Aquí el octavo capítulo. Disculpen por la demora que me había quedado sin Internet. Espero que les guste mucho.
Todos los personajes son pertenecientes a J.K. Rowling y algunos inventados son de mi creación ;)
Saludos a Marta Evans, a jAnE-dArLiNg y a los que lean este fic. ¡POR FAVOR! Dejen sus reviwes, no cuesta nada, gracias :P
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Capítulo 8
- ¿Nhy? – dijo una voz débil y grave, como si fuera la primera vez después de mucho tiempo que se usara.
- ¿Mamá? – dijo la joven por el otro lado del teléfono, algo asustada y preocupada.
- Hija – dijo la señora en un hilo de voz - ¿Sabías que te quiero mucho? – Nhy no pudo evitar llorar.
- ¿Dónde estás? El doctor me dijo ayer que hoy estarías mejor
- Sí, hija... ya estoy... mejor – Pero Nhy no lo creía, se escuchaba mal por el teléfono – Volveré a casa el jueves. Disculpa por no llamarte antes para así despedirme de ti con más tiempo.
- No te preocupes mamá, pero gracias.
- Suerte hija, no olvides que te quiero y que aquí estaré esperándote para cuando vuelvas. Saludos a tus amigas y estudia... Sé la mejor.
- Por ti, mamá, te veré de vuelta en vacaciones – le dijo limpiándose las lágrimas, sonriendo.
- Adiós, cariño, cuídate.
- Adiós... – luego de unos minutos ya había cortado.
- ¡Nhy, nos vamos! Apresúrate que ya nos quedan solo 20 minutos – le gritó Lily del otro lado de la casa. Cogiendo su equipaje, apresuradamente se dirigió hacia fuera de la casa y subió al taxi que sus amigas habían llamado.
Al poco tiempo ya habían llegado a la estación King Cross, atravesaron la pared que los separaba del mundo de Magia para así llegar a la estación 9 ¾, donde un hermoso tren escarlata estaba estacionado, esperando a todos los alumnos para partir.
- ¡Ey, Brenda! Ahí está Derek – le dijo Lily a la joven que corrió, soltando todo su equipaje, hacia donde su novio se encontraba, para besarlo románticamente.
- ¡Genial! Tenemos que llevar todo este equipaje al tren mientras que Brenda está de lo mejor con su novio – dijo Lily de mala gana.
- ¿Necesitan ayuda? – les preguntó una voz masculina a sus espaldas. Nhy y Lily se dieron la vuelta para quedar viendo a los Merodeadores.
- Claro – dijo Nhy agradecida. Remus tomó su equipaje y se fueron hablando camino al tren mientras que James ayudaba a Lily y Sirius llevaba el equipaje de Brenda.
- ¿Y cómo has estado? – le preguntó Nhy a Remus mientras que subían la tren.
- Perfecto, ¿Y a ti?
- Bien, ha sido... digamos que un buen verano – dijo la chica sonriente.
- ¿Y cómo está tu madre? – le preguntó el chico sin poder ocultar su preocupación.
- Está bien, mejor que antes. Volverá a casa ¿Sabías?
- Pues parece que todo está mejorando – le dijo Remus sonriente.
- Mh, no todo – dijo Nhy mirándolo intensamente.
- ¡Chicos! ¡Caminen, par de tortugas, que obstruyen la pasada! – gritó James impaciente. Nhy salió de su trance para darse cuenta de que muchos jóvenes esperaban a que ellos subieran al tren.
Al llegar arriba, Nhy fue en busca de un compartimiento vacío pero el único que encontró fue uno ocupado por Dan, el hermanastro de Derek.
- Hola – le dijo al chico quien se encontraba con sus pies sobre el asiento delantero, leyendo un extenso libro. El joven levantó su mirada para ver quien era la persona quien le saludaba y al darse cuenta de que era una de las amigas de Brenda, le sonrió amablemente - ¿Podemos, con mis amigas, quedarnos en éste compartimiento?
