Capítulo 6

Remus, al llegar a su casa, pudo notar que se encontraba sólo; sus padres no estaban. Se dirigió a al cocina por algo de tomar y pudo ver una nota dejada cuidadosamente en el mesón. Era de sus padres, informándole que estarían fuera por toda la noche. Una sola idea se le cruzó por su mente y que era extremadamente necesaria en los momentos en que estaba.

Se dirigió a su habitación. Abrió el primer cajón de un escritorio viejo, ya desgastado. Sacó un pergamino y una pluma, y lo más rápido que pudo, mandó la carta hacía el destinatario, quien, minutos después la recibió.

Remus se recostó sobre su cama, observando el techo, en el cual habían varias telarañas; tan perfectas. Comenzó a pensar sobre cómo podían hacerlas las arañas, tener tanta precisión, de cómo algo podía ser tan perfecto, y sin quererlo, se acordó de Nhy... Estaba bastante enamorado de ella, desde a principios del 2do año en Howgarts cuando se dio cuenta de lo hermosa que era, y tan encantadora. Tenía algo especial que lo hacía estar en las nubes cada vez que le dirigía la palabra.

Remus se encontraba tan ensimismado con los recuerdos de su amada que no se dio cuenta de que afuera de la casa, un joven tocaba el timbre insistentemente.

- ¡REMUS! ding dong (N/A: sonido del timbre) ¡REMUS! – gritaba Sirius sin obtener respuesta hasta que un joven alto y de rostro cansado le abrió. Se sonrieron para luego abrazarse eufóricamente, como hermanos.

- ¡Sirius, viniste! ¿Cómo has estado? – le preguntó Remus contento. Sirius le sonrió pícaramente.

- De maravilla, pero tú ¿Estás bien? Te noto cansado – dijo Sirius preocupado. Remus asintió con la cabeza.

- Es solo que... se acerca la luna llena – dijo casi en un susurro. Remus Lupin le tenía miedo y una preocupación enorme a las noches de luna llena por un solo propósito; era un hombre lobo. En los años en Howgarts, Sirius y James se habían vuelto animagos para acompañarlo pero ahora en vacaciones, debía estar por su cuenta.

- Pues, Remus, ¿Para qué me invitaste? Debe haber una razón – le dijo pícaramente.

- Pasa, adentro te lo cuento – Sirius entró agradecido y los dos pasaron al living de la casa. Remus se sentó frente a Sirius y le contó su idea.

- ¡GENIAL! TODO UN MERODEADOR – dijo Sirius eufórico – Vaya, nunca creí escuchar eso de tu boca, tal vez de la mía o de James pero ¿De la tuya? Wow – Exclamó sonriente.

- Ya, ya, ¿Llamamos a James? – Sirius asintió alegre recostándose en el respaldo del sillón con los brazos abiertos, soltando un leve suspiro.

Unos minutos más tarde de que Remus llamara a James, con Sirius comenzaron a hablar de temas como de chicas y Quidditch, cuando de pronto el timbre sonó.

- Debe ser James – dijo Remus levantándose del sillón para abrirle la puerta a su amigo quien venía muy bien acompañado.

- ¡Remus! ¿Qué tal? ¿Te acuerdas de Amanda? – Dijo James alegre de ver a su amigo. Remus asintió dejándolos pasar.

- ¡James, cuánto tiempo! – exclamó Sirius, levantándose para abrazar a su amigo – Vaya, Amanda, te ves hermosa – le dijo coquetamente logrando que las mejillas de la chica se tornaras rojas.

- Pues, ¿Para qué me llamaste Remus? Ojalá que sea por algo bueno ya que teníamos una cita con Amanda – dijo James mirando a su amigo.

- ¡Pero si es excelente! No te arrepentirás – le dijo Sirius – Vamos, Remus, cuéntale.

- Mira, mis padres no están y de seguro llegarán mañana... así que, estaba pensando en...

- ¡FIESTA! – Exclamó Sirius eufórico moviendo sus caderas de lado a lado con los brazos alzados en el aire – Vamos a besarnos, vamos a beber, vamos a bailar hasta que nos duelan los pies – cantó animado, bailando alrededor de sus amigos quienes se reían.

- ¡Genial! ¿No, James? – le dijo Amanda alegre – Llamaré a todas mis amigas y que traigan ellas amigos. Será la mejor fiesta, Remus, no te preocupes – le dijo coquetamente.

- Pero, pero no algo tan grande, yo hablaba de algo más discreto – Dijo Remus nervioso. Nunca había dado una fiesta en su casa y no sabía cómo sus padres reaccionarían.

