Disclaimer: Todos los personajes y lugares de la serie de Libros "Harry Potter" pertenecen a J. K. Rowling, lo demás es mío.
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Capítulo 4: La entrevista con Agatha Li
En un hermoso cuarto de la mansión Mikawa estaban tres jóvenes muy pensativos sentados alrededor de una pequeña mesa; debían decidir como convencer a Agatha Li sin revelar la verdad pero sin mentir. Habían estado un buen rato pensando en el asunto, tenían que encontrar una forma o todos sus esfuerzos, el alejarse de sus seres queridos, el enfrentar a sus enemigos en el cementerio y la mentira, habrían sido simplemente inútiles.
"Herm¿cómo es que no pensaste en esto antes?" preguntó algo irritado Harry
"Harry, pensé que nos interrogarían pero no sabía que ella era legilimente" dijo Hermione rápidamente.
"Harry no es justo que trates así a Herm, después de todo ella preparó sola casi toda la huida" intervino Ron mientras abrazaba a la castaña que se había sonrojado.
"Tienes razón Ron, por favor disculpa mi mal humor Hermione" dijo Harry, "pero me extraña mucho que no hayas previsto algo así" añadió viendo a su amiga.
"Bueno, Harry yo esperaba lo mejor, pero ya se me ha ocurrido algo" dijo Hermione "Simplemente debemos contarle la verdad que ella puede oír" añadió con una amplia sonrisa.
"Contar la verdad a medias… es algo peligroso, si se mete en mi mente, no creo poder ocultarle toda la verdad" respondió Harry.
"Yo no podría ocultarle ni siquiera que…" dijo Ron mirando sonrojado a Hermione, "bueno, no podría ocultarle nada" completó finalmente.
"Entonces practiquemos oclumencia, he estado leyendo mucho al respecto desde que Sna… digo, desde que recibiste clases Harry" dijo Hermione, por un momento había olvidado que ese nombre no debía ser mencionado, ese había sido el pacto del trío.
"Está bien, pero también tenemos que ver que parte de la verdad le revelaremos" respondió Harry, restándole importancia al desliz de su amiga.
Se pasaron el día entero repasando preguntas y practicando oclumencia bajo la dirección de los libros de Hermione y los recuerdos de Harry. Solo había un gran problema, Ron no deseaba practicar con Hermione, le aterraba la idea de que la joven pudiese ver en su mente lo que él sentía por ella, como se la imaginaba besándose con Viktor, o todas las cosas que decía sobre ella durante su primer año; tampoco deseaba entrar en su mente por temor a encontrar que ella no sentía lo mismo que él o ver algún recuerdo de ella junto a Viktor. Harry tuvo que practicar entrando en la mente de sus dos amigos y permitir que ambos intentaran entrar a la de él. Era obvio que Hermione sabía mucho de este antiguo arte, al tercer intento pudo contener la intrusión de Harry, justo cuando él había visto una parte de un paseo por el lago de la castaña y su amigo húngaro. Pero Ron era otra historia, Harry había visto media vida de su amigo cuando este finalmente pudo bloquear sus intentos. Harry prefería que Hermione entrara a su mente, porque no deseaba que Ron viera ciertos recuerdos que él tenía de Ginny, y Harry siempre la tenía en la mente. Ninguno de los tres creía que esto sería suficiente para detener a Agatha, quien según les había contado Keiko era una gran Legilimente, pero debían intentarlo; Harry pensaba que si tuviese un poco de 'Felix Felicis' las cosas serían más sencillas, gracias a esa pócima había conseguido el recuerdo de Horace Slughorn sobre los horcruxes y sus amigos se habían salvado durante el ataque a Hogwarts, pero era mejor enfrentar la verdad… con el estómago lleno, como había sugerido Ron.
