Disclaimer: Todos los personajes y lugares de la serie de Libros "Harry Potter" pertenecen a J. K. Rowling, lo demás es mío.
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Capitulo 2: Las tumbas de James y Lily
El jardín de 'La Madriguera' estaba cubierto por un maravilloso cielo estrellado, pero ya no se escuchaba la alegre música de la fiesta ni se veían los rostros sonrientes de los invitados mientras bailaban o platicaban; tan solo se veía la figura de una joven que se deslizaba impacientemente. Eran las tres y cinco de la mañana y sus dos amigos aún no aparecían, deseaba regresar a la casa para ver que había ocurrido pero no podía hacerlo por temor de despertar a su compañera de habitación. Decidió esperar otros cinco minutos antes de ir a buscarlos, aprovecharía el tiempo para sacar el 'traslador' que había creado para esta ocasión, le había costado mucho hacer el conjuro perfecto sin que lo notasen en la casa, pero luego de algunas pruebas estaba terminado. Mientras la muchacha sacaba de su mochila una caja de cristal que contenía un pequeño carrusel, en el jardín aparecieron otras cuatro figuras; sus dos amigos eran seguidos por dos enormes baúles, ella no podía creer lo que estaba viendo.
"¡Harry, ¡Ron, ¿por qué tardaron tanto?", susurró Hermione mientras hacía un movimiento de varita para transformar el gran equipaje de sus amigos en dos pequeñas cajas que cabían perfectamente en sus bolsillos.
"Tuvimos problemas con los baúles" dijo algo avergonzado Harry.
"¿Por qué no se nos ocurrió hacer ese hechizo?" agregó Ron mientras miraba con detenimiento el objeto que Hermione tenía en la mano.
"No fue nada" respondió Hermione sonrojándose ligeramente, "debemos irnos, usaremos este 'traslador' para la primera escala" añadió abriendo la caja de cristal.
"¿Primera escala?" preguntaron Harry y Ron.
"Si. Por favor Ron, en cuanto lleguemos actúa como Harry y yo para no llamar la atención" respondió la joven.
"Actuar como ustedes… llamar la atención… a donde vamos Herm?" preguntó bastante intrigado Ron.
"A la casa de mis padres" dijo Hermione mientras tomaba la mano de Ron para colocarla sobre el carrusel.
"¡¿QUÉ!", se escuchó la voz de Ron antes de desaparecer; Hermione hizo lo mismo con un atónito Harry.
"Ahora es mi turno" dijo la joven mientras desaparecía, dejando tras de si una nota para los Weasley, la cual voló a la casa y se colocó sobre la mesa de la cocina.
Queridos Sra. y Sr. Weasley:
Por favor no se preocupen, Harry, Ron y yo tenemos algo muy importante que hacer. No nos busquen porque eso únicamente dificultaría nuestra tarea y pondría la vida de todos en un peligro innecesario. Trataré de tenerlos informados.
Saludos cordiales,
Hermione Granger
Al aparecer en la sala de la casa Granger, Hermione se encontró con los pálidos rostros de sus amigos coronados por atónitos ojos. La sala era amplia, y estaba decorada con muebles antiguos; se notaba el buen gusto de la Sra. Granger.
"Por favor, tomen asiento amigos, partiremos a las seis de la mañana. Viajeros al estilo muggle, mi padre accedió a llevarnos" dijo finalmente Hermione.
"¿Tus padres saben a lo que vamos?" preguntó Harry de inmediato.
"No realmente, piensan que este año el colegio no abrirá en señal de luto por el fallecimiento del director, les dije que esa era la costumbre entre los brujos y que se ha preparado un retiro para los estudiantes avanzados. No podía contarles la verdad, para ellos sería muy difícil, recuerden que soy hija única" respondió Hermione algo triste, no le gustaba tener que ocultarles la verdad a sus padres pero debía hacerlo.