- Remus, Remus, Remus... – le dijo Sirius colocando su brazo sobre los hombros del chico – Deberías relajarte. Estamos en verano, no hay McGonagalls por estos lados ni una hora tope. Además, te lo mereces amigo. Mira... James y yo nos haremos cargo de todo así que no te preocupes, ¿Si? Toooodo estará bajo control – Sirius le sonrió pícaramente (n/a: como siempre xD) y, sin dejarle hablar, se dirigió a Amanda.

- Mandis, tu debes llamar a TODAS las amigas que tengas, pero de las buenas ¿Eh? – Sirius le sonrió coquetamente mientras que la chica le devolvía la sonrisa – Y tú James, debes hacer unas llamadas para la comida y las bebidas... Y por supuesto, yo haré el resto que serán sólo detalles – Todos asintieron sonrientes.

- Hace tiempo que no me llamaban Mandis – le dijo la joven seductoramente. Sirius le guiñó el ojo y se dio la vuelta para quedar mirando a Remus, el cual tenía una cara de desconcierto terrible.

- ¿Qué dije Remus? Debes relajaaaaaarte, amigo – Le dijo volviendo a tomarlo por los hombros – Somos buenos amigos ¿No? Confía en mí, todo saldrá bien, enserio – Sirius trató de ponerse serio pero las ganas de que comenzara la fiesta no le dejaban estar tranquilo – Bien – aplaudió con sus manos – ¡Todos hagan lo que les dije! La fiesta comenzó.

oOoOo

- Sí, sí... por supuesto. Ahí estaré – dijo un joven por teléfono, en la cocina de su casa. Eran las 10 de la noche y ya había cenado. De pronto escuchó una voz por detrás.

- ¿Dan? ¿Qué haces? – Preguntó una joven sonriente – Vamos a ver películas, ¿No quieres venir?

- No, gracias Brenda, iré a una fiesta que dicen que estará buenísima – Dijo el chico entusiasmado - ¿No querrás venir? – La chico le observó dudosa – Lo pasaremos bien.

- Te refieres a Derek, a mí y a ti, ¿No? – Preguntó curiosa.

- Eh, si, si, pues claro, no íbamos a ser nosotros solos – dijo nervioso, sabiendo que su corazón se rompía en ese preciso momento. Brenda le sonrió despreocupada.

- No, claro que no. Bueno pues, le diré a Derek.

- ¡Ah! y podrías invitar a Nhyla y a Lily si es que quieren. Me dijeron que dejaban que fuera otra gente – dijo el joven sonriente.

- Sería genial, hablaré con Derek – Brenda salió de la cocina bajo la apenada mirada del chico.

- ¿Derek?

- Estoy detrás de la televisión – le dijo consiguiendo conectar el video a la televisión para poder ver las películas - ¿Qué pasó? – le dijo luego de salir detrás de la pantalla.

- Dan me contó que hay una fiesta donde lo invitaron y me preguntaba si te gustaría ir... – Derek la miró unos momentos en silencio cosa que incomodó a la chica - ¿Quieres?

- Creí que veríamos películas – le dijo el chico como si fuera lo más obvio del mundo. Brenda se acercó a él lentamente.

- Sí, pero es una buena idea salir, además la noche está cálida y sería bueno relajarnos.

- Podríamos relajarnos viendo películas – dijo insistente el joven.

- Derek, si es que no quieres sólo dímelo, y no vamos.

- Es que adoro a Uma Thurman, y adoro Kill Bill, pero yo haré lo que tú quieras, amor – Derek la abrazó suavemente y la besó en la frente, cosa que hizo a Brenda sonreír - ¿Iremos?

- Me gustaría, en verdad. Además, me encanta bailar contigo – dijo sonriente

- Podríamos bailar aquí mismo – Derek comenzó a bailar junto a ella mientras que la chica reía.

- Estás loco – dijo entre risas

- Por ti – (n/a: jeje típica frase :P) Derek le besó suavemente en los labios. Brenda le devolvió el beso y se quedaron juntos, abrazados, cuando una voz les interrumpió.

- Brenda – dijo Dan un poco tenso - ¿Irán? – Brenda le asintió extrañada por el comportamiento del chico.

- Ah, debo llamar a mis amigas. ¿Les digo que vengan para acá y de ahí nos vamos todos juntos? – Le preguntó a Derek el cual le asintió. Brenda se dirigió a la cocina donde se encontraba el teléfono para avisarle a Nhy y a Lily sobre la fiesta.

- Creo que te veré otro día Uma, otro día – dijo Derek observando una caja de película en sus manos. La dejó sobre la televisión y se sentó en el sillón a esperar.