- Claro – dijo sentándose correctamente. Nhy guardó su equipaje y salió un momento del compartimiento donde Dan volvió a su lectura.
Momentos más tarde, Nhy volvió acompañada de una quejosa Brenda y de una Lily muy alegre.
- Hola – saludó Dan a las chicas.
- Hola, Dan – le contestó Lily con una sonrisa - ¿Cómo has estado?
- Bien – dijo el chico cerrando su libro, dejándolo a su lado para darle más atención a las chicas - ¿Y tú?
- Excelente – dijo soltando un suspiro y sentándose frente al chico.
- Es que se ha visto con Potter, por eso – dijo Brenda quejándose. Lily le miró enojada pero segundos más tarde volvía trayendo su radiante sonrisa.
- Sólo somos amigos – dijo aclarando las cosas mientras que Brenda ponía sus ojos en blanco – Y no seremos más que eso, ¿Entendido? – les dijo a sus amigas apuntándoles con el dedo, mirándolas desafiante.
- Está bien por mí – dijo Nhy quien no tenía ninguna intención en meterse en la vida de su amiga, pero Brenda bufó molesta.
- Sí, claro – dijo Brenda – de seguro que en solo una semana ya te estarás besuqueando con él.
- ¿Por qué te molesta tanto? – le dijo Lily exasperada.
- Porque es un merodeador, Lily, y siempre andabas diciendo que no tendrías ni una sola conversación con él y hora son grande amigos.
- Pero nada más, Bren, sólo deja de molestarme y meterte en mi vida – le dijo enojada cruzándose de brazos.
- Como quieras, de todas formas no era mi intención – Brenda le miró enojada para luego correr su mirada hacia otra parte del compartimiento mientras que Dan y Nhy se miraban preocupados.
- Chicas, no peleen ahora que entramos al colegio, ¿Sí? – les dijo Nhy. Lily corrió su vista y Brenda bufó. Nhy suspiró cansada.
- Éste será un laaaargo día.
oOoOo
- Sirius – dijo James cansado de tanto esperar – ¿Podrías dejar de mirarte al espejo por solo una vez y dejarme pasar?
- ¡Qué genio! – exclamó Sirius molesto, cerrando un pequeño espejo y guardándolo en su maleta para luego entrar al compartimiento donde Remus y Meter les esperaban.
- ¡Ey, chicos, miren! – Exclamó Peter – Es Marya – dijo embobado con ojos brillosos. Sirius le miró pícaramente. Observó hacia fuera, al pasillo y vio a tres chicas conversando animadamente.
Una de ellas era Marya Twain, hija del gran Marcus Twain, entrenador del grupo de Quidditch MuggleBeats. La chica era un tanto alta, de cabello castaño oscuro y ojos marrones hermosos. Estaba en la casa Huffelpuff, en 7mo año, y era amiga de Brenda.
Se encontraba rodeada de dos chicas rubias, guapísimas, que atrajeron la atención del morocho más por ser idénticas una a la otra. Eran gemelas, cosa maravillosa para Sirius Black, aunque nunca antes las hubiera visto.
Se levantó coquetamente, mirando a sus amigos y luego dirigiéndose hacia el grupo de chicas.
- Nunca se cansa de ser así – dijo Remus cansado observando a su amigo saludar a las chicas cortésmente. James le negó con la cabeza, orgulloso por su amigo.
- ¿Y cómo van las cosas con Nhy?
- Pues, todo bien... hasta ahora. No creo que pueda seguir estando cerca de ella sin poder besarla – dijo Remus agobiado siendo vigilado por la pícara mirada de James.
- Amigo, debes sólo aguantar unos días más... sólo tienes que seguir con el plan de sacarle celos.
- Estás animado hoy, ¿No? – Le preguntó Remus divertido.
- Desde que soy amigo de Lily, he estado en el cieeeeelo – dijo acomodándose en su asiento, estirándose, con una gran sonrisa.
