iNtRo:
...Hola...
En el capítulo anterior subí explicacion por que no sabía que se podían editar los docs ya guardados ¬¬ jiji, pero ya entiendo más je... Bueno gracias por los comentarios realmente sirve cuando te dan buenos consejos (no tenía idea que los reviews anonimos no estaban activados jeje +.+ ).
Yap en fin, que bueno que les guste el personaje que inventé, sólo me imaginé una personalidad más fresca para crearla... y se viene mejor (digo yo jiji) porque en este capítulo se conoce mejor desde donde viene Mayah y su historia más personal... ojalá les guste y aún no lo termino pero les adelanto que van cuatro capítulos escritos, aún que no creo que se alargue mucho, no me gusta tener en mucho suspenso los finales,jejeje...Yap gracias a todos por sus comentarios y sigan no más...
Capítulo II
"Recuerdos: destellos del futuro"
- " H-Hola... – dijo tímida la niña de los ojos pardos mientras jugaba con unas flores en el portal del bosque.
- Hola pequeña – respondió la bella hechicera del viento; que, sorprendida de que se atreviera a hablarle, la observaba curiosa de saber por que esa niñita que se veía tan dócil estuviera entrenando para un día ser una shaman.
- ¿Por qué estas sola?- le preguntó la niña.
- ¿No te has dado cuenta todavía? Soy un espíritu que vive vagando por este lugar
- Yo también estoy sola... – sus lindos ojos se llenaron de lagrimas – Todos se han ido por que tengo que ser una shaman y mi papá dijo que era débil y que necesitaba tener inde...indepen…den…cia, independencia persona si creo que eso es-
- ¿Sí y por que independencia personal?- le preguntó curiosa por la actitud de la niña
- Mmm no sé… no sé que es eso pero creo que debe ser algo así como me tengo que quedar solita desde ahora.
- Bueno ya no estarás más sola...yo me quedaré contigo si tú quieres - La niña alzó la vista y le sonrió dulcemente.
- Mi nombre es Yukari... ¿cual es el tuyo?
- Me llamo Mayah... – se levantó y haciendo una reverencia le dijo – muy bien Srta. Yukari ...muchas gracias desde ahora entrenaré mucho para que mi papi se quede conmigo...y ya nunca más estaré solita, y tú tampoco por que yo te voy a acompañar siempre
- Gracias - se escuchó en un susurro que se perdió entre la suave brisa de esa tarde de otoño."
- ...Y bueno, más o menos así fue como encontré a mi amiga Yukari. Ella estaba triste también y me contó que había crecido como una princesa pero prisionera de su propio padre - Yoh la miró impaciente por saber más, Mayah continuó pero con un tono mas grave en la voz - Cuando ella quiso ser independiente él la obligó a casarse, pero antes de la boda Yukari, que era en ese entonces una joven no mucho mayor que yo, huyó de su reino y de su padre. Luego con ayuda de algunas personas del pueblo escapó lo más lejos que pudo para no volver. Ella llegó a un lugar desconocido pero pensó que no podría ser peor que de donde venía, entonces tuvo la suerte de encontrarse con un anciano y muy sabio mago del bosque. Él la aceptó como discípula, la entrenó y crió como una hija: y estoy segura que ella lo amó como el padre que nunca tuvo realmente, y aún lo ama mucho...
Los ojos de Mayah se inundaron de lágrimas. Se levantó rápidamente y sin previo aviso se echó a correr por el río en el que estaban. Yoh no sabía que hacer y sólo atinó a preguntarle a Yukari el motivo de esa reacción.
- Bueno…- dijo la princesa un poco incómoda - Lo que pasa es que Mayah no conoce mucho a su padre, es más ni siquiera le habla más de lo justo y lo único que sabe de él es que le va a heredar sus posesiones. Yo no tuve el cariño de mi legítimo padre pero conocí a un hombre maravilloso que me dio todo lo que el gran rey no supo darle a su única hija, pero mi pequeña Mayah se ha criado entre tutores y asesores fríos que estaban educados para convertirla en una soberana digna de su orgulloso padre; lo peor de todo es que él nunca le ha dado su cariño, ella siempre ha hecho todo lo que le ha pedido y aún así él no le demuestra lo único que ella anhela: su aprecio y orgullo.