"Hermione, me parece muy buena tu idea de viajar al estilo muggle hasta la Hondonada de Godric; de esta forma no levantaremos sospechas", dijo Harry "podemos aprovechar hasta las seis para terminar esa conversación que quedó pendiente. ¿Cuál es el lugar seguro que has encontrado para nosotros?"
"Bueno… "empezó a decir Hermione cuando su madre apareció en la sala.
"Muchachos, ¡qué bueno que ya llegaron!", dijo al ver sentados a su hija y sus dos amigos.
"Mamá, ¿te despertamos?", dijo Hermione notoriamente nerviosa.
"No mi pequeña", dijo dulcemente su madre, "por algún motivo, no he logrado dormir bien en las últimas semanas"
"Sra. Granger, por favor disculpe la hora es que…", empezó a decir Harry.
"No se preocupen, Hermione me había dicho que ustedes seguramente llegarían en alguna hora extraña porque utilizarían magia. Supongo que desean ir a la habitación de huéspedes" dijo amablemente la Sra. Granger, mientras miraba a un atónito Ron.
"En realidad, no estamos cansados mamá, nos gustaría conversar un rato aquí en la sala, más tarde les prepararé algo de comer a mis amigos y el desayuno a papá y a ti" dijo Hermione con una sonrisa.
"No es necesario mi amor, yo me encargaré de eso. Por ahora, espero que no les moleste que me quede con ustedes, es que no deseo regresar a la cama" respondió su madre con un tono de voz que preocupó a Hermione.
"No hay ningún problema" dijo la castaña acercándose a su madre, "pero, por favor dime que ocurre, ¿porqué no deseas subir a tu cuarto?" añadió en voz baja mientras la abrazaba.
"Hermione, no quiero que te preocupes, pero desde hace dos semanas que siempre tengo el mismo sueño" respondió un tanto temerosa "te veo parada junto a dos lápidas, rodeada por tres encapuchados que te apuntan con sus varitas, se que planean hacerte daño y no puedo defenderte; es la peor pesadilla de una madre" dijo casi sollozando mientras acariciaba el cabello de su hija "Pero yo se que tu eres fuerte y que estarás segura en el campamento para estudiantes avanzados" añadió la mujer mientras secaba las lágrimas de su rostro.
"Por supuesto mamá" dijo Hermione intentando tranquilizar a su madre, "todo estará bien, tan solo ha sido un sueño" añadió con un dulce tono de voz, pero sus ojos estaban llenos de lágrimas.
"¿Qué es esto?" interrumpió Ron, mientras señalaba intrigado un tablero de control que se encontraba en la pared.
"Ah… es el control del nuevo sistema de seguridad de la casa, tú padre insistió en ponerlo" respondió la Sra. Granger mientras abrazaba a su hija.
"Mi papá estaría fascinado en esta casa" dijo Ron mientras miraba cada detalle de la sala.
"Es una casa como cualquier otra" respondió cortésmente la Sra. Granger, "dile a tus padres que son más que bienvenidos a esta casa, talvez la próxima vez que vengas ellos te puedan acompañar" añadió mientras le sonreía a Ron.
"Se los diré" dijo Ron visiblemente sonrojado, el solo pensar en sus padres y los padres de Hermione cenando juntos lo hacía ponerse algo nervioso.
"¡Qué hermosa niña!" dijo Harry tomando un portarretratos en sus manos.
"Es Hermione cuando tenía tres años, le encantaba caminar cerca del bosque detrás de la casa de su tía, esa foto la tomó su padre en ese lugar" dijo orgullosa Sra. Granger, como lo hacen todas las madres.
"Recuerdo muy bien ese día, el matrimonio de tía Sara, por eso estoy con el vestido de florista" dijo avergonzada Hermione.
"Les gustaría ver más fotos de Hermione, tenemos muchos álbumes", preguntó la Sra. Granger.
"¡Claro que si!" respondió emocionado Ron mientras Hermione se ponía roja y Harry sonreía visiblemente entretenido.
La Sra. Granger salió de la sala para traer los álbumes y los tres jóvenes aprovecharon para conversar un poco de sus asuntos.
