Capítulo 4: Cielo Nublado

Tu mirar se diría que en un vaho se pierde;

tu mirar misterioso (¿es azul, gris o verde?),

alternativamente tierno, cruel, soñador,

refleja la indolencia del cielo y su color.

Recuerdas esos días blancos, tibios, velados,

hacen fundir en llanto los pechos desolados,

cuando agitados por un mal desconocido,

los nervios nos despiertan el corazón dormido.

A veces te asemejas a esas tierras hermosas

que los soles alumbran en las tardes brumosas...

¡Y cómo resplandeces, cual paisaje mojado,

a los rayos oblicuos de un sol enneblinado!

¡Oh, mujer peligrosa, oh, climas seductores!

¿Tendré, pues, que adoraros, escarchas y rigores,

para arrancar así de ese invierno glacial

placeres más agudos que el hielo y el puñal?

Por una calle concurrida, con matices grises y multicolores, que hacían el paisaje más interesante de observar, corría un alma perdida. La joven de cabellos lavandas empapados por el sudor de su propio desconsuelo, desfilaba velozmente sin rumbo por la gran ciudad que alguna vez había sido su hogar.

Las nubes negras de la tempestad que se avecinaba comenzaron a hacerse presentes poco a poco con el viento que inundaba la urbe ignorante de los acontecimientos por los que acababa de pasar cierta joven misteriosa.

Por la mente de la chica pasaba escenas de su vida, cosas que su memoria inconscientemente bloqueo para no causarle daño, y que en ese momento removía de sus recuerdos como lienzos de pintura fresca, pues podía escuchar, ver, tocar, oler y hasta saborear el ambiente en el que se encontraba dentro de sus pensamientos. Lo que más le penaba era saber que esa era SU realidad.

-Los sueños...los deseos...el amor...mi vida...todo...todo ha sido siempre una mentira...las mentiras vuelan...se van...así como yo me voy, me alejo de la falsedad...pero no tengo rumbo...porque no quiero llegar a la verdad...- eran las ideas que rondaban su cabeza, hundiendo más su alma en el abismo oscuro de su soledad.

Agitada, entre sollozos y gritos decía –Arella... Trigon... demonio... yo... Raven... MADRE!- terminó con sus palabras sin orden, tomando la atención de algunos espectadores que no entendían nada de lo que ocurría en el mundo de aquella niña de extraña apariencia. Sus pies la conducían a algún lugar desconocido para ella, un lugar en el que su sufrimiento disminuyera.

Por sus venas podía sentir el gran e inmenso ardor de su sangre hirviendo por la influencia de tener a un ser de la oscuridad por padre, por creador; pues entre el odio y el agradecimiento hay gran diferencia, pero ambos son igual de fuertes en el corazón y se destruyen entre si.

Al correr con tanta desesperación no se dio cuenta de que por todo lugar donde pasaba algo era derretido, y calcinado convirtiéndose en cenizas...como sus ganas de vivir; autos, banquetas, cristales, semáforos, causando terror entre todos los que la veían pasar.

Llegó a una avenida atestada de autos, no veía nada de su entorno, sólo su alma sin unas alas para volar lejos del precipicio en que caía más a cada segundo. Se precipitó sin darse cuenta de que un automóvil verde oscuro iba directo hacia ella a gran velocidad, una bocina hizo que reaccionara y saliera del mundo en el que cavilaba, encontrándose a escasos dos metros del auto, su inexplicable expresión no cambió, porque aunque sentía miedo por ver su final, descubrió que ese no sólo sería el final de su vida sino también de su sufrimiento. Pero fue más fuerte el impulso de la vida que sus ganas de morir, levantó sus brazos cansados cubriendo su cabeza y cerrando sus ojos, y sólo esperó el inminente golpe...todo acabaría...los segundos pasaron y nada ocurría, seguía ahí...viva. Sentía terror de mirar hacia donde el auto debía estar pero fue más grande su curiosidad, ganó la batalla de sus impulsos y sus cristalinos zafiros en bruto miraron al lugar en el que el auto debía encontrarse. Sus ojos se abrieron lentamente descubriendo una enorme nube de polvo cubriendo el misterio, y comprobando que ella se encontraba dentro de un aura de resplandor negro espectral.