Aún no había terminado la última frase cuando vió a Yoh correr detrás de la muchacha a toda prisa. La encontró un tramo más adelante, se detuvo, estaba sentada a la orilla del río con la mirada perdida. Se acercó lentamente, ella deslizó su mano por el rostro y se secó las pobres lágrimas que apenas asomaban de sus ojos. Se sentó a su lado.
- Lo siento, no debí haber reaccionado de esa manera - dijo Mayah a modo de escusa
- ¿Sabes? – susurró Yoh junto con la brisa de la tarde - No todos los padres son perfectos, yo tengo la suerte de tener un padre que se preocupa mucho, pero aún él ha cometido muchos errores que estoy seguro que hoy lamenta bastante. Y tengo claro aún que ellos no lo digan, seguro que nos quieren y nos exigen mucho por que saben lo que podemos dar – Mayah rompió en llanto, el chico enrojeció y se prometió a si mismo no volver a tocar ese tema.
- Por favor no llores – le dijo mientras tomaba con delicadeza las manos de la joven que cubrían su afligido rostro – Lo siento mucho…no-quería…- un momento de silencio. Ambos cruzaron fugazmente sus miradas y luego Mayah se dio cuenta que él la abrazaba cariñosamente. Se dejó caer sobre el muchacho de los audífonos. Se quedó un buen rato en ese cariñoso abrazo descargando una pena que desde hace mucho no recordaba. Yoh le empezó a contar de su hermano y que él ansiaba que las cosas hubieran sido de otra forma para ellos… por que le habría gustado vivir junto a él y a su padre sólo los tres, cómo una familia y que aún guardaba la esperanza de que Hao y él terminaran de conocerse ya le gustaba la idea de tener un gemelo. Después de un rato cuando la joven Mayah se sentía mejor (¡e Yoh también!) volvieron a su campamento. Durante el camino hablaron de muchas cosas más y recordaron que, aún que haya momentos tristes en la vida siempre se puede volver a sonreír y alegrarse de tener fuerzas para continuar su camino, cualquiera que fuera. Al llegar Mayah se disculpó ante todos por la inesperada reacción y propuso una cena con pescado (¡que obviamente ella no cocinaría!) así es que se sentaron a pescar mientras que Yoh le seguía contando a la chica su historia completa con su hermano.
Yukari observaba la acción y le preocupó un poco que al remover esos recuerdos en la mente de la joven, fuera a perturbarse y a perder su rumbo, además vió que Mayah estaba muy afectada en esta ocasión en especial ¿por qué sería? Ella tenía una habilidad nata de percibir el corazón de las personas y en ese momento veía algo muy oscuro en el corazón del joven Yoh que temía pudiera afectar a su protegida. No era algo malo pero sí era algo que él tenía que atender pronto porque en si mismo lo sentía y no podía dejar que siguiera creciendo.
- ¡Guau! Vaya nunca hubiera creído que tú pudieras tener un gemelo malvado.
Y cuando el joven hubo terminado su relato se apresuró por terminar de escuchar la interesante historia de la princesa Yukari.
- Srta. Mayah, por favor continúe contándola. A usted se le escucha mejor que a mi.
- Bien ¿en qué iba¡A sí! Bueno, ella se esforzó mucho por aprender todo lo que el gran mago le enseñaba. Y se lucía frente a todos con sus increíbles habilidades para la magia, que ni ella sabía que poseía, y pronto descubrió que dominaba a la perfección uno de los cuatro grandes elementos: el viento. Así subió al nivel más alto que un hechicero puede llegar; definitivamente ahí se sentía feliz.
