Disclaimer: Todos los personajes y lugares de la serie de Libros "Harry Potter" pertenecen a J. K. Rowling, lo demás es mío.
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Capítulo 8: Viaje a Budapest, entre Celos y Ataques
Era una mañana muy hermosa, perfecta para volar; Lien ya estaba lista junto a Chin, esperando a Ron para ir a la tienda de los gemelos. El trío dorado había acordado proveerse de algunas cosas de la línea de 'Defensa contra las Artes Oscuras', tal vez les serían útiles en Hungría pues no estaban seguros de que les esperaba. Ron se despidió de sus amigos en el salón de prácticas y se dirigió directamente a la habitación de Chin, sabía que iba un poco retrasado por lo cual no se detuvo en las cocinas para comer algo, como era su costumbre.
"Buenos días Lien" dijo Ron en cuanto llegó a la habitación, "por favor disculpe la demora"
"Buenos días Ronald" respondió Agatha con una pequeña reverencia, "no se preocupe"
"Tengo una duda, en occidente la cría de dragones está prohibida como llegaremos hasta el Callejón Diagon?" preguntó Ron.
"Primero iremos a un lugar muy especial, ahí dejaremos a Chin y tomaremos las escobas" respondió sonriente Lien.
"Bueno, entonces es mejor irnos, no hay tiempo que perder" dijo Ron con buen humor.
El viaje fue muy placentero, parecía que la joven había nacido sobre un dragón pues el hermoso animal hacía lo que ella le pidiera. No tardaron mucho en llegar a lo que parecía ser una antigua mansión, los dos jóvenes bajaron pero solo Lien se dirigió a la entrada, ahí habló con uno de los guardianes de la casa, unos treinta brujos de diferentes Clanes la protegían, y los dejaron pasar. Llevaron a Chin a una de las habitaciones de los dragones Li y luego fueron guiados a un gran salón donde había todo tipo de escobas, motos mágicas y otros medios de transporte, seleccionaron dos escobas veloces y seguras y se marcharon. Lien le explico a Ron que esta mansión era como una estación de descanso para los dragones de todos los clanes, precisamente porque en Occidente no eran aceptados.
El volar en escoba trajo muchos recuerdos a Ron, había pasado mucho tiempo desde la última vez que había disfrutado de esa sensación de libertad que le producía el volar; ahora él era el maestro, obviamente Lien era experta con los dragones pero el joven pelirrojo tenía más pericia con la escoba, además era él quien guiaba hacia la tienda de sus hermanos. A pesar de disfrutar del viaje, Ron se preguntaba porque no utilizaban los polvos flu para llegar rápidamente al Callejón Diagon; quizás un traslador hubiese sido más efectivo o aparecer, bueno él no había obtenido su licencia pero habia mejorado mucho su técnica en los últimos meses. Para sorpresa de Ron llegaron al callejón en menos de una hora, eran realmente rápidas las escobas en las que viajaban, el embrujo que se utilizaba en ellas era una mezcla de magia occidental y oriental. Una vez en el callejón, guió a Lien hacia la tienda de bromas de sus hermanos, sabía que podía confiar en la discreción de los gemelo; casi podía ver las caras de Fred y George al verlo llegar en compañía de la hermosa Lien.
"Esta es la tienda de mis hermanos Lien" dijo Ron señalando el establecimiento con los fuegos artificiales.
"Ronald, es obvio que a sus hermanos les va muy bien con el negocio" dijo Lien mientras se dirigían a la tienda abarrotada de clientes.
"Si, ellos son excelentes negociantes" respondió Ron, recordando que inclusive a él que era su hermanito le cobraban la mercadería que deseaba.
Entraron en la tienda y con mucha dificultad lograron llegar hasta uno de los estantes, Ron buscaba a sus hermanos pero Lien empezó a analizar la mercadería de la tienda. Todas las cajas tenían imágenes muy sugerentes y letreros imaginativos, los gemelos sabían como llamar la atención.