Después de unos segundos de aún no poder asimilar todo lo que le era mostrado, logró ver que donde antes se encontraba un reluciente automóvil verde olivo oscuro, ahora sólo se podía observar unos hierros retorcidos con cristales esparcidos por todo el concreto. Al asomarse un poco más sus ojos y aclarar su vista descubrió que ella se encontraba en medio del cofre del auto, éste si se había impactado con ella, pero su oscuridad interna la protegió dejándola exactamente en el mismo lugar, haciendo que el vehículo fuera atravesado por ella.

-No...-fue lo único que atinó a decir dejando sus brazos a los costados y cambiando su semblante a uno de preocupación y falta de cordura.

-No puedo...creerlo...-Dijo en un susurro casi inaudible mirando hacia el suelo lleno de escombros, al tiempo que la impenetrable barrera que la protegía se desvanecía abandonándola a su suerte.

-¿Yo hice...esto?-balbuceó sin que su labios supieran en lo más mínimo lo que decían, hizo una pregunta de la cual ella conocía la respuesta, pero no quería aceptarla.

Su mirada azulada paseó por sus dedos hasta llegar a los rostros de las personas que se encontraban a su alrededor, observando las expresiones de todos aquellos entes diferentes a su naturaleza. Pero algo común se dibujaba en las pupilas de cada ser... desconfianza y temor...

-"Ella...lo hizo"-"¿Qué...es?-"¿Cómo lo...hizo?"-"Fenómeno... monstruo"-"Vamonos..."-"Nos...lastimará también a...nosotros..."-"Bruja..."-Raven comenzó a escuchar voces, pero nadie pronunciaba ni una palabra. La acusaban y resonaban fuerte dentro de su cabeza, una frase diferente aparecía a cada segundo, revueltas, sin sentido...pero si con significado. La joven atormentada levantó sus manos hasta sus oídos entrelazando sus finos dedos con unas hebras de cabello que caían por su rostro, tratando de disminuir el horrible murmullo que la culpaba, pero no lograba reducirlo, al contrario, creció...

-No...no...¡NO LO SOY!-gritó ante las miradas expectantes de los seres en su entorno, y sin quitarse las manos de los costados de su cabeza dio unos pasos hacía atrás perdiendo el equilibrio, se dio la vuelta, tomó el sentido que llevaba la autopista y corrió hacia el horizonte.

Unas de las palabras que no pertenecían a ella y que entraron en su cabeza fueron "Fenómeno...monstruo", y eran las que más le dolían.

-Lo siento...yo...no era mi intención...no quería...no soy...no soy un fenómeno...un monstruo-susurraba mientras sus palabras eran ahogadas por sus lágrimas e interrumpidas por las voces que quebrantaban los límites de su mente.

-Esas voces...quizás después de todo...estén diciendo la verdad-se trataba de convencer de algo que no quería creer, al tiempo que sus pies no dejaban de avanzar hacia un destino inevitable. Trato con todas sus fuerzas de ignorar todos aquellos pensamientos y sentimientos ajenos, y dejó su alma errante en cada paso que daba.

Anduvo a todo lo que sus cansados pies le permitían hacia un bello ocaso perdido entre los ensoñadores colores cálidos reflejados en el océano frente a sus ojos, a la vez que las nubes de tormenta jugaban con esa paleta de colores y cubrían poco a poco el firmamento, dando tonos insólitos a la imaginación.

-Soy un monstruo...un monstruoso demonio...un ser que no merece vivir...hago daño, lastimo sin quererlo, soy demasiado peligrosa para este frágil mundo...yo no pertenezco aquí...debo detenerme ahora...-la razón en la mente de la chica era cosa del pasado, ahora todo lo que reinaba en su cabeza era el caos. Pero su conciencia aún no sucumbía y eso era lo que la llevaba por el camino dorado del sol que muere, él era su guía.