Bajaron para cenar junto a Keiko y su padre, la Sra. Mikawa no los podría acompañar porque la habían llamado de emergencia desde la fundación que dirigía, aparentemente un grupo de mortífagos habían atacado uno de los nuevos refugios y necesitaban de su ayuda. Al entrar al comedor los jóvenes se quedaron perplejos, la mesa estaba llena de platillos orientales muy especiales, cosas que ellos nunca habían probado. El Sr. Mikawa invitó a Harry para que se sentase en el cojín junto a él, por ser el invitado de honor en la cena. Mientras comían, Hermione comentó que le encantaba la pintura que decoraba el comedor, y Keiko le contó que era de un antiguo artista muggle japonés cuya esposa había sido una gran bruja, lo cual explicaba porque las siluetas de las garzas se movían. En oriente los muggles estaban más abiertos a la idea de la magia, habían convivido durante siglos sin problemas con las brujas y magos, pero esto los había convertido en el blanco de un sin número de ataques en los tiempos de aquel-que-no-debe-nombrarse y ahora que él había vuelto, también habían regresado los ataques.
Se fueron a dormir relativamente temprano, no eran más de las tres de la mañana, habían dado los últimos toques a su plan para la entrevista con Agatha pero los nervios no permitirían que duerman. Por un lado, Ron se preguntaba como estarían sus padres en este instante, seguramente habían avisado de su partida a la Orden y en este momento todos los estaban buscando, le dolía mucho darle angustias a su madre pero su misión era lo más importante en este momento, además el amor por sus padres era una de las cosas que lo impulsaban a continuar luchando y a arriesgarlo todo. Por otra parte, Harry estaba sumamente preocupado por todo lo ocurrido en el cementerio, casi pierde a Ron y quizás a Hermione; Lord Voldemort estaba dispuesto no solo a asesinarlo sino a hacerlo sufrir mucho antes de matarlo, parecía que deseaba destruir por completo su vida, arrebatarle absolutamente todo lo que le importaba y disfrutar cada instante de su agonía; temía mucho por la vida de su querida Ginny, por Remus y Tronks, por Bill y Fleure, por los gemelos, por los señores Weasley, en fin por todos aquellos que estaban en su corazón, Lord Voldemort no se detendría ante nada! En la otra habitación, Hermione pensaba en sus padres y se preguntaba por el extraño sueño de su madre, nunca antes le había ocurrido algo así¿qué podría significar esto, acaso sería el famoso instinto maternal, seguramente lo averiguaría tarde o temprano.
El amanecer llegó implacable, los jóvenes se prepararon para la entrevista que definiría el futuro de su misión, realmente necesitaban un lugar seguro al cual poder llegar entre búsquedas. Al entrar al salón se encontraron con una hermosa mujer de unos 30 años, alta, de rasgos orientales, con el cabello negro recogido en una cola de la cual salían tres largas trenzas, vestían una elegante túnica verde y sus ojos marrones reflejaban seriedad; Agatha había llegado justo a la hora acordada para la entrevista. Ron sentía una mezcla de emoción por conocer a la famosa duelista, a quien él y los gemelos habían admirado por tantos años, y temor por lo que les esperaba, no estaba seguro de poder ocultar sus recuerdos o pensamientos.
"Buenos días a todos, por favor tomen asiento" dijo Agatha, "La Srta. Mikawa nos acompañaran durante la entrevista" añadió señalando a la joven sentada en una esquina del salón.
"Buenos días, mi nombre es Hermione Granger" respondió Hermione mientras se sentaba frente a Agatha, "ellos son mis compañeros: Harry Potter y Ronald Weasley" añadió mientras sus amigos tomaban asiento junto a ella.
"Debo informarles que soy legilimente, pero no me agrada invadir las mentes de las personas, por eso les propongo una alternativa" dijo Agatha mientras vertía una pócima en tres vasos, "por favor tomen esto" añadió mientras aproximaba un vaso a cada uno de ellos.
"¿Cómo podemos estar seguros que no es veneno?" dijo sorpresivamente Harry, desde la muerte de Dumbledore se había vuelto más desconfiado.
"Elija un vaso Sr. Potter" respondió Agatha sin cambiar en lo más mínimo la expresión de su rostro.
"¡Este!" dijo Harry señalando el vaso del medio, el cual tomó de inmediato Agatha y bebió su contenido por completo ante los atónitos ojos de los cuatro jóvenes.