- ¿Puedo acompañarte? – le preguntó Dan apareciendo por el pasillo.

- Claro, siéntate – Dan se sentó frente al joven y se quedaron unos segundos en silencio.

- Te va bien con Brenda – dijo tratando de parecer indiferente.

- Sí... es maravillosa. Tengo mucha suerte – dijo Derek sonriendo.

- Por ahora – dijo Dan casi ni audible.

- ¿Qué dijiste? – le preguntó Derek extrañado. Dan negó con la cabeza cuando entró Brenda a la estancia.

- Vienen en camino – les dijo contenta - ¿In...interrumpí algo? – les dijo nerviosa, pero al ver a Dan negándole sonriente, se sentó al lado de su novio.

- ¿Y de quién es la fiesta? – preguntó Derek ahora con más entusiasmo.

- No lo sé, me llamó un amigo; Alan, ¿Te acuerdas de él Brenda? – le preguntó Dan sonriente. Brenda asintió contenta – Bueno pues, a él le habían llamado antes pero no le habían dicho nada, sólo la dirección.

- Y ¿Cómo está Alan? Hace años que no hablo con él – dijo Brenda curiosa.

- Ha estado bien, aun que un poco insoportable por ser tan fanático de los videojuegos de peleas. No se detiene de hablar de ellos – dijo divertido.

- ¡Me acuerdo que le encantaban! Hasta yo le regalé uno que era de mi hermano menor.

- ¿De Theodor? – preguntó Dan con una peculiar emoción en su voz, mientras que Derek ponía sus ojos en blanco.

- Sí... – dijo Brenda contenta - ¿Todavía te acuerdas de su nombre?

- Cómo olvidarlo. Tantas veces que le dije Teddy y él me corregía.

- Es taaaan idiota... pero lo quiero.

- Que tierna – le dijo el chico mirándola directamente a los ojos, sin perder su sonrisa. Se quedaron así por un momento en silencio hasta que Derek comenzó a sentirse extraño.

- Pues, deberías invitarme a conocer a tu familia, ¿No, Bren? – le dijo Derek besándole la mano. Brenda rió divertida.

- Claro, sólo tienes que decirme cuándo.

- Creo que éste Miércoles estará bien – dijo Derek sonriéndole

- No lo creo – Los dos jóvenes miraron extrañados a Dan – Iremos a pescar con papá, ¿Lo recuerdas? – dijo molesto cosa extraña en él, pero es que se sentía tan celoso.

- Primero, Hugo no es mi padre y segundo, ¿Desde cuándo nos ha llevado a pescar? – dijo Derek comenzando a enojarse.

- A mí siempre me ha llevado a pescar...

- Porque es TÚ padre. De todas formas prefiero pasar un día con mi novia y sus padres que con Hugo yendo a pescar – dijo burlonamente.

- Cariño, si quieres puede ser otro día... como el viernes – dijo Brenda sonriente.

- Mh, no lo creo – Dijo Dan nuevamente, haciendo enojar a Derek.

- ¿Tú no lo crees? – le preguntó molesto.

- Vamos de compras con mamá – dijo como si fuera obvio.

- MI mamá, y nunca me había dicho eso – le contestó levantando la voz. Brenda le acarició el brazo en señal de que se tranquilizara cuando de pronto el timbre sonó.

- Yo voy – dijo Brenda nerviosa. Se dirigió hacia la puerta, la abrió y se encontró con sus dos amigas y una de ellas acompañada.

- ¡Brenda! – exclamó Lily eufórica. Las dos se abrazaron contentas - ¿Cómo has estado? Tanto tiempo que no nos hemos visto.

- Bien, bien, pasa – Lily entró sonriente. Luego, Brenda saludó a Nhy y a Aubert, el acompañante de su amiga.

- No te molesta que haya traído a Aubert, ¿No? – dijo Nhy preocupada. Brenda le negó con la cabeza indicándole que pasara dentro a la casa.

- Derek, estas son mis amigas del otro día cuando fuimos a tu tienda – Dijo Brenda señalando a Nhy y a Lily quienes le saludaron sonrientes – Y bueno, ya conoces a Aubert – Derek y Aubert se abrazaron eufóricamente.

- Lily, Nhy, ¿Se acuerdan de mi compañero de clases Dan Rufio? – las chicas le asintieron – Pues, él es hermanastro de Derek.

- ¡Qué pequeño es el mundo! – Exclamó Lily – Hola Dan, ¿Te acuerdas de Mí? – preguntó sonriente, dándole la mano.