Lloraba, no podía hacer más, no encontraba forma de sacar ese dolor, dejando en cada lágrima su vida, llevando sólo con ella el peso de su cuerpo. Pocos minutos pasaron desde el accidente de aquel auto hasta que se encontró de pie a la orilla de aquel océano que se veía tan prometedor. Al tocar sus botas aquel líquido teñido, sintió la necesidad de lavar su interior con él para ver si de esa forma se podía purificar, para ver si podía desmanchar su sangre de esa oscuridad.

Caminó suavemente hacia la profundidad de aquel bello paisaje, lo cual detuvo las cascadas que salían de los zafiros en su cara, por la sensación de que la sangre que le quemaba se enfriaba por tal frescura. La marea estaba intranquila, pero recibió a la chica como si fuera parte de ella, y la cubrió casi completamente. Mas al llegar al punto en que Raven ya no pisaba la arena, en su mente se volvieron a formar ideas coherentes, ya que durante los minutos pasados su percepción de la realidad era nula, y descubrió que se encontraba totalmente cubierta por agua, pero esa no fue razón para que se alarmara, por el contrario sólo giró hacía la ciudad y pudo ver lo hermosas que eran todas aquellas luces blancas distorsionadas por el agua. El cielo ya estaba casi completamente cubierto por las nubes y rápidamente se había hecho de noche, de forma que la joven lavanda casi no podía ser vista. Al sentir que le faltaba el aire salió sin muchos ánimos a la superficie y observó maravillada la bella luna que se levantaba del otro lado del mar, entre las nubes borrascosas, la cual era su confidente y única amiga que la vería partir.

-Se siente tan bien...el dolor desaparece...el agua...la luna...no quiero salir...que este sea mi hogar, aquí no podré hacer daño nunca más...soy...libre-pensó mientras cerraba sus ojos y se dejaba llevar hacía el fondo por el mar que la arrullaba y la adormecía, estaba realmente agotada tanto física como mentalmente, y con el agua tan fría ahora que había caído la noche, sus sentido fueron perdiendo efecto, sus músculos se entumecieron y poco a poco se disipó la fuerza que la ayudaba a mantenerse a flote haciendo que se hundiera sin remedio. Tomó su pequeña bolsita con una de sus blancas manos y la apretó recordando el tesoro que cargaba, pero que ya no necesitaría más.

-No me necesitan...no seré más un ser creado...por el mal-fueron sus últimos pensamientos antes de caer en un profundo sueño del cual creyó que jamás despertaría.

Pero ella no advirtió que tenía otro acompañante además de la luna, escondida entre las sombras una figura miró toda la escena esperando poder actuar en caso de ser necesario, y antes de que la chica pudiera sumergirse por última vez el ya estaba interviniendo. Era un chico de una vestimenta extraña, una capa negra de fondo amarillo sobre su espalda, una camisa roja con mangas verdes, un cinturón amarillo con varios compartimientos, un pantalón verde, zapatos negros de bordes plateados, y sobre su pecho algo que resaltaba, una "R" en un círculo negro. Pero lo más especial era ver que sus ojos estaban cubiertos por un antifaz negro como su cabello, y que resaltaba más por su piel blanca.

Su expresión era de decepción y preocupación al momento de correr de aquel callejón a la orilla de la arena, hasta el filo del agua de mar.

-¡Oh no...perdóname, pero no lo harás!- exclamó al tiempo que avanzó entre las turbulentas aguas y se sumergió, agudizó la vista para poder encontrar a esa chica que acababa de desaparecer entre las olas, y la encontró sólo por que la luna, su aliada, hizo brillar su pálida piel filtrándose en la oscuridad del océano.

Nadó más rápidamente en esa dirección, y al tenerla frente a él la tomó de la cintura, y la arrastró con delicadeza hacia la superficie. Al llegar, nado con ella, hasta que pudo tocar la arena con sus pies y la levantó en sus brazos fuera del agua hasta alcanzar la orilla, donde la posó sobre la arena.