- La quieres mucho, ¿Eh?
- No, Remus... creo que la amo – dijo sin dejar de mirar a su amigo. Remus no se sorprendió por tal respuesta y es que conocía a su amigo tal vez demasiado bien.
De pronto, un ruido los interrumpió en la puerta del compartimiento. Era Sirius con una cara sonriente de las cuales ponía cuando había hecho cita con alguna chica.
- ¿Sirius? ¿Qué tal te fue? – Le preguntó Remus viéndolo curioso.
- A que no adivinan qué atengo para el sábado en la tarde...
- ¿Un juego?
- ¡Un baile!
- No, no – dijo el chico – Tengo una cita... con las gemelas Marlenson.
- ¿Marlenson? – Preguntó James - ¿Es ése un apellido? – preguntó irónicamente.
- Pues sí – contesto Sirius sin dejar de sonreír – Angie y Rose Marlenson, dos chicas maravillosas
- Dos chicas que resultan ser mis amigas, Black – dijo una voz en la puerta del compartimiento.
- Que bueno, Brenaman – dijo Sirius falsificando su tono amable.
- No será tan bueno si es que por algún motivo les haces algo. Que te quede claro, Sirius Black, que si descubro que algo les hiciste... te las verás conmigo – le dijo Brenda amenazándolo con su dedo índice. Sirius alzó una ceja y adaptó una sonrisa que engañó por completo a Brenda.
- Claro, claro, ningún problema – le dijo amablemente – Ahora, quisiera hablar con mis amigos. No deberías meterte en los temas de conversación de otra gente... - Brenda le miró enojada soltando un gran suspiro.
- No es que me haya metido, Black, sólo vine en busca de Marya ¿La han visto? – James y Remus negaron con la cabeza.
- Yo sí – dijo Sirius pícaramente – Se ha ido por allí – dijo indicando por el pasillo el lado izquierdo. Brenda le miró alzando una ceja y luego salió seriamente del compartimiento.
- Qué genio – dijo James – Oigan, iré a hablar con Lily
- ¡Uy! Nos cuentas más tarde, picaron – le dijo Sirius divertido mientras que James salía del compartimiento sacándole la lengua.
- ¿Y tú, picaron, cómo conseguiste una cita con las dos gemelas? – le preguntó Remus – Es que es algo histórico.
- ¡Es maravilloso! Estoy ansioso por salir con ellas y es que sólo usé de mis encantos y un poco de ayuda de Marya y listo... Cita para el sábado con las gemelas Marlenson.
- Que bueno, Sirius, has conseguido el punto máximo ya en citas – le dijo Remus divertido mientras que Sirius inflaba su pecho, orgulloso.
- ¿Y tú con Nhy?
- Pues, no ha pasado nada que me demuestre que le gusto, y es que no creo ya que en la fiesta dijo que quería a Aubert – dijo Remus cabizbajo.
- Amigo, ya hablamos de esto, vas a ver cómo en un mes, Nhyla Rae, va a estar tendida a tus pies – le dijo Sirius decidido. Costara lo que costara ayudaría a su amigo.
oOoOo
- ¡Lily! ¡Lily, detente! – exclamaba una chica boca abajo en uno de los asientos del compartimiento, riéndose ante las cosquillas de su amiga pelirroja.
- Retira lo dicho y dejaré de hacerte cosquillas – dijo divertida la pelirroja encima de su amiga, tratando de que ésta no se escapara.
Por otro lado, Dan las veía divertido acompañado por un chico quien era su amigo y había ido a verlo así quedándose en el compartimiento.
De pronto, un golpe en la puerta del compartimiento hizo que Lily dejara de hacer reír a su amiga, dejándole la oportunidad de escapar a Nhy.
- ¿Lily? – dijo la persona detrás de la puerta.
- ¡Dios, es James! – Dijo la chica en susurros arreglando su cabello – Pasa
James abrió la puerta encontrándose con Nhy sentada cerca de la ventana, lo más alejada de Lily, y a los dos chicos mirándolo curiosamente.