"Esto es interesante" dijo Lien tomando una de las cajas que se encontraban en la tienda, era una versión mejorada de 'soñar despierto', "hace tiempo hice algo parecido con una mezcla de hierbas orientales y un par de conjuros antiguos que tuve que adaptar" dijo con una amplia sonrisa, "Keiko fue mi conejillo de Indias" continuó entre risas, "por suerte los efectos colaterales de los dos primeros intentos no fueron muy graves" añadió guiñándole un ojo a Ron, el cual miraba perplejo a Lien, en la mansión ella parecía siempre tan seria, no se le hubiese ocurrido que dedicara tiempo a ese tipo de conjuros y mucho menos que utilizara a la pequeña japonesa para 'experimentar', había conocido una nueva faceta de su anfitriona.
"Es un placer encontrar a alguien que comparta nuestro gusto por la experimentación no tradicional" dijo George con una gran sonrisa mientras se acercaba a la joven, "permítame presentarme, soy George Weasley" añadió haciendo una reverencia.
"Y yo soy Fred Weasley" intervino Fred, que había aparecido junto a su hermano.
"Mucho gusto señores Weasley, mi nombre es Li Lien" respondió la joven recuperando la formalidad que Ron conocía, "su hermano Ronald deseaba hablar con ustedes" dijo señalando al pelirrojo que veía enojado a sus hermanos por haberlo ignorado todo este tiempo, "y me solicitó que lo acompañe" añadió con una leve sonrisa.
"¡Ronald, no te había visto" dijo burlonamente George acercándose a su hermano.
"La verdad es que te vimos desde el otro lado de la tienda, pero al acercarnos pensamos que nos habíamos equivocado" dijo Fred fingiendo tono serio, "no podíamos creer que nuestro hermanito pudiera estar acompañado de tan bella joven" concluyó dedicándole una sonrisa a Lien, quien se sonrojó por las palabras del travieso Weasley.
"Ustedes no cambian" dijo Ron más rojo que su cabello, mientras sus hermanos reían con gran alegría.
"Presumo que tienen mucho de que hablar es mejor que me retire" dijo Lien haciendo una reverencia a modo de despedida, "regresaré en una hora si usted está de acuerdo" finalizó viendo a Ron.
"Es perfecto" dijo Ron.
"Por favor Lien, permítame acompañarla para que disfrute su visita al callejón Diagon" dijo Fred extendiendo su brazo a la joven.
"Muchas gracias señor Weasley" respondió Lien mientras aceptaba el brazo de Fred y sus mejillas se tornaban rosadas nuevamente.
En cuanto Fred y Lien se marcharon, George se puso serio y guió a su hermano a la parte de atrás de la tienda.
"Ocurrió algo, necesitan nuestra ayuda?" preguntó George luego de cerrar la cortina.
"No te preocupes" respondió Ron para tranquilizar a su hermano, seguramente sabía lo del ataque en el cementerio y sospechaba que irían a otra 'expedición'.
"Por favor Ron, no hemos tenido noticias suyas en casi un mes, la última carta fue sobre lo ocurrido en el cementerio, y ahora te apareces aquí como si nada" dijo George con un tono serio que no combinaba con su carácter bromista.
"Lo se, pero debíamos prepararnos…" dijo Ron sorprendido por la actitud de su hermano, parecía que estaba hablando con su madre y no con George, "seguramente la próxima semana reciban una carta nuestra" concluyo recordando que Hermione les escribiría luego de cada búsqueda para tenerlos informados, sin importar lo que ocurriese la castaña diría la verdad.
"Eso quiere decir que saldrán de nuevo de su escondite" dijo el pelirrojo mirando a su hermano.
"Si y necesitaremos algunas cosas de su línea de 'Defensa contra las Artes Oscuras', aquí está la lista que hizo Hermione" dijo Ron mientras le daba un pergamino a su hermano.
"Le pediré a Verity que te surta el pedido" respondió George mientras salía para entregar el pergamino a la joven de cabello rubio.
Ron se quedó pensando en Fred y Lien paseando por el callejón, conocía a su hermano y estaba seguro que intentaría sacarle información a la joven china, seguramente ese día descubrirían que se escondían en la mansión Li, se repetía una y otra vez que debió impedir que salieran juntos. Al poco rato regreso George.
"La cuenta será bastante alta, Hermione ha pedido muchas cosas" dijo George recuperando su habitual tono.
"No importa" respondió Ron mientras sacaba la bolsa con monedas.