Pero para ella su alegría no sería eterna. Su padre la estuvo buscando todo ese tiempo y cuando se enteró donde estaba vino a un ejército, dijo que si no se iba por las buenas destruiría todos los alrededores donde había vivido. Bien, como puedes imaginar, ella no se quiso ir y por supuesto todos los magos y hechiceros la apoyaron, pero la situación se volvió tan extrema que su padre le dio un ultimátum: o se iba con él en ese momento, o empezaban una guerra y acababan con todo lo que ella conocía como hogar e incluso con ella misma. Yukari se vió en un gran aprieto, sabía que él era capaz de todo, incluso de matar a sus amigos o peor aún podría eliminar al único que conocía como padre, y aún que ganaran la seguiría molestando ahora que la había encontrado, debía tomar la decisión más dolorosa de su vida, pero no podía poner en peligro a toda su gente, así que decidió entregarse con la condición que se fueran y su padre se olvidara de ese lugar para siempre. Les dejó una carta a su maestro y a todos explicándoles que si no partía con él todos estarían en peligro. Lamentablemente en ese momento la desesperación o la soledad fueron más fuertes que ella y usó todo su poder para acabar con el hombre que la había concebido. En ese entonces pensó que ya no le quedaba nada, había roto su lazo con los hechiceros y había cometido el peor de los pecados que un portador de magia podía cometer, se manchó las manos con sangre humana: con su sangre. Estando ahí sola y sin esperanza de nada, sucumbió a la desesperación, la oscuridad se vistió con su espíritu y cegándose a su decisión, se quitó la vida. Y ahora nadie podría salvarla de la maldición que caería sobre su alma.
- ¿Cómo es eso?- preguntó ansioso Yoh
- Verás, los brujos antiguos de la dinastía a la que ella pertenecía tenían un código secreto que los obligaba a hacer una promesa de lealtad con ellos y la humanidad, a la que debían proteger de las fuerzas oscuras del mundo y que por ningún motivo podían abandonar la nueva vida que se les había otorgado luego de sufrir en el pasado, a menos que fueran despojados de ella. Además los druidas de la antigüedad les prohibieron a sus discípulos acabar con cualquier forma de vida, menos aún terminar con una persona. Por esta razón fué condenada a vagar por el mundo durante toda la eternidad, por no haber cumplido su palabra de luchar hasta el fin. En cierta forma creo que nos encontramos por un motivo en especial... aún que, aún no logro descifrarlo bien – Mayah se alegraba y de algún modo le daba un tanto de nostalgia al recordar esos momentos. Hablaba muy profundamente e Yoh recordó cuando le contó, hace ya mucho tiempo, la historia de su propia vida a su amigo Manta.
Hacía varios meses ya que venía viajando con la doncella y pudo darse cuenta que había una luz especial en ella, algo que la hacía brillar cada día más y sus ojos parecían haber capturado un poco de esa luz, mientras pensaba en eso Mayah le seguía contando de su historia y de su pueblo natal, y tenían mucho tiempo para hablar ya que los peces al parecer no querían picar.
Yo entrené para ser el Shaman King... pero...perdí en la final – el chico agachó la cabeza.
¡Perdiste en la final? – exclamó la joven sorprendida.
Ya sé que es un fracaso enorme - se lamentó el desdichado pero aún impasible Yoh.
¡Estás demente¡Es la final¡Eso quiere decir que eres el 2º shaman más poderoso del planeta¡Guau! Estoy viajando uno de los mejores del mundo ¡Yukari ¿escuchaste eso? vaya!
El chico se sorprendió por la reacción de la joven y pensaba al respecto: Mayah era muy hábil y perfectamente podría provocarle problemas en un duelo, incluso en un descuido suyo, ganarle. Pero ella no se mostraba decepcionada de él, es más, si recordaba un poco, ni Len, ni Manta, Liserg o cualquiera de sus amigos le habían hecho el más mínimo reproche por haber sido derrotado. Si no, que al contrario sólo lo alentaron y le dijeron que no se preocupara tanto por algo que ya había pasado, pero no había querido escuchar. Se había cegado tanto con la postura de Anna que no se dio cuenta de lo que realmente significaba el hecho de ser "El 2º", y sobre todo que él había dado lo mejor de si para llegar hasta ahí.
(FLASH- BACK)
"La catástrofe fué superior a lo previsto, la arena de la final estaba totalmente cubierta por una intensa nube de polvo y restos del estadio, hasta que de pronto la masa de escombros comenzó a disiparse. Yoh yacía en el suelo, apenas pudo oír a Amidamaru que lo llamaba muy insistentemente, y que, a verlo despierto se tranquilizó un poco más. Lentamente abrió los ojos y vio a lo lejos a sus amigos corriendo hacia él, un trecho mas allá estaba su oponente que trataba de acercarse a él con dificultad. Cuando al fin logró llegar hasta donde estaba, le apretó la mano y le agradeció por ese duelo, le dijo que había sido el mejor combate que hubiera podido imaginar. Eso fué lo último que escuchó antes de desvanecerse de nuevo.