La observó unos instantes, se veía tan delicada, frágil, y bella...pero reaccionó al recordar que estaba por ahogarse, así que acerco su oído a la nariz y boca de la joven oscura y no sintió su aliento. Juntó sus manos, una sobre la otra y las colocó en un punto sobre el estomago de Raven y presionó con fuerza, sin herirla, varias veces. Al aproximarse de nuevo y notar que aún no había respuesta, tomó la barbilla de la chica de piel de porcelana y...

-Por favor...no te mueras- le susurró suavemente y juntó sus labios para darle un soplo de vida a su cuerpo, pero al ver que los pulmones de Raven no lo habían recibido ya que seguía sin haber contestación, volvió a hacerlo, y entonces el pecho de la chica se elevó. Al sentir esto el misterioso joven se separó de ella rápidamente y giró el rostro de su protegida hacia su derecha para que pudiera sacar todo el líquido que pudiera tener dentro de su herido pecho, que fue exactamente lo que el cuerpo de ella exigió y arqueando su espalda inhaló todo el aire que le fue permitido y tosió expulsando toda el agua de mar que había tragado.

Raven se giró para quedar apoyada con sus manos sobre la arena, temblaba y tosía tan fuerte que parecía que se desbarataría. El joven la tomó por la espalda, apoyando su mano cubierta a la altura de la cintura y trató de reconfortarla susurrando...

-Tranquila...ya pasó todo...-fraternalmente dando a entender lo que para Raven era lo contrario. Ésta al dejar de toser e irse incorporando lentamente después de unos minutos, logró soportar su peso sobre sus rodillas y no logró reaccionar a lo que el chico le dijo, ella aún se encontraba en un mundo alterno, sus recuerdos.

-¿Qué pasó?...yo...yo no debería estar aquí...ya no debería sentir dolor, ni miedo...yo no debería estar...viva...- se indagaba confundida, cuando sintió la mano sobre su espalda y se exaltó. Al momento recordó que su bolsita traía su tesoro, uno que no sabía porque lo significaba todo para ella y rápidamente movió su mano esperando encontrar ese dichoso regalo de la nada, que para su tranquilidad estaba ahí.

Volteando hacia su costado izquierdo encontró una mirada intrigante escondida tras una máscara, pero con una sonrisa encantadora que al mismo tiempo denotaba cierta preocupación.

-Oye...¿te encuentras bien?-le dijo mientras le extendía su mano libre para ayudarla a levantarse. Pero la recién salvada chica no daba crédito a sus ojos los cuales habían quedado prendados del rostro del joven frente ellos.

-Tú... ¿tu me salvaste?...Pero¿por qué?-musitó débilmente con una voz algo rasposa, lo que significaba que el agua helada del mar había causado su efecto sobre ella. Pero también de una forma cortante haciéndole un leve reclamo por haber terminado con el sueño de un hogar de paz y muerte, aunque en el fondo se sentía eternamente agradecida por haber tenido la oportunidad de ver a alguien tan maravilloso. Algo dentro de ella se movió, pudo sentirlo, una sensación de que algo había nacido en su interior. El muchacho notó su voz cortante, pero no le tomó mucha importancia ya que para él, la belleza de la chica era tanta que parecía ser dicho por un verdadero ángel.

Ya ella de pie totalmente, se tambaleó un poco, pero recuperó la compostura soltó su mano de la del enmascarado y le preguntó...

-¿Tú quién eres?- escondiendo en su fría mirada el calor de la emoción que sentía.

-Bueno, para empezar debo decirte que no se porque motivo quisiste quitarte la vida, pero agradezco al cielo que no lo hayas logrado- al decir esto sintió unos ojos reprobantes sobre él, así que prefirió responder a la pregunta hecha.

-Bien, pues me conocen como Robin- le dice sonriendo muy seguro de sus palabras y tendiendo de nuevo su mano cordialmente para presentarse ante ella, a lo que la chica de cabellos violáceos respondió dándole su mano por apenas unos instantes para separarla de la de él y perder su mirada al sentir que algo pasaba en su entorno. Así que decidió alejarse pronto de él.