"Acaso intentas engañarme con oro Leprechaun?" pregunto George riendo.
"No!" dijo Ron molesto.
"Tranquilo hermanito, como se trata de una compra para salvarles la vida a Hermione y Harry, no te cobraremos" dijo George con una sonrisa ante la mirada de enojo de Ron, "ahora cuéntame todo lo que ha ocurrido en este tiempo, en especial quien es esa bella joven que te acompaña, acaso decidiste romperle el corazón a Hermione?" añadió sentándose junto a su hermano, quien se había sonrojado mucho al pensar en la castaña.
"Ambas son solo mis amigas" atinó a decir Ron.
"Si tu lo dices!" exclamó el pelirrojo guiñándole un ojo, "pero tendrás que contarme el resto" añadió.
Ron resignado le contó a su hermano lo que ocurrió en el cementerio, el ataque de los dementores, como un mago que no conocía le había salvado la vida, el gran trabajo de Hermione con los mortífagos y como Harry había matado a la serpiente, vengando el ataque que había sufrido hace más de un año el Sr. Weasley. Luego simplemente le dijo que estaban en un lugar seguro en el cual entrenaban muy duro para los retos que aún les faltaba enfrentar, por más que George insistió no pudo conseguir que su hermanito soltara la ubicación de este lugar, pero si logró saber que había estado en la casa de los señores Granger, lo cual era obviamente un gran avance en su relación con Hermione, solo faltaba que le declarara sus sentimientos. Por su parte George, le contó que ellos habían conseguido entrar a la Orden del Fénix, a pesar de los reclamos de su madre y la oposición de su padre, ya eran adultos y tenían derecho a luchar en contra de quien-tu-sabes. Luego empezaron a conversar sobre Bill y Fleur, Remus y Tonks, sus padres y por supuesto de Ginny, todos extrañaban al trío dorado y esperaban con ansias noticias suyas; la plática fue muy agradable y la hora se pasó volando.
Mientras tanto Lien y Fred paseaban por diferentes tiendas, la joven china estaba disfrutando mucho de su visita, inclusive los vanos intentos del apuesto Weasley para sacarle información sobre el trío de Gryffindors la entretenían. Fred había usado sus encantos y sus mejores trucos para que Lien hablara, pero ella era más hábil siempre salía con alguna respuesta ingeniosa, larga y completamente inútil para los planes del joven, definitivamente se había encontrado con la horma de su zapato. Lien le había relatado cuales habían sido los efectos secundarios de su versión del encantamiento 'soñar despierto' en sus primeros intentos y como su hermana mayor la había castigado por hacer uso indebido de sus habilidades; luego le contó sobre sus otros experimentos, a diferencia de los gemelos Lien no buscaba hacer bromas sino descubrir la forma de ayudar a su Clan, aunque sus propósitos en algunas ocasiones no eran correctamente entendidos por su padre o su hermana. Al final de la visita, fue la joven china la que obtuvo información de Fred muy útil para sus próximos proyectos con hierbas para curar diferentes heridas y padecimientos, después de todo los gemelos siempre investigaban un antídoto antes de sacar al mercado uno de sus 'salta clases'; por el contrario, el joven Weasley no consiguió sacarle nada a la misteriosa y hermosa Lien.
De regreso en la tienda, Ron y Lien se despidieron de los gemelos. Volaron hasta la antigua mansión donde los esperaba Chin y finalmente regresaron a la casa de los Li, en total habían estado poco más de tres horas fuera. Durante el viaje Lien le dijo a Ron que no se preocupara que no había revelad nada a su hermano Fred, aunque este había intentado con vehemencia que ella hablara más de la cuenta; le recordó con una sonrisa que la discreción es una cualidad muy valiosa; las palabras de Lien tranquilizaron al pelirrojo pues se había imaginado que ella se rendiría ante el interrogatorio de su hermano. Al llegar a mansión, Lien se quedó con Chin para asegurarse de que descansara puesto que había sido informada del próximo viaje del trío; por su parte, Ron se dirigió directamente al salón de prácticas para ultimar los detalles de su expedición a Hungría con Harry y Hermione.