- Eh... hola – Les dijo a los chicos.
- James Potter – dijo Rufus sin poder ocultar su enfado.
- ¿Si?
- Y ni siquiera te acuerdas de mí – dijo Rufus bufando – Soy el chico que molestaste en tercer año, ¿No te acuerdas? – James se puso en posición para pensar y a los pocos minutos se acordó. Se llamaba Rufus Lound, e iba en la misma casa que Dan y Brenda. Aunque se encontraba mucho más cambiado que en tercer año.
- ¡Sí, si me acuerdo! – dijo James divertido, cambiando su semblante por uno serio al ver la mirada seria de Rufus.
- Vamos, amigo, eso fue hace mucho – trató de arreglar Dan quien miró luego a James y le sonrió – No te preocupes, estará bien – dijo divertido.
- Sí, sí, tienes razón. Han pasado más de 3 años. No te preocupes, Potter – dijo Rufus remarcando con la voz el apellido del joven moreno quien le miraba preocupado.
- ¿Y a qué venías? – Preguntó Lily sin poder esconder su entusiasmo.
- Vine a verte – dijo James sonriente.
- Ehm... creo que sobramos, chicos – dijo Nhy divertida – Mejor nos vamos.
- No, no, de todas formas quería llevar a Lily a hablar a otra parte – dijo James mirando a la pelirroja quien le sonreía - ¿Vamos? – Lily le asintió y juntos salieron del compartimiento dejando a tres chicos sin saber qué hacer.
- ¿Qué te ocurrió? – le preguntó Dan a su amigo preocupado.
- James Potter empeoró mi vida en el colegio, y tú lo sabes. Suerte que la gente ha olvidado las bromas – dijo el joven un tanto enojado.
- ¡Pero fue hace tanto tiempo! No debes reaccionar así.
- ¿De qué lado estás? ¿Es que no sabes que es JAMES POTTER? – le preguntó remarcando el nombre con su voz.
- Pero no deberías, de todas maneras, reaccionas de esa forma. Ya ha pasado el tiempo...
- Eh, chicos, mejor me voy – les dijo Nhy quien estuvo pendiente de la conversación – No se preocupen – les dijo al ver la cara de disculpa de Dan.
Salió cuidadosamente del compartimiento y cerró la puerta para que tuvieran privacidad y mientras se iba lo único que pudo oír fue un simple "Es que lo odio".
- ¿Nhy?
- ¡Ah! – Gritó la chica asustada – Remus me asustaste.
- ¿Tan feo soy? – le dijo el chico divertido. Nhy se ruborizó levemente, mirando el suelo – ¿Estás bien?
- Sí, sí, claro. Sólo nerviosa por empezar nuestro último año.
- Qué... tristeza, ¿No?
- Sí. He hecho grandes amistades en el castillo y es que es como mi segundo hogar – dijo Nhy apenada
- Para todos lo es... extrañaré mucho estos lugares – Remus le miró a los ojos, intensamente – como también a mucha gente... importante para mí
Nhy volvió a ruborizarse. De pronto la señora del carrito de frituras los sorprendió haciendo que tuvieran que moverse del pasillo.
- Bueno, iré a buscar a mis amigas.
- Ssí, sí, yo también – Se vieron por última vez para luego salir cada uno por un lado y perderse en el tren.
- Tonta, Nhy, tonta – se decía la chica a sí misma - ¿Por qué no hablaste con él cuando pudiste? Por que eres tonta, tonta, tonta, tonta, ¡TONTA!
- ¿A quién le llamas tonta? – dijo Brenda apareciendo delante de Nhy con un semblante enojado.
- A... a nadie – dijo Nhy balbuceando - ¿Dónde estabas?
- Con mis compañeras, y luego fui a buscar a Lily pero no la encontré y te iba a buscar ahora pero aquí estás – dijo sonriente.