- ¡Cómo olvidarte! Lilian Evans, la prefecta más temida de todo Howgarts – dijo divertido. Lily se ruborizó enseguida cosa que produjo las risas de los presentes.

- Bueno pues, ¿Nos vamos? – Preguntó Nhy ansiosa. Le tomó el brazo a Aubert y salieron en busca de un taxi. Los demás le siguieron animadamente.

Quedaban unas pocas cuadras para llegar a la casa y ya se sentían voces de gente y la música a todo volumen. Se hacía cada vez más fuerte a la vez que se acercaban. Cuando ya llegaron a la entrada, vieron una casa ni tan grande ni tan pequeña. Era blanca y tenía dos pisos. Se veía bastante acogedora aunque estuviera de noche y la entrada llena de jóvenes.

- ¡Es bellísima! – Exclamó Nhy - ¿De quién será?

- No lo sé, pero lo único que quiero hacer ahora es bailar – dijo Brenda tomada de la mano de Derek – Vamos, amor.

Juntos, se dirigieron dentro de la casa seguidos de Nhy y Aubert y de Lily y Dan. Al entrar, todo se veía diminuto con la cantidad de gente que bailaba, conversaba o tomaba. Había varios jóvenes del colegio, que conocían, amigos o completos extraños. De pronto una mano detuvo a Lily suavemente. Lily se dio la vuelta para ver de quién se trataba y se encontró con James Potter.

- ¿Potter? Claro, cómo no lo pensé – dijo Lily molesta.

- ¿Qué tal Evans? No sabía que te gustara salir a fiestas – Lily le miró seriamente mientras que James le sonreía coqueto – ¿No quieres bailar?

- Contigo no – dijo la chica de mala gana – Ahora, si me dejas, iré con mis amigas.

- ¿Rae y Brenaman vinieron contigo? – Preguntó James extrañado. Lily se miró haciendo un gesto indicándole como si fuera lo más obvio del mundo – Estarán bien, ya están grandes. Ven a bailar conmigo... – le dijo en un tono más suplicante que invitación.

- No, Potter, anda a bailar con tus Barbies – dijo Lily indicando un grupo de chicas rubias vestidas seductivamente a otro lado de la estancia. James le negó con la cabeza sonriente.

- No, no, yo quiero bailar contigo – le dijo tomándole la mano. Lily se soltó de él al tiro, mirándolo severamente.

- No me toques, Potter, y no te me acerques – Acto seguido se dio la vuelta y siguió su camino, dejando a James Potter más embobado que nunca.

- Ey, James, ven a bailar, ¡Las chicas están hermosas! – Exclamó Sirius apareciendo de pronto - ¿Qué bicho te picó, Eh?

- Evans, Rae y Brenaman están aquí, ¿Sabías?

- ¿Qué? Vaya, que pequeño es el mundo – Dijo Sirius sonriendo maliciosamente - ¿No vienes a bailar? – le preguntó al muchacho quien despertó de sus pensamientos.

- Sí, sí, claro, enseguida voy – Sirius se separó de él dirigiéndose al grupo de chicas, que anteriormente Lily había indicado a James, sacando a alguna a bailar. Mientras que James se dirigió a una mesa donde todas las frituras y bebidas se encontraban, tomándose, eufórico, un vaso grande para luego perderse entre el barullo de gente.

Nhy había estado bailando junto a Aubert cuando le dieron ganas de tomar algo. Le indicó que pronto regresaría y se dirigió a la mesa de bebidas. Tomó un vaso y luego se fue de vuelta donde Aubert pero no sabía que en su camino se encontraría con alguien más.

- ¿Remus? ¿Qué haces aquí? – le preguntó la joven al verlo pasar junto a ella.

- Yo vivo aquí – le dijo el chico - ¿Y tú?

- Me invitaron... Oye, Remus, quería disculparme por lo de...

- No te preocupes Nhy, ya pasó – le dijo el chico interrumpiéndola. Luego de mirarse por unos segundos siguió caminando, pero Nhy le tomó del brazo para que se detuviera.

- Remus, espero que lo que ocurrió no arruine nuestra amistad, por que eso sería una lástima – dijo la joven apenada.

- No lo creo.

- Así que, ¿No estás enojado? – Remus le iba a contestar pero justo en ése momento Aubert llegó.

- Nhy, te he estado buscando – dijo el joven tomándola del brazo. Nhy le sonrió nerviosa al notar que estaba un poco bebido.

- Estaba con Remus – dijo la chica excusándose.

- ¿Quién es? – Preguntó Remus un poco molesto.

- Él es Aubert, el chico del que te hablé.