A la mañana siguiente partieron rumbo a Hungría, a pesar de que Ron les había hablado sobre la estación de descanso para los dragones, decidieron viajar con Chin hasta Budapest; ahí lo esconderían mientras buscaban la taza de Hufflepuff, Hermione estaba segura de que Viktor los podría ayudar con eso también pero aún no les había contado a sus amigos sobre la intervención del Búlgaro pues le aterraba la reacción de Ron.
Al llegar a Budapest, la Perla del Danubio, Harry se quedó con Chin cerca del río ocultándolo con el encantamiento Desilusionador, mientras que Hermione y Ron se dirigían a una taberna llamada "Mia" que se encontraba muy cerca de ese lugar. Al llegar a la taberna buscaron al cantinero y Hermione, vestida con una capa negra larga que tenía un extraño bordado negro en la parte delantera, le preguntó por "El Amo"; el hombre de rasgos duros miró desconfiado a la joven castaña, saco su varita y antes de que los Gryffindors pudiesen hacer algo lanzó un hechizo, el bordado de la capa se tornó dorado y se pudo apreciar su gran belleza.
"Señorita Granger, la estábamos esperando, por favor suba por esas escaleras" dijo amablemente el cantinero luego de comprobar la identidad de la visitante.
"Muchas gracias" respondió Hermione mientras se dirigía a las escaleras acompañada de Ron.
"Esperen un momento" dijo el hombre deteniendo el veloz paso de los jóvenes, "solo la señorita Granger tiene autorización para subir, usted deberá esperar aquí" añadió viendo a Ron.
"Esta bien Ron, yo puedo cuidarme" dijo Hermione para tranquilizar a su amigo.
"Te estaré esperando" respondió Ron mientras se sentaba junto al cantinero.
En el segundo piso Hermione se encontró con una puerta que tenía una inscripción "El Amo", ella sabía perfectamente quien estaría en ese cuarto y sentía nervios pues no lo había visto en casi dos años, habían seguido en contacto a través de cartas pero no era lo mismo, además las cosas ya no eran como cuando se encontraron en Hogwarts por el Torneo de los Tres Magos. La joven respiró profundamente para darse valor y tocó la puerta.
"Adelante" dijo una voz muy conocida.
"Hola Viktor" dijo Hermione luego de entrar al cuarto.
"Hola Hermone" respondió un hombre alto, de cabello negro, cejas pobladas y rasgos fuertes, el tiempo había convertido al buscador búlgaro en un hombre sumamente atractivo, "tengo todo listo, el pueblo queda a diez minutos" añadió mientras se acercaba a la castaña
"Muchas gracias" dijo Hermione un tanto sonrojada por la cercanía de ese hombre que le traía tantos gratos recuerdos, "debo pedirte otro favor"
"Por supuesto" respondió Viktor.
"Necesito un lugar para esconder a un dragón hasta que regresemos" dijo Hermione.
"Un dragón…" dijo el hombre mientras pensaba, "puede ser en la cabaña de Levski, está muy cerca"
"Bueno, debemos irnos" dijo Hermione antes de abrir la puerta para salir.
Juntos bajaron las escaleras rápidamente, Hermione esta visiblemente nerviosa por la posible reacción de Ron al ver a Viktor Krum. Ella conocía muy bien a su amigo, en el momento que el pelirrojo vio a la Gryffindor en compañía de su antiguo héroe de Quidditch sus orejas se pusieron tan rojas como su cabello, la identidad del mago que los ayudaría le había caído como un balde de agua fría. Por su mente pasaron tantas cosas, deseaba golpear al búlgaro pero sabía que no era el momento, debía controlarse antes de hacer alguna estupidez, en estos últimos meses Ron había madurado mucho y ya controlaba un poco sus arranques. Luego de saludar agresivamente a Viktor, Ron se acercó a Hermione y la tomó por el brazo para que salieran de la taberna, la castaña sabía que en ese instante su amigo era como una olla de presión que podía estallar, así que se dejó llevar. No tardaron mucho en llegar donde estaban Harry y Chin, Viktor saludó al niño-que-vivió y lo guió hasta un viejo hotel llamado 'la cabaña de Levski' para ocultar ahí al ahora invisible dragón, esto le dio la oportunidad a Hermione de hablar a solas con Ron.
"Por favor, no te pongas así" dijo Hermione suplicante, al ver el rostro molesto de Ron.