- Lily está ocupada – dijo Nhy pícaramente – Con Potter – dijo remarcando el nombre del joven.
Brenda abrió la boca dramáticamente. Odiaba que Lily estuviera tan amiga de ése James, quien por mala suerte era mejor amigo de Sirius Black.
- Bien, que esté con él... nosotras podemos divertirnos solas – dijo la chica tomando a Nhy del brazo y avanzando a su compartimiento.
oOoOo
- Y ¿Qué cuentas? – Le preguntó James a Lily quienes se encontraban dentro de un compartimiento vacío. Lily se sentó frente a él, observándolo fijamente.
- Pues, nada – dijo ruborizándose. No sabía por qué se sentía tan nerviosa y a gusto a la vez con la presencia del chico.
- Pues confiar en mí, Lily, soy tu... amigo – Lily sintió una punzada en su estómago por las palabras del chico y sin dejarse de sentir mal, le contestó.
- Claro, eso ya lo sé... pero es que, me es difícil hablar de esto – dijo la joven – Verás, es que mi madre... está mal... no sé lo que tiene, puede ser grave o no pero estoy demasiado preocupada. Y la madre de Nhy había decaído pero ya está mejor y yo pienso ¿Qué tal si mi madre no se mejora? – dijo al joven con los ojos vidriosos – Es mi madre, por el amor de Dios, no quiero que me deje.
- Vamos, Lily, no creo que le ocurra nada grave. Sólo debe estar enferma pero será algo temporal, ya lo verás – le dijo Jame sonriente, mirándola con esa mirada hermosa que lo caracterizada. Y no era esa típica mirada para conquistar chicas si no una mirada sincera, amable, llena de sentimientos.
- Además, mi hermana no deja de molestarme. Me hace la vida imposible sólo porque soy un "fenómeno"...
- Tú no eres un fenómeno – le dijo James – Eres una gran persona. Una hermosa chica que ayuda y ama a los que la rodean y creo que no deberías dejarte caer por las molestias de tu hermana.
James hablaba tan seriamente que estaba asustando a Lily. Pero le agradaba ése tal James, nada que ver con el que conocía antes. Y es que tal vés James tenía razón, como también Remus... James si era diferente.
- Gracias – le dijo Lily, sonriéndole – Muchas Gracias - James le tomó la mano, acariciándola.
- Cuando quieras, Lily, soy tu amigo y estaré aquí... para lo que necesites. Y es que prefiero ser tu amigo antes de que no ser nada para ti. Te quiero tanto, Lily – le dijo el chico sinceramente. Lily no podía creer lo tan sincero que estaba. Le sonrió encantada, sin perder su amabilidad.
- Ya eres importante para mí, James, eres un gran amigo.
Se quedaron en silencio por un momento, mirándose el uno al otro. James seguía acariciándole la mano, sin perder la hermosa mirada esmeralda de la chica. La amaba tanto. No sabía cómo había llegado a sentir tal amor por alguien. Es que era perfecta, hermosa. Era única.
- ¿James? – Le dijo la chica.
- ¿Sí?
- ¿Podrías guardar un secreto?
- Claro... lo que sea – Lily se acercó al oído del joven, lentamente, y en un susurro le dijo con voz suave y dulce.
- Tal vés piense que podamos ser más que amigos – le dijo, dejándo a James en un estado de felicidad enorme.
- ¿Tú crees? – le dijo James con tono soñador. Lily le asintió contenta y se separó un poco de su oído para quedar sus rostros demasiado cerca. Y es que estaban tan cerca. James podía oler su aroma a frutas y Lily se sentía más nerviosa que nunca. Podía escuchar el rápido latido del corazón de James y es que era tan extraño.
Sus rostros comenzaron a acercarse lentamente, involuntariamente, y en el momento más esperado de James, un ruido en la puerta los devolvió de pies a la tierra donde una señora regordeta con un carrito delante de ella y les preguntó si deseaban algo de comer.