La habitación era acogedora o al menos era mejor que estar tirado en el suelo y lleno de lesiones, pensaba para sí Yoh Asakura, cuando despertó de su recuperación post-duelo final. Pudo ver que Manta se había quedado a cuidarlo y vociferó un inmenso grito al ver que se despertaba al fin, mientras que Amidamaru la daba la bienvenida nuevamente luego de esa agotadora batalla y sus amigos entraban debido al escándalo que el diminuto shaman había armado. Estaban todos ahí, excepto Anna y cuando Yoh preguntó por ella todos cambiaron de semblante, ahora la alegría se había esfumado y nadie quería hablar, así es que Len les pidió a todos que salieran para poder hablar solo con el chico que no sospechaba por qué había un ambiente tenso y sobre todo el motivo de que Anna no estuviera ahí.
Len no sabía por donde empezar y le preguntó qué era lo último que recordaba del duelo, Yoh le contestó que un gran estallido pero que no recordaba bien de qué. Ahí fué donde su amigo chino le preguntó:
- Yoh ¿por qué no te moviste en ese último segundo? - le dijo preocupado el joven chino.
- ¿Qué último segundo¿Qué pasó Len? Yo no me acuerdo de nada después del golpe final - respondió confundido.
- Es que nunca lanzaste ese golpe, ese gran estruendo no fue de ti, no sé que pasó. Al parecer te desconcentraste, y... el otro shaman aprovechó de contraatacar - Len se veía mas serio
- Ese perfume floral...- susurró
- Yoh, tú...perdiste...
El muchacho no podía creer lo que había escuchado de labios de su amigo, su mundo se vino abajo en dos segundos. Su rostro reflejaba la desesperación más grande que había sentido jamás. Len se sintió el peor hombre del mundo entero por haberle dicho a su amigo la más horrible de todas las noticias que podía escuchar en ese momento.
Y cuando creía que nada podía ir peor... Vió a Anna en la puerta de la habitación."
- ¡Yoh eres genial! – Le interrumpió la intrépida voz de la muchacha, que aún no creía lo que acababa de escuchar.
- Anna no piensa lo mismo - contestó el triste joven.
- ¡Ah, Anna! De nuevo ¿sabes algo? Creo que si Anna tiene ese efecto en ti debió haber pensado un poco en todo lo que provocó...
-¿Cómo?
- A mi me parece que ella no tuvo la suficiente valentía de dejar su bello y lujoso futuro por ti,... y eso no debería atormentarte - Yoh no pudo evitar clavar sus ojos en los de ella. - OK, perdiste la final pero ¿de verdad ella valoró todo lo que tuviste que pasar para llegar hasta ahí¿O es que tú mismo no le das valor a tu propio esfuerzo? - Esas palabras retumbaron en la cabeza del muchacho - Mira Yoh, yo no te conozco demasiado, pero sí sé que si amas a alguien es con el corazón y no por condiciones estúpidas como ganar un título.
- Pero yo podría haber ganado, debería haberlo hecho. Era mi destino y ella tenía que estar con el triunfador - repuso tristemente.
- Probablemente, y no lo dudo por lo que eh visto hasta ahora. Pero las cosas pasan por algo y si esa era la forma que tuvo la vida para mostrarte que ese no era tú camino... pues no lo lamentes y trata de pensar para qué te sirvió esa experiencia... no lo cuestiones tanto. A mi me parece que si diste tu mejor esfuerzo y te jugaste el todo por el todo, ese lugar es para ti. Pero si no estas contento con lo que hiciste, quiere decir que no estabas listo para esa batalla y no te mereces ser el 2º-
Mayah lo decía con aire de sabiduría, una suerte de experiencia que tal vez todas las batallas del mundo no podrían haberle dado a Yoh y logró, de algún modo, hacerle recordar por qué luchaban los shamanes: el honor, que era mucho más importante que un título de grandeza o más aún, el reconocimiento de Anna. Le dolía profundo pero tenía que aceptar su error y meditar al respecto, una vez mas observó a la jovencita que estaba a su lado y que le había enseñado mucho más con esa charla que lo aprendido en todos sus años de entrenamiento. Ella tenía algo que llenaba su alma adolorida y decepcionada en ese instante, además le parecía que nunca más se iba a ir y eso le agradó a Yoh.