-Gracias por salvarme...(eso creo)- pronunció esto sin mirarlo y sin emoción alguna, aunque pudo sentir como sus mejillas se tornaban color carmín, haciendo que la arena se moviera bajo sus pies un poco, apenas lo notó, pero fue suficiente para que se alarmara, no quería volver a destruir. Se dio media vuelta y trato de alejarse de ahí calmadamente...

Había dado unos pasos cuando algo la detuvo, una voz grave y seria le hizo sentir un escalofrío recorrer su espalda.

-Espera... ¿a dónde vas?- ella se giró para mirarlo, era el mismo joven pero su semblante había cambiado, ahora mostraba intriga y demasiada seriedad, que podía ser traducida como inquietud.

-No tengo porque decírtelo...será mejor que te alejes-bajó sus ojos hacia la arena encontrándola perturbada y dijo esto último en un murmullo desesperado, sabiendo que ya no podía detener lo inevitable.

Debía saber la manera, en la carta estaba la solución, pero...no ya no tuvo tiempo de pensar e indagar en sus recuerdos ya que ciertas partes de la carta no comprendió puesto que aún no eran manifestadas, pero ahora como deseaba poder recordarlas.

Ciertas cosas que se encontraban en la playa, así como conchas, la incontable arena y las infinitas aguas oscuras comenzaron a formar una tormenta vertiginosa al elevarse en un velo negro brillante y girar alrededor de ellos, así como las nubes del cielo estallaron en truenos y relámpagos, acompañando el compás de los poderes descontrolados de un alma de luz envuelta en la oscuridad.

El corazón del petirrojo frente al bello cuervo latió con mucha fuerza, y sintió temor de ver aquello que estaba ocurriendo, entonces se acercó más a la chica que aún seguía en la misma posición, como si realmente fuera una estatuilla, y le tomó la barbilla levantando su rostro para poder darle a entender que algo ocurría y debían salir de ahí.

-Pronto...algo pasa...tenemos que...-pero su frase fue cortada por unos ojos frente a los suyos que brillaban más que cualquier otra luz que el hubiera visto antes. Los ojos de Raven se habían convertido en dos estrellas resplandecientes que soltaban lágrimas imparables.

-¿Pero que esta pasando aquí?-gritó. Sentía miedo, no entendía nada¿debió de haberle hecho caso a la chica de oscuras ropas rasgadas?...no, el estaba decidido a permanecer ahí, ya la había salvado una vez de si misma...pero si ella estaba haciendo eso... ¿cómo podría ayudarla ahora?...

-¡Vete de aquí!...¡No quiero lastimarte!...-gritó con desesperación la joven gótica sacando sus manos de los costados de su cabeza y poniéndolas sobre el pecho del chico tratando de empujarlo, de sacarlo del peligro, pero sus fuerzas eran pocas y no pudo ni moverlo un poco.

-¿Qué?...no voy a dejarte aquí...-dijo él joven del antifaz tomándola de sus frágiles hombros, lo que ocasionó más desastre dentro de la mente de la torturada joven frente a él, y provocó su caída de rodillas. Sus memorias giraban de nuevo...todo volvía a ocurrir... tenía que detenerlo antes de que su joven salvador resultara herido.

Su meta: morir... Su salvador: Robin... Su dolor: su existencia... Su escapatoria: el mar... Su esperanza: un cofre... Su pasado: una carta... Su futuro: un joven héroe... Su presente: un Cielo Nublado...


Notas de la autora:

"De cualquier modo que se llame tu espina, acéptala; es compañera de la rosa ". Rabindranath Tagore

Hola...bien de nada sirven ya las disculpas lo se,(termino de hacer mi barricada y me pongo un casco esperando desde tomatazos hasta granadas) pero aún así tengo que ponerlas ya que bien...pues...no tengo excusas, realmente me he atrasado mucho y ni yo misma me lo perdono...así que no espero que ustedes lo hagan, sólo espero que este retraso no los desaliente a seguir leyendo este humilde fic...que creanme si no disfrutara haciéndolo...ya lo habría dejado.