- ¿Le hablaste de mí? – preguntó Aubert sonriente. Nhy se ruborizó levemente – Que tierna, Nhy – dijo el joven tomándole la mano. Remus estaba que estallaba por los celos y lo único que pudo hacer fue darse la vuelta para irse de ahí

- Remus, espera – Le dijo Nhy tomándole del brazo para que se detuviera.

- Vamos, Nhy, no desperdicies el tiempo con ése idiota.

- ¿Cómo me llamaste? – le preguntó Remus a punto de estallar.

- Idiota – le repitió Aubert burlonamente. Nhy, al ver la mirada asesina en la cara de Remus, se colocó frente a Aubert.

- ¿Y lo defiendes a él? - Remus le miró desconcertado.

- No quiero que cometas una estupidez, Remus – Dijo Nhy controlando a los intentos fallidos de Aubert de lanzarse sobre Remus.

- Ah, claro, porque soy un estúpido, un idiota, y tú estás de acuerdo – le dijo bastante molesto.

- No, Remus, claro que no.

- ¡Claro que sí, Idiota! – dijo Aubert con una mueca de desprecio hacia Remus.

- Remus, él no sabe lo que dice, por favor, tranquilo – le suplicó Nhy pero Remus estaba demasiado orgulloso como para oírle y sin más pensarlo, al ver que Aubert se desprendía de los brazos de Nhy, le plantó un fuerte golpe en la cara cosa que provocó el enojo de Aubert así comenzando una pelea. Nhy les gritaba para que se detuvieran pero los chicos estaban muy ensimismados en ganarle al otro, por lo que hacían caso omiso a las palabras de la joven.

Un grupo de gente comenzó a amontonarse alrededor de ellos, algunos abucheaban, otros reían y otros sólo observaban. De pronto llegaron Lily, junto con Brenda y Derek, y por otro lado James y Sirius, dispuestos a sacar a su amigo de ahí.

- Tranquilo, Remus, detente – dijo James tomándole de los brazos. Remus seguía moviendo los puños de lado a lado para darle otra vez en la cara a Aubert quien estaba en los brazos de Derek, quien le intentaba tranquilizar.

- ¡Déjame darle su merecido!

- ¡Tranquilo! Después te arrepentirás – le dijo Sirius tratando de calmarlo.

- ¡Me ha llamado Idiota, el sinvergüenza! – Exclamó exasperado intentado soltarse de los brazos de James.

- ¡Lárguense! ¡El espectáculo ha terminado aquí, ahora VAYANSE! – Gritaba Lily a los jóvenes que se amontonaban para ver - ¡Sigan con sus propios asuntos!

- ¿Estás bien? – le preguntó Nhy a Aubert quien estaba ya abatido en el suelo con un labio partido y un ojo morado. Remus puso los ojos en blanco, comenzando a enojarse de nuevo.

- ¿Y te preocupas por él? ¡Él fue el que comenzó todo! – le dijo a Nhy quien ahora lo miraba molesta.

- No puedo creer lo arrogante que eres, ¿Acaso todos deben estar de tu lado? Y si él comenzó todo, ¿Qué? ¡Míralo! – le dijo furiosa frente a él.

- ¡Pensé que yo era tu amigo!

- ¡Lo eres pero él es a quien yo quiero con mi corazón! – Remus, al oír éstas palabras, se destrozó entero. Sintió cómo un balde de agua fría le volcaba encima de todo su cuerpo, y es que no podía soportar semejante situación.

- Está bien... Me alegra saber lo que sientes, Nhy – dijo Remus en un hilo de voz. James lo soltó, asombrado, y Remus subió caminando con paso seguro al segundo piso, seguido de James y Sirius, quienes miraban asesinamente a Aubert.

Nhy de pronto se dio cuenta del problema que había causado, y de cómo le había hablado a Remus. Derek y Brenda la miraban perplejos, al igual que Lily.

- Eh, será mejor que llevemos a Aubert a la cocina a sanar esas heridas – dijo la pelirroja todavía sin salir de su asombro. Brenda y Derek ayudaron a llevar a Aubert a la cocina mientras que Nhy no podía moverse del lugar donde se encontraba.

- ¿No vienes, Nhy? – le preguntó Lily de pronto.

- Sí, sí, claro... – Nhy la siguió lentamente a la cocina, todavía muy preocupada por lo sucedido hace escasos momentos.

¿Les gustó:P quedó más corto que los otros pero espero que les haya gustado.

Es como trágica mi historia pero bueno, después se vuelve menos trágica... no, la verdad que no xD

Espero que les esté gustando y por favor dejen reviews :D

Cuídense ;)

Maitte Potter.