"Hermione, exactamente hasta donde nos llevará tu padre?" preguntó Harry rápidamente.
"Bueno, nos llevará hasta un pueblo cercano a la Hondonada de Godric, desde ahí será muy fácil trasladarnos; ya me he encargado de todo" respondió Hermione.
"Te encargaste de todo, ¿cómo nos iremos hasta la hondonada?" dijo Harry temiendo una nueva sorpresa de su amiga
"A caballo" dijo Hermione "ya he llamado para que nos estén esperando cuando lleguemos, así mis padres no se preocuparan, seguramente pensaran que es parte del campamento. Tranquilos nos tomará solo quince minutos llegar" añadió finalmente la castaña.
"Pero yo no se montar a caballo" dijo Ron con el ceño fruncido.
"No será más difícil que montar un Thestral" respondió Harry burlonamente.
En ese instante regreso la Sra. Granger con una pila de álbumes de fotografías en sus brazos. Era como ver a Hermione cuando entraba a la sala común cargada de libros y pergaminos. Definitivamente su amiga se parecía muchísimo a su madre. Ron y Harry ayudaron a la Sra. Granger y empezaron a ver las fotos.
"¿Porqué no se mueven?" preguntó algo intrigado Ron
"Ron, recuerda que en las fotografías muggles la gente no se mueve" le susurró Harry
"Es cierto, me lo habías comentado hace mucho tiempo. Es una lástima, me hubiese gustado ver que hacía Hermione con este vestido tan chistoso" dijo Ron mientras señalaba una foto de Hermione con su vestido de bailarina.
"Bailaba" respondió la Sra. Granger con una amplia sonrisa "estuvo en clases de ballet hasta que entró en Hogwarts"
"Vaya Hermione, hay mucho de ti que no conocemos" dijo Harry con una sonrisa, mientras su amiga se sonrojaba.
Así pasaron las horas entre fotos y recuerdos, con cada página los dos jóvenes conocían un poco más de Hermione, por primera vez veían su pasado. Generalmente, hablaban de lo que ocurría en Hogwarts y en el mundo mágico, del pasado y el futuro de Harry, de la familia de Ron, pero nunca de Hermione. Estas pocas horas en su casa lograron que se unieran más, nunca se habían preguntado por el pasado de su amiga pero ahora que lo habían conocido, la querían aún más. Hermione siempre había sido una niña diferente, especial como decían su madre, no tenía más amigos que sus amados libros porque los otros niños no la comprendían y se asustaban por todas las cosas raras que ocurrían cuando ella estaba presente; le encantaba bailar, cuando lo hacía se sentía simplemente libre; desde muy pequeña se metía en el bosque y recogía diferentes hojas para hacer "brebajes" especiales en sus ollas de juguete; su cuento favorito era "La Bella y la Bestia", hacía que su madre se lo leyese todas las noches, le gustaba imaginar que dentro de la apariencia de una Bestia vivía el corazón de un Príncipe, por eso intentaba no juzgar a las personas sin conocerlas. Estaban tan entretenidos, que no se dieron cuenta cuando el sol iluminó nuevamente el cielo y el padre de Hermione se levantó.
"¡Hermione, ¿Cuándo llegaste, porqué no me despertaron?" dijo el padre de Hermione.
"Buenos días papá" dijo Hermione mientras lo abrazaba "no queríamos molestarte"
"Buenos días Sr. Granger" dijeron Harry y Ron al unísono
"Mi amor, en este momento voy a preparar el desayuno" dijo la Sra. Granger mientras besaba la mejilla de su esposo
"Buenos días a todos, disculpen por no haberlos saludado al entrar, es que me sorprendió ver a mi pequeña" dijo el Sr. Granger, "voy a cambiarme, bajo en quince minutos" añadió mientras salía de la sala.