Pero son ustedes quienes me alientan a seguirlo, así que por favor no me abandonen y aquí esta el tributo a todos ustedes que amablemente me han dejado reviews:

Crow Raven: No te preocupes no es obligación que dejen reviews ya es bastante bueno con que lo lean nn...y por lo que podrás ver Robin ha aparecido ya, y prometo que los titanes que faltan no tardarán en aparecer. Agradezco tus palabras y si quieres sigue leyendo...ah y disculpa no haberlo puesto cuando te lo prometí...un retaso técnico...

Rogue: Pues tuviste mucha razón u.u, por ocuparme en cualquier cosa ya no he escrito, pero bueno eso no importa lo que vale es que te este gustando esta humilde historia y ya verás como pronto aparecerán los demás, ya voy progresando al menos ya apareció Robin...ji ji ji...sigue disfrutando de el fic...

Johann Peacecraft: Pues eres muy amable...no me esperé nunca una contestación de ese tipo, y espero que las llene con todo lo que resta por escribir y leer...je je je, y que bueno que ya seamos muchos amantes de RXR...y tu disculparás mi tardanza...bueno si no quieres no...snif snif, lo entenderé (ji ji ji).

LiLiTh91: Pues que bueno que te gustara, y realmente entiendo a que te refieres con que no te gustara que me tardara, no te pido disculpas, porque se que no me perdonarás, pero si te pido que disfrutes de este y de los capítulos que vienen...en cuanto a lo de Robin, pues ya apareció, pero lo de la mamá aparecerá en el siguiente, todo a su tiempo.

The crow: Te agradezco los halagos, y creeme que significa mucho para mi ver que hago lo que ustedes quieren leer y ver...por cierto Robin ya esta aquí...por fin ¬.¬... je je je, disfruta de lo que sigue, ah y espero que te haya gustado este capítulo.

Jearo: Sabes que el honor es mio de recibir un review de alguien a quien yo admiro, gracias por pensar que soy buena, y pues aquí esta mi actualización, retrasada pero aquí esta, espero la hayas disfrutado y te agradezco lo del "Universo Mental"...así la imagino yo sin ser una superheroina. Y gracias por lo del evento hasta eso no salió tan mal nn. Sigue disfrutando del fic...

Mel: Gracias por tus palabras y tomaré en cuenta lo de que los capítulos son muy largo enserio, y en cuanto a lo del evento, tienes razón, al final salió bie...creo...je je je...de nuevo gracias, y espero te haya gustado este nuevo capítulo...Chao

Raven Youkai: Gracias por hablarme de usted pero no es necesario, así que también gracias por lo de Sensei pero no merezco tal título, sólo estoy para entretenerlos un rato con mis humildes palabras...y mil gracias por tus buenos deseos...lo mismo te deseo a ti...

Salustia Galahed: Ja ja ja, lo se Sally, por eso pasó lo que pasó en este capítulo, en cuanto a lo de Hanna, pues...bueno mejor no digo nada, je je je... gracias por tu review, sabes que son los que más significan para mi...y disculpa la tardanza nn.

Shyra: Te agradezco que me veas como alguien buena para la escritura, pero no me creo tanto para ser una Sensei, de todas formas trataré de seguir escribiendo así para que siga siendo el tipo de fic que te gusta nn.

Esposa de Dawson: Eria...no tienes idea lo que tus palabras me han dado, me han dado seguridad, apoyo y por supuesto como tu lo dijiste inspiración, eres increíble y te agradezco que te hayas tomado la molestia de escribir para algo que no es mucho de tu interés...Gracias...snif snif snif...

Crazyalex: Muchas gracias porque te guste, y pues no fue pronto pero actualicé, je je je...Chao.

Bien acabé desde hace una hora que estoy tratando de terminar esto y no lo lograba, ahora tengo que subirlo rápido porque son las 5:25 y los Teen Titans inician A las 5:30, así que sin largas despedidas sólo mi "Espíritu Literario Inspirador" les quiere dar las gracias por darle tantas energías e ideas nuevas, no dejen que muera por favor...mi vida depende de él.

Atte: Su servidora Harly Grace