malchior y ahora veía la cara de Robin, pero no entendía nada.

Afortunadamente Robin sí lo hacía, por lo que enseguida intentó usar la conexión que había entre ellos, pero ella estaba tan débil que solo pudo entender que necesitaba salir de esa parte de la cueva, y pronto.

-Salgan de donde estén, Robin, sé muy bien que estás aquí- La voz de Slade se escuchaba a lo lejos por uno de túneles de la cueva

-Maldición- susurró Robin mientras volvía a colocar a Raven sobre su espalda y corría por otro de los túneles

Corrió en diferentes direcciones por diferentes túneles hasta llegar casi al otro extremo de la cueva, sabía que algo del otro lado obstruía los poderes de Raven, pero en este lado por lo menos estaría a salvo.

-Raven, voy a dejarte aquí hasta que recuperes todos tus poderes ¿De acuerdo?- La dejó escondida entre otras rocas y corrió hacia otro túnel por donde hace poco se escuchaba la voz de Slade

Él no iba a permitir que se le acercara, incluso si tenía que luchar él solo contra Slade para lograrlo.

-Estoy aquí Slade- dijo Robin listo para atacar

-Me parece bien, pero ¿Dónde dejaste a tu amiguita?- dijo Slade mientras aparecía detrás de nuestro héroe

-Tendrás que derrotarme para saberlo- lo desafió Robin

-Entonces prepárate jovenzuelo, porque esta será tu última pelea

-Eso ya lo veremos-

Los dos se abalanzaron el uno contra el otro, una y otra vez, dando golpes y patadas en todas direcciones. Era difícil saber quien llevaba la ventaja, ya que ninguno se cansaba de saltar, esquivar ni golpear. Robin estaba utilizando todas las técnicas y trucos que sabía en esta pelea, pero al parecer Slade no parecía impresionado.

-Al parecer voy a tener que usar un arma secreta para estimularte a pelear en serio- Ambos se detuvieron dejando una gran distancia entre ambos

Robin aprovechó de recuperar el aliento, en cambio Slade chasqueó sus dedos y dos robots aparecieron con una chica de largo cabello rojo.

-¡Robin!-

-¡Starfire!

-Ahora que se han encontrado, espero un mejor rendimiento de tu parte Robin- dijo Slade gustoso de ver que su plan había dado resultado- Dio la casualidad de que me encontré con ella en el camino y pude traerla hasta aquí-

-Eres un desquiciado y maldito canalla- Robin sabía bien que los poderes de Starfire estaban conectados a sus sentimientos, y como le rompió el corazón era lógico que no pudiera defenderse por sí misma- Prepárate Slade, ahora sí te la buscaste-

Mientras tanto Raven despertó súbitamente entre las rocas en las que Robin la había dejado. Ahora comprendía todo con claridad y sus poderes habían regresado. Tenía que buscar a Robin y salir de allí como fuera.

Pero no todo iba a salir todo tan perfecto, ya que apenas se hubo levantado, se dio cuenta que alguien estaba tras ella.

-¿Vas a alguna parte Raven?-

-Malchior- en ese momento recordó que Aqualad también estaba ahí- ¿Qué le hiciste a Aqualad?-

-¿Te refieres al sujeto que te hizo sufrir y te engañó?- preguntó Malchior

-Tú también lo hiciste por si no lo recuerdas- Raven ya no estaba segura de que era lo que pensaba sobre ellos dos, pero no dejaría que ninguno se le volviera a acercar nunca

-Vamos, ya hablamos de esto, podemos ser felices juntos-

-Trágate tus palabras Malchior, porque eso no pasará ni en tus sueños- dijo Raven haciéndole comprender al hechicero que su plan se había salido de control

-Ya veo, en ese caso, tendré que deshacerme de ti, igual que como lo hice con tu amigo¡Necronom calixto teria!- dijo mientras de sus manos salían dos rayos verdes

Afortunadamente Raven montó vuelo a tiempo y pudo esquivarlos. Pero Malchior continuó diciendo maleficios uno tras otro, y ella no podría esquivarlos todos. Así que apenas tuvo oportunidad atacó con todas sus fuerzas.

-¡Azarath Metrion Zinthos!- Energía negra salió de sus manos y le dio con todo a Malchior

Pero no funcionó, su armadura no tenía ni un solo rasguño.

