¡Buenas a todos:

Tengo que decir una cosa¡lo siento! Pero no voy a entrar en detalles del porqué de la demora, simplemente os digo que realmente aprecio que leáis mi fic, que me apoyéis de forma tan incondicional y que adoro vuestros mensajes, que muchas veces me hacen reír y que en otras ocasiones consiguen que se me salten las lágrimas. ¡Sois geniales!

Este fic existe gracias a vosotros, y tendrá final (si no me ocurre nada malo; y toco madera), aunque no sé para cuándo. Así que, muchísimas gracias lectores, espero no decepcionarles con lo que escriba (respecto a lo que tardo, seguro que sí les decepciono…).

Respondo a sus últimos reviews:

CoNnY-B¡Hola! Como ya he dicho arribita, perdón por el retraso… No sé que decir, sólo… ¡muchísimas gracias por todos tus reviews! Guardo todos los que me envían con mucho cariño. Ojalá disfrutes del capítulo… me costó un montón, aunque es muy sencillo. Pero si le ves alguna pega, me lo haces saber sin problemas¿ok¡Un beso!

Lil Granger: Te voy a decir un secreto Lil… Ron es tan cabezota porque… si no lo fuese, sencillamente no sería Ron Tu mensaje me hizo pensar que consideras que Hermione tuvo motivo suficiente para irse¿no es así? Interesante, yo empiezo a pensar que los dos son culpables. Ya veremos. ¡Muchísimas gracias por todo! Si de veras sigues por aquí, pese a todo el tiempo que ha pasado… No sabría cómo agradecértelo. ¡Un beso y disfruta con la continuación!

Sarah-keyko: ¡Hola Sarah! Pues… no sé si leerás esto, debido a todos los meses que han pasado desde que leíste el fic… Pero por si aún te acuerdas de él y estás leyendo esto¡muchas gracias! Me alegra que te hayan gustado los 5 primeros capítulos. Ojalá este esté a la altura.

Beda chang: ¡Nooo! Beda¡sorry¡Mil veces te pido perdón! Otra vez me tardé muchísimo… Vergüenza me ha dado cuando he visto que hace ¡más de un año que no publico! Soy bastante irresponsable, por lo que veo. Pero sencillamente, si me pongo delante del teclado y no me sale nada bueno… ¡qué hago? Sobre la canción¡me emociona que te la hayas grabado! Gracias, gracias y gracias por tu apoyo. ¡Eres un sol!

Vicky Potter 07: Decías en tu último review que me perdonabas el retraso por última vez… ¿Es verdad? Me entristece pensar (y no lo digo por ningún comentario tuyo¿eh? Es un pensamiento que me viene a la cabeza sin más) que quizás algunos piensen que no me tomo esto en serio, y que me importa bien poco dejaros sin final. Pero no es así, me gusta esta historia, y aún más compartirla con vosotros; y que os guste, eso ya… eso sí que es hermoso. Gracias por leer y disfrutar con esto. Espero que el nuevo rumbo que toma el fic no te desagrade. ¡Un beso!

SilverLady: Cierto, muy cierto, Silver. Hermione es muy lista, y si no quiere que la encuentren, Ron lo va a tener muy difícil. No le vendría mal a Ronald que alguien le echase una mano¿no crees? Pero bueno, aún faltan unos capítulos para saber qué tendrá que hacer el chico para encontrar a su ex. Espero que disfrutes con el capítulo… yo me entretuve bastante dándole más problemas al pelirrojo, jajaja. ¡Un saludo!

Lalwen de Black: Ay, pues sí. ¡Tengo un Harry/Snape! Ya ves, los fics me corrompieron y ahora adoro esta pareja. Por echarle imaginación, que no quede. ¡Así hay para todos los gustos!Sobre Diana, no entendí bien a qué te referías. ¿Quieres decir que preferías una novia para Harry que saliera en los libros , o bien que, simplemente fuera bruja? El dejar a Harry con una muggle es una idea que me vino y me gustaba¡que alguien se enamorase de él sin estar influida por el hecho de que él sea famoso! Diana no es perfecta, ni siquiera es un personaje que me haya currado mucho… ¡pero ama a Harry sinceramente! Pero bueno, normalmente a mi no me gustan los personajes de fics que no hayan sido creados por Rowling, sino por el creador del fic, así que… ¡Qué voy a decir yo?