"Justamente tenía que ser él quien nos ayudara!" dijo Ron mirándola a los ojos, "sabes que no me agrada ese sujeto" concluyó acentuando enojado la última palabra.
"No le digas así, Viktor se está arriesgando mucho, viajó desde Bulgaria para ayudarnos sin saber en que se estaba metiendo" respondió Hermione.
"Ahora lo defiendes" dijo el pelirrojo, "se me olvidaba que tú lo conoces mejor que cualquiera de nosotros" añadió recordando como Ginny le había contado que Hermione y Viktor se habían besado, esa era una herida que había vuelto a abrirse.
"¿Qué se supone que eso significa?" pregunto molesta Hermione.
"Bueno, te lo pasaste muy bien con él en cuarto curso" dijo Ron sin pensar en las consecuencias.
"Eres un idiota Ronald Weasley" dijo la castaña antes de abofetear al pelirrojo.
Antes de que Ron pudiese reaccionar y hacer alguna tontería, llegaron Harry y Viktor con cuatro escobas completamente negras. Gracias a la involuntaria intervención de los dos morenos, la discusión no continuó pero Hermione estaba realmente herida por las palabras de Ron, quien muerto de los celos seguía culpando al búlgaro por todo lo ocurrido mientras se frotaba su mejilla.
Los cuatro emprendieron el vuelo protegidos con un conjuro que hizo Viktor; durante el viaje Harry le pidió a Ron que se tranquilizara y se concentrara en la 'misión', sabía que era muy duro para su amigo, él había experimentado en carne propia el poder destructivo de los celos. Hermione volaba junto a Viktor, lo bueno de haberse peleado con Ron era que no estaba nerviosa sobre la escoba como siempre le ocurría, trataba de pensar en que parte de la dichosa propiedad podría haber ocultado el horcrux y cuales trampas había puesto aquel-que-no-debe-ser-nombrado.
Al cabo de diez minutos pudieron divisar el albergue para niños magos abandonados, luego de la desaparición de quien-tu-sabes en 1981 el lugar había sido reconstruido y había vuelto a operar. Pero al descender vieron con horror que el lugar había sido atacado; muchos pequeños magos, seguramente hijos de muggles, estaban sobre el césped, la mayoría muertos y los otros gravemente heridos. Hermione abrazó a Viktor y empezó a llorar por la rabia, los mortífagos eran unos seres nefastos sin corazón, asesinar a indefensos niños era demasiado, la mayoría no tenían más de 13 años.
"Es extraño que no esté la marca tenebrosa" dijo el búlgaro aún abrazado a Hermione para consolarla.
"Tienes razón, esto no está bien" dijo Harry.
De repente escucharon el encantamiento 'Morsmordre!' proveniente de la parte de atrás del albergue y en seguida se levanto hasta el cielo la marca tenebrosa, los mortifagos aun se encontraban en la propiedad. Con cautela fueron al lugar del cual surgido el enorme cráneo verde con lengua de serpiente y se encontraron con un par de enmascarados, dos seguidores cercanos del Señor Oscuro a los cuales reconoció de inmediato, ellos habían estado en la 'resurrección' y ahora habían asesinado a todos estos niños por el simple hecho de no ser hijos de brujos. Uno de los mortífagos se abalanzó sobre Harry, el otro eligió como víctima a Hermione, pero los jóvenes se habían preparado muy bien y con ayuda de Ron y Viktor consiguieron detener a los atacantes; no fue algo fácil, pero con el tiempo se habían convertido en magos muy fuertes. Luego de lanzar embrujos aturdidores a los mortífagos, los ataron para que no pudiesen escapar hasta que llegasen las autoridades pertinentes, puesto que la marca tenebrosa seguramente había alertado a los habitantes de las poblaciones cercanas.