Hermione llevó a Harry y Ron al cuarto de huéspedes para que se cambiaran de ropa mientras ella arreglaba algunas cosas en su cuarto. Al bajar los muchachos se encontraron con un desayuno digno de reyes, la Sra. Granger se había esmerado, después de todo era la primera vez que su hija llevaba amigos a la casa y deseaba tratarlos bien; el Sr. Granger ya estaba sentado en la cabecera, leyendo su periódico pero no había señales de Hermione. Ron y Harry se sentaron donde la Sra. Granger les indicó y decidieron esperar a Hermione para empezar a comer. Dos minutos después apareció su amiga con el cabello recogido, algo bastante inusual en ella, ropa deportiva y un pequeño bolso; se sentó y les pidió a los muchachos que desayunaran. Una vez que todos terminaron de comer se despidieron de la Sra. Granger y emprendieron un viaje que duraría casi doce horas.
Durante todo el camino, Ron se sorprendía con las cosas que veía por la ventana, con la ropa que usaba la gente, con los semáforos, con la música, en fin con todo lo relacionado con el mundo muggle. Para él las cosas más simples eran fascinantes y deseaba saber como funcionaba todo, así que les preguntaba a Harry y Hermione, después de todo ellos eran los expertos en esto. El Sr. Granger comprendía la actitud de Ron, pues sabía que el amigo de su hija había nacido en una familia de magos y por eso nunca había tenido la oportunidad de ver a plenitud este mundo; cada vez que Ron preguntaba o hacía algo, aparentemente tonto, el Sr. Granger pensaba 'yo actuaría igual en el mundo mágico', sonreía y seguía conduciendo como si nada hubiese ocurrido mientras Harry y Hermione trataban de calmarlo y explicarle como es el mundo muggle. El Sr. Granger sentía simpatía 'natural' por ese joven pelirrojo que miraba tan tiernamente a su 'pequeña'. Eran casi las seis de la tarde cuando llegaron al pueblo, un hombre con cuatro caballos y un letrero que decía 'ESTUDIANTES AVANZADOS' los estaba esperando.
"Veo que los están esperando, espero que no hayamos llegado muy tarde" dijo el Sr. Granger
"Tranquilo papá, seguramente están separando a los estudiantes en pequeños grupos" respondió Hermione mientras se bajaba del auto seguida por sus amigos.
"Muchas gracias Sr. Granger" dijo Harry.
"Muchas gracias y por favor disculpe todas mis preguntas es que estaba muy emocionado" dijo Ron.
"No te preocupes jovencito, me agrada la gente que desea saber más" respondió sonriente el padre de Hermione "Adiós mi pequeña" añadió viendo a su hija
"Hasta luego papá" dijo Hermione mientras besaba su mejilla "muchos besos para mamá"
Hermione se quedó parada, junto a sus amigos, viendo alejarse el auto de su padre y una lágrima rodó por su mejilla, talvez sería la última vez que vería a su padre, deseaba haberles dicho tantas cosas a él y a su madre pero eso era algo que no podía cambiar, lo mejor sería seguir adelante.
El trío y el guía se subieron a los caballos y se dirigieron a la Hondonada de Godric, Ron estaba asustado pero como le había dicho Harry esto no era peor que montar un Thestral, por lo menos al caballo lo podía ver. La cabalgata fue corta, tal como lo había calculado Hermione les tomó quince minutos llegar; le pagaron al guía y se dirigieron a la que antes había sido el hogar de los Potter. Harry sentía que todo el lugar estaba lleno de recuerdos de una felicidad lejana, deseaba que fuese diferente pero había aceptado hacia mucho tiempo su realidad, él era el elegido. Luego los tres jóvenes se dirigieron al pequeño cementerio y buscaron las tumbas de los padres de Harry. Sus vidas ahora eran tan diferentes, hace tan solo un día estaban bailando felices en la boda de Bill acompañados por amigos y ahora estaban solos en un lugar tan lleno de recuerdos y olor a muerte. No se tardaron mucho en encontrar las tumbas de James y Lily, Harry se arrodilló para 'conversar' con sus padres mientras Hermione y Ron permanecieron parados cada uno al lado de su amigo, Harry acercó su mano derecha a una de las lápidas y al tocar el nombre de su padre el cielo se oscureció, se escuchó un estruendo y apareció una enorme serpiente de ojos rojos a la cual Harry reconoció de inmediato, era Nagini. Pero este engendro no estaba solo, lo acompañaban tres mortífagos del lado derecho y media docena de dementores del lado izquierdo, él había caído en una trampa.