Dany Black: Sí, está bastante tristona la historia, pero así, si esos dos se reconcilian ¡nos alegraremos aún más! No te preocupes, lucharé para que terminen juntos… No te me desanimes¿eh?

Marturri: Ohhhhhhh¡soy mala¡Te hice llorar? Si me dices esas cosas¡lloraré yo también! Tu review sí que me emocionó. ¡Mil gracias! Gracias por leer y por disfrutarlo. Ojalá, cuando termine la historia, te siga pareciendo bonita. ¡Un beso!

DrEaM-KaT: Gracias por los ánimos. Pasado un tiempo… prolongado… aquí llega la continuación. ¡Que disfrutes!

Y ahora, seguimos con la historia. ¡Más problemas para el pobre Ron!

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Capítulo 6. Ginny… ¡qué?

Un suspiro, mezcla de cansancio y satisfacción, escapó de entre sus labios. Finalmente, tras cerca de tres semanas, había terminado de leer aquel libro que años atrás regaló a Hermione; y con el final de su lectura había llegado el momento de pasar a la acción. Enviaría a Hermione un paquete con el CD en el que se hallaba aquella canción muggle y también con el libro, entre las páginas de éste un trozo de pergamino, y, atados a ellos mediante un lazo invisible, gran parte de sus esperanzas y un poco de su corazón.

Dejó el grueso libro sobre la mesa que estaba frente a él, y dejó descansar nuevamente su espalda en el sofá al tiempo en que estiraba sus largas piernas. Pero de repente se tensó ligeramente, al oír como el reloj de pared anunciaba una nueva hora. Miró el reloj y maldijo por lo bajo: si no se daba prisa, iba a llegar tarde.

Había quedado con su hermana y con Harry y Diana para cenar juntos en algún restaurante. Aunque él no tenía ganas de salir, ni tan siquiera de ir a cenar con sus amigos en plan tranquilo. Hubiese preferido quedarse solo en casa, escribir de una vez la nota que enviaría a Hermione y ver luego en su dormitorio aquel aparatejo, esa pequeña televisión, por un rato. Pero ni modo, tenía que ir…

Se puso en pie y salió del salón, cuidando de apagar la luz tras él. Se dirigió escaleras arriba y, una vez en la planta superior, fue hasta su dormitorio. Abrió el armario y dejó que su mirada recorriese la ropa en busca de algo que ponerse aquella fría noche. Resopló, disgustado ante la idea de salir.

En ocasiones, comenzó a pensar, tener amigos es bastante irritante, se creen en el deber de cuidarte, y eso, en la mayoría de los casos, es el equivalente a darte la lata y agobiarte… Y como son tus amigos, pues no puedes gritarles y mandarles a… De repente, movió la cabeza en señal de negación, mientras se reprendía mentalmente y se decía que tenía que alejar de su mente aquellos tontos pensamientos.

De hecho, si lo pensaba con tranquilidad, de inmediato la verdad quedaba ante él: eran ellos, sus amigos y familia, los que le mantenían en pie. Y Harry y Diana eran un perfecto ejemplo de aquello, puesto que ambos, tras su ruptura con Hermione, velaban en todo momento por él, siendo prácticamente sus confidentes. El porqué eran ellos dos y no otra persona, era algo muy simple. Aunque en un principio, tras la marcha de Hermione, se sentía incapaz de hablar con nadie sobre aquel tema, no mucho tiempo después, y cada vez con mayor frecuencia, notaba la necesidad de hablar de ello, y ¿quién podría ser más apropiado que el mejor amigo de Hermione y suyo propio? Muy pronto, el tema dejó de ser tabú entre Harry y él. En cuanto a Diana… jamás habría pensado en hacerla partícipe de sus sentimientos y temores por el simple hecho de que, si bien eran amigos, no tenía la suficiente confianza con ella. Pero las cosas no suelen salir como pensamos… Diana era la novia de su confidente y, lo que era más importante, vivía con Harry. De tal forma, llegó el día en el que dejó de fingir y poco a poco mostró a los dos por igual cómo se sentía. Y si bien la joven de cabellos negros jamás olvidaba ser prudente y dar cierta intimidad a los dos amigos, aceptó y asumió, como tiempo atrás había hecho su novio, el papel de amiga, confidente y consejera.