Hermione le pidió a Viktor que esperara mientras ellos buscaban algo en el bosque, desde que divisaron el albergue pensó que ese era el lugar ideal para ocultar el horcrux. El trío dorado se adentró en el bosque y encontraron un extraño árbol, su apariencia era simplemente tenebrosa ni siquiera el Sauce Boxeador podría producirles el miedo que este retoño maligno. Hermione se acercó al árbol y recitó un conjuro, tal como sospechaba estaba embrujado, pero ella había leído sobre el hechizo que habían empleado y sabía perfectamente como deshacerlo; luego de dibujar símbolos de runas antiguas mientras cantaba el contra-hechizo con la entonación adecuada, el árbol se abrió dando paso a unas oscuras escaleras. Los tres jóvenes bajaron por las recién descubiertas escaleras y llegaron hasta una especie de habitación subterránea, en el centro de la misma había un pedestal con una caja de cristal que contenía la taza de Hufflepuff, se sorprendieron al ver miles de serpientes protegiendo el pedestal, seguramente habían sido conjuradas cuando abrieron la entrada. Para un intruso hubiese sido muy difícil controlar a este gran número de animales mágicos, pero Harry hablaba Parsel, al igual que aquel-que-no-debe-ser-nombrado, así que simplemente les dijo a las serpientes que le permitieran llegar hasta la caja de cristal. Conforme el moreno avanzaba, las víboras se retiraban dejándole el paso libre, al llegar al pedestal Harry tomó la caja y regresó donde estaban sus amigos. El trío de Gryffindor subió las escaleras, guardaron el horcrux en la mochila de Hermione y salieron del bosque.
El regresar a la propiedad, observaron que Viktor había atrapado a otros dos mortífagos que habían llegado poco después de su incursión en el bosque. En el momento que los tres jóvenes se aproximaron hacia el búlgaro, aparecieron otros tres mortífagos y una lucha se inició; Hermione estaba agotada por el conjuro que había hecho en el bosque pues se trataba de magia muy antigua que requería de mucha energía, así que la enmascarada que la había atacado la estaba aventajando, lo cual fue notado por Viktor y Ron quienes presurosos quisieron ayudarla, pero el pelirrojo aún se enfrentaba a un mortífago que le lanzaba continuamente la maldición 'Cruciatus' así que el héroe fue el búlgaro. Viktor lanzó un hechizo no verbal que impactó en el pecho de la mortífaga, la cual cayó al suelo maldiciendo a todos; Ron logró aturdir a su atacante y corrió a ver si Hermione se encontraba bien, al igual que Harry.
"Te encuentras bien" dijo olvidando por completo que supuestamente estaba enojado con la castaña, pero la expresión de su rostro cambió al ver como Hermione besaba en la mejilla a Viktor en señal de agradecimiento.
"Creo que debemos irnos, dentro de poco llegarán los miembros del ministerio y no es prudente que nos encuentren aquí" dijo Harry antes de que su amigo volviese a explotar.
"Harry tiene razón" dijo Viktor, "pero antes debemos atara a estos tres" añadió señalando a los mortífagos que los habían atacado hace unos instantes.
Luego de hacer lo que Viktor habia sugerido montaron sus escobas y retornaron a Budapest; fueron directo a 'la cabaña de Levski' para buscar a Chin convencidos de que sus aventuras por ese día habían terminado, pero estaban equivocados, el hotel estaba siendo atacado por un grupo de dementores, aparentemente un grupo de los niños del albergue había ido de paseo a la capital y se hospedaban ahí. Los cuatro brujos sacaron sus varitas para defender a los asustados niños, no habían logrado salvar a los que estaban en el orfanato pero a estos los protegerían a un a costa de sus vidas. Tomaron posiciones estratégicas y lanzaron el 'Expecto Patronum!' al mismo tiempo, de tal forma que el pequeño y viejo hotel acechado por esos seres oscuros se vio cubierto por los rayos plateados que se transformaron en un ciervo, una nutria, un león y un lobo. Los animales protectores ahuyentaron a los dementores, pero no podían quedarse para celebrar así que rápidamente se subieron en Chin, inclusive Viktor puesto que no debía ser visto ahí, y se fueron.
El trío dorado llegó al jardín de la mansión luego de dejar a Viktor en Bulgaria, habían estado todo el día afuera y deseaban descansar, además no sabían bien como destruir el horcrux. Al reactivar sus invitaciones se encontraron con Agatha y Lien en la puerta de la mansión.
"Tienen un objeto embrujado con artes oscuras" dijo Agatha en cuanto los vio, "debe ser purificado o destruido antes de que entren a la mansión" añadió mientras sacaba su varita y Lien escribía algunos símbolos chinos sobre un grupo de pergaminos.