- No, gracias – dijo Lily ruborizada por el momento anterior donde casi besaba a James Potter – Debo irme – dijo y sin despedirse, salió apresuradamente del compartimiento.
- ¿Y usted joven? – le preguntó la señora a James quien tenía el recuerdo de la pelirroja tan cerca suyo. Negó lentamente con la cabeza, y se recostó sobre el asiento mientras la señora se iba de ahí junto al ruido del tren sobre las vías y el de las oxidadas ruedas del carrito de comida.
- Casi beso a Lily Evans.
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- Chicos, estamos aburridas, queremos hacer algo – dijo Brenda al entrar, junto a Nhy, en el compartimiento donde Dan y Rufus se encontraban.
- No creo que sea posible, Bren – le dijo Dan divertido – Sólo faltan 10 minutos para llegar a Hogsmead y subir a los carruajes hasta el castillo.
- Será mejor que se cambien – les dijo Rufus. En cambio, ellos ya estaban con las túnicas del colegio. Las chicas les miraron abatidas y, cogiendo de su equipaje las túnicas, se cambiaron.
Luego de unos minutos, llegaron al pueblo Hogsmead, donde todos los alumnos bajaron del tren para luego coger unos carruajes para ir al castillo Howgarts. Las chicas junto a Dan y Rufus se fueron en un carruaje mientras que los Merodeadores se fueron junto al grupo de las Barbies.
Al llegar al castillo, se dirigieron al Gran Comedor para la cena de bienvenida.
- Espero que la comida mejore un poco este año – dijo Brenda con rostro hambriento.
- Espero que éste año el jugo de calabaza esté más dulce. Los años anteriores siempre estuvo amargo.
- Qué importa eso, Nhy, lo que importa es la comida – le dijo Brenda sentándose junto a sus amigas.
- Ya chicas silencio – les dijo Lily – El director hablará.
Y en efecto, Dumbledore se levantó de su asiento, cuando todos los alumnos estuvieron ya presentes, y comenzó a dar su discurso de bienvenida.
- Bienvenidos alumnos. Alumnos viejos y nuevos. Espero que el viaje haya sido de su preferencia y que no hayan ocurrido problemas. Ahora comenzaremos con la selección de los de Primer año.
Varios chicos entraron al Gran Comedor siguiendo los pasos de una señora vieja y alta, era la profesora Mcgonagall, quien traía un pergamino en sus manos.
Al frente de la mesa de los profesores, hacia los alumnos, había un pequeño banco con un sombrero. Comenzaron a llamar a cada alumno nuevo de la lista para que el sombrero los eligiera en alguna casa. Entraron, en total, cinco niños nuevos a Gryffindor.
Dumbledore volvió a levantarse de su asiento ahora con una gran sonrisa.
- Felicitaciones a los pequeños que entraron a Primer Año, espero que éste año sea de su agrado. Ahora les indicaré que el Bosque Prohibido esta, como dice su nombre, Prohibido para todo alumno, como también el tercer piso de la Torre. Aquél que desobedezca las indicaciones, se discutirá un castigo con el profesor Filch – El director señaló a una esquina del salón donde un señor con cara maléfica, sonreía abiertamente – Ahora ¡A CENAR! – aplaudió con sus manos dejando aparecer grandes cantidades de comida en cada mesa de cada casa para los alumnos.
La cena continuó sin ningún problema, hasta que ya era hora de subir a dormir. Lily y Remus, por ser prefectos, guiaron a los niños de Primer año a sus dormitorios y luego subieron juntas a las habitaciones, cada una acostándose en su cama para dormir luego de una rica cena.
- Esta sí que ha sido la mejor cena de toda mi vida – dijo Brenda con una mano en su barriga, acostándose dentro de la cama, haciendo reír a sus amigas. Todas esperaban que su último año en Hogwarts fuera el mejor y es que todavía ni había comenzado.
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Trataré de actualizar más seguido.
Shaooo :)
Maitee.