Así que tenía que agradecer a la parejita que le hubiesen llamado para salir, pues si no fuese por ellos habría pasado una noche más encerrado en casa ya que con sus compañeros de trabajo no solía salir, menos aún si al día siguiente había trabajo…

Miró su reloj de pulsera y abrió los ojos sorprendido, había estado tan metido en sus ideas que se le habían escapado diez minutos más. Rápidamente, se decidió por unos pantalones grises, una camisa blanca de rayas verticales grises, y un jersey y zapatos de color negro. Se puso encima el chaquetón, cogió la cartera y las llaves, y listo. Dos minutos después salía a la calle, cerraba la puerta de su casa y bajaba los escalones, resuelto a ir andando hasta el restaurante en el que había quedado con sus amigos.

Hacía casi una hora desde que habían entrado en el restaurante. Sus platos ya habían sido retirados y en esos momentos charlaban tranquilamente con una copa de vino o licor frente a cada uno. No obstante, hacía ya un rato que Ron se había dado cuenta de una cosa que le impedía concentrarse por completo en la conversación: su hermana estaba distraída, y parecía inquieta. A Ginny le pasaba algo… Preocupado, observó de reojo por cuarta vez a su hermana y vio como ella, en apenas diez segundos, dirigía su mirada un par de veces a su reloj de pulsera. Imaginó que Ginny quería decir algo, pero o no encontraba el momento adecuado o bien no hallaba el valor necesario. Él comenzaba a ponerse nervioso.

Ron desvió su mirada y la dirigió hacia Harry, al que pilló echando una rápida ojeada a su hermana. Bien, no eran imaginaciones suyas, Harry también se había dado cuenta de que Ginny estaba… extraña. Pasó a mirar a Diana, que estaba hablando tranquilamente, como si no se diese cuenta de nada; aún así, supuso que había decidido, al igual que ellos, no hacer comentario alguno. Al menos por ahora… porque si Ginny no decía pronto qué le ocurría, él tendría que preguntarle.

Un par de minutos más tarde, y casi cuando la paciencia de Ron se acababa, Ginny empezó a hablar.

-Esto… chicos…- la joven pelirroja hablaba con tono bajo y suave, su mirada posada sobre las miguitas de pan que habían caído en el mantel durante la comida, como si éstas fuesen lo más interesante de todo el local- quería deciros algo.

Ron, Diana y Harry la observaban en silencio, mientras Ginny tomaba aire antes de continuar.

-Bien, quisiera que fueseis los primeros en enteraros de una cosa…- se detuvo, al parecer pensándose mejor las cosas, y casi de inmediato se rectificó- Bueno, más bien quisiera que no os enteraseis jamás, pero ¡qué se le va a hacer! Y como considero conveniente que sea por mí por quien...

-¡Ginny!- exclamó Ron mirando sorprendido a su hermana, que hablaba nerviosamente, mientras se retorcía las manos- ¿Te importaría contarnos directamente esa cosa que quieres…-titubeó- o que no quieres decirnos?

-¡Ahhh! Yo…- la chica posó sus ojos en Diana, su rostro ansioso y desesperado, como si buscase en ella algún tipo de ayuda. Sin embargo, la joven de cabellos oscuros únicamente se limitó a alzar las cejas y encogerse levemente de hombros: no sabía qué le ocurría a Ginny, por lo que no la podía ayudar. Así que ésta tuvo que enfrentar aquello sola y, mirando algún punto elevado de la pared más lejana, terminó diciendo con voz ligera- Simplemente quería deciros que… que tengo pareja.

-Oh- fue lo único que pudo decir Ron. Estaba muy extrañado. Miró a sus dos amigos, que tenían expresión de no acabar de entender, y casi de inmediato volvió a concentrar su atención en su hermana. No entendía el porqué Ginny armaba tanto alboroto; al fin y al cabo, ella ya había salido con varios chicos antes-. Y¿quién es¿Un compañero de trabajo?- preguntó finalmente, sin mostrar demasiado interés.

-¡No, no es del trabajo. De hecho, nos conocemos de hace tiempo puesto que en el colegio estaba en vuestro curso- respondió Ginny.