"Por favor Hermione, saque el objeto para que nosotras nos encarguemos" dijo Lien señalando la mochila de la castaña.
Hermione miró a Harry, no estaba segura de lo que debía hacer. El moreno viendo la decisión de las dos mujeres chinas le hizo señas para que sacara la caja de cristal con mucho cuidado. En cuanto la joven Gryffindor dejo la caja en el piso, Agatha lanzó un hechizo que la elevó unos dos metros y luego otro que la destruyó, dejando libre la taza; en ese momento Lien arrojo sobre el horcrux el grupo de pergaminos rodeándolo por completo, las dos hermanas empezaron a recitar un conjuro en chino y de la taza empezó a salir un liquido negro que antes de llegar al suelo del jardín era consumido por una luz intensa que semejaba un remolino. Luego de que terminaron el hechizo, Agatha se acercó a la taza para examinarla.
"Ya ha sido purificada" dijo al cabo de unos instantes, "por favor disculpen que no los saludara como es debido, pero el objeto que ustedes traían era sumamente peligroso" añadió haciendo una reverencia a los recién llegados.
"¿Cómo sabe usted eso?" pregunto bastante intrigado Harry.
"Hice un conjuro de protección para la mansión que me permite saber cuando hay magia oscura en la mansión" respondió Agatha, "en cuanto pisaron el jardín fui alertada sobre este… taza" completo tomando el objeto entre sus manos.
"Si ustedes la hubiesen tocado se habrían contaminado" dijo Lien muy seria, "ese tipo de cosas deben ser manejadas con mucha cautela, algunas heridas producidas por estos artefactos simplemente no pueden curarse"
"Usted tiene razón" dijo Harry recordando la herida que el anillo de Marvolo Gaunt le había producido a Dumbledore, "gracias por ayudarnos a… purificarlo" añadió mirando a Agatha.
"Ese era nuestro deber" dijo Agatha.
"Ahora por favor entren a la mansión" indicó Lien, "seguramente están muy cansados, pero es mi deber informarles que la casa de los Mikawa fue ataca esta tarde"
"Keiko!" dijo muy asustada Hermione.
"No se preocupe señorita Granger, gracias a Merlín no hay víctimas que lamentar" intervino Agatha, "pero a partir de hoy Keiko será nuestra invitada, al igual que ustedes"
Los tres jóvenes entraron a la mansión y se encontraron con Keiko. La joven japonesa les relató como los mortífagos habían atacado, por suerte Agatha y Lien estaban en la casa de los Mikawa por su cumpleaños y pudieron detener a los invasores, pero este incidente había sido la gota que derramó el vaso y su padre por fin había aceptado la propuesta de su madre de enviarla a la mansión Li. Les explicó que el día de la ceremonia de Morrigan, su madre había solicitado la protección del Clan puesto que habían recibido muchas amenazas, la Sra. Mikawa estaba muy asustada; Li Kun había dado su aprobación al igual que Agatha, pero Mikawa Mamoru había decidido que la joven no se movería de su casa a menos que fuese completamente necesario, no quería mostrarse débil ante los seguidores del Señor Oscuro.
Harry se puso a pensar en lo que habían vivido ese día, en desalmados que eran los mortífagos, asesinaban niños por no ser de sangre pura o porque sus padres no deseaban seguir a Lord Voldemort; de repente pensó en Malfoy, él aún no era tan ruin como los otros mortios, se acercó a sus amigos para discutir y luego fue a ver a Agatha.
"Señorita Li, deseo informarle que damos nuestro consentimiento para que Malfoy pueda ser recibido en la mansión" dijo Harry
"Se que fue una decisión muy difícil" dijo Agatha mirando los ojos verdes del moreno.
"Lo fue, pero inclusive él se merece la oportunidad de cambiar" dijo Harry antes de marcarse.
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Espero que les guste la historia, es el primer fic que escribo.
Disculpen por la demora, la verdad es que me ha llovido sobre mojado :D Esperando compensar la demora me he esmerado en los cap 8 y 9.
Un gran beso a todos, en especial a Sher Jo y Lia Du Black. Por cierto, Lia si le dieron la oportunidad a Draco ;-)