"Como pueden ver no es veneno, simplemente es Veritaserum" dijo Agatha mientras llenaba el vaso que había dejado nuevamente en la mesa.
"Ahora, todos estamos seguros de que la verdad será dicha" respondió Harry con sus ojos fijos en los de Agatha, luego tomó la poción al igual que sus amigos.
"Muy bien Sr. Potter¿porqué desean la protección del Clan Li?" preguntó Agatha.
"Necesito un lugar seguro y me han informado que la mansión Li es prácticamente una fortaleza mágica" respondió fríamente Harry, "pero¿es realmente segura?" añadió.
"La Srta. Mikawa les informó bien, la mansión Li es el lugar más seguro de todo oriente" las palabras de Agatha sorprendieron a Hermione, la cual buscó con la mirada a Keiko, "Ahora es mi turno¿porqué necesitan un lugar seguro?" preguntó Agatha.
"Lord Vold… aquel-que-conocemos desea asesinar a Harry" respondió tímidamente Ron.
"Al igual que a todos los que considera sus enemigos o no desean seguirlo¿Qué lo hace diferente?"
"Soy el niño que vivió, intentó matarme cuando apenas era un bebé y si desea reinar sobre el mundo mágico deberá asesinarme" dijo Harry
"Comprendo¿desean permanecer en la mansión hasta que sea derrotado?"
"Si, en realidad mas o menos, deseamos poder entrar y salir; usarla como un lugar seguro al cual poder llegar cuando…" Ron se detuvo gracias a una patada de Hermione, había estado a punto de contarle todo a Agatha.
"Harry deberá enfrentar a Lord Voldemort, pero antes debemos preparar todo" dijo inmediatamente Hermione, esa era la verdad que habían decido contarle a Agatha, pero no podían revelar nada sobre los horcruxes.
"Mientras lo hacemos…" empezó Harry.
"Necesitan más que un lugar seguro, necesitan entrenamiento y práctica. La entrevista ha terminado" dijo Agatha sin cambiar la expresión seria de sus ojos, "en media hora vendré a buscarlos, por favor tengan listas sus cosas" añadió antes de desaparecer.
"¿Lo logramos?" preguntó Ron.
"Así es Weasley-san, el Clan Li les brindará su protección" dijo Keiko.
Los tres jóvenes se abrazaron, su plan había funcionado, pero en la mente de Hermione flotaba un pensamiento que no la dejaba alegrarse completamente "¡Fue demasiado fácil", solo el tiempo le diría porque todo había ocurrido así. La idea de contarle a Agatha la verdad sobre la profecía había sido arriesgada pero aparentemente acertada, la mayor parte del mundo mágico sospechaba que Harry estaba destinado a enfrentarse a Lord Voldemort, así que simplemente le comprobaron un rumor y habían evitado revelarle sobre su misión o la profecía. Las cosas estaban bastante bien, ya habían destruido a Nagini, la serpiente mascota de Lord Voldemort, y tenían asegurada su estancia en la mansión Li.
Luego de unos instantes de alegría, volvieron a la realidad, habían olvidado algo muy importante, exigirle a Agatha mucha discreción; ahora les preocupaba su desaparición en el momento que dio por finalizada la reunión. Sabían que debieron decirle que el Ministerio no podía saber sobre su ubicación, pero ya podían hacer nada al respecto. Subieron a sus habitaciones para bajar sus baúles, nuevamente convertidos en adornos de bolsillo, también llevarían a sus mascotas y un grupo de libros que Keiko le había obsequiado a Hermione; dentro de muy poco tendrían que viajar una vez más.
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Muchas gracias por los reviews, su apoyo es muy importante
Lia Du Black: en los próximos capítulos habrá más (mucho más) sobre oriente, su cultura, su magia; espero que lo desfrute mucho
Sher Jo: no fue coincidencia, fue simplemente el destino :) sus palabras de aliento me han animado y por eso el capítulo 4 ha llegado un poco antes de lo planificado.
Se que no es muy largo, pero fue escrito con mucho cariño. Espero que lo disfruten mucho