-¿Sí?- tras aquella noticia, el pelirrojo se mostró mucho más interesado- ¿Es un Gryf…?

Recordando que estaba Diana presente y que por tanto no debía de hablar más de la cuenta, dejó su pregunta a medias para casi de inmediato plantearla de otra forma.

-Digo¿era de nuestro grupo. ¿Quién es?- preguntó, apoyando sus codos en la mesa e inclinándose hacia ella, interesado y curioso.

-Pues… es… es... ¡Ay! En realidad…- la joven titubeó, quedando en silencio unos pocos segundos. Finalmente se decidió y terminó de anunciar la noticia con rapidez- En realidad se trata de Draco Malfoy.

Diana se sorprendió ante aquel nombre, realmente extraño… pero si no se equivocaba, ya lo había oído antes. Dirigió su mirada hacia su novio, que miraba con expresión seria En cuanto a Harry, éste soltó lentamente por la boca el aire que había bañado sus pulmones en esos segundos en los que Ginny había confesado la verdad. Sabía que no era una broma, ya había imaginado que el novio de Ginny no debía de ser… una preciosidad precisamente al ver cuán nerviosa se mostraba al dar la noticia. Mas, a decir verdad, jamás hubiese creído posible aquello. ¿Ginny y Malfoy? Fijó pronto su mirada en Ron, que para entonces tenía la boca entreabierta en señal de incredulidad.

-¡Ja!- Ron siguió con los labios entreabiertos, y pronto volvió a dejar oír una risa seca- Ajajaja¡qué graciosa!- dijo moviendo la cabeza de derecha a izquierda con los ojos bien abiertos, con una expresión que quería mostrar a un tiempo diversión y sorpresa. Pero de un segundo a otro su rostro cambió de forma radical, y una expresión seria y de disgusto apareció- Para ser sinceros, Ginny… ¡no sabía que fueras capaz de hacer bromas aún más pesadas que Fred y George!- y antes de que su hermana, que lo miraba pálida y con la boca abriéndose y cerrándose en un vano intento de hablar, consiguiese decir algo, añadió- ¡La verdad es que ésta ha sido una broma de MUY mal gusto!

-Pero…- empezó la chica.

-Hola, Ginny. ¿Interrumpo algo?- aquella voz arrastrada que sonaba sarcástica atrajo la atención de los cuatro compañeros, cada uno de los cuales observó con una determinada expresión en su rostro al joven que acababa de hablar, reflejando así lo que sentían: horror era lo que se veía en la cara pecosa de Ginny; desagrado en el rostro de Harry; incredulidad en el de Ron; y curiosidad por parte de Diana.

Cuando el susto inicial desapareció, Ginny gimió y se maldijo mentalmente al comprender que había retrasado demasiado el momento de dar la noticia, hasta tal punto que Draco, que era excesivamente puntual, había llegado antes de que Ron y Harry la asimilasen.

Pero en el caso de Harry la idea se abrió camino en su mente rápidamente, y en apenas cinco segundos comprendió muchas de las cosas que aquello suponía, entre otras, que al menos por un tiempo tendría que soportar la presencia de aquel joven que él, desde hacía varios años, pensaba que formaba parte de su pasado.

Únicamente Ron parecía no reaccionar, limitándose a mirar a Malfoy con mil y un sentimientos distintos, si bien todos ellos tenían algo en común: no eran buenos.

Malfoy, cansado de esperar una respuesta que parecía que no llegaría nunca, fijó su atención en Diana y sonrió levemente.

-Puesto que ni Ginny ni ninguno de sus amigos parece tener intención de presentarnos, me tomo la libertad de hacerlo por mí mismo. Me llamo Draco Malfoy- extendió su mano por encima de la mesa y la dejó suspendida en el aire, a unos veinte centímetros de Diana, que respondió estrechándosela.

-Yo soy Diana Silver- se presentó la muchacha a su vez-. Gusto en conocerle- añadió con una sonrisa, que hubiese sido más sincera y cordial de no ser por la tensión que aún reinaba entre sus compañeros.

Mientras sus ojos permanecían fijos en aquel par de manos unidas y su ceño fruncido, Harry tuvo que contenerse para no resoplar ante las palabras de su pareja, Gusto en conocerle´, pensando que muy pronto no pensaría lo mismo.