-Por si no lo recuerdas, eso no te funcionó lo última vez, y menos lo hará con este cuerpo de hechicero invencible- dijo él mientras se preparaba para contraatacar- ¡Arterum citro floix!-

Raven esquivó por poco el hechizo, y cuando se dio vuelta para ver las consecuencias, vio como la roca en donde había dado el conjuro, estaba completamente desintegrada.

Malchior aprovechó su sorpresa para volver a atacarla, pero Raven esquivaba uno a uno sus rayos.

-No podrás escapar para siempre Raven- dijo Malchior luego de convertir una roca en ácido- Tarde o temprano tendrás que pelear-

-¿Qué tal ahora?- Raven reapareció gracias a su aura detrás del hechicero y lo golpeó fuerte contra el suelo

-Eso no te servirá- dijo él mientras esquivaba una patada y lanzaba un encantamiento.

Desafortunadamente, Raven estaba muy cerca y no alcanzó a esquivarlo. Por lo que cayó agotada al suelo llena de dolor.

-Dile adiós a este mundo Raven, porque nunca más podrás regresar ¡Giax Setrium Blan!-

-¡No!-

Raven se tapó los ojos con las manos, sabía que aquel era un hechizo que la llevaría a la muerte, pero tuvo que volver a abrirlos al escuchar un grito de desesperación.

-¡Aqualad!- Raven no podía creerlo

Ahora ante sus ojos estaba Aqualad en el suelo, al parecer había recibido el impacto del encantamiento en vez de ella. Raven utilizó sus fuerzas para arrastrarse hasta él y ver como se encontraba, pero su pulso disminuía rápidamente.

-Vaya, vaya, vaya- al parecer Malchior estaba igual de sorprendido- Al parecer no me deshice de tu príncipe azul en nuestra última pelea, y ahora se sacrifica en vez de ti, que patético-

-Tu lo mataste- susurró Raven sin poder creerlo todavía

¿Acaso de verdad la quería¿Cómo era capaz de hacer esto si antes la había engañado? Ella no comprendía nada.

-Ra… Raven- susurró Aqualad

-Al parecer aún le quedan unos minutos de vida, que bicharraco más molestoso- dijo irritado Malchior

-Eres un tonto- lo reprochó Raven sin prestarle atención al hechicero- ¿Porqué lo hiciste?-

-Porque te prometí que no dejaría que nada malo te sucediera y que nadie iba a alejarte de mí, perdón por no cumplir la segunda promesa- dijo Aqualad mientras cerraba lentamente sus ojos

-Hay por favor, creo que voy a vomitar- dijo Malchior sin poder creer lo que pasaba ante sus ojos- ¿No te vas a poner a llorar cierto?-

-Cállate-

-De verdad no entiendo como ese sujeto fue tan tonto para enamorarse de una ingenua como tu, es deprimente, ni siquiera te diste cuenta de que quienes se estaban besando no eran él y otra chica sino solo una simple ilusión-

-¿Qué?- Raven lo miró fijamente sin dar crédito a sus oídos

-Y la mejor parte fue cuando creíste que yo iba a ser tu vida feliz, fue tan patético que casi estallo de la risa- se burló Malchior- ¿De verdad te creíste todo eso?-

Pero la mente de Raven ya no le prestaba atención.

Aqualad no me engañó… él nunca me mintió…él siempre me quiso…Aqualad vino a salvarme y acabó muerto por mi culpa…

-Querida no vayas a empezar a llorar- dijo Malchior mientras se preparaba para atacar de nuevo

Pero ninguna lágrima salió de los ojos de Raven, sino que se colocaron blancos y un aura blanca rodeó todo su cuerpo, desde su falda azul hasta el último de sus cabellos.

-Esta vez no te salvarás de mí Malchior, te lo puedo asegurar- dijo Raven mientras se disponía a atacar

-Eso ya lo veremos- respondió el hechicero


Jeje ¿Les gustó? Ya sé que la última parte estuvo de película y quedó medio cursi, pero tienen que admitir que fue bonito jeje

Espero de verdad que les haya gustado, y perdón por volver a dejarlos en suspenso, pero era necesario.

Intenté cumplir con todas las peticiones, pero no estoy segura de si las cumplí todas, espero ansiosa sus críticas y comentarios porque de verdad me sirven mucho y son todos muy bienvenidos.

Gracias por leer mi historia, y por cierto, les aviso desde ya que no pienso matar a nadie, ya que odio ese tipo de finales, siempre termina alguien muerto, pero en este caso no ¿Entonces como se salvará Aqualad?

Ishii Sen Ling