...Mientras tanto Yukari lecontaba a Amidamaru que Mayah siempre había estado sola, ya que desde pequeña le había tocado encargarse de si misma... era parte del entrenamiento: la independencia personal. Juntas habían pasado muchas cosas, experiencias y sobre todo duelos.
- Eso la ha hecho crecer mucho...- decía el hada de la brisa matinal – Tal vez ella no lo sabe pero en ese momento cambió mi rumbo completamente y me dio una nueva razón para continuar este largo camino que hasta ahí había emprendido sola.
- El amo Yoh pasó gran parte de su vida escuchando que "tenía" que ser el Gran Shaman y la compañía de la Srta. Anna en cierta manera lo obsesionó inconscientemente con la obligación de ser el ganador - decía tristemente el samurai - Pero la Srta. Mayah lo ha hecho pensar mucho al respecto y ha empezado a entender de nuevo la importancia de sus amigos. Creo que ella es una persona muy grande y sabia, estoy seguro que será una gran mujer.
- El señor Yoh es un joven muy apacible y le agradezco por enseñarle a ella que la tranquilidad también es buena para el alma – Yukari quedó pensativa un rato – pero …
- ¿Sucede algo? – preguntó Amidamaru con preocupación
- Yoh está muy triste ¿verdad? – dijo la hechicera
- Sí… - respondió afligido – Desde hasta hace poco estaba mejor pero últimamente ha estado muy ensimismado y temo que aún no pueda recuperarse de su profunda melancolía.
- Y yo temo que no se recupere nunca – el samurai la miró seriamente - … y que de paso termine afectando a Mayah.
- ¿Tan mal lo sientes? – dirigió su vista hacia los jóvenes que se mostraban apacibles pero algo en sus ojos había dejado de brillar – no entiendo que pasa.
- No es nada bueno – sentenció Yukari - Desde que ese anciano peleó contra nosotras he notado que la energía espiritual de ella ha disminuido en gran cantidad.
- Sí, es verdad, desde aquella batalla los dos se han visto afectados y sus energías han bajado en intensidad. Pero debo decir que desde hace mucho que no lo veía hablar y reírse por tanto tiempo con alguien.
- Tienes razón, Mayah también ha cambiado y espero que siga así. Pero no debemos confiarnos mucho, cuanto antes tenemos que averiguar si están bajo algún conjuro y deshacerlo.
Amidamaru estuvo de acuerdo con ella en que había sido muy bueno para ambos encontrarse. Aún que igualmente estaba angustiada, observó como los chicos se entretenían mirando los peces saltar y nadar en el río. Estaban en eso cuando Mayah pescó algo... algo muy grande, tanto que no podía controlar su caña. Yoh le ayudó pero la presión era tal que la caña se rompió y una gran esencia apareció de entre las aguas... Ambos estaban atónitos, un guerrero con rasgos y vestidos egipcios los atacó por sorpresa.
Los dos chicos fueron a dar varios metros más atrás. En la caída Mayah se lastimó la mano izquierda, le dolía bastante y probablemente no le serviría en un tiempo pero aun así no dijo palabra. Yoh se levantó, seguido por la joven que se puso en postura de batalla cuando nuevamente un remolino de agua les venía encima. En ese momento Yoh se quedó inmóvil, Mayah le gritó que se moviera pero él pareció no escuchar, la nube de agua le caería encima y no atinaba a hacer nada.
- Igual que en ese momento – pensó desesperado. No podía quitarse la imagen del ultimo golpe aquel con el que perdió el duelo, su honor (según él) y a Anna.
Sus ojos se nublaron, no alcanzó a distinguir que su compañera pudo atravesarse en el tornado de agua y detener esa enorme cantidad de poder que podría haber acabado con él en un instante. Mayah se hartó del juego y exigió saber quien los atacaba de esa manera tan cobarde……pero sólo se escuchó una carcajada que cubrió todo el lugar cual eco en una cueva.
Bueno ojalá que les siga gustando... y opinen jiji... mientras más mejor y no se preocupen que los gustos son variados así que si algo no les gusta diganlo no más... que yo no me enojo.
En fin eso cuidense mucho
bEsT wIsHeS êVëRyOnÊ
AdîoOP