-El gusto es mío- aseguró Malfoy, alejando finalmente su mano de la que acababa de estrechar-. Y he de reconocerle que deseaba conocerla en persona; al fin y al cabo Ginny me ha hablado en varias ocasiones de usted, y el hecho de que sea pareja de Potter… digamos que lo hace aún más… interesante- acabó burlón, al tiempo en que dirigía una mirada fugaz hacia el que fue su mayor rival durante su adolescencia.

También Diana fijó su mirada en Harry, y el resultado de su observación fue que no parecía muy contento.

-Bueno Ginny, como ya has terminado de comer¿nos vamos a dar una vuelta?

-Sí, sí, claro- murmuró la pelirroja. Casi al mismo instante, se levantó y esbozó una inestable sonrisa en dirección a sus amigos-. Ya nos vemos este fin de semana… Cuidaos.

-Adios Ginny- masculló Harry.

-¡Nos vemos, Ginny! Hasta pronto, Malfoy- alcanzó a responder Diana.

-Eso espero, señorita Silver. Hasta pronto…

Y si bien Ron ya había recobrado tanto la serenidad como el dominio sobre sí mismo necesarios para decir algo a su hermana o a su eterno enemigo, estos se volvieron a esfumar en cuanto vio cómo Malfoy extendía la palma de su mano abierta hacia arriba en dirección a Ginny y cómo ésta la cogía.

Y así, de la mano del rubio, vio salir a su hermana del local. Por suerte para su salud, o tal vez para la del ex-Slytherin, no alcanzó a oír la siguiente frase de aquel.

-Jajaja¡se quedaron sin palabras!- la forma en que pronunció esas palabras demostraban que el rubio se sentía satisfecho y muy orgulloso de sí mismo.

-No seas tonto… ¡Por supuesto que se quedaron sin palabras!- exclamó Ginny, casi escupiendo las palabras, irritada por el hecho de que su pareja se estuviese burlando de los suyos, y más aún por el tono engreído que empleaba para ello- Especialmente mi pobre hermano… ¡jamás se le habrá pasado por la cabeza que yo pudiese estar tan loca como para salir contigo! Además, esto supone una faena para ellos.

Los ojos del rubio se abrieron debido a la sorpresa, y así, como platos, miraron a la chica. Un débil "¡Ey!" se le había escapado de entre los labios, una exclamación que expresaba que sentía que le habían dado una patada a su amor propio, una patada bastante dolorosa. No obstante, decidió callar y recrearse en silencio recordando la cara de idiota que se le había quedado al hermano de Ginny y en la de… bueno, en la de asco que tenía Potter; y era ésta la elección más sabia pues, como bien sabía Malfoy, había ciertos temas en los que su novia se mostraba muy sensible, en los que era conveniente moverse con cuidado pues se pisaba tierras movedizas, un pie en falso y podías resbalar o hundirte en el momento más inesperado. Y con Ginny, los temas que se referían a los Weasleys o a Harry y compañía eran los más delicados de todos…

Así, mientras que en la calle, y bajo las luces de las farolas y de los locales que seguían abiertos pasada la medianoche, caminaba en silencio aquella pareja con las manos entrelazadas, cada uno pensando en una cosa; en el restaurante, y sentada en una mesa redonda con un mantel con recientes manchitas de vino y con miguitas de pan, se encontraba otra pareja que callaba y reflexionaba sobre cosas parecidas, fijos sus ojos en un joven pelirrojo que finalmente abrió la boca para soltar un taco y añadir con tono desesperado:

-¡No me lo puedo creer! Pero¡qué le he hecho yo?

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Hasta aquí llegó el capítulo 6. En el próximo sabremos con más detalle que va a hacer el pelirrojo muchacho y… ¡pobre Harry, él también tendrá que enfrentarse a algún problemilla.

Me voy dos semanas, una a Londres y otra a Praga, y para cuando vuelva tendré que enfrentar dos exámenes importantes¡ay! Para cuando los termine, tengo la intención de ponerme más en serio con esta historia… ¡y espero que mis neuronas estén dispuestas a exprimirse y sacar algo, sino jugoso, al menos decente!

Un beso a todos y ¡hasta el próximo capítulo!

MeikoMalfoy.