"Eres muy predecible, sabía que vendrías a llorarles tus penas a tus papas" dijo la serpiente en un idioma que solo Harry podía entender "hubiese sido fácil transportarte a algún lugar para matarte, pero quiero divertirme un poco" añadió con sadismo mientras se acercaba.
Harry sacó su varita listo para atacar a ese ser maligno, lo mismo hicieron Hermione y Ron, la situación era difícil, muchos enemigos y los estaban rodeando. El trío estaba preparado, habían practicado un sin numero de hechizos para defenderse y atacar desde que decidieron hacer este viaje.
"Muerte a la sangre sucia", gritaron los mortífagos antes de abalanzarse contra Hermione, la cual se defendió a la perfección, definitivamente era una de las brujas más poderosas de su edad. Al mismo tiempo los dementores atacaron a Ron, el cual empleo el "Expecto Patronum" para alejarlos pero no estaba funcionando tan bien como el hechizo de Hermione. Mientras tanto, Harry iba a atacar a la serpiente con un hechizo no verbal que había leído en el libro del príncipe mestizo.
"¡No lo has entendido Potter, si me atacas seguramente uno de tus inútiles amigos morirá, es difícil que puedan solos contra mis seguidores; deberás decidir entre vivir un poco más y ver morir a uno de tus amigos o intentar salvarlos y morir" dijo la serpiente mientras se acercaba.
El tiempo pasaba y Harry debía tomar una decisión, Hermione tenía controlada la situación, pero poco a poco Ron perdía terreno en esta batalla, seguramente no resistiría lo suficiente para que él mate a la serpiente antes de ir a ayudarlo. Lord Voldemort le había tendido la trampa perfecta. En el momento en que Harry había decidido arriesgarse e ir a ayudar a su amigo, se escuchó un nuevo estruendo y junto a él apareció la figura de un hombre, quien grito "Expecto Patronum"; la silueta de un enorme tiburón plateado atacó a los dementores y Harry pudo lanzar libremente el hechizo contra la serpiente que maldecía al recién llegado. La serpiente cayo al suelo sudando sangre, muy pronto moriría, los dementores se alejaban y el extraño ya estaba ayudando a Hermione con el último de los mortífagos; habían salido bien librados.
"Srta. Granger, la Srta. Mikawa manda decirle que todo está listo" dijo el extraño haciendo una reverencia.
"Gracias por la ayuda Sr. Takagaki" respondió Hermione.
"Tú lo conoces Hermione, ¿quién es?" dijo Harry asombrado, mientras ayudaba a Ron.
"Discúlpeme por no presentarme como es debido, soy Takagaki Touya" dijo el extraño.
"Es el guardián de la familia Mikawa" le dijo Hermione a Harry. "Sr. Takagaki, por favor llévenos a la mansión" dijo dirigiéndose a Touya.
"La Srta. Mikawa desea hablar con usted, por favor tomen mi mano para transportarnos" respondió Touya.
"Por supuesto, pero antes debo hacer algo" dijo Hermione mientras sacaba dos rosas plateadas de su bolso "Harry estas son para tus padres" dijo la joven mientras las extendía hacia su amigo.
Harry puso las rosas junto a las tumbas de sus padres, tomó la mano de Ron y la de Hermione, cerró los ojos y prometió que vengaría las atrocidades de Lord Voldemort, ya había acabado con uno de los Horcruxes y destruiría los demás a su debido tiempo. Luego de esto, la joven tomó la mano de Touya y desaparecieron dejando tras de sí tan solo dos rosas y una promesa.
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Espero que les guste la historia, es el primer fic que